Texto áureo: Éxodo 4-6
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Éxodo 4:1-5:21
Día 2 Éxodo 5:22-6:30
Día 3 Salmo 119:89-96
Día 4 Proverbios 29
Día 5 Ezequiel 26-28
Día 6 Hechos 5:12-42
I- El equilibrio en el liderazgo.
Moisés se preocupa porque debe convencer al pueblo (Ex 3:13; 4:1); su problema no es Dios, sino ellos. La contrariedad que encuentran aquellos que desean hacer la voluntad de Dios se encuentra, principalmente, dentro de la propia congregación de creyentes.
Por tanto, debemos ser cautelosos al aceptar propuestas que puedan provenir de la congregación, ya que podrían ser falsas. Sin embargo, también debemos ser precavidos y no desechar a los mensajeros de Dios. En muchas ocasiones, las personas no quieren escuchar lo que Dios tiene que decir debido a un pecado en sus vidas que no siempre es evidente (Ez 28:18).
Estas son algunas de las situaciones que requieren decisiones y actitudes equilibradas por parte de los líderes. No se trata de aplicar fórmulas predefinidas, ni de considerar que lo que funcionó para otros también funcionará para ellos. Cada situación demanda un análisis de sus peculiaridades para actuar correctamente.
II- El nombre revelado.
Moisés pregunta por el nombre de aquel Dios que le envía al pueblo. Esto nos muestra, una vez más, la importancia de los nombres en la Biblia, ya que ellos llevan consigo un significado especial. Sin embargo, esto también nos muestra una realidad: todo aquel que tiene un nombre es porque alguien se lo ha dado. Parece que Dios se encuentra en una «encrucijada», ya que a Él nadie lo precede. ¿Cuál podría ser su nombre? La respuesta es preciosa y significativa a la vez: «Yo Soy el que Soy». Esto significa que nadie lo precede, Él lo abarca todo, todos necesitan de Él, Él es la existencia misma, todo existe porque Él es y todo lo sostiene. Dios revela a Moisés el nombre con el cual se dará a conocer a su pueblo.[1].
III- Libres para liberar.
Dios le otorga a Moisés tres señales para convencer al pueblo: (1) La vara que se convierte en serpiente, (2) Su mano que, al ser puesta en el pecho, se llena de una enfermedad similar a la lepra, y (3) El agua del Nilo que, al ser derramada en tierra, se convierte en sangre. A través de estas señales, Dios muestra a Moisés cómo utilizar estas herramientas y, al mismo tiempo, le ayuda a liberarse de su propia incredulidad. Porque nadie puede liderar la liberación de un pueblo si primero no se ha liberado a sí mismo, incluso de sus propias limitaciones.
Preguntas:
1.- ¿Qué diferencias pudiera usted señalar para diferenciar a un mensajero de Dios de otro falso?
2.- Busque información acerca de algún mensajero de Dios en la historia reciente del cristianismo y comparta con el resto del grupo.
3.- ¿Cómo le explicaría a un niño acerca del nombre Yo Soy?
4.- ¿Por qué cree usted que el pecado pone sordos a muchos seres humanos con respecto al mensaje de Dios?
[1] Para ampliar acera este nombre, ver el libro Mirando lo invisible, del mismo autor (ISBN: 978-1693271656).
Éxodo 4.
1 Y respondiendo Moisés, dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?
2 Entonces YHVH le dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. 3 Él le dijo: Arrójala al suelo. Y él la arrojó a la tierra, y se convirtió en una serpiente, y al verla Moisés retrocedía. 4 Pero YHVH dijo a Moisés: Extiende tu mano y atrápala por su cola. Él alargando su mano, la sujetó, y se tornó vara en su palma. 5 Esto es para que crean que YHVH, el Elohim de tus padres, Elohim de Abraham, Elohim de Isaac y Elohim de Jacob se te ha aparecido. 6 Le dijo aún YHVH: Mete tu mano en tu pecho. Y él metió su mano en su pecho, y cuando la sacó, he aquí su mano hecha como la nieve. 7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu pecho. Y él volvió su mano a su pecho, y cuando la sacó de su pecho, he aquí, estaba restaurada como su carne. 8 Si no te creen ni obedecen la advertencia de la primera señal, creerán la advertencia de la última señal. 9 Y si no creen a estas dos señales, ni obedecen tu advertencia, tomarás entonces de las aguas del Nilo y las derramarás sobre lo seco, y las aguas que saques del Nilo se convertirán en sangre sobre el suelo seco.
10 Dijo entonces Moisés a YHVH: ¡Te ruego, oh Adonai! No soy hombre elocuente, desde ayer ni anteayer, ni desde que hablaste a tu esclavo. Soy torpe de boca y torpe de lengua. 11 Pero YHVH le respondió: ¿Y quién dio boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo y al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH? 12 Y ahora ve, y Yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que hablarás.
13 Pero dijo: ¡Oh Adonai, envía por otro, envía! 14 Pero fue encendida la ira de YHVH contra Moisés, y dijo: ¿No es Aarón, el levita, tu hermano? Yo sé que ciertamente él hablará, y también he aquí, él sale a tu encuentro. Cuando él te vea, será alegrado en su corazón, 15 y hablarás con él, y pondrás las palabras en su boca, y Yo estaré con tu boca y con su boca, y os enseñaré lo que debáis hacer. 16 Él hablará por ti al pueblo, y te servirá de vocero, y tú le serás por Elohim. 17 Y llevarás en tu mano esta vara que fue transformada en serpiente, con la cual harás las señales.
18 Y encaminado Moisés, volvió a su suegro Jetro, y dijo: Iré y volveré a mis hermanos que están en Egipto, y veré si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz.
19 Dijo YHVH a Moisés en Madián: Vé, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que buscaban tu vida. 20 Tomó, pues, Moisés a su mujer y a sus hijos, los hizo montar sobre el asno, y regresó a la tierra de Egipto. Y tomó Moisés la vara de Elohim en su mano, 21 pues YHVH había dicho a Moisés: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harás en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endureceré su corazón, y no dejará ir al pueblo. 22 Y dirás a Faraón: Así ha dicho YHVH: Israel es mi hijo, mi primogénito, 23 y te digo: Deja ir a mi hijo para que me sirva; pero tú rehusarás dejarlo ir. He aquí Yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
24 Y ocurrió por el camino, en una posada, que el Mensajero (angelos) de YHVH le salió al encuentro y procuró hacerlo morir. 25 Pero Séfora, tomando un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo, y tirándolo a los pies de él, dijo: ¡Me eres esposo de sangre! 26 Entonces se apartó de él, mientras ella decía: Esposo de sangre eres, por la circuncisión.
27 Y YHVH había dicho a Aarón: Vé al desierto al encuentro de Moisés. Y él fue y lo encontró en el monte de Elohim, y lo besó. 28 Y Moisés declaró a Aarón todas las palabras con que YHVH lo había enviado, y todas las señales que le había ordenado.
29 Y Moisés fue encaminado con Aarón y reunieron a los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló Aarón todas las palabras que YHVH había hablado a Moisés, e hizo las señales ante los ojos del pueblo. 31 Y creyó el pueblo y fue alegrado, porque YHVH había visitado a los hijos de Israel y visto su aflicción. Y el pueblo hizo reverencia y se postró.
►4.6 YHVH: Mete… como la nieve… TM añade te ruego y leprosa. Se sigue LXX.
►4.8 Si no te creen… TM añade y sucederá que. Se sigue LXX.
►4.9 Y si no creen… TM añade tampoco. Se sigue LXX.
►4.10 Adonai… Se sigue LXX; desde ayer… Soy torpe… TM añade ni y pues. Se sigue LXX.
►4.13 Adonai… Se sigue LXX; envía… TM añade te ruego. Se sigue LXX.
►4.17 esta vara… TM omite que se transformó en serpiente. Se sigue LXX.
►4.18 y dijo: Iré… TM añade le y ahora. Se sigue LXX.
►4.19 todos… TM añade los hombres. Se sigue LXX.
►4.23 primogénito… Estas palabras se dirigen tanto a Faraón como a Moisés →Ex 12.29.
►4.24 Ángel de YHVH… TM: YHVH. Se sigue LXX.
►4.25 Me eres… TM añade ciertamente. Se sigue LXX; sangre… TM: sangres (tb. en Gn 4.11).
►4.26 se apartó… Esto es, el Ángel de YHVH.
►4.29 los ancianos… TM añade todos. Se sigue LXX.
Éxodo 5.
1 Después Moisés y Aarón llegaron ante Faraón, y le dijeron: Así dice YHVH, Elohim de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me haga celebración en el desierto. 2 Pero Faraón respondió: ¿Quién es este cuya voz deba yo obedecer para dejar ir a los hijos de Israel? ¡No conozco a YHVH, y tampoco suelto a Israel! 3 Y ellos dijeron: El Elohim de los hebreos nos ha convocado. Iremos, pues, en una jornada de tres días al desierto, para ofrecer sacrificios a YHVH nuestro Elohim, no sea que nos ataque con pestilencia o espada. 4 El rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón ¿por qué distraéis al pueblo de sus faenas? ¡Volved a vuestras tareas! 5 Dijo también Faraón: Mirad, el pueblo ahora es numeroso, y vosotros los estáis haciendo cesar de sus tareas. 6 Y ordenó Faraón a los supervisores del pueblo y a sus caporales, diciendo: 7 No se seguirá dando paja al pueblo para fabricar como en días atrás. ¡Que ellos vayan y recojan la paja por sí mismos! 8 Y les exigiréis la misma cantidad de adobes que hacían en días atrás, y no la rebajaréis, porque son perezosos, por eso claman diciendo: Vayamos y sacrifiquemos para nuestro Elohim. 9 ¡Agrávese la labor a esa gente y que se afanen en ella y no se interesen en palabras vanas!
10 Saliendo entonces los supervisores y los caporales, hablaron y dijeron al pueblo: Así ha dicho Faraón: ¡Ya no os doy más paja! 11 Id vosotros, recoged vosotros mismos paja donde la encontréis, aunque nada es disminuido de vuestro trabajo. 12 Y el pueblo fue esparcido por todo Egipto para recoger rastrojo que sirviera de paja. 13 Entre tanto los supervisores los apremiaban, diciendo: Acabad vuestras faenas, lo de cada día en su día, como cuando se os daba paja. 14 Y los caporales de los hijos de Israel, que los supervisores de Faraón habían puesto sobre ellos, eran azotados, diciéndoseles: ¿Por qué no habéis cumplido ni ayer ni hoy vuestra cuota de adobe como antes?
15 Entonces los caporales de los hijos de Israel llegaron y se quejaron ante Faraón, diciendo: ¿Por qué tratas así a tus siervos? 16 No se da paja a tus siervos, pero nos dicen: ¡Haced adobes! He aquí tus siervos son azotados, como si tu pueblo fuera el culpable. 17 Pero él respondió: Sois perezosos, muy perezosos, y por eso vosotros decís: Vamos a ofrecer sacrificio a YHVH. 18 Id ahora y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la cuota de adobes.
19 Y los caporales de los hijos de Israel se vieron en apuros al decírseles: ¡Nada de vuestros adobes se reducirá: La tarea de cada jornada en su día! 20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los aguardaban, 21 y les dijeron: Que Elohim os mire y juzgue, pues habéis hecho heder nuestro aliento a ojos de Faraón y de sus servidores, poniéndoles en su mano una espada para que se nos mate.
►5.2 los hijos de… TM omite. Se sigue LXX.
►5.5 el pueblo… TM añade de esta tierra. Se sigue LXX.
►5.6 ordenó… TM añade aquel mismo día. Se sigue LXX; supervisores… (egipcios); pueblo… Esto es, Israel; caporales… (israelitas).
►5.7 para fabricar… TM añade adobes. Se sigue LXX.
►5.9 que se afanen… TM: que lo hagan. Se sigue Q y LXX.
►5.10 caporales… TM añade del pueblo. Se sigue LXX.
►5.12 Egipto… TM añade tierra de. Se sigue LXX.
►5.13 se os daba… TM: había. Se sigue Q y LXX.
►5.16 pueblo… Esto es, Israel; culpable… Otra traducción posible: pero tu pueblo es el culpable.
►5.21 servidores… La incongruencia entre heder y ojos enfatiza el aborrecimiento.
Éxodo 5:22-6:30.
22 Y Moisés se volvió a YHVH, y dijo: Oh YHVH ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23 Porque desde que fui a Faraón para hablar en tu Nombre, él ha afligido a este pueblo, y ciertamente Tú no has librado a tu pueblo en modo alguno.
1 Dijo YHVH a Moisés: Ahora verás lo que Yo haré a Faraón, porque constreñido por una mano fuerte los dejará ir, y en virtud de una mano fuerte los expulsará de su tierra. 2 Y habló Elohim a Moisés, y le dijo: Yo soy YHVH. 3 Yo me aparecí a Abraham, Isaac y Jacob como El-Shadday, pero con mi Nombre YHVH no me di a conocer a ellos. 4 También establecí mi pacto con ellos para darles la tierra de Canaán, tierra de sus peregrinaciones en la cual vivieron. 5 Y ahora Yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios hacen servir, y me fue recordado mi pacto. 6 Por tanto, dí a los hijos de Israel: Yo soy YHVH, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con grandes juicios. 7 Os tomaré para Mí por pueblo y seré vuestro Elohim; y sabréis que Yo soy YHVH vuestro Elohim, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios, 8 y os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré en posesión. Yo, YHVH.
9 Así habló Moisés a los hijos de Israel, pero a causa de la impaciencia de espíritu y la dura esclavitud, no escucharon a Moisés. 10 Entonces YHVH habló a Moisés, diciendo: 11 Entra, habla a Faraón rey de Egipto que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 12 Y habló Moisés delante de YHVH, diciendo: He ahí, los hijos de Israel no me escuchan ¿cómo me escuchará Faraón siendo yo incircunciso de labios? 13 Y habló YHVH a Moisés y a Aarón, y los instruyó respecto a Faraón rey de Egipto, a fin de sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
14 Estos son las cabezas de las casas paternas:
Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc y Falú, Hezrón y Carmi. Estas son las familias de Rubén.
15 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zoar y Saúl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón.
16 Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari, y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años. 17 Los hijos de Gersón: Libní y Simeí, por sus familias. 18 Y los hijos de Coat: Amram e Izar, Hebrón y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años. 19 Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de Leví según sus generaciones. 20 Y Amram tomó por mujer a su tía Jocabed, la cual le dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años. 21 Y los hijos de Izar: Coré, Nefeg y Zicri. 22 Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri. 23 Y Aarón tomó por mujer a Elizabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, la cual le dio a luz a Nadab, a Abiú, a Eleazar y a Itamar. 24 Y los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreítas. 25 Y Eleazar ben Aarón, tomó una mujer de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees. Y estos son las cabezas paternas de los levitas según sus familias. 26 Estos son Aarón y Moisés a quienes YHVH dijo que sacaran a los hijos de Israel de la tierra de Egipto con sus posesiones. 27 Este Aarón y este Moisés son los que hablaron a Faraón rey de Egipto para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
28 Ahora bien, el día en que habló YHVH a Moisés en la tierra de Egipto, 29 sucedió que YHVH se dirigió a Moisés, diciendo: Yo soy YHVH. Habla a Faraón rey de Egipto todo lo que te hablo. 30 Pero Moisés respondió ante YHVH: He aquí, yo soy incircunciso de labios ¿cómo, pues, me escuchará Faraón?
►6.5 me fue recordado… Se sigue LXX →Gn 15.13-14.
►6.13 los instruyó… TM añade respecto a los hijos de Israel. Se sigue LXX.
►6.19 … generaciones →1Cr 6.16-19.
►6.22 LXX omite Misael.
►6.25 tomó… TM añade para sí. Se sigue LXX.
►6.26 … Egipto. Se sigue LXX.
►6.27 de la tierra… Se sigue PS, Sir. y LXX.
Éxodo 4.
1 Y respondiendo Moisés, dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?
2 Entonces YHVH le dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. 3 Él le dijo: Arrójala al suelo. Y él la arrojó a la tierra, y se convirtió en una serpiente, y al verla Moisés retrocedía. 4 Pero YHVH dijo a Moisés: Extiende tu mano y atrápala por su cola. Él alargando su mano, la sujetó, y se tornó vara en su palma. 5 Esto es para que crean que YHVH, el Elohim de tus padres, Elohim de Abraham, Elohim de Isaac y Elohim de Jacob se te ha aparecido. 6 Le dijo aún YHVH: Mete tu mano en tu pecho. Y él metió su mano en su pecho, y cuando la sacó, he aquí su mano hecha como la nieve. 7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu pecho. Y él volvió su mano a su pecho, y cuando la sacó de su pecho, he aquí, estaba restaurada como su carne. 8 Si no te creen ni obedecen la advertencia de la primera señal, creerán la advertencia de la última señal. 9 Y si no creen a estas dos señales, ni obedecen tu advertencia, tomarás entonces de las aguas del Nilo y las derramarás sobre lo seco, y las aguas que saques del Nilo se convertirán en sangre sobre el suelo seco.
10 Dijo entonces Moisés a YHVH: ¡Te ruego, oh Adonai! No soy hombre elocuente, desde ayer ni anteayer, ni desde que hablaste a tu esclavo. Soy torpe de boca y torpe de lengua. 11 Pero YHVH le respondió: ¿Y quién dio boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo y al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH? 12 Y ahora ve, y Yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que hablarás.
13 Pero dijo: ¡Oh Adonai, envía por otro, envía! 14 Pero fue encendida la ira de YHVH contra Moisés, y dijo: ¿No es Aarón, el levita, tu hermano? Yo sé que ciertamente él hablará, y también he aquí, él sale a tu encuentro. Cuando él te vea, será alegrado en su corazón, 15 y hablarás con él, y pondrás las palabras en su boca, y Yo estaré con tu boca y con su boca, y os enseñaré lo que debáis hacer. 16 Él hablará por ti al pueblo, y te servirá de vocero, y tú le serás por Elohim. 17 Y llevarás en tu mano esta vara que fue transformada en serpiente, con la cual harás las señales.
18 Y encaminado Moisés, volvió a su suegro Jetro, y dijo: Iré y volveré a mis hermanos que están en Egipto, y veré si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz.
19 Dijo YHVH a Moisés en Madián: Vé, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que buscaban tu vida. 20 Tomó, pues, Moisés a su mujer y a sus hijos, los hizo montar sobre el asno, y regresó a la tierra de Egipto. Y tomó Moisés la vara de Elohim en su mano, 21 pues YHVH había dicho a Moisés: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harás en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endureceré su corazón, y no dejará ir al pueblo. 22 Y dirás a Faraón: Así ha dicho YHVH: Israel es mi hijo, mi primogénito, 23 y te digo: Deja ir a mi hijo para que me sirva; pero tú rehusarás dejarlo ir. He aquí Yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
24 Y ocurrió por el camino, en una posada, que el Mensajero (angelos) de YHVH le salió al encuentro y procuró hacerlo morir. 25 Pero Séfora, tomando un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo, y tirándolo a los pies de él, dijo: ¡Me eres esposo de sangre! 26 Entonces se apartó de él, mientras ella decía: Esposo de sangre eres, por la circuncisión.
27 Y YHVH había dicho a Aarón: Vé al desierto al encuentro de Moisés. Y él fue y lo encontró en el monte de Elohim, y lo besó. 28 Y Moisés declaró a Aarón todas las palabras con que YHVH lo había enviado, y todas las señales que le había ordenado.
29 Y Moisés fue encaminado con Aarón y reunieron a los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló Aarón todas las palabras que YHVH había hablado a Moisés, e hizo las señales ante los ojos del pueblo. 31 Y creyó el pueblo y fue alegrado, porque YHVH había visitado a los hijos de Israel y visto su aflicción. Y el pueblo hizo reverencia y se postró.
►4.6 YHVH: Mete… como la nieve… TM añade te ruego y leprosa. Se sigue LXX.
►4.8 Si no te creen… TM añade y sucederá que. Se sigue LXX.
►4.9 Y si no creen… TM añade tampoco. Se sigue LXX.
►4.10 Adonai… Se sigue LXX; desde ayer… Soy torpe… TM añade ni y pues. Se sigue LXX.
►4.13 Adonai… Se sigue LXX; envía… TM añade te ruego. Se sigue LXX.
►4.17 esta vara… TM omite que se transformó en serpiente. Se sigue LXX.
►4.18 y dijo: Iré… TM añade le y ahora. Se sigue LXX.
►4.19 todos… TM añade los hombres. Se sigue LXX.
►4.23 primogénito… Estas palabras se dirigen tanto a Faraón como a Moisés →Ex 12.29.
►4.24 Ángel de YHVH… TM: YHVH. Se sigue LXX.
►4.25 Me eres… TM añade ciertamente. Se sigue LXX; sangre… TM: sangres (tb. en Gn 4.11).
►4.26 se apartó… Esto es, el Ángel de YHVH.
►4.29 los ancianos… TM añade todos. Se sigue LXX.
Éxodo 5.
1 Después Moisés y Aarón llegaron ante Faraón, y le dijeron: Así dice YHVH, Elohim de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me haga celebración en el desierto. 2 Pero Faraón respondió: ¿Quién es este cuya voz deba yo obedecer para dejar ir a los hijos de Israel? ¡No conozco a YHVH, y tampoco suelto a Israel! 3 Y ellos dijeron: El Elohim de los hebreos nos ha convocado. Iremos, pues, en una jornada de tres días al desierto, para ofrecer sacrificios a YHVH nuestro Elohim, no sea que nos ataque con pestilencia o espada. 4 El rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón ¿por qué distraéis al pueblo de sus faenas? ¡Volved a vuestras tareas! 5 Dijo también Faraón: Mirad, el pueblo ahora es numeroso, y vosotros los estáis haciendo cesar de sus tareas. 6 Y ordenó Faraón a los supervisores del pueblo y a sus caporales, diciendo: 7 No se seguirá dando paja al pueblo para fabricar como en días atrás. ¡Que ellos vayan y recojan la paja por sí mismos! 8 Y les exigiréis la misma cantidad de adobes que hacían en días atrás, y no la rebajaréis, porque son perezosos, por eso claman diciendo: Vayamos y sacrifiquemos para nuestro Elohim. 9 ¡Agrávese la labor a esa gente y que se afanen en ella y no se interesen en palabras vanas!
10 Saliendo entonces los supervisores y los caporales, hablaron y dijeron al pueblo: Así ha dicho Faraón: ¡Ya no os doy más paja! 11 Id vosotros, recoged vosotros mismos paja donde la encontréis, aunque nada es disminuido de vuestro trabajo. 12 Y el pueblo fue esparcido por todo Egipto para recoger rastrojo que sirviera de paja. 13 Entre tanto los supervisores los apremiaban, diciendo: Acabad vuestras faenas, lo de cada día en su día, como cuando se os daba paja. 14 Y los caporales de los hijos de Israel, que los supervisores de Faraón habían puesto sobre ellos, eran azotados, diciéndoseles: ¿Por qué no habéis cumplido ni ayer ni hoy vuestra cuota de adobe como antes?
15 Entonces los caporales de los hijos de Israel llegaron y se quejaron ante Faraón, diciendo: ¿Por qué tratas así a tus siervos? 16 No se da paja a tus siervos, pero nos dicen: ¡Haced adobes! He aquí tus siervos son azotados, como si tu pueblo fuera el culpable. 17 Pero él respondió: Sois perezosos, muy perezosos, y por eso vosotros decís: Vamos a ofrecer sacrificio a YHVH. 18 Id ahora y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la cuota de adobes.
19 Y los caporales de los hijos de Israel se vieron en apuros al decírseles: ¡Nada de vuestros adobes se reducirá: La tarea de cada jornada en su día! 20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los aguardaban, 21 y les dijeron: Que Elohim os mire y juzgue, pues habéis hecho heder nuestro aliento a ojos de Faraón y de sus servidores, poniéndoles en su mano una espada para que se nos mate.
►5.2 los hijos de… TM omite. Se sigue LXX.
►5.5 el pueblo… TM añade de esta tierra. Se sigue LXX.
►5.6 ordenó… TM añade aquel mismo día. Se sigue LXX; supervisores… (egipcios); pueblo… Esto es, Israel; caporales… (israelitas).
►5.7 para fabricar… TM añade adobes. Se sigue LXX.
►5.9 que se afanen… TM: que lo hagan. Se sigue Q y LXX.
►5.10 caporales… TM añade del pueblo. Se sigue LXX.
►5.12 Egipto… TM añade tierra de. Se sigue LXX.
►5.13 se os daba… TM: había. Se sigue Q y LXX.
►5.16 pueblo… Esto es, Israel; culpable… Otra traducción posible: pero tu pueblo es el culpable.
►5.21 servidores… La incongruencia entre heder y ojos enfatiza el aborrecimiento.
Éxodo 5:22-6:30.
22 Y Moisés se volvió a YHVH, y dijo: Oh YHVH ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23 Porque desde que fui a Faraón para hablar en tu Nombre, él ha afligido a este pueblo, y ciertamente Tú no has librado a tu pueblo en modo alguno.
1 Dijo YHVH a Moisés: Ahora verás lo que Yo haré a Faraón, porque constreñido por una mano fuerte los dejará ir, y en virtud de una mano fuerte los expulsará de su tierra. 2 Y habló Elohim a Moisés, y le dijo: Yo soy YHVH. 3 Yo me aparecí a Abraham, Isaac y Jacob como El-Shadday, pero con mi Nombre YHVH no me di a conocer a ellos. 4 También establecí mi pacto con ellos para darles la tierra de Canaán, tierra de sus peregrinaciones en la cual vivieron. 5 Y ahora Yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios hacen servir, y me fue recordado mi pacto. 6 Por tanto, dí a los hijos de Israel: Yo soy YHVH, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con grandes juicios. 7 Os tomaré para Mí por pueblo y seré vuestro Elohim; y sabréis que Yo soy YHVH vuestro Elohim, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios, 8 y os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré en posesión. Yo, YHVH.
9 Así habló Moisés a los hijos de Israel, pero a causa de la impaciencia de espíritu y la dura esclavitud, no escucharon a Moisés. 10 Entonces YHVH habló a Moisés, diciendo: 11 Entra, habla a Faraón rey de Egipto que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 12 Y habló Moisés delante de YHVH, diciendo: He ahí, los hijos de Israel no me escuchan ¿cómo me escuchará Faraón siendo yo incircunciso de labios? 13 Y habló YHVH a Moisés y a Aarón, y los instruyó respecto a Faraón rey de Egipto, a fin de sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
14 Estos son las cabezas de las casas paternas:
Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc y Falú, Hezrón y Carmi. Estas son las familias de Rubén.
15 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zoar y Saúl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón.
16 Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari, y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años. 17 Los hijos de Gersón: Libní y Simeí, por sus familias. 18 Y los hijos de Coat: Amram e Izar, Hebrón y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años. 19 Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de Leví según sus generaciones. 20 Y Amram tomó por mujer a su tía Jocabed, la cual le dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años. 21 Y los hijos de Izar: Coré, Nefeg y Zicri. 22 Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri. 23 Y Aarón tomó por mujer a Elizabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, la cual le dio a luz a Nadab, a Abiú, a Eleazar y a Itamar. 24 Y los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreítas. 25 Y Eleazar ben Aarón, tomó una mujer de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees. Y estos son las cabezas paternas de los levitas según sus familias. 26 Estos son Aarón y Moisés a quienes YHVH dijo que sacaran a los hijos de Israel de la tierra de Egipto con sus posesiones. 27 Este Aarón y este Moisés son los que hablaron a Faraón rey de Egipto para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
28 Ahora bien, el día en que habló YHVH a Moisés en la tierra de Egipto, 29 sucedió que YHVH se dirigió a Moisés, diciendo: Yo soy YHVH. Habla a Faraón rey de Egipto todo lo que te hablo. 30 Pero Moisés respondió ante YHVH: He aquí, yo soy incircunciso de labios ¿cómo, pues, me escuchará Faraón?
►6.5 me fue recordado… Se sigue LXX →Gn 15.13-14.
►6.13 los instruyó… TM añade respecto a los hijos de Israel. Se sigue LXX.
►6.19 … generaciones →1Cr 6.16-19.
►6.22 LXX omite Misael.
►6.25 tomó… TM añade para sí. Se sigue LXX.
►6.26 … Egipto. Se sigue LXX.
►6.27 de la tierra… Se sigue PS, Sir. y LXX.
Salmo 119:89-96.
89 Oh YHVH, tu Palabra permanece en los cielos para siempre.
90 De generación en generación es tu fidelidad; afirmaste la tierra, y permanece.
91 Todo subsiste hasta hoy por tu mandato, porque todas las cosas te sirven.
92 Si tu ley (torá) no hubiera sido mi deleite, ya habría perecido en mi aflicción.
93 Jamás me olvidaré de tus preceptos (piqud), porque con ellos me has vivificado (jai).
94 Tuyo soy, ¡sálvame (yeshúa)! Por cuanto he escudriñado tus preceptos (piqud),
95 Los malos me acechan para destruirme, pero yo consideraré tus testimonios (edot).
96 En toda perfección he visto límite, Pero tu mandamiento (mitzvot) es amplio en gran manera.
►119.91 te sirven… Lit. todas las cosas son tus siervas.
►119.96 límite… Lit. final. Todas las cosas de este mundo tienen un final; solo los mandamientos de Dios son ilimitados.
Proverbios 29.
1 El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, será quebrantado de repente, y no habrá para él medicina.
2 Cuando abundan los justos, el pueblo se regocija, cuando gobierna el impío, el pueblo gime.
3 El que ama la sabiduría, alegra a su padre, pero el que se junta con rameras, disipa su fortuna.
4 Un rey justo hace estable el país, pero el que lo carga de tributos lo destruye.
5 El hombre que adula a su prójimo, le tiende una red a sus pasos.
6 La transgresión del malvado es su propia trampa, mientras que el justo canta y se regocija.
7 Preocupa al justo (tzadiq) la causa del pobre, y el malvado no lo entiende.
8 Los escarnecedores agitan la ciudad, pero los sabios aplacan la ira.
9 Si un sabio contiende con un necio, se enoje este o se ría, no habrá sosiego.
10 Los sanguinarios aborrecen al varón íntegro, los rectos se preocupan por él.
11 Desfoga el necio todas sus pasiones, pero el sabio dentro de sí las aquieta.
12 El gobernante que hace caso de embustes, tendrá criminales por servidores.
13 El oprimido y el opresor coinciden en esto: A los ojos de ambos dio vista YHVH.
14 El rey que juzga lealmente a los desvalidos, afianzará su trono para siempre.
15 Vara y reprensión meten en razón, pero el muchacho consentido avergonzará a su madre.
16 Cuando los malvados mandan, los crímenes aumentan, pero los justos presenciarán su caída.
17 Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará satisfacciones a tu alma (nefesh).
18 Donde no hay visión profética, el pueblo se desenfrena, pero, ¡cuán bienaventurado es el que guarda la ley (torá)!
19 Solo con palabras no escarmienta el siervo, porque entiende, pero no hace caso.
20 ¿Has observado a un hombre precipitado al hablar?, pues más se puede esperar de un necio.
21 El consentido desde la niñez es un esclavo, al final lo lamentará.
22 El hombre irascible levanta contiendas, y el furioso abunda en transgresiones.
23 La soberbia del hombre (adám) lo humillará, pero el de espíritu (ruaj) humilde recibirá honra.
24 El que se asocia a un ladrón aborrece su propia alma (nefesh), oye la maldición, pero no lo denuncia.
25 El que teme a los hombres (adám) caerá en el lazo, pero el que confía en YHVH es inaccesible.
26 Muchos buscan el favor del que manda, pero la sentencia (mishpatim) para el hombre (adám) procede de YHVH.
27 El varón inicuo es aborrecido por los justos (tzadiq), y el de camino recto es aborrecido por los inicuos.
Ezequiel 26.
1 En el año undécimo, en el día primero del mes, aconteció que vino a mí palabra de YHVH, diciendo:
2 Hijo de hombre (adám), por cuanto Tiro ha dicho de Jerusalén: ¡Bravo! ¡Rota está la puerta de los pueblos! ¡Ha caído en mi poder! ¡En ella me cebaré! 3 Así dice Adonai YHVH: ¡Heme aquí contra ti, oh Tiro! Como el mar levanta sus olas, así Yo levanto contra ti a pueblos numerosos. 4 Destruirán las murallas de Tiro, derribarán sus baluartes, barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa. 5 Será tendedero de redes en medio del mar, porque Yo he hablado, dice Adonai YHVH. Será botín de los gentiles, 6 sus poblados del campo, pasados a cuchillo, y sabrán que Yo soy YHVH. 7 Porque, dice Adonai YHVH: He aquí traigo del norte contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes, y un ejército de numerosas tropas. 8 Matará a espada a tus hijas en el campo, armará contra ti torres de asedio, levantará contra ti baluartes, y afirmará su escudo contra ti. 9 Batirá tus murallas con arietes, y con hachas destruirá tus torres. 10 Te envolverá la polvareda de sus escuadrones de caballería, y tus muros temblarán por el estruendo de su caballería y el rodar de los carros, cuando entre por tus puertas como se entra en ciudad desportillada. 11 Con los cascos de sus caballos hollará todas tus calles, y a tu pueblo matará a filo de cuchillo, y tus fuertes columnas caerán a tierra. 12 Robarán tu riqueza y saquearán tu mercadería, arruinarán tus muros, destruirán tus casas más preciosas, y pondrán tus piedras, tu madera y hasta tu polvo en medio de las aguas. 13 Haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus cítaras. 14 Te pondré como una peña lisa y serás tendedero de redes, y nunca más serás edificada, porque Yo YHVH he hablado, dice Adonai YHVH.
15 Así dice Adonai YHVH a Tiro: ¿No se estremecerán las islas ante el estruendo de tu caída, con el lamento de tus alanceados y el degüello de tus víctimas dentro de ti? 16 Bajarán de sus tronos todos los príncipes marinos, se despojarán sus mantos, y se quitarán sus ropas bordadas; se vestirán de espanto y, sentados en el suelo, se estremecerán consternados, horrorizados a causa de ti. 17 Levantarán endechas sobre ti, y dirán acerca de ti: ¡Cómo quedó la ciudad renombrada, poblada por gente de los mares, que imponían su terror a cuantos la rodeaban! 18 Ahora, las islas tiemblan ante el día de tu caída. 19 Porque así dice Adonai YHVH: Yo te convertiré en ciudad asolada. Como las ciudades que ya no se habitan, haré que el abismo acuoso suba sobre ti, y las muchas aguas te cubrirán. 20 Y te hundiré con los que bajan a la fosa, a gentes de tiempos remotos, y te pondré en las profundidades de la tierra, entre las ruinas de la antigüedad, con los que bajan a la fosa, para que nunca más seas poblada, pero Yo pondré gloria en la tierra de los vivientes. 21 Te convertiré en espanto, y nunca más serás hallada, dice Adonai YHVH.
►26.17-18 Se sigue LXX →§194.
Ezequiel 27.
1 Vino a mí palabra de YHVH, diciendo: 2 Tú, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro. 3 Di: ¡Oh Tiro!, princesa de los puertos, mercado de muchos pueblos costeros: Así dice Adonai YHVH: Tiro, tú te has dicho: Yo soy perfecta en hermosura. 4 Tus predios eran el corazón del mar; tus armadores completaron tu belleza, 5 con cipreses de Senir armaron tu maderaje, escogieron un cedro del Líbano y alzaron el mástil en ti; 6 con robles de Basán hicieron tus remos, tu cubierta, con madera de boj de las costas de Quitim, incrustadas con marfil; 7 tu velamen, de lino recamado de Egipto, para que te sirviera de estandarte; de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón. 8 Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus expertos, oh Tiro, estaban en ti, y eran tus timoneles. 9 Los ancianos de Gebal y sus más hábiles obreros calafateaban tus junturas. Todos los navíos del mar y sus marinos traficaban contigo. 10 Persas, los de Lud y los de Fut servían en tu ejército como guerreros tuyos, escudos y yelmos en ti se suspendían y te engalanaban con ellos. 11 Los hombres de Arvad y Jelec guarnecían tus muros en derredor, y los de Gamadim estaban en tus baluartes, y colgaban sus escudos alrededor de tus muros perfeccionando tu hermosura. 12 Por la opulencia de todas tus riquezas, traficaba Tarsis contigo, traficaba en tus mercados plata, hierro, estaño y plomo. 13 Javán, Tubal y Mesec traficaban contigo; con esclavos y objetos de bronce traficaban en tus mercados. 14 Los de la casa de Togarmá cambiaban tus mercaderías por caballos de tiro, de silla, y mulos. 15 Los hijos de Dedán traficaban contigo, y muchas islas se hallaban bajo la dependencia de tu comercio, y te traían como tributo colmillos de marfil y maderas de ébano. 16 Por la abundancia de tus productos, Edom venía a tus mercados y traficaba contigo con perlas y con púrpura, con vestidos bordados y linos finos, con corales y rubíes. 17 También Judá y la tierra de Israel traficaban contigo, dándote por tus mercaderías el trigo de Minit y de Panag, y la miel, el aceite y la resina. 18 Damasco traficaba contigo por la opulencia de toda riqueza, negociaba con el vino de Helbón y la más blanca lana. 19 Dan y el errante Javán venían a tus ferias, para traficar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y caña aromática. 20 Dedán comerciaba contigo en paños preciosos para las carrozas. 21 Aun Arabia y todos los príncipes de Cedar se hallaban bajo la dependencia de tu comercio, traficando con corderos, carneros y machos cabríos. 22 Los mercaderes de Sabá y de Raama traficaban contigo; venían a tus mercados con el más apreciado bálsamo, y toda clase de piedras preciosas y oro daban por tus mercaderías. 23 Harán, Cane, Edén, y los mercaderes de Sabá, de Asiria y de Quilmad, contrataban contigo. 24 Traficaban contigo con tejidos finos, con mantos de azul y bordados, y con cajas de ropas preciosas, liados con cuerdas y bien asegurados; con todo esto traficaban contigo. 25 Las naves de Tarsis eran en tu ercado como largas caravanas, y así extremaste tus riquezas y opulencia en medio de los mares. 26 Tus remeros te conducían entre las vastas aguas, hasta que, en medio de los mares, te desmanteló el solano, 27 con tus riquezas, bienes y mercaderías, con tus remeros, timoneles y calafates, con todos los mercaderes de tu tráfico. Y todos los hombres de guerra, y toda aquella gente en medio de ti, cayó en medio de los mares en el día de tu destrucción. 28 Al grito estrepitoso de tus marineros las olas temblaron, 29 y todos los que empuñan el remo, y marineros, y timoneles del mar todos saltaron de sus naves para quedarse en tierra. 30 Se escucharán sus voces, llorando amargamente por ti, polvo se echarán en sus cabezas, y se revolcarán en ceniza [[31]]; 32 en su lamento entonarán cantos fúnebres por ti, y se lamentarán por ti. 33 Cuando desembarcaban tus mercaderías, saciabas a pueblos numerosos, y con tus muchas riquezas y mercaderías, enriquecías a los reyes de la tierra. 34 Ahora, quebrantada por el mar, en la profundidad de las aguas, con tus productos y toda tu tripulación caídos en medio de ti, 35 todos los moradores de las costas están atónitos a causa de ti, sus reyes tiemblan de espanto, sus rostros están abatidos, 36 y entre los pueblos, los mercaderes silban de asombro. Espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
►27.18 Se sigue.
►27.28 olas… Otra traducción posible: costas.
►27.31 TM añade v. Se sigue LXX.
►27.32 Se sigue LXX.
►27.36 Se inserta asombro para suplir elipsis del original.
Ezequiel 28.
1 Vino a mí palabra de YHVH, diciendo: 2 Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro:
Así dice Adonai YHVH: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy DIOS, y en el trono de Elohim estoy sentado en medio de los mares. Pero tú eres hombre y no DIOS, aunque has puesto tu corazón como el corazón de Elohim. 3 ¡He aquí eres más entendido que Dan’el, y ningún misterio te es oculto! 4 Por tu sabiduría e inteligencia adquiriste riquezas, oro y plata acumulaste en tus tesorerías. 5 Por tu conocimiento superior multiplicaste tus riquezas a través de tus contrataciones, y a causa de tus riquezas se enalteció tu corazón. 6 Por tanto, así dice Adonai YHVH: Por cuanto pusiste tu corazón como el corazón de Elohim, 7 he aquí, Yo traigo contra ti extranjeros, los terribles de los gentiles, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu inteligencia, y mancharán tu esplendor. 8 Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los traspasados en medio de los mares. 9 ¿Porfiarás en decir:Yo soy Elohim, en presencia de quien te mata? Porque en presencia del que te traspasa, tú eres hombre y no DIOS. 10 Morirás de muerte de incircuncisos por mano de extranjeros, porque Yo he hablado, dice Adonai YHVH.
11 Vino a mí palabra de YHVH, diciendo:
12 Hijo de hombre, entona endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Adonai YHVH: ¡Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura! 13 En Edén, en el huerto de Elohim estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: De cornerina, topacio, jaspe y crisólito, de berilo y ónice; zafiro y carbunclo, de esmeralda y de oro. Los primores de tus panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14 Tú, Querubín ungido, protector, Yo te constituí para esto. En el santo monte de Elohim estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la amplitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te degrado del monte de Elohim, y te destruyo, oh Querubín protector, de en medio de las piedras del fuego. 17 A causa de tu hermosura se enalteció tu corazón; a causa de tu esplendor corrompiste tu sabiduría. Yo te arrojo por tierra, y delante de los reyes te pondré por espectáculo. 18 Con la amplitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tus santuarios. He aquí Yo hago brotar en medio de ti un fuego para que te consuma, y te reduzco a ceniza sobre la tierra a ojos de todos los que te observan. 19 Todos los que te conocieron entre los pueblos se asombrarán de ti: Espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
20 Vino a mí palabra de YHVH, diciendo:
21 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, 22 y dirás: Así dice Adonai YHVH: Oh Sidón, he aquí Yo estoy contra ti, y en medio de ti seré glorificado, y sabrán que Yo soy YHVH, cuando en ella ejecute juicios, y en ella me santifique. 23 ¡Plaga y sangre por sus calles! ¡Víctimas que caen en medio de ella por la espada hostil que la rodea! Y sabrán que Yo soy YHVH. 24 Y la casa de Israel nunca más tendrá zarzal lacerante ni espino que atormente, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian, y sabrán que Yo soy YHVH. 25 Así dice Adonai YHVH: Cuando Yo haya recogido a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, y me haya santificado en ellos a vista de las naciones, entonces habitarán en su tierra, que di a mi siervo Jacob. 26 Y habitarán confiadamente en ella, y edificarán casas, y plantarán viñas. Sí, habitarán confiadamente cuando Yo haya ejecutado los juicios contra todos aquellos que los despojan en sus alrededores, y sabrán que Yo, YHVH, soy su Elohim.
►28.3 Dan’el… No debe confundirse con Daniel. TM: Dios es juez (Ketib). Pero los Soferim indican la lectura Daniel (Qere).
►28.10 muerte de incircuncisos… Es decir, de los ajenos al pueblo de Dios.
►28.23 Se sigue LXX.
Hechos 5:12-42.
12 Y por mano de los apóstoles se hacían muchas señales milagrosas y prodigios entre el pueblo, y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. 13 Pero ninguno de los demás osaba juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los alababa grandemente. 14 Y más y más creyentes en el Señor, multitudes de hombres y mujeres, eran añadidos constantemente. 15 Tanto que aun sacaban a los enfermos a las calles poniéndolos en catres y camillas, para que al pasar Pedro, al menos su sombra cubriera a alguno de ellos. 16 También de ciudades circunvecinas de Jerusalén concurría la multitud llevando enfermos y atormentados por espíritus inmundos, todos los cuales eran sanados.
17 Pero levantándose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con él (de la secta de los saduceos), fueron movidos a envidia, 18 y echando mano a los apóstoles, los metieron en la cárcel pública. 19 Pero un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel de noche, y después de sacarlos, dijo: 20 Id, y puestos de pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta Vida. 21 Y al oírlo, entraron al amanecer en el templo, y enseñaban. Entonces se presentó el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al Sanedrín, esto es, el Consejo Supremo de los hijos de Israel, y enviaron a la prisión para que fueran traídos. 22 Pero cuando los alguaciles se presentaron, no los hallaron en la cárcel; y al regresar, informaron, 23 diciendo: Hallamos la prisión cerrada con toda seguridad, y a los centinelas de pie ante las puertas, pero al abrir, a nadie hallamos dentro. 24 Cuando oyeron estas palabras, tanto el jefe de la guardia del templo como los principales sacerdotes, se preguntaban qué llegaría a ser esto. 25 Y llegando uno, les informó: Mirad, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo. 26 Entonces el jefe de la guardia fue con los alguaciles y los condujo sin violencia, porque temían que fueran apedreados por el pueblo.
27 Luego de conducirlos, los presentaron ante el Sanedrín, y el sumo sacerdote los interrogó, 28 diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en este nombre? He aquí, habéis llenado a Jerusalén de vuestra enseñanza, y queréis traer sobre nosotros la sangre de este hombre. 29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a DIOS antes que a los hombres. 30 El DIOS de nuestros padres resucitó a JESÚS, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero. 31 A este exaltó DIOS con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y liberación de pecados. 32 Y nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual dio DIOS a los que le obedecen.
33 Al oír esto, ellos se enfurecieron, y tenían el propósito de matarlos, 34 cuando un cierto fariseo de nombre Gamaliel, maestro de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó sacar fuera a los hombres por un momento, 35 y les dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros mismos, qué vais a hacer a estos hombres. 36 Porque antes de estos días surgió Teudas, diciendo él mismo ser alguien, a quien fue unido un número como de cuatrocientos hombres, pero fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y se redujeron a nada. 37 Después de este, en los días del censo, surgió Judas el galileo, e incitó al pueblo tras sí. También él pereció y todos los que le obedecían fueron dispersados. 38 Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres y dejadlos, porque si este plan o esta obra es de los hombres, se desvanecerá, 39 pero si es de DIOS, no podréis destruirlos, no sea que hasta seáis hallados luchando contra DIOS. Y fueron persuadidos por él. 40 Aun así, hicieron entrar a los apóstoles y los azotaron, y les ordenaron que no hablaran en el nombre de JESÚS, y los soltaron.
41 Ellos, pues, salieron de la presencia del Sanedrín, regocijándose porque habían sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. 42 Y cada día, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y anunciar la Buena Noticia de CRISTO JESÚS.
►5.5 sobrevino… Lit. se hizo.
►5.15 su sombra… Lit. la sombra →Jn 14.12.
►5.21 fueran traídos… Lit. ser traídos.
►5.28 sangre… →Mt 27.25; este hombre… M↓ añaden la partícula oú (que convierte este pasaje en pregunta).
►5.32 testigos… M↓ añaden suyos.
►5.34 los hombres… M↓ registran los apóstoles.
►5.36 alguien… Es decir, un gran personaje.
►5.37 pueblo… M↓ añaden mucho.
►5.38 es… Lit. fuera.
►5.42 enseñar y anunciar… Lit. enseñando y anunciando; CRISTO… →3.20.