Texto Ć”ureo: LevĆtico 9-10
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: LevĆtico 9-10
DĆa 2: 1ĀŖSamuel 25
DĆa 3: 1ĀŖSamuel 26-27
DĆa 4: Salmo 43-44
DĆa 5: Lucas 1:1-56
DĆa 6: Romanos 8:28-39
I- Aprendiendo de lo malo.
Hagamos un anĆ”lisis crĆtico de algunos detalles importantes que ayudarĆ”n a sacarle una enseƱanza muy rica a este pasaje, que de forma preliminar encierra una historia triste.
- Este es el dĆa de la inauguración del tabernĆ”culo y en Ć©l mueren dos hijos de Aarón, el eje principal de toda la ceremonia y servicio en el templo. Para su familia y toda la nación ocurrirĆa un hecho traumĆ”tico, simplemente una tragedia. Los hijos mayores de Aarón morirĆan quemados por cometer un error, al parecer su primero y Ćŗnico.
- En Ćxodo dice que no pondrĆan incienso extraƱo (Ex 30:9), sino que tenĆa que ser aquel que Dios les habĆa descrito cómo hacerlo. Ellos manipularon un incienso que no era especĆficamente el que se usaba para eso (Lv 10:1).
- Por otra parte, Dios le dijo a MoisĆ©s que le dijera a Aarón que no podĆa entrar cada vez que Ć©l quisiera al lugar santĆsimo, sino cuando le correspondiera en el dĆa de la fiesta de HaKipurim (Ex 30:10). Entonces, los hijos de Aarón mucho menos podĆan haber entrado.
- Lo que ocurrió aquĆ mostrarĆa una de las historias de fidelidad a Dios mĆ”s grande en toda la Biblia: āLa actitud de Aarón y sus otros hijos para completar el servicio a Diosā. Pese a lo ocurrido, ellos terminaron aquel primer servicio de inauguración del tabernĆ”culo. Por eso Dios dice: Ā«En los que a mĆ se acercan me santificarĆ©, y en presencia de todo el pueblo serĆ© glorificado.Ā»[1], a lo que Aarón respondió con una actitud estĆ”tica y en silencio. Aarón a travĆ©s de esto mostró una obediencia a Dios, un nivel alto de santidad y amor al servicio que tenĆa por delante. Le tocaba al pueblo valorar cuĆ”n grande era Dios al merecer que Aarón hiciera todo el servicio excelentemente.
- Algo muy difĆcil de entender, si nos ponemos en el lugar de Aarón, es que Dios le ordena a travĆ©s de MoisĆ©s (que tambiĆ©n ha visto morir trĆ”gicamente a sus sobrinos) que no haga duelo. Dios no le pide que no tenga sentimientos o algo por el estilo, sino que se comporte varonilmente y que se esfuerce. Por eso despuĆ©s le permitirĆ” a Ć©l y a sus hijos no comer de lo sacrificado aquel dĆa, pues no era un acto de rebeldĆa, sino otra forma de terminar excelentemente el servicio. Debemos suponer que Aarón en su obediencia y respeto a Dios sugiere no comer porque Ćl habĆa dicho anteriormente que debĆa hacerse con alegrĆa y, claro estĆ”, Ć©l estaba entusiasmado con la gloria de Dios en aquel lugar, pero a la vez triste, muy triste, con lo pasado a sus hijos. Por eso MoisĆ©s vio la negativa a comer como algo tambiĆ©n extremadamente bueno.
II- Preparando el espĆritu sin quemar etapas.
Otra enseƱanza que se puede sacar de esta historia es que hay muchas cosas en la vida espiritual que necesitan preparación. Ellos de seguro tendrĆan que hacer ese trabajo en el futuro, pero todavĆa ese momento no habĆa llegado. No se puede quemar las etapas para facilitar las cosas o porque se vean bonitas, pues se puede āquemarā uno mismo. Muchas veces en la iglesia apreciamos a los nuevos predicadores con mucho entusiasmo, sobre todo aquellos que son niƱos o jóvenes, pero se debe entender que quemando etapas les podemos estar destruyendo.
III- El Ćŗnico bien verdadero para el hombre.
La pregunta no serĆa por quĆ© sucedió un hecho como este pues, a menos que tuviĆ©ramos una respuesta directa de Dios, todo quedarĆa en la especulación. Sin embargo, sĆ se puede saber cuan bueno o malo es un hecho para alguien. Para eso solo es necesario mirar si este nos aleja de Dios o nos acerca a Ćl. Debemos recordar que el verdadero bien y el verdadero mal para alguien se encuentra en cuan cerca o lejos estĆ© de Dios. En medio de esta tragedia vemos a un padre, a una familia y a toda una nación acercĆ”ndose a Dios. Este es un ejemplo de que las cosas que no nos gustan, las mĆ”s incómodas e inclusive de mĆ”s dolor, no siempre van a hacer que la persona se aleje de Dios. En realidad, el que se aleja de Dios por una situación, cualquiera que sea, es porque siempre estuvo lejos y debe aprender que el Padre celestial lo estĆ” llamando a travĆ©s de ella a acercarse.
Preguntas:
 1.- ¿Conoce usted algún testimonio de un suceso aparentemente negativo que al final haya acercado a las personas a Dios? CompÔrtalo con el resto del grupo.
2.- ¿Qué entiende usted por la palabra «descendió» en Lv. 9.22?
3.- Si a Dios nadie le ha visto jamÔs, ¿a qué considera usted se refiere «salió fuego de delante de Dios»[2]?
[1] Lv 10:3.
[2] La palabra traducida como ādelanteā es la palabra hebrea penei (×¤Ö°× Öµ×), que significa literalmente ācaraā o ārostroā; que es la misma con que termina el verso haciendo referencia a la cara de los individuos del pueblo.
LevĆtico 9-10
Inauguración del servicio sacerdotal
1 Llegado el dĆa octavo, MoisĆ©s llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel, 2 y dijo a Aarón: Toma un becerro en sacrificio por el pecado y un carnero para holocausto, sin defecto, y hazlos aproximar ante YHVH. 3 Y hablarĆ”s a los hijos de Israel, diciendo: Tomad de entre los chivos un macho cabrĆo para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero aƱal y sin defecto para el holocausto, 4 y un novillo y un carnero para las ofrendas de paz que inmolarĆ©is ante YHVH, y una ofrenda vegetal amasada con aceite, porque hoy YHVH serĆ” visto por vosotros. 5 Llevaron al frente de la tienda de reunión lo que MoisĆ©s habĆa ordenado, y toda la asamblea se acercó, y permaneció de pie ante la presencia de YHVH.
6 Y MoisĆ©s dijo: Esta es la palabra que YHVH ha ordenado que hagĆ”is para que la gloria de YHVH sea vista. 7 Y MoisĆ©s dijo a Aarón: AcĆ©rcate al altar, y prepara tu ofrenda por el pecado y tu holocausto, y haz expiación por ti y por el pueblo, y haz luego la ofrenda del pueblo, y ofrece expiación por Ć©l, tal como ordenó YHVH. 8 Y se acercó Aarón al altar y degolló el becerro de la ofrenda por el pecado. 9 Los hijos de Aarón le acercaron la sangre, y mojando su dedo en la sangre, tocó los cuernos del altar, y el resto de la sangre la derramó al pie del altar. 10 E hizo quemar sobre el altar la grasa, los riƱones y la grasa del hĆgado de la ofrenda por el pecado, tal como YHVH habĆa ordenado a MoisĆ©s, 11 pero la carne y la piel los quemó a fuego fuera del campamento. 12 Y degolló el holocausto, y los hijos de Aarón le acercaron la sangre, la cual salpicó en derredor sobre el altar. 13 Y le acercaron el holocausto, trozo por trozo con la cabeza, y los hizo quemar sobre el altar. 14 Lavó las entraƱas y las patas y los hizo quemar con el holocausto en el altar. 15 E hizo acercar la ofrenda del pueblo, y tomando el macho cabrĆo del sacrificio por el pecado del pueblo, lo degolló como el primero, 16 y trajo el holocausto segĆŗn la ordenanza. 17 Y trajo la ofrenda vegetal, y llenando su mano, la hizo quemar sobre el altar ademĆ”s del holocausto de la maƱana. 18 Y degolló el novillo y el carnero como sacrificio de ofrendas de paz por el pueblo. Y los hijos de Aarón le acercaron la sangre, que Ć©l roció sobre el altar, en derredor.
19 Y las grasas del novillo y del carnero: la cola gorda, la grasa que cubre las vĆsceras, y los riƱones, y la grasa del hĆgado, 20 las pusieron con las grasas de los pechos, e hizo consumir las grasas sobre el altar. 21 Pero los pechos y la espaldilla derecha los meció Aarón como ofrenda mecida ante la presencia de YHVH, tal como MoisĆ©s habĆa ordenado.
22 Y alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y los bendijo, y descendió de sacrificar la ofrenda por el pecado, el holocausto y las ofrendas de paz. 23 Y Moisés entró con Aarón en la tienda de reunión. Cuando salieron y bendijeron al pueblo, la gloria de YHVH fue vista por todo el pueblo. 24 Y de la presencia de YHVH salió fuego y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo y se postraron sobre sus rostros.
āŗ9.8 pecado… TM aƱade correspondiente a Ć©l mismo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ9.15 primero… TM aƱade lo ofreció por el pecado. Se sigue LXX ā§194.
āŗ9.18 pueblo… āLv 3.1-11.
āŗ9.22 bendijo… āNm 6.22-26.
LevĆtico 10
Pecado y castigo de Nadab y AbiĆŗ
1 Nadab y AbiĆŗ hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y despuĆ©s de poner en ellos fuego y echar incienso sobre Ć©l, ofrecieron en presencia de YHVH un fuego extraƱo que Ćl nunca les mandó. 2 Y de la presencia de YHVH salió un fuego que los consumió y murieron en presencia de YHVH.
3 Y dijo MoisĆ©s a Aarón: Esto es lo que habló YHVH, diciendo: Entre los que se acercan a mĆ serĆ© santificado, y en presencia de todo el pueblo serĆ© reverenciado. Y Aarón fue traspasado. 4 Y llamó MoisĆ©s a Misael y a ElzafĆ”n, hijos de Uziel, tĆo de Aarón, y les dijo: Acercaos y sacad a vuestros hermanos de delante del santuario, fuera del campamento. 5 Y ellos se acercaron y los sacaron con sus tĆŗnicas fuera del campamento, como MoisĆ©s habĆa hablado.
6 Y Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: No desgreñéis vuestras cabezas ni rasguéis vuestros vestidos, asà no moriréis ni se irritarÔ contra toda la asamblea. Pero que vuestros hermanos, toda la casa de Israel, llore por el fuego encendido por YHVH. 7 Y no saldréis por la entrada de la tienda de reunión para que no murÔis, por cuanto el aceite de la unción de YHVH estÔ sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés.
8 Habló YHVH a Aarón, diciendo: 9 Cuando entréis en la tienda de reunión, tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni licor, para que no murÔis. Es estatuto perpetuo por vuestras generaciones, 10 para poder distinguir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, 11 y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que YHVH les ha hablado por medio de Moisés.
12 Y MoisĆ©s dijo a Aarón y a sus hijos que fueron dejados, Eleazar e Itamar: Tomad la ofrenda vegetal sobrante de las ofrendas Ćgneas a YHVH y comedla sin levadura junto al altar. Es cosa santĆsima. 13 La comerĆ©is en un lugar santo, porque es tu estatuto y el estatuto de tus hijos de las ofrendas Ćgneas a YHVH, pues asĆ me ha sido ordenado. 14 Y el pecho que es mecido y la espaldilla que es alzada los comerĆ©is en un lugar limpio, tĆŗ y tus hijos e hijas contigo, pues es tu estatuto y el estatuto de tus hijos, adjudicados de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel. 15 Con las ofrendas de las grasas que se han de quemar, llevarĆ”n la espaldilla que serĆ” alzada y el pecho que serĆ” mecido como ofrenda mecida en presencia de YHVH. Y serĆ” para ti y para tus hijos un estatuto perpetuo, como YHVH lo ha ordenado.
16 MoisĆ©s buscó afanosamente el macho cabrĆo de la ofrenda por el pecado, y he aquĆ ya habĆa sido quemado. Y fue encendido en ira contra Eleazar e Itamar (los hijos que le quedaban a Aarón), diciendo: 17 ĀæPor quĆ© no comisteis la ofrenda por el pecado en lugar sagrado? Es cosa santĆsima, y os ha sido dada para cargar con la iniquidad de la asamblea, para hacer expiación por ellos delante de YHVH. 18 Y he aquĆ su sangre no ha sido traĆda aĆŗn al interior del santuario, por tanto vosotros debisteis haberla comido en el lugar santo, segĆŗn os mandĆ©. 19 Y Aarón respondió a MoisĆ©s: Si el dĆa que han presentado su ofrenda por el pecado y su holocausto delante de YHVH me ha sucedido esto, Āæhubiera sido acepto a YHVH si hubiera comido hoy la vĆctima expiatoria? 20 Y MoisĆ©s quedó satisfecho con la respuesta.
āŗ10.1 un fuego extraƱo… Heb. zarah, de la raĆz zur que ademĆ”s significa desviarse, apartarse.
āŗ10.2 y murieron… Por el contexto āvv. 8, 9 y 10, prob. Nadab y AbiĆŗ cometieron este acto de desobediencia en estado de ebriedad.
āŗ10.3 fue traspasado… Esto es, de dolor. TM: guardó silencio. Se Sigue LXX.
āŗ10.6 ni se irritarĆ”… Esto es, YHVH.
āŗ10.12 ofrenda vegetal… āLv 6.14-18; altar… TM aƱade pues. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.14-15 el pecho… āLv 7.30-34.
āŗ10.17 ofrenda por el pecado… āLv 6.24-26.
āŗ10.18 haberla comido… Esto es, la ofrenda, la vĆctima.
1 Samuel 25
Muerte de Samuel
Nabal y Abigail
1 Murió Samuel, y todo Israel se reunió para lamentar por él, y lo sepultaron en su casa en RamÔ. Entonces David se levantó y bajó al desierto de ParÔn.
2 HabĆa entonces un hombre en Maón que tenĆa posesiones en el Carmelo, y aquel hombre era muy pudiente, pues tenĆa tres mil ovejas y mil cabras. Y esquilaba sus ovejas en el Carmelo. 3 Aquel hombre se llamaba Nabal, y el nombre de su mujer era Abigail. Y la mujer era de buen entendimiento y hermoso aspecto; pero el hombre era grosero y dado a las malas acciones. Y era del linaje de Caleb. 4 Estando David en el desierto, supo que Nabal esquilaba su rebaƱo, 5 y envió David a diez jóvenes; y dijo David a los jóvenes: Subid al Carmelo e id a Nabal, y saludadlo en mi nombre. 6 Y le dirĆ©is asĆ: Ā”Salud! Ā”La paz sea contigo! Ā”Paz a tu casa, y paz a todo cuanto tienes! 7 He oĆdo decir que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores han estado con nosotros, y nunca los maltratamos ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en el Carmelo. 8 Pregunta a tus mozos y te lo dirĆ”n. Por tanto, hallen favor estos jóvenes ante tus ojos, porque en buen dĆa hemos venido, te ruego que des a tus siervos y a tu hijo David lo que halles a mano.
9 Y cuando llegaron los mozos de David, hablaron a Nabal conforme a todas estas palabras en nombre de David, y esperaron. 10 Nabal respondió a los mozos de David, y dijo: ĀæQuiĆ©n es David? ĀæY quiĆ©n es el hijo de IsaĆ? Ā”Hoy en dĆa son muchos los esclavos que huyen de sus seƱores! 11 ĀæTomarĆ© yo ahora mi pan, y mi agua, y mi carne que he sacrificado para mis esquiladores y los darĆ© a hombres que no sĆ© de dónde vienen? 12 Entonces los mozos de David se volvieron por su camino y regresaron, y llegaron y le declararon conforme a todas aquellas palabras. 13 Entonces David dijo a sus hombres: Ā”CĆƱase cada uno su espada! Y cada hombre ciñó su espada. TambiĆ©n David se ciñó su espada, y subieron tras Ć©l como cuatrocientos hombres, y doscientos se ocuparon de los bagajes.
14 Pero uno de los muchachos informó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquĆ, David envió mensajeros desde el desierto para saludar a nuestro amo, y Ć©l los despreció. 15 Pero los hombres fueron muy buenos con nosotros, y nunca nos perjudicaron, ni nada nos faltó cuando estuvimos con ellos en los campos. 16 Como un muro eran en torno a nosotros, tanto de dĆa como de noche, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas. 17 Ahora, pues, considera lo que has de hacer, porque el mal estĆ” decidido contra nuestro amo y contra toda su casa, pues Ć©l es tan hijo de Belial, que nadie le puede hablar.
18 Entonces Abigail se apresuró, y tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos, e hizo cargar todo sobre asnos. 19 Y dijo a sus criados: Id delante de mĆ. He aquĆ, yo os seguirĆ© luego. Pero no informó a su marido Nabal. 20 Y asĆ, cabalgando en su asno, bajó por la parte encubierta de la serranĆa, y he aquĆ David y sus hombres se encontraron con ella. 21 Y David habĆa dicho:
Ciertamente en vano he cuidado todo lo que este tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha devuelto mal por bien. 22 ”Asà haga Elohim a los enemigos de David, y aun mÔs, si de aquà a mañana dejo de los suyos un solo meante a la pared!
23 Cuando Abigail vio a David, se apresuró a bajar de su asno, cayó sobre su rostro ante David, se postró a tierra, 24 y echĆ”ndose a sus pies, dijo: Ā”SeƱor mĆo, recaiga sobre mĆ la iniquidad! Ā”Permite que tu sierva hable a tus oĆdos, y oye las palabras de tu sierva! 25 Te ruego, seƱor mĆo, no prestes atención a Nabal, ese hijo de Belial; porque conforme a su nombre, asĆ es. Nabal es su nombre, y la necedad estĆ” con Ć©l, pero yo, tu sierva, no vi a los mozos de mi seƱor, a los que enviaste. 26 Y ahora, seƱor mĆo, vive YHVH y vive tu alma, puesto que YHVH te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano, Ā”sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal de mi seƱor!
27 Y ahora, este presente que tu sierva ha traĆdo a mi seƱor, sea dado a los mozos que acompaƱan a mi seƱor. 28 Te ruego que perdones la transgresión de tu sierva, por cuanto YHVH harĆ” ciertamente a mi seƱor una casa segura, porque mi seƱor pelea las batallas de YHVH, y la iniquidad no se hallarĆ” en ti en todos tus dĆas. 29 Y aunque un hombre se haya levantado para perseguirte y buscar tu alma, el alma de mi seƱor estĆ” bien atada al zurrón de la vida junto a YHVH tu Elohim, en tanto que Ćl lanzarĆ” el alma de tus enemigos como por medio de una honda. 30 Y acontecerĆ” que cuando YHVH haya hecho a mi seƱor todo el bien que te ha dicho, y te haya constituido como soberano de Israel, 31 esto no causarĆ” pesar ni remordimiento a mi seƱor, ya por haber derramado sangre sin causa, o que mi seƱor se haya vengado por sĆ mismo. Y cuando YHVH favorezca a mi seƱor, acuĆ©rdate de tu sierva.
32 Entonces dijo David a Abigail: Ā”Bendito sea YHVH Elohim de Israel, que te envió hoy a encontrarme! 33 Ā”Bendito tu razonamiento, y bendita tĆŗ, que hoy me has impedido derramar sangre y vengarme por mi propia mano! 34 Porque, Ā”vive YHVH Elohim de Israel, que me ha detenido de hacerte mal a ti, que si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, a la luz del alba no le habrĆa quedado a Nabal ni un meante a la pared! 35 Y David recibió de mano de ella lo que le habĆa llevado, y le dijo: Ā”Sube a tu casa en paz! He aquĆ, he atendido tu voz y aceptado tu petición.
36 Y Abigail volvió a Nabal, y he aquĆ celebraba un banquete en su casa, como el banquete de un rey, y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba muy borracho, por lo cual ella no le informó ni poco ni mucho, hasta que amaneció. 37 Y aconteció que por la maƱana, cuando el efecto del vino habĆa salido de Nabal, su mujer le informó estas cosas, y su corazón desmayó en Ć©l, y se quedó como una piedra. 38 Y pasados como diez dĆas, YHVH hirió a Nabal, y este murió.
39 Cuando David oyó que Nabal habĆa muerto, dijo: Ā”Bendito sea YHVH, que juzgó la causa de la afrenta que Nabal me hizo, y ha preservado del mal a su esclavo! Ā”YHVH ha devuelto asĆ la maldad de Nabal sobre su propia cabeza! Y David envió a tratar con Abigail para tomarla por mujer.
40 Y cuando los criados de David fueron a Abigail en el Carmelo, le hablaron diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte por mujer suya. 41 Y ella se levantó y se postró rostro en tierra, y dijo: He aquà tu esclava, para ser sirvienta que lave los pies de los siervos de mi señor.
42 Luego Abigail se levantó rĆ”pidamente y montó en un asno, y con cinco doncellas que la atendĆan, siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer. 43 David tomó tambiĆ©n a Ahinoam de Jezreel, y las dos fueron mujeres suyas. 44 Por su parte, SaĆŗl habĆa dado su hija Mical, mujer de David, a Palti ben Lais, natural de Galim.
āŗ25.1 lamentar… Lit. golpearse el pecho en seƱal de duelo.
āŗ25.3 Nabal… Esto es, insensato; Abigail… Esto es, padre de gozo.
āŗ25.18 medidas… Heb. seāim, medida de unos 15 lts. cada una.
āŗ25.22 meante… Colorida expresión hebrea. Expresa hombre de pelo en pecho, macho.
āŗ25.28 Se inserta todos para suplir elipsis del original.
āŗ25.31 esto… Esto es, la destrucción de la casa de Nabal.
āŗ25.37 Se inserta efecto para suplir elipsis del original.
1 Samuel 26-27
En el campamento de Zif
1 Los zifeos llegaron a SaĆŗl en Gabaa, diciendo: ĀæNo estĆ” David escondido en el collado de Haquila frente a Jesimón? 2 Entonces se levantó SaĆŗl y bajó al desierto de Zif, llevando consigo a tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif. 3 Y acampó SaĆŗl en el collado de Haquila, el cual estĆ” frente a Jesimón, junto al camino. David, que vivĆa en el desierto, advirtió que SaĆŗl entraba a perseguirlo en el desierto, 4 y enviando espĆas, David supo con certeza que SaĆŗl se acercaba. 5 Se levantó, pues, David y fue al sitio donde SaĆŗl habĆa acampado, y observó David el lugar donde dormĆan SaĆŗl y Abner ben Ner, jefe de su ejĆ©rcito. Y SaĆŗl dormĆa en un carro cubierto, y el pueblo acampaba en derredor suyo.
6 Tomando entonces la palabra, David habló a Ahimelec heteo, y a Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ĀæQuiĆ©n bajarĆ” conmigo a SaĆŗl en el campamento? Y respondió Abisai: Yo bajarĆ© contigo. 7 AsĆ pues, David y Abisai se acercaron de noche a la gente, y he aquĆ, SaĆŗl dormĆa en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera, y Abner y el pueblo estaban acostados alrededor de Ć©l. 8 Entonces dijo Abisai a David: Ā”Elohim ha entregado hoy a tu enemigo en tu mano! Ā”DĆ©jame clavarlo en tierra con su propia lanza de un solo golpe, pues no necesitarĆ© un segundo! 9 Pero David respondió a Abisai: No lo mates, porque ĀæquiĆ©n extenderĆ” su mano contra el ungido de YHVH y quedarĆ” impune? 10 Y agregó David: Ā”Vive YHVH que YHVH mismo tendrĆ” que herirlo, o le vendrĆ” su dĆa de morir, o bajarĆ” a la batalla y perecerĆ”! 11 Pero Ā”lĆbreme YHVH de extender mi mano contra el ungido de YHVH! Toma ahora la lanza que estĆ” a su cabecera, y la vasija del agua, y vĆ”monos de aquĆ. 12 Tomó David la lanza y la vasija de agua de la cabecera de SaĆŗl, y se fueron; y nadie hubo que lo viera ni se diera cuenta, ni nadie que se despertara. Todos dormĆan, porque un profundo sueƱo de parte de YHVH habĆa caĆdo sobre ellos.
13 Y David cruzó al otro lado, y se colocó en la cima del monte a lo lejos, con una considerable distancia entre ellos. 14 Entonces David gritó al pueblo y a Abner ben Ner, diciendo: ¿No respondes Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey?
15 Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un valiente? ¿Quién como tú en Israel? ¿Por qué entonces no has guardado a tu señor el rey? Pues uno del pueblo ha entrado para destruir a tu señor el rey. 16 No estÔ bien lo que has hecho. ”Vive YHVH, que sois dignos de muerte pues no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de YHVH! ”Mira ahora dónde estÔ la lanza del rey, y la vasija de agua que estaba a su cabecera!
17 Y SaĆŗl reconoció la voz de David, y dijo: ĀæAcaso no es esta tu voz, hijo mĆo David? Y David respondió: Ā”Mi voz es, oh rey, seƱor mĆo! 18 Y agregó: ĀæPor quĆ© mi seƱor persigue asĆ a su esclavo? ĀæQuĆ© he hecho? ĀæQuĆ© mal hay en mi mano? 19 Ahora pues, ruego a mi seƱor el rey que escuche las palabras de su esclavo. Si es YHVH quien te ha incitado contra mĆ, respire aplacado el olor de una ofrenda; pero si son los hombres, Ā”malditos sean ante YHVH!, pues me han desterrado hoy, privĆ”ndome de participar en la heredad de YHVH, al decir: Ā”Vete a servir a otros dioses! 20 Ahora pues, no caiga a tierra mi sangre lejos de la presencia de YHVH, porque el rey de Israel ha salido a perseguir a esta pulga solitaria, como quien persigue una perdiz por los montes.
21 Entonces dijo SaĆŗl: Ā”He pecado! Regresa, hijo mĆo David, que ya no te harĆ© ningĆŗn mal, puesto que hoy mi vida ha sido de estima ante tus ojos. He aquĆ he actuado neciamente, y errado en gran manera. 22 Y David respondió, y dijo: Ā”He aquĆ la lanza del rey! Ā”Pase uno de los criados y tómela! 23 YHVH retribuirĆ” a cada uno su justicia y su lealtad, pues habiĆ©ndote entregado YHVH hoy en mi mano, no he querido extender mi mano contra el ungido de YHVH. 24 Y asĆ como tu vida ha sido hoy altamente estimada ante mis ojos, asĆ sea mi vida altamente estimada ante los ojos de YHVH, y me libre de toda aflicción. 25 Y dijo SaĆŗl a David: Bendito seas tĆŗ, hijo, que obras poderosamente y harĆ”s obras poderosas. Y David siguió su camino y SaĆŗl volvió a su lugar.
āŗ26.5 Se sigue LXX.
āŗ26.19 Se inserta aplacado para suplir elipsis del original.
āŗ26.25 Se sigue LXX.
1 Samuel 27
David entre los filisteos
1 Pero David dijo en su corazón: AlgĆŗn dĆa voy a perecer por la mano de SaĆŗl. Nada me serĆ” mejor que escapar de inmediato a tierra de los filisteos; asĆ SaĆŗl desistirĆ” de buscarme por todo el territorio de Israel, y escaparĆ© de su mano. 2 Y David se levantó, y con los seiscientos hombres que tenĆa consigo, se pasó a AquĆs hijo de Maoc, rey de Gat. 3 Y Ć©l y sus hombres habitaron con AquĆs en Gat, cada uno con su familia. David con sus dos mujeres, Ahinoam, la jezreelita y Abigail, la que fue mujer de Nabal, el del Carmelo. 4 Y le informaron a SaĆŗl que David habĆa huido a Gat, y no lo buscó mĆ”s.
5 Y David dijo a AquĆs: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, que me den un lugar en una de las poblaciones del campo, y habitarĆ© allĆ. ĀæPor quĆ© ha de habitar tu esclavo contigo en la ciudad real? 6 Y aquel dĆa AquĆs le entregó Siclag. Por eso Siclag ha sido de los reyes de JudĆ” hasta este dĆa. 7 Y el nĆŗmero de los dĆas en los cuales habitó David en el campo de los extranjeros fue un aƱo y cuatro meses.
8 Y David subĆa con sus hombres, y despojaban a los gesuritas, a los gercitas y a los amalecitas, pues estos habitaban desde hacĆa tiempo en aquella tierra, en dirección a Shur, hasta la tierra de Egipto. 9 Y David atacaba aquella tierra y no dejaba vivo hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, los bueyes, los asnos, los camellos y los bagajes. Luego se volvĆa y regresaba a AquĆs. 10 Y AquĆs preguntaba: ĀæDónde habĆ©is tomado el despojo hoy? David respondĆa: Hacia el sur de JudĆ”, o hacia el sur de los jerameelitas, o hacia el sur de los ceneos.
11 Y David no dejaba con vida hombre ni mujer que fuera a Gat, pues decĆa: No sea que ellos declaren contra nosotros, diciendo: Ā”Esto hizo David! Y esa fue su costumbre todo el tiempo que habitó en tierra de los filisteos. 12 AquĆs cobró confianza en David, pues se decĆa: Se ha hecho aborrecible a su pueblo, a Israel, por lo cual serĆ” siempre mi esclavo.
āŗ27.7 un aƱo… Lit. dĆas.
Salmo 43-44
1 ”Hazme justicia, oh Elohim, y defiende mi causa!
LĆbrame de la gente impĆa, del hombre perverso y engaƱador,
2 Porque TĆŗ eres el Elohim de mi fortaleza.
¿Por qué me has desechado?
¿Por qué ando afligido por la opresión del enemigo?
3 EnvĆa tu luz y tu verdad, estas me guiarĆ”n,
Me llevarƔn a tu santo monte, y a tus moradas.
4 Entonces entrarĆ© al altar de Elohim, al DIOS que es la alegrĆa de mi gozo,
Y te alabarĆ© con el decacordio, oh Elohim, Elohim mĆo.
5 ĀæPor quĆ© te abates, alma mĆa, y por quĆ© te turbas dentro de mĆ?
Espera en Elohim, porque aĆŗn he de alabarlo.
Ā”Salvación mĆa y Elohim mĆo!
Salmo 44
1 Al director del coro. Maskil de los hijos de CorƩ.
Oh Elohim, hemos oĆdo con nuestros oĆdos,
Nuestros padres nos lo han dicho:
Una obra portentosa hiciste en sus dĆas,
En los dĆas de la antigüedad.
2 Para plantarlos, expulsaste con tu mano a las naciones,
Abatiste a los pueblos, para hacerlos arraigar.
3 Aunque no por su espada heredaron la tierra,
Ni su brazo les dio la victoria,
Sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro,
Porque te complacĆas en ellos.
4 TĆŗ eres mi Rey y mi Elohim.
”Ordena la salvación de Jacob!
5 Contigo derribaremos a nuestros enemigos,
En tu Nombre hollaremos a nuestros adversarios.
6 No confiarƩ en mi arco,
Ni mi espada me harĆ” vencedor,
7 Porque eres TĆŗ el que nos libras de nuestros opresores,
Y el que avergüenzas a los que nos aborrecen.
8 En Elohim nos gloriaremos todo el dĆa,
Y alabaremos tu Nombre para siempre.
Selah
9 Pero ahora nos has desechado y confundido;
No sales ya con nuestros ejƩrcitos.
10 Nos haces retroceder ante el adversario,
Y los que nos aborrecen nos saquean.
11 Nos entregaste como ovejas al matadero,
Y nos has esparcido entre las naciones.
12 Has vendido a tu pueblo de balde,
Sin exigir ningĆŗn precio por ellos.
13 Nos convertiste en el oprobio de nuestros vecinos;
En escarnio y burla de cuantos nos rodean.
14 Nos pusiste como refrƔn entre las naciones;
Como objeto de burla en medio de los pueblos.
15 Cada dĆa mi vergüenza estĆ” delante de mĆ,
Y la confusión ha cubierto mi rostro,
16 Por el grito del que me vitupera y me deshonra;
Por causa del enemigo y del vengativo.
17 Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de Ti,
Ni hemos sido infieles a tu pacto.
18 Nuestro corazón no se ha vuelto atrÔs,
Ni nuestros pasos se han desviado de tu senda,
19 Aun asĆ, nos has quebrantado en sitio de chacales,
Y nos has cubierto con la sombra de la muerte.
20 Si nos hubiƩramos olvidado del nombre de nuestro Elohim,
O alzado nuestras palmas a un dios extranjero,
21 ĀæAcaso Elohim no demandarĆa esto?
Porque Ćl conoce los secretos del corazón.
22 Pero por causa de Ti somos muertos cada dĆa,
Somos contados como ovejas para el degüello.
23 ”Despierta, Adonai!
¿Por qué duermes?
DesvƩlate, no nos abandones para siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de la aflicción,
Y de la opresión nuestra?
25 Porque nuestra alma estĆ” agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo postrado en la tierra.
26 Ā”LevĆ”ntate, oh Ayuda nuestra, Y redĆmenos por tu misericordia!
Lucas 1.1-56
Introducción
1 Ya que muchos intentaron compilar un relato acerca de las cosas que entre nosotros han sido del todo certificadas, 2 segĆŗn nos las transmitieron los que desde un principio fueron testigos oculares y servidores del Logos, 3 me pareció bien tambiĆ©n a mĆ, habiendo investigado exactamente todas las cosas desde sus fuentes, escribĆrtelas en orden a ti, excelentĆsimo amigo de DIOS, 4 para que conozcas la solidez de las enseƱanzas en las que fuiste instruido.
Juan el Bautista (anuncio de su nacimiento)
5 Hubo en los dĆas de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote de nombre ZacarĆas, del turno de AbĆas, y su mujer era de las hijas de Aarón, y su nombre era Elisabet. 6 Ambos eran justos delante de DIOS, conduciĆ©ndose irreprochablemente en todos los mandamientos y ordenanzas del SeƱor. 7 Y no tenĆan descendencia, porque Elisabet era estĆ©ril, y ambos eran de edad avanzada.
8 Sucedió que mientras oficiaba como sacerdote en la secuencia de su turno delante de DIOS, 9 conforme a la costumbre del oficio sacerdotal, le tocó en suerte quemar incienso tras entrar al santuario del Señor. 10 Y toda la gente del pueblo estaba orando afuera a la hora del incienso.
11 Entonces, desde la derecha del altar del incienso, se le apareció de pie un Ć”ngel del SeƱor. 12 Al verlo, ZacarĆas se turbó, y el temor cayó sobre Ć©l. 13 Pero el Ć”ngel le dijo: No temas, ZacarĆas, porque fue oĆda tu oración, y tu mujer Elisabet te darĆ” a luz un hijo, y llamarĆ”s su nombre Juan. 14 Y tendrĆ”s gozo y alegrĆa, y muchos se regocijarĆ”n por su nacimiento, 15 porque serĆ” grande delante del SeƱor. No beberĆ” vino ni licor, y serĆ” lleno del EspĆritu Santo aun desde el vientre de su madre, 16 y muchos de los hijos de Israel volverĆ”n al SeƱor su DIOS, 17 e irĆ” delante de Ćl con espĆritu y poder de ElĆas, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y los rebeldes a la prudencia de los justos: a preparar para el SeƱor un pueblo bien dispuesto. 18 Y ZacarĆas dijo al Ć”ngel: ĀæCómo llegarĆ© a saber esto? Porque soy anciano y mi esposa de edad avanzada. 19 Respondiendo el Ć”ngel, le dijo: Yo soy Gabriel, que asisto en la presencia de DIOS y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte estas buenas noticias. 20 He aquĆ estarĆ”s mudo y sin poder hablar hasta el dĆa que lleguen a suceder estas cosas, por cuanto no creĆste a mis palabras, las cuales serĆ”n cumplidas en su oportunidad.
21 Y el pueblo estaba esperando a ZacarĆas, y se extraƱaba de que se demorara en el santuario. 22 Y cuando salió, no podĆa hablarles; y comprendieron que habĆa visto una visión en el santuario, porque les hacĆa seƱas y permanecĆa mudo. 23 Y sucedió que cuando se cumplieron los dĆas de su servicio sacerdotal, se fue a su casa, 24 y luego de esos dĆas su mujer Elisabet concibió, y se mantenĆa en reclusión cinco meses, diciendo: 25 AsĆ ha hecho conmigo el SeƱor en los dĆas en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
El anuncio
26 En el sexto mes, el Ć”ngel Gabriel fue enviado por DIOS a una ciudad de Galilea, cuyo nombre era Nazaret, 27 a una virgen comprometida en matrimonio con un varón cuyo nombre era JosĆ©, de la casa de David, y el nombre de la virgen era MarĆa. 28 Y entrando en donde ella estaba, dijo: Ā”AlĆ©grate, muy favorecida! Ā”El SeƱor estĆ” contigo! 29 Ella se turbó mucho por esta expresión, y se preguntaba quĆ© clase de salutación serĆa esta. 30 Pero el Ć”ngel le dijo: Ā”No temas, MarĆa, porque has hallado gracia ante DIOS! 31 He aquĆ quedarĆ”s encinta y darĆ”s a luz un hijo, y llamarĆ”s su nombre JESĆS. 32 Este serĆ” grande, y serĆ” llamado Hijo del AltĆsimo, y el SeƱor DIOS le darĆ” el trono de David su padre; 33 y reinarĆ” sobre la casa de Jacob por los siglos, y de su reino no habrĆ” fin.
34 Entonces MarĆa dijo al Ć”ngel: ĀæCómo ocurrirĆ” esto?, puesto que no conozco varón. 35 Respondiendo el Ć”ngel, le dijo: El EspĆritu Santo vendrĆ” sobre ti, y el poder del AltĆsimo te harĆ” sombra; por lo cual tambiĆ©n lo nacido serĆ” llamado Santo, Hijo de DIOS. 36 Y he aquĆ tu parienta Elisabet, aun ella ha concebido un hijo en su vejez, y este es el sexto mes para aquella que llaman estĆ©ril; 37 porque para DIOS nada serĆ” imposible. 38 Entonces MarĆa dijo: He aquĆ la esclava del SeƱor, hĆ”gase conmigo conforme a tu palabra. Y el Ć”ngel se retiró de ella.
El misterio de la piedad
39 En esos dĆas, MarĆa se levantó y partió apresuradamente hacia una ciudad en la región montaƱosa de JudĆ”; 40 y entrando en casa de ZacarĆas, saludó a Elisabet. 41 Cuando Elisabet oyó el saludo de MarĆa, aconteció que la criatura saltó de gozo en su vientre, y Elisabet fue llena del EspĆritu Santo. 42 Y exclamó a gran voz, y dijo: Ā”Bendita tĆŗ entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ĀæPor quĆ© se me concede esto, que la madre de mi SeƱor venga a mĆ? 44 Porque he aquĆ, en cuanto la voz de tu salutación llegó a mis oĆdos, la criatura saltó de alegrĆa en mi vientre. 45 Ā”Bienaventurada la que creyó que tendrĆ”n cumplimiento las cosas que le fueron dichas de parte del SeƱor!
46 Entonces MarĆa dijo:
Mi alma engrandece al SeƱor,
47 Y mi espĆritu se regocijó en DIOS mi Salvador,
48 Porque miró la bajeza de su esclava;
Pues he aquà desde ahora me llamarÔn bienaventurada todas las generaciones.
49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
”Santo es su Nombre!
50 Su misericordia es de generación en generación para los que le temen.
51 Hizo proezas con su brazo;
Esparció a los soberbios en la intención de su corazón.
52 Quitó de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
53 A los hambrientos colmó de bienes,
Y a los que se enriquecen envió vacĆos.
54 Acudió en ayuda de Israel su siervo,
Recordando su misericordia
55 Con Abraham y su simiente para siempre,
Conforme habló a nuestros padres.
56 Y MarĆa permaneció con ella como tres meses, y regresó a su casa.
āŗ1.2 Se inserta fueron para suplir elipsis del original; Logos… Gr. lógos = palabra ā§70.
āŗ1.3 amigo de DIOS… Gr. theófilos. Se prefirió la traducción del nombre.
āŗ1.5 del turno de AbĆas… Natividad ā§60.
āŗ1.8 oficiaba… Mā anteponen ZacarĆas.
āŗ1.15 SeƱor… Mā insertan Dios; vino… licor… āLv 10.9; Nm 6.3; lleno… āJer 1.5; Ga 1.15.
āŗ1.17 padres a los hijos… āMal 4.5-6.
āŗ1.19 Gabriel… āDn 8.16; 9.21.
āŗ1.20 sin poder hablar… Lit. y no pudiendo hablar hasta.
āŗ1.21 y se extraƱaba de que se demorara en el santuario… Lit. y al demorarse en el santuario, se extraƱaba.
āŗ1.22 habĆa visto… Lit. ha visto.
āŗ1.24 concibió… ā§224.
āŗ1.25 mi afrenta… AsĆ se consideraba la esterilidad en esos dĆas.
āŗ1.27 comprometida.. āMt 1.18.
āŗ1.28 dijo… Mā aƱaden el Ć”ngel; TR aƱade bendita tĆŗ entre las mujeres.
āŗ1.29 Ella… Mā aƱaden cuando le vio.
āŗ1.31 quedarĆ”s encinta… Lit. llevar en el vientre. No se refiere al acto de concebir ā§224; JESĆS… ā§224.
āŗ1.33 no habrĆ” fin… āIs 9.7.
āŗ1.34 ĀæCómo ocurrirĆ”… No expresa desconfianza o duda (como en el caso de ZacarĆas), sino cómo habrĆa de quedar encinta, pues ella aĆŗn no convivĆa con JosĆ©.
āŗ1.36 tu parienta… Era frecuente emparentar entre las tribus de LevĆ y JudĆ” āJue 19.1; ha concebido… ā§224.
āŗ1.37 imposible… āGn 18.14.
āŗ1.38 esclava… Gr. doĆŗle ā§273.
āŗ1.41 llena del EspĆritu… Y por ello, capacitada para profetizar.
āŗ1.43 Se inserta concede para suplir elipsis del original.
āŗ1.45 que tendrĆ”n… ā§30.
āŗ1.46 dijo… ā1S 2.1-10.
āŗ1.48 esclava… Gr. doĆŗle ā§273.
āŗ1.51 proezas… Lit. dominio.
āŗ1.55 Abraham… āGn 17.7.
Romanos 8.28-39
El plan de salvación
28 Y sabemos que a los que aman a DIOS, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito. 29 Porque a los que antes escogió, tambiĆ©n los predestinó a ser conformados a la imagen de su Hijo, a fin de ser Ćl, primogĆ©nito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos tambiĆ©n llamó; y a los que llamó, a estos tambiĆ©n declaró justos; y a los que declaró justos, a estos tambiĆ©n glorificó.
Completamente victoriosos
31 ĀæQuĆ©, pues, diremos a estas cosas? Si DIOS estĆ” a favor de nosotros, ĀæquiĆ©n contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, Āæcómo no nos darĆ” gratuitamente tambiĆ©n con Ćl todas las cosas? 33 ĀæQuiĆ©n encausarĆ” a los escogidos de DIOS? ĀæDIOS, el que justifica? 34 ĀæQuiĆ©n es el que condenarĆ”? CRISTO es el que murió, y mĆ”s aĆŗn, fue resucitado, el cual tambiĆ©n estĆ” a la diestra de DIOS, el cual tambiĆ©n intercede por nosotros. 35 ĀæQuiĆ©n nos separarĆ” del amor de CRISTO? ĀæTribulación, o angustia, o persecución, o hambruna, o desnudez, o peligro o espada?
36 Como estĆ” escrito:
Por causa de Ti se nos mata todo el tiempo;
Fuimos estimados como ovejas para el degolladero.
37 Al contrario, en todas estas cosas somos mĆ”s que victoriosos por medio del que nos amó. 38 Porque he sido persuadido de que ni muerte ni vida, ni Ć”ngeles ni gobernantes, ni lo presente ni lo por venir, ni las potestades, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrĆ” separarnos del amor de DIOS, que es en CRISTO JESĆS, el SeƱor nuestro.
āŗ8.29 antes escogió… Es decir, escogidos por adelantado; ser conformados… Esto es, de idĆ©ntica forma.
āŗ8.33 encausarĆ”… Es decir, acusarĆ” judicialmente.
āŗ8.36 se nos mata… Es decir, confrontados con la Muerte āSal 44.22.
āŗ8.38 he sido… ā§32; gobernantes… TR Ā«mejoraĀ» la secuencia ubicando ni potestades antes de ni lo presente, para relacionarlas mĆ”s cerca de principados, como en 1Co 15.24 y Ef 1.21

