Texto áureo: Éxodo 20 : 1 -2
Lecturas para adultos en la semana
Día 1: Josué 22
Día 2: 1Reyes 2
Día 3: Sal 119:1-8
Día 4: Nehemias 9
Día 5: Romanos 7
Día 6: 1Timoteo 1:1-11
I- Los Debarim.
Aunque se le conoce comúnmente como los “Diez mandamientos”, se debe aclarar que en ningún lugar de su contexto es llamado así, aunque los traductores de algunas versiones lo hayan intentado. Siempre se le llamó “las palabras” (devarim)[1] y de una forma más exacta ‘juramentos o promesas’, aunque también de forma general es llamado como “la ley” (torá).
Por otra parte, la palabra hebrea aseret, que se traduce como ‘diez’, tiene su significado más relacionado con ‘decena’, en referencia al conjunto total de diez números que se encuentran entre el diez y el diecinueve. O sea, que estas no son diez exactamente. De ahí, que cuando algunos estudiosos cuentan cada una de las sentencias encontremos diferencias con respecto a las cuentas[2]. Este concepto ‘decena’ apunta más a una unidad de los acápites que a un número específico, y so obliga a que no se pueda decir que se cumple con siete de ellos y no con el resto, porque estas “palabras” son una unidad para ser cumplidas[3].
II- Los Mitzvot.
En la mentalidad hebrea, las Diez Palabras representan muchos detalles que posteriormente Dios también entregará al pueblo, en los llamados “mandamientos” (Mitzvot). Todos estos acápites se pueden subdividir en tres grandes grupos o categorías: (1) las edot, que representan un 20%, son aquellos que crean una identidad como pueblo de Dios[4], (2) los jukim, otro 20%, son aquellos acápites ilógicos que Dios demanda y una vez revelados sus simbolismos dejan de ser ilógicos para convertirles en misterios develados[5], y (3) los mishpatim, el 60% restante, son aquellos que rigen y defienden el derecho de los individuos en la sociedad[6].
Además de esta subdivisión general, todos los detalles que se desprenden de la Torá entregada en el monte Sinaí también se pueden subdividir en dos grandes grupos que ayudan desde otra perspectiva a su entendimiento y obediencia: (1) Los mandamientos para no hacer (mitzvot lo taasé), (2) Los mandamientos para hacer (mitzvot asé).
Paralelo a esto, y con mayor marcaje para la perspectiva del idioma griego y de forma muy general en el hebreo[7], el término ‘palabras’ (debarim) se asocia más con lo que no se puede hacer[8], mientras que los ‘mandamientos’ (mitzvot), con el cómo hacer lo que sí se puede hacer[9].
III- Conócete a ti mismo.
Pablo va a explicar algo que solo se puede entender bajo el milagro de la salvación, y es el cómo funciona la relación ley-mandamiento en el plan divino[10]. Las leyes son dadas para el desobediente[11], para que pueda saber que por necesitarlas es porque algo malo en él lo mueve a eso. Sin embargo, para Pablo que nació bajo una educación en donde lo malo está anunciado que no se haga a través de la ley (torá), y que por tanto él no hacía[12], eso le hacía creer que él estaba bien. O sea, le creaba una fachada por no hacer lo malo que le hacía parecer que era bueno. Pero al llegar el momento de querer hacer lo bueno, es decir los mandamientos (mitzvá asé), y no poderlos cumplir correctamente entonces eso le hizo evidente que su naturaleza pecaminosa estaba oculta.
Por eso es se puede encontrar a personas que como él creen que no son pecadoras por el simple hecho de no hacer cosas incorrectas, pero cuando éste va a cumplir los mandamientos correctamente, eso le va a revelar su real naturaleza.
De ahí la importancia de ocuparse del espíritu a través de lo que Dios enseña para hacer, porque es así como se conoce su propia naturaleza, si pecaminosa o si regenerada del ser humano[13]. De manera que, aun cuando parezca que se cumple con los Diez juramentos es a través de los mandamientos se podrá descubrir su verdadera naturaleza. Ahora, al confesar con la boca y creer en el corazón en la obra salvífica de Cristo[14], la persona se puede escudar en esa acción expiatoria que justifica sus errores y la condenación anunciada en toda la Torá no tiene efecto, cosa aprovechada por Dios para ya sin culpa regenerar el alma pecaminosa del hombre[15].
IV- Un Jukim cumplido.
La Fiesta de pentecostés (Shavuot) celebra este día de la entrega de la Torá (los Debarim y los Mitzvot) en el monte Sinaí, y como ella en sí misma es un mandamiento de aquellos que debían ser revelados (jukim) su perfección se encuentra cuando Dios a través del Espíritu Santo grava esa ley en el corazón del hombre[16].
V- Una introducción para aclarar dudas.
Dios hace una presentación con la que avala que esto no es un invento de Moisés, ni es producto del devenir histórico de la nación de Israel, sino que es Él su propio autor. Esto implica dos cosas: (a) Una obediencia de aquellos que le aman, (b) Y un respeto a no crear leyes o tradiciones que pudieran competir con la suya. Lo último implica que el hombre podía crear sus propias tradiciones y leyes, pero nunca que estas pudieran competir o ser puestas a la altura de las Suyas.
Algunos como los rabinos talmúdicos y Juan Calvino creyeron también que, aunque esta introducción no se menciona como una ley categóricamente, tiene una implicación como si lo fuera al demandar fidelidad en la interacción con Él.
Preguntas:
1.- Explique la diferencia entre ley y mandamientos.
2.- Basado en Ro 7:7-12 explique el proceso que Pablo detalla.
3.- Investigue en qué consistía y cómo se celebraba la Fiesta de pentecostés. Luego explique, qué pudieran significar sus detalles a la luz de la acción del Espíritu Santo.
4.- ¿Cómo ve usted que se aplica esta porción a la crítica que hizo Jesús a los escribas y fariseos? (Mt 23).
[1] Aseret Hadevarim (עֲשֶׂרֶת הַדְּבָרִים) esto significa de forma sencilla las ‘diez palabras’, o de forma significativa los ‘diez juramentos’.
[2] Un ejemplo es la contradicción en las opiniones entre Agustín, Lutero y Calvino en cuanto a la primera sentencia. Este último ve el «Yo Soy YHVH tu Dios» como el primero siguiendo el Talmud, mientras para los dos primeros esto es sólo una introducción.
[3] Stg 2:10.
[4] Dt 22:12; Mt 23:5.
[5] Lev 11; Sal 2:7.
[6] Sal 19:9-10.
[7] Pr 3:1.
[8] 1Tim 1:8-11.
[9] 1Co 7:10.
[10] Ro 7-8.
[11] En este libro asociamos “ley” con mitzvá lo taasé (mandamientos para no hacer), para facilitar el entendimiento del estudiante, no porque sea lo más exacto.
[12] Ro 7:8b.
[13] Pr 23:7.
[14] Ro 10:9.
[15] La práctica y el disfrute de lo mal hecho es la que marca la diferencia entre pecado y el error natural del ser humano (1Jn 3:8).
[16] En otra porción se profundizará en el tema de esta fiesta.
Éxodo 20 : 1 -2.
1 Y Elohim Alef-Tav habló enfáticamente todas las Palabras (debarim), diciendo: 2 Yo soy YHVH tu Elohim, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos.
►20.1 habló enfáticamente… La estructura del verbo hebreo (piel) es intensiva.
Josué 22.
1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés, 2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés, esclavo de YHVH, os ordenó, y habéis obedecido mi voz en todo lo que os he mandado. 3 No habéis abandonado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta hoy, sino que habéis respetado el mandamiento (mitzvot) de YHVH vuestro DIOS. 4 Y ahora que YHVH vuestro DIOS ha dado reposo a vuestros hermanos, tal como les habló, tornad vuestras tiendas, y volved a la tierra de vuestra propiedad, que Moisés os entregó allende el Jordán.
5 Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento (mitzvot) y la ley (torá) que Moisés, esclavo de YHVH, os intimó: amar a YHVH vuestro DIOS y andar (halajá) en todos sus caminos, guardar sus mandamientos (mitzvot) y apegarse a Él, y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma (nefesh).
6 Y los bendijo Josué y los despidió, y fueron encaminados a sus tiendas. 7 Y Moisés había dado a la media tribu de Manasés posesión en Basán, pero a la otra media tribu, Josué le dio heredad entre sus hermanos hacia el occidente, allende el Jordán. También a estos bendijo Josué cuando los envió a sus tiendas.
8 Y volvieron a sus tiendas con riquezas abundantes, con mucho ganado, con plata, con oro, con bronce, con hierro, y con muchos vestidos, y repartieron con sus hermanos el botín de sus enemigos. 9 Y los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés partieron de entre los hijos de Israel, de Silo, en tierra de Canaán, y fueron encaminados a la tierra de Galaad, a la tierra de su propiedad, la cual habían adquirido, conforme al mandato de YHVH por medio de Moisés.
10 Y cuando los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés llegaron a las cercanías del Jordán, que está en la tierra de Canaán, edificaron un altar junto al Jordán, un altar de apariencia grandiosa. 11 Y los hijos de Israel oyeron decir: He aquí los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han edificado el altar que está enfrente de la tierra de Canaán, en las cercanías del Jordán, en el lado de los hijos de Israel.
12 Y todos los hijos de Israel fueron congregados en Silo para subir en batalla contra ellos. 13 Y los hijos de Israel enviaron a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, a la tierra de Galaad, 14 y con él a diez jefes, un jefe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de su casa paterna de los miles de Israel.
15 Llegaron, pues, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en tierra de Galaad, y les hablaron, diciendo: 16 Toda la reunión (adat/synagoge) de YHVH dice así: ¿Qué traición es esta con que habéis prevaricado contra el Elohim de Israel, al apartaros hoy de seguir a YHVH, y construiros un altar para rebelaros contra YHVH? 17 ¿Acaso fue poca la iniquidad de Peor, de la que aún no hemos sido limpiados hasta este día, aunque hubo una mortandad en la asamblea (adat/synagoge) de YHVH? 18 ¡Y hoy vosotros seréis apartados de YHVH! Y sucederá que por haberos rebelado hoy contra YHVH, mañana Él estará airado contra todo Israel. 19 Y ciertamente, si la tierra de vuestra propiedad es impura, pasad a la tierra de la posesión de YHVH, en la cual está el tabernáculo de YHVH, y tomad posesión entre nosotros, pero no os rebeléis contra YHVH ni os rebeléis edificando un altar aparte del altar de YHVH nuestro DIOS. 20 ¿No cometió Acán ben Zera una prevaricación con el anatema, y vino la ira sobre toda la asamblea (adat/synagoge) de Israel? Y aquel hombre no fue el único que falleció por su iniquidad.
21 Respondiendo los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, hablaron a las cabezas de los millares de Israel: 22 YHVH, el DIOS de elohim, YHVH el DIOS de elohim, Él lo sabe, y que lo sepa Israel: Si ha sido rebelión o prevaricación contra YHVH, no nos salves este día. 23 ¿Acaso edificamos un altar para apartarnos de en pos de YHVH para sacrificar sobre él holocausto u ofrenda, o para hacer sobre él sacrificios de paz? ¡YHVH pida cuenta! 24 ¿O lo hicimos por temor, pensando: Mañana vuestros hijos dirán a nuestros hijos: ¿Qué tenéis vosotros con YHVH, el Elohim de Israel? 25 Pues YHVH ha puesto el Jordán por frontera entre nosotros y vosotros, y no tenéis parte con YHVH. Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a YHVH.
26 Y dijimos: Apresurémonos a edificarnos un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27 sino como un testimonio (edot) entre nosotros y vosotros, y entre nuestras generaciones después de nosotros, para servir en la obra de YHVH, en su presencia, con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestras ofrendas de paz; así vuestros hijos no dirán mañana a nuestros hijos: Vosotros no tenéis parte con YHVH.
28 Nosotros, pues, dijimos: Entonces, si mañana nos dicen esto a nosotros o a nuestros descendientes, responderemos: Mirad la réplica del altar de YHVH, el cual hicieron nuestros ancestros, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuera testimonio (edot) entre nosotros y vosotros. 29 Nunca tal contezca que nos rebelemos contra YHVH, o que nos apartemos hoy de seguir a YHVH al edificar un altar para holocaustos, para ofrenda o para sacrificio, aparte del altar de YHVH que está delante de su tabernáculo.
30 Entonces el sacerdote Finees y los jefes de la asamblea (adat/synagoge) de Israel que estaban con él, escucharon las palabras que hablaron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés, y les pareció bien ante sus ojos. 31 Y el sacerdote Finees dijo a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que YHVH está entre nosotros, pues no habéis cometido contra YHVH la prevaricación. Así habéis librado a los hijos de Israel de la mano de YHVH.
32 Y el sacerdote Finees y los jefes volvieron de estar con los hijos de Rubén y con los hijos de Gad en la tierra de Galaad, a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, y les dieron la respuesta. 33 Y pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Elohim, y no hablaron más de subir contra ellos en guerra para devastar la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
34 Y denominó Josué el altar de los hijos de Rubén y de Gad y la mitad de la tribu de Manasés, y proclamó: ¡Sea testimonio (edot) entre ellos de que YHVH es su DIOS!
►22.2 →Nm 32.20-32; Jos 1.12-15.
►22.4 Moisés… TM añade siervo de YHVH. Se sigue LXX.
►22.5 enseñanza… Heb. torah = enseñanza, instrucción.
►22.7 Se insertan posesión, tribu, y heredad para suplir elipsis del original.
►22.9 por medio… Lit. por mano.
►22.16 →Dt 12.4-6.
►22.17 →Nm 25.1-9.
►22.20 Acán… →Jos. 7.1-26.
►22.25 vosotros… TM añade hijos de Rubén e hijos de Gad. Se sigue LXX.
►22.34 Se sigue LXX.
1Reyes 2.
1 Cuando se acercaban los días de la muerte de David, mandó a su hijo Salomón diciendo: 2 Yo sigo el camino de todos en la tierra. Tú, ¡sé fuerte y sé hombre! 3 Guardarás la obediencia a YHVH tu Elohim, para andar (halajá) en sus caminos, y guardar sus estatutos (jukim), y sus mandamientos (mitzvot), y sus decretos (mishpatim) y sus testimonios (edot), como está escrito en la ley (torá) de Moisés, a fin de que procedas sabiamente en todo lo que hagas y a todo lo que te inclines; 4 a fin de que YHVH cumpla su palabra que habló acerca de mí, diciendo: Si tus hijos guardan sus caminos andando (halajá) delante de mí con verdad, con todo su corazón y con toda su alma (nefesh), jamás te faltará varón sobre el trono de Israel.
5 Ahora, tú sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia; lo que hizo a dos generales de los ejércitos de Israel: a Abner ben Ner y a Amasa ben Jeter, a quienes mató derramando sangre de guerra en paz, y poniendo sangre de guerra en el cinturón que llevaba sobre sus lomos, y en el calzado que tenía en sus pies. 6 Haz conforme a tu sabiduría (hokma), pero no permitas que sus canas desciendan en paz al Seol.
7 Pero mostrarás benevolencia a los hijos de Barzilai galaadita, y permite que estén entre los que comen a tu mesa, porque se pusieron a mi lado cuando iba huyendo de la presencia de Absalón tu hermano. 8 He aquí, tienes contigo a Simei ben Gera, benjamita, hijo de Bahurim, quien me maldijo con una cruel maldición el día que yo iba a Mahanaim. Pero él bajó a recibirme al Jordán, por lo que le juré por YHVH diciendo: No te haré morir con la espada. 9 Pero ahora, no lo absolverás, pues eres hombre sabio, y sabes cómo debes hablar con él, y harás descender sus canas con sangre al Seol.
10 Y David durmió con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David. 11 Los días que David reinó sobre Israel fueron cuarenta años: en Hebrón reinó siete años y en Jerusalén treinta y tres años. 12 Y Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.
13 Pero Adonías, el hijo de Haguit, fue a Betsabé, madre de Salomón, y ella le preguntó: ¿Es pacífica tu visita? Y él respondió: Es pacífica. 14 Y agregó: Tengo algo que decirte. Ella respondió: Habla. 15 Y él dijo: Tú sabes que el reino era mío y que todo Israel había puesto la mirada en mí para que yo reinara; pero el reino cambió de manos y pasó a ser de mi hermano, porque por determinación de YHVH era suyo. 16 Y ahora te hago una petición. Te ruego no me la niegues. Ella le dijo: Habla. 17 Entonces él dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag sunamita. 18 Y Betsabé respondió: Bien, yo hablaré al rey por ti.
19 Y Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó para recibirla y le hizo reverencia; luego se sentó en su trono e hizo poner una silla para la madre del rey, quien se sentó a su diestra. 20 Entonces ella dijo: Te haré una pequeña petición; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, porque no te la negaré. 21 Ella dijo: Que Abisag la sunamita sea dada por mujer a tu hermano Adonías. 22 Pero el rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag la sunamita para Adonías? ¡Pide también el reino para él, porque es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia! 23 Y el rey Salomón juró por YHVH diciendo: ¡Así me haga Elohim y aun me añada, si Adonías no habló este asunto contra su propia vida! 24 Y, ¡vive YHVH, que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de David mi padre, y me ha hecho casa como había prometido, que Adonías será muerto en este día! 25 Y el rey Salomón envió por mano de Benaías ben Joiada, quien arremetió contra él y lo mató. 26 Pero al sacerdote Abiatar dijo el rey: Aunque eres digno de muerte, retírate a tus campos en Anatot, no te mataré hoy, porque has cargado el arca de Adonai YHVH delante de mi padre David, y has participado en todo aquello que mi padre sufrió. 27 Así Salomón excluyó a Abiatar del sacerdocio de YHVH, para que la palabra de YHVH fuera cumplida, la cual Él dijo acerca de la casa de Elí en Silo.
28 Esta noticia llegó hasta Joab, y como Joab también se había adherido a Adonías, aunque no había seguido a Absalón, Joab huyó al tabernáculo de YHVH y se asió de los cuernos del altar. 29 Y se dio aviso al rey Salomón: Joab huyó al tabernáculo de YHVH y he aquí está junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaías ben Joiada, diciendo: ¡Anda, arremete contra él! 30 Y Benaías entró en el tabernáculo de YHVH, y le dijo: Así dice el rey: ¡Sal! Él respondió: ¡No, sino que aquí moriré! Benaías llevó la respuesta al rey diciendo: Así habló Joab, y así me respondió. 31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho: ¡Arremete contra él y sepúltalo! Así quitarás de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. 32 Y YHVH hará recaer su sangre sobre su propia cabeza, porque sin que lo supiera mi padre David, arremetió y mató a espada a dos hombres más justos (tzadiq) y mejores que él: a Abner ben Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa ben Jeter, general del ejército de Judá. 33 De tal modo, la sangre de ellos se volverá contra la cabeza de Joab y contra la cabeza de su simiente para siempre, pero para David y para su simiente, y para su casa, y para su trono, habrá paz de parte de YHVH por siempre.
34 Y Benaías ben Joiada subió y arremetió contra él y lo mató, y fue sepultado en su propia casa, en el desierto. 35 Y en lugar suyo, el rey puso al mando del ejército a Benaías ben Joiada, y el sacerdote Sadoc fue designado por el rey en reemplazo de Abiatar.
36 Luego el rey hizo llamar a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y habita allí, y no salgas de allí a ninguna parte, 37 porque el día que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, ten por sabido que morirás irremisiblemente, y tu sangre será sobre tu propia cabeza. 38 Y Simei respondió al rey: Buena es la palabra. Como mi señor el rey ha dicho, así hará tu esclavo. Y Simei habitó en Jerusalén muchos días.
39 Pero al cabo de tres años, aconteció que dos siervos de Simei escaparon a Gat, al rey Aquís, hijo de Maca; e informaron a Simei, diciendo: He aquí, tus siervos están en Gat. 40 Y Simei se levantó, enalbardó su asno y fue a Gat, ante Aquís, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei e hizo traer a sus siervos de Gat. 41 Y se le informó a Salomón que Simei había ido de Jerusalén a Gat y que había regresado. 42 El rey envió a llamar a Simei, y le dijo: ¿Acaso no te hice jurar por YHVH, y testifiqué contra ti, diciendo: El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por sabido que morirás irremisiblemente; y tú me respondiste: La palabra que he oído es buena? 43 ¿Por qué entonces no guardaste el juramento de YHVH, y el mandato (mitzvot) que te di? 44 El rey dijo además a Simei: Tú sabes toda la maldad que cometiste contra mi padre David, y tu mismo corazón lo reconoce. YHVH, pues, ha vuelto tu maldad sobre tu cabeza, 45 pero el rey Salomón será bendecido, y el trono de David será firme delante de YHVH para siempre. 46 Y el rey ordenó a Benaías ben Joiada, quien salió y arremetió contra Simei y lo mató.
Así fue consolidado el reino en manos de Salomón.
►2.4 faltará… Lit. no te será cortado.
►2.11 siete años… →2S 2.11.
►2.16 niegues… Lit. no rechaces mi rostro.
►2.20 niegues… Lit. no rechaces mi rostro; negaré… Lit. no volveré tu rostro.
►2.26 digno de muerte… Lit. eres hombre de muerte.
►2.27 casa de Elí… →1S 2.30-36
Sal 119:1-8.
1 ¡Cuán bienaventurados son los perfectos de camino, los que andan (halajá) en la ley (torá) de YHVH!
2 ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios (edot), y con todo el corazón lo buscan!
3 En verdad no hacen iniquidad, porque andan (halajá) en sus caminos.
4 Tú nos has encomendado tus preceptos (pikud) para que sean muy guardados.
5 ¡Cómo anhelo que sean ordenados mis caminos, para poder guardar tus estatutos (jukim)!
6 Entonces no me avergonzaría al contemplar todos tus mandamientos (jukim).
7 Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprenda tu justicia legal, 8 guardaré tus estatutos (jukim), ¡No me abandones del todo!
►119 Este salmo, el más extenso del Salterio (176 vv.), está distribuido en 22 grupos de 8 cada uno; tantos como las letras del alef-bet (alfabeto hebreo). Por ello es llamado salmo acróstico →Sal 111.1 nota, en el que cada uno de los 8 vv. de cada grupo comienza con la misma letra, desde alef (א) a tav (ת), como se indica en el propio texto.
►119.1 camino… Lit. Camino intachable; ley… Heb. toráh. La primera y más importante de las ocho palabras claves (en cierto modo, sinónimos) de este salmo. Es importante entender que el vocablo torá conlleva el significado primario de instrucción. Es obvio que para ordenar, Dios tiene primeramente que instruir.
►119.2 testimonios… Heb. edot. Segunda palabra clave: reglas de conducta que atestiguan la voluntad de Dios.
►119.4 encomendado… →Ro 3.2; preceptos…Heb. piqudim. Tercera palabra clave que significa: normas personales que el ser humano tiene que obedecer.
►119.5 estatutos… Heb. jukim. Cuarta palabra clave: normas de conducta que rigen al individuo ante la sociedad.
►119.6 mandamientos… Heb. mitsvot. Quinta palabra clave: leyes divinas en la esfera de una vida santa propuesta por Dios.
►119.7 juicios… Heb. mishpatim. Sexta palabra clave: normas de ectitud para respetar los derechos del prójimo.
Nehemias 9.
1 El día veinticuatro del mismo mes, los hijos de Israel se reunieron ayunos, con saco y ceniza sobre ellos. 2 Y los del linaje de Israel se separaron de todos los extranjeros y confesaron sus pecados y las iniquidades de sus padres. 3 Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el rollo de la ley (torá) de YHVH su Elohim la cuarta parte del día, y durante otra cuarta parte hicieron confesión y se postraron ante YHVH su Elohim.
4 Luego subieron al estrado de los levitas, Jesúa, Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani y Quenani, y clamaron a gran voz a YHVH su Elohim. 5 Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías dijeron: ¡Levantaos y bendecid a YHVH vuestro Elohim desde la eternidad hasta la eternidad! ¡Bendigan tu Nombre glorioso, y sea exaltado más que toda bendición y salmo! 6 ¡Tú solo eres YHVH! Tú hiciste los cielos, los Cielos de los cielos y toda su hueste, la tierra y cuanto hay en ella, los mares y todo lo que contienen. Tú das vida a todo ello, y las huestes de los cielos se postran ante Ti.
7 ¡Oh YHVH!, Tú eres Elohim que escogiste a Abram, a quien sacaste de Ur de los caldeos y le pusiste por nombre Abraham, 8 y hallaste que su corazón te era fiel, e hiciste un pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, y del ferezeo, y del jebuseo y del gergeseo, para darla a su simiente cumpliendo tu palabra, porque Tú eres justo (tzadiq).
9 Luego viste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y escuchaste su clamor junto al mar de los Juncos, 10 e hiciste señales y maravillas delante de Faraón y de todos sus siervos y en todo el pueblo de su tierra, porque sabías que habían obrado con soberbia contra ellos, y te hiciste renombre, como en este día. 11 Y partiste el mar delante de ellos, y pasaron en seco por el medio del mar, mientras que a sus perseguidores los lanzaste en las profundidades, como una piedra, a las aguas violentas.
12 De día los guiaste con columna de nube, y de noche con columna de fuego, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. 13 Después descendiste sobre el monte Sinai y hablaste con ellos desde los cielos, y les diste preceptos (mishpatim) justos y leyes (torá) verdaderas, estatutos (jukim) y mandamientos (mitzvot) buenos. 14 Y les diste a conocer tu santo shabat, y les prescribiste mandamientos (mitzvot), estatutos (jukim), y una ley (torá), por la mano de Moisés tu siervo.
15 En su hambre les diste pan del cielo, y en su sed les sacaste aguas de la peña, y les dijiste que entraran a poseer la tierra por la cual alzaste tu mano para dársela. 16 Pero ellos y nuestros padres obraron con soberbia y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos (mitzvot).
17 Rehusaron escuchar, y no tuvieron presente las maravillas que hacías entre ellos, sino que endurecieron su cerviz, y en su rebelión designaron a un caudillo que los volviera a su esclavitud. Pero Tú eres DIOS, presto al perdón, clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en misericordia, y no los abandonaste, 18 ni aun cuando se hicieron un becerro fundido y dijeron: ¡Estos son tus elohim que te hicieron subir de Egipto! cometiendo grandes abominaciones. 19 Pero Tú, por tus muchas misericordias, no los abandonaste en el desierto: la columna de nube no se apartó de ellos para guiarlos por el camino de día, ni la columna de fuego para alumbrarles el camino por el cual debían andar durante la noche.
20 Y diste tu buen Espíritu para instruirlos, y no retuviste tu maná de su boca, y les diste agua para su sed. 21 Sí, los sustentaste cuarenta años en el desierto: no tuvieron necesidad, sus vestidos no se desgastaron ni se hincharon sus pies.
22 Les diste reinos y pueblos, y los distribuiste por regiones, y se adueñaron de la tierra de Sehón, es decir, la tierra del rey de Hesbón, y de la tierra de Og rey de Basán. 23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra que dijiste a sus padres que llegarían a poseer. 24 Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y ante ellos humillaste a los moradores de aquella tierra, los cananeos, a los cuales entregaste en su mano, con sus reyes y los pueblos de la tierra, para que hicieran con ellos como quisieran. 25 Así capturaron ciudades fortificadas y una tierra fértil, y poseyeron casas llenas de todo bien, cisternas excavadas, viñas y olivares y frutales en abundancia, de modo que comieron y se hartaron y engordaron y se deleitaron en tu gran bondad.
26 Aun así, desobedecieron y se rebelaron contra Ti, y echaron tu ley (torá) tras sus espaldas, y asesinaron a tus profetas que testificaban contra ellos para acercarlos a Ti, e hicieron grandes abominaciones. 27 Por eso Tú los entregaste en mano de sus enemigos, quienes los afligieron; pero en el tiempo de su aflicción clamaron a Ti, y Tú los escuchaste desde los cielos, y según tus muchas misericordias, les diste libertadores que los libraran de mano de sus enemigos. 28 Pero cuando tenían reposo (menujá), volvían a hacer lo malo delante de Ti, y Tú los entregabas en mano de sus enemigos, los cuales se nseñoreaban de ellos. Después se arrepentían y clamaban a Ti, y Tú los escuchabas desde los cielos, y así los librabas muchas veces según tus misericordias.
29 Testificaste contra ellos para que se volvieran a tu ley (torá), pero fueron arrogantes y no escucharon tus mandamientos (mitzvot), sino que pecaron contra tus decretos (mispatim), por los cuales vive el hombre que los cumple, y volvieron obstinadamente la espalda, y endurecieron su cerviz, y no quisieron escuchar. 30 Pero Tú continuaste a favor de ellos muchos años, y testificaste contra ellos mediante tu Espíritu por mano de tus profetas, pero no dieron oído; por eso los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. 31 Pero por tus muchas misericordias no los exterminaste ni los abandonaste, porque eres un DIOS clemente y misericordioso.
32 Ahora pues, ¡oh Elohim nuestro! ¡Oh Grandísimo!, poderoso y terrible, que guardas el pacto y la misericordia: No tengas en poco toda la calamidad que nos ha sobrevenido a nosotros, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a nuestro pueblo entero, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día. 33 Tú has sido justo (tzadiq) en todo lo que nos ha sobrevenido, porque has actuado fielmente, pero nosotros hemos actuado perversamente. 34 Porque nuestros reyes, nuestros gobernantes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no ejecutaron tu ley (torá) ni atendieron tus mandamientos (mitzvot) ni tus testimonios (edot), con los cuales testificaste contra ellos. 35 Porque no te sirvieron en su reino, y en tu inmenso bien que les concediste en la tierra espaciosa y fértil que pusiste ante ellos, ni se arrepintieron de sus malas obras.
36 Por eso, ¡henos aquí esclavos en la misma tierra que diste a nuestros padres para comer su fruto y su bien! He aquí, esclavos somos en ella, 37 pues a causa de nuestros pecados, su cosecha se multiplica para los reyes que impusiste sobre nosotros, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras bestias conforme a su voluntad, y estamos en gran aflicción. 38 A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.
►9.1 ayunos… Esto es, sin haber comido; saco y ceniza… Definición escueta de arrepentimiento.
►9.2 extranjeros… Lit. hijos del extranjero.
►9.9 mar de los Juncos… Esto es, el mar Rojo.
►9.10 tierra… También país.
►9.15 alzaste tu mano… Es decir, para jurar que se la darías.
►9.17 Algunos mss. Gr.: se obstinaron en volverse a su servidumbre en Egipto; se obstinaron en volver a Egipto y a su servidumbre.
►9.22 reinos… Lit. de los reinos.
►9.25 frutales… Lit. árbol de comer.
►9.26 desobedecieron… Otra traducción posible: provocaron a ira.
►9.29 endurecieron su cerviz… Otra traducción posible: Se volvieron testarudos e iban a la suya.
►9.30 a favor de ellos… Otras traducciones posibles: tuviste paciencia con ellos durante muchos años; fuiste magnánimo con ellos muchos años.
►9.32 Gadol… Esto es, el Gran Dios; terrible… →1.5 nota.
►9.38 En el TM 10.1.
Romanos 7.
1 ¿Ignoráis, hermanos (pues hablo a los que conocen una ley), que la ley ejerce dominio del hombre mientras vive? 2 Porque la mujer casada está ligada por una ley al marido que vive, pero si el marido muere, queda desligada de la ley del marido. 3 Así que, mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro varón, pero si muriera el marido, es libre de la ley, para no ser adúltera al unirse a otro varón.
4 Así también vosotros, hermanos míos, se os hizo morir a la ley mediante el cuerpo del CRISTO, para que llegarais a ser de otro, del que fue levantado de entre los muertos, para que diéramos fruto para DIOS. 5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones de los pecados que eran a través de la ley obraban en nuestros miembros en el fruto de la muerte. 6 Y en este momento fuimos liberados de la ley de muerte en que nos controló, así que sirvamos en la novedad del espíritu, y no a la antigua gramática.
7 ¿Qué, pues, diremos? ¿La ley es pecado? ¡De ninguna manera! Más bien, no conocí el pecado sino por medio de una ley, porque ciertamente no habría conocido la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Y el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; pero sin ley el pecado está inactivo. 9 Así que, en un tiempo, yo vivía sin ley; pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió, 10 y yo morí; y me encontré con que el mandamiento que era para vida, me resultó para muerte; 11 porque el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, me engañó por completo, y por medio de él, me mató. 12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento, santo, justo y bueno. 13 ¿Entonces, lo bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Antes, para que el pecado se mostrara como pecado, me produjo la muerte por medio de lo bueno, a fin de que, a causa del mandamiento, el pecado llegara a ser sobremanera pecaminoso.
14 Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo, habiendo sido vendido a la esclavitud del pecado, soy carnal. 15 Porque no comprendo lo que hago, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 Así que ya no soy yo el que hago eso, sino el pecado que mora en mí. 18 Porque sé que en mí (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer está a mi alcance, pero no el hacer lo bueno; 19 pues no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, este hago. 20 Y si lo que no quiero, eso hago, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer lo bueno, hallo la ley de que lo malo está presente en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de DIOS, 23 pero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me rescatará de este cuerpo de muerte?
25 ¡Gracias a DIOS por JESUCRISTO, el Señor nuestro! De manera que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de DIOS, y por otro, con la carne, a la ley del pecado.
►7.5 eran activadas…. Gr. energéo = energizar.
►7.6 servir… Gr. douleúo = servir como o hacer oficio de esclavo; obsolescencia… Es decir, obsoleto, anticuado, caduco.
►7.7 dijera… Lit. decía; No codiciarás… →Ex 20.17; Dt 5.21.
►7.8 la ocasión… Lit. punto de inicio o base de operaciones.
►7.15 hago… →Ga 5.17.
►7.16 es buena… Es decir, de buena calidad.
►7.25 Gracias a DIOS… TR registra gracias doy a Dios; sirvo… Gr. douleúo = servir como o hacer oficio de esclavo.
1Timoteo 1:1-11.
1 Pablo, un apóstol de CRISTO JESÚS, según mandato de DIOS nuestro Salvador y de CRISTO JESÚS nuestra esperanza, 2 a Timoteo, genuino hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de DIOS Padre y de CRISTO JESÚS, Señor nuestro.
3 Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando iba a Macedonia, para que mandaras a algunos que no traigan enseñanza diferente, 4 ni prestaran atención a cuentos y genealogías interminables, que traen disputas más que edificación de DIOS la que es en fidelidad. 5 Pero el propósito del mandato es amor de un corazón puro, de buena conciencia y de una fidelidad no fingida, 6 de las cuales cosas algunos, habiendo perdido el camino, se desviaron tras vanas palabrerías, 7 deseando ser maestros de la ley, sin entender lo que dicen ni lo que afirman tan categóricamente.
8 Nosotros no obstante sabemos que la ley es buena, si uno la usa legalmente, 9 sabiendo esto: Que una ley no se establece para un justo, sino para aquellos que están sin leyes, desobedientes, irreverentes y pecadores, transgresores y profanos, para parricidas y matricidas, homicidas, 10 fornicarios, homosexuales, traficantes humanos, mentirosos, falsos testigos, y cualquier otra cosa que se opone a la sana enseñanza, 11 conforme al evangelio de la gloria del bendito DIOS, el cual me fue encomendado.
►1.1 un apóstol… →Ro 1.1; de… TR añade Señor.
►1.2 Timoteo… →Hch 16.1; DIOS… TR añade nuestro.
►1.5 mandato… Esto es, atenerse a la sana doctrina.