Texto Ć”ureo: LevĆtico 13-15ā
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā LevĆtico 13
DĆa 2: LevĆtico 14
DĆa 3: LevĆtico 15
DĆa 4: 2ĀŖReyes 5
DĆa 5: 2ĀŖReyes 6:24-33
DĆa 6: 2ĀŖReyes 7-8
I- La impureza y la pureza.
La palabra traducida como ālepraā tzarat (צָרַעַת) en realidad se refiere a una enfermedad en la piel parecida a la lepra, pero que seƱalaba un problema espiritual que la producĆa[1]. Esta tzarat seƱalaba un tipo de impureza.
ĀæQuĆ© es la impureza espiritual? Ella es la causa y la consecuencia de la separación de Dios. Y esta se puede definir claramente como la permisión de la influencia material desmedida en la persona. La palabra para āpurezaā es tohorah y para āimpurezaā tumĀ“ah, pero se debe entender que su traducción es lo mejor que se puede hacer al espaƱol, aunque no es completamente exacta. Para la primera pudiĆ©ramos decir que expresa el restablecimiento de la semejanza a la santidad de Dios y lo contrario a tohorah serĆa entonces la tumĀ“ah. Por eso la Ćŗnica manera de entender ambos conceptos hoy es cuando se ha experimentado la limpieza del corazón hecha por Dios en el creyente; fuera de ahĆ solo se puede explicar abstractamente a travĆ©s de los sĆmbolos de estos pasajes Ć”ureos de la porción.
La impureza mĆ”s grande descrita aquĆ es la muerte, por eso requerĆa de sacrificios mĆ”s valiosos. Esto representa que el pecado o muerte espiritual es la impureza mĆ”s grande (Ro 3:23; 6:3; Jn 15:5). De ahĆ que cuando se habla de salir del campamento estĆ” representando que tambiĆ©n la impureza aleja al hombre de la santidad de Dios.
Algo importante que se debe entender aquĆ es que el hecho de que la mujer necesitara mĆ”s dĆas para su purificación al dar a luz a una niƱa no tiene que ver con machismo, como algunos pudieran pensar a priori, sino que tiene que ver con un sĆmbolo de respeto a quien procrea directamente, con esfuerzo y peligro para su vida.
II- La mala interpretación de la impureza.
Siglos despuĆ©s, cuando Pedro reconoce que la visión del lienzo con aquellos animales inmundos habĆa sido para enseƱarle que Ā«a ningĆŗn hombre llamase comĆŗn o inmundoĀ» (Hch 10), es porque bajo la perspectiva farisea de aquel primer siglo se le estaba llamando a los gentiles como mismo se le llamaba a lo impuros. Esta porción nos muestra lo claro que Dios habĆa dejado acerca de quĆ© era inmundo y quĆ© no, por lo que la tradición oral de ellos que habĆa transferido este concepto de lo que era un animal impuro al gentil, desviaba completamente el sentido original del mandamiento.
En realidad, lo que hacĆa diferente a un gentil de un israelita era el encargo que Dios les habĆa hecho con respecto a su verdad, pero no en la naturaleza de ambos. En realidad, todos los seres humanos estĆ”n destituidos de la gloria de Dios por el pecado que mora en ellos (Ro 3:23; 5:12).
Preguntas:
1.- ¿Qué cree usted que representen las dos avecillas que aparecen en esta porción?
2.- Investigue en quĆ© lugares salĆan las manchas blancas. ĀæQuĆ© cree usted que representa esa mancha en esos lugares?
3.- ĀæPor quĆ© cree usted que Dios escogió esta ālepraā para seƱalar al chismoso o al orgulloso?
4.- A la luz de la frase Ā«somos templo del EspĆritu SantoĀ», Āæcómo pudiera interpretar usted toda esta porción?
[1] Algunos comentaristas sugieren que la raĆz de esta palabra significa āhablar mal de otra personaā, pero esto es algo que no se puede definir o confirmar ciento por ciento. Sin embargo, sĆ se puede decir que es una de las causas (Nm 12), como tambiĆ©n lo es el orgullo (2aR 5-7).
āLevĆtico 13-15
Ley sobre la lepra
1 Habló YHVH a MoisĆ©s y a Aarón, diciendo: 2 Cuando un hombre tenga en la piel de su carne hinchazón, erupción, mancha blanca, y se convierta en llaga de lepra en la piel de su carne, serĆ” llevado al sacerdote Aarón, o a uno de sus hijos los sacerdotes. 3 Y el sacerdote examinarĆ” la llaga en la piel de la carne: si el vello que hay en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga aparece mĆ”s hundida que la piel de su carne, es llaga de lepra. El sacerdote lo reconocerĆ” y lo declararĆ” inmundo. 4 Y si en la piel de su carne hay una mancha blanca, pero no parece mĆ”s hundida que la piel, ni su vello se ha vuelto blanco, el sacerdote harĆ” que el llagado sea recluido durante siete dĆas. 5 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ”, y he aquĆ, si ante sus ojos la llaga ha permanecido estacionaria, sin extenderse la llaga en la piel, el sacerdote lo volverĆ” a hacer recluir por otros siete dĆas. 6 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ” de nuevo, y si, he aquĆ, la llaga se ha oscurecido y no se ha esparcido en la piel, el sacerdote lo declararĆ” limpio: es una erupción. LavarĆ” entonces sus vestidos y quedarĆ” limpio. 7 Pero si, variando de pronto, la erupción se esparce sobre la piel, despuĆ©s de haberlo visto el sacerdote para su purificación, comparecerĆ” por segunda vez ante el sacerdote.
8 El sacerdote le harĆ” un examen, y si la erupción se ha esparcido en la piel, el sacerdote lo declararĆ” inmundo: es lepra. 9 Cuando haya llaga de lepra en un hombre, serĆ” llevado al sacerdote, 10 y el sacerdote lo examinarĆ”, y si, he aquĆ, una hinchazón blanca en la piel y el vello se ha vuelto blanco y se descubre la carne viva, 11 es lepra crónica en la piel de su carne. El sacerdote lo declararĆ” inmundo y lo harĆ” recluir, porque estĆ” inmundo. 12 Pero si la lepra brota mucho y cubre toda la piel del infectado, desde su cabeza hasta sus pies, a vista del sacerdote, 13 el sacerdote observarĆ”, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declararĆ” limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y Ć©l es limpio; 14 pero el dĆa que sea vista en Ć©l carne viva, entonces quedarĆ” impuro. 15 El sacerdote examinarĆ” la carne viva, y lo declararĆ” impuro. La carne viva es impura, es lepra. 16 Pero si la carne viva llegara a cambiar, y se torna blanca, entonces irĆ” al sacerdote, 17 y el sacerdote lo examinarĆ”, y si la llaga se ha tornado blanca, entonces el sacerdote declararĆ” puro al llagado: estĆ” limpio.
18 Cuando un cuerpo tenga una Ćŗlcera en su piel, que haya sido sanada, 19 pero surge en el lugar de la Ćŗlcera una hinchazón blanca o una mancha lustrosa blanca rojiza, serĆ” observada por el sacerdote. 20 El sacerdote la examinarĆ”, y he aquĆ, si parece mĆ”s hundida que la piel y el vello se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es lepra que ha brotado en la Ćŗlcera. 21 Pero si el sacerdote la examina, y he aquĆ, no hay en ella vello blanco ni estĆ” mĆ”s hundida que la piel, y ha perdido color, entonces el sacerdote lo harĆ” recluir siete dĆas, 22 y si se esparce mucho en la piel, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es infección. 23 Pero si la mancha lustrosa se mantiene fija, sin que haya sido esparcida, es cicatriz de la Ćŗlcera, y el sacerdote lo declararĆ” limpio. 24 O si la carne tiene en su piel una quemadura de fuego, y en lo sanado de la quemadura tiene una mancha blanquecina, rojiza, o blanca, 25 el sacerdote la examinarĆ”, y si el vello que hay en la mancha lustrosa se ha vuelto blanco, y parece estar mĆ”s hundida que la piel, es lepra que ha brotado en la quemadura. El sacerdote lo declararĆ” impuro: es llaga de lepra. 26 Pero si el sacerdote la observa, y he aquĆ no aparece vello blanco en la mancha lustrosa, ni estĆ” mĆ”s hundida que la piel sino que ha palidecido, el sacerdote lo harĆ” recluir siete dĆas. 27 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ”. Si estĆ” esparcida considerablemente por la piel, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es llaga de lepra. 28 Pero si la mancha lustrosa se queda fija, no estĆ” esparcida por la piel, y ha perdido color, es hinchazón de la quemadura. El sacerdote lo declararĆ” limpio porque es la costra de la quemadura.
29 Cuando un hombre o una mujer tenga una llaga en la cabeza o en la barbilla, 30 el sacerdote examinarĆ” la llaga, y si parece mĆ”s hundida que la piel y su vello es cano y delgado, entonces el sacerdote lo declararĆ” impuro. Es tiƱa: lepra de cabeza o barbilla. 31 Pero si el sacerdote examina la infección de la tiƱa, y he aquĆ, no parece mĆ”s hundida que la piel, y no hay en ella vello cano, el sacerdote harĆ” recluir al infectado de la tiƱa siete dĆas. 32 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote examinarĆ” la infección, y si, he aquĆ, la tiƱa no estĆ” esparcida ni hay en ella pelo cano, ni la tiƱa parece mĆ”s profunda que la piel, 33 serĆ” afeitado (pero no serĆ” afeitada la tiƱa), y el sacerdote harĆ” recluir al tiƱoso siete dĆas mĆ”s. 34 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote examinarĆ” la tiƱa, y he aquĆ, si despuĆ©s de afeitado, la tiƱa no estĆ” esparcida por la piel ni parece mĆ”s hundida que la piel, entonces el sacerdote lo declararĆ” limpio. LavarĆ” sus vestidos y serĆ” limpio. 35 Pero si, ciertamente, la tiƱa estĆ” extendida en la piel despuĆ©s de ser purificado, 36 entonces el sacerdote lo examinarĆ”, y si he aquĆ, la tiƱa estĆ” extendida en la piel, el sacerdote no tendrĆ” que buscar el pelo cano: es impuro. 37 Pero si a su parecer la tiƱa estĆ” detenida y ha crecido en ella vello negro, la tiƱa estĆ” sanada. EstĆ” limpio, y el sacerdote lo declararĆ” limpio. 38 Cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su carne manchas lustrosas, manchas blancas lustrosas, 39 el sacerdote lo examinarĆ”; y si en la piel de su carne hay manchas blanquecinas, es un eczema que brotó en la piel: Ć©l estĆ” limpio.
40 Cuando a un varón se le cae el pelo de su cabeza, calvo es, pero limpio. 41 Asimismo, si se le cae por delante de su cabeza, calvo es de la frente, pero limpio. 42 Pero si en la calva de la coronilla, o en la calva de la frente hay una llaga blanca rojiza, es lepra que estÔ en su coronilla o en su frente calva. 43 El sacerdote lo examinarÔ, y si la hinchazón de la llaga blanca rojiza de su coronilla o de su frente calva es como el aspecto de la lepra en la piel de la carne, 44 él es hombre leproso. El sacerdote lo declararÔ impuro: tiene la llaga en su cabeza. 45 Y el leproso, en quien estÔ la llaga: que sus vestidos sean desgarrados y su cabeza descubierta y se ponga algo alrededor de su boca, y serÔ llamado impuro. 46 PermanecerÔ impuro todo el tiempo que tenga la llaga. Siendo impuro, morarÔ solo. Su morada estarÔ fuera del campamento.
47 Cuando haya infección de lepra en la ropa, sea ropa de lana o ropa de lino, 48 en tejido o en punto, sea de lino o de lana, en cuero o en cualquier objeto hecho de cuero, 49 y la mancha se muestra verdosa o rojiza, sea en vestido, o en cuero, o en tejido, o en punto, o en cualquier objeto hecho de cuero, es infección de lepra, y se ha de mostrar al sacerdote. 50 El sacerdote observarĆ” la infección y harĆ” aislar lo infectado durante siete dĆas. 51 Al sĆ©ptimo dĆa observarĆ” la infección, y si la infección estĆ” esparcida por el vestido, o por el tejido, o por el punto, o por el cuero, cualquiera que sea el uso del cuero, la infección es una lepra maligna. Es impuro. 52 Y quemarĆ” el vestido o el tejido, o el punto de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero infectado, porque es lepra maligna. SerĆ” quemado al fuego. 53 Pero si el sacerdote lo examina y he aquĆ la infección no estĆ” extendida en el vestido, o el tejido, o el punto, o en cualquier objeto de cuero, 54 el sacerdote ordenarĆ” que laven lo que tiene la infección, y lo harĆ” aislar siete dĆas mĆ”s.
55 DespuĆ©s que el objeto infectado haya sido lavado, el sacerdote lo examinarĆ”, y si he aquĆ la mancha no ha cambiado ante sus ojos, aunque no estĆ© extendida, es impuro. Ya sea que estĆ© corroĆdo por el derecho o por el revĆ©s, serĆ” quemado en el fuego. 56 Pero si el sacerdote lo examina, y he aquĆ la mancha se ha debilitado despuĆ©s de ser lavada, la cortarĆ” del vestido, o del cuero, o del tejido, o del punto. 57 Pero si reaparece en el vestido o en el tejido, o en el punto, o en cualquier objeto de cuero, se estĆ” esparciendo. Aquello en lo cual estĆ” la infección serĆ” quemado al fuego. 58 El vestido, o tejido, o el punto, o cualquier objeto de cuero que hayas lavado y la mancha haya sido removida de ellos, entonces serĆ” lavado por segunda vez, y quedarĆ” limpio. 59 Esta es la ley acerca de la mancha de la lepra en un vestido de lana, o de lino, bien sea en tejido o trama, o en cualquier objeto de cuero, para declararlo limpio o para declararlo impuro.
āŗ13.2 hinchazón… TM repite o… o. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.6 oscurecido… Lit. debilitado.
āŗ13.11 estĆ” inmundo… TM: no estĆ” inmundo (!). Se sigue LXX.
āŗ13.12 vista… TM aƱade plena. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.18 tenga… TM aƱade en Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.20 es… TM aƱade llaga. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.23 haya sido esparcida… TM utiliza la voz activa. Se sigue LXX.
āŗ13.31 cano… TM registra negro. Se sigue LXX.
āŗ13.42 estĆ”… TM aƱade brotando. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.44 leproso… TM aƱade es inmundo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.45 su cabeza… TM aƱade llegarĆ” a estar y repite impuro (?). Se sigue LXX ā§194.
LevĆtico 14
El dĆa de la purificación del leproso
1 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 Esta es la ley para el leproso el dĆa que sea purificado: SerĆ” traĆdo al sacerdote, 3 y el sacerdote saldrĆ” fuera del campamento, y si al examinarlo el sacerdote, he aquĆ, la llaga de lepra es quitada del leproso, 4 el sacerdote ordenarĆ” que se tomen dos avecillas vivas limpias y madera de cedro, pĆŗrpura e hisopo para el que estĆ” siendo purificado. 5 Luego el sacerdote ordenarĆ” que se degüelle la primera avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas. 6 TomarĆ” la avecilla viva, con el palo de cedro, la pĆŗrpura y el hisopo, y los sumergirĆ” con la avecilla viva en la sangre de la avecilla degollada sobre las aguas vivas, 7 y rociarĆ” siete veces sobre el que fue purificado de la lepra y lo declararĆ” limpio. Luego dejarĆ” ir a la avecilla viva sobre la faz del campo. 8 El que fue purificado lavarĆ” sus vestidos, todo su cabello serĆ” rasurado, se baƱarĆ” con agua, y quedarĆ” limpio. DespuĆ©s entrarĆ” en el campamento, pero permanecerĆ” fuera de su tienda siete dĆas.
9 Al sĆ©ptimo dĆa serĆ” rasurado todo su cabello: de su cabeza, de su barba y de sus cejas, es decir, serĆ” rasurado todo su cabello, lavarĆ” sus vestidos, y baƱarĆ” su cuerpo con agua, y quedarĆ” limpio.
10 Al octavo dĆa tomarĆ” dos corderos sin defecto y una cordera de un aƱo sin defecto, tres dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda vegetal y un log de aceite. 11 Y el sacerdote que estĆ” purificando harĆ” poner de pie ante la presencia de YHVH al hombre que es purificado, junto con estas cosas, en la entrada de la tienda de reunión. 12 Luego el sacerdote tomarĆ” uno de los corderos, y lo presentarĆ” como ofrenda por la culpa, con el log de aceite, y los mecerĆ” como ofrenda mecida ante la presencia de YHVH. 13 Enseguida degollarĆ” el cordero en el lugar donde se degüella el sacrificio por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario, pues la ofrenda por el pecado, al igual que la ofrenda por la culpa, pertenece al sacerdote. Es cosa santĆsima. 14 El sacerdote tomarĆ” de la sangre de la ofrenda por la culpa, y untarĆ” el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, y el pulgar de su mano derecha, y el dedo gordo de su pie derecho.
15 El sacerdote tomarĆ” del log de aceite y lo verterĆ” en su palma izquierda, 16 y untando su dedo derecho en el aceite que estĆ” en su palma izquierda, rociarĆ” siete veces delante de YHVH.
17 Del resto del aceite que estÔ en su palma, el sacerdote untarÔ una parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, por encima de la sangre de la ofrenda por la culpa. 18 El resto del aceite que estÔ en la palma del sacerdote lo pondrÔ en la cabeza del que es purificado, y el sacerdote harÔ expiación a favor de él en presencia de YHVH. 19 Luego el sacerdote prepararÔ la ofrenda por el pecado y harÔ expiación por el que es purificado de su impureza, el cual después degollarÔ el holocausto. 20 Y el sacerdote harÔ subir el holocausto y la ofrenda vegetal sobre el altar. Asà el sacerdote harÔ expiación por él, y quedarÔ limpio.
21 Pero si es pobre, y su mano no alcanza a tanto, entonces tomarĆ” un cordero para ser mecido como ofrenda por la culpa, para hacer expiación a favor de Ć©l, y una dĆ©cima de efa de flor de harina, amasada con aceite, como ofrenda vegetal, y un log de aceite. 22 TambiĆ©n dos tórtolas o dos palominos, segĆŗn alcance su mano. Uno serĆ” para expiación por el pecado y otro para holocausto. 23 Al octavo dĆa los harĆ” llevar al sacerdote para su purificación a la entrada de la tienda de reunión, en presencia de YHVH. 24 Y el sacerdote tomarĆ” el cordero de la ofrenda por la culpa, y el log de aceite, y los mecerĆ” como ofrenda mecida en presencia de YHVH.
25 Después degollarÔ el cordero del sacrificio por la culpa, y el sacerdote tomarÔ de la sangre de la expiación y untarÔ en el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, y en el pulgar de su mano derecha y en el dedo gordo de su pie derecho. 26 Y el sacerdote echarÔ del aceite sobre su propia palma izquierda, 27 y con su dedo derecho el sacerdote harÔ aspersión del aceite que tiene en su palma izquierda siete veces ante YHVH. 28 Luego el sacerdote aplicarÔ parte del aceite que tiene en su palma sobre el lóbulo de la oreja derecha del que estÔ siendo purificado, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima del lugar donde se puso la sangre de la ofrenda por la culpa. 29 Y el resto del aceite que estÔ sobre la palma del sacerdote, lo pondrÔ sobre la cabeza del que es purificado, para hacer expiación a favor de él en presencia de YHVH.
30 Y ofrecerĆ” la primera de las tórtolas o de los palominos, de lo que alcance su mano. 31 La primera vĆctima en ofrenda por el pecado y la otra como holocausto, junto con la ofrenda vegetal. Y el sacerdote harĆ” expiación a favor del que es purificado, en presencia de YHVH.
32 Esta es la ley para el que haya tenido llaga de lepra y que su mano no alcance a tanto para su purificación.
La lepra de la casa
33 YHVH habló a MoisĆ©s y a Aarón, diciendo: 34 Cuando entrĆ©is en la tierra de CanaĆ”n, la cual Yo os doy en propiedad, y Yo ponga una llaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra propiedad, 35 aquel de quien es la casa irĆ” a dar aviso al sacerdote, diciendo: Algo como una plaga ha sido vista en mi casa. 36 Entonces el sacerdote ordenarĆ” desocupar la casa antes de que entre a mirar la infección, para que no sea contaminado todo lo que estĆ© en la casa; despuĆ©s el sacerdote entrarĆ” a examinarla. 37 ObservarĆ” la mancha, y si en las paredes de la casa hay manchas verdosas o rojizas que parezcan mĆ”s hundidas que la pared, 38 el sacerdote saldrĆ” a la puerta de la casa y harĆ” cerrar la casa por siete dĆas. 39 Al sĆ©ptimo dĆa, el sacerdote volverĆ” y observarĆ”, y he aquĆ, si la infección estĆ” extendida por las paredes de la casa, 40 el sacerdote ordenarĆ” que arranquen las piedras que tengan la infección, y las echarĆ”n fuera de la ciudad en un lugar impuro.
41 DespuĆ©s harĆ” raspar la casa por dentro en derredor, y el polvo lo echarĆ”n fuera de la ciudad en un lugar impuro. 42 Luego tomarĆ”n otras piedras y las pondrĆ”n en lugar de las piedras quitadas, y se tomarĆ” otra mezcla para revocar la casa. 43 Pero si, despuĆ©s de ser quitadas las piedras, y raspada y revocada la casa, la infección irrumpe otra vez en la casa, 44 el sacerdote observarĆ”, y he aquĆ la mancha extendida por la casa, hay lepra maligna en la casa: estĆ” impura. 45 DerribarĆ” la casa con sus piedras y sus maderos y todo el polvo, y lo sacarĆ” fuera de la ciudad a un lugar impuro. 46 El que entre en la casa durante los dĆas en que estuvo cerrada, quedarĆ” impuro hasta la tarde. 47 Y el que se acueste en aquella casa, lavarĆ” sus vestidos, y el que coma en la casa, lavarĆ” sus vestidos.
48 Pero si el sacerdote entra y observa, y he aquĆ, en verdad la infección no estĆ” extendida por la casa despuĆ©s de ser revocada, el sacerdote declararĆ” limpia la casa, pues la infección ha desaparecido. 49 Para purificar la casa, tomarĆ” dos avecillas, y madera de cedro, escarlata e hisopo, 50 y degollarĆ” una de las avecillas en una vasija de barro, sobre aguas vivas. 51 TomarĆ” la madera de cedro, el hisopo y la escarlata, junto con la avecilla viva, y los sumergirĆ” en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociarĆ” la casa siete veces.
52 AsĆ purificarĆ” la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas y con la avecilla viva, con la madera de cedro, con el hisopo y la escarlata. 53 Luego dejarĆ” ir la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la faz del campo. AsĆ harĆ” expiación por la casa, y serĆ” limpia. 54 Esta es la ley acerca de cualquier infección de lepra y de tiƱa, 55 de la lepra del vestido y de la casa, 56 acerca de la hinchazón, de la costra y las manchas blancas lustrosas, 57 para declarar en quĆ© dĆa algo es impuro y en quĆ© dĆa serĆ” purificado. Esta es la ley sobre la lepra.
āŗ14.2 Y esta… TM aƱade serĆ”. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.4 estĆ” siendo purificado… TM registra voz media. Se sigue LXX ā§32.
āŗ14.5 aguas vivas… Esto es, aguas corrientes.
āŗ14.7-8 fue purificado… LXX usa pasiva ā§32.
āŗ14.10 una cordera… TM registra otra crĆa. Se sigue LXX; log… Medida de capacidad de un poco mĆ”s de un cuarto de litro.
āŗ14.13 degollarĆ”… Esto es, el que es purificado.
āŗ14.16 untado… rociarĆ”… TM aƱade el sacerdote… con aceite… con su dedo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.24 mecerĆ”… TM aƱade el sacerdote. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.25 degollarĆ”… Esto es, el oferente.
āŗ14.31 vĆctima… TM aƱade lo que alcance su mano. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.37 y si… TM aƱade he aquĆ infección. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.41 el polvo… TM aƱade que raspen. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.45 el polvo… TM aƱade de la casa. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.48 desaparecido… Lit. fue sanada.
āŗ14.49 tomarĆ”… Esto es, el dueƱo de casa.
LevĆtico 15
Impurezas sexuales
1 Habló YHVH a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando emita flujo seminal de su miembro viril, quedarÔ impuro a causa de su flujo, 3 y esta la ley sobre la impureza por su flujo, sea que su miembro emita su flujo o que esté obstruido por su flujo: él tendrÔ su impureza. 4 Cualquier lecho en que se acueste quien padezca gonorrea, quedarÔ impuro, y todo aquello sobre lo cual se siente, impuro quedarÔ. 5 Cualquiera que toque su lecho, habrÔ de lavar sus vestidos, se bañarÔ en agua y quedarÔ impuro hasta la tarde. 6 Cualquiera que se siente sobre cualquier objeto en que se haya sentado el que padece gonorrea, deberÔ lavar sus vestidos, se bañarÔ en agua y permanecerÔ impuro hasta la tarde.
7 Asimismo, cualquiera que toque el cuerpo del que padece gonorrea, lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 8 Y si el que tiene gonorrea escupe sobre el que estƔ limpio, entonces este lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 9 Cualquier montura sobre la que cabalgue el que tiene gonorrea, serƔ impura. 10 Y cualquiera que toque cualquier cosa que haya estado debajo de Ʃl, quedarƔ impuro hasta la tarde, y el que la transporte, lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 11 Todo aquel a quien toque el que tiene gonorrea, sin haberse lavado las manos en agua, habrƔ de lavar sus vestidos y baƱarse. Y quedarƔ impuro hasta la tarde. 12 La vasija de barro que toque quien padece gonorrea, serƔ quebrada, pero todo utensilio de madera serƔ lavado con agua.
13 Cuando el que padece gonorrea sea limpiado de su flujo, Ć©l mismo contarĆ” siete dĆas desde su purificación, lavarĆ” sus vestidos y baƱarĆ” su cuerpo en agua, y quedarĆ” limpio. 14 Al octavo dĆa tomarĆ” dos tórtolas o dos palominos, y comparecerĆ” ante YHVH, a la entrada de la tienda de reunión, y los entregarĆ” al sacerdote. 15 El sacerdote los ofrecerĆ”, el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. AsĆ el sacerdote harĆ” expiación por Ć©l delante de YHVH a causa de su flujo. 16 El varón que tenga espermatorrea, lavarĆ” en agua todo su cuerpo y permanecerĆ” impuro hasta la tarde. 17 Cualquier vestido o cuero sobre el cual haya caĆdo semen, serĆ” lavado con agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 18 Si un varón se acuesta con una mujer y hay efusión seminal, ambos se lavarĆ”n con agua y serĆ”n impuros hasta la tarde.
19 Cuando una mujer tenga flujo de sangre, que sea el flujo regular de su cuerpo, permanecerĆ” siete dĆas en su impureza legal, y cualquiera que la toque quedarĆ” impuro hasta la tarde. 20 Todo aquello sobre lo cual se acueste durante su impureza, quedarĆ” impuro, y todo aquello encima de lo cual se siente, serĆ” impuro. 21 Cualquiera que toque el lecho de ella, lavarĆ” sus vestidos, se baƱarĆ” en agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 22 Asimismo todo el que toque cualquier objeto sobre el cual ella se haya sentado, deberĆ” lavar sus vestidos, se baƱarĆ” en agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 23 Y si hubiere alguna cosa encima del lecho o encima del objeto sobre el cual ella se haya sentado, al tocarlo uno quedarĆ” impuro hasta la tarde.
24 Si un hombre yace con ella aun asĆ, y su menstruo se vierte sobre Ć©l, quedarĆ” impuro por siete dĆas, y toda cama sobre la que Ć©l se acueste serĆ” impura. 25 Y si una mujer padece flujo de sangre por muchos dĆas, sin ser tiempo de su menstruo, o cuando tenga flujo pasado su perĆodo, todos los dĆas de ese flujo impuro, serĆ” impura como en los dĆas de su menstruación.
26 Todo lecho en que se acueste durante todos los dĆas de su flujo, le serĆ” como el lecho de su menstruación, y todo aquello sobre lo cual se siente, quedarĆ” impuro como en la impureza de su menstruación. 27 Y cualquiera que toque estas cosas quedarĆ” impuro, tendrĆ” que lavar sus vestidos y baƱarse en agua, y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 28 Y si estuviera limpia de su flujo, entonces contarĆ” para sĆ siete dĆas, y despuĆ©s quedarĆ” purificada.
29 Al octavo dĆa tomarĆ” consigo dos tórtolas o dos palominos, y los llevarĆ” al sacerdote, a la entrada de la tienda de reunión. 30 El sacerdote prepararĆ” el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. AsĆ el sacerdote harĆ” expiación por ella delante de YHVH a causa del flujo de su impureza.
31 Y asĆ, pues, mantendrĆ©is separados de sus impurezas a los hijos de Israel, para que no mueran por sus impurezas, al contaminar mi tabernĆ”culo, que estĆ” en medio de ellos. 32 Tal es la ley tanto para el que padece gonorrea, como para el que tiene espermatorrea que lo haga impuro; 33 para la impura en su perĆodo menstrual, para quien padece flujo, sea varón o hembra, y para el hombre que cohabita con mujer impura.
āŗ15.2 flujo seminal… Esto es, secreción mucosa de la uretra producida por enfermedades venĆ©reas, tal como gonorrea āv. 7.
āŗ15.3 y esta… TM aƱade serĆ”. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.7 gonorrea… LXX gonoruos, de donde procede la palabra gonorrea. Se trata, pues, de una secreción infecciosa altamente contagiosa.
āŗ15.11 baƱarse… TM aƱade en agua. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.13 agua… TM aƱade viva (corriente). Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.16 espermatorrea… Esto es, derrame involuntario del semen separado del acto sexual; cuerpo… Lit. carne.
āLevĆtico 13-15
Ley sobre la lepra
1 Habló YHVH a MoisĆ©s y a Aarón, diciendo: 2 Cuando un hombre tenga en la piel de su carne hinchazón, erupción, mancha blanca, y se convierta en llaga de lepra en la piel de su carne, serĆ” llevado al sacerdote Aarón, o a uno de sus hijos los sacerdotes. 3 Y el sacerdote examinarĆ” la llaga en la piel de la carne: si el vello que hay en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga aparece mĆ”s hundida que la piel de su carne, es llaga de lepra. El sacerdote lo reconocerĆ” y lo declararĆ” inmundo. 4 Y si en la piel de su carne hay una mancha blanca, pero no parece mĆ”s hundida que la piel, ni su vello se ha vuelto blanco, el sacerdote harĆ” que el llagado sea recluido durante siete dĆas. 5 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ”, y he aquĆ, si ante sus ojos la llaga ha permanecido estacionaria, sin extenderse la llaga en la piel, el sacerdote lo volverĆ” a hacer recluir por otros siete dĆas. 6 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ” de nuevo, y si, he aquĆ, la llaga se ha oscurecido y no se ha esparcido en la piel, el sacerdote lo declararĆ” limpio: es una erupción. LavarĆ” entonces sus vestidos y quedarĆ” limpio. 7 Pero si, variando de pronto, la erupción se esparce sobre la piel, despuĆ©s de haberlo visto el sacerdote para su purificación, comparecerĆ” por segunda vez ante el sacerdote.
8 El sacerdote le harĆ” un examen, y si la erupción se ha esparcido en la piel, el sacerdote lo declararĆ” inmundo: es lepra. 9 Cuando haya llaga de lepra en un hombre, serĆ” llevado al sacerdote, 10 y el sacerdote lo examinarĆ”, y si, he aquĆ, una hinchazón blanca en la piel y el vello se ha vuelto blanco y se descubre la carne viva, 11 es lepra crónica en la piel de su carne. El sacerdote lo declararĆ” inmundo y lo harĆ” recluir, porque estĆ” inmundo. 12 Pero si la lepra brota mucho y cubre toda la piel del infectado, desde su cabeza hasta sus pies, a vista del sacerdote, 13 el sacerdote observarĆ”, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declararĆ” limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y Ć©l es limpio; 14 pero el dĆa que sea vista en Ć©l carne viva, entonces quedarĆ” impuro. 15 El sacerdote examinarĆ” la carne viva, y lo declararĆ” impuro. La carne viva es impura, es lepra. 16 Pero si la carne viva llegara a cambiar, y se torna blanca, entonces irĆ” al sacerdote, 17 y el sacerdote lo examinarĆ”, y si la llaga se ha tornado blanca, entonces el sacerdote declararĆ” puro al llagado: estĆ” limpio.
18 Cuando un cuerpo tenga una Ćŗlcera en su piel, que haya sido sanada, 19 pero surge en el lugar de la Ćŗlcera una hinchazón blanca o una mancha lustrosa blanca rojiza, serĆ” observada por el sacerdote. 20 El sacerdote la examinarĆ”, y he aquĆ, si parece mĆ”s hundida que la piel y el vello se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es lepra que ha brotado en la Ćŗlcera. 21 Pero si el sacerdote la examina, y he aquĆ, no hay en ella vello blanco ni estĆ” mĆ”s hundida que la piel, y ha perdido color, entonces el sacerdote lo harĆ” recluir siete dĆas, 22 y si se esparce mucho en la piel, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es infección. 23 Pero si la mancha lustrosa se mantiene fija, sin que haya sido esparcida, es cicatriz de la Ćŗlcera, y el sacerdote lo declararĆ” limpio. 24 O si la carne tiene en su piel una quemadura de fuego, y en lo sanado de la quemadura tiene una mancha blanquecina, rojiza, o blanca, 25 el sacerdote la examinarĆ”, y si el vello que hay en la mancha lustrosa se ha vuelto blanco, y parece estar mĆ”s hundida que la piel, es lepra que ha brotado en la quemadura. El sacerdote lo declararĆ” impuro: es llaga de lepra. 26 Pero si el sacerdote la observa, y he aquĆ no aparece vello blanco en la mancha lustrosa, ni estĆ” mĆ”s hundida que la piel sino que ha palidecido, el sacerdote lo harĆ” recluir siete dĆas. 27 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote lo examinarĆ”. Si estĆ” esparcida considerablemente por la piel, el sacerdote lo declararĆ” impuro: es llaga de lepra. 28 Pero si la mancha lustrosa se queda fija, no estĆ” esparcida por la piel, y ha perdido color, es hinchazón de la quemadura. El sacerdote lo declararĆ” limpio porque es la costra de la quemadura.
29 Cuando un hombre o una mujer tenga una llaga en la cabeza o en la barbilla, 30 el sacerdote examinarĆ” la llaga, y si parece mĆ”s hundida que la piel y su vello es cano y delgado, entonces el sacerdote lo declararĆ” impuro. Es tiƱa: lepra de cabeza o barbilla. 31 Pero si el sacerdote examina la infección de la tiƱa, y he aquĆ, no parece mĆ”s hundida que la piel, y no hay en ella vello cano, el sacerdote harĆ” recluir al infectado de la tiƱa siete dĆas. 32 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote examinarĆ” la infección, y si, he aquĆ, la tiƱa no estĆ” esparcida ni hay en ella pelo cano, ni la tiƱa parece mĆ”s profunda que la piel, 33 serĆ” afeitado (pero no serĆ” afeitada la tiƱa), y el sacerdote harĆ” recluir al tiƱoso siete dĆas mĆ”s. 34 Al sĆ©ptimo dĆa el sacerdote examinarĆ” la tiƱa, y he aquĆ, si despuĆ©s de afeitado, la tiƱa no estĆ” esparcida por la piel ni parece mĆ”s hundida que la piel, entonces el sacerdote lo declararĆ” limpio. LavarĆ” sus vestidos y serĆ” limpio. 35 Pero si, ciertamente, la tiƱa estĆ” extendida en la piel despuĆ©s de ser purificado, 36 entonces el sacerdote lo examinarĆ”, y si he aquĆ, la tiƱa estĆ” extendida en la piel, el sacerdote no tendrĆ” que buscar el pelo cano: es impuro. 37 Pero si a su parecer la tiƱa estĆ” detenida y ha crecido en ella vello negro, la tiƱa estĆ” sanada. EstĆ” limpio, y el sacerdote lo declararĆ” limpio. 38 Cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su carne manchas lustrosas, manchas blancas lustrosas, 39 el sacerdote lo examinarĆ”; y si en la piel de su carne hay manchas blanquecinas, es un eczema que brotó en la piel: Ć©l estĆ” limpio.
40 Cuando a un varón se le cae el pelo de su cabeza, calvo es, pero limpio. 41 Asimismo, si se le cae por delante de su cabeza, calvo es de la frente, pero limpio. 42 Pero si en la calva de la coronilla, o en la calva de la frente hay una llaga blanca rojiza, es lepra que estÔ en su coronilla o en su frente calva. 43 El sacerdote lo examinarÔ, y si la hinchazón de la llaga blanca rojiza de su coronilla o de su frente calva es como el aspecto de la lepra en la piel de la carne, 44 él es hombre leproso. El sacerdote lo declararÔ impuro: tiene la llaga en su cabeza. 45 Y el leproso, en quien estÔ la llaga: que sus vestidos sean desgarrados y su cabeza descubierta y se ponga algo alrededor de su boca, y serÔ llamado impuro. 46 PermanecerÔ impuro todo el tiempo que tenga la llaga. Siendo impuro, morarÔ solo. Su morada estarÔ fuera del campamento.
47 Cuando haya infección de lepra en la ropa, sea ropa de lana o ropa de lino, 48 en tejido o en punto, sea de lino o de lana, en cuero o en cualquier objeto hecho de cuero, 49 y la mancha se muestra verdosa o rojiza, sea en vestido, o en cuero, o en tejido, o en punto, o en cualquier objeto hecho de cuero, es infección de lepra, y se ha de mostrar al sacerdote. 50 El sacerdote observarĆ” la infección y harĆ” aislar lo infectado durante siete dĆas. 51 Al sĆ©ptimo dĆa observarĆ” la infección, y si la infección estĆ” esparcida por el vestido, o por el tejido, o por el punto, o por el cuero, cualquiera que sea el uso del cuero, la infección es una lepra maligna. Es impuro. 52 Y quemarĆ” el vestido o el tejido, o el punto de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero infectado, porque es lepra maligna. SerĆ” quemado al fuego. 53 Pero si el sacerdote lo examina y he aquĆ la infección no estĆ” extendida en el vestido, o el tejido, o el punto, o en cualquier objeto de cuero, 54 el sacerdote ordenarĆ” que laven lo que tiene la infección, y lo harĆ” aislar siete dĆas mĆ”s.
55 DespuĆ©s que el objeto infectado haya sido lavado, el sacerdote lo examinarĆ”, y si he aquĆ la mancha no ha cambiado ante sus ojos, aunque no estĆ© extendida, es impuro. Ya sea que estĆ© corroĆdo por el derecho o por el revĆ©s, serĆ” quemado en el fuego. 56 Pero si el sacerdote lo examina, y he aquĆ la mancha se ha debilitado despuĆ©s de ser lavada, la cortarĆ” del vestido, o del cuero, o del tejido, o del punto. 57 Pero si reaparece en el vestido o en el tejido, o en el punto, o en cualquier objeto de cuero, se estĆ” esparciendo. Aquello en lo cual estĆ” la infección serĆ” quemado al fuego. 58 El vestido, o tejido, o el punto, o cualquier objeto de cuero que hayas lavado y la mancha haya sido removida de ellos, entonces serĆ” lavado por segunda vez, y quedarĆ” limpio. 59 Esta es la ley acerca de la mancha de la lepra en un vestido de lana, o de lino, bien sea en tejido o trama, o en cualquier objeto de cuero, para declararlo limpio o para declararlo impuro.
āŗ13.2 hinchazón… TM repite o… o. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.6 oscurecido… Lit. debilitado.
āŗ13.11 estĆ” inmundo… TM: no estĆ” inmundo (!). Se sigue LXX.
āŗ13.12 vista… TM aƱade plena. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.18 tenga… TM aƱade en Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.20 es… TM aƱade llaga. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.23 haya sido esparcida… TM utiliza la voz activa. Se sigue LXX.
āŗ13.31 cano… TM registra negro. Se sigue LXX.
āŗ13.42 estĆ”… TM aƱade brotando. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.44 leproso… TM aƱade es inmundo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.45 su cabeza… TM aƱade llegarĆ” a estar y repite impuro (?). Se sigue LXX ā§194.
LevĆtico 14
El dĆa de la purificación del leproso
1 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 Esta es la ley para el leproso el dĆa que sea purificado: SerĆ” traĆdo al sacerdote, 3 y el sacerdote saldrĆ” fuera del campamento, y si al examinarlo el sacerdote, he aquĆ, la llaga de lepra es quitada del leproso, 4 el sacerdote ordenarĆ” que se tomen dos avecillas vivas limpias y madera de cedro, pĆŗrpura e hisopo para el que estĆ” siendo purificado. 5 Luego el sacerdote ordenarĆ” que se degüelle la primera avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas. 6 TomarĆ” la avecilla viva, con el palo de cedro, la pĆŗrpura y el hisopo, y los sumergirĆ” con la avecilla viva en la sangre de la avecilla degollada sobre las aguas vivas, 7 y rociarĆ” siete veces sobre el que fue purificado de la lepra y lo declararĆ” limpio. Luego dejarĆ” ir a la avecilla viva sobre la faz del campo. 8 El que fue purificado lavarĆ” sus vestidos, todo su cabello serĆ” rasurado, se baƱarĆ” con agua, y quedarĆ” limpio. DespuĆ©s entrarĆ” en el campamento, pero permanecerĆ” fuera de su tienda siete dĆas.
9 Al sĆ©ptimo dĆa serĆ” rasurado todo su cabello: de su cabeza, de su barba y de sus cejas, es decir, serĆ” rasurado todo su cabello, lavarĆ” sus vestidos, y baƱarĆ” su cuerpo con agua, y quedarĆ” limpio.
10 Al octavo dĆa tomarĆ” dos corderos sin defecto y una cordera de un aƱo sin defecto, tres dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda vegetal y un log de aceite. 11 Y el sacerdote que estĆ” purificando harĆ” poner de pie ante la presencia de YHVH al hombre que es purificado, junto con estas cosas, en la entrada de la tienda de reunión. 12 Luego el sacerdote tomarĆ” uno de los corderos, y lo presentarĆ” como ofrenda por la culpa, con el log de aceite, y los mecerĆ” como ofrenda mecida ante la presencia de YHVH. 13 Enseguida degollarĆ” el cordero en el lugar donde se degüella el sacrificio por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario, pues la ofrenda por el pecado, al igual que la ofrenda por la culpa, pertenece al sacerdote. Es cosa santĆsima. 14 El sacerdote tomarĆ” de la sangre de la ofrenda por la culpa, y untarĆ” el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, y el pulgar de su mano derecha, y el dedo gordo de su pie derecho.
15 El sacerdote tomarĆ” del log de aceite y lo verterĆ” en su palma izquierda, 16 y untando su dedo derecho en el aceite que estĆ” en su palma izquierda, rociarĆ” siete veces delante de YHVH.
17 Del resto del aceite que estÔ en su palma, el sacerdote untarÔ una parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, por encima de la sangre de la ofrenda por la culpa. 18 El resto del aceite que estÔ en la palma del sacerdote lo pondrÔ en la cabeza del que es purificado, y el sacerdote harÔ expiación a favor de él en presencia de YHVH. 19 Luego el sacerdote prepararÔ la ofrenda por el pecado y harÔ expiación por el que es purificado de su impureza, el cual después degollarÔ el holocausto. 20 Y el sacerdote harÔ subir el holocausto y la ofrenda vegetal sobre el altar. Asà el sacerdote harÔ expiación por él, y quedarÔ limpio.
21 Pero si es pobre, y su mano no alcanza a tanto, entonces tomarĆ” un cordero para ser mecido como ofrenda por la culpa, para hacer expiación a favor de Ć©l, y una dĆ©cima de efa de flor de harina, amasada con aceite, como ofrenda vegetal, y un log de aceite. 22 TambiĆ©n dos tórtolas o dos palominos, segĆŗn alcance su mano. Uno serĆ” para expiación por el pecado y otro para holocausto. 23 Al octavo dĆa los harĆ” llevar al sacerdote para su purificación a la entrada de la tienda de reunión, en presencia de YHVH. 24 Y el sacerdote tomarĆ” el cordero de la ofrenda por la culpa, y el log de aceite, y los mecerĆ” como ofrenda mecida en presencia de YHVH.
25 Después degollarÔ el cordero del sacrificio por la culpa, y el sacerdote tomarÔ de la sangre de la expiación y untarÔ en el lóbulo de la oreja derecha del que es purificado, y en el pulgar de su mano derecha y en el dedo gordo de su pie derecho. 26 Y el sacerdote echarÔ del aceite sobre su propia palma izquierda, 27 y con su dedo derecho el sacerdote harÔ aspersión del aceite que tiene en su palma izquierda siete veces ante YHVH. 28 Luego el sacerdote aplicarÔ parte del aceite que tiene en su palma sobre el lóbulo de la oreja derecha del que estÔ siendo purificado, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima del lugar donde se puso la sangre de la ofrenda por la culpa. 29 Y el resto del aceite que estÔ sobre la palma del sacerdote, lo pondrÔ sobre la cabeza del que es purificado, para hacer expiación a favor de él en presencia de YHVH.
30 Y ofrecerĆ” la primera de las tórtolas o de los palominos, de lo que alcance su mano. 31 La primera vĆctima en ofrenda por el pecado y la otra como holocausto, junto con la ofrenda vegetal. Y el sacerdote harĆ” expiación a favor del que es purificado, en presencia de YHVH.
32 Esta es la ley para el que haya tenido llaga de lepra y que su mano no alcance a tanto para su purificación.
La lepra de la casa
33 YHVH habló a MoisĆ©s y a Aarón, diciendo: 34 Cuando entrĆ©is en la tierra de CanaĆ”n, la cual Yo os doy en propiedad, y Yo ponga una llaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra propiedad, 35 aquel de quien es la casa irĆ” a dar aviso al sacerdote, diciendo: Algo como una plaga ha sido vista en mi casa. 36 Entonces el sacerdote ordenarĆ” desocupar la casa antes de que entre a mirar la infección, para que no sea contaminado todo lo que estĆ© en la casa; despuĆ©s el sacerdote entrarĆ” a examinarla. 37 ObservarĆ” la mancha, y si en las paredes de la casa hay manchas verdosas o rojizas que parezcan mĆ”s hundidas que la pared, 38 el sacerdote saldrĆ” a la puerta de la casa y harĆ” cerrar la casa por siete dĆas. 39 Al sĆ©ptimo dĆa, el sacerdote volverĆ” y observarĆ”, y he aquĆ, si la infección estĆ” extendida por las paredes de la casa, 40 el sacerdote ordenarĆ” que arranquen las piedras que tengan la infección, y las echarĆ”n fuera de la ciudad en un lugar impuro.
41 DespuĆ©s harĆ” raspar la casa por dentro en derredor, y el polvo lo echarĆ”n fuera de la ciudad en un lugar impuro. 42 Luego tomarĆ”n otras piedras y las pondrĆ”n en lugar de las piedras quitadas, y se tomarĆ” otra mezcla para revocar la casa. 43 Pero si, despuĆ©s de ser quitadas las piedras, y raspada y revocada la casa, la infección irrumpe otra vez en la casa, 44 el sacerdote observarĆ”, y he aquĆ la mancha extendida por la casa, hay lepra maligna en la casa: estĆ” impura. 45 DerribarĆ” la casa con sus piedras y sus maderos y todo el polvo, y lo sacarĆ” fuera de la ciudad a un lugar impuro. 46 El que entre en la casa durante los dĆas en que estuvo cerrada, quedarĆ” impuro hasta la tarde. 47 Y el que se acueste en aquella casa, lavarĆ” sus vestidos, y el que coma en la casa, lavarĆ” sus vestidos.
48 Pero si el sacerdote entra y observa, y he aquĆ, en verdad la infección no estĆ” extendida por la casa despuĆ©s de ser revocada, el sacerdote declararĆ” limpia la casa, pues la infección ha desaparecido. 49 Para purificar la casa, tomarĆ” dos avecillas, y madera de cedro, escarlata e hisopo, 50 y degollarĆ” una de las avecillas en una vasija de barro, sobre aguas vivas. 51 TomarĆ” la madera de cedro, el hisopo y la escarlata, junto con la avecilla viva, y los sumergirĆ” en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociarĆ” la casa siete veces.
52 AsĆ purificarĆ” la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas y con la avecilla viva, con la madera de cedro, con el hisopo y la escarlata. 53 Luego dejarĆ” ir la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la faz del campo. AsĆ harĆ” expiación por la casa, y serĆ” limpia. 54 Esta es la ley acerca de cualquier infección de lepra y de tiƱa, 55 de la lepra del vestido y de la casa, 56 acerca de la hinchazón, de la costra y las manchas blancas lustrosas, 57 para declarar en quĆ© dĆa algo es impuro y en quĆ© dĆa serĆ” purificado. Esta es la ley sobre la lepra.
āŗ14.2 Y esta… TM aƱade serĆ”. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.4 estĆ” siendo purificado… TM registra voz media. Se sigue LXX ā§32.
āŗ14.5 aguas vivas… Esto es, aguas corrientes.
āŗ14.7-8 fue purificado… LXX usa pasiva ā§32.
āŗ14.10 una cordera… TM registra otra crĆa. Se sigue LXX; log… Medida de capacidad de un poco mĆ”s de un cuarto de litro.
āŗ14.13 degollarĆ”… Esto es, el que es purificado.
āŗ14.16 untado… rociarĆ”… TM aƱade el sacerdote… con aceite… con su dedo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.24 mecerĆ”… TM aƱade el sacerdote. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.25 degollarĆ”… Esto es, el oferente.
āŗ14.31 vĆctima… TM aƱade lo que alcance su mano. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.37 y si… TM aƱade he aquĆ infección. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.41 el polvo… TM aƱade que raspen. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.45 el polvo… TM aƱade de la casa. Se sigue LXX ā§194.
āŗ14.48 desaparecido… Lit. fue sanada.
āŗ14.49 tomarĆ”… Esto es, el dueƱo de casa.
LevĆtico 15
Impurezas sexuales
1 Habló YHVH a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando emita flujo seminal de su miembro viril, quedarÔ impuro a causa de su flujo, 3 y esta la ley sobre la impureza por su flujo, sea que su miembro emita su flujo o que esté obstruido por su flujo: él tendrÔ su impureza. 4 Cualquier lecho en que se acueste quien padezca gonorrea, quedarÔ impuro, y todo aquello sobre lo cual se siente, impuro quedarÔ. 5 Cualquiera que toque su lecho, habrÔ de lavar sus vestidos, se bañarÔ en agua y quedarÔ impuro hasta la tarde. 6 Cualquiera que se siente sobre cualquier objeto en que se haya sentado el que padece gonorrea, deberÔ lavar sus vestidos, se bañarÔ en agua y permanecerÔ impuro hasta la tarde.
7 Asimismo, cualquiera que toque el cuerpo del que padece gonorrea, lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 8 Y si el que tiene gonorrea escupe sobre el que estƔ limpio, entonces este lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 9 Cualquier montura sobre la que cabalgue el que tiene gonorrea, serƔ impura. 10 Y cualquiera que toque cualquier cosa que haya estado debajo de Ʃl, quedarƔ impuro hasta la tarde, y el que la transporte, lavarƔ sus vestidos, se baƱarƔ en agua y quedarƔ impuro hasta la tarde. 11 Todo aquel a quien toque el que tiene gonorrea, sin haberse lavado las manos en agua, habrƔ de lavar sus vestidos y baƱarse. Y quedarƔ impuro hasta la tarde. 12 La vasija de barro que toque quien padece gonorrea, serƔ quebrada, pero todo utensilio de madera serƔ lavado con agua.
13 Cuando el que padece gonorrea sea limpiado de su flujo, Ć©l mismo contarĆ” siete dĆas desde su purificación, lavarĆ” sus vestidos y baƱarĆ” su cuerpo en agua, y quedarĆ” limpio. 14 Al octavo dĆa tomarĆ” dos tórtolas o dos palominos, y comparecerĆ” ante YHVH, a la entrada de la tienda de reunión, y los entregarĆ” al sacerdote. 15 El sacerdote los ofrecerĆ”, el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. AsĆ el sacerdote harĆ” expiación por Ć©l delante de YHVH a causa de su flujo. 16 El varón que tenga espermatorrea, lavarĆ” en agua todo su cuerpo y permanecerĆ” impuro hasta la tarde. 17 Cualquier vestido o cuero sobre el cual haya caĆdo semen, serĆ” lavado con agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 18 Si un varón se acuesta con una mujer y hay efusión seminal, ambos se lavarĆ”n con agua y serĆ”n impuros hasta la tarde.
19 Cuando una mujer tenga flujo de sangre, que sea el flujo regular de su cuerpo, permanecerĆ” siete dĆas en su impureza legal, y cualquiera que la toque quedarĆ” impuro hasta la tarde. 20 Todo aquello sobre lo cual se acueste durante su impureza, quedarĆ” impuro, y todo aquello encima de lo cual se siente, serĆ” impuro. 21 Cualquiera que toque el lecho de ella, lavarĆ” sus vestidos, se baƱarĆ” en agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 22 Asimismo todo el que toque cualquier objeto sobre el cual ella se haya sentado, deberĆ” lavar sus vestidos, se baƱarĆ” en agua y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 23 Y si hubiere alguna cosa encima del lecho o encima del objeto sobre el cual ella se haya sentado, al tocarlo uno quedarĆ” impuro hasta la tarde.
24 Si un hombre yace con ella aun asĆ, y su menstruo se vierte sobre Ć©l, quedarĆ” impuro por siete dĆas, y toda cama sobre la que Ć©l se acueste serĆ” impura. 25 Y si una mujer padece flujo de sangre por muchos dĆas, sin ser tiempo de su menstruo, o cuando tenga flujo pasado su perĆodo, todos los dĆas de ese flujo impuro, serĆ” impura como en los dĆas de su menstruación.
26 Todo lecho en que se acueste durante todos los dĆas de su flujo, le serĆ” como el lecho de su menstruación, y todo aquello sobre lo cual se siente, quedarĆ” impuro como en la impureza de su menstruación. 27 Y cualquiera que toque estas cosas quedarĆ” impuro, tendrĆ” que lavar sus vestidos y baƱarse en agua, y quedarĆ” impuro hasta la tarde. 28 Y si estuviera limpia de su flujo, entonces contarĆ” para sĆ siete dĆas, y despuĆ©s quedarĆ” purificada.
29 Al octavo dĆa tomarĆ” consigo dos tórtolas o dos palominos, y los llevarĆ” al sacerdote, a la entrada de la tienda de reunión. 30 El sacerdote prepararĆ” el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. AsĆ el sacerdote harĆ” expiación por ella delante de YHVH a causa del flujo de su impureza.
31 Y asĆ, pues, mantendrĆ©is separados de sus impurezas a los hijos de Israel, para que no mueran por sus impurezas, al contaminar mi tabernĆ”culo, que estĆ” en medio de ellos. 32 Tal es la ley tanto para el que padece gonorrea, como para el que tiene espermatorrea que lo haga impuro; 33 para la impura en su perĆodo menstrual, para quien padece flujo, sea varón o hembra, y para el hombre que cohabita con mujer impura.
āŗ15.2 flujo seminal… Esto es, secreción mucosa de la uretra producida por enfermedades venĆ©reas, tal como gonorrea āv. 7.
āŗ15.3 y esta… TM aƱade serĆ”. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.7 gonorrea… LXX gonoruos, de donde procede la palabra gonorrea. Se trata, pues, de una secreción infecciosa altamente contagiosa.
āŗ15.11 baƱarse… TM aƱade en agua. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.13 agua… TM aƱade viva (corriente). Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.16 espermatorrea… Esto es, derrame involuntario del semen separado del acto sexual; cuerpo… Lit. carne.
2 Reyes 5
NaamƔn
1 NaamĆ”n, capitĆ”n del ejĆ©rcito de Siria, era un hombre muy estimado por su seƱor, porque por su intermedio YHVH habĆa dado victoria a Siria. Era ademĆ”s valeroso en extremo, pero leproso. 2 Y los sirios habĆan salido en escuadrones, y habĆan llevado cautiva de la tierra de Israel a una jovencita, la cual estaba al servicio de la mujer de NaamĆ”n. 3 Y ella dijo a su seƱora: Ā”OjalĆ” estuviera mi seƱor con el profeta que estĆ” en Samaria! Entonces lo librarĆa de su lepra. 4 Y uno fue e informó a su seƱor diciendo: Esto y esto ha dicho la jovencita de la tierra de Israel. 5 Y el rey de Siria dijo: Ve allĆ con una carta para el rey de Israel. Y partió llevando en su mano diez talentos de plata, seis mil piezas de oro y diez mudas de vestidos. 6 Y llevó la carta al rey de Israel, que decĆa: Ahora pues, cuando esta carta llegue a ti, he aquĆ te envĆo a mi esclavo NaamĆ”n, para que lo cures de su lepra. 7 Y sucedió que al leer la carta, el rey de Israel rasgó sus vestidos, y dijo: ĀæAcaso soy Ha-Elohim para matar o para hacer vivir, para que este me envĆe a un hombre a curarlo de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mĆ.
8 Pero aconteció que, oyendo Eliseo que el rey de Israel habĆa rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ĀæPor quĆ© has rasgado tus vestidos? Que venga a mĆ, y sabrĆ” que hay profeta en Israel. 9 NaamĆ”n, pues, fue con sus caballos y sus carros, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. 10 Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lĆ”vate en el JordĆ”n siete veces, y tu carne se te restaurarĆ”, y serĆ”s limpio. 11 Pero NaamĆ”n se retiró airado, diciendo: He aquĆ yo pensaba: Seguramente saldrĆ” a mi encuentro, se detendrĆ”, e invocarĆ” el nombre de su Elohim, y agitarĆ” su mano sobre el sitio y curarĆ” la lepra. 12 ĀæAbana y Farfar, rĆos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ĀæAcaso no me lavarĆ© en ellos y serĆ© limpio? Y volviĆ©ndose, se fue airado. 13 Pero sus siervos se acercaron y le hablaron: Si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna cosa difĆcil Āæno la cumplirĆas? ĀæCuĆ”nto mĆ”s, diciĆ©ndote: LĆ”vate, y serĆ”s limpio? 14 Entonces bajó y se sumergió siete veces en el JordĆ”n, conforme a la palabra del varón de Ha-Elohim, y su carne se volvió como la carne de un niƱo, y quedó limpio.
15 Enseguida volvió a Eliseo con toda su compaƱĆa, y fue, se presentó y dijo: He aquĆ ahora comprendo que no hay Elohim en toda la tierra, sino en Israel. Ā”Recibe ahora, te ruego, algĆŗn presente de tu esclavo! 16 Pero Ć©l respondió: Ā”Vive YHVH, delante de quien estoy, que no lo tomarĆ©! E insistió que lo recibiera, pero Ć©l no quiso. 17 Y NaamĆ”n dijo: Pues entonces, te ruego que sea dada a tu esclavo la carga de tierra de un par de mulos, pues tu esclavo ya no ofrecerĆ” holocausto ni sacrificio a otros dioses, sino a YHVH. 18 En esto perdone YHVH a tu esclavo: cuando mi seƱor entre al templo de Rimón para postrarse allĆ, y se apoye en mi mano, y yo me incline en el templo de Rimón; cuando yo tenga que inclinarme en el templo de Rimón, perdone YHVH a tu esclavo en esto. 19 Y Ć©l le dijo: Ve en paz.
Y se habĆa alejado de Ć©l una cierta distancia, 20 cuando Giezi, siervo de Eliseo, pensó: He aquĆ mi seƱor eximió a este sirio NaamĆ”n al no recibir de su mano lo que traĆa. Pero, Ā”vive YHVH, que de seguro correrĆ© tras Ć©l para tomar algo suyo! 21 AsĆ Giezi siguió a NaamĆ”n, y cuando NaamĆ”n vio que corrĆa tras Ć©l, se bajó del carro para recibirlo. 22 Y dijo: Ā”Salud! Mi seƱor me ha enviado diciendo: He aquĆ que en este mismo momento han venido a mĆ desde la serranĆa de EfraĆn dos jóvenes de los hijos de los profetas: Dales, te ruego, un talento de plata y dos mudas de vestidos. 23 Y NaamĆ”n dijo: Ā”Toma dos talentos! Y los ató en dos talegas con dos mudas de ropa, y los entregó a dos de sus siervos, que los llevaron delante de Ć©l.
24 Y cuando llegó a Ćfel, los tomó de sus manos y los puso en la casa y despachó a los hombres. 25 Y Ć©l entró y se detuvo ante su seƱor. Entonces Eliseo le preguntó: ĀæDe dónde vienes, Giezi? Y este respondió: Tu esclavo no ha ido a ninguna parte. 26 Pero Ć©l le dijo: ĀæNo iba mi corazón contigo cuando el hombre se volvió de su carro a encontrarte? ĀæEs tiempo este de recibir plata, y de tomar vestidos y olivares y viƱas y ovejas y bueyes y siervos y siervas? 27 Pero la lepra de NaamĆ”n se pegarĆ” en ti y en tu descendencia para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.
āŗ5.1 del ejĆ©rcito… TM aƱade del rey. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.5 carta… Heb. sefer. Cuando alude a una carta, aparece relacionada con la realeza o la administración gubernamental, y tiene una connotación oficial; piezas… Prob. siclo = 11.4 gr.
āŗ5.8 Eliseo… TM aƱade el varón de Dios. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.11 TM aƱade Tetragrama. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.13 hablaron… TM aƱade y dijeron: Padre mĆo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.15 se presentó… TM aƱade ante Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.17 tierra… La petición de NaamĆ”n tiene como propósito erigir en su paĆs un altar para el Dios de Israel, el cual, en ese momento, estaba ligado a un territorio especĆfico.
āŗ5.20 Eliseo… TM aƱade el varón de Dios. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.21 recibirlo… TM aƱade y dijo: Āætodo bien? Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.23 TM registra varias aƱadiduras. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.24 Ćfel… Esto es, colina fortificada. Acrópolis de Samaria; los hombres… TM aƱade y se fueron. Se sigue LXX ā§194.
āŗ5.26 Se inserta contigo para suplir elipsis del original.
2 Reyes 6.24.33
24 DespuĆ©s de esto, sucedió que Ben-Adad rey de Siria reunió todo su ejĆ©rcito, y subió y puso sitio a Samaria. 25 Y hubo una gran hambruna en Samaria (pues la habĆan sitiado), hasta el punto que la cabeza de un asno llegó a venderse por ochenta piezas de plata, y un cuarto de cab de estiĆ©rcol de paloma por cinco piezas de plata.
26 Y sucedió que el rey de Israel pasaba por el muro, cuando una mujer clamó a Ć©l diciendo: Ā”AyĆŗdame, mi seƱor, oh rey! 27 Pero Ć©l dijo: Si YHVH no te salva, Āæde dónde te salvarĆ© yo? ĀæCon algo del granero o del lagar? 28 Y agregó el rey: ĀæQuĆ© tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Entrega tu hijo para que podamos comerlo hoy, y maƱana comeremos el mĆo. 29 Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos; y al dĆa siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo. 30 Y oyó el rey las palabras de la mujer cuando pasaba por el muro, y rasgó sus vestidos; y el pueblo observó que vestĆa de saco sobre su cuerpo.
31 Y dijo: Ā”AsĆ me haga Elohim, y aun me aƱada, si la cabeza de Eliseo permanece hoy sobre Ć©l! 32 Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con Ć©l, cuando envió un hombre de su parte. Pero antes que el mensajero llegara a Ć©l, dijo a los ancianos: ĀæHabĆ©is visto como este hijo de homicida ha enviado a cortarme la cabeza? Observad cuando llegue el emisario, cerrad la puerta y rechazadlo con esta. ĀæNo se escucha tras Ć©l el ruido de los pasos de su amo? 33 AĆŗn hablaba con ellos, cuando he aquĆ el mensajero bajaba a Ć©l, y dijo: Reconozco que esta desgracia es de parte de YHVH. ĀæQuĆ© mĆ”s podrĆa esperar de parte de YHVH?
āŗ6.25 piezas… QuizĆ” sean siclos de plata. La palabra hebrea aquĆ es distinta a 7.1; cab… Medida de capacidad de Ć”ridos; equivale a 1/6 de seah, o a aproximadamente, 2.2 dm; estiĆ©rcol de paloma… La dificultad de esta expresión ha llevado a los traductores a proponer correcciones al TM, ninguna de las cuales resulta del todo satisfactoria.
āŗ6.27 te salvarĆ©… Es decir, Āæde dónde te darĆ© comida?
āŗ6.30 saco… Tela Ć”spera que antiguamente se usaba como muestra de contrición o dolor.
āŗ6.31 Eliseo… TM aƱade hijo de Safat. Se sigue LXX ā§194.
āŗ6.32 envió… Esto es, el rey de Israel; de su parte… Lit. de delante de Ć©l, o de su presencia; con esta… Lit. sujetadle con la puerta.
āŗ6.33 mensajero… Prob. se refiere al rey y no al mensajero ā7.2. Esto no es tan difĆcil considerando que la diferencia entre ambas palabras hebreas es de una letra; de parte de YHVH… Lit. He aquĆ esto. La desgracia es de parte de YHVH.
2 Reyes 7-8
Fin del sitio de Samaria
1 Y Eliseo dijo: OĆd palabra de YHVH: AsĆ dice YHVH: Ā”MaƱana a esta hora: una medida de flor de harina por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo, en la puerta de Samaria! 2 Entonces, el oficial sobre cuya mano se apoyaba el rey, respondió a Eliseo diciendo: Aun haciendo YHVH cataratas en los cielos, ĀæsucederĆ” tal cosa? Y Eliseo dijo: He aquĆ lo verĆ”s con tus propios ojos, pero no comerĆ”s de ello.
3 Y habĆa cuatro leprosos a la entrada de la puerta que se habĆan dicho: ĀæPor quĆ© nos quedamos aquĆ hasta morir?
4 Si decidiĆ©ramos entrar en la ciudad, la hambruna estĆ” en la ciudad y moriremos allĆ; y si nos quedamos aquĆ, tambiĆ©n moriremos. Ahora, pues, vayamos y pasĆ©monos al ejĆ©rcito de los sirios; si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, no haremos mĆ”s que morir. 5 Y se levantaron al alba para ir al campamento de los sirios, y cuando llegaron a la parte exterior del campamento de los sirios, he aquĆ, no habĆa nadie.
6 Porque Adonai habĆa hecho oĆr en el campamento de los sirios estruendo de carros, y ruido de caballos, y estrĆ©pito de un gran ejĆ©rcito; y cada uno habĆa dicho a su compaƱero: Ā”He aquĆ el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hititas y a los reyes de Egipto para que vengan contra nosotros! 7 Por lo que se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, y sus caballos, y sus asnos; dejando el campamento tal como estaba, y habĆan huido por sus vidas.
8 Cuando estos leprosos llegaron a la parte exterior del campamento, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y sacaron de allĆ plata, y oro, y vestidos, y se fueron y lo escondieron; luego regresaron y entraron en otra tienda, y tambiĆ©n se llevaron cosas de allĆ, y se fueron y las escondieron. 9 DespuĆ©s se dijeron el uno al otro: No es bueno lo que hacemos; este dĆa es dĆa de albricias, pero nosotros callamos, y si nos quedamos hasta la maƱana, nuestra iniquidad nos alcanzarĆ”. Vayamos pues, entremos, e informemos en la casa del rey.
10 Y fueron y vocearon a la puerta de la ciudad, y les informaron, diciendo: Entramos al campamento de los sirios, y he aquĆ, no hay allĆ hombre, ni voz alguna de hombre, sino caballos atados y asnos, y las tiendas intactas. 11 Entonces los centinelas gritaron, y lo anunciaron dentro de la casa real. 12 Y el rey se levantó de noche, y dijo a sus siervos: Ahora os dirĆ© lo que han planeado los sirios: Saben que estamos hambrientos, y han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los prenderemos vivos y entraremos en la ciudad. 13 Y uno de sus siervos contestó diciendo: Tomemos cinco de los caballos que quedan, de los abandonados en todo Israel por los que se han ido, y los enviaremos y veremos.
14 Tomaron entonces dos carros con caballos, y el rey los envió tras el ejĆ©rcito de los sirios, diciendo: Id, y ved. 15 Y fueron tras ellos hasta el JordĆ”n, y he aquĆ, todo el camino estaba lleno de vestidos y utensilios que los sirios habĆan arrojado en su apuro. Y volvieron los mensajeros e informaron al rey. 16 Entonces el pueblo salió y tomó el despojo del campamento de los sirios.
AsĆ, una medida de flor de harina fue vendida por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo, conforme a la palabra de YHVH. 17 Y el rey habĆa puesto junto a la puerta al oficial en cuya mano se apoyaba, y el pueblo lo pisoteó en la puerta, y murió, tal como habĆa dicho el varón de Ha-Elohim, que habĆa hablado cuando el rey bajó a Ć©l.
18 Sucedió pues como Eliseo habĆa hablado al rey, diciendo: Ā”Dos medidas de cebada por un siclo, y una medida de flor de harina por un siclo, maƱana a estas horas, en la puerta de Samaria!
19 Y el oficial habĆa contestado a Eliseo, diciendo: He aquĆ, aun haciendo YHVH ventanas en los cielos, ĀæsucederĆ” tal cosa? Y Ć©l habĆa respondido: He aquĆ lo verĆ”s con tus propios ojos, pero no comerĆ”s de ello. 20 Y le sucedió asĆ, pues el pueblo lo pisoteó en la puerta, y murió.
āŗ7.2 oficial… Denota un alto cargo. ĀæEscudero del rey? TM omite Eliseo. Se sigue LXX.
āŗ7.6 Muchos mss. registran YHVH.
āŗ7.10 Se sigue LXX.
āŗ7.12 planeado… Lit. nos han hecho.
āŗ7.13 Se sigue LXX.
āŗ7.17 pisoteó… Heb. verbo ramĆ”s = pisar, o pisotear. No indica ni ausencia ni presencia de intención. HebraĆsmo: pisar el barro āIs 41.25; pisar la uva āIs 63.3.
āŗ7.18 Eliseo… Se sigue LXX.
āŗ7.19 Eliseo… Se sigue LXX.
2 Reyes 8
Recompensa de la sunamita
1 Y Eliseo habĆa hablado a aquella mujer a cuyo hijo habĆa resucitado, diciendo: LevĆ”ntate y vete, tĆŗ y tu casa, y vive donde puedas, porque YHVH ha llamado a la hambruna, la cual vendrĆ” tambiĆ©n sobre esta tierra por siete aƱos. 2 Y la mujer se levantó e hizo conforme a la palabra de Eliseo, y se fue con los de su casa, y habitó como extranjera en tierra de los filisteos durante siete aƱos.
3 Y sucedió al cabo de siete aƱos que la mujer volvió de la tierra de los filisteos, y salió para implorar al rey por su casa, y por su terreno. 4 Y el rey habló a Giezi, siervo de Eliseo, varón de Ha-Elohim, diciendo: CuĆ©ntame ahora todos los prodigios que ha hecho Eliseo. 5 Y sucedió, mientras Ć©l contaba al rey cómo habĆa resucitado al muerto, he aquĆ la mujer a cuyo hijo habĆa resucitado, llegó implorando al rey por su casa y por su terreno. Entonces dijo Giezi: Mi seƱor el rey, esta es la mujer, y este su hijo, a quien Eliseo resucitó. 6 Entonces el rey preguntó a la mujer, y ella le contó. DespuĆ©s el rey le asignó un oficial de la corte, diciendo: Restituye todo lo que tenĆa, y todos los frutos cosechados del campo desde el dĆa que dejó el paĆs hasta ahora.
Eliseo en Damasco
Joram y OcozĆas
7 Y Eliseo fue a Damasco, y Ben-Adad, rey de Siria, estaba enfermo, y le dijeron: El varón de Ha-Elohim ha venido aquĆ. 8 Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y ve al encuentro del varón de Ha-Elohim, y consulta a YHVH por medio de Ć©l, y pregunta: ĀæSanarĆ© de esta enfermedad? 9 Hazael fue pues a su encuentro llevĆ”ndose consigo un presente de lo mejor de Damasco, una carga de cuarenta camellos, y se detuvo ante Ć©l, y le dijo: Tu hijo Ben-Adad, rey de Siria, me envĆa a ti, preguntando: ĀæSanarĆ© de esta enfermedad? 10 Y Eliseo le respondió: Ve, dile: De seguro sanarĆ”s. Aunque YHVH me ha mostrado que ciertamente morirĆ”. 11 Y lo miró fijamente hasta que se avergonzó. Entonces el varón de Ha-Elohim rompió a llorar. 12 Y Hazael dijo: ĀæPor quĆ© llora mi seƱor? Y Ć©l dijo: Porque sĆ© el mal que harĆ”s a los hijos de Israel: a sus fortalezas prenderĆ”s fuego, a sus jóvenes matarĆ”s a espada, y estrellarĆ”s a sus niƱos, y abrirĆ”s el vientre a sus mujeres embarazadas. 13 Hazael dijo: ĀæQuĆ© es tu esclavo, este perro, para que haga estas cosas? Y Eliseo dijo: YHVH me ha mostrado que tĆŗ serĆ”s rey de Siria. 14 Y se alejó de Eliseo y fue a su seƱor, quien le dijo: ĀæQuĆ© te ha dicho Eliseo? Y Ć©l dijo: Me ha dicho que de seguro sanarĆ”s. 15 Y sucedió que al dĆa siguiente, tomó un cobertor, lo empapó en agua y lo tendió sobre su rostro, y murió. Y reinó Hazael en su lugar.
16 En el año quinto de Joram ben Acab, rey de Israel, comenzó a reinar Joram ben Josafat, rey de JudÔ. 17 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén. 18 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como la casa de Acab, pues una hija de Acab fue su mujer, e hizo lo malo a ojos de YHVH.
19 Pero YHVH no quiso destruir a JudĆ” a causa de su esclavo David, pues le habĆa prometido darle a Ć©l y a sus hijos una lĆ”mpara para siempre. 20 En sus dĆas se rebeló Edom contra el dominio de JudĆ”, e hicieron que un rey reinase sobre ellos. 21 Y Joram avanzó a Zair con todos los carros; y se levantó de noche y Ć©l mismo venció a Edom, que lo habĆa rodeado junto con los capitanes de los carros; entonces el pueblo huyó a sus tiendas. 22 Pero Edom siguió en rebelión contra el dominio de JudĆ” hasta hoy. En aquel tiempo tambiĆ©n se rebeló Libna. 23 El resto de los hechos de Joram, y todo lo que hizo, Āæno estĆ”n escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de JudĆ”? 24 Y durmió Joram con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David, y su hijo OcozĆas reinó en su lugar.
25 En el aƱo undĆ©cimo de Joram ben Acab, rey de Israel, comenzó a reinar OcozĆas ben Joram. 26 OcozĆas era de veintidós aƱos cuando comenzó a reinar, y reinó un aƱo en JerusalĆ©n. El nombre de su madre era AtalĆa, hija de Omri, rey de Israel. 27 Y anduvo en el camino de la casa de Acab, y como la casa de Acab, hizo lo malo a ojos de YHVH. 28 Y fue con Joram ben Acab a la guerra contra Hazael rey de Siria en Ramot de Galaad, pero los sirios vencieron a Joram. 29 Y el rey Joram regresó para ser curado en Jezreel de las heridas que los sirios le habĆan hecho en RamĆ”, cuando combatĆa contra Hazael, rey de Siria. Y OcozĆas ben Joram bajó a Jezreel para ver a Joram ben Acab, porque estaba enfermo.
āŗ8.1 vive… Lit. ve⦠y vive donde vivas.
āŗ8.2 Eliseo… Se sigue LXX.
āŗ8.6 restituye… Se entiende, a la mujer.
āŗ8.11 avergonzó… Esto es, Hazael.
āŗ8.13 dijo… TM aƱade pero… tan grandes (cosas). Se sigue LXX ā§194.
āŗ8.16 TM aƱade siendo Josafat rey de JudĆ”. Se sigue LXX ā§194.
āŗ8.19 lĆ”mpara para siempre… HebraĆsmo que expresa la perdurabilidad de una dinastĆa.
āŗ8.20 dominio… Lit. la mano.
āŗ8.25 Joram… TM aƱade rey de JudĆ”. Se sigue LXX ā§194. CronologĆa ā9.29; §167.
āŗ8.27 Acab… TM aƱade porque era yerno de la casa de Acab. Se sigue LXX ā§194.
āŗ8.28 vencieron… Lit. golpear fuertemente, herir y, por extensión, matar.
āŗ8.29 Joram… TM aƱade rey de JudĆ”. Se sigue LXX ā§194.

