Texto áureo: Génesis 34
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Génesis 34
Día 2 Jueces 16
Día 3 1ªSamuel 11
Día 4 Proverbios 30-31
Día 5 1ªTimoteo 4:9-16
Día 6 1ªPedro 3:1-7
I- Cuida de las acciones para no tener que lamentar.
Muchas veces vemos historias tristes que traen consecuencias futuras en la vida de las personas, pero debemos entender que en un por ciento elevado son situaciones que se pudieran haber evitado.
En este texto encontramos una de esas cosas que se podían haber evitado, no obstante, lo que aquellos hombres hicieron fue lo que tenían en su corazón. La palabra hebrea teser que se usa para decir que Dina «salió», también significa ‘sobresalir’ o ‘querer resaltar’. Algo muy parecido hacía su madre Lea, cuando quería algo de Jacob (Gn 30:16). O sea, que Dina era una muchacha que aprendió a presumir de manera un poco desmedida.
II- Peligros del exceso de presumir y de las malas compañías.
Hoy vivimos en una sociedad donde el presumir va más allá y se convierte en un esmero por resaltar ante los demás. Los cristianos deben cuidar esto por tres razones principales: (1) Les daña en lo personal, pues necesitan concentrarse en ellos mismo de una manera desmedida (v.2); (2) Se convierten en piedras de tropiezo para otros y esto pudiera incluir violadores, atacantes, estafadores, etc.; (3) Ponen a sus seres queridos en situaciones inesperadas y comprometedoras para poderles ayudar (vv.25-31).
Por otra parte, los creyentes deben estar conscientes que no todo el que se acerca a ellos, a la familia o a la iglesia tiene deseos buenos (v. 23). Se puede tener mucho amor por el prójimo, pero en ese grupo también está la familia, así que no se puede amar a un prójimo más que a otro. Por eso es importante evaluar las intenciones de todo el que se acerca a nosotros, pues no es hacer acepción entre prójimos, sino de cuidarnos de aquellos que tienen malas intenciones.
Preguntas:
1.- ¿Conoces de algún caso en que un “famoso” haya sido víctima de una situación desagradable de este tipo?
2.- ¿En qué sentido crees que la enseñanza de Pedro tenga que ver con esta historia? (1P 3:3, 2P 3:3).
3.- Busca el consejo de Pablo a Timoteo en cuanto a su juventud y el ministerio e identifica de quién debía cuidarse el joven y por qué.
4.- Identifica en el texto áureo por qué los hermanos de Dina se ofendieron.
Génesis 34.
1 Dina, la hija que Lea había parido a Jacob, salió a ver a las hijas de la tierra (eretz). 2 Y la vio Siquem, hijo de Hamor, el heveo, príncipe de la tierra (eretz), y la tomó y se acostó con ella y la humilló. 3 Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Jacob, y se enamoró de la muchacha, y habló al corazón de la muchacha. 4 Y habló Siquem a su padre Hamor diciendo: Tómame a esta jovencita por mujer.
5 Y se enteró Jacob que el hijo de Hamor había mancillado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban con su ganado en el campo, Jacob guardó silencio hasta que llegaron. 6 Y Hamor, padre de Siquem, salió a Jacob para tratar con él. 7 Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y lo oyeron, aquellos varones, indignados, se enardecieron en gran manera, porque había hecho vileza a Israel acostándose con la hija de Jacob, cosa que no se debía hacer.
8 Pero Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija, os ruego se la deis por mujer. 9 Emparentad con nosotros, dadnos vuestras hijas y tomad nuestras hijas para vosotros. 10 Habitad entre nosotros y en la tierra (eretz) ante vosotros. Morad y negociad en ella, y adquirid posesión en ella. 11 Y dijo Siquem al padre de ella y a sus hermanos: Halle yo gracia ante vuestros ojos, y daré lo que digáis. 12 Aumentad mucha dote y regalos, que yo daré cuanto me digáis, pero dadme la muchacha por mujer.
13 Los hijos de Jacob respondieron con doblez a Siquem y a Hamor su padre, pues había violado a su hermana Dina. 14 Les dijeron Simeón y Leví, hermanos de Dina: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a un varón que tenga prepucio, porque es afrenta para nosotros. 15 Con esto os consentiremos, que lleguéis a ser como nosotros, circuncidando entre vosotros a todo varón. 16 Entonces os daremos nuestras hijas y tomaremos las vuestras, y habitaremos con vosotros y llegaremos a ser un pueblo. 17 Pero si no aceptáis ser circuncidados, tomaremos entonces nuestra hija, y nos iremos.
18 Y las palabras de ellos parecieron buenas ante los ojos de Hamor y ante los ojos de Siquem, hijo de Hamor. 19 Y no demoró el muchacho en hacer aquello, porque se deleitaba con la hija de Jacob, y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
20 Hamor y Siquem, su hijo, fueron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de su ciudad, diciendo: 21 Estas gentes son pacíficas con nosotros, habitarán en la tierra (eretz) y traficarán en ella, pues mirad, la tierra es ancha para ellos. Tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos nuestras hijas. 22 Pero solo con esto consentirán en habitar con nosotros para ser un pueblo, que todo varón nuestro sea circuncidado, así como ellos han sido circuncidados. 23 ¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Solo convengamos con ellos, y habitarán con nosotros. 24 Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón.
25 Y aconteció al tercer día, cuando ellos estaban más adoloridos, que dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomando cada uno su cuchillo, entraron en la ciudad confiada y asesinaron a todos los hombres.
26 También asesinaron a filo de cuchillo a Hamor y a Siquem su hijo, y sacaron a Dina de la casa de Siquem, y salieron. 27 Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque habían violado a su hermana. 28 Y tomaron sus ovejas, sus vacas y sus asnos, lo que había en la ciudad y lo que había en el campo, 29 y toda su hacienda, y se llevaron cautivas a todas sus criaturas y sus mujeres, y saquearon todo lo que había en las casas.
30 Y dijo Jacob a Simeón y a Leví: ¡Me habéis turbado y hecho apestoso ante los moradores de la tierra (eretz), el cananeo y el ferezeo! Yo tengo escaso número de hombres, y reuniéndose contra mí, me atacarán, y yo y mi casa seremos exterminados. 31 Pero dijeron ellos: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?
►34.2 Siquem… Esto es, hombro; Hamor… Esto es, asno.
►34.10 la tierra ante vosotros… TM: la tierra estará ante vosotros. Se sigue LXX.
►34.11 digáis… TM: me digáis. Se sigue LXX.
►34.12 Aumentad… TM: Aumentad a cargo mío. Se sigue LXX.
►34.13 violado… Lit. contaminado.
►34.14 Simeón y Leví, hermanos de Dina… TM omite.
►34.15 Con esto… TM Solo con esto. Se sigue LXX.
►34.21 la tierra es… TM añade bastante. Se sigue LXX.
►34.24 todo varón… TM añade cuantos salían a la puerta de su ciudad. Se sigue LXX.
►34.25 su cuchillo… Prob. cuchillo corto de pedernal de doble filo para circuncidar →49.5.
Jueces 16.
1 Sansón fue encaminado a Gaza, y viendo allí a una ramera, se llegó a ella. 2 Y fue anunciado a los de Gaza, diciendo: ¡Sansón está aquí! Entonces ellos lo rodearon y lo estuvieron acechando toda aquella noche junto a la puerta de la ciudad. Y se mantuvieron callados toda la noche, diciendo: Esperemos hasta la luz del alba, entonces lo mataremos. 3 Pero Sansón estuvo acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y habiendo agarrado las hojas de la puerta de la ciudad con sus dos postes, las arrancó con todo y barra, y echándoselas a cuestas, subió a la cumbre del monte que está enfrente de Hebrón.
4 Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila. 5 Y los jefes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Sedúcelo para ver en qué consiste su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo, para atarlo y sujetarlo, y cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata. 6 Y Dalila dijo a Sansón: Te ruego me declares en qué consiste tu gran fuerza, y con qué podrías ser atado para ser doblegado. 7 Y Sansón le respondió: Si me atan con siete tendones frescos que aún no estén secos, entonces me debilitaré y llegaré a ser como cualquier otro hombre (adám). 8 Y los jefes de los filisteos le llevaron siete tendones frescos que aún no se habían secado, y lo ató con ellos. 9 Y ella tenía hombres al acecho en un aposento interior.
Le dijo entonces: ¡Sansón, los filisteos te acometen! Pero él rompió los tendones como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Y no llegó a saberse lo de su fuerza. 10 Y Dalila dijo a Sansón: He aquí, me has engañado y dicho mentiras. ¡Dime ahora cómo puedes ser atado! 11 Y él le dijo: Si me atan fuertemente con sogas nuevas, que no hayan sido usadas, me debilitaré y seré como cualquier hombre. 12 Y Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos te acometen! (Y los hombres permanecían al acecho en el aposento interior). Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo. 13 Entonces dijo Dalila a Sansón: Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras. ¡Dime con qué puedes ser atado! Él le dijo: Si entretejes las siete trenzas de mi cabeza con los lizos y las clavas con una estaca en la pared, quedaré debilitado y seré como cualquier hombre (adám).
14 Y aconteció que al dormirse, tomó Dalila las siete trenzas de su cabeza y las entretejió con los lizos y las clavó con una estaca en la pared, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos te acometen! Y él, despertando de su sueño, arrancó la estaca del telar juntamente con los lizos. 15 Ella entonces le dijo: ¿Cómo sigues diciendo: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Estas tres veces te has burlado de mí y no me has declarado en qué consiste tu gran fuerza.
16 Y sucedió que como ella lo apremiaba con sus palabras cada día, acosándolo, su alma (nefesh) desfalleció hasta morir. 17 Por lo cual, descubriéndole todo su corazón, le dijo: Jamás ha pasado navaja por mi cabeza por cuanto he sido nazareo de DIOS desde el vientre de mi madre. Si fuera rapado, entonces se apartará de mí mi fuerza y me debilitaré, y vendré a ser como un hombre cualquiera.
18 Y cuando Dalila se dio cuenta de que le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: Subid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los jefes de los filisteos subieron a ella, llevando la plata en su mano. 19 Ella entonces lo adormeció sobre sus rodillas, y enseguida llamó al varón que le rapó las siete trenzas de su cabeza, y ella misma comenzó a dominarlo, pues su fuerza se había retirado de él. 20 Y ella exclamó: ¡Sansón, los filisteos te acometen! Él entonces, despertando de su sueño, se dijo: Como otras veces, saldré y seré librado. Pero no sabía que YHVH se había apartado de él.
21 Así pues, los filisteos lo apresaron, le arrancaron los ojos, y lo hicieron bajar a Gaza. Luego lo aherrojaron con dos grilletes de bronce, y tuvo que moler en la casa de los encarcelados.
22 Sin embargo, el cabello de su cabeza comenzó a crecer después de haber sido rapado. 23 Entonces los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su elohim, y regocijados en gran manera, dijeron: ¡Nuestro elohim entregó en nuestra mano a Sansón nuestro enemigo! 24 Y cuando lo vio el pueblo, alabó a su elohim, porque decían: ¡Nuestro elohim ha entregado en nuestra mano a nuestro enemigo, al que devastaba nuestro territorio, y multiplicaba nuestras víctimas!
25 Y sucedió que cuando tuvieron alegre el corazón, dijeron: Llamad a Sansón para que nos divierta. Llamaron, pues, de la cárcel a Sansón, el cual los divertía. Y lo hicieron estar entre las columnas. 26 Y dijo Sansón al lazarillo: Condúceme y hazme palpar los pilares en que descansa la casa, y me apoyaré en ellos. 27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres; y todos los jefes de los filisteos estaban allí, y sobre las azoteas había como tres mil hombres y mujeres, observando el escarnio de Sansón. 28 Sansón entonces invocó a YHVH y exclamó: ¡YHVH Señor mío, te ruego que te acuerdes de mí! ¡Dame fuerza solo esta vez, oh Elohim, para que con una sola venganza me vengue de los filisteos por mis dos ojos! 29 Y palpando Sansón los dos pilares centrales en que descansaba la casa, fue fortalecido sobre ellos, uno a su derecha y otro a su izquierda, 30 y exclamó Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y empujando con fuerza, el templo cayó sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba dentro. De modo que fueron más los que mató al morir que los que había matado en su vida. 31 Y bajaron sus hermanos con toda la casa de su padre, y habiéndolo levantado, lo llevaron y lo sepultaron entre Sora y Estaol, junto al sepulcro de Manoa su padre. Y había juzgado a Israel durante veinte años.
►16.3 barra… Es decir, la gran barra transversal que servía de cerrojo a los portones.
►16.4 Dalila… Esto es, empobrecida.
►16.7 tendones… Los tendones del ganado que se contraen al secarse. Aunque el vocablo hebreo yeter también puede significar cuerda de un arco.
►16.8 llevaron… Lit. subieron.
►16.13-14 TM Parablepsis.
►16.21 moler… Prob. tarea de mujeres →Job 31.10; Is 47.2; Ec 12.3.
►16.26 en ellos… LXX añade y el muchacho hizo así.
1 Samuel 11.
1 Nahas, rey de los hijos de Amón, oprimía amargamente a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén. Para esparcir terror y espanto en Israel, a cada uno de ellos les había arrancado el ojo derecho. No quedó ni uno de los hijos de Israel de allende, cuyo ojo derecho no hubiera sido arrancado por Nahas amonita, excepto siete mil hombres, que huyeron de los hijos de Amón y entraron en Jabes Galaad. Como un mes más tarde de esto, subió Nahas amonita y acampó contra Jabes Galaad. Y todos los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Pacta con nosotros y te serviremos. 2 Y Nahas amonita les respondió: Así pactaré con vosotros: Que a cada uno os arranque el ojo derecho, para que sirva de afrenta a todo Israel. 3 Y los ancianos de Jabes le dijeron: Déjanos siete días para que enviemos mensajeros (malaj/angelos) por todo el territorio de Israel, y si no hay quien nos libre, nos rendiremos a ti. 4 Cuando los mensajeros (malaj/angelos) llegaron a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró.
5 Y he aquí Saúl llegaba del campo tras los bueyes, y preguntó Saúl: ¿Qué tiene el pueblo, que lloran? Y le refirieron las palabras de los varones de Jabes. 6 Al oír estas palabras, el Espíritu (ruaj) de Elohim vino poderosamente sobre Saúl, y su ira se encendió en gran manera. 7 Y tomando un par de bueyes, los cortó en pedazos y los repartió por todo el territorio de Israel mediante mensajeros (malaj/angelos), diciendo: Así será hecho con los bueyes del que no salga tras Saúl y tras Samuel. Y el temor de YHVH cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo varón. 8 Y les pasó revista en Bezec: los hijos de Israel eran trescientos mil, y los varones de Judá treinta mil. 9 Y dijeron a los mensajeros (malaj/angelos) que habían llegado: Así diréis a los varones de Jabes Galaad: Mañana, al calentar el sol, seréis librados. Y los mensajeros (malaj/angelos) fueron y lo informaron a los hombres de Jabes, y ellos se alegraron. 10 Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos a vosotros, y haréis con nosotros todo lo que bien os parezca.
11 Y fue al siguiente día Saúl y dispuso al pueblo en tres escuadrones, y antes de amanecer entraron en medio del campamento y atacaron a los amonitas hasta el calor del día; y el resto fue dispersado sin que quedaran dos de ellos juntos. 12 Y el pueblo le dijo a Samuel: ¿Quién decía: ¿Reinará Saúl sobre nosotros? ¡Dadnos a esos varones para darles muerte! 13 Pero Saúl respondió: Ningún varón será muerto en este día, porque YHVH ha dado hoy victoria en Israel.
14 Y Samuel dijo al pueblo: Venid, vamos a Gilgal y renovemos allí el reino. 15 Y todo el pueblo fue a Gilgal, e hizo que Saúl reinara delante de YHVH en Gilgal. Y allí ofrecieron sacrificios de paz delante de YHVH; y Saúl y todos los hombres de Israel tuvieron allí gran regocijo.
►11.1 Se sigue Q, LXX; de allende… Esto es, del otro lado del Jordán →Jos. 13.15-28.
►11.3 nos rendiremos… Lit. saldremos.
►11.10 a vosotros… Esto es, a Nahas y a los amonitas.
Proverbios 30.
1 Palabras de Agur ben Jaqué, el de Masá.
Oráculo del macho (geber):
¡Oh DIOS, en gran manera me he fatigado, y desisto! 2 En verdad soy el más ignorante de los varones (ish), y no tengo inteligencia humana (adám).
3 No he aprendido sabiduría (Jokmá), ni comprendo la ciencia (Daat) de los Santos: 4 ¿Quién subió a los Cielos, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todo límite de tierra? ¿Cuál es su Nombre, y el nombre de su Hijo, si sabes?
5 Toda Palabra de DIOS es limpia, Él es escudo a los que lo esperan. 6 No añadas a sus palabras (debarim), para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.
7 Dos cosas te he demandado, no me las niegues mientras viva: 8 Aparta de mí la falsedad y la mentira, y no me des pobreza ni riquezas.
Mantenme del pan necesario, 9 no sea que, harto, te niegue y diga: ¿Quién es YHVH?
O que, siendo pobre, hurte, y blasfeme el Nombre de mi DIOS.
10 No acuses al siervo ante su señor, no sea que te maldiga, y seas hallado culpable.
11 Hay quien maldice a su padre, y no bendice a su madre, 12 hay quien es puro ante sus propios ojos, pero no está lavado de su inmundicia.
13 Hay quien mira con ojos altaneros y párpados bien levantados, 14 hay quien tiene dientes como espadas y muelas como cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los necesitados de entre los hombres.
15 La sanguijuela tiene dos hijas: Dame y Dame.
Tres cosas hay que nunca se sacian, aun la cuarta jamás dice: ¡Basta!
16 El Seol, la matriz estéril, tierra que no se harta de agua, y el fuego, que nunca dice: ¡Basta!
17 Ojo que se burla del padre y desdeña la obediencia a la madre, ¡Arránquenlo los cuervos del valle y devórenlo los hijos del buitre!
18 Tres cosas me son ocultas, aun tampoco sé la cuarta: 19 El rastro del águila por los cielos, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en el mar, y el rastro del hombre (geber) en la doncella.
20 Así procede la adúltera: Come, se limpia la boca y dice: No he hecho nada malo.
21 Por tres cosas se estremece la tierra, y cuatro no puede soportar: 22 Por el siervo, cuando llega a reinar, por el necio, cuando se harta de pan, 23 por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la criada, cuando desplaza a su señora.
24 Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, pero más sabias que los sabios: 25 Las hormigas, pueblo no fuerte, pero preparan su sustento en el verano. 26 Los conejos, pueblo nada esforzado, pero hacen madriguera en la peña. 27 Las langostas, que no tienen rey, pero salen todas en cuadrillas. 28 Las lagartijas, que se agarran con la mano, pero entran en los palacios reales.
29 Tres cosas hay de hermoso caminar, y la cuarta anda (halajá) muy bien: 30 El león, el más valiente de los animales, que no se vuelve atrás por nada. 31 El caballo ceñido de lomos, asimismo el macho cabrío, y el rey, contra el cual nadie se levanta.
32 Si te has hecho necio al ensalzarte, o has tramado el mal, ponte la mano en la boca, 33 porque así como batiendo leche se saca mantequilla, y sonándose recio se saca sangre, provocando la ira se saca contienda.
►30.1-14 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
►30.1 me he fatigado y desisto… Es decir, ceso en mi intento (de comprender).
►30.3 Santos… Indica la unidad plural de la Deidad. El uso del singular mayestático es incorrecto →Ec 12.1 nota.
►30.4 Quién… →Jn 3.13.
►30.5 Eloah… Singular absoluto de Elohim; es limpia… →Jn 5.39.
►30.15-33 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15- 33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
►30.15 sanguijuela… Heb. aluka; dos… LXX registra tres.
Proverbios 31.
1 Palabras del rey Lemuel,
Oráculo con que lo corrigió su madre.
2 ¿Qué te diré, hijo mío? ¡Oh, hijo de mis entrañas! ¿Qué decirte, hijo de mis votos? 3 No des tu fuerza a las mujeres, ni tu vigor a las que corrompen reyes.
4 No es de reyes, oh Lemuel, no es de reyes darse al vino (yayin), ni de príncipes al licor (sekar). 5 No sea que bebiendo, olviden lo instituido (jukim), y perviertan el juicio (din) de los afligidos. 6 Dad el licor (sekar) fuerte al desfallecido, y el vino (yayin) a los amargados de alma (nefesh). 7 Que beban y olviden su miseria, y de sus penas no se acuerden más.
8 Abre tu boca a favor del mudo, en el juicio de todos los abocados a la muerte. 9 Abre tu boca y aboga con justicia (tzedeq), y juzga (din) al pobre y al necesitado.
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de los corales. 11 El corazón de su marido está confiado en ella, y no carecerá de ganancias. 12 Ella le acarreará el bien y no el mal todos los días de su vida. 13 Busca la lana y el lino, y diligentemente trabaja con sus manos. 14 Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos. 15 Se levanta cuando aún es de noche, da alimento a su familia, y la porción asignada a sus criadas. 16 Evalúa un campo, y lo compra, y del fruto de sus manos planta una viña. 17 Ciñe con fuerza sus lomos, y fortalece sus brazos. 18 Ve que sus negocios van bien, su lámpara no se apaga de noche. 19 Aplica sus manos a la rueca, y sus dedos manejan el huso. 20 Extiende su mano al pobre, sí, alarga sus manos al necesitado. 21 No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque toda su familia está vestida de vestidos dobles. 22 Teje tapices para sí, de lino fino y de púrpura es su vestido. 23 Su marido es respetado en la puerta, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. 24 Teje ropa de lino y la vende, y provee ceñidores al mercader. 25 Está vestida de fuerza y dignidad, y se sonríe ante el mañana. 26 Abre su boca con sabiduría, y la ley (torá) de la clemencia (jesed) está en su lengua. 27 Vigila la marcha de su casa, y no come su pan de balde. 28 Sus hijos crecen, y la bendicen, su marido también la alaba diciendo: 29 Muchas son las mujeres hacendosas, pero tú las has superado a todas. 30 Engañosa es la gracia y fugaz la hermosura, pero la mujer que teme a YHVH, esa será alabada. 31 ¡Denle el fruto de sus manos, y que sus mismas obras la alaben en la puerta!
►31.1-9 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
►31.8 abocados a la muerte… Es decir, de los que no tienen quien los defienda.
►31.10 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
►31.23 en la puerta… Esto es, lugar donde se celebran los juicios.
►31.25 ante el mañana… Es decir, ante la incertidumbre del porvenir.
1 Timoteo 4.9-16.
9 Fiel es el Verbo, y digno de toda aceptación. 10 Porque para esto trabajamos arduamente y luchamos, pues hemos puesto la esperanza en el DIOS viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes. 11 Continúa mandando estas cosas, y enseñándolas. 12 Nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en razón, en conducta, en amor, en fidelidad, en pureza. 13 Mientras voy, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. 14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado por medio de profecía con imposición de las manos del consejo de ancianos. 15 Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y del contenido de la enseñanza. Persevera en ello, porque haciendo esto, te salvarás tanto tú como los que te escuchan.
►4.10 trabajamos arduamente y luchamos… Otra traducción posible: sufrimos oprobios y luchamos; la esperanza… Esto es, con plena efectividad.
►4.11 mandando… enseñándolas… Ambos verbos están en presente de imperativo.
►4.12 amor… TR añade en espíritu.
►4.13 lectura… Se refiere a la forma de hacerlo en voz alta, común en la antigüedad →Hch 8.30.
►4.16 Persevera… Otra traducción posible: vela por; te salvarás… Se refiere a la salvación como proceso continuo →Fil 2.12; 1P 2.2.
1 Pedro 3:1-7
De la misma manera, esposas, sed dóciles a vuestros propios maridos, para que también los que no creen a la Palabra, sin palabra serán ganados por la conducta de sus esposas, 2 al observar vuestra manera de vivir, pura y reverente. 3 Vuestro atavío no sea el exterior, de trenzado de cabellos y atavíos de oro, o de uso de vestidos lujosos, 4 sino el hombre oculto del corazón, en lo incorruptible de un espíritu afable y apacible, el cual es muy precioso delante de DIOS. 5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en DIOS, siendo dóciles a sus propios maridos; 6 como Sara obedecía a Abraham, llamándolo señor; de la cual llegasteis a ser hijas, haciendo el bien y no temiendo ninguna amenaza. 7 De igual manera, los esposos, convivid con comprensión, mostrando honor a la esposa como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la Vida, para que vuestras oraciones (tefilá) no sean estorbadas.
►3.3 Lit. de quienes.
►3.6 M↓ registran el condicional… si hacéis el bien.
►3.7 Lit. según conocimiento →Ef. 5:25; Col. 3:19. Honor a la esposa como… es decir, a las que también son.