Texto áureo: Éxodo 24
Lecturas para adultos en la semana
Día 1: Éxodo 24
Día 2: Salmo 24
Día 3: Isaías 63-64
Día 4: Ezequiel 1-3
Día 5: Mateo 5:1-12
Día 6: Apocalipsis 1
La mayoría de las personas cree que Moisés solo subió al monte Sinaí en una ocasión, recibió las tablas de piedra y bajó. Pero no hay nada más lejos de la realidad, él subió en cinco ocasiones y en cada una sucedieron cosas diferentes. En esta porción estaremos detallando cada una de ellas.
- La primera subida al monte la encontramos en Ex 19:3 y estudiamos de ella en la Porción 42. Al bajar Moisés se reunió con los ancianos y les contó lo que Dios le había dicho y ellos respondieron: «Todo lo que el Señor ha dicho, haremos.»[1].
- La segunda subida al monte la encontramos en Ex 19:8, cuando se le explica qué va a hacer para ser reconocido como profeta por el pueblo. Luego Moisés regresa a ellos, les cuenta todo, les hace rituales de purificación y les señala los límites de lo que podían hacer para no morir delante de la presencia del Señor. El encuentro acordado con Dios sería tres días después.
- La tercera subida la encontramos en Ex. 19.16, que fue el día esperado en el que Dios le dijo a Moisés las Diez Palabras en medio de truenos relámpagos y el sonido del shofar, lo que provocó que el pueblo se alejara por temor y le pidiese a Moisés que hablara él solo con Dios, pues ya le reconocían como intermediario y profeta (v.20). Luego comienza Dios a decirle a Moisés los mishpatim. Al terminar, Dios le indica que regrese y le diga al pueblo que no traspase los límites. Interesantemente, Moisés responde que ya Él se lo había dicho, pero no sabía que Dios le iba a decir ahora que trajera consigo a un grupo, pero el pueblo podría no entender y entonces subir todos (vv.21-24). El grupo incluía a Aarón, Nadab, Abiú y setenta ancianos, pero le especifica que se quedaran inclinados desde lejos y solo Moisés se acercaría (Ex 24:1-2). Al Moisés descender (Ex 19:25; 24:3), le va a mostrar al pueblo por escrito las Diez Palabras y los mishpatim (vv.3,4,7). ¿Por qué las escribió?, pues para sellar un pacto con ellos; por eso edificó altar para sacrificio y levantó las doce columnas. Note que esto que escribió no tiene que ver con las tablas de piedras, porque ese momento no ha llegado. Este libro se llamó: Sefer Habrit (‘Rollo del Pacto’). A lo que el pueblo respondió: «Haremos todas las cosas que el Señor ha dicho, y obedeceremos.»[2].
- La cuarta subida la encontramos en Ex 24:9, pero los ancianos desobedecieron al no inclinarse completamente, sino que miraron a Dios. A pesar de esto, Dios no los castigó, regresaron en paz y comieron aquella noche (v.11).
- La quinta subida la encontramos Ex 24:12-18 y la hace junto a Josué, permaneciendo arriba durante cuarenta días y noches. Es aquí donde le va a dar las leyes referentes al tabernáculo, el sacerdocio, el servicio y además las Diez Palabras.
Después de esto Moisés va a estar entrando y saliendo del monte por varias ocasiones más. Por eso usaba un velo, pues el resplandor de la gloria de Dios quedaba marcado en su rostro y el pueblo no podía mirarle.
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que Dios hizo subir a Moisés varias veces al monte?
2.- Si el pueblo escuchaba todo lo que ocurría en el monte, ¿por qué cree usted que Dios ordena a Moisés que les escriba estos mandamientos?
3.- ¿Qué armonía encuentra usted entre lo sucedido en el Sinaí y la enseñanza de Jesús en el Monte de los Olivos?
[1] Ex 19:8.
[2] Ex 24:7.
Éxodo 24
1 Después dijo a Moisés: Sube a YHVH tú, con Aarón, Nadab y Abiú, y con setenta de los ancianos de Israel, y os postraréis a lo lejos. 2 Solo Moisés se acercará a YHVH, pero ellos no se acercarán, ni el pueblo subirá con él.
3 Y Moisés regresó y contó al pueblo todas las palabras (debarim) de YHVH y todos los decretos (mishpatim). Y respondiendo a una voz, todo el pueblo dijo: Cumpliremos todas las palabras (debarim) que YHVH ha hablado. 4 Y escribió Moisés todas las palabras (debarim) de YHVH, y levantándose temprano de mañana, construyó al pie del monte un altar y doce estelas, conforme a las doce tribus de Israel. 5 Y envió a los jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos e hicieron sacrificios de becerros: Ofrendas de paz (selamim) a YHVH.
6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y la otra mitad de la sangre la derramó sobre el altar. 7 Y tomando el rollo del pacto, lo proclamó a oídos del pueblo. Ellos dijeron: Cumpliremos y obedeceremos todo lo que YHVH habló. 8 Y tomó Moisés la sangre y la roció sobre el pueblo, diciendo: ¡He aquí la sangre del pacto que ha pactado YHVH con vosotros sobre todas estas palabras! 9Y subió Moisés con Aarón, Nadab y Abiú, y setenta del consejo de ancianos de Israel, 10 y vieron el lugar donde se había situado el Elohim de Israel, y debajo de sus pies había como un enlosado de zafiro, semejante en pureza a los mismos Cielos. 11 Y no faltó ninguno de los escogidos de Israel, y fueron vistos en el lugar de Elohim, y comieron y bebieron.
12 Y dijo YHVH a Moisés: Sube al monte, ante mi presencia, y permanece allí, y te daré las tablas de piedra con la ley (torá) y el mandamiento (mitzvot) que he escrito para instruirlos. 13 Y se levantó Moisés, y también Josué su servidor. Y subió al monte de Ha-Elohim. 14 Y él había dicho a los ancianos: Esperad aquí hasta que volvamos a vosotros. He aquí Aarón y Hur están con vosotros, quien tenga asuntos, acérquese a ellos.
15 Y subió Moisés al monte. Y la nube cubrió el monte. 16 Y la gloria de YHVH se posó sobre el monte Sinai, y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17 Pero la apariencia de la gloria de YHVH en la cumbre del monte era como fuego consumidor ante los ojos de los hijos de Israel. 18 Y Moisés entró en medio de la nube y subió al monte. Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
►24.1 Nadab y Abiú… Dos de los cuatro hijos de Aarón →6.23.
►24.8 la sangre del pacto →Mt 26.28; Mr 14.24; Lc 22.20; 1Co 11.25; He 9.19-20; 10.29; ha pactado… Heb. qarat berith. Esto es, hacer un pacto troceando el animal destinado al sacrificio.
►24.11 escogidos… TM añade hijos. Se sigue LXX; fueron vistos… Se sigue LXX; y comieron y bebieron… Esto es, para sellar el pacto →v. 8; Gn 26.26-31.
►24.13 Y subió… TM añade Moisés. Se sigue LXX.
►24.14 Esperad… TM añade a nosotros. Se sigue LXX.
►24.18 cuarenta noches… →Dt 9.9.
Salmo 24.
1 Salmo festivo (mitzmor) de David.
De YHVH es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan.
2 Porque Él la fundó sobre los mares y la afirmó sobre las corrientes.
3 ¿Quién subirá al Monte de YHVH? ¿Y quién podrá estar en pie en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma (nefesh) a cosas vanas, ni ha jurado con engaño.
5 Este llevará la bendición de YHVH, y la justicia (tsedeq) del Elohim de su salvación (yeshúa).
6 Tal es la generación de quienes lo buscan, de los que buscan el rostro del DIOS de Jacob.
Selah
7 ¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas! ¡Sed levantadas, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria! 8 ¿Quién es este Rey de gloria? ¡YHVH, el fuerte y poderoso! ¡YHVH, el poderoso en batalla!
9 ¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas! ¡Sed levantadas, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria! 10 ¿Quién es este Rey de gloria? ¡YHVH Sebaot! ¡Él es el Rey de gloria!
Selah
Isaías 63.
1 ¿Quién es este que viene de Edom, de Bosra, con ropas enrojecidas? ¿Quién es ese, magnífico en sus vestiduras, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que sentencio con justicia (tzedaqa), poderoso para salvar (yeshúa). 2 ¿Por qué están rojas tus vestiduras y la túnica, como el que ha pisado en el lagar? 3 Yo solo he pisado el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo. Los aplasté con mi ira y los pisoteé con mi furor, y su sangre salpicó mis vestiduras. 4 Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado.
5 Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentara, pero me sostuvo mi ira, y mi brazo me dio la victoria. 6 Pisoteé pueblos en mi ira, los embriagué con mi indignación, y derramé su sangre en la tierra.
7 Yo haré recordar la gran misericordia de YHVH, y los salmos de YHVH, según todos los beneficios que YHVH hizo por nosotros, y su gran bondad para con la casa de Israel, que Él les ha hecho conforme a su amor entrañable, y conforme a la multitud de sus misericordias.
8 Pues dijo: ¡Ciertamente ellos son mi pueblo, Hijos que no se portarán falsamente! Y así, Él se convirtió en el Salvador de ellos, 9 y fue afligido con todas sus aflicciones.
El Ángel de su presencia los salvó, en su amor y en su ternura, Él mismo los redimió, y cargó con ellos, y los llevó todos los días, desde la antigüedad. 10 Pero ellos se rebelaron y contristaron su Espíritu Santo, por lo que se tornó en su enemigo y guerreó contra ellos.
11 Entonces se acordaron de los días antiguos, de Moisés y su pueblo: ¿Dónde está el que los sacó del mar con los pastores de su rebaño? ¿Dónde está el que puso en medio de ellos su Espíritu Santo, 12 el que hizo que su brazo glorioso anduviera a la diestra de Moisés, el que dividió el mar ante ellos, y se ganó renombre eterno, 13 el que los condujo por el fondo del mar, como se conduce el caballo por la estepa sin tropezar?
14 Así como desciende el ganado a la cañada, el Espíritu de YHVH los hizo descansar; así pastoreaste a tu pueblo para hacerte un nombre glorioso.
15 ¡Mira desde los Cielos, y contempla desde tu santa y gloriosa morada! ¿Dónde está ahora tu celo y tus obras poderosas? ¿Se han estrechado la conmoción de tus entrañas y tus compasiones hacia mí? 16 ¡No la reprimas, porque Tú eres nuestro Padre! Aunque Abraham no nos conozca e Israel nada sepa de nosotros, Tú, YHVH, eres nuestro Padre, que nos está redimiendo.
¡Tu Nombre ha estado sobre nosotros desde la eternidad! 17 ¿Por qué, oh YHVH, permites que nos desviemos de tus caminos, y endureces nuestro corazón a tu temor? ¡Vuélvete por amor de tus siervos, las tribus de tu heredad! 18 Por un momento nuestros enemigos poseyeron tu pueblo santo, y pisotearon tu santuario. 19 Hemos venido a ser como aquellos a quienes nunca gobernaste; como aquellos sobre los cuales nunca fue invocado tu Nombre.
►63.2 lagar… Esto es, Armagedón →Ap 16.12-21.
►63.3 nadie había conmigo… →Jue 5.23; sangre… Heb. nishám = fluido vital. Aparece solo aquí y en →63.6. Se sigue LXX.
►63.5 mi ira… →Mt 3.7; Lc 3.7; 1 Ts 1.10.
►63.11 pastores… LXX y Sir. registran el singular pastor.
►63.13 Se inserta se conduce para suplir elipsis del original.
Isaias 64
1 ¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras,
Para que las montañas fueran derretidas ante tu presencia, 2 como fuego abrasador de fundiciones, como fuego que hace hervir las aguas! Tu Nombre sería notorio a tus enemigos, y ante ti temblarían las naciones. 3 Descendiste, hiciste portentos que no esperábamos, ante tu presencia se derritieron las montañas.
4 Desde antiguo no hemos oído ni nuestros ojos visto Elohim fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera por misericordia. 5 Sales al encuentro del que con gozo practica la justicia; del que tiene presentes tus caminos.
He aquí, cuando pecamos, te indignaste; en los pecados hemos estado largo tiempo, ¿Y podremos ser salvos? 6 Todos nosotros somos como cosa impura, y nuestra justicia como trapo de menstruo. Todos nosotros nos marchitamos como hojas, y la mano de nuestras iniquidades nos arrastra como el viento. 7 No hay quien invoque tu Nombre, ni se afane para asirse de ti, porque ocultaste tu rostro de nosotros, y nos entregaste en poder de nuestra culpa. 8 Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; nosotros la arcilla y Tú nuestro alfarero, todos nosotros, obra de tus manos.
9 ¡Oh YHVH, no te excedas en la ira, ni te acuerdes para siempre de la iniquidad! ¡Te lo rogamos, porque todos nosotros somos pueblo tuyo! 10 Tus santas ciudades son un desierto; Sión es un desierto, Jerusalén una desolación.
11 Nuestra santa y gloriosa Casa, donde te alabaron nuestros padres, ha sido pasto del fuego; nuestras cosas más amadas se han convertido en ruinas. 12 ¡Oh YHVH!, ¿quedarás insensible ante todo esto? ¿Te callarás acaso, y nos afligirás sin medida?
Ezequiel 1.
1 Aconteció en el año treinta, el cuarto mes, a cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos fueron abiertos y vi visiones de Elohim.
2 A los cinco días del mes, el año quinto de la deportación del rey Joaquín, 3 la palabra de YHVH se reveló expresamente al sacerdote Ezequiel ben Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar. Allí estuvo sobre mí la mano de YHVH, 4 y miré, y he aquí un torbellino venía del norte: una gran nube con un fuego que se recogía en sí mismo y un resplandor en torno a ella. En su centro, en medio del fuego, había una refulgencia como de metal incandescente.
5 De su centro emergía una semejanza de cuatro vivientes, y su apariencia era como la semejanza de Adám. 6 Cada uno tenía cuatro caras, y cada uno de ellos tenía cuatro alas. 7 Y sus pies conformaban un pie recto, y sus pies centelleaban a la manera de la refulgencia del bronce incandescente. 8 Por debajo de sus alas tenían brazos humanos a los cuatro lados, y los cuatro tenían sus caras y sus alas. 9 No se volvían al caminar: cada uno caminaba según la orientación de su rostro. 10 El aspecto de sus rostros era como rostro de Adám, pero los cuatro tenían también cara de león, a la derecha; los cuatro tenían cara de buey, a la izquierda; y los cuatro tenían también cara de águila. 11 Sus alas estaban desplegadas hacia arriba. Cada uno tenía dos alas que se tocaban y otras dos que cubrían sus cuerpos. 12 Cada uno caminaba según la orientación de su rostro. Iban donde el viento los impulsaba, y no se volvían.13 En cuanto a la semejanza de los vivientes, su apariencia era de ascuas de fuego, encendidas como antorchas, que iban de un lado a otro entre los vivientes, y había un gran resplandor por el fuego, del cual salían relámpagos. [[14]] 15 Mientras contemplaba a los vivientes, vi una rueda en el suelo junto y al frente de cada uno de los cuatro vivientes.
16 El aspecto de las ruedas era como el brillo del crisólito; las cuatro tenían la misma apariencia, y su hechura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra, 17 para poder rodar en las cuatro direcciones sin tener que girar cuando rodaban. 18 Sus circunferencias eran de gran altura, e infundían pavor, pues las cuatro tenían sus aros llenos de ojos alrededor. 19 Cuando los vivientes andaban, las ruedas andaban con ellos; cuando los vivientes se alzaban sobre la tierra, las ruedas se alzaban. 20 Iban donde el viento los impulsaba a ir, y las ruedas se alzaban con ellos, porque las ruedas llevaban el espíritu de los vivientes. 21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se detenían, se detenían ellas; y cuando se alzaban de la tierra, las ruedas se alzaban junto con ellos, porque las ruedas llevaban el espíritu de los vivientes. 22 Sobre las cabezas de los vivientes había la semejanza de un firmamento como de hielo, extendido por encima, sobre sus cabezas.
23 Debajo del firmamento, sus alas expandidas se tocaban entre sí. Cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo por ambos lados. 24 Cuando avanzaban, oía el ruido de sus alas como estruendo de muchas aguas. Al detenerse, sus alas se plegaban. 25 Y hubo una voz en el firmamento, encima de sus cabezas, 26 y como la apariencia de una piedra de zafiro, a semejanza de un trono, y sobre la semejanza del trono, una semejanza como la apariencia de Adám sobre él. 27 Vi como la apariencia del bronce refulgente de sus lomos hacia arriba, y de lo que parecía ser de su cintura hacia abajo, vi como una apariencia de un resplandor en torno suyo, 28 a semejanza del arco que aparece en la nube en día de lluvia, tal era la apariencia de la refulgencia en torno suyo. Tal fue la visión de la apariencia de la gloria de YHVH.
►1.1 en el año treinta… Esto es, de la vida del profeta →Nm 4.2-3, 30 donde se dan los datos del servicio de los hijos de Israel.
►1.4 una refulgencia… Esto es, la gloria de Dios →v. 28.
►1.7 Se sigue LXX.
►1.9 TM antepone las alas se tocaban la una con la otra. Se sigue LXX.
►1.10 Se inserta también para suplir elipsis del original; cara de águila… TM añade así eran sus caras. Se sigue LXX.
►1.11 sus alas… TM inserta las caras de ellos. Se sigue LXX.
►1.12 viento… También aliento, espíritu; no se volvían… TM añade en su marcha. Se sigue LXX.
►1.14 TM añade versículo. Se sigue LXX.
►1.20 viento… También aliento, espíritu; donde el viento los impulsaba a ir… Los copistas duplicaban toda variante que estuviera atestiguada en la tradición oral para que ninguna pudiera perderse. Por yuxtaposición de variantes alternativas, el TM añade y hacia donde el viento los llevaba. Ausente en LXX, algunos mss. hebreos, Peshitta. Se sigue LXX, espíritu… O aliento, viento.
►1.22 firmamento…TM añade imponente. Se sigue LXX; hielo… LXX xrustállou = cristal →Ap 4.6.
►1.25-27 Se sigue LXX.
Ezequiel 2.
1 Cuando la vi, caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba, y me dijo: Hijo de Adám, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo. 2 Y vino sobre mí un viento, y me afirmó sobre mis pies. Y escuché al que me hablaba, 3 que me decía: Hijo de Adám, Yo te envío a los hijos de Israel, rebeldes que se rebelaron contra Mí. Tanto ellos como sus padres se rebelaron contra Mí hasta hoy.
4 Les dirás: Así dice Adonai YHVH, 5 te escuchen o no te escuchen, pues son casa rebelde, y tienen que reconocer que un profeta ha estado en medio de ellos. 6 Y tú, hijo de Adám, no temas, no temas a ellos ni sus palabras, aunque te hallas entre cardos y espinas, y te sientas sobre escorpiones, no tengas temor de sus palabras ni te espantes ante ellos, porque son casa rebelde. 7 Les hablarás pues mis palabras, escuchen o dejen de escuchar, porque son muy rebeldes. 8 Pero tú, hijo de Adám, escucha lo que Yo te hablo. No seas rebelde como la casa rebelde. ¡Abre tu boca y come lo que te doy!
9 Y miré, y he aquí una mano que se extendía hacia mí, y en ella había un rollo escrito. 10 Y lo extendió ante mí, y estaba escrito por dentro y por fuera, y lo escrito en él eran endechas, lamentaciones y ayes.
►2.2 viento… También aliento, espíritu. La traducción y entró en mí el Espíritu es inaceptable →Jn 7.39.
►2.3 Israel… TM añade goyim ha-mordim = las naciones. Se sigue LXX.
►2.4 Se sigue LXX.
Ezequiel 3.
1 Me dijo: Hijo de Adám, cómete ese rollo, y ve y habla a la casa de Israel. 2 Abrí, pues, mi boca, y me hizo comer el rollo. 3 Y me dijo: Hijo de Adám, alimenta tu vientre y llena tus entrañas de este rollo que Yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
4 Luego me dijo: Hijo de Adám, ve y entra a la casa de Israel, y háblales con mis palabras. 5 Porque no eres enviado a un pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel. 6 No a muchos pueblos de habla profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas, que de seguro, si te enviara a ellos, te escucharían. 7 Pero la casa de Israel no te querrá oír, porque no quiere escucharme a Mí, pues toda la casa de Israel es de dura cerviz y obstinado corazón. 8 He aquí Yo endurezco tu rostro contra los rostros de ellos, y endurezco tu frente contra sus frentes. 9 He hecho tu frente como diamante, más fuerte que el pedernal. No los temas ni te acobardes ante ellos, porque son casa rebelde. 10 Me dijo además: Hijo de Adám, recibe en tu corazón todas las palabras que te digo, y escúchalas con tus oídos. 11 Acércate a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales diciendo, así dice Adonai YHVH, te escuchen o no te escuchen. 12 Y en seguida un viento me alzó, y oí detrás de mí el sonido de un estruendo tumultuoso, cuando la gloria de YHVH se elevó del sitio. 13 (El revuelo de las alas de los vivientes rozando una con otra, junto con el fragor de las ruedas delante de ellos era el sonido de gran estruendo).
14 Un viento, pues, me alzó y me llevó, e iba yo con amargura, en la indignación de mi espíritu, pues la mano de YHVH pesaba gravemente sobre mí. 15 Y vine a los cautivos en Tel-Abib, que vivían a orillas del río Quebar, y me senté donde estaban sentados, y allí, entre ellos, permanecí perplejo durante siete días.
16 Al cabo de los siete días aconteció que la palabra de YHVH vino a mí, diciendo: 17 Hijo de Adám, Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y cuando oigas una palabra de mi boca, la darás a ellos como advertencia de parte mía. 18 Cuando Yo diga al impío: De cierto morirás; y tú no se lo anticipes ni lo amonestes, para que el impío se aperciba de su camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero Yo demandaré su sangre de tu mano.
19 Pero si tú amonestas al impío, y él no se convierte de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. 20 Si algún justo se aparta de su justicia y hace maldad, pondré un tropiezo delante de él y morirá, porque tú no lo amonestaste. Por su pecado morirá, y las obras de justicia que hizo no serán recordadas, pero Yo demandaré su sangre de tu mano.
21 Pero si amonestas al justo para que no peque, y él no peca, de cierto vivirá porque fue amonestado, y tú habrás librado tu alma. 22 Y allí se apoyó sobre mí la mano de YHVH, y me dijo: Levántate, sal a la llanura, y allí hablaré contigo.
23 Me levanté, pues, salí a la llanura, y allí estaba la gloria de YHVH, como la gloria que había visto junto al río Quebar, y caí sobre mi rostro. 24 Entonces vino un viento sobre mí y me hizo estar sobre mis pies.
Luego habló conmigo, y me dijo: ¡Ve y enciérrate en tu casa! 25 Pues en cuanto a ti, hijo de Adám, he aquí te pondrán sogas y te atarán con ellas para que no salgas a ellos. 26 Y Yo haré que la lengua se pegue a tu paladar, y quedarás mudo, y no serás para ellos como un varón que reprende, porque son casa rebelde.
27 Pero cuando Yo te haya hablado, entonces abriré tu boca para que les digas: Así dice Adonai YHVH. El que quiera, que te escuche y el que no, que lo deje, porque son casa rebelde.
►3.1 Se sigue LXX.
►3.2 el rollo… TM añade este. Se sigue LXX.
►3.12,14 viento… También aliento, espíritu.
►3.18 de su camino… TM registra mal camino. Se sigue LXX.
Mateo 5:1-12.
1 Al ver las multitudes, subió al monte, y después de sentarse, se acercaron a Él sus discípulos, 2 y abriendo su boca, les enseñaba diciendo: 3
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los Cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a DIOS.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de DIOS.
10 Bienaventurados los que han sido perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los Cielos.
11 Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros por causa de Mí. 12 Alegraos y gozaos, pues vuestro galardón es grande en los Cielos, porque así persiguieron a los profetas antes de vosotros.
►5.4 consolados… →Is 61.1-3.
►5.5 tierra… →Sal 37.11.
►5.6 sed… →Is 55.1-2.
►5.8 limpio… →Sal 24.4.
►5.9 pacificadores… Gr. eirenopoioí. El adjetivo tiene un sentido activo: los que se esfuerzan en pro de la paz.
►5.10 justicia… →1P 3.14.
►5.11 Mí… M↓ añaden pseudómeno = mintiendo, con el propósito de limitar la generalización de la enseñanza de Jesús →1P 4.14.
►5.12 profetas… →2Cr 36.16; Hch 7.52
Apocalipsis 1.
1 Revelación de JESUCRISTO, que DIOS le dio para manifestar a sus esclavos lo que debe suceder en breve, y la declaró enviándola por medio de su ángel a su esclavo Juan, 2 el cual dio testimonio de la palabra de DIOS y del testimonio de JESUCRISTO de todo cuanto vio. 3 Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.
4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que viene, y de los siete espíritus que están ante su trono, 5 y de JESUCRISTO, el Testigo fiel, el Primogénito de los muertos y el Soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos hizo un reino, sacerdotes para su DIOS y Padre: a Él sea la gloria y la soberanía por los siglos, amén.
7 He aquí viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y también aquellos que lo traspasaron, y harán lamentación por Él todas las tribus de la tierra. Sí, amén.
8 Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor DIOS, el que es, y que era, y que viene, el Todopoderoso.
9 Yo, Juan, vuestro hermano, y partícipe con vosotros en la tribulación, y en el reino, y en la perseverancia en JESÚS, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de DIOS y el testimonio de JESÚS. 10 Y estando en espíritu en el día consagrado al Señor oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, 11 que decía:
Escribe lo que ves en un rollo, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo, y vuelto, vi siete candelabros de oro, 13 y en medio de los siete candelabros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una túnica talar y ceñido a la altura del pecho con una faja de oro. 14 Su cabeza y los cabellos eran blancos como lana blanca, como la nieve, y sus ojos como llama de fuego. 15 Sus pies eran semejantes al bronce bruñido, como en un horno encendido, y su voz, como el estruendo de muchas aguas. 16 En su diestra tenía siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de doble filo, y su semblante era como cuando brilla el sol en su fuerza. 17 Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies, pero Él puso su diestra sobre mí, diciendo:
No temas, Yo soy el Primero y el Postrero, 18 y el que vive, aunque estuve muerto, pero he aquí vivo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la Muerte y del Hades. 19 Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que son, y las que están a punto de suceder después de estas: 20 El misterio de las siete estrellas que viste en mi diestra, y los siete candelabros de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.
►1.3 Bienaventurado… Primera de las siete bienaventuranzas del Apocalipsis. Las otras →14.13; 16.15; 19.9; 20.6; 22.7 y 22.14.
►1.4 que es y que era… →Ex 3.14; trono… →Ap 4.5.
►1.5 Soberano… →Sal 89.27; libertó… M↓ lavó.
►1.6 su DIOS y Padre… Esto es, de Jesús, no de los destinatarios →Ex 19.6, comp. Ap 5.10.
►1.7 las nubes… →Dn 7.13; Mt 24.30; Mr 13.26; Lc 21.27; traspasaron… →Zac 12.10; Jn 19.34, 37; lamentación… →Zac 12.10-14; Mt 24.30.
►1.8 Alfa y Omega… M↓ añaden principio y fin. →Gn 1.1; Ap 22.13; DIOS… M↓ omiten. →Ex 3.14.
►1.9 JESÚS… M↓ Jesucristo.
►1.10 espíritu… NTG no registra artículo; día consagrado al Señor… Gr. kuriaké eméra =
día perteneciente o consagrado al Señor. Esto es, el primer día de la semana.
►1.11 que decía…. M↓ insertan Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el último; iglesias… M↓ añaden que están en Asia.
►1.12 la voz… Es decir, para ver al que hablaba.
►1.13 Hijo del Hombre… →Dn 7.13; túnica talar… Esto es, ropa que llega hasta los pies →Dn 10.5.
►1.14 cabellos… blancos… →Dn 7.9.
►1.15 Sus pies… →Dn 10.6; encendido… Aunque (habiendo sido) encendido no guarda relación sintáctica en la oración, se prefirió no solo por su mejor respaldo, sino porque explica mejor el origen de las otras variantes. A fin de remover la dificultad gramatical, algunos mss. registran refulgente, que califica a pies; mientras que encendido califica a bronce; aguas… →Ez 1.24.
►1.16 tenía… salía… Lit. teniendo, saliendo; de doble filo… Lit. de dos bocas.
►1.17 No temas… Propiamente, cesa de temer; Primero… Postrero… →Is 44.6; 48.12; Ap 2.8; 22.13.
►1.18 vivo… Nótese la naturaleza inmortal de Jesús, y la permanencia de la unión hipostática; Hades… M↓ añaden amén.
►1.20 candelabros… M↓ añaden que viste.