Texto Ć”ureo:Ā Ćxodo 17.1-7
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 Ćxodo 17:1-7
DĆa 2Ā Salmo 25
DĆa 3 Isaias 64-65
DĆa 4 Miqueas 7
DĆa 5 Lucas 7
DĆa 6 Romanos 1.18-32
I- Dios con nosotros.
Este pasaje termina con una pregunta que es precisamente la clave de esta narración: «¿EstĆ”, pues, el SeƱor entre nosotros, o no?Ā» (v.7). Dios demostró al pueblo que si iban voluntariamente con Ćl nada les faltarĆa. Se debe entender el principio de esta enseƱanza: No es que Dios vaya con nosotros en nuestros planes como muchos pretenden, sino que el ser humano logre dejar su propio camino y se sume al de Ćl. FĆjese que el pueblo no escogió el momento de salir, ni por dónde salir, ni cuĆ”nto tiempo estar en el desierto, ellos debĆan sumarse a lo establecido por Dios, solo asĆ el SeƱor estarĆa en medio de ellos.
II- La sentencia divina.
La rencilla inconsciente e inmadura del hombre contra Dios siempre llevarĆ” Su corrección. Ćl enmarca al hombre en un proceso educativo, mientras no se vuelva un rebelde total que merite una sentencia. Cuando para el ser humano el confrontar a Dios se convierte en una costumbre, se trata de justificar o es un deleite, este debe entender que la sentencia divina estĆ” a la puerta de su vida. Pero dicha sentencia siempre serĆ” por su rebeldĆa y no por sus dudas en sĆ, en eso radica precisamente la justicia divina, en que Ćl pesa los corazones y las intensiones humanas, y nunca ejecutarĆ” una sentencia a la ligera.
III- Las oportunidades con Dios se aprovechan.
Cuando el hombre comienza a cosechar el fruto de sus errores, y como un mecanismo de justificación pecaminoso proyecta su culpa hacĆa otras personas, llega el momento de no tener ya a quien culpar, entonces finalmente comienza a echar esa culpa inventada sobre el propio Dios. Y esta es una de las razones por la que el SeƱor lleva a Israel por el desierto, para ponerlos en ese autodescubrimiento (v. 1)[1]. Dios desea pasar con ellos de ese camino de protección al camino de la excelencia humana, pero para eso ellos deben comenzar en el lugar correcto. Deben entender que hay algo en ellos que los lleva al pecado y si Dios estĆ” con ellos es momento de aprovechar la oportunidad y gestionar con Ćl la solución. Tristemente, lejos de eso el pueblo lo que hizo fue culpar a Dios de aquello que para ellos eran problemas.
La lógica humana no siempre guiarÔ al hombre por los argumentos y las evidencias correctas, pues es limitada en muchas Ôreas, principalmente en la que provee información para llegar a un justo juicio. El hombre necesita confiar en Dios aun cuando su lógica limitada indique lo contrario, porque los pensamientos del Creador son eternos.
Esta es la realidad del ser humano y no solo de la nación de Israel al salir de Egipto: la incredulidad, su ingratitud y su insolencia. Mientras haya esto en el corazón del hombre, Dios trabajarÔ para enfrentarlo consigo mismo. O el hombre derrumba ese ser dentro de sà que le estÔ siendo revelado, o el Señor le sentenciarÔ completamente.
IV- El sutilĆsimo de la idolatrĆa.
Israel venĆa de una esclavitud de mĆ”s de 400 aƱos, en donde todo lo que les rodeaba era aquella cultura imperial y pagana de Egipto. Para ellos habĆa muchos Ćdolos que intervenĆan en diferentes facetas de la vida humana e Israel, por todos los aƱos allĆ, corrĆa el riesgo de comenzar a creer igual y pensar que para el agua necesitaban a otro intermediario, alguien diferente a quien los sacó de Egipto. Es muy importante entender que hay una diferencia entre idolatrĆa y politeĆsmo: La idolatrĆa mantiene a Dios en su estatus de monoteĆsta solo que aparecen falsos intermediarios que llevan al creyente a marginar a cada vez mĆ”s al Creador, mientras el politeĆsmo elimina completamente a Dios o lo mete en medio de un panteón donde llega a ser uno mĆ”s. Esta es una etapa muy mal entendida de la historia, pues no es politeĆsta todavĆa sino idolatra. De ahĆ que al leer el texto vemos que cada vez que se menciona al Dios Ćŗnico todo el mundo entiende de que quĆ© se estĆ” hablando y algunos hasta llegan a adorarlo en alguna medida en medio de su idolatrĆa.
Por eso el SeƱor manda a MoisĆ©s a usar la misma vara que habĆa usado hasta ahora. Dios quiere que el pueblo entienda que Ćl es el mismo ayer, hoy y siempre. Que solo hay un Dios y esa es la base, inclusive que seguirĆ”n los mandamientos que estĆ”n por recibir.
Preguntas:
1.- ¿Qué diferencias puede encontrar usted entre la fe y la lógica?
2.- ¿Cree usted que la fe tenga su lógica o es simplemente ilógica?
3.- ¿Por qué cree usted que Dios no sentenció a Israel en este momento, aunque ellos estaban faltÔndole el respeto?
[1] Dt. 8.2.
Ćxodo 17:1-7.
1 Toda la congregación (adat/synagoge) de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, conforme a lo ordenado por YHVH, y acamparon en Refidim, y no habĆa agua para que el pueblo bebiera.
2 Y disputó el pueblo con MoisĆ©s, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y MoisĆ©s les dijo: ĀæPor quĆ© disputĆ”is conmigo? ĀæPor quĆ© tentĆ”is a YHVH? 3 AsĆ, pues, el pueblo tuvo allĆ sed por falta de agua y Ā murmuró contra MoisĆ©s, y dijo: ĀæPara quĆ© nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
4 Y clamó Moisés a YHVH, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? Un poco mÔs y me apedrean. 5 Y YHVH dijo a Moisés: Pasa al frente del pueblo y toma contigo de entre los ancianos de Israel, y toma también en tu mano la vara con la que golpeaste el Nilo, y anda (halajÔ). 6 He aquà Yo estoy delante ti, allà en la peña de Horeb, y golpearÔs la roca, y saldrÔn aguas de ella, asà beberÔ el pueblo. Y Moisés lo hizo asà ante la vista de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por el altercado de los hijos de Israel; porque tentaron a YHVH, diciendo: ¿EstÔ YHVH entre nosotros o no?
āŗ17.7 Masah… Esto es, prueba; Meriba… Esto es, riƱa; ĀæEstĆ” YHVH entreĀ nosotros o no? āNm 20.2-13.
Salmo 25.
1 De David.
×
A Ti, oh YHVH, elevo mi alma (nefesh).
×
2 Ā”Oh Elohim, en Ti confĆo!Ā No sea yo avergonzado, no se alegren de mĆ mis enemigos.
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3 Ciertamente ninguno de los que confĆan en Ti serĆ” defraudado.Ā SerĆ”n avergonzados los que se rebelan sin causa.
×
4 MuƩstrame, oh YHVH, tus caminos, EnsƩƱame tus sendas.
×
5 EncamĆname en tu verdad, y ensƩƱame, porque tĆŗ eres el Elohim de mi salvación (yeshĆŗa).
×
En Ti he esperado todo el dĆa.
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6 AcuƩrdate, oh YHVH, de tus compasiones y de tus misericordias, que son perpetuas.
×
7 De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones, no te acuerdes.Ā Conforme a tu misericordia acuĆ©rdate de mĆ, por tu bondad, oh YHVH.
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8 Bueno y justo es YHVH; por tanto Ćl mostrarĆ” a los pecadores el camino.
×
9 HarƔ andar a los humildes en justicia (mishpatim), y enseƱarƔ a los mansos su camino.
×
10 Todas las sendas de YHVH son misericordia (jesed) y verdad (emet), para los que observan su pacto y sus preceptos (edot).
×
11 Por amor de tu Nombre, oh YHVH, perdonarƔs mi iniquidad, que es grande.
×
12 ĀæQuiĆ©n es el varón que teme a YHVH? Ćl lo instruirĆ” en el camino que debe escoger.
×
13 Su alma (nefesh) pernocta en la prosperidad, yĀ su descendencia heredarĆ” la tierra.
×
14 YHVH es la fuerza de los que le temen, y el nombre de YHVH es de los que le temen; a ellos harĆ” conocer su pacto.
×¢
15 Mis ojos estĆ”n siempre hacia YHVH, Porque Ćl sacarĆ” mis pies de la red.
פ
16 Vuélvete hacia mà y tenme compasión, porque estoy solo y afligido.
צ
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado. ”Oh sÔcame de mis congojas!
×§
18 Mira mi aflicción y mi fatiga, ”Y carga con todos mis pecados!
ר
19 ”Considera cuÔntos son mis enemigos, y el aborrecimiento cruel con el que me aborrecen!
ש×
20 Ā”Guarda mi alma (nefesh) y lĆbrame!Ā No sea yo avergonzado, porque en Ti me refugio.
×Ŗ
21 Integridad y rectitud me preserven, porque en Ti espero. 22 ”Oh Elohim, redime a Israel de todas sus angustias!
āŗ25.14 Se sigue LXX.
āŗ25.18 TM omite la letra qof (×§).
Isaias 64-65.
1 ”Oh, si rasgaras los cielos y descendieras, para que las montañas fueran derretidas ante tu presencia, 2 como fuego abrasador de fundiciones, como fuego que hace hervir las aguas!
Tu Nombre serĆa notorio a tus enemigos, y ante ti temblarĆan los gentiles.
3 Descendiste, hiciste portentos que no esperƔbamos, ante tu presencia se derritieron las montaƱas.
4 Desde antiguo no hemos oĆdo ni nuestros ojos visto Elohim fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera por misericordia.
5 Sales al encuentro del que con gozo practica la justicia (tzedeq); del que tiene presentes tus caminos.
He aquĆ, cuando pecamos, te indignaste; en los pecados hemos estado largo tiempo,Ā ĀæY podremos ser salvos?
6 Todos nosotros somos como cosa impura, y nuestra justicia (tzedeq) como trapo de menstruo.
Todos nosotros nos marchitamos como hojas, y la mano de nuestras iniquidades nos arrastra como el viento (ruaj).
7 No hay quien invoque tu Nombre, ni se afane para asirse de ti, porque ocultaste tu rostro de nosotros, yĀ nos entregaste en poder de nuestra culpa.
8 Sin embargo, oh YHVH,Ā TĆŗ eres nuestro Padre; nosotros la arcilla y TĆŗ nuestro alfarero, todos nosotros, obra de tus manos.
9 ”Oh YHVH, no te excedas en la ira, ni te acuerdes para siempre de la iniquidad!
”Te lo rogamos, porque todos nosotros somos pueblo tuyo!
10 Tus santas ciudades son un desierto; Sión es un desierto, Jerusalén una desolación.
11 Nuestra santa y gloriosa Casa, donde te alabaron nuestros padres, ha sido pasto del fuego; nuestras cosas mƔs amadas se han convertido en ruinas.
12 ”Oh YHVH!, ¿quedarÔs insensible ante todo esto? ¿Te callarÔs acaso, y nos afligirÔs sin medida?
Isaias 65.
1 Fui hallado por los que no me buscaban; me hice manifiesto a los que no preguntaban por MĆ.
A gente que no invocaba mi Nombre, dije: Ā”Heme aquĆ!
2 Todo el dĆa extendĆ mis manos hacia un pueblo rebelde y contradictor, que anda (halajĆ”) por camino no bueno, sino en pos de sus pecados.
3 Pueblo que en mi propia cara me provoca a ira continuamente, que sacrifica en huertos y quema incienso sobre ladrillos;Ā 4 que se sientan en los sepulcros, y hacen noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;Ā 5 que dicen: Ā”RetĆrate!Ā Ā”No te acerques, que estoy consagrado!
Estos hacen humear mi ira como fuego que arde todo el dĆa.
6 Lo tengo escrito ante MĆ; no callarĆ© hasta dar retribución, no descansarĆ© hasta retribuir en su mismo senoĀ 7 vuestras iniquidades y las de vuestros padres, todas juntas, dice YHVH.
Porque ofrecieron incienso en los lugares altos, yĀ en los collados blasfemaban contra MĆ.
SĆ, echarĆ© en su mismo seno la retribución de sus obras pasadas.
8 AsĆ dice YHVH:
Como al hallar un racimo jugoso se dice: ”No dejes que se pierda, que es una bendición! Asà haré Yo a causa de mis siervos: no lo echaré a perder todo.
9 SacarĆ© linaje de Jacob y de JudĆ”, quien herede mis montaƱas; mis escogidos la heredarĆ”n y mis siervos habitarĆ”n allĆ.
10 El Sarón serÔ el redil de las ovejas, y el valle de Acor pastizal de la vacada, para beneficio de mi pueblo que me buscó.
11 Pero vosotros, los que abandonĆ”is a YHVH, y os olvidĆ”is de mi santo monte; los que preparĆ”is una mesa para Fortuna, y llevĆ”is la copa para Destino,Ā 12 Yo os destino a la espada, y todos os encorvarĆ©is para el degüello:Ā Porque llamĆ© y no respondisteis; hablĆ© y no escuchasteis, hicisteis lo no grato ante mis ojos, escogisteis lo que no me complacĆa.
13 Por eso, asĆ dice Adonai YHVH:
He aquĆ, mis siervos comerĆ”n, y vosotros pasarĆ©is hambre; he aquĆ, mis siervos beberĆ”n, y vosotros estarĆ©is sedientos; he aquĆ, mis siervos estarĆ”n alegres, pero vosotros avergonzados;Ā 14 he aquĆ, mis siervos cantarĆ”n por el jĆŗbilo del corazón, pero vosotros clamarĆ©is por el dolor del corazón y os lamentarĆ©is con el espĆrituĀ destrozado.
15 Vuestro nombre serĆ” dejado para cuando mis escogidos maldigan, diciendo:Ā Ā”Que Adonai YHVH te mate igual que a ellos!Ā Y Ćl llamarĆ” a sus siervos por otro nombre.Ā 16 Porque quien sea bendecido en la tierra, serĆ” bendecido por el Elohim de la verdad; y el que jure en la tierra jurarĆ” por el Elohim de la verdad.Ā SĆ, las angustias de antaƱo habrĆ”n sido olvidadas; ciertamente quedarĆ”n ocultas a mis ojos.
17 Porque, he aquĆ, Yo creo nuevos Cielos y Tierra nueva, y de lo primero no habrĆ” memoria, ni vendrĆ”n mĆ”s al pensamiento.
18 Pero os gozarĆ©is y os alegrarĆ©is, Ā”He aquĆ, creó para JerusalĆ©n un deleite y para su pueblo un gozo!
19 Me alegraré con Jerusalén y me regocijaré con mi pueblo, y ya no se oirÔn en ella voz de lamento y llantos.
20 No habrĆ” mĆ”s allĆ niƱos malogrados, ni anciano que no cumpla sus dĆas, sino que el niƱo morirĆ” de cien aƱos, yĀ el que no los alcance se tendrĆ” por maldito.
21 EdificarÔn casas y morarÔn en ellas; plantarÔn viñas y comerÔn sus frutos, 22 no edificarÔn para que otro habite, ni plantarÔn para que otro coma, porque los años de mi pueblo serÔn los años de un Ôrbol, y mis escogidos disfrutarÔn plenamente la obra de sus manos.
23 No trabajarÔn en vano, ni parirÔn hijos para súbita ruina, porque son la simiente bendita de YHVH, y su descendencia con ellos.
24 Y acontecerĆ” que antes que clamen,Ā Yo responderĆ©; cuando todavĆa estĆ©n hablando, Yo ya habrĆ© oĆdo.
25 El lobo y el cordero serÔn apacentados juntos, el león comerÔ paja como el buey, y el polvo serÔ el alimento de la serpiente.
No harƔn daƱo ni destruirƔn en todo mi santo monte, dice YHVH.
āŗ65.1 hallado… āRo 10.20-21.
āŗ65.2 contradictor.. TM omite. Se sigue LXX.
āŗ65.3 sobre ladrillos… Es decir, sobre altares de ladrillo āEx 20.24-25; 30.1-10.
āŗ65.4 hacen noche en las bóvedas… Otra traducción posible: pernoctan en los antros. Sepulcro excavado en la roca donde se practicaba la adivinación.
āŗ65.8 bendición… Es decir, que promete buen vino.
āŗ65.10 El Sarón… Lit. la (del) Sarón. Llanura que va por la costa, desde Jafa hasta el Carmelo; Acor… Valle situado al SE de Jericó. Simboliza la imagen de la esperanza y la gracia divinas.
āŗ65.11 Fortuna… Esto es, dios fenicio de la suerte, al que se rendĆan grandes convites sagrados; Destino… Lit. Meni, deidad a la que se atribuĆa el control de la suerte del hombre.
āŗ65.15 Se inserta igual que a ellos para suplir elipsis del original.
āŗ65.18 Se sigue LXX.
Miqueas 7.
1 Ā”Ay de mĆ!, que soy como el Ćŗltimo de los frutos de verano, como el rebusco despuĆ©s de la vendimia, cuando ya no queda racimo que comer, ni las brevas que desea mi alma (nefesh).
2 El piadoso ha desaparecido de la tierra, yĀ no quedan hombres rectos.
Todos acechan para derramar sangre; cada cual caza a su prójimo con una red.
3 Sus manos estĆ”n adiestradas para el mal:Ā El prĆncipe demanda retribución, el juez juzga por retribución, el poderoso abriga perversiones en su alma (nefesh); yĀ entre ellos entretejen sus proyectos.
4 El mejor de ellos es como el espino, el mƔs recto, como un zarzal.
Pero el dĆa de pasar cuenta viene, el que anunciaron tus atalayas.
”Entonces serÔ su turbación!
5 No confiĆ©is en compaƱeros, ni os fiĆ©is del amigo mĆ”s Ćntimo;Ā Ā”CuĆdate de la que duerme a tu lado!
No abras las puertas de tu boca, 6 porque el hijo desprecia al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra la suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.
7 Pero yo miraré a YHVH, esperaré en el Elohim de mi salvación (yeshúa).
”Mi Elohim me escucharÔ!
8 Ā”No te regocijes sobre mĆ, oh enemiga mĆa!
Aunque caiga, me levantarƩ, aunque estƩ sentado en la tiniebla, YHVH serƔ mi luz.
9 SoportarĆ© la ira de YHVH, porque he pecado contra Ćl, hasta que juzgue mi causa y defienda mi derecho.
Ćl me sacarĆ” a la luz, y yo verĆ© su justicia (mishpatim).
10 Lo verĆ” mi enemiga y se cubrirĆ” de vergüenza, la que me decĆa: ĀæDónde estĆ” YHVH tu Elohim?Ā Mis ojos pronto la han de mirar, siendo pisoteada como el lodo de las calles.
11 LlegarĆ” el dĆa de reconstruir tus muros, el dĆa de extender tus lĆmites,Ā 12 el dĆa en que vendrĆ”n a ti desde Asiria hasta Egipto, y desde el Nilo hasta el Ćufrates, de mar a mar y de monte a monte,Ā 13 porque la tierra estarĆ” desolada para los que vivan en ella, por el fruto de sus obras.
14 Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu posesión que, solitario, habita en el bosque del Carmelo.
ApacentarƔn sus rebaƱos en BasƔn y en Galaad, como en tiempos antiguos.
15 Como en los dĆas que saliste de Egipto,Ā Yo les mostrarĆ© maravillas,Ā 16 que los gentiles verĆ”n, y quedarĆ”n turbadas a causa de su poder, se taparĆ”n la boca con la mano, se taparĆ”n los oĆdos,Ā 17 lamerĆ”n el polvo como la serpiente, como las culebras y las sabandijas, saldrĆ”n temblando de sus baluartes, y vendrĆ”n con temor y reverencia ante Ti, oh YHVH Elohim nuestro.
18 ¿Qué DIOS hay como Tú, que carga con el pecado, y pasa por alto la transgresión del resto de su heredad?
No retuvo para siempre su indignación, porque se complace en la compasión.
19 Y volverĆ” a compadecerse, sepultarĆ” nuestras iniquidades, yĀ echarĆ” en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
20 A Jacob le concederĆ”s la fidelidad, y a Abraham tu misericordia, tal como juraste a nuestros padres desde los dĆas de la antigüedad.
āŗ7.3 Se inserta retribución para suplir elipsis del original.
āŗ7.18 carga… Heb. nasa āSal 32.5; pasa por alto… āEx 12.23.
Lucas 7.
1 Cuando completó todas sus palabras a los oĆdos del pueblo, entró en CafarnaĆŗm. 2 Y el esclavo de cierto centurión, a quien este estimaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. 3 Y al oĆr acerca de JESĆS, envió a Ćl unos ancianos de los judeanos a rogarle que fuera y sanara a su esclavo.
4 PresentĆ”ndose, pues, ante JESĆS, le rogaban insistentemente, diciendo: Es digno de que le concedas esto, 5 porque ama a nuestra nación, y Ć©l mismo nos edificó la sinagoga.
6 JESĆS fue con ellos, pero cuando ya no distaba mucho de la casa, el centurión envió unos amigos a decirle: SeƱor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, 7 por lo cual, ni siquiera me considerĆ© digno de ir a Ti, pero di la Palabra Ā”y sea sanado mi criado! 8 Porque aun yo, que soy un hombre establecido bajo autoridad, tengo soldados bajo mi mando, y digo a este: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi esclavo: Haz esto, y lo hace.Ā 9 Al oĆr estas cosas, JESĆS se maravilló de Ć©l, y volviĆ©ndose, dijo a la gente que loĀ seguĆa: Ā”Os digo que ni aun en Israel hallĆ© una fe tan grande!Ā 10 Y al regresar a la casa los que habĆan sido enviados, hallaron al esclavo sano.
11 Un poco despuĆ©s, aconteció que fue a una ciudad llamada NaĆn. E iban con Ćl sus discĆpulos y una gran multitud. 12 Y cuando se acercó a la puerta de la ciudad, he aquĆ estaban sacando a enterrar a un difunto, hijo Ćŗnico de su madre que era viuda; y estaba con ella una gran multitud de la ciudad.Ā 13 Al verla, el SeƱor fue movido a compasión a causa de ella, y le dijo: No llores. 14 Y acercĆ”ndose, agarró el fĆ©retro y los que lo llevaban se detuvieron, y dijo: Joven, a ti te digo: Ā”LevĆ”ntate! 15 Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar. Y lo entregó a su madre. 16 Y unĀ gran temor sobrecogió a todos, y glorificaban a DIOS, diciendo: Ā”Un gran profeta fueĀ levantado entre nosotros y DIOS visitó a su pueblo!
17 Y su fama se extendió por toda Judea y por toda la región circunvecina.
18 Los discĆpulos de Juan le informaron acerca de todas estas cosas, y Juan,Ā llamando a dos de sus discĆpulos, 19 los envió al SeƱor, diciendo: ĀæEres TĆŗ el queĀ viene, o hemos de aguardar a otro?20 Cuando los hombres se presentaron ante Ćl, le dijeron: Juan el Bautista nos envió a ti, diciendo: ĀæEres TĆŗ el que viene, o esperamos a otro?Ā 21 Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias y de espĆritus malignos, y a muchos ciegos les concedió ver. 22 Y respondiendo, les dijo: Id, informad a Juan lo que visteis y oĆsteis: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, los pobres son evangelizados, 23 y bienaventurado es el que no sufra tropiezo por mi causa.
24 Cuando los mensajeros (angelos) de Juan se fueron, comenzó a decir a las multitudes acerca de Juan: ĀæQuĆ© salisteis a ver en el desierto? ĀæUna caƱa agitada por el viento? 25 ĀæO quĆ© salisteis a ver? ĀæA un hombre vestido con ropas finas? He aquĆ los que tienen vestidura esplĆ©ndida y viven en deleites estĆ”n en los palacios de los reyes. 26 Entonces, ĀæquĆ© salisteis a ver? ĀæA un profeta? SĆ, os digo, y mucho mĆ”s que a un profeta. 27 Este es de quien estĆ” escrito: “He aquĆ envĆo mi mensajero (malaj/angelos) delante de tu rostro, El cual aparejarĆ” tu camino delante de Ti”. 28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, ninguno es mayor que Juan; pero el mĆ”s pequeƱo en el reino de DIOS es mayor que Ć©l. 29 Y todo el pueblo y los publicanos, al oĆrlo, reconocieron la justicia de DIOS, habiendo sido bautizados con el bautismo de Juan, 30 pero los fariseos y los doctores de la ley, al no ser bautizados por Ć©l, rechazaron el propósito de DIOS con respecto a ellos mismos.
31 Entonces, Āæa quĆ© compararĆ© los hombres de esta generación, y a quĆ© son semejantes? 32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en una plaza y gritan unos a otros, y se dicen: Ā”Os tocamos flauta y no bailasteis; entonamos lamentos y no llorasteis! 33 Porque vino Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y decĆs: Ā”Demonio tiene!Ā 34 Viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decĆs: Ā”He aquĆ un hombre comilónĀ y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores! 35 Pero la sabidurĆa fueĀ justificada por parte de todos sus hijos.
36 Uno de los fariseos le rogó que comiera con Ć©l, y entrando en la casa del fariseo, se reclinó.Ā 37 Y he aquĆ una mujer que era pecadora en la ciudad, al saber que estaba reclinado en la casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro lleno de perfume, 38 y situĆ”ndose detrĆ”s, llorando a sus pies, comenzó a regar sus pies con las lĆ”grimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, y besaba fervientemente sus pies y los ungĆa con el perfume.Ā 39 ViĆ©ndolo, el fariseo que lo invitó, se decĆa: Este, si fuera un profeta, conocerĆa quiĆ©n y quĆ© clase de mujer es la que se agarra de Ć©l, que es una pecadora.Ā 40 JESĆS, tomando la palabra, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y Ć©l dice: Di, maestro. 41 Cierto acreedor tenĆa dos deudores: el uno debĆa quinientos denarios, y el otro cincuenta. 42 No teniendo ellos con quĆ© pagar, perdonó a ambos. ĀæCuĆ”l de ellos, pues, lo amarĆ” mĆ”s? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó mĆ”s. Ćl le dijo: Rectamente juzgaste. 44 Y vuelto hacia la mujer, dijo a Simón: ĀæVes a esta mujer? EntrĆ© en tu casa; no me diste agua para mis pies, pero esta ha regado mis pies con las lĆ”grimas, y los secó con sus cabellos. 45 No me diste un beso, pero esta, desde que entrĆ©, no cesó de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite, pero esta ungió con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados han sido perdonados, porque amó mucho; pero al que poco le es perdonado, poco ama. 48 Y a ella dijo: Los pecados te han sido perdonados. 49 Y los que estaban reclinados con Ćl comenzaron a decir entre sĆ: ĀæQuiĆ©n es este, que tambiĆ©n perdona pecados? 50 Pero Ćl dijo a la mujer: Tu fe te haĀ salvado, ve en paz.
āŗ7.2 esclavo… Gr. doĆŗlos.
āŗ7.3 que fuera… Lit. habiendo ido.
āŗ7.6Ā digno… Lit. competente.
āŗ7.7 sea sanado… TR serĆ” sano.
āŗ7.10 esclavo… Mā aƱaden que habĆa estado enfermo.
āŗ7.11 sus discĆpulos… MāĀ muchos discĆpulos.
āŗ7.19 SeƱor… Mā registranĀ JesĆŗs.
āŗ7.22 āIs 35.5-6; evangelizados… āIs 61.1.
āŗ7.23 sufra tropiezo… Gr.Ā skandalĆzo = Hacer caer, tropezar. Otra traducción posible: se escandalice.
āŗ7.27Ā āMal 3.1.
āŗ7.28 mayor… Mā aƱaden profeta; Juan… Mā aƱaden el Bautista.
āŗ7.30 āMt 21.32; Lc 3.12.
āŗ7.31 entonces… Mā aƱaden dijo el SeƱor.
āŗ7.35 justificada… Esto es, la sabidurĆa (Cristo) queda acreditada por sus discĆpulos.
āŗ7.36 reclinó… Esto es, se reclinó a la mesa. Describe una costumbre tĆpica delĀ Oriente en que las personas no se sentaban a la mesa, sino se reclinaban.
āŗ7.37 SeĀ inserta frasco y lleno para suplir elipsis del original.
āŗ7.37-38 āMt 26.7; Mr 14.3; JnĀ 12.3.
āŗ7.39 se decĆa… Lit. se dijo diciendo; conocerĆa… Lit. conocĆa.
āŗ7.42Ā ambos… Mā aƱaden di pues.
Romanos 1:18-32.
18āPorque la ira de DIOS es manifestada (apocalipsis) desde el Cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que con injusticia retienen la verdad. 19āPorque lo conocido de DIOS es evidente entre ellos, pues DIOS lo hizo visible. 20āPorque las cosas invisibles de Ćl, tanto su eterno poder como deidad, se hacen claramente perceptibles desde la creación del mundo, entendiĆ©ndose por medio de las cosas hechas, de modo que son inexcusables.
21āPorque habiendo conocido a DIOS, no lo glorificaron como DIOS, ni dieron gracias, por lo que fueron entregados a vanos razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22āAlegando ser sabios fueron hechos necios, 23āy cambiaron la gloria del DIOS incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de cuadrĆŗpedos y de reptiles. 24āāPor esto DIOS los abandonó en las concupiscencias de sus corazones a la inmundicia, para que entre ellos deshonren sus propios cuerpos. 25āEstos cambiaron la verdad de DIOS por la mentira, y reverenciaron y sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. AmĆ©n.
26āPor eso DIOS los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra naturaleza; 27āy del mismo modo tambiĆ©n los varones, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos varones con varones, y recibieron en sĆ mismos la debida retribución de su extravĆo. 28āY como no tuvieron a bien reconocer a DIOS, DIOS los entregó a una mente reprobada, para hacer lo queĀ es impropio. 29āAtestados de toda injusticia, perversidad, avaricia, maldad; colmados de envidia, homicidio, contienda, engaƱo, malignidad. 30āMurmuradores, detractores, aborrecedores de DIOS, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de cosas malas, desobedientes a los padres, 31ānecios, desleales, sin afecto natural, despiadados; 32āquienes, habiendo entendido el pronunciamiento de DIOS: que los que practican tales cosas son dignos de muerte; no solo las hacen, sino que tambiĆ©n dan plena aprobación a los que las practican.
āŗ1.1 esclavo… Gr. doĆŗlos; un apóstol… Gr. apóstolos. El artĆculo estĆ” implĆcito. Indica una pluralidad a diferenciación de ton Apóstolon = el Apóstol āHe 3.1.
āŗ1.5 de la fe… Esto es, de la doctrina.
āŗ1.9 sirvo… Gr. latreĆŗo.
āŗ1.11 comparta… Gr. metadĆdomi. Expresión bien conocida en la iglesia primitiva ā2Co 1.15. āŗ1.13 ir a vosotros… āHch 19.21.
āŗ1.14 griegos… bĆ”rbaros… Es decir, civilizados e incivilizados āHch 28.2.
āŗ1.17 una… El gr. no registra artĆculo determinado; de fe a fe… Es la fe como expresión de lo invisible e intangible que, en la presente dispensación (de gracia) marca un hito, de punta a punta, de principio a fin (de fe a fe), de todo el plan de Redención.
āŗ1.25 sirvieron… Gr. latreĆŗo.
āŗ1.27 lascivia… Es decir, pasiones impĆŗdicas.
āŗ1.29 maldad… TR aƱade fornicación.
āŗ1.31 despiadados… TR aƱade implacables.

