Porción 41

Texto áureoÉxodo 18:13-27
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Éxodo 18:13-27

Día 2 Esdras 7-8

Día 3 2ªCorintios 6:1-13

Día 4 Filipenses 4:1-9

Día 5 Tito 1

Día 6 1ªPedro 5

I- El arte de delegar.

La experiencia de Jetro le indicaba que un liderazgo en la forma que lo estaba llevando Moisés estaba destinado al fracaso. Su sugerencia es el modelo hoy más avanzado para el funcionamiento de un liderazgo de grandes organizaciones: Delegar en personas idóneas.

Esta historia tiene dos puntos diferentes para ser enfocada. Por un lado, la actitud del líder para delegar. Y por el otro, la actitud de aquellos a quienes se va a delegar. Debemos estar listos para una cosa, pero también para la otra. Cuando se reconoce a un líder, la actitud de los más maduros debe ser: ¿Cómo colaborar eficientemente con ese liderazgo? El líder, por su parte, debe estar pendiente de aquellos que tienen esta actitud.

¿Por qué cuesta tanto para muchos líderes delegar en otros? La razón de esto es que en el momento en que le pedimos a alguien que haga algo por nosotros perdemos inmediatamente la sensación de control. El solo pensamiento: «Si no tenemos el control las cosas pueden salir mal», debe ser eclipsado con humildad, pues este puede llegar a convertirse en autosuficiencia y orgullo. Desde todos los ángulos delegar es favorable, pues ayuda con el equilibrio de la autoestima y también con la libertad de tener más tiempo para hacer más cosas. Es bueno también reconocer que en ocasiones el líder sí desea delegar una tarea, pero los otros carecen de la capacidad para hacer en sustitución del líder. Y es ahí donde también puede pensar: «Es mejor si yo lo hago». Pero de igual manera, sin darse cuenta se está dando entrada a ese pensamiento que a la larga le debilitará como líder. Es verdad que puede tomar tiempo enseñar a alguien una nueva habilidad, pero invertir en el presente puede ayudar grandemente para el futuro liderazgo.

II- Aconsejando y escuchando a otros líderes.

Es bueno resaltar la prudencia de Jetro, porque en el v. 23 él hace hincapié en que no es un consejo impositivo como algunos suelen dar, sino que dice: «y Dios te lo ordena». Él no pretende que Moisés haga algo por el solo hecho de que él se lo está diciendo, porque eso podría entrar en desavenencia con Dios. Lo lógico no siempre es lo correcto, obedecer a Dios es lo verdaderamente lógico que siempre guía a la excelencia. Por eso cuando se aconseja a otro, no se debe utilizar a Dios como el sello chantajista para ser escuchado, sino que se debe buscar la voluntad de Dios para saber qué tiene el Creador para esa persona.

Por otra parte, Moisés «escuchó» al igual que Jetro, como una actitud que debe caracterizar a los líderes del pueblo de Dios: Estar atento a la voz del Señor a través de otros porque, aunque sean líderes Él sigue siendo el Rey de todos.

Preguntas:

1.- Mencione las áreas que se pueden descuidar, por no delegar.

2.- ¿Cree usted que Moisés debía decidir en los casos más importantes y que los otros debían hacerlo en los menos importantes? ¿Por qué?

3.- ¿Qué le recomendaría usted a alguien que rechaza ir a los ancianos para ser aconsejado y sólo desea que el pastor sea su consejero?

4.- ¿Cómo ayudaría usted a sus ancianos para que puedan relacionarse con la congregación y cumplir mejor esta función?

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