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Porción 76

Texto áureo: Lv. 22

Lecturas para adultos en la semana:
Lv. 22; 1 R. 9-10; 2 Cr. 29; Zac. 8; Lc. 1.57-80; Ro. 1.1-17

Descripción del tema:
1. Cada mandamiento aquí tiene un significado muy especial. Por ejemplo, el sacrificio de un animal no podía hacerse el mismo día en que se hiciese el de la madre, ni tampoco antes de los ocho días de nacido. Esto ilustra el interés del Señor tan grande en que su pueblo aprenda a tener misericordia hacia los demás. Y para esto se debía comenzar aún con lo más insignificante. Quien no muestra misericordia con algo impersonal, cómo ha de tenerlo con sus semejantes.

2. De aquí se aprende también que se debe ser misericordioso con aquellos que están entregados al servicio del Señor, más cuando esto implica un sacrificio personal. Por la naturaleza del caso, estas personas viven en cierta humildad y muchas veces sin remuneración, por lo que su apariencia debe mover a los demás en favor de ellos. Y por extensión, más allá de esto, se debe ser misericordioso con aquellos que están en desgracia, con los pobres, los adictos, los presos, etc.[1].

3. Todo sacrificio que tenía que ver con una obligación específica debía hacerse sin justificaciones. Claro, lo correcto es que fueran hechos de corazón, pero aun si alguien lo hacía indispuestamente, tenía la obligación de hacerlos. En cambio, aquellos sacrificios que fueran por acción de gracias solo serían aceptados si se hacían de corazón.

4. La naturaleza de Dios no se puede profanar porque Él es santo. No es que Él hace santidad, es que Él es santo en sí mismo. Pero a pesar de eso, Su nombre puede ser profanado y esto solo se puede hacer a través del mal testimonio de su pueblo que da una imagen distorsionada de Dios a los demás. Por ejemplo, el mal testimonio de la iglesia en la época medieval trajo como consecuencia un modernismo que en la mayoría de los casos no veía ninguna importancia en Dios. Luego, ese movimiento modernista trajo el liberalismo que es el andar por la vida aun cuando se cree en Él sin observar sus mandamientos, y esto trajo luego el materialismo que es la eliminación total de Dios de la cosmovisión del hombre[2].

5. Aquí estaremos viendo varios tipos de prohibiciones a los sacerdotes: (1) Prohibiciones hacia la interacción con cadáveres, (2) Prohibiciones en la interacción con las mujeres, (3) Prohibiciones a ministrar con determinados defectos físicos de nacimiento, (4) Prohibiciones a ministrar con determinadas enfermedades adquiridas o contaminaciones como consecuencia de cosas mal hechas, (5) Prohibiciones de no traer cualquier animal a ser sacrificado sin observar que estuvieran ritualmente excelentes. Con todas estas prohibiciones Dios estaba enseñando y dejando claro que Él no era simplemente un creador, sino que Él era la santidad misma, la perfección o la eternidad; cualquier quiebre en esto invalidaba el ministerio y la autenticidad del servicio, pues Él no tiene ningún quiebre o fisura en toda su esencia.

Preguntas:
a) ¿Qué diferencia haya usted entre santidad y profano?

b) ¿Qué armonía encuentra usted entre la obligatoriedad para determinados sacrificios, aunque la persona lo hiciera sin disposición alguna, y el anuncio de los profetas? (Is. 1.11; Os. 6.6).

c) ¿Qué repercusión encuentra usted en esta porción para el sacerdocio de cada creyente hoy?

d) ¿Qué simbolismo encuentra usted en Lv. 22.20 y por qué?


[1] Para ampliar en cómo ayudar a este segundo grupo, ver DAC: Libro III: Un manual que favorece su servicio a Dios, KDP (ISBN-13: 978-1686802072).

[2] Manera de ver e interpretar el mundo que se conoce.

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