Texto áureo: Éxodo 17.1-7
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Éxodo 17:1-7
Día 2 Salmo 25
Día 3 Isaias 64-65
Día 4 Miqueas 7
Día 5 Lucas 7
Día 6 Romanos 1.18-32
I- Dios con nosotros.
Este pasaje termina con una pregunta que es precisamente la clave de esta narración: «¿Está, pues, el Señor entre nosotros, o no?» (v.7). Dios demostró al pueblo que si iban voluntariamente con Él nada les faltaría. Se debe entender el principio de esta enseñanza: No es que Dios vaya con nosotros en nuestros planes como muchos pretenden, sino que el ser humano logre dejar su propio camino y se sume al de Él. Fíjese que el pueblo no escogió el momento de salir, ni por dónde salir, ni cuánto tiempo estar en el desierto, ellos debían sumarse a lo establecido por Dios, solo así el Señor estaría en medio de ellos.
II- La sentencia divina.
La rencilla inconsciente e inmadura del hombre contra Dios siempre llevará Su corrección. Él enmarca al hombre en un proceso educativo, mientras no se vuelva un rebelde total que merite una sentencia. Cuando para el ser humano el confrontar a Dios se convierte en una costumbre, se trata de justificar o es un deleite, este debe entender que la sentencia divina está a la puerta de su vida. Pero dicha sentencia siempre será por su rebeldía y no por sus dudas en sí, en eso radica precisamente la justicia divina, en que Él pesa los corazones y las intensiones humanas, y nunca ejecutará una sentencia a la ligera.
III- Las oportunidades con Dios se aprovechan.
Cuando el hombre comienza a cosechar el fruto de sus errores, y como un mecanismo de justificación pecaminoso proyecta su culpa hacía otras personas, llega el momento de no tener ya a quien culpar, entonces finalmente comienza a echar esa culpa inventada sobre el propio Dios. Y esta es una de las razones por la que el Señor lleva a Israel por el desierto, para ponerlos en ese autodescubrimiento (v. 1)[1]. Dios desea pasar con ellos de ese camino de protección al camino de la excelencia humana, pero para eso ellos deben comenzar en el lugar correcto. Deben entender que hay algo en ellos que los lleva al pecado y si Dios está con ellos es momento de aprovechar la oportunidad y gestionar con Él la solución. Tristemente, lejos de eso el pueblo lo que hizo fue culpar a Dios de aquello que para ellos eran problemas.
La lógica humana no siempre guiará al hombre por los argumentos y las evidencias correctas, pues es limitada en muchas áreas, principalmente en la que provee información para llegar a un justo juicio. El hombre necesita confiar en Dios aun cuando su lógica limitada indique lo contrario, porque los pensamientos del Creador son eternos.
Esta es la realidad del ser humano y no solo de la nación de Israel al salir de Egipto: la incredulidad, su ingratitud y su insolencia. Mientras haya esto en el corazón del hombre, Dios trabajará para enfrentarlo consigo mismo. O el hombre derrumba ese ser dentro de sí que le está siendo revelado, o el Señor le sentenciará completamente.
IV- El sutilísimo de la idolatría.
Israel venía de una esclavitud de más de 400 años, en donde todo lo que les rodeaba era aquella cultura imperial y pagana de Egipto. Para ellos había muchos ídolos que intervenían en diferentes facetas de la vida humana e Israel, por todos los años allí, corría el riesgo de comenzar a creer igual y pensar que para el agua necesitaban a otro intermediario, alguien diferente a quien los sacó de Egipto. Es muy importante entender que hay una diferencia entre idolatría y politeísmo: La idolatría mantiene a Dios en su estatus de monoteísta solo que aparecen falsos intermediarios que llevan al creyente a marginar a cada vez más al Creador, mientras el politeísmo elimina completamente a Dios o lo mete en medio de un panteón donde llega a ser uno más. Esta es una etapa muy mal entendida de la historia, pues no es politeísta todavía sino idolatra. De ahí que al leer el texto vemos que cada vez que se menciona al Dios único todo el mundo entiende de que qué se está hablando y algunos hasta llegan a adorarlo en alguna medida en medio de su idolatría.
Por eso el Señor manda a Moisés a usar la misma vara que había usado hasta ahora. Dios quiere que el pueblo entienda que Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Que solo hay un Dios y esa es la base, inclusive que seguirán los mandamientos que están por recibir.
Preguntas:
1.- ¿Qué diferencias puede encontrar usted entre la fe y la lógica?
2.- ¿Cree usted que la fe tenga su lógica o es simplemente ilógica?
3.- ¿Por qué cree usted que Dios no sentenció a Israel en este momento, aunque ellos estaban faltándole el respeto?
[1] Dt. 8.2.
Éxodo 17:1-7.
1 Toda la congregación (adat/synagoge) de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, conforme a lo ordenado por YHVH, y acamparon en Refidim, y no había agua para que el pueblo bebiera.
2 Y disputó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué tentáis a YHVH? 3 Así, pues, el pueblo tuvo allí sed por falta de agua y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Para qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
4 Y clamó Moisés a YHVH, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? Un poco más y me apedrean. 5 Y YHVH dijo a Moisés: Pasa al frente del pueblo y toma contigo de entre los ancianos de Israel, y toma también en tu mano la vara con la que golpeaste el Nilo, y anda (halajá). 6 He aquí Yo estoy delante ti, allí en la peña de Horeb, y golpearás la roca, y saldrán aguas de ella, así beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así ante la vista de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por el altercado de los hijos de Israel; porque tentaron a YHVH, diciendo: ¿Está YHVH entre nosotros o no?
►17.7 Masah… Esto es, prueba; Meriba… Esto es, riña; ¿Está YHVH entre nosotros o no? →Nm 20.2-13.
Salmo 25.
1 De David.
א
A Ti, oh YHVH, elevo mi alma (nefesh).
ב
2 ¡Oh Elohim, en Ti confío! No sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
ג
3 Ciertamente ninguno de los que confían en Ti será defraudado. Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
ד
4 Muéstrame, oh YHVH, tus caminos, Enséñame tus sendas.
ה
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Elohim de mi salvación (yeshúa).
ו
En Ti he esperado todo el día.
ז
6 Acuérdate, oh YHVH, de tus compasiones y de tus misericordias, que son perpetuas.
ח
7 De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones, no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh YHVH.
ט
8 Bueno y justo es YHVH; por tanto Él mostrará a los pecadores el camino.
י
9 Hará andar a los humildes en justicia (mishpatim), y enseñará a los mansos su camino.
כ
10 Todas las sendas de YHVH son misericordia (jesed) y verdad (emet), para los que observan su pacto y sus preceptos (edot).
ל
11 Por amor de tu Nombre, oh YHVH, perdonarás mi iniquidad, que es grande.
מ
12 ¿Quién es el varón que teme a YHVH? Él lo instruirá en el camino que debe escoger.
נ
13 Su alma (nefesh) pernocta en la prosperidad, y su descendencia heredará la tierra.
ם
14 YHVH es la fuerza de los que le temen, y el nombre de YHVH es de los que le temen; a ellos hará conocer su pacto.
ע
15 Mis ojos están siempre hacia YHVH, Porque Él sacará mis pies de la red.
פ
16 Vuélvete hacia mí y tenme compasión, porque estoy solo y afligido.
צ
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado. ¡Oh sácame de mis congojas!
ק
18 Mira mi aflicción y mi fatiga, ¡Y carga con todos mis pecados!
ר
19 ¡Considera cuántos son mis enemigos, y el aborrecimiento cruel con el que me aborrecen!
שׁ
20 ¡Guarda mi alma (nefesh) y líbrame! No sea yo avergonzado, porque en Ti me refugio.
ת
21 Integridad y rectitud me preserven, porque en Ti espero. 22 ¡Oh Elohim, redime a Israel de todas sus angustias!
►25.14 Se sigue LXX.
►25.18 TM omite la letra qof (ק).
Isaias 64-65.
1 ¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras, para que las montañas fueran derretidas ante tu presencia, 2 como fuego abrasador de fundiciones, como fuego que hace hervir las aguas!
Tu Nombre sería notorio a tus enemigos, y ante ti temblarían los gentiles.
3 Descendiste, hiciste portentos que no esperábamos, ante tu presencia se derritieron las montañas.
4 Desde antiguo no hemos oído ni nuestros ojos visto Elohim fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera por misericordia.
5 Sales al encuentro del que con gozo practica la justicia (tzedeq); del que tiene presentes tus caminos.
He aquí, cuando pecamos, te indignaste; en los pecados hemos estado largo tiempo, ¿Y podremos ser salvos?
6 Todos nosotros somos como cosa impura, y nuestra justicia (tzedeq) como trapo de menstruo.
Todos nosotros nos marchitamos como hojas, y la mano de nuestras iniquidades nos arrastra como el viento (ruaj).
7 No hay quien invoque tu Nombre, ni se afane para asirse de ti, porque ocultaste tu rostro de nosotros, y nos entregaste en poder de nuestra culpa.
8 Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; nosotros la arcilla y Tú nuestro alfarero, todos nosotros, obra de tus manos.
9 ¡Oh YHVH, no te excedas en la ira, ni te acuerdes para siempre de la iniquidad!
¡Te lo rogamos, porque todos nosotros somos pueblo tuyo!
10 Tus santas ciudades son un desierto; Sión es un desierto, Jerusalén una desolación.
11 Nuestra santa y gloriosa Casa, donde te alabaron nuestros padres, ha sido pasto del fuego; nuestras cosas más amadas se han convertido en ruinas.
12 ¡Oh YHVH!, ¿quedarás insensible ante todo esto? ¿Te callarás acaso, y nos afligirás sin medida?
Isaias 65.
1 Fui hallado por los que no me buscaban; me hice manifiesto a los que no preguntaban por Mí.
A gente que no invocaba mi Nombre, dije: ¡Heme aquí!
2 Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo rebelde y contradictor, que anda (halajá) por camino no bueno, sino en pos de sus pecados.
3 Pueblo que en mi propia cara me provoca a ira continuamente, que sacrifica en huertos y quema incienso sobre ladrillos; 4 que se sientan en los sepulcros, y hacen noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables; 5 que dicen: ¡Retírate! ¡No te acerques, que estoy consagrado!
Estos hacen humear mi ira como fuego que arde todo el día.
6 Lo tengo escrito ante Mí; no callaré hasta dar retribución, no descansaré hasta retribuir en su mismo seno 7 vuestras iniquidades y las de vuestros padres, todas juntas, dice YHVH.
Porque ofrecieron incienso en los lugares altos, y en los collados blasfemaban contra Mí.
Sí, echaré en su mismo seno la retribución de sus obras pasadas.
8 Así dice YHVH:
Como al hallar un racimo jugoso se dice: ¡No dejes que se pierda, que es una bendición! Así haré Yo a causa de mis siervos: no lo echaré a perder todo.
9 Sacaré linaje de Jacob y de Judá, quien herede mis montañas; mis escogidos la heredarán y mis siervos habitarán allí.
10 El Sarón será el redil de las ovejas, y el valle de Acor pastizal de la vacada, para beneficio de mi pueblo que me buscó.
11 Pero vosotros, los que abandonáis a YHVH, y os olvidáis de mi santo monte; los que preparáis una mesa para Fortuna, y lleváis la copa para Destino, 12 Yo os destino a la espada, y todos os encorvaréis para el degüello: Porque llamé y no respondisteis; hablé y no escuchasteis, hicisteis lo no grato ante mis ojos, escogisteis lo que no me complacía.
13 Por eso, así dice Adonai YHVH:
He aquí, mis siervos comerán, y vosotros pasaréis hambre; he aquí, mis siervos beberán, y vosotros estaréis sedientos; he aquí, mis siervos estarán alegres, pero vosotros avergonzados; 14 he aquí, mis siervos cantarán por el júbilo del corazón, pero vosotros clamaréis por el dolor del corazón y os lamentaréis con el espíritu destrozado.
15 Vuestro nombre será dejado para cuando mis escogidos maldigan, diciendo: ¡Que Adonai YHVH te mate igual que a ellos! Y Él llamará a sus siervos por otro nombre. 16 Porque quien sea bendecido en la tierra, será bendecido por el Elohim de la verdad; y el que jure en la tierra jurará por el Elohim de la verdad. Sí, las angustias de antaño habrán sido olvidadas; ciertamente quedarán ocultas a mis ojos.
17 Porque, he aquí, Yo creo nuevos Cielos y Tierra nueva, y de lo primero no habrá memoria, ni vendrán más al pensamiento.
18 Pero os gozaréis y os alegraréis, ¡He aquí, creó para Jerusalén un deleite y para su pueblo un gozo!
19 Me alegraré con Jerusalén y me regocijaré con mi pueblo, y ya no se oirán en ella voz de lamento y llantos.
20 No habrá más allí niños malogrados, ni anciano que no cumpla sus días, sino que el niño morirá de cien años, y el que no los alcance se tendrá por maldito.
21 Edificarán casas y morarán en ellas; plantarán viñas y comerán sus frutos, 22 no edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma, porque los años de mi pueblo serán los años de un árbol, y mis escogidos disfrutarán plenamente la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano, ni parirán hijos para súbita ruina, porque son la simiente bendita de YHVH, y su descendencia con ellos.
24 Y acontecerá que antes que clamen, Yo responderé; cuando todavía estén hablando, Yo ya habré oído.
25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, el león comerá paja como el buey, y el polvo será el alimento de la serpiente.
No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte, dice YHVH.
►65.1 hallado… →Ro 10.20-21.
►65.2 contradictor.. TM omite. Se sigue LXX.
►65.3 sobre ladrillos… Es decir, sobre altares de ladrillo →Ex 20.24-25; 30.1-10.
►65.4 hacen noche en las bóvedas… Otra traducción posible: pernoctan en los antros. Sepulcro excavado en la roca donde se practicaba la adivinación.
►65.8 bendición… Es decir, que promete buen vino.
►65.10 El Sarón… Lit. la (del) Sarón. Llanura que va por la costa, desde Jafa hasta el Carmelo; Acor… Valle situado al SE de Jericó. Simboliza la imagen de la esperanza y la gracia divinas.
►65.11 Fortuna… Esto es, dios fenicio de la suerte, al que se rendían grandes convites sagrados; Destino… Lit. Meni, deidad a la que se atribuía el control de la suerte del hombre.
►65.15 Se inserta igual que a ellos para suplir elipsis del original.
►65.18 Se sigue LXX.
Miqueas 7.
1 ¡Ay de mí!, que soy como el último de los frutos de verano, como el rebusco después de la vendimia, cuando ya no queda racimo que comer, ni las brevas que desea mi alma (nefesh).
2 El piadoso ha desaparecido de la tierra, y no quedan hombres rectos.
Todos acechan para derramar sangre; cada cual caza a su prójimo con una red.
3 Sus manos están adiestradas para el mal: El príncipe demanda retribución, el juez juzga por retribución, el poderoso abriga perversiones en su alma (nefesh); y entre ellos entretejen sus proyectos.
4 El mejor de ellos es como el espino, el más recto, como un zarzal.
Pero el día de pasar cuenta viene, el que anunciaron tus atalayas.
¡Entonces será su turbación!
5 No confiéis en compañeros, ni os fiéis del amigo más íntimo; ¡Cuídate de la que duerme a tu lado!
No abras las puertas de tu boca, 6 porque el hijo desprecia al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra la suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.
7 Pero yo miraré a YHVH, esperaré en el Elohim de mi salvación (yeshúa).
¡Mi Elohim me escuchará!
8 ¡No te regocijes sobre mí, oh enemiga mía!
Aunque caiga, me levantaré, aunque esté sentado en la tiniebla, YHVH será mi luz.
9 Soportaré la ira de YHVH, porque he pecado contra Él, hasta que juzgue mi causa y defienda mi derecho.
Él me sacará a la luz, y yo veré su justicia (mishpatim).
10 Lo verá mi enemiga y se cubrirá de vergüenza, la que me decía: ¿Dónde está YHVH tu Elohim? Mis ojos pronto la han de mirar, siendo pisoteada como el lodo de las calles.
11 Llegará el día de reconstruir tus muros, el día de extender tus límites, 12 el día en que vendrán a ti desde Asiria hasta Egipto, y desde el Nilo hasta el Éufrates, de mar a mar y de monte a monte, 13 porque la tierra estará desolada para los que vivan en ella, por el fruto de sus obras.
14 Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu posesión que, solitario, habita en el bosque del Carmelo.
Apacentarán sus rebaños en Basán y en Galaad, como en tiempos antiguos.
15 Como en los días que saliste de Egipto, Yo les mostraré maravillas, 16 que los gentiles verán, y quedarán turbadas a causa de su poder, se taparán la boca con la mano, se taparán los oídos, 17 lamerán el polvo como la serpiente, como las culebras y las sabandijas, saldrán temblando de sus baluartes, y vendrán con temor y reverencia ante Ti, oh YHVH Elohim nuestro.
18 ¿Qué DIOS hay como Tú, que carga con el pecado, y pasa por alto la transgresión del resto de su heredad?
No retuvo para siempre su indignación, porque se complace en la compasión.
19 Y volverá a compadecerse, sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
20 A Jacob le concederás la fidelidad, y a Abraham tu misericordia, tal como juraste a nuestros padres desde los días de la antigüedad.
►7.3 Se inserta retribución para suplir elipsis del original.
►7.18 carga… Heb. nasa →Sal 32.5; pasa por alto… →Ex 12.23.
Lucas 7.
1 Cuando completó todas sus palabras a los oídos del pueblo, entró en Cafarnaúm. 2 Y el esclavo de cierto centurión, a quien este estimaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. 3 Y al oír acerca de JESÚS, envió a Él unos ancianos de los judeanos a rogarle que fuera y sanara a su esclavo.
4 Presentándose, pues, ante JESÚS, le rogaban insistentemente, diciendo: Es digno de que le concedas esto, 5 porque ama a nuestra nación, y él mismo nos edificó la sinagoga.
6 JESÚS fue con ellos, pero cuando ya no distaba mucho de la casa, el centurión envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, 7 por lo cual, ni siquiera me consideré digno de ir a Ti, pero di la Palabra ¡y sea sanado mi criado! 8 Porque aun yo, que soy un hombre establecido bajo autoridad, tengo soldados bajo mi mando, y digo a este: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi esclavo: Haz esto, y lo hace. 9 Al oír estas cosas, JESÚS se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que lo seguía: ¡Os digo que ni aun en Israel hallé una fe tan grande! 10 Y al regresar a la casa los que habían sido enviados, hallaron al esclavo sano.
11 Un poco después, aconteció que fue a una ciudad llamada Naín. E iban con Él sus discípulos y una gran multitud. 12 Y cuando se acercó a la puerta de la ciudad, he aquí estaban sacando a enterrar a un difunto, hijo único de su madre que era viuda; y estaba con ella una gran multitud de la ciudad. 13 Al verla, el Señor fue movido a compasión a causa de ella, y le dijo: No llores. 14 Y acercándose, agarró el féretro y los que lo llevaban se detuvieron, y dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! 15 Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar. Y lo entregó a su madre. 16 Y un gran temor sobrecogió a todos, y glorificaban a DIOS, diciendo: ¡Un gran profeta fue levantado entre nosotros y DIOS visitó a su pueblo!
17 Y su fama se extendió por toda Judea y por toda la región circunvecina.
18 Los discípulos de Juan le informaron acerca de todas estas cosas, y Juan, llamando a dos de sus discípulos, 19 los envió al Señor, diciendo: ¿Eres Tú el que viene, o hemos de aguardar a otro?20 Cuando los hombres se presentaron ante Él, le dijeron: Juan el Bautista nos envió a ti, diciendo: ¿Eres Tú el que viene, o esperamos a otro? 21 Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió ver. 22 Y respondiendo, les dijo: Id, informad a Juan lo que visteis y oísteis: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, los pobres son evangelizados, 23 y bienaventurado es el que no sufra tropiezo por mi causa.
24 Cuando los mensajeros (angelos) de Juan se fueron, comenzó a decir a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 25 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre vestido con ropas finas? He aquí los que tienen vestidura espléndida y viven en deleites están en los palacios de los reyes. 26 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y mucho más que a un profeta. 27 Este es de quien está escrito: «He aquí envío mi mensajero (malaj/angelos) delante de tu rostro, El cual aparejará tu camino delante de Ti». 28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, ninguno es mayor que Juan; pero el más pequeño en el reino de DIOS es mayor que él. 29 Y todo el pueblo y los publicanos, al oírlo, reconocieron la justicia de DIOS, habiendo sido bautizados con el bautismo de Juan, 30 pero los fariseos y los doctores de la ley, al no ser bautizados por él, rechazaron el propósito de DIOS con respecto a ellos mismos.
31 Entonces, ¿a qué compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en una plaza y gritan unos a otros, y se dicen: ¡Os tocamos flauta y no bailasteis; entonamos lamentos y no llorasteis! 33 Porque vino Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y decís: ¡Demonio tiene! 34 Viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: ¡He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores! 35 Pero la sabiduría fue justificada por parte de todos sus hijos.
36 Uno de los fariseos le rogó que comiera con él, y entrando en la casa del fariseo, se reclinó. 37 Y he aquí una mujer que era pecadora en la ciudad, al saber que estaba reclinado en la casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro lleno de perfume, 38 y situándose detrás, llorando a sus pies, comenzó a regar sus pies con las lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, y besaba fervientemente sus pies y los ungía con el perfume. 39 Viéndolo, el fariseo que lo invitó, se decía: Este, si fuera un profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que se agarra de él, que es una pecadora. 40 JESÚS, tomando la palabra, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, maestro. 41 Cierto acreedor tenía dos deudores: el uno debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. 42 No teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. ¿Cuál de ellos, pues, lo amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Él le dijo: Rectamente juzgaste. 44 Y vuelto hacia la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa; no me diste agua para mis pies, pero esta ha regado mis pies con las lágrimas, y los secó con sus cabellos. 45 No me diste un beso, pero esta, desde que entré, no cesó de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite, pero esta ungió con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados han sido perdonados, porque amó mucho; pero al que poco le es perdonado, poco ama. 48 Y a ella dijo: Los pecados te han sido perdonados. 49 Y los que estaban reclinados con Él comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también perdona pecados? 50 Pero Él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
►7.2 esclavo… Gr. doúlos.
►7.3 que fuera… Lit. habiendo ido.
►7.6 digno… Lit. competente.
►7.7 sea sanado… TR será sano.
►7.10 esclavo… M↓ añaden que había estado enfermo.
►7.11 sus discípulos… M↓ muchos discípulos.
►7.19 Señor… M↓ registran Jesús.
►7.22 →Is 35.5-6; evangelizados… →Is 61.1.
►7.23 sufra tropiezo… Gr. skandalízo = Hacer caer, tropezar. Otra traducción posible: se escandalice.
►7.27 →Mal 3.1.
►7.28 mayor… M↓ añaden profeta; Juan… M↓ añaden el Bautista.
►7.30 →Mt 21.32; Lc 3.12.
►7.31 entonces… M↓ añaden dijo el Señor.
►7.35 justificada… Esto es, la sabiduría (Cristo) queda acreditada por sus discípulos.
►7.36 reclinó… Esto es, se reclinó a la mesa. Describe una costumbre típica del Oriente en que las personas no se sentaban a la mesa, sino se reclinaban.
►7.37 Se inserta frasco y lleno para suplir elipsis del original.
►7.37-38 →Mt 26.7; Mr 14.3; Jn 12.3.
►7.39 se decía… Lit. se dijo diciendo; conocería… Lit. conocía.
►7.42 ambos… M↓ añaden di pues.
Romanos 1:18-32.
18 Porque la ira de DIOS es manifestada (apocalipsis) desde el Cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que con injusticia retienen la verdad. 19 Porque lo conocido de DIOS es evidente entre ellos, pues DIOS lo hizo visible. 20 Porque las cosas invisibles de Él, tanto su eterno poder como deidad, se hacen claramente perceptibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que son inexcusables.
21 Porque habiendo conocido a DIOS, no lo glorificaron como DIOS, ni dieron gracias, por lo que fueron entregados a vanos razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Alegando ser sabios fueron hechos necios, 23 y cambiaron la gloria del DIOS incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por esto DIOS los abandonó en las concupiscencias de sus corazones a la inmundicia, para que entre ellos deshonren sus propios cuerpos. 25 Estos cambiaron la verdad de DIOS por la mentira, y reverenciaron y sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
26 Por eso DIOS los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra naturaleza; 27 y del mismo modo también los varones, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos varones con varones, y recibieron en sí mismos la debida retribución de su extravío. 28 Y como no tuvieron a bien reconocer a DIOS, DIOS los entregó a una mente reprobada, para hacer lo que es impropio. 29 Atestados de toda injusticia, perversidad, avaricia, maldad; colmados de envidia, homicidio, contienda, engaño, malignidad. 30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de DIOS, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de cosas malas, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, despiadados; 32 quienes, habiendo entendido el pronunciamiento de DIOS: que los que practican tales cosas son dignos de muerte; no solo las hacen, sino que también dan plena aprobación a los que las practican.
►1.1 esclavo… Gr. doúlos; un apóstol… Gr. apóstolos. El artículo está implícito. Indica una pluralidad a diferenciación de ton Apóstolon = el Apóstol →He 3.1.
►1.5 de la fe… Esto es, de la doctrina.
►1.9 sirvo… Gr. latreúo.
►1.11 comparta… Gr. metadídomi. Expresión bien conocida en la iglesia primitiva →2Co 1.15. ►1.13 ir a vosotros… →Hch 19.21.
►1.14 griegos… bárbaros… Es decir, civilizados e incivilizados →Hch 28.2.
►1.17 una… El gr. no registra artículo determinado; de fe a fe… Es la fe como expresión de lo invisible e intangible que, en la presente dispensación (de gracia) marca un hito, de punta a punta, de principio a fin (de fe a fe), de todo el plan de Redención.
►1.25 sirvieron… Gr. latreúo.
►1.27 lascivia… Es decir, pasiones impúdicas.
►1.29 maldad… TR añade fornicación.
►1.31 despiadados… TR añade implacables.