Texto áureo: Números 30.
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Números 30
Día 2 1ªReyes 21-22
Día 3 Cantares 1-3
Día 4 Cantares 6-8
Día 5 Mateo 5:33-37
Día 6 1ªCorintios 7:1-17
I- Importancia de las palabras.
Una pregunta muy interesante que la mayoría de las personas deberían hacerse es: ¿De dónde salieron esos valores morales que han inundado a la humanidad? Desde luego que no es de la mitología universal, donde las deidades se pelean por celos y traiciones como si fueran más humanos que los humanos, sino de los mandamientos de Dios a su pueblo, que como hemos visto en otras porciones, no se refieren a antojos divinos, sino como Dios mismo dice: «para que al hombre le vaya bien en la vida». En esta porción se enseña algo indispensable para el ser humano y la sociedad: La santidad del habla.
A través del habla nos comprometemos con Dios, le damos nuestras acciones de gracias, declaramos nuestra fe, hacemos oraciones, enseñamos y aprendemos la Biblia, animamos a los demás y llevamos al mundo el mensaje del evangelio. Sin embargo, la Biblia también nos enseña que «de una misma boca proceden bendición y maldición». Los daños que generan las promesas incumplidas, las maldiciones y las palabras dañinas o blasfemas no se pueden borrar con facilidad. Para contrarrestar esto último se debe procurar el uso de palabras cálidas, amables y amorosas porque son bálsamo para el alma y tienen la fuerza de transformar la oscuridad en luz y la desesperación en esperanza.
Un matrimonio, una familia y hasta cualquier relación en donde se procura que sea de calidad se debe cuidar el hablar de aquellas cosas banales como el chisme, las ofensas y las obscenidades, por eso la porción dice: «aquel que no cumple con su palabra, ella se vuelve profana». Como hemos dicho, si cada palabra o cada expresión se usa apropiadamente, en armonía con la voluntad de Dios y además cumpliendo con lo que ellas expresan, serán herramientas útiles para producir una relación santificada.
Es claro que Dios no mandó a hacer juramentos como tampoco los prohibió, pero si alguna persona lo hace debe saber que no puede faltar a su palabra, ella es tan importante como sus acciones. Así que es mejor que el «sí» sea sí y el «no» sea no, para no verse en el problema de ser profano a causa de su propia palabra.
Siglos después, en tiempos de los apóstoles, cuando Ananías y su esposa Safira mintieron a sus líderes, nos muestra el cumplimiento de estas disposiciones bajo la actualización postmesiánica de la ley.
De forma general las disposiciones de la ley que aparecen en esta porción en cuanto al habla deben verse como restricciones para la vida y no como mandamientos que tienen que ver con promesas, o sea que Dios asegura con esto el buen vivir social del ser humano.
2- Un debate de hoy a la luz de la Torá.
Vivimos en una época en que hay un debate muy grande acerca de la identidad de los géneros y no es que como creyentes estemos en acuerdo o desacuerdo con la igualdad o la desigualdad, sino que estamos en desacuerdo con la eliminación de los géneros. Debemos tener claridad que hay igualdad en cuanto a derecho, pero eso solo se puede manifestar en el derecho de cada género a vivir en su propio género.
En esta porción Dios deja claro que hay diferencia entre los diferentes géneros y, por ende, hay restricciones para cada uno de ellos. No es que haya leyes diferentes nada más, sino que hay leyes que son dadas por igual a los dos géneros y hay leyes que son diferentes en dependencia de las características de cada uno de ellos.
Preguntas:
1.- ¿Cree usted que sea discriminación a la mujer la potestad que se les da a los maridos aquí? ¿Por qué?
2.- El v.16 utiliza la palabra jukim con referencia a estas disposiciones específicamente. ¿A qué cree que se deba esto?
3.- ¿Qué tiempo tiene el marido para anular el voto de su esposa? ¿Por qué cree usted que Dios regula esta acción del esposo?
Números. 30
Sobre los votos
1 Habló Moisés a los jefes de las tribus de Israel, diciendo: Esta es la palabra que YHVH ha ordenado: 2 Cuando un hombre haga voto a YHVH, o jure imponiéndose una promesa, no quebrantará su palabra. Todo lo que salga de su boca lo cumplirá. 3 Asimismo, si una mujer hace un voto a YHVH, y se impone una obligación en su juventud estando en casa de su padre, 4 y su padre escucha su voto y la obligación que se ha impuesto, y su padre no le dice nada, entonces todos los votos de ella serán firmes, y toda promesa que se ha impuesto, será firme. 5 Pero si su padre lo prohíbe el día en que se entera, ninguno de sus votos o promesas que se ha impuesto será firme. YHVH la perdonará por cuanto su padre se opuso. 6 Pero si es casada y hace votos, o pronuncia con sus labios cosa con que obligue su alma, 7 y su marido oye, y cuando oye se calla, los votos de ella serán firmes, y la obligación que se impuso será firme. 8 Pero, si el día en que su marido la oye, lo prohíbe, ningún voto bajo el cual ella está permanecerá ni el dicho imprudente de sus labios. YHVH la perdonará.
9 Pero el voto de una viuda o una repudiada, aquello con lo cual se ha comprometido, será firme hacia ella. 10 Y si hizo voto cuando estaba en casa de su marido, y ha ligado su alma con juramento, 11 y su marido oyó, y calló ante ello, y no se lo prohibió, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que ligó su alma será firme. 12 Pero si su marido en verdad los anula el día en que los oye, todo lo que salió de sus labios en cuanto a sus votos, o en cuanto a obligarse a sí misma, será nulo. Su marido los ha anulado, y YHVH la perdonará. 13 Todo voto y todo juramento que obligue a humillarse a sí misma, su marido lo confirmará o anulará. 14 Pero si su marido de día en día calla ante ello, entonces ha confirmado todos sus votos y todas las obligaciones que están sobre ella. Las confirma por cuanto calló ante ello el día que lo oyó. 15 Y si los anula después de haberlos oído, entonces él cargará con la iniquidad de ella. 16 Estos son los estatutos que YHVH ordenó a Moisés sobre las relaciones entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante la juventud de esta en casa de su padre.
►30.1 tribus de… TM añade los hijos. Se sigue LXX →§194.
►30.2 voto… promesa… →Dt. 23.21-23; Mt. 5.33.
►30.5 lo prohíbe… TM añade a ella… a ella. Se sigue LXX →§194.
►30.8 oye… prohíbe… TM añade a ella… entonces anulará. Se sigue LXX →§194; el dicho… TM añade con que se ha comprometido. Se sigue LXX →§194.
►30.9 repudiada… TM añade todo. Se sigue LXX →§194.
►30.10 alma… TM añade obligación. Se sigue LXX →§194.
►30.12 oye… TM añade a ellos. Se sigue LXX →§194.
1o Reyes 21-22
El viñedo de Nabot
1 Después de estas cosas, aconteció que Nabot jezreelita tenía un viñedo en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria. 2 Y habló Acab a Nabot, diciendo: Dame tu viñedo para que me sirva como huerto, porque está junto a mi casa, y te daré por él un viñedo mejor que ese, o si parece mejor ante tus ojos, te daré su precio en plata.
3 Pero Nabot dijo a Acab: ¡Guárdeme YHVH de darte la heredad de mis padres! 4 Y Acab se fue a su casa decaído y enfadado a causa de las palabras que le había hablado Nabot jezreelita, pues él le había dicho: ¡No te daré la heredad de mis padres! Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no quiso comer. 5 Por tanto vino a él Jezabel su mujer, y le preguntó: ¿Por qué está decaído tu espíritu, y no comes? 6 Y él le respondió: Porque hablé con Nabot jezreelita, y le dije: Dame tu viñedo por dinero; o si te parece mejor, te daré otro viñedo por él. Y me dijo: No te daré mi viñedo.
7 Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Acaso no gobiernas el reino de Israel? ¡Levántate, y come pan y alégrese tu corazón! ¡Yo te daré el viñedo de Nabot jezreelita! 8 Ella entonces escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su anillo, y las envió a los ancianos y a los principales que estaban en su ciudad, aquellos que habitaban con Nabot.
9 Y en las cartas escribió diciendo: Proclamad ayuno y haced que Nabot se siente frente al pueblo, 10 y que dos hombres, hijos de Belial, se sienten frente a él y testifiquen contra él diciendo: ¡Has maldecido a Elohim y al rey! Y haréis que lo saquen fuera y lo apedreen hasta que muera. 11 Y los hombres de la ciudad, es decir, los ancianos y los principales que vivían en su ciudad, hicieron tal como Jezabel les ordenó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado. 12 Proclamaron, pues, un ayuno e hicieron sentar a Nabot frente al pueblo. 13 Y aquellos dos hombres, hijos de Belial, entraron y se sentaron frente a él; y estos hijos de Belial testificaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: ¡Nabot maldijo a Elohim y al rey! Y ellos lo sacaron fuera de la ciudad y lo lapidaron con piedras, hasta que murió.
14 Luego enviaron a decir a Jezabel: Nabot fue apedreado y murió. 15 Y sucedió que cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate y toma posesión del viñedo de Nabot jezreelita, que se negó a dártelo por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto.
16 Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó Acab para bajar al viñedo de Nabot jezreelita y tomar posesión de él. 17 Y la palabra de YHVH llegó a Elías tisbita, diciendo: 18 Levántate, baja al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria. He aquí, está en el viñedo de Nabot, a donde bajó para tomar posesión de él. 19 Y le hablarás diciendo: Así dice YHVH: ¿Has asesinado, y también tomas posesión? Y le hablarás diciendo: Así dice YHVH: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros también lamerán tu sangre.
20 Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he hallado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos de YHVH. 21 He aquí, Yo traigo el mal sobre ti, y te barreré por completo, y destruiré de Acab a todo meante a la pared, tanto al esclavo como al libre en Israel. 22 Y haré tu casa como la casa de Jeroboam ben Nabat, y como la casa de Baasa ben Ahías, por la provocación con que me has provocado y has hecho pecar a Israel.
23 Y también de Jezabel habla YHVH diciendo: ¡Los perros se comerán a Jezabel en el muro de Jezreel! 24 Al que muera de Acab en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en el campo, se lo comerán las aves de los cielos. 25 (Ciertamente no hubo ninguno como Acab, que se vendió para hacer el mal ante los ojos de YHVH, incitado por su mujer Jezabel; 26 y procedió abominablemente siguiendo a los ídolos, conforme a todo lo que hacía el amorreo, al cual YHVH había desposeído de delante de los hijos de Israel).
27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, y ayunó y se acostó con el cilicio, y anduvo abatido. 28 Y la palabra de YHVH llegó a Elías tisbita, diciendo: 29 ¿Has visto cómo se ha humillado Acab delante de mí? Por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días, sino que el mal sobre su casa lo traeré en los días de su hijo.
►21.1 El c. 21 va antes del c. 20 →§163; §211.
►21.10 maldecido… →§212.
►21.13 maldijo… →§212.
22
Josafat y Acab contra los sirios – Ocozías
1 Tres años pasaron sin guerra entre Siria e Israel. 2 Pero al tercer año aconteció que Josafat, rey de Judá, bajó a visitar al rey de Israel. 3 Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿Sabéis que Ramot de Galaad nos pertenece, y nada hemos hecho para quitarla de mano del rey de Siria? 4 Y dijo a Josafat: ¿Irás conmigo a la guerra a Ramot de Galaad? Y Josafat respondió: ¡Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos! 5 Y Josafat dijo al rey de Israel: Te ruego que consultes ahora la palabra de YHVH.
6 Entonces el rey de Israel convocó a los profetas, unos cuatrocientos hombres, y les preguntó: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad o desistiré? Y ellos respondieron: ¡Sube, porque Adonai la entregará en mano del rey! 7 Pero Josafat preguntó: ¿No habrá aquí además algún profeta de YHVH, para que consultemos por medio de él? 8 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a YHVH, Micaías ben Imla, pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza para bien, sino siempre para mal. Y Josafat dijo: No hable así el rey.
9 Entonces el rey de Israel llamó a cierto eunuco y le ordenó: ¡Trae pronto a Micaías ben Imla! 10 Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus mantos reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban ante ellos.
11 Y Sedequías ben Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro, y decía: Así dice YHVH: ¡Con estos embestirás a los sirios hasta acabar con ellos! 12 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: ¡Sube a Ramot de Galaad y triunfa, porque YHVH la ha entregado en mano del rey!
13 Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas declaran el bien al rey a una sola voz. Sea, pues, tu palabra como la de ellos, y anuncia el bien. 14 Pero Micaías dijo: ¡Vive YHVH, que lo que YHVH me diga, eso hablaré!
15 Y cuando llegó ante el rey, el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o desistiremos? Y él le respondió: Sube y serás prosperado, y YHVH la entregará en mano del rey. 16 Pero el rey le dijo: ¿Cuántas veces tengo que hacerte jurar que no me digas sino la verdad en nombre de YHVH? 17 Entonces él dijo: Vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas sin pastor, y a YHVH que decía: Estos no tienen amo. Retorne cada cual a su casa en paz. 18 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te dije que no profetizaría acerca de mí el bien, sino el mal?
19 Y él dijo: Por eso, oíd la palabra de YHVH: Vi a YHVH sentado en su trono, y al ejército de los cielos alrededor de Él, a su diestra y a su siniestra. 20 Y decía YHVH: ¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía una cosa, y otro decía otra. 21 Y se presentó un espíritu ante YHVH, y dijo: Yo lo induciré. Y le dijo YHVH: ¿De qué modo? 22 Y respondió: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Él dijo: Ciertamente lo inducirás y prevalecerás. ¡Ve y hazlo! 23 Y ahora, he aquí YHVH ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos estos, tus profetas, pues YHVH ha decretado el mal contra ti.
24 Entonces Sedequías ben Quenaana se acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Qué clase de espíritu de YHVH ha hablado en ti? 25 Y Micaías respondió: ¡He aquí, tú lo verás aquel día, cuando vayas escondiéndote de casa en casa! 26 Y dijo el rey de Israel: Toma a Micaías y hazlo volver a Amón, príncipe de la ciudad; y a Joás, hijo del rey, dirás: 27 Meted a este en la cárcel, y dadle pan y agua de aflicción hasta que yo vuelva en paz. 28 Y Micaías dijo: Si vuelves en paz, YHVH no habló por mí.
29 Y el rey de Israel subió con Josafat rey de Judá contra Ramot de Galaad. 30 Y dijo el rey de Israel a Josafat: Me disfrazaré para entrar en la batalla; pero tú ponte tus atavíos reales. Y el rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla. 31 Pero el rey de Siria había ordenado a sus treinta y dos capitanes de los carros que tenía, diciendo: No luchéis contra pequeño ni contra grande, sino solo contra el rey de Israel. 32 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ¡De seguro ese es el rey de Israel! Y se dirigieron a él para atacarlo, pero Josafat gritó. 33 Y viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.
34 Y un hombre tiró con su arco a la ventura, e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo a su auriga: ¡Da vuelta y sácame del campamento, porque estoy herido! 35 Pero la batalla arreció aquel día, por lo cual el rey fue sostenido en su carro frente a los sirios, y al atardecer murió, y la sangre de la herida corrió hasta el fondo del carro.
36 A la puesta del sol salió un pregón por el campamento, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad! ¡Cada uno a su tierra! 37 Así murió el rey, y fue llevado a Samaria, y sepultaron al rey en Samaria. 38 Y mientras uno lavaba el carro junto al estanque de Samaria (y allí se lavaban las rameras), los perros lamieron su sangre, conforme a la palabra que YHVH había hablado. 39 Los demás hechos de Acab y todo lo que hizo, la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel? 40 Y Acab durmió con sus padres, y su hijo Ocozías reinó en su lugar.
41 Y Josafat ben Asa había comenzado a reinar sobre Judá en el año décimo primero de Omri, rey de Israel. 42 Josafat tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Azuba hija de Silhi. 43 Y él anduvo en todo el camino de su padre Asa, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de YHVH. 44 Pero los lugares altos no fueron quitados, porque aún el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los lugares altos. 45 Y Josafat hizo la paz con el rey de Israel. 46 Los demás hechos de Josafat, el poderío que logró, y las guerras que llevó a cabo, ¿no están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Judá? 47 Y él barrió del país al resto de homosexuales rituales que habían quedado del tiempo de su padre Asa.
48 Entonces no había rey en Edom, sino un gobernador de parte del rey. 49 Josafat hizo naves como las de Tarsis, para ir a Ofir por oro, pero no llegaron a ir, pues las naves se destrozaron en Ezión-Geber. 50 Y Ocozías ben Acab dijo a Josafat: Que vayan mis siervos con tus siervos en las naves; pero Josafat no quiso. 51 Y Josafat durmió con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David, su padre, y Joram su hijo reinó en su lugar.
52 En el año vigésimo cuarto de Josafat rey de Judá, Ocozías ben Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó dos años sobre Israel. 53 E hizo lo malo ante los ojos de YHVH, y anduvo en el camino de su padre, en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam ben Nabat, que hizo pecar a Israel; 54 y sirvió a Baal y se postró ante él, y provocó la ira de YHVH, el Elohim de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.
►22.4 respondió… TM añade el rey de Israel. Se sigue LXX →§194.
►22.19 él dijo… Esto es, el profeta Micaías. ►22.24 Se sigue LXX.
►22.27 TM añade al inicio del v. así ha dicho el rey. Se sigue LXX →§194.
►22.28 TM añade Y agregó: ¡Oídlo, pueblos todos! Se sigue LXX →§194. ►22.41 Cronología →§167.
►22.52 Cronología →§167.
Cantares 1-3
1 Cantar de los cantares, al estilo de Salomón.
Ella
2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Porque tus caricias son mejores que el vino.
3 Tus ungüentos tienen una grata fragancia.
Tu nombre es como ungüento derramado,
Por eso las doncellas te aman.
4 ¡Atráeme, y correremos en pos de ti!
El rey me introdujo en su recámara:
Nos regocijaremos y nos alegraremos en ti,
Y hallaremos tu amor más fragante que el vino.
¡Con razón te aman!
5 Hijas de Jerusalén,
Negra soy, pero codiciable,
Como las tiendas de Cedar,
Como las cortinas de Salomón.
6 No reparéis en que soy muy morena,
Porque el sol me ha mirado.
Los hijos de mi madre se airaron contra mí,
Me pusieron a guardar las viñas,
Y mi viña, que era mía, no la guardé.
7 Hazme saber, oh tú, a quien ama mi alma:
¿Dónde pastoreas?
¿Dónde lo haces sestear al mediodía?
Pues, ¿por qué he de ser como una que está velada,
Entre los rebaños de tus compañeros?
Coro
8 Si no lo sabes, ¡oh tú, la más hermosa de las mujeres!
Sal tras las huellas del rebaño,
Y apacienta tus cabritas
Junto a las cabañas de los pastores.
Él
9 A mi yegua favorita entre los carros de Faraón te he comparado,
Oh amada mía.
10 Hermosas son tus mejillas entre las trenzas,
Tu cuello, entre collares de corales.
11 Te haremos zarcillos de oro,
Con incrustaciones de plata.
Ella
12 Mientras el rey está en su reclinatorio,
Mi nardo difunde su fragancia.
13 Mi amado es para mí un manojito de mirra,
Que reposa entre mis pechos.
14 Mi amado es para mí un manojito de flores de alheña
En las viñas de En-Gadi.
Él
15 He aquí eres hermosa, oh amada mía.
¡Cuán bella eres!
Tus ojos son como palomas.
Ella
16 He aquí eres hermoso, oh amado mío,
También placentero.
Nuestro lecho es de flores,
17 Las vigas de nuestras casas son de cedro,
Y nuestros artesonados, de ciprés.
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición.
►1.1 al estilo… → §142.
►1.2 caricias… Heb. dodey = caricias y otras manifestaciones de amor; vino… Esto es, el banquete del vino →Est 7.2.
►1.5 negra… Heb. shejoráh.
►1.7 ¿Dónde lo… Esto es, al rebaño; sestear… Recoger el rebaño durante el día en paraje de sombra para descansar y librarse de los rigores del sol.
►1.9 Se inserta favorita para suplir elipsis del original.
►1.11 zarcillos de oro… →Pr 25.12.
►1.12 reclinatorio… Diván de poca altura utilizado en el oriente para comer →Mt 9.10.
►1.13 reposa entre mis pechos… →1R 8.13.
►1.14 alheña… Heb. kufrun = el precio del rescate. Homónimo →§168; 2Co 5.21. ►1.16 flores… Es decir, de exuberante vegetación.
2
Ella (continuación)
1 Soy la rosa de Sarón,
Y el lirio de los valles.
Él
2 Como el lirio entre los espinos,
Así es mi amada entre las hijas.
Ella
3 Como el manzano entre los árboles del bosque,
Así es mi amado entre los jóvenes.
A su sombra he deseado sentarme,
Y comer sus dulces frutos.
4 Él me condujo a la sala del banquete,
Y su estandarte sobre mí es el amor.
5 ¡Sustentadme con pasas,
Confortadme con manzanas,
Porque desfallezco de amor!
6 ¡Sea tu izquierda bajo mi cabeza,
Y abráceme tu diestra!
Él
7 ¡Os con
juro, oh hijas de Jerusalén,
Por las gacelas y por las ciervas del campo,
Que no disturbéis al amor
ni lo despertéis hasta que quiera!
Ella
8 ¡La voz de mi amado!
¡Helo allí, saltando sobre las montañas,
Brincando sobre las colinas!
9 Mi amado es como la gacela o el cervatillo.
¡Mirad! Está tras nuestro muro,
Mirando por las ventanas,
Atisbando por las celosías.
10 Mi amado habló, y me dijo:
Él
¡Oh amada mía, hermosa mía,
Levántate y sal conmigo!
11 Porque ha pasado el invierno,
La lluvia ha cesado, y se ha ido.
12 Las flores aparecen en el campo,
El tiempo de la poda ha llegado,
Y el arrullo de la tórtola se deja oír en nuestra tierra.
13 La higuera ya madura sus brevas,
Y las vides en cierne exhalan su olor.
¡Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven!
14 ¡Oh paloma mía!
Tú, que anidas en las hendiduras de la peña,
En las grietas de la escarpa:
¡Muéstrate!
¡Hazme oír tu voz!
Porque dulce es tu voz,
Y agraciado tu rostro.
Él y ella
15 ¡Cazadnos las zorras!
Las zorras pequeñas que echan a perder las viñas…
¡Nuestras viñas en flor!
Ella
16 ¡Mi amado es mío y yo suya!
Él pastorea entre los lirios
17 Hasta que refresque el día
Y declinen las sombras.
¡Vuelve, hermano mío!
Sé como el corzo o el cervatillo,
Sobre las montañas de Béter.
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición. ►2.1
Sarón… →Is 35.2. ►2.4 banquete… Lit. cámara del vino. ►2.9 muro… Heb. kothel =
pared de una casa. De la raíz compactar; pared (como la que reúne a los reclusos).
►2.12 poda… Esto es, canto (dilogía). ►2.14 Se inserta que anidas para suplir elipsis
del original. ►2.17 hermano… Gr. adelfidós. TM registra amado. Se sigue LXX; Béter…
Esto es, de la partición. Prob. alusión a Gn 15.10.
3
Ella (continuación)
1 Por las noches en mi lecho,
Buscaba al que ama mi alma.
Lo busqué, pero no lo hallé.
2 Me levantaré ahora e iré por la ciudad,
Por las calles y por las plazas.
¡Debo hallar al que ama mi alma!
Lo busqué, pero no lo encontré.
3 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad.
¿Habéis visto al que ama mi alma?
4 Apenas los había pasado,
Cuando hallé al que ama mi alma,
Me prendí de él y no quise soltarlo,
Hasta que lo introduje en la casa de mi madre,
En la alcoba de la que me concibió.
Él
5 ¡Os conjuro, oh hijas de Jerusalén,
Por las gacelas y por las ciervas del campo,
Que no disturbéis al amor
Ni lo despertéis hasta que quiera!
Coro
6 ¿Qué es lo que sube del desierto
Como columnas de humo,
Perfumado con mirra e incienso,
Y con todos los aromas del mercader?
Ella
7 ¡He aquí la litera de Salomón!
Escoltada por sesenta valientes,
De entre los héroes de Israel.
8 Todos ellos empuñan espada,
Expertos en la batalla.
Cada uno tiene su espada sobre su muslo,
Por los peligros de la noche.
9 El rey Salomón hizo para sí un palanquín
De maderas del Líbano.
10 Hizo sus columnas de plata,
Su respaldo de oro,
Su asiento de púrpura,
Su interior tapizado con amor por las hijas de Jerusalén.
11 ¡Salid, oh hijas de Sión, y contemplad al rey Salomón,
Con la diadema que le coronó su madre el día de su boda,
El día del gozo de su corazón!
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición.
►3.6 columnas de humo… Jl 2.30.
►3.7 litera… Heb. mittathó, sinónimo de aprión = palanquín (v. 9). Abrevi
Cantares 6-8
Coro
1 ¿Adónde se ha ido tu amado,
Oh tú, la más hermosa entre las mujeres?
¿Adónde fue tu amado,
Para que lo busquemos contigo?
Ella
2 Mi amado bajó a su huerto,
A las eras de las especias,
Para apacentar entre los huertos
Y recoger los lirios.
3 Yo soy de mi amado y mi amado es mío,
Él apacienta entre lirios.
Él
4 Oh amada mía, eres hermosa como Tirsa,
Deseable como Jerusalén,
Imponente como un ejército con estandartes.
5 Aparta tus ojos de mí,
Porque me conturban.
Tu cabellera es como un rebaño de cabras,
Recostadas en las laderas de Galaad.
6 Tus dientes, como un rebaño de ovejas
Que suben del lavadero,
Todas con crías gemelas,
Y ninguna entre ellas estéril.
7 Tus mejillas, detrás de tu velo,
Dos mitades de granada.
8 Si sesenta son las reinas,
Ochenta las concubinas,
Y sin número las doncellas,
9 Una sola es mi paloma, la perfecta mía,
Una sola, predilecta de su madre.
Las hijas la vieron,
Y la llamaron bienaventurada,
La alabaron las reinas y las concubinas.
Coro
10 ¿Quién es la que se asoma como el alba,
Hermosa como la luna,
Límpida como el sol,
Imponente como un escuadrón abanderado?
Él
11 Al huerto de los nogales descendí,
A ver los frutos del valle,
A ver si brotaba la vid,
Si florecían los granados.
12 Antes que lo supiera, mi alma me puso entre los carros de Abinadab.
Coro
13 Gira, gira, oh sulamita!
¡Gira, gira, y te contemplaremos!
Él
¿Qué queréis ver en la sulamita?
Coro
Algo como las danzas de Mahanaim.
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición.
►6.4 Tirsa… Esto es, deliciosa. Ciudad que después que el reino se dividió, vino a ser la
residencia de los reyes de Israel.
►6.12 Abinadab… Esto es mi noble pueblo. Se translitera como en LXX →1S 6.1—7.2; 2S 6.3; 1Cr 13.7
►6.13 sulamita… Heb. ha- suhlamit = la pacificada → Ef 2.14-18; Mahanaim… Esto es dos campamentos →Gn. 32.3.
7
Coro (continuación)
1 ¡Cuán graciosos son tus pasos en sandalias,
Oh hija del príncipe!
Los contornos de tus muslos son como joyas,
Obra de manos de un hábil orfebre.
2 Tu ombligo es como un ánfora,
Donde no falta ningún vino generoso.
Tu vientre, una gavilla de trigo cercada de lirios.
3 Tus dos pechos, como crías mellizas de gacela.
4 Tu cuello, una torre de marfil,
Tus ojos, claros como los estanques de Hesbón,
Junto al portal de Bat-Rabim.
Tu perfil es como la torre del Líbano,
Que mira hacia Damasco.
5 Tu cabeza se yergue como el Carmelo,
Y tu cabellera es como la púrpura,
¡El rey está cautivo en tus trenzas!
Él
6 ¡Cuán hermosa y dulce eres,
Oh amor deleitoso!
7 Tu talle se asemeja a la palmera,
Y tus pechos, a sus racimos.
Alguien del coro
8 Dije: Subiré a la palmera,
Tomaré sus frutos:
Ella
Sean tus pechos como racimos de la vid,
Y la fragancia de tu aliento como de manzanas,
9 Y el cielo de tu boca como el vino generoso,
Que de mi amado fluye suavemente,
Y hace mover apaciblemente los labios de los que duermen.
10 Yo soy de mi amado,
Y hacia mí él tiende su deseo.
11 Ven, hermano mío,
Salgamos al campo,
Pernoctemos en las aldeas.
12 Madruguemos y vayamos a las viñas,
Veamos si ha brotado la vid,
Si ya se abrieron sus flores,
Si florecen los granados;
Allí te daré mis caricias.
13 Las mandrágoras han dado olor,
Y a nuestra puerta hay toda suerte de frutos deliciosos,
Nuevos y añejos,
Que he guardado para ti, oh hermano mío.
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición.
►7.4 Se inserta claros para suplir elipsis del original.
►7.5 Carmelo… Heb. Karem-El = Viña de Dios →Is 35.2; púrpura… En poesía su significado es sangre.
►7.11, 13 hermano… Gr. adelfidós. TM registra amado. Se sigue LXX.
►7.12 Se inserta vayamos para suplir elipsis del original
8
Alguien del coro
1 ¡Oh, si tú fueras como mi hermano, que mamó los pechos de mi propia madre!
Al hallarte afuera yo te besaría,
Y nadie me despreciaría por ello.
2 Te guiaría, te metería en la casa de mi madre,
Tú me enseñarías,
Y yo te daría a beber vino aromatizado
Con el mosto de mis granadas.
3 Su izquierda estaría bajo mi cabeza,
Y su diestra me abrazaría.
Él
4 ¡Os conjuro, oh hijas de Jerusalén,
Que no disturbéis al amor
Ni lo despertéis hasta que quiera!
Coro
5 ¿Quién es la que sube del desierto,
Recostada sobre su amado?
Él
Debajo del manzano te desperté.
Allí tuvo los dolores tu madre,
Allí tuvo los dolores la que te dio a luz.
6 Ponme como un sello sobre tu corazón,
Como una marca sobre tu brazo,
Porque fuerte como la Muerte es el amor,
Y obstinados son los celos, como el Seol,
Sus ascuas son ascuas de fuego,
Y sus llamas, llamarada de YH.
7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
Ni los ríos podrán extinguirlo.
Si uno diera por el amor todas las riquezas de su casa,
De cierto sería menospreciado.
Ella
8 Tenemos una hermana pequeña,
Que aún no tiene pechos.
¿Qué haremos por nuestra hermana en el día en que sea pedida?
Él
9 Si ella es muro,
Le pondremos torrecillas de plata,
Y si es puerta,
La reforzaremos con tablones de cedro.
Hermana pequeña
10 Yo soy muro,
Y mis pechos son torreones,
Y ahora soy ante sus ojos
Como la mensajera de paz.
Alguien del coro
11 Salomón tuvo una viña en Baal-Hamón.
Arrendó la viña a los guardas,
Que le traen por su fruto,
Cada uno mil siclos de plata.
12 Mi viña, que es mía,
Está delante de mí.
Tú, oh Salomón, tendrás los mil,
Y los que guardan su fruto, doscientos.
Él
13 ¡Oh, tú que habitas en los huertos,
Los compañeros están atentos a tu voz!
¡Házmela oír!
Ella
14 Oh hermano mío, apresúrate,
Y sé como la gacela o el cervatillo,
Sobre los montes de los aromas.
* Texto, subtítulos y notas según BTX IV Plus, a publicarse en la BTX V edición.
►8.6 YH… Contracción del Tetragrama →§33.
►8.8 pedida… Es decir, pedida en matrimonio.
►8.10 ojos… Es decir, a los ojos de su amado.
►8.11 Se inserta siclos para suplir elipsis del original.
►8.13 habitas… Divergencia entre los textos hebreo y griego. El primero comienza con un participio femenino, por lo que habla una figura masculina, mientras que en la LXX es ella la que se dirige a su amado. Se sigue TM; atentos… →Ef 3.10; 1Co 11.10.
►8.14 hermano… Gr. adelfidós. TM: amado. Se sigue LXX; apresúrate… Lit. huye
Mateo 5.33-37
Acerca de los juramentos
33 Oísteis, además, que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. 34 Pero Yo os digo: No juréis de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de DIOS, 35 ni por la Tierra, porque es el estrado de sus pies, ni hacia Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza jures, pues no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto procede del Maligno.
Acerca de la venganza
Lc 6.29-30
38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo y diente por diente, 39 pero Yo os digo: No resistáis al malvado; más bien, al que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 al que quiera entablar pleito contigo y llevarse la túnica, déjale también la capa, 41 y a cualquiera que te obligue a andar una milla, vé con él dos; 42 al que te pide, dale, y al que quiere pedirte prestado, no le vuelvas la espalda.
Acerca de los enemigos
Lc 6.27-28, 32-36
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo; 44 pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si solo saludáis a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen también así los gentiles? 48 Vosotros, pues, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
►5.33 juramentos… →Lv 19.12; Nm 30.2; Dt 23.21.
►5.34 trono… →Jac 5.12; Is 66.1; Mt 23.22.
►5.35 Tierra… →Is 66.1; hacia Jerusalén… Gr. eis ’Ierosóluma. Esto es, peticiones y juramentos hechos con el rostro vuelto hacia la ciudad y su templo →1R 8.48, y hacia su muro →Is 38.2 (como se acostumbra hasta hoy); la ciudad… →Sal 48.2.
►5.38 Ojo… →Ex 21.24; Lv 24.20; Dt 19.21.
►5.43 prójimo… →Lv19.18.
►5.44 M↓ ampliaron el texto con la narrativa de Lc 6.27-28.
►5.46 publicanos… Es decir, cobradores de impuestos a favor del Imperio Romano. Eran considerados traidores por los israelitas.
►5.47 gentiles… Es decir, los no judíos. ►5.48 perfectos… →Gn 17.1; Dt 18.13
1 Corintios 7.1-17.
Problemas matrimoniales
1 Ahora, acerca de las cosas que escribisteis, bueno es para el hombre no tocar mujer.
2 Pero por causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una su propio marido.
3 El marido cumpla con la mujer lo debido, y asimismo también la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el marido tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os privéis el uno al otro, excepto de común acuerdo y por algún tiempo, para dedicaros a la oración, y luego volved a juntaros, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6 Pero esto digo como concesión, no como mandato: 7 Quisiera más bien que todos los hombres estuvieran como yo mismo, pero cada uno tiene su propio don de DIOS, uno de una clase, y otro de otra.
8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas: Bueno les fuera si permanecieran como yo, 9 pero si carecen de dominio propio, cásense; porque mejor es casarse que quemarse. 10 Y a los que se han casado, ordeno, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; 11 y si llega a separarse, que permanezca sin casarse o se reconcilie con el marido; y al marido, que no abandone a la mujer.
12 Y a los demás, digo yo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer incrédula y ella está dispuesta a vivir con él, no la abandone; 13 y si alguna mujer tiene marido incrédulo, y él está dispuesto a vivir con ella, no abandone al marido. 14 Porque el marido incrédulo ha sido santificado por la mujer, y la mujer incrédula ha sido santificada por el hermano, pues de otra manera, vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, que se separe; en tales casos, no ha sido esclavizado el hermano o la hermana sino que a paz os ha llamado DIOS. 16 ¿Qué sabes, mujer, si salvarás al marido? ¿O qué sabes, marido, si salvarás a la mujer?
17 Como el Señor repartió a cada uno, y como DIOS ha llamado a cada uno, así viva. Y así ordeno en todas las iglesias.