Texto áureo: Génesis 37.
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Génesis 37
Día 2 Salmo 103
Día 3 Proverbios 2
Día 4 Lucas 11:27-36
Día 5 1ªCorintios 9
Día 6 Efesios 1:1-14
I- Buscando la excelencia en el trato a los demás.
Debemos tratar a todos por igual, no importa cómo hayan sido con nosotros. Tristemente muchas personas cuando van a analizar cómo ellos son en el trató a los demás solo toman como referencia a los que les tratan bien, o que tienen alguna afinidad. Sin embargo, al analizar cómo tratamos a los que no son muy agradables con nosotros es cuando vamos a desarrollar nuestra autoestima y nuestra forma de relacionarnos con los demás.
José no «contó» el sueño porque creía que sería lo que sucedería, sino porque se sentía orgullosamente superior, aunque fuera en un sueño. La forma (Hifil) en que se usa el verbo (נגד) sugiere cierta intención al contar el sueño, que pudo haber causado el aborrecimiento por sus hermanos (Gn 37:5). Entonces en su trato con ellos, José no era un sabio tampoco, así que Dios iba a elegir a esta nación para traer su plan redentor, y debía modelarlos a todos.
II- La autoridad delegada de Dios no consiste en dominar a la demás.
La razón por la que a veces actuamos de esta manera es porque cuando lo hacemos, esto sube el ego. En cierto aspecto, todos tenemos el deseo de estar en una posición de autoridad, ya sea en los negocios, la política o la comunidad. Así, en un esfuerzo inconsciente por cumplir este deseo, a veces simplemente elegimos tratar a los demás de una manera como si gobernáramos sobre ellos, y actuamos como si nuestra gavilla se levantara y permaneciera de pie por su propia fuerza.
III- La autoestima se relaciona directamente con el odio y el celo.
Respecto a por qué los hermanos reaccionaron diferente ante cada sueño, odiándolo al contar el primero y sintiendo celos con el segundo, podemos decir que muchas veces el odio aparece cuando una persona subestima las acciones de los demás, mientras que los celos aparecen cuando alguien se considera inferior a su prójimo. Los hermanos odiaron a José después del primer sueño porque esto implicaba que lo necesitarían para su sustento y, a la vez, legislaría materialmente sobre ellos (vv. 7-8)[1].
Sin embargo, no sintieron celos por la futura riqueza que él tendría, dado que eso no los haría sentir inferiores. Para ellos, los logros materiales no dependían de la persona y, por lo tanto, no es algo por lo que valga la pena sentir celos[2]. En contraste, sí estuvieron celosos después del segundo sueño, porque este implicaba que José sería espiritualmente superior a ellos, lo cual sí era digno de celar.
Preguntas:
1.- A la luz de lo enseñado por Jesús, ¿cuál es la forma en que menos le gusta que le traten? (Mt 5:43-48)
2.- ¿Cuál ha sido su reacción normalmente cuando ve que alguien es mal intencionado contigo?
3.- ¿Qué diferencias encuentra usted entre las acciones de celo, odio y envidia?
[1] Fíjese que no dice que había más manojos, por lo que la preocupación no era que José tendría más.
[2] Fíjese que el sueño no se refiere a dominar como superior materialmente, sino a sumisión de todos ante él.
Génesis 37.
1 Y Jacob habitaba en la tierra de Canaán, la tierra de las peregrinaciones de su padre. 2 Estos son los libros (toledot/biblios) de Jacob: José era de diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos. El joven estaba con los hijos de Bilha y de Zilpa, mujeres de su padre, y José informaba a su padre la mala fama de ellos. 3 E Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque era el hijo de su vejez, y le había hecho una túnica con rayas de colores. 4 Sus hermanos, al ver que su padre lo prefería entre todos ellos, lo aborrecían y no le podían hablar pacíficamente.
5 Y soñó José un sueño, y lo declaró a sus hermanos 6 diciéndoles: Oíd este sueño que he soñado: 7 He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí, mi gavilla fue levantada y se mantenía erguida, mientras que vuestras gavillas, puestas alrededor, se postraron ante mi gavilla. 8 Y le dijeron sus hermanos: ¿Al reinar reinarás sobre nosotros, o si prevaleces prevalecerás sobre nosotros? Y lo odiaron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras.
9 Y soñó otro sueño y lo refirió a sus hermanos, y dijo: Mirad, he soñado otro sueño, y he aquí el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí. 10 Y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos llegaremos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en el asunto.
12 Encaminados, pues, sus hermanos a apacentar el rebaño de su padre en Siquem, 13 dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ven, te enviaré a ellos. Y él dijo: Heme aquí. 14 Y él le dijo: Ve, mira cómo están tus hermanos y cómo se encuentra el rebaño, y tráeme un informe. Así lo envió desde el valle de Hebrón, y llegó a Siquem. 15 Y un hombre lo halló deambulando por el campo, y el hombre le preguntó, diciendo: ¿Qué buscas? 16 Y dijo: Busco a mis hermanos. Muéstrame dónde pastorean. 17 Respondió el hombre: Partieron de aquí, pues los oí decir: Vamos a Dotán. Y encaminado José tras sus hermanos, los halló en Dotán. 18 Cuando lo vieron de lejos, antes que se acercara a ellos, se confabularon para darle muerte. 19 Y se decían entre sí: ¡Mirad viene este soñador! 20 Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus sueños.
21 Pero cuando Rubén lo oyó, intentando librarlo de mano de ellos, dijo: ¡No le quitemos la vida! 22 Y añadió Rubén: No derraméis sangre. Arrojadlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no extendáis la mano contra él. Esto dijo a fin de librarlo de sus manos para hacerlo volver a su padre.
23 Y cuando José llegó a sus hermanos, sucedió que despojaron a José de su túnica, la túnica de rayas de colores que llevaba puesta, 24 y lo tomaron, y lo arrojaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, no tenía agua. 25 Luego se sentaron a comer pan, y alzando sus ojos vieron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, llevando en sus camellos especias, bálsamo y mirra para hacerlos bajar a Egipto. 26 Y Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y ocultemos su sangre? 27 Vendámoslo a los ismaelitas y no sea nuestra mano contra él, pues es hermano nuestro y carne nuestra. Y sus hermanos obedecieron. 28 Y cuando pasaron los mercaderes madianitas, sacaron a José de la cisterna, lo subieron y lo vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
29 Volvió Rubén a la cisterna, y al no ver a José en la cisterna, rasgó sus vestidos, 30 se volvió a sus hermanos, y dijo: ¡El muchacho no está! ¿Y ahora que voy a hacer? 31 Y tomaron la túnica de José, y degollando un chivo de las cabras, empaparon la túnica con la sangre. 32 Luego enviaron la túnica de rayas de colores y la hicieron llegar a su padre, y dijeron: Hemos hallado esto: Reconoce si es la túnica de tu hijo o no. 33 Él la reconoció, y exclamó: ¡Es la túnica de mi hijo! Alguna mala bestia lo habrá devorado. ¡Sin duda José fue despedazado! 34 Y Jacob rasgó sus ropas, puso saco en sus lomos y endechaba por su hijo durante muchos días.
35 Y fueron reunidos todos sus hijos e hijas a consolarlo, pero él rehusaba ser consolado, pues decía: ¡Con llanto bajaré hasta el Seol junto a mi hijo! Y su padre lloraba por él. 36 Mientras tanto, los madianitas lo habían vendido en Egipto a Potifar, capitán de la guardia de Faraón.
►37.3 una túnica… Vestidura preciosa.
►37.5 a sus hermanos… TM añade y aumentaron aún su odio contra él. Se sigue LXX.
►37.6 Oíd… TM: Oíd ahora. Se sigue LXX.
►37.7 Se sigue LXX.
►37.9 soñó… TM añade aún. Se sigue LXX.
►37.10 Y su padre… TM añade y lo contó a su padre y a sus hermanos. Se sigue LXX.
►37.11 envidia… →Hch 7.9; meditaba… Lit. guardaba.
►37.14 Ve… TM Ve ahora. Se sigue LXX.
►37.16 Muéstrame… TM añade te ruego. Se sigue LXX.
►37.19 este soñador… Expresión burlona.
►37.25 Galaad… Región al Oriente del Jordán.
►37.28 y llevaron a José a Egipto… →Hch 7.9.
►37.29 rasgó sus vestidos… Señal de gran dolor.
►37.32 reconoce… TM reconoce ahora. Se sigue LXX.
►37.36 capitán… En este caso, un hombre de confianza casado.
Génesis 37.
1 Y Jacob habitaba en la tierra de Canaán, la tierra de las peregrinaciones de su padre. 2 Estos son los libros (toledot/biblios) de Jacob: José era de diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos. El joven estaba con los hijos de Bilha y de Zilpa, mujeres de su padre, y José informaba a su padre la mala fama de ellos. 3 E Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque era el hijo de su vejez, y le había hecho una túnica con rayas de colores. 4 Sus hermanos, al ver que su padre lo prefería entre todos ellos, lo aborrecían y no le podían hablar pacíficamente.
5 Y soñó José un sueño, y lo declaró a sus hermanos 6 diciéndoles: Oíd este sueño que he soñado: 7 He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí, mi gavilla fue levantada y se mantenía erguida, mientras que vuestras gavillas, puestas alrededor, se postraron ante mi gavilla. 8 Y le dijeron sus hermanos: ¿Al reinar reinarás sobre nosotros, o si prevaleces prevalecerás sobre nosotros? Y lo odiaron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras.
9 Y soñó otro sueño y lo refirió a sus hermanos, y dijo: Mirad, he soñado otro sueño, y he aquí el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí. 10 Y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos llegaremos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en el asunto.
12 Encaminados, pues, sus hermanos a apacentar el rebaño de su padre en Siquem, 13 dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ven, te enviaré a ellos. Y él dijo: Heme aquí. 14 Y él le dijo: Ve, mira cómo están tus hermanos y cómo se encuentra el rebaño, y tráeme un informe. Así lo envió desde el valle de Hebrón, y llegó a Siquem. 15 Y un hombre lo halló deambulando por el campo, y el hombre le preguntó, diciendo: ¿Qué buscas? 16 Y dijo: Busco a mis hermanos. Muéstrame dónde pastorean. 17 Respondió el hombre: Partieron de aquí, pues los oí decir: Vamos a Dotán. Y encaminado José tras sus hermanos, los halló en Dotán. 18 Cuando lo vieron de lejos, antes que se acercara a ellos, se confabularon para darle muerte. 19 Y se decían entre sí: ¡Mirad viene este soñador! 20 Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus sueños.
21 Pero cuando Rubén lo oyó, intentando librarlo de mano de ellos, dijo: ¡No le quitemos la vida! 22 Y añadió Rubén: No derraméis sangre. Arrojadlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no extendáis la mano contra él. Esto dijo a fin de librarlo de sus manos para hacerlo volver a su padre.
23 Y cuando José llegó a sus hermanos, sucedió que despojaron a José de su túnica, la túnica de rayas de colores que llevaba puesta, 24 y lo tomaron, y lo arrojaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, no tenía agua. 25 Luego se sentaron a comer pan, y alzando sus ojos vieron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, llevando en sus camellos especias, bálsamo y mirra para hacerlos bajar a Egipto. 26 Y Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y ocultemos su sangre? 27 Vendámoslo a los ismaelitas y no sea nuestra mano contra él, pues es hermano nuestro y carne nuestra. Y sus hermanos obedecieron. 28 Y cuando pasaron los mercaderes madianitas, sacaron a José de la cisterna, lo subieron y lo vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
29 Volvió Rubén a la cisterna, y al no ver a José en la cisterna, rasgó sus vestidos, 30 se volvió a sus hermanos, y dijo: ¡El muchacho no está! ¿Y ahora que voy a hacer? 31 Y tomaron la túnica de José, y degollando un chivo de las cabras, empaparon la túnica con la sangre. 32 Luego enviaron la túnica de rayas de colores y la hicieron llegar a su padre, y dijeron: Hemos hallado esto: Reconoce si es la túnica de tu hijo o no. 33 Él la reconoció, y exclamó: ¡Es la túnica de mi hijo! Alguna mala bestia lo habrá devorado. ¡Sin duda José fue despedazado! 34 Y Jacob rasgó sus ropas, puso saco en sus lomos y endechaba por su hijo durante muchos días.
35 Y fueron reunidos todos sus hijos e hijas a consolarlo, pero él rehusaba ser consolado, pues decía: ¡Con llanto bajaré hasta el Seol junto a mi hijo! Y su padre lloraba por él. 36 Mientras tanto, los madianitas lo habían vendido en Egipto a Potifar, capitán de la guardia de Faraón.
►37.3 una túnica… Vestidura preciosa.
►37.5 a sus hermanos… TM añade y aumentaron aún su odio contra él. Se sigue LXX.
►37.6 Oíd… TM: Oíd ahora. Se sigue LXX.
►37.7 Se sigue LXX.
►37.9 soñó… TM añade aún. Se sigue LXX.
►37.10 Y su padre… TM añade y lo contó a su padre y a sus hermanos. Se sigue LXX.
►37.11 envidia… →Hch 7.9; meditaba… Lit. guardaba.
►37.14 Ve… TM Ve ahora. Se sigue LXX.
►37.16 Muéstrame… TM añade te ruego. Se sigue LXX.
►37.19 este soñador… Expresión burlona.
►37.25 Galaad… Región al Oriente del Jordán.
►37.28 y llevaron a José a Egipto… →Hch 7.9.
►37.29 rasgó sus vestidos… Señal de gran dolor.
►37.32 reconoce… TM reconoce ahora. Se sigue LXX.
►37.36 capitán… En este caso, un hombre de confianza casado.
Salmo 103.
1 De David.
Bendice alma (nefesh) mía a YHVH, y bendiga todos mis aspectos internos a su santo Nombre.
2 Bendice alma (nefesh) mía a YHVH, y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; 4 el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, 5 el que sacia con bien tus anhelos, para que rejuvenezcas como el águila.
6 YHVH es el que hace justicia (tzedaqa), y derecho (mishpatim) a todos los oprimidos. 7 Dio a conocer sus caminos a Moisés, y a los hijos de Israel sus proezas.
8 Misericordioso y clemente es YHVH, lento para la ira y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, ni para siempre estará enojado. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestros pecados, ni nos ha retribuido conforme a nuestras iniquidades. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia para los que lo temen.
12 Como el oriente está lejos del occidente, así hizo alejar de nosotros nuestras transgresiones. 13 Como el padre se enternece con sus hijos, así se enternece YHVH de los que lo temen. 14 Porque Él conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo, 16 que el viento la roza, y ya no existe, y su lugar no la conocerá jamás.
17 Pero la misericordia de YHVH es desde la eternidad hasta la eternidad sobre los que lo temen, y su justicia (tzedaqa) sobre los hijos de los hijos, 18 sobre los que observan su pacto y se acuerdan de sus preceptos (piquday) para cumplirlos.
19 YHVH afirmó en los Cielos su trono, y su reino domina sobre todo.
20 Bendecid a YHVH, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su Palabra, obedeciendo la voz de su palabra.
21 Bendecid a YHVH, vosotros todos sus ejércitos (sebaot), servidores suyos, que hacéis su voluntad.
22 Bendecid a YHVH, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío, ¡Bendice, oh alma (nefesh) mía, a YHVH!
Proverbios 2.
1 Hijo mío, si aceptas mis palabras, y guardas mis mandamientos (mitzvot) dentro de ti, 2 haciendo atento tu oído a la sabiduría (hokma), e inclinando tu corazón al discernimiento (tevuná), 3 si invocas a la inteligencia (biná), y al discernimiento (tevuná) alzas tu voz, 4 si la procuras como a la plata, y la rebuscas como a tesoros escondidos, 5 entonces entenderás el temor (yirat) de YHVH, y hallarás el conocimiento (daat) de Elohim.
6 Porque YHVH da la sabiduría (hokma), de su boca procede el conocimiento (daat) y el discernimiento (tevuná).
7 Él atesora el acierto (tushiyá) para los hombres rectos, es escudo al que anda (halajá) en integridad.
8 Es el que guarda las sendas de la justicia (mishpatim), y preserva el camino de sus santos.
9 Entonces entenderás la justicia (tzedeq) y el derecho (mishpatim), la equidad, y todo buen sendero, 10 cuando la sabiduría (hokma) haya entrado en tu corazón, y el conocimiento (daat) sea dulce a tu alma (nefesh), 11 te guardará la discreción, y te preservará el discernimiento (tevuná), 12 para librarte del camino malo; del hombre que habla cosas perversas, 13 de los que abandonan las veredas rectos, para andar (halajá) por caminos tenebrosos; 14 de los que gozan haciendo el mal, y se alegran en las perversidades del vicio, 15 cuyas veredas son tortuosas, y sus senderos extraviados.
16 Te librará de la mujer ajena, de la extraña que endulza sus palabras, 17 que abandona al compañero de su juventud, y olvida el pacto de su DIOS. 18 Su casa se inclina hacia la muerte, sus sendas hacia el país de las sombras.
19 Cuantos entran en él, no regresan, ni retoman las veredas de la vida. 20 Para que sigas el buen camino, y guardes las veredas del justo (tzadiq). 21 Porque los rectos habitarán en la tierra, y los de limpio corazón permanecerán en ella. 22 Pero el malvado será cortado de la tierra, y de ella serán desarraigados los transgresores.
►2.16 te librará… Esto es, la sabiduría.
Lucas 11:27-36.
27 Hablando estas cosas, sucedió que cierta mujer de la multitud, alzando la voz, le dijo: ¡Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que mamaste! 28 Pero Él respondió: Antes bien, bienaventurados los que oyen y obedecen la Palabra de DIOS.
29 Apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta es una generación perversa, que busca una señal, pero no le será dada sino la señal de Jonás. 30 Porque como Jonás llegó a ser señal para los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación. 31 La reina del Sur será levantada en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría (hokmá) de Salomón, y mirad, uno mayor que Salomón está aquí. 32 Unos hombres ninivitas se alzarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás, y he aquí uno mayor que Jonás en este lugar.
33 Porque nadie que enciende una lámpara la pone en un lugar oculto, sino sobre el candelero, para que los que entran vean la luz. 34 La lámpara del cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo sea sano, también todo tu cuerpo está iluminado, pero cuando sea perverso, también tu cuerpo está en tiniebla. 35 Mira, pues, que la iluminación que hay en ti no sea tiniebla. 36 Por tanto, si todo tu cuerpo está lleno de luz, y no tiene ninguna parte oscura, todo estará iluminado, como cuando una lámpara te ilumina con su resplandor.
►11.28 oyen… obedecen… Participios en presente continuativo.
►11.29 señal… →Mt 16.4; Mr 8.12.
►11.30 ninivitas… →Jon 3.4.
►11.31 Salomón… →1R 10.1-10; 2Cr 9.1-12.
►11.32 arrepintieron… →Jon 3.5.
►11.33 lámpara… →Mt 5.15; Mr 4.21; Lc 8.16.
1 Corintios 9.
1 ¿No soy libre? ¿No soy un apóstol? ¿No he visto a JESÚS Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2 Si para otros no soy apóstol, sin embargo para vosotros ciertamente lo soy, porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
3 Esta es mi respuesta a los que me acusan: 4 ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5 ¿Acaso no tenemos derecho de llevar con nosotros una hermana como esposa, como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6 ¿O solo yo y Bernabé no tenemos derecho a no trabajar? 7 ¿Quién militó jamás a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño? 8 ¿Acaso digo esto según el hombre? ¿O no dice también estas cosas la ley (torá)? 9 Porque en la ley de Moisés (torá) está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Le preocupan a DIOS los bueyes, 10 o lo dice precisamente por nosotros? Pues fue escrito por causa de nosotros; porque con esperanza debe arar el que ara, y con esperanza de tener su parte el que trilla.
11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿será mucho si cosechamos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hacemos uso de este derecho, sino que lo soportamos todo, para no poner ningún obstáculo al evangelio de CRISTO.
13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y los que sirven al altar, participan del altar? 14 Así también ordenó el Señor a los que proclaman el evangelio, que vivan del evangelio. 15 Pero yo no me he aprovechado de ninguna de estas cosas, ni lo escribo para que se haga así conmigo, porque bueno es para mí mejor morir, que nadie desvanezca mi gloria. 16 Porque si anuncio el evangelio, no me es motivo de gloria, pues me es impuesta necesidad, y, ¡ay de mí si no anunciara el evangelio! 17 Porque si hago esto por propia voluntad, tengo recompensa; y si por obligación, un encargo me ha sido confiado. 18 ¿Cuál, pues, es mi recompensa? Que evangelizando, presente gratuitamente el evangelio, para no usar mi derecho en el evangelio.
19 Entonces, he sido libre de todas las cosas, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número. 20 Y me convertí a los judeanos como un judeano, para que ganase a los judeanos. A los que están bajo ley, como bajo ley (no estando él mismo bajo ley), para ganar a los que están bajo ley. 21 A los sin leyes, como sin ley (no estando sin ley de DIOS, sino legal para CRISTO), para ganar a los sin ley. 22 Me hice débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me hice de todo, para, de alguna manera, salvase a algunos. 23 Y todo hago por causa del evangelio, para ser copartícipe de él.
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo recibe el premio? ¡Corred de tal forma que lo obtengáis! 25 Todo aquel que lucha, tiene dominio propio en todas las cosas; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera lucho, no como golpeando el aire; 27 sino que trato con severidad mi cuerpo, y lo reduzco a esclavitud; no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo quede desaprobado.
►9.1 Se sigue secuencia del NTG; un apóstol… →Ro 1.1.
►9.3 me acusan… Es decir, me exigen cuentas.
►9.5 derecho de llevar… Otra traducción posible: llevar consigo en todo el viaje.
►9.8 según el hombre… Esto es, conforme al modo meramente humano.
►9.9 →Dt 25.4.
►9.11 cosechamos… Lit. cosecharemos →Ro 15.27.
►9.12 sobre vosotros… Lit. de vosotros.
►9.13 comen… →Dt 18.1.
►9.14 vivan… →Mt 10.10; Lc 10.7.
►9.16 el Evangelio… O la Buena Noticia.
►9.17 encargo… Esto es, el tiempo de la gracia →Ef 3.2.
►9.18 gratuitamente el evangelio… M↓ añaden de Cristo.
►9.19 me hice esclavo… Gr. doulóo = esclavizar, hacer esclavo, someter a esclavitud.
►9.23 todo… TR: todo esto.
►9.25 dominio propio… Es decir, es dueño de sí mismo, se controla a sí mismo.
►9.27 reduzco a esclavitud… Gr. doulagogéo = someter a esclavitud, tratar como esclavo.
Efesios 1:1-14.
1 Pablo, un apóstol de CRISTO JESÚS por voluntad de DIOS, a los que son santos y fieles en CRISTO JESÚS: 2 Gracia y paz a vosotros de parte de DIOS nuestro Padre y del Señor JESUCRISTO.
3 Bendito el DIOS y Padre de nuestro Señor JESUCRISTO, quien nos bendijo en los lugares celestiales con toda bendición espiritual en CRISTO, 4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para ser santos y sin mancha delante de Él en amor, 5 cuando nos predestinó para adopción para sí mismo por medio de JESUCRISTO, según la complacencia de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, que nos concedió gratuitamente en el Amado.
7 En Él tenemos la redención (geulá) por su sangre, la liberación de los delitos, conforme a la riqueza de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría (hokmá) e inteligencia (biná), 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su complacencia, que se propuso en sí mismo, 10 hasta la plenitud de una administración de los tiempos señalados (moadim), para volver a unir todas las cosas en CRISTO, las que están en los cielos y las que están en la tierra, en Él.
11 En Él también fuimos escogidos como su heredad, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que está energizando todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de ser para alabanza de su gloria, nosotros, los que primero hemos esperado en CRISTO.
13 En Él también vosotros, habiendo oído la Palabra de la Verdad, el Evangelio de vuestra salvación (yeshúa), y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 el cual es garantía de nuestra herencia hasta la redención (geulá) de la posesión, para alabanza de su gloria.
*Quizás se trate de la carta a los laodicenses →Col 4.16.
►1.1 un apóstol… →Ro 1.1; fieles… M↓ añaden en Éfeso.
►1.3 los celestiales… Esto es, los lugares celestiales.
►1.7 la redención… M↓ omiten artículo definido la →Col 1.14; liberación…; delitos… Gr. paráptoma.
►1.10 dispensación… →§268; tiempos señalados…; volver a unir… Tanto este pasaje como Col 1.20 hacen presuponer que el cosmos (como un todo y no solo la humanidad) se había hundido en el caos a causa del pecado y que el propósito de Dios era restaurarlo a su armonía original en Cristo →Gn 1.1-2.
►1.11 energizando… Gr. energéo = energizar.
►1.14 la posesión… Esto es, adquirida por Dios →1P 2.9.