Texto Ôureo: Números 10-11
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā NĆŗmeros 10
DĆa 2: NĆŗmeros 11
DĆa 3: 1ĀŖSamuel 10
DĆa 4: Salmo 7-8
DĆa 5: Hechos 15:36-16:40
DĆa 6: Colosenses 4:7-18
I- La vida espiritual es dinƔmica.
Cuando leemos los primeros diez capĆtulos de este Libro de nĆŗmeros, parecen estar enfocados a dejar claro que el camino por el desierto comenzó bajo una perspectiva victoriosa, pues el camino por delante estaba trazado por la ley de Dios. Hasta aquĆ el pueblo debĆa estar preparado para tomar posesión de la tierra prometida. El problema fue que algo salió mal. En el capĆtulo 11, el pueblo de Israel parece caer en un abismo moral: Desean la comida de Egipto tanto que llegan a comportarse como cualquier pueblo pagano. Es como si quitaran a un pueblo y pusieran a otro. Esto debe enseƱarnos que la vida espiritual es dinĆ”mica y cada evento es una batalla en la que pudiĆ©ramos salir con heridas mortales que pudieran hacernos lucir diferentes, pero en Dios siempre hay victoria.Ā
II- MƔs allƔ de una queja.
Es verdad que al analizar el texto se pudiera concluir que el pueblo de Israel no estarĆa quejĆ”ndose por el mero hecho de no tener pescado, sino que estaba reaccionando ante aquello que la falta con respecto a su relación con Dios. En muchas ocasiones los creyentes piensan que si no tienen algo es porque se han alejado de Dios. En ellos es muy comĆŗn escuchar: Ā«Si Dios estuviera realmente cerca de nosotros, nos darĆa todo lo que necesitamosĀ». La real tragedia que ellos viven es la concientización de que ya no estĆ”n tan cerca de Dios como antes. Eso es algo por lo que valĆa la pena llorar, de hecho, es lo mĆ”s importante por lo que se debe llorar. Todos tenemos alguna deficiencia en nuestra vida; la manera en que respondemos a nuestros desafĆos reflejarĆ” nuestro sentido de gratitud. Si carecemos de valoración por el bien que Dios nos ha dado, probablemente responderemos con quejas y negatividad, concluyendo incluso que Dios nos ha abandonado. Pero si somos agradecidos por todo lo que Dios hace por nosotros, y como resultado sentimos Su generoso amor, entonces tomaremos la carencia con calma y nos enfocaremos en lo que Dios nos quiere enseƱar y en cómo nos empuja a crecer. Cuando nos damos cuenta de todo lo que Dios ha hecho por nosotros nuestras quejas se evaporan. Sin embargo, el pueblo de Israel no tenĆa tanto esta situación. En el Sal 78:18-21 el rey David describe lo que realmente estaba pasando.
III- El deseo puede multiplicarse daƱinamente.
Nm 11:4 seƱala que habĆa una multitud mezclada (gentiles que salieron de Egipto con ellos) que Ā«desearon un deseoĀ» (×Ö“×ŖÖ°×Ö·×Ö¼×Ö¼ ×ŖÖ·Ö¼×Ö²×Öø×) que hizo llorar al pueblo de Israel diciendo: «¿QuiĆ©n nos darĆ” de comer carne?Ā». La redacción del versĆculo exige una atención: ĀæA quĆ© se refiere cuando dice Ā«desearon un deseoĀ»? Aparentemente ellos no ādesearon un deseoā, sino que ellos desearon ācarneā. Sin embargo, el versĆculo es bastante explĆcito: ellos Ā«desearon un deseo de carneĀ». Cuando se desea algo es porque se carece de eso y, por lo tanto, uno asumirĆa que al llenar la carencia de aquello que hace falta, automĆ”ticamente se dejarĆa de desear. Sin embargo, no sucede asĆ. Todos hemos experimentado en ocasiones que deseamos cosas que no necesitamos; entonces, no es la carencia lo que produce el deseo de aquello que hace falta, sino que el deseo produce mĆ”s deseo y en ocasiones se llega desear aquello que no hace falta.
El deseo es uno de los impulsos mĆ”s poderosos del ser humano. Es cierto que gracias al deseo se busca aquello que carezco, pero existe una trampa difĆcil de eludir: āEl deseo no solamente desea aquello de que se carece, sino que tambiĆ©n el deseo produce mĆ”s deseo pudiendo llegar a desear aquello de lo que no se careceā. Alguien dijo en una ocasión: Ā«Aquel que tiene cien, desea doscientosĀ»[1]. No es que el deseo satisface una carencia, sino que el deseo produce la carencia. El deseo necesita seguir deseando para seguir existiendo. Cuando alguien no puede saciar su deseo es porque este ha producido mĆ”s deseo, un ciclo imposible de satisfacer.
IV- Aparte de ser perdonados del pecado debemos descontaminarnos tambiƩn.
Cuando se analizan los 40 aƱos en los que Dios mantuvo al pueblo en el desierto podemos entender a travĆ©s de esta porción que precisaban una descontaminación de ellos mismos. El pecado, los siglos de esclavitud y la amistad con los gentiles les harĆa muy difĆcil alcanzar todas las implicaciones del reposo en la tierra santa.
Preguntas:
1.- ¿Qué aplicación encuentra usted para la iglesia hoy en los diferentes toques de trompeta que señala esta porción?
2.- ¿Por qué cree usted que Moisés expresó a Dios su cansancio de liderar al pueblo?
3.- ¿Cree usted que los 70 ancianos estaban entre los que se quejaban? ¿Por qué?
4.- ¿Qué aprende usted de 1 Sam. 10 en cuanto a profetizar?
[1] KohƩlet RabƔ 1:34.
NĆŗmeros 10 – 11
Las dos trompetas
1 YHVH habló a Moisés, diciendo: 2 Hazte dos trompetas de plata. Las harÔs labradas a cincel, y te servirÔn para convocar a la asamblea y dar la señal de mover los campamentos. 3 Cuando toquen las dos, toda la congregación serÔ reunida en la entrada de la tienda de reunión. 4 Si tocan una sola, concurrirÔn junto a ti los jerarcas jefes de Israel. 5 Cuando toquéis alarma, se pondrÔn en marcha los campamentos que acampan al oriente, 6 y cuando toquéis alarma por segunda vez, entonces partirÔn los campamentos que acampan al sur. Para ponerse en marcha se tocarÔ con alarma, 7 pero para reunir la congregación, tocaréis sin alarma. 8 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarÔn las trompetas, las cuales serÔn para vosotros estatuto perpetuo en vuestras generaciones.
9 Cuando entrĆ©is en guerra, en vuestro paĆs, contra el enemigo que os ataca, tocarĆ©is las trompetas con alarma, y serĆ©is recordados delante de YHVH, y serĆ©is preservados de vuestros enemigos. 10 Asimismo en vuestros dĆas de alegrĆa, en vuestras fiestas solemnes seƱaladas y en los principios de vuestros meses, tocarĆ©is las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de vuestras ofrendas de paz, y os serĆ”n por memorial delante de vuestro Elohim. Ā”Yo soy YHVH vuestro Elohim! 11 En el aƱo segundo, el segundo mes, el veinte del mes, aconteció que la nube fue alzada del tabernĆ”culo del testimonio, 12 y los hijos de Israel partieron por sus jornadas desde el desierto de Sinai, hasta que la nube se posó en el desierto de ParĆ”n.
13 Asà partieron la primera vez, conforme al dicho de YHVH transmitido por Moisés.
14 El estandarte del campamento de los hijos de JudÔ partió primero, según sus ejércitos, y al frente de su hueste iba Naasón ben Aminadab.
15 Al frente del ejército de la tribu de los hijos de Isacar, iba Natanael ben Suar, 16 y al frente del ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, iba Eliab ben Helón. 17 Entonces el tabernÔculo fue desarmado, y los hijos de Gersón y los hijos de Merari se pusieron en marcha cargando el tabernÔculo.
18 Luego partió el estandarte del campamento de RubĆ©n, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Elisur ben Sedeur. 19 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Simeón, iba Selumiel ben Zurisadai, 20 y al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Gad, iba Eliasaf ben Dehuel. 21 Entonces partieron los coatitas portando los objetos sagrados, y antes de su llegada, ya el tabernĆ”culo habĆa sido montado.
22 DespuĆ©s partió el estandarte del campamento de EfraĆn, por sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Elisama ben Amiud. 23 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de ManasĆ©s iba Gamaliel ben Pedasur, 24 y al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de BenjamĆn, AbidĆ”n ben Gedeoni.
25 A la retaguardia de todos los campamentos, partió el estandarte del campamento de los hijos de Dan, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Ahiezer ben Amisadai. 26 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Aser iba Pagiel ben OcrĆ”n, 27 y capitaneando el ejĆ©rcito formado por la tribu de los hijos de NeftalĆ iba Ahira ben EnĆ”n. 28 Tal fue el orden de los desplazamientos de los hijos de Israel, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, cuando partĆan. 29 Para ese entonces MoisĆ©s dijo a Jobab, hijo de Reuel madianita, suegro de MoisĆ©s: Partimos al lugar que YHVH dijo que nos darĆa. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque YHVH ha prometido el bien a Israel. 30 Y Ć©l le dijo: No irĆ©, sino que he de irme a mi tierra y a mi parentela. 31 Pero Ć©l insistió: No nos abandones, pues para eso sabes donde debemos acampar en el desierto, y nos servirĆ”s de guĆa. 32 De ser encaminado con nosotros, el bien que YHVH nos haga, te lo haremos a ti.
33 Partieron, pues, del monte de YHVH en viaje de tres jornadas, y durante los tres dĆas de camino, el arca del pacto de YHVH marchaba delante de ellos para buscarles lugar de descanso. 35 Y sucedĆa que al partir el arca, MoisĆ©s decĆa: Ā”LevĆ”ntate, oh YHVH, y sean dispersados tus enemigos y huyan los que te aborrecen!
36 Y cuando ella reposaba, decĆa: Ā”Oh YHVH, vuĆ©lvete a los millares de millares de Israel!
34 Y desde que partieron del campamento, la nube de YHVH iba sobre ellos de dĆa.
āŗ10.2 trompetas… āLv 23.24; §183.
āŗ10.3 serĆ” reunida… TM aƱade delante de ti. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.4 jefes… TM aƱade de millares. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.5 alarma… Es decir, con estrĆ©pito.
āŗ10.9 YHVH… TM aƱade vuestro Dios. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.10 meses… ā§276.
āŗ10.12 ParĆ”n… Lugar limitado al E por el golfo de Akaba, al O por el golfo de Suez y al S por las montaƱas del Sinai. Era la morada de Ismael āGn 21.21.
āŗ10.22 campamento de… TM aƱade de los hijos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.29 Reuel… Esto es, Jetro āEx 2.18.
āŗ10.30 a mi tierra… āEx 18.27.
āŗ10.31 insistió… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.33-36 LĆ©ase en siguiente orden vv. 33, 35, 36 y 34 ā§163; §209.
āŗ10.35 huyan… TM aƱade de tu presencia. Se sigue LXX ā§194; te aborrecen… āSal 68.1
NĆŗmeros 11
Descontento
1 Pero aconteció que el pueblo comenzó a murmurar amargamente a oĆdos de YHVH. Y YHVH lo oyó y fue encendida su ira, y el fuego de YHVH, inflamado contra ellos, consumió un extremo del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a MoisĆ©s, y MoisĆ©s oró a YHVH, y el fuego se extinguió. 3 Y el nombre de aquel lugar fue llamado TaberĆ”, porque el fuego de YHVH fue encendido contra ellos. 4 Y la chusma que iba en medio de ellos sintió otra vez un gran deseo, y tambiĆ©n los hijos de Israel lloraron, y dijeron: Ā”QuiĆ©n nos diera a comer carne! 5 Ā”Cómo nos acordamos del pescado que en Egipto comĆamos de balde, de los pepinos, de los melones, de los puerros, de las cebollas y los ajos! 6 Pero ahora nuestra alma se reseca, pues nada ven nuestros ojos sino este manĆ”.
7 Y el manĆ” era como grano del culantro, y su aspecto como el aspecto del bedelio. 8 El pueblo se dispersaba para recogerlo y lo molĆan en molinos o lo machacaban en morteros, y lo cocinaban en ollas o hacĆan bollos con Ć©l, y su sabor era como el sabor del bollo de aceite.
9 Por la noche, cuando el rocĆo descendĆa sobre el campamento, el manĆ” descendĆa con Ć©l.
10 Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda. Y fue encendida grandemente la ira de YHVH, y también fue desagradable ante los ojos de Moisés.
11 Entonces dijo MoisĆ©s a YHVH: ĀæPor quĆ© maltratas a tu esclavo? ĀæPor quĆ© no he hallado gracia ante tus ojos, para que hayas echado la carga de este pueblo sobre mĆ? 12 ĀæAcaso concebĆ yo a todo este pueblo o lo engendrĆ©, para que me digas:Ā CĆ”rgalo en tu pecho, como una nodriza lleva al que mama, a la tierra que prometisteĀ con juramento a sus padres? 13 ĀæDe dónde tengo yo carne para todo este pueblo?Ā Pues lloran ante mĆ, diciendo: Ā”Danos carne que comer! 14 No puedo yo solo soportar este pueblo, pues es demasiado pesado para mĆ. 15 Si hallĆ© gracia ante tus ojos y asĆ has de tratarme, Ā”mĆ”tame del todo y no vea yo mĆ”s tu mal!
Los setenta y dos profetas
16 Y YHVH dijo a MoisĆ©s: ReĆŗneme a setenta varones de los ancianos de Israel, que tĆŗ conozcas como ancianos del pueblo, y a sus oficiales, y llĆ©valos a la entrada de la tienda de reunión, y que permanezcan allĆ contigo. 17 Y Yo descenderĆ© y hablarĆ© allĆ contigo, y tomarĆ© el EspĆritu que estĆ” sobre ti y lo pondrĆ© sobre ellos, para que soporten contigo la carga del pueblo y no la lleves tĆŗ solo.
18 Y dirĆ”s al pueblo: Santificaos para maƱana, pues comerĆ©is carne, ya que habĆ©is llorado a oĆdos de YHVH, diciendo: Ā”QuiĆ©n nos diera a comer carne, pues nos iba mejor en Egipto! YHVH, pues, os darĆ” carne, y comerĆ©is. 19 No comerĆ©is solo un dĆa, ni dos dĆas, ni cinco dĆas, ni diez dĆas, ni veinte dĆas, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices y os provoque nĆ”useas, por cuanto despreciasteis a YHVH, que estĆ” en medio de vosotros, y llorasteis ante Ćl diciendo: ĀæPor quĆ© salimos de Egipto?
21 MoisĆ©s respondió: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual estoy, y TĆŗ dices: Les darĆ© carne, y comerĆ”n un mes entero. 22 Si fuera degollado todo el rebaƱo y el ganado, ĀæalcanzarĆa para ellos? Si todos los peces del mar fueran recogidos para ellos Āæles serĆa suficiente? 23 Y respondió YHVH a MoisĆ©s: ĀæAcaso se ha acortado la mano de YHVH? Ā”Ahora verĆ”s si se te cumple o no mi palabra!
24 Y salió MoisĆ©s y habló al pueblo las palabras de YHVH. Luego reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo y los hizo estar alrededor del tabernĆ”culo. 25 Y descendió YHVH en la nube y le habló. Y tomó el EspĆritu que habĆa sobre Ć©l y lo puso sobre los setenta ancianos, y el EspĆritu reposó sobre ellos y profetizaban, pero no continuaron. 26 Pero fueron dejados en el campamento dos varones, uno de nombre Eldad y el segundo de nombre Medad. El EspĆritu reposó tambiĆ©n sobre ellos, pues figuraban entre los inscritos, y aunque no habĆan ido a la tienda, profetizaban en el campamento. 27 Y un joven corrió y dio aviso a MoisĆ©s, y dijo: Ā”Eldad y Medad profetizan en el campamento!
28 Y tomando la palabra JosuĆ© ben Nun, uno de los jóvenes oficiales de MoisĆ©s, dijo: MoisĆ©s, seƱor mĆo, Ā”detenlos! 29 Pero MoisĆ©s le dijo: ĀæTienes celos por causa mĆa? Ā”OjalĆ” todo el pueblo de YHVH fuera profeta y YHVH pusiera su EspĆritu sobre ellos! 30 Y volvió MoisĆ©s al campamento, Ć©l y los ancianos de Israel.
Deseos desordenados
31 Entonces llegó un viento de YHVH que trajo codornices desde el mar, y las arrojó sobre el campamento, como un dĆa de camino por una parte y un dĆa de camino por la otra, a casi dos codos sobre la faz de la tierra. 32 Y el pueblo estuvo levantado todo el dĆa, toda aquella noche y todo el dĆa siguiente recogiendo codornices. Los que menos, recogieron diez homer, y las esparcieron alrededor del campamento. 33 Pero mientras la carne aĆŗn estaba entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira de YHVH fue encendida contra el pueblo, y YHVH golpeó al pueblo con un azote muy grande. 34 Y el nombre de aquel lugar fue llamado Kibrot-Hatava, porque allĆ sepultaron a un pueblo con deseos desordenados. 35 Y de Kibrot-Hatava el pueblo partió para Haserot, y permaneció en Haserot.
āŗ11.3 TaberĆ”… Esto es: ardor.
āŗ11.4 la chusma… Esto es, los egipcios que habĆan salido con Israel.
āŗ11.7 manĆ”… āEx 16.31; bedelio… Mineral que, junto con el oro y el ónice, se encontraba en la tierra de Havila, Gn 2.11,12 similar al color del manĆ” cuando le daba el sol del desierto. En Gn 2.12, LXX: Ć”nthrax, una piedra preciosa color rojo oscuro.
āŗ11.9 manĆ”… āEx 16.13-15.
āŗ11.11 de… TM aƱade todo. SeĀ sigue LXX ā§194.
āŗ11.14 soportar… Esto es, no al pueblo, sino a su carga āv. 17; TM aƱade todo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.15 del todo… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX ā§194; tu mal… 2.ĀŖ enmienda de los Soferim ā§6; §8.
āŗ11.20 mes entero… Heb. jódesh yamĆm = mes-dĆas; ĀæPor quĆ©… TM aƱade esto. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.25 ancianos… TM aƱade en cuanto. Se sigue LXX ā§194; Nótese: el EspĆritu se manifestaba solo cuando era necesario ā24.2.
āŗ11.26 Pero fueron dejados… TM: Y habĆan quedado. Se sigue LXX; Eldad… Esto es, Dios ha amado; Medad… Esto es, conducir cariƱosamente.
āŗ11.31 dos codos… Es decir, volaban a una altura apropiada para poderlas cazar.
āŗ11.32 levantado todo el dĆa… TM aƱade aquel mismo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.34 Kibrot-Hataba… Esto es, sepulcros del anhelo.
NĆŗmeros 10
Las dos trompetas
1 YHVH habló a Moisés, diciendo: 2 Hazte dos trompetas de plata. Las harÔs labradas a cincel, y te servirÔn para convocar a la asamblea y dar la señal de mover los campamentos. 3 Cuando toquen las dos, toda la congregación serÔ reunida en la entrada de la tienda de reunión. 4 Si tocan una sola, concurrirÔn junto a ti los jerarcas jefes de Israel. 5 Cuando toquéis alarma, se pondrÔn en marcha los campamentos que acampan al oriente, 6 y cuando toquéis alarma por segunda vez, entonces partirÔn los campamentos que acampan al sur. Para ponerse en marcha se tocarÔ con alarma, 7 pero para reunir la congregación, tocaréis sin alarma. 8 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarÔn las trompetas, las cuales serÔn para vosotros estatuto perpetuo en vuestras generaciones.
9 Cuando entrĆ©is en guerra, en vuestro paĆs, contra el enemigo que os ataca, tocarĆ©is las trompetas con alarma, y serĆ©is recordados delante de YHVH, y serĆ©is preservados de vuestros enemigos. 10 Asimismo en vuestros dĆas de alegrĆa, en vuestras fiestas solemnes seƱaladas y en los principios de vuestros meses, tocarĆ©is las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de vuestras ofrendas de paz, y os serĆ”n por memorial delante de vuestro Elohim. Ā”Yo soy YHVH vuestro Elohim! 11 En el aƱo segundo, el segundo mes, el veinte del mes, aconteció que la nube fue alzada del tabernĆ”culo del testimonio, 12 y los hijos de Israel partieron por sus jornadas desde el desierto de Sinai, hasta que la nube se posó en el desierto de ParĆ”n.
13 Asà partieron la primera vez, conforme al dicho de YHVH transmitido por Moisés.
14 El estandarte del campamento de los hijos de JudÔ partió primero, según sus ejércitos, y al frente de su hueste iba Naasón ben Aminadab.
15 Al frente del ejército de la tribu de los hijos de Isacar, iba Natanael ben Suar, 16 y al frente del ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, iba Eliab ben Helón. 17 Entonces el tabernÔculo fue desarmado, y los hijos de Gersón y los hijos de Merari se pusieron en marcha cargando el tabernÔculo.
18 Luego partió el estandarte del campamento de RubĆ©n, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Elisur ben Sedeur. 19 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Simeón, iba Selumiel ben Zurisadai, 20 y al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Gad, iba Eliasaf ben Dehuel. 21 Entonces partieron los coatitas portando los objetos sagrados, y antes de su llegada, ya el tabernĆ”culo habĆa sido montado.
22 DespuĆ©s partió el estandarte del campamento de EfraĆn, por sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Elisama ben Amiud. 23 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de ManasĆ©s iba Gamaliel ben Pedasur, 24 y al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de BenjamĆn, AbidĆ”n ben Gedeoni.
25 A la retaguardia de todos los campamentos, partió el estandarte del campamento de los hijos de Dan, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, y al frente de su hueste iba Ahiezer ben Amisadai. 26 Al frente del ejĆ©rcito de la tribu de los hijos de Aser iba Pagiel ben OcrĆ”n, 27 y capitaneando el ejĆ©rcito formado por la tribu de los hijos de NeftalĆ iba Ahira ben EnĆ”n. 28 Tal fue el orden de los desplazamientos de los hijos de Israel, segĆŗn sus ejĆ©rcitos, cuando partĆan. 29 Para ese entonces MoisĆ©s dijo a Jobab, hijo de Reuel madianita, suegro de MoisĆ©s: Partimos al lugar que YHVH dijo que nos darĆa. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque YHVH ha prometido el bien a Israel. 30 Y Ć©l le dijo: No irĆ©, sino que he de irme a mi tierra y a mi parentela. 31 Pero Ć©l insistió: No nos abandones, pues para eso sabes donde debemos acampar en el desierto, y nos servirĆ”s de guĆa. 32 De ser encaminado con nosotros, el bien que YHVH nos haga, te lo haremos a ti.
33 Partieron, pues, del monte de YHVH en viaje de tres jornadas, y durante los tres dĆas de camino, el arca del pacto de YHVH marchaba delante de ellos para buscarles lugar de descanso. 35 Y sucedĆa que al partir el arca, MoisĆ©s decĆa: Ā”LevĆ”ntate, oh YHVH, y sean dispersados tus enemigos y huyan los que te aborrecen!
36 Y cuando ella reposaba, decĆa: Ā”Oh YHVH, vuĆ©lvete a los millares de millares de Israel!
34 Y desde que partieron del campamento, la nube de YHVH iba sobre ellos de dĆa.
āŗ10.2 trompetas… āLv 23.24; §183.
āŗ10.3 serĆ” reunida… TM aƱade delante de ti. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.4 jefes… TM aƱade de millares. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.5 alarma… Es decir, con estrĆ©pito.
āŗ10.9 YHVH… TM aƱade vuestro Dios. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.10 meses… ā§276.
āŗ10.12 ParĆ”n… Lugar limitado al E por el golfo de Akaba, al O por el golfo de Suez y al S por las montaƱas del Sinai. Era la morada de Ismael āGn 21.21.
āŗ10.22 campamento de… TM aƱade de los hijos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.29 Reuel… Esto es, Jetro āEx 2.18.
āŗ10.30 a mi tierra… āEx 18.27.
āŗ10.31 insistió… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX ā§194.
āŗ10.33-36 LĆ©ase en siguiente orden vv. 33, 35, 36 y 34 ā§163; §209.
āŗ10.35 huyan… TM aƱade de tu presencia. Se sigue LXX ā§194; te aborrecen… āSal 68.1
NĆŗmeros 11
Descontento
1 Pero aconteció que el pueblo comenzó a murmurar amargamente a oĆdos de YHVH. Y YHVH lo oyó y fue encendida su ira, y el fuego de YHVH, inflamado contra ellos, consumió un extremo del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a MoisĆ©s, y MoisĆ©s oró a YHVH, y el fuego se extinguió. 3 Y el nombre de aquel lugar fue llamado TaberĆ”, porque el fuego de YHVH fue encendido contra ellos. 4 Y la chusma que iba en medio de ellos sintió otra vez un gran deseo, y tambiĆ©n los hijos de Israel lloraron, y dijeron: Ā”QuiĆ©n nos diera a comer carne! 5 Ā”Cómo nos acordamos del pescado que en Egipto comĆamos de balde, de los pepinos, de los melones, de los puerros, de las cebollas y los ajos! 6 Pero ahora nuestra alma se reseca, pues nada ven nuestros ojos sino este manĆ”.
7 Y el manĆ” era como grano del culantro, y su aspecto como el aspecto del bedelio. 8 El pueblo se dispersaba para recogerlo y lo molĆan en molinos o lo machacaban en morteros, y lo cocinaban en ollas o hacĆan bollos con Ć©l, y su sabor era como el sabor del bollo de aceite.
9 Por la noche, cuando el rocĆo descendĆa sobre el campamento, el manĆ” descendĆa con Ć©l.
10 Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda. Y fue encendida grandemente la ira de YHVH, y también fue desagradable ante los ojos de Moisés.
11 Entonces dijo MoisĆ©s a YHVH: ĀæPor quĆ© maltratas a tu esclavo? ĀæPor quĆ© no he hallado gracia ante tus ojos, para que hayas echado la carga de este pueblo sobre mĆ? 12 ĀæAcaso concebĆ yo a todo este pueblo o lo engendrĆ©, para que me digas:Ā CĆ”rgalo en tu pecho, como una nodriza lleva al que mama, a la tierra que prometisteĀ con juramento a sus padres? 13 ĀæDe dónde tengo yo carne para todo este pueblo?Ā Pues lloran ante mĆ, diciendo: Ā”Danos carne que comer! 14 No puedo yo solo soportar este pueblo, pues es demasiado pesado para mĆ. 15 Si hallĆ© gracia ante tus ojos y asĆ has de tratarme, Ā”mĆ”tame del todo y no vea yo mĆ”s tu mal!
Los setenta y dos profetas
16 Y YHVH dijo a MoisĆ©s: ReĆŗneme a setenta varones de los ancianos de Israel, que tĆŗ conozcas como ancianos del pueblo, y a sus oficiales, y llĆ©valos a la entrada de la tienda de reunión, y que permanezcan allĆ contigo. 17 Y Yo descenderĆ© y hablarĆ© allĆ contigo, y tomarĆ© el EspĆritu que estĆ” sobre ti y lo pondrĆ© sobre ellos, para que soporten contigo la carga del pueblo y no la lleves tĆŗ solo.
18 Y dirĆ”s al pueblo: Santificaos para maƱana, pues comerĆ©is carne, ya que habĆ©is llorado a oĆdos de YHVH, diciendo: Ā”QuiĆ©n nos diera a comer carne, pues nos iba mejor en Egipto! YHVH, pues, os darĆ” carne, y comerĆ©is. 19 No comerĆ©is solo un dĆa, ni dos dĆas, ni cinco dĆas, ni diez dĆas, ni veinte dĆas, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices y os provoque nĆ”useas, por cuanto despreciasteis a YHVH, que estĆ” en medio de vosotros, y llorasteis ante Ćl diciendo: ĀæPor quĆ© salimos de Egipto?
21 MoisĆ©s respondió: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual estoy, y TĆŗ dices: Les darĆ© carne, y comerĆ”n un mes entero. 22 Si fuera degollado todo el rebaƱo y el ganado, ĀæalcanzarĆa para ellos? Si todos los peces del mar fueran recogidos para ellos Āæles serĆa suficiente? 23 Y respondió YHVH a MoisĆ©s: ĀæAcaso se ha acortado la mano de YHVH? Ā”Ahora verĆ”s si se te cumple o no mi palabra!
24 Y salió MoisĆ©s y habló al pueblo las palabras de YHVH. Luego reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo y los hizo estar alrededor del tabernĆ”culo. 25 Y descendió YHVH en la nube y le habló. Y tomó el EspĆritu que habĆa sobre Ć©l y lo puso sobre los setenta ancianos, y el EspĆritu reposó sobre ellos y profetizaban, pero no continuaron. 26 Pero fueron dejados en el campamento dos varones, uno de nombre Eldad y el segundo de nombre Medad. El EspĆritu reposó tambiĆ©n sobre ellos, pues figuraban entre los inscritos, y aunque no habĆan ido a la tienda, profetizaban en el campamento. 27 Y un joven corrió y dio aviso a MoisĆ©s, y dijo: Ā”Eldad y Medad profetizan en el campamento!
28 Y tomando la palabra JosuĆ© ben Nun, uno de los jóvenes oficiales de MoisĆ©s, dijo: MoisĆ©s, seƱor mĆo, Ā”detenlos! 29 Pero MoisĆ©s le dijo: ĀæTienes celos por causa mĆa? Ā”OjalĆ” todo el pueblo de YHVH fuera profeta y YHVH pusiera su EspĆritu sobre ellos! 30 Y volvió MoisĆ©s al campamento, Ć©l y los ancianos de Israel.
Deseos desordenados
31 Entonces llegó un viento de YHVH que trajo codornices desde el mar, y las arrojó sobre el campamento, como un dĆa de camino por una parte y un dĆa de camino por la otra, a casi dos codos sobre la faz de la tierra. 32 Y el pueblo estuvo levantado todo el dĆa, toda aquella noche y todo el dĆa siguiente recogiendo codornices. Los que menos, recogieron diez homer, y las esparcieron alrededor del campamento. 33 Pero mientras la carne aĆŗn estaba entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira de YHVH fue encendida contra el pueblo, y YHVH golpeó al pueblo con un azote muy grande. 34 Y el nombre de aquel lugar fue llamado Kibrot-Hatava, porque allĆ sepultaron a un pueblo con deseos desordenados. 35 Y de Kibrot-Hatava el pueblo partió para Haserot, y permaneció en Haserot.
āŗ11.3 TaberĆ”… Esto es: ardor.
āŗ11.4 la chusma… Esto es, los egipcios que habĆan salido con Israel.
āŗ11.7 manĆ”… āEx 16.31; bedelio… Mineral que, junto con el oro y el ónice, se encontraba en la tierra de Havila, Gn 2.11,12 similar al color del manĆ” cuando le daba el sol del desierto. En Gn 2.12, LXX: Ć”nthrax, una piedra preciosa color rojo oscuro.
āŗ11.9 manĆ”… āEx 16.13-15.
āŗ11.11 de… TM aƱade todo. SeĀ sigue LXX ā§194.
āŗ11.14 soportar… Esto es, no al pueblo, sino a su carga āv. 17; TM aƱade todo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.15 del todo… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX ā§194; tu mal… 2.ĀŖ enmienda de los Soferim ā§6; §8.
āŗ11.20 mes entero… Heb. jódesh yamĆm = mes-dĆas; ĀæPor quĆ©… TM aƱade esto. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.25 ancianos… TM aƱade en cuanto. Se sigue LXX ā§194; Nótese: el EspĆritu se manifestaba solo cuando era necesario ā24.2.
āŗ11.26 Pero fueron dejados… TM: Y habĆan quedado. Se sigue LXX; Eldad… Esto es, Dios ha amado; Medad… Esto es, conducir cariƱosamente.
āŗ11.31 dos codos… Es decir, volaban a una altura apropiada para poderlas cazar.
āŗ11.32 levantado todo el dĆa… TM aƱade aquel mismo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ11.34 Kibrot-Hataba… Esto es, sepulcros del anhelo.
1 SamuelĀ 10
SaĆŗl es ungido rey
1 Y tomó Samuel la redoma de aceite y la derramó sobre su cabeza, y lo besó y le dijo: ĀæNo te ha ungido YHVH por gobernante sobre su pueblo, sobre Israel? Ā”TĆŗ gobernarĆ”s en el pueblo de YHVH, y tĆŗ los librarĆ”s de mano de sus enemigos! Y esto te serĆ” seƱal de que YHVH te ha ungido por prĆncipe sobre su heredad: 2 Al alejarte hoy de mĆ, hallarĆ”s dos varones por el sepulcro de Raquel, en el monte de BenjamĆn saltando alegremente y te dirĆ”n: Ā”Se hallaron las asnas que habĆ©is ido a buscar! Pero he aquĆ tu padre ha olvidado el asunto de las asnas y estĆ” preocupado por vosotros, diciendo: ĀæQuĆ© harĆ© por mi hijo? 3 Luego pasarĆ”s mĆ”s adelante y llegarĆ”s a la encina de Tabor, y allĆ te saldrĆ”n al encuentro tres hombres que suben a Ha-Elohim en Bet-El, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan, y otro llevando un odre de vino. 4 Y ellos te saludarĆ”n y te darĆ”n dos panes, que recibirĆ”s de sus manos. 5 DespuĆ©s de esto, llegarĆ”s al collado de Ha-Elohim donde hay una guarnición de los filisteos. Cuando entres en la ciudad, encontrarĆ”s allĆ un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos por salterios, panderos, flautas y cĆtaras, y ellos estarĆ”n profetizando. 6 Entonces el EspĆritu de Adonai vendrĆ” sobre ti con poder, y profetizarĆ”s con ellos, y serĆ”s cambiado en otro hombre. 7 Cuando te sobrevengan estas seƱales, haz lo que te venga a mano, porque Ha-Elohim estĆ” contigo. 8 Luego bajarĆ”s delante de mĆ a Gilgal, pues yo tambiĆ©n bajarĆ© a tu encuentro para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas pacĆficas. Espera siete dĆas, hasta que yo vaya a ti y te indique lo que has de hacer.
9 Y sucedió que al volver Ć©l la espalda para alejarse de Samuel, Elohim le cambió el corazón; y todas esas seƱales ocurrieron en aquel mismo dĆa. 10 Y cuando llegaron al collado, he aquĆ el grupo de profetas salió a su encuentro, y el EspĆritu de Elohim se apoderó de Ć©l, y profetizó entre ellos. 11 Y sucedió que cuando todos los que lo conocĆan anteriormente vieron que ahora profetizaba con los profetas, los del pueblo se decĆan unos a otros: ĀæQuĆ© le ha sucedido al hijo de Cis? ĀæTambiĆ©n SaĆŗl entre los profetas? 12 Y un hombre de allĆ respondió, y dijo: ĀæY quiĆ©n es el padre de ellos? Por esta causa se tornó en refrĆ”n: ĀæTambiĆ©n SaĆŗl entre los profetas? 13 Cesó de profetizar, y llegando al lugar alto, 14 el tĆo de SaĆŗl le dijo a Ć©l y a su criado: ĀæAdónde fuisteis? Y Ć©l respondió: A buscar las asnas, y como vimos que no aparecĆan,Ā acudimos ante Samuel. 15 Y dijo el tĆo de SaĆŗl: Te ruego que me declares lo que os dijo Samuel. 16 Y SaĆŗl respondió a su tĆo: Nos dijo claramente que las asnas habĆan sido halladas. (Pero nada dijo en lo concerniente a lo que le habĆa dicho Samuel sobre el reinado).
17 Entonces Samuel convocó al pueblo delante de YHVH en Mizpa, 18 y dijo a los hijos de Israel: AsĆ dice YHVH Elohim de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto, y os librĆ© de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os oprimĆan. 19 Pero hoy vosotros habĆ©is rechazado a vuestro Elohim, el cual os salva de todas vuestras desgracias y angustias, y le habĆ©is dicho: Ā”No! Ā”Haya rey sobre nosotros! Ahora pues, presentaos ante YHVH por vuestras tribus y por vuestros millares. 20 Y Samuel hizo acercar a todas las tribus de Israel, y fue designada la tribu de BenjamĆn. 21 Luego hizo acercarse a la tribu de BenjamĆn por sus familias, y fue designada la familia de Matri, y de ella fue designado SaĆŗl ben Cis; pero cuando lo buscaron, no fue hallado. 22 Entonces consultaron otra vez a YHVH: ĀæHa venido ya aquĆ ese varón? Y respondió YHVH: AhĆ estĆ”, escondido entre el bagaje. 23 Y corrieron y lo sacaron de allĆ; y cuando se presentó en medio del pueblo, se vio que desde sus hombros hacia arriba era mĆ”s alto que todo el pueblo. 24 Y Samuel dijo a todo el pueblo: ĀæHabĆ©is visto al que ha elegido YHVH? En todo el pueblo nadie hay como Ć©l. Entonces el pueblo exclamó con alegrĆa, y dijo: Ā”Viva el rey! 25 Y Samuel proclamó al pueblo los deberes del rey. Y Ć©l los escribió en un rollo que presentó delante de YHVH. DespuĆ©s Samuel despidió a todo el pueblo, cada uno a su casa. 26 Y SaĆŗl fue tambiĆ©n a su casa en Gabaa, y con Ć©l fueron los hombres de valor, cuyos corazones habĆa tocado Elohim. 27 Pero algunos hijos de Belial dijeron: ĀæQuĆ©? ĀæEste nos va a salvar? Y lo menospreciaron, y no le llevaron presente alguno.
āŗ10.1 Parablepsis del TM ā§199. Se sigue LXX.
āŗ10.2 saltando alegremente… Se sigue LXX.
āŗ10.25 los escribió… Esto es, SaĆŗl āDt 17.14-20.
āŗ10.27 algunos… TM aƱade pero Ć©l no se dio por enterado. Se sigue LXX ā§194; §200.
SalmoĀ 7-8
1 Shigayón de David, que cantó a YHVH por causa de las palabras de Cus benjamita.
Ā”Oh YHVH, Elohim mĆo, en Ti me he refugiado!
Ā”SĆ”lvame y lĆbrame de todos los que me persiguen!
2 No sea que desgarre mi alma cual león,
Que despedace, y no haya quien libre.
3 Oh, YHVH Elohim mĆo, si he hecho esto:
Si hubo iniquidad en mis manos,
4 Si paguƩ con mal al que estaba en paz conmigo
(Antes, libertƩ al que sin causa era mi adversario),
5 Que mi enemigo me persiga y me dƩ alcance,
Que pisotee por tierra mi vida,
Y ponga mi honra en el polvo.
Selah
6 ”LevÔntate, oh YHVH, en tu ira!
Ā”Ćlzate contra la furia de mis adversarios,
Y despierta a favor mĆo en el juicio que convocaste!
7 ”Que te rodee la asamblea de naciones,
Y presĆdela TĆŗ desde las alturas!
8 Oh YHVH, TĆŗ que impartes justicia a los pueblos:
”Júzgame YHVH, conforme a mi rectitud,
Conforme a la integridad que hay en mĆ!
9 ”AcÔbese ahora la maldad de los malvados,
Y sea el recto firmemente establecido!
Porque el Elohim justo examina el corazón y los riñones.
10 Mi escudo estĆ” en Elohim,
Que salva a los rectos de corazón.
11 Elohim es Juez justo,
Es un DIOS que sentencia cada dĆa.
12 Si no se convierten, afilarĆ” su espada,
TensarĆ” su arco y apuntarĆ”.
13 PrepararĆ” sus armas mortales,
Y dispondrĆ” sus flechas abrasadoras.
14 He aquà el inicuo se preñó de iniquidad,
Concibió perversidad y dio a luz la falsedad.
15 Hizo un hoyo y lo ha ahondado,
Ā”Pero Ć©l mismo ha caĆdo en el foso preparado!
16 Su perversidad se revierte sobre su cabeza,
Y su violencia desciende sobre su coronilla.
17 ”Alabaré a YHVH conforme a su justicia,
Y cantarƩ salmos al nombre de YHVH Elyon!
āŗ7.1 Shigayón… Tono musical de acompaƱamiento āHab 3.1. Significa pecados de ignorancia; Cus… Prob. referencia al rey SaĆŗl.
āŗ7.9 riƱones… Esto es, el subconsciente āSal 16.7.
āŗ7.12 se convierten… Es decir, los inicuos.
āŗ7.14 Se inserta el inicuo para suplir elipsis del original.
āŗ7.17 Elyon… Esto es, AltĆsimo ā§5
SalmoĀ 8
Al director del coro, sobre guittit. Salmo de David.
”Oh YHVH, Señor nuestro,
CuƔn glorioso es tu Nombre en toda la tierra!
Has puesto tu majestad sobre los cielos.
2 De la boca de los niƱos y de los que maman,
Estableciste la alabanza frente a tus adversarios,
Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que TĆŗ afirmaste,
4 Digo:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
El hijo de Adam, para que lo consideres?
5 Lo hiciste un poco menor que los Ɣngeles,
Lo coronaste de gloria y honor.
6 Lo haces seƱorear en las obras de tus manos,
Pusiste todas las cosas debajo de sus pies:
7 Ovejas y bueyes, todo ello,
Y tambiƩn los animales del campo,
8 Las aves de los cielos y los peces del mar,
Todo cuanto atraviesa las sendas de los mares.
9 ”Oh YHVH, Señor nuestro,
CuƔn glorioso es tu Nombre en toda la tierra!
āŗ8.1 guittit… Prob. cĆ”ntico de vendimia, o nombre del instrumento referido al lugar de su fabricación (la ciudad de Gat).
āŗ8.3 tus dedos… Es decir, la punta de tus dedos. Antropomorfismo que indica la facilidad con que Dios creó el Universo āIs 53.1 nota.
āŗ8.4 Se inserta Digo para suplir elipsis del original.
āŗ8.5 Ć”ngeles… TM: elohim = dioses. Se sigue LXX.
Hechos 15:36-16:40
Separación
36 DespuĆ©s de algunos dĆas, Pablo dijo a BernabĆ©: Volvamos a visitar a los hermanos de ciudad en ciudad, en todas aquellas en las que proclamamos la Palabra del SeƱor, para ver cómo estĆ”n. 37 Y BernabĆ© querĆa llevar consigo tambiĆ©n a Juan, el que se llamaba Marcos. 38 Pablo, en cambio, no tenĆa por conveniente llevar consigo a aquel que se apartó de ellos desde Panfilia y no habĆa ido con ellos a laĀ obra. 39 Y hubo un desacuerdo tal, que se separaron el uno del otro: BernabĆ©, tomando a Marcos, navegó hacia Chipre; 40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del SeƱor. 41 Y pasaba por Siria y Cilicia fortaleciendo a las iglesias.
Ā
āŗ15.36 Se inserta para ver para suplir elipsis del original.
āŗ15.38 Panfilia… āHch 13.13.
āŗ15.39-40 Simbolismo. BernabĆ©, levita; y Pablo, benjamita, se separan: la ley y la gracia no pueden andar juntasāAm 3.3.
Hechos 16
Timoteo
1 Bajó tambiĆ©n a Derbe y a Listra, y he aquĆ, habĆa allĆ cierto discĆpulo de nombre Timoteo, hijo de una mujer judĆa creyente, y de padre griego, 2 el cual era bien elogiado por los hermanos en Listra e Iconio. 3 Quiso Pablo que este saliera con Ć©l; y tomĆ”ndolo, lo circuncidó por causa de los judĆos que estaban en aquellos lugares; porque todos sabĆan que su padre era griego.
4 Y cuando pasaban por las ciudades, les entregaban los acuerdos determinados por los apóstoles y los ancianos de JerusalĆ©n para que los observaran. 5 AsĆ pues las iglesias eran afirmadas en la fe, y crecĆan en nĆŗmero cada dĆa.
6 Y viajaron a travĆ©s de la región de Frigia y Galacia, pues el EspĆritu Santo les impidió hablar la Palabra en Asia. 7 Y yendo a Misia, intentaban ir a Bitinia, pero el EspĆritu de JESĆS no se lo permitió. 8 Entonces, pasando Misia, bajaron a Troas.
La visión en Troas
9 Y fue mostrada a Pablo una visión de noche: Cierto varón macedonio estaba de pie y le rogaba, diciendo: Ā”Pasa a Macedonia y ayĆŗdanos! 10 Tan pronto como tuvo la visión, enseguida procuramos partir para Macedonia, concluyendo que DIOS nos habĆa llamado para anunciarles la Buena Noticia.
El Evangelio en Europa
11 DĆ”ndonos a la vela desde Troas, navegamos directamente a Samotracia, y al dĆa siguiente llegamos a NeĆ”polis; 12 y de allĆ a Filipos, primera ciudad de la provincia de Macedonia y una colonia. Y en esta ciudad pasamos algunos dĆas. 13 Y en el dĆa del sĆ”bado salimos fuera de la puerta, junto al rĆo, donde suponĆamos que habĆa un lugar de oración; y sentĆ”ndonos, hablĆ”bamos a las mujeres que se habĆan reunido. 14 Y estaba escuchando cierta mujer de nombre Lidia, de la ciudad de Tiatira, negociante en telas de pĆŗrpura, que reverenciaba a DIOS. Y el SeƱor le abrió el corazón para que estuviera atenta a lo que decĆa Pablo. 15 Y cuando fue bautizada con su familia, nos rogó, diciendo: Si considerĆ”is que soy fiel al SeƱor, entrad a posar en mi casa. Y nos constriñó.
Pablo y Silas encarcelados
16 Aconteció que yendo nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenĆa espĆritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos adivinando. 17 Esta seguĆa a Pablo y a nosotros, gritando: Estos hombres son esclavos del DIOS AltĆsimo, quienes os anuncian un camino de salvación. 18 Y esto hacĆa por muchos dĆas, hasta que Pablo se disgustó, y volviĆ©ndose dijo al espĆritu: Ā”En nombre de JESUCRISTO te ordeno que salgas de ella! Y al momento salió de ella. 19 Pero sus amos, al ver que habĆa salido la esperanza de su ganancia, echaron mano a Pablo y a Silas, y los arrastraron hasta la plaza pĆŗblica ante las autoridades, 20 y presentĆ”ndolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judĆos, alborotan nuestra ciudad, 21 y proclaman costumbres que a nosotros, siendo romanos, no nos es lĆcito aceptar ni practicar. 22 Y el pueblo se agolpó contra ellos, y los magistrados, rasgĆ”ndoles los mantos, mandaron que los azotaran con varas.
Los presos de Filipos
23 DespuĆ©s de propinarles muchos azotes, los echaron en la cĆ”rcel, ordenando al carcelero que los custodiara con seguridad. 24 Al recibir esta orden, Ć©l los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo. 25 Pero hacia la medianoche, Pablo y Silas orando cantaban himnos a DIOS, y los presos escuchaban atentamente. 26 Repentinamente hubo un gran terremoto, hasta tal punto que fueron sacudidos los cimientos de la cĆ”rcel, y al instante todas las puertas fueron abiertas, y las cadenas de todos fueron soltadas. 27 Despertando entonces el carcelero, al ver abiertas las puertas de la cĆ”rcel, y suponiendo que los presos se habĆan escapado, sacó la espada y estaba a punto de suicidarse. 28 Pero Pablo le dijo a gran voz: Ā”No te hagas ningĆŗn mal, que todos estamos aquĆ! 29 Pidió entonces una luz y corrió adentro, y lleno de temor, se postró ante Pablo y Silas, 30 y conduciĆ©ndolos afuera,
les dijo: SeƱores, ĀæquĆ© tengo que hacer para ser salvo? 31 Contestaron ellos: Cree en el SeƱor JESĆS, y serĆ”s salvo, tĆŗ y tu casa. 32 Y le hablaron la Palabra del SeƱor, con todos los que estaban en su casa. 33 Y tomĆ”ndolos en aquella hora de la noche,Ā les lavó las heridas, y al instante fue bautizado Ć©l y todos los suyos; 34 y los hizo subir a la casa, les puso la mesa, y se regocijó grandemente con toda su casa de haber creĆdo a DIOS.
35 Cuando se hizo de dĆa, los magistrados enviaron a los alguaciles, diciendo: Suelta a aquellos hombres. 36 Y el carcelero le comunicó a Pablo el mensaje: Los magistrados han enviado para que seĆ”is soltados. AsĆ que salid ahora y marchaos enĀ paz. 37 Pero Pablo les dijo: Luego de azotarnos pĆŗblicamente sin sentencia previa, a pesar de ser ciudadanos romanos, y echarnos en prisión, Āæahora quieren sacarnos encubiertamente? Ā”Pues no! Ā”Que vengan ellos mismos a sacarnos! 38 AsĆ que los alguaciles refirieron a los magistrados estas palabras; y al oĆr que eran romanos, tuvieron temor. 39 Entonces fueron y trataron de conciliarlos y, sacĆ”ndolos, les solicitaban que se fueran de la ciudad. 40 Ellos entonces, saliendo de la cĆ”rcel, entraron en casa de Lidia, y cuando vieron a los hermanos, los consolaron y salieron.
āŗ16.6 Asia… Esto es, Asia Menor.
āŗ16.7 La expresión el EspĆritu de JESĆS aparece por Ćŗnica vez en el NP. Es tan inusual, que se realizaron varios intentos para modificarla, tales como el reemplazo de JesĆŗs por SeƱor. TR omite de JesĆŗs.
āŗ16.9 Cierto… āLc 20.9.
āŗ16.11 DĆ”ndonos… TR aƱade pues.
āŗ16.12 Filipos… A pesar de lo que se ha estimado como dificultades insuperables del TR en su registro próte tes merĆdos, no es aconsejable abandonar el testimonio de P , āµ y A, que puede ser interpretado en el sentido de que Filipos era ciudad principal de la provincia de Macedonia y una colonia romana.
āŗ16.13 del sĆ”bado… Lit. de los sĆ”bados; habĆan reunido… Lit. reunieron.
āŗ16.14 que reverenciaba a Dios… Lit. que reverencia a Dios.
āŗ16.16 tenĆa… Lit. tiene.
āŗ16.17 esclavos… Gr. doĆŗlos ā§273.
āŗ16.19 habĆa salido… Lit. salió.
āŗ16.26 las cadenas de todos fueron soltadas… FĆsicas y espirituales: la luz de los gentiles ā13.47; Is 42.6-7; 49.9; 61.1; libertados del carcelero āIs 14.17.
āŗ16.29 se postró… TR aƱade a los pies de.
āŗ16.32 con todos… TR: y, a fin de aparentar simplicidad.
āŗ16.33 las heridas… Lit. de las heridas.
āŗ16.37 sin sentencia previa… Lit. no condenados; ciudadanos… Lit. hombres
Colosenses 4:7-18
Saludos y despedida
7 Todo lo concerniente a mĆ os lo harĆ” saber TĆquico, hermano amado y fiel servidor Ā consiervo en el SeƱor, 8 a quien enviĆ© a vosotros para esto mismo, para que conozcĆ”is nuestra situación y consuele vuestros corazones, 9 con OnĆ©simo, fiel y amado hermano, quien es uno de vosotros, os harĆ”n saber todas las cosas de aquĆ.
10 Os saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé (acerca del cual recibisteis instrucciones, si va a vosotros, recibidlo), 11 y Jesús, el llamado Justo; que son de la circuncisión. Estos son los únicos colaboradores en el reino de DIOS que me fueron de consuelo.
12 Os saluda Epafras (quien es uno de vosotros), esclavo de CRISTO, quien se esfuerza siempre por vosotros en las oraciones, para que estéis firmes, perfectos y totalmente decididos a cumplir toda la voluntad de DIOS. 13 Porque doy testimonio de él, de que tiene mucha preocupación por vosotros, por los que estÔn en Laodicea, y por los que estÔn en HierÔpolis.
14 Os saluda Lucas, el mƩdico amado, y Demas.
15 Saludad a los hermanos que estĆ”n en Laodicea, a Ninfa, y a la iglesia que estĆ” en la casa de ella. 16 Y cuando esta epĆstola haya sido leĆda en presencia de vosotros, haced que tambiĆ©n sea leĆda en la iglesia de los laodicenses, y que vosotros tambiĆ©n leĆ”is la de Laodicea. 17 Y decid a Arquipo: Atiende la labor del servicio que recibiste del SeƱor, para que lo cumplas. 18 La salutación de mi propia mano, de Pablo. Recordad mis cadenas. La gracia sea con vosotros.
āŗ4.7 TĆquico… āHch 20.4; 2Ti 4.12; servidor… Gr. diĆ”konos ā§314; consiervo… Gr. sĆŗndoulos = compaƱero de esclavitud ā§273.
āŗ4.8 nuestra situación… ā Ef 6.21-22; §121.
āŗ4.9 OnĆ©simo… āFlm 10-12.
āŗ4.10 Aristarco… āHch 19.29; 27.2; Flm 24; Marcos… āHch 12.12, 25; 13.13; 15.37-39.
āŗ4.12 Epafras… ā1.7; Flm 23; CRISTO… Mā Cristo JesĆŗs.
āŗ4.13 doy testimonio de Ć©l… Lit. le doy testimonio; preocupación… TR registra celo.
āŗ4.14 Lucas… ā2Ti 4.11; Flm 24; Demas… ā2Ti 4.10; Flm 24.
āŗ4.15 Ninfa… de ella… Los mejores mss. respaldan esta lectura.
āŗ4.17 Arquipo… āFlm 2; servicio… Gr. diakonĆa ā§314.
āŗ4.18 cadenas… Se refiere a prisiones; con vosotros… TR aƱade el litĆŗrgico amĆ©n.

