Texto áureo: Deuteronomio 29:1-15
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Deuteronomio 29:1-15
Día 2 1ªSamuel 9-10
Día 3 1ªReyes 14
Día 4 Proverbios 16
Día 5 Isaias 45-48
Día 6 Lucas 8:1-39
I- Evalúate con el examen de Dios.
¿Cuántas veces el hombre mira atrás sin entender cómo pudo haber actuado de tal o más cual manera? La razón por la que hay diferencia entre cómo se ven las cosas y cómo las veía en otro tiempo, es que todas las acciones del pasado se basaban en experiencias de la vida hasta aquel momento. Se debe entender que cuando el tiempo camina y analizamos desde el presente retroactivamente, nuestro marco de referencia es completamente distinto y eso nos puede volver muy críticos de las decisiones pasadas. Esto es lo que Moisés quiere transmitir al pueblo con el llamado a través de este último libro que llamamos Deuteronomio.
La única manera de adelantarnos en el tiempo y tomar decisiones basadas en un buen marco referencial es subordinando nuestra vida a lo establecido por el único Ser eterno y perfecto. Pero aún la relación con Dios, la obediencia a su Palabra y a su Voluntad debe transitar por una evolución donde el hijo va aprendiendo más y más de ese sometimiento a Él, en donde también se aprende no solo de lo que se hace correcto, sino de igual manera de lo incorrecto. El problema va a surgir cuando lejos de aprender, nos apuntalamos en nuestros logros o en nuestros fracasos, para comenzar a justificar una independencia de Dios a través de nuestro logro o protagonismo.
II- No a la idolatría de los milagros.
Moisés también expresa su deseo de que el pueblo aprenda que el solo recuerdo de los milagros vividos no basta para caminar en santidad. Porque se puede, concentrado solo en eso, perder la claridad acerca de la existencia de Dios y Su amor por ellos, que eran la causa de los milagros.
Es más importante ser coherente con la certeza de que Dios es bueno con nosotros, más que con los detalles o la vanagloria de los milagros realizados en sí. Se debe evitar convertir los milagros hechos por Dios en los ídolos que adoramos.
III- Un pueblo que prospera.
Cuando estamos frente a la Biblia no solo nos encontramos frente a la historia del pueblo de Dios, sino ante Su palabra. Moisés quería que ellos entendieran esta sencillez, que a la vez era compleja, para que fuera posteriormente asimilada por las próximas generaciones: «Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.»[1].
Otra implicación de este texto es entender que como pueblo de Dios somos una comunidad que recibirá muchas cosas de Él en la medida en que hagamos su voluntad como Su comunidad de fe[2]. Como un cuerpo, sus miembros están interconectados y, aunque muchas bendiciones vienen como consecuencia del actuar individual y no colectivo, también muchas otras vendrán como consecuencia de saber andar como una familia espiritual, donde todos sus miembros se ayudan mutuamente y se edifican unos a otros en amor[3].
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que Moisés dice al pueblo lo expresado en Dt 29:3?
2.- Si bien la salvación se da en el marco personal con Dios, ¿a qué áreas de la vida en comunidad usted considera que Dios enviará bendición y vida eterna?
3.- Muchos alegan que estudiar la Biblia y aprender algunas de sus ciencias no es necesario. ¿Cómo explicaría usted que sí es necesario?
[1] Dt 29:9.
[2]Sal 133.
[3]Ef 4:12-16
Deuteronomio 29:1-15.
1 Estas son las palabras del pacto que YHVH mandó a Moisés que celebrara con los hijos de Israel en la tierra (eretz) de Moab, además del pacto que estableció con ellos en Horeb.
2 Moisés, pues, convocó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que YHVH ha hecho ante vuestros ojos en la tierra (eretz) de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra (eretz), 3 las grandes pruebas que vieron tus ojos, las señales, y los grandes prodigios. 4 Pero hasta el día de hoy no os ha dado YHVH corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. 5 Yo os hice andar (halajá) cuarenta años por el desierto. Vuestras vestiduras no se os han envejecido ni vuestras sandalias se han desgastado en vuestro pie. 6 No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni licor, a fin de que conocierais que Yo soy YHVH vuestro Elohim. 7 Cuando llegasteis a este lugar, Sehón rey de Hesbón, y Og rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para luchar, y los derrotamos. 8 Luego tomamos su tierra (eretz) y la dimos en heredad a Rubén, a Gad, y a la media tribu de Manasés. 9 Guardad, pues, las palabras de este pacto para que os haga prosperar en todo lo que hagáis.
10 Hoy todos vosotros estáis ante la presencia de YHVH vuestro Elohim: vuestros jefes, vuestras tribus, vuestros ancianos, vuestros procuradores, todos los hombres de Israel; 11 vuestros pequeños, vuestras mujeres, y el prosélito que está dentro de tus campamentos, desde el leñador hasta el que saca tu agua, 12 para que entres en el pacto con YHVH tu Elohim, y en su juramento que YHVH tu Elohim hace hoy contigo, 13 para confirmarte como pueblo suyo, y que Él sea tu Elohim, tal como te ha hablado y como juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 14 No con vosotros solos hago este pacto y este juramento; 15 ciertamente es con los que están hoy aquí con nosotros ante YHVH nuestro Elohim, y también con los que no están hoy aquí con nosotros.
►29.5 desgastado… TM añade de sobre vosotros. Se sigue LXX.
►29.7 Sehón… →Nm. 21.21-30; Og… →Nm. 21.32-35; 32.33.
►29.8 Manasés… →Nm. 32.33.
►29.9 pacto… TM añade y ponedlas por obra. Se sigue LXX.
►29.13 confirmarte… TM añade hoy. Se sigue LXX.
►29.15 ante… TM añade en pie. Se sigue LXX.
1Samuel 9.
1 Había un hombre de Benjamín, hombre poderoso y pudiente, cuyo nombre era Cis ben Abiel, hijo de Zeror ben Becorat, hijo de Afia, también hijo de un benjamita. 2 Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y apuesto, tanto que entre los hijos de Israel no había otro mejor que él; de los hombros arriba era más alto que cualquiera del pueblo. 3 Y las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual dijo Cis a su hijo Saúl: Toma ahora contigo a uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas. 4 Entonces él pasó por la serranía de Efraín, y atravesó la comarca de Salisa, pero no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y nada. Atravesaron la tierra de Benjamín, y no las encontraron. 5 Cuando llegaron a la tierra de Suf, Saúl dijo al joven que estaba con él: Vamos a volvernos, no sea que mi padre se olvide de las asnas y comience a preocuparse por nosotros. 6 Pero él le respondió: Precisamente en esta ciudad hay un varón de Elohim, que es varón insigne: todas las cosas que él dice acontecen sin falta. Vamos, pues, allá. Quizá nos diga el camino por donde hemos de ir. 7 Saúl respondió a su criado: Pero si vamos, ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se acabó. No tenemos presente que llevar al varón de Elohim. ¿Qué tenemos? 8 Entonces el joven volvió a contestar a Saúl, y dijo: He aquí tengo en mi poder la cuarta parte de un siclo de plata; se lo daré al varón de Elohim para que nos indique nuestro camino.
9 (Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Elohim decía así: ¡Vamos al vidente! Porque al profeta de hoy antiguamente se lo llamaba vidente).
10 Dijo entonces Saúl a su criado: Bien has hablado; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Elohim. 11 Subiendo ellos por la cuesta de la ciudad, hallaron a unas jóvenes que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está por aquí el vidente? 12 Y ellas respondieron diciendo: Sí, está delante de ti. Ahora apresúrate, pues precisamente ha venido a la ciudad porque el pueblo tiene hoy un sacrificio en el lugar alto. 13 Al entrar en la ciudad, buscadlo, antes que suba al lugar alto a comer, pues el pueblo no comerá hasta que él haya llegado, por cuanto él es quien bendice el sacrificio, y después comen los invitados. Ahora, pues, subid, porque enseguida lo hallaréis.
14 Ellos entonces subieron a la ciudad, y cuando llegaron al centro de la ciudad, he aquí Samuel salía hacia ellos para subir al lugar alto. 15 Y un día antes que Saúl llegara, YHVH había revelado a Samuel, al oído, diciendo: 16 Mañana a esta hora te enviaré un varón de la tierra (eretz) de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel. Él librará a mi pueblo de mano de los filisteos, porque Yo he visto a mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí. 17 Cuando Samuel vio a Saúl, YHVH le dijo: He aquí el varón de quien te hablé. Este regirá a mi pueblo. 18 Y Saúl alcanzó a Samuel en la entrada, y le dijo: Te ruego que me digas dónde está la casa del vidente. 19 Y Samuel respondió a Saúl, y dijo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto, y comed hoy conmigo. Por la mañana te despediré y te declararé todo lo que hay en tu corazón. 20 En cuanto a las asnas que se te perdieron hace tres días, no tengas cuidado de ellas, porque han sido halladas. Además, ¿para quién es todo lo deseable de Israel sino para ti y para toda la casa de tu padre? 21 Entonces Saúl respondió y dijo: ¿No soy yo benjamita, de una de las tribus más pequeñas de Israel? Y mi familia, ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me hablas conforme a esta palabra? 22 Entonces Samuel asió a Saúl y a su criado, y los introdujo en la sala, y les dio lugar a la cabecera de los convidados, los cuales eran unos treinta hombres. 23 Y Samuel dijo al cocinero: Trae la porción que te di, de la cual te dije: Ponla aparte. 24 Entonces el cocinero alzó una espaldilla con lo que estaba sobre ella, y la colocó delante de Saúl. Y él dijo: He aquí lo que estaba reservado. Ponlo delante de ti y come, pues fue guardada para ti hasta el momento señalado, cuando dije: He invitado al pueblo. Y aquel día Saúl comió con Samuel. 25 Y cuando bajaron del lugar alto a la ciudad, habló con Saúl en el terrado. 26 Y madrugaron, y aconteció que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl en el terrado, diciendo: ¡Levántate, y te despediré! Entonces Saúl se levantó, y salieron ambos, él y Samuel. 27 Y cuando bajaban al extremo de la ciudad, Samuel le dijo a Saúl: Dile al muchacho que pase delante de nosotros (y él pasó delante), pero tú espera un poco, para que te haga oír palabra de Elohim.
►9.1 Cis… Proveniente (prob.) de la raíz qosh que significa tender lazo o trampa.
►9.2 Saúl… Esto es, pedido, solicitado.
►9.24 él… Esto es, Samuel.
1Samuel 10.
1 Y tomó Samuel la redoma de aceite y la derramó sobre su cabeza, y lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido (un mashiaj) YHVH por gobernante sobre su pueblo, sobre Israel? ¡Tú gobernarás en el pueblo de YHVH, y tú los librarás de mano de sus enemigos! Y esto te será señal de que YHVH te ha ungido (un mashiaj) por príncipe sobre su heredad: 2 Al alejarte hoy de mí, hallarás dos varones por el sepulcro de Raquel, en el monte de Benjamín saltando alegremente y te dirán: ¡Se hallaron las asnas que habéis ido a buscar! Pero he aquí tu padre ha olvidado el asunto de las asnas y está preocupado por vosotros, diciendo: ¿Qué haré por mi hijo? 3 Luego pasarás más adelante y llegarás a la encina de Tabor, y allí te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Elohim en Bet-El, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan, y otro llevando un odre de vino. 4 Y ellos te saludarán y te darán dos panes, que recibirás de sus manos. 5 Después de esto, llegarás al collado de Elohim donde hay una guarnición de los filisteos. Cuando entres en la ciudad, encontrarás allí un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos por salterios, panderos, flautas y cítaras, y ellos estarán profetizando. 6 Entonces el Espíritu de Adonai vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás cambiado en otro varón. 7 Cuando te sobrevengan estas señales, haz lo que te venga a mano, porque Elohim está contigo. 8 Luego bajarás delante de mí a Gilgal, pues yo también bajaré a tu encuentro para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas pacíficas. Espera siete días, hasta que yo vaya a ti y te indique lo que has de hacer.
9 Y sucedió que al volver él la espalda para alejarse de Samuel, Elohim le cambió el corazón; y todas esas señales ocurrieron en aquel mismo día. 10 Y cuando llegaron al collado, he aquí el grupo de profetas salió a su encuentro, y el Espíritu de Elohim se apoderó de él, y profetizó entre ellos. 11 Y sucedió que cuando todos los que lo conocían anteriormente vieron que ahora profetizaba con los profetas, los del pueblo se decían unos a otros: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas? 12 Y un hombre de allí respondió, y dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se tornó en refrán: ¿También Saúl entre los profetas? 13 Cesó de profetizar, y llegando al lugar alto, 14 el tío de Saúl le dijo a él y a su criado: ¿Adónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas, y como vimos que no parecían, acudimos ante Samuel. 15 Y dijo el tío de Saúl: Te ruego que me declares lo que os dijo Samuel. 16 Y Saúl respondió a su tío: Nos dijo claramente que las asnas habían sido halladas. (Pero nada dijo en lo concerniente a lo que le había dicho Samuel sobre el reinado).
17 Entonces Samuel convocó al pueblo delante de YHVH en Mizpa, 18 y dijo a los hijos de Israel: Así dice YHVH Elohim de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto, y os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os oprimían. 19 Pero hoy vosotros habéis rechazado a vuestro Elohim, el cual os salva de todas vuestras desgracias y angustias, y le habéis dicho: ¡No! ¡Haya rey sobre nosotros! Ahora pues, presentaos ante YHVH por vuestras tribus y por vuestros millares. 20 Y Samuel hizo acercar a todas las tribus de Israel, y fue designada la tribu de Benjamín. 21 Luego hizo acercarse a la tribu de Benjamín por sus familias, y fue designada la familia de Matri, y de ella fue designado Saúl ben Cis; pero cuando lo buscaron, no fue hallado. 22 Entonces consultaron otra vez a YHVH: ¿Ha venido ya aquí ese varón? Y respondió YHVH: Ahí está, escondido entre el bagaje. 23 Y corrieron y lo sacaron de allí; y cuando se presentó en medio del pueblo, se vio que desde sus hombros hacia arriba era más alto que todo el pueblo. 24 Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido YHVH? En todo el pueblo nadie hay como él. Entonces el pueblo exclamó con alegría, y dijo: ¡Viva el rey! 25 Y Samuel proclamó al pueblo los deberes del rey. Y él los escribió en un rollo que presentó delante de YHVH. Después Samuel despidió a todo el pueblo, cada uno a su casa. 26 Y Saúl fue también a su casa en Gabaa, y con él fueron los hombres de valor, cuyos corazones había tocado Elohim. 27 Pero algunos hijos de Belial dijeron: ¿Qué? ¿Este nos va a salvar? Y lo menospreciaron, y no le llevaron presente alguno.
►10.1 Parablepsis del TM. Se sigue LXX.
►10.2 saltando alegremente… Se sigue LXX.
►10.25 los escribió… Esto es, Saúl →Dt. 17.14-20.
►10.27 algunos… TM añade pero él no se dio por enterado. Se sigue LXX.
1 Reyes 14.
1 En aquel tiempo, Abías, hijo de Jeroboam, cayó enfermo. 2 Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate y disfrázate para que no te reconozcan como mi mujer. Allí está el profeta Ahías, que habló de mí diciendo que yo sería rey sobre este pueblo. 3 Toma en tu mano diez panes, tortas, y una vasija de miel, y ve a él. Te dirá qué será del niño. 4 Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ahías. Y Ahías ya no podía ver, pues sus ojos se habían nublado a causa de la vejez. 5 Pero YHVH había dicho a Ahías: He aquí, la mujer de Jeroboam viene a buscar palabra de ti acerca de su hijo que está enfermo. Así y así le has de hablar, porque será que cuando ella entre, fingirá ser otra mujer. 6 Y fue así que cuando Ahías oyó el ruido de sus pasos, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam, ¿por qué finges ser otra? Por cuanto a ti soy enviado con un duro mensaje. 7 Ve, dí a Jeroboam: Así dice YHVH, Elohim de Israel: Por cuanto Yo te elevé de entre el pueblo y te hice caudillo de mi pueblo Israel, 8 y rasgué el reino de la casa de David y te lo entregué a ti, sin embargo, tú no has sido como mi esclavo David, que guardó mis mandamientos (mitzvot) y anduvo (halajá) en pos de mí con todo su corazón, haciendo solo lo recto ante mis ojos; 9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda; 10 por tanto, he aquí Yo traigo el mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo meante a la pared, tanto al que está bajo servidumbre como al que es libre en Israel, y barreré por completo la posteridad de Jeroboam, como se barre el estiércol, hasta que nada quede. 11 Al que de Jeroboam muera en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en el campo, lo comerán las aves de los cielos, porque YHVH ha hablado. 12 Levántate, por tanto, y vete a tu casa: en cuanto tus pies entren en la ciudad, el niño morirá; 13 y todo Israel hará duelo por él y lo sepultará; pues este es el único de los de Jeroboam que será sepultado, porque de la casa de Jeroboam, solo en él se ha hallado algo bueno delante de YHVH, Elohim de Israel; 14 y YHVH hará levantar para sí un rey en Israel, el cual destruirá la casa de Jeroboam en su día, ¿y qué si es ahora mismo? 15 Por cuanto YHVH sacudirá a Israel como se sacude una caña en el agua, y desarraigará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del río, porque se hicieron sus aseras, provocando a ira a YHVH; 16 y entregará a Israel a causa de los pecados de Jeroboam, por los cuales pecó él, e hizo pecar a Israel. 17 Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa, y al pasar el umbral de la casa, el niño murió. 18 Y lo sepultaron, y todo Israel hizo duelo por él, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de su esclavo Ahías, el profeta.
19 Los demás hechos de Jeroboam, cómo guerreó y cómo reinó, he aquí están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel. 20 Los días que reinó Jeroboam fueron veintidós años, y durmió con sus padres, y su hijo Nadab reinó en su lugar.
21 Roboam ben Salomón reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años Roboam cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que YHVH había escogido de entre todas las tribus de Israel, para poner su Nombre allí. El nombre de su madre era Naama, amonita. 22 E hizo Judá lo malo ante los ojos de YHVH; y lo provocaron a celos con sus pecados que cometieron, más que los que habían cometido sus padres, 23 por cuanto ellos también se construyeron lugares altos, piedras rituales y aseras en cada serranía y debajo de todo árbol frondoso, 24 y en el país llegó a haber rituales homosexuales, que hacían conforme a todas las prácticas abominables de los gentiles que YHVH había hecho desposeer delante de los hijos de Israel.
25 En el año quinto del reinado de Roboam, aconteció que Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalén; 26 y se apoderó de los tesoros de la Casa de YHVH, y de los tesoros de la casa del rey. Se lo llevó todo; incluso todos los escudos de oro que había hecho Salomón. 27 En lugar de ellos, el rey Roboam hizo escudos de bronce, y los confió en mano de los capitanes de la guardia, que protegían la entrada de la casa del rey. 28 Y sucedía que cuantas veces el rey entraba en la Casa de YHVH, los de la guardia los portaban; luego los devolvían a la cámara de la guardia. 29 Los demás hechos de Roboam y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Judá? 30 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días. 31 Y Roboam durmió con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre era Naama, amonita; y reinó en su lugar Abiam su hijo.
►14.14 ahora mismo… En efecto, Baasa, que llegaría a destruir la casa de Jeroboam, había nacido ya →15.27 ss.
►14.15 río… Esto es, el Éufrates.
►14.19 Secuencia Q y LXX: 12.1-24; 14.1-18; 12.25—13.34; 14.19-31.
►14.24 homosexuales… →Dt. 23.17-18.
Proverbios 16.
1 Del hombre son las disposiciones del corazón, pero de YHVH la respuesta de la lengua.
2 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero YHVH pesa los espíritus.
3 Encomienda a YHVH tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.
4 Todas las cosas las hizo YHVH para sí mismo, aun al impío para el día malo.
5 Abominación a YHVH es todo altivo de corazón, tarde o temprano, no quedará impune.
6 Por la misericordia y la verdad se expía el pecado, y mediante el temor de YHVH se aparta uno del mal.
7 Cuando los caminos del hombre agradan a YHVH, Él hace que sus enemigos estén en paz con él.
8 Más vale poco con justicia, que muchas ganancias injustas.
9 El corazón del hombre traza su camino, pero YHVH establece sus pasos.
10 Hay un oráculo en los labios del rey, su boca no yerra en la sentencia.
11 Peso y balanzas justas son de YHVH, todas las pesas de la bolsa son obra suya.
12 Abominable cosa es que los reyes obren con maldad, porque el trono se afianza con la justicia (tzedaqa).
13 Los reyes aprueban los labios sinceros, y aman a quien habla rectamente.
14 La ira del rey es heraldo de muerte, pero el hombre sensato logrará aplacarlo.
15 En la serenidad del rostro del rey está la vida, y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.
16 Mejor es adquirir sabiduría que oro, más vale comprar prudencia que plata.
17 El camino angosto de los rectos es apartarse del mal, el que guarda su camino guarda su alma.
18 Antes del quebrantamiento viene la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu.
19 Más vale ser humilde con los pobres, que repartir despojos con los soberbios.
20 El que atiende la Palabra hallará el bien, y el que confía en YHVH es bienaventurado.
21 El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de labios aumentará la doctrina.
22 Manantial de vida es la sensatez para el que la posee, pero la erudición de los necios es necedad.
23 El corazón del sabio hace prudente su boca, y sus labios aumentan la doctrina.
24 Panal de miel son los dichos agradables. Dulces para el alma y saludables para los huesos.
25 Hay camino que al hombre parece derecho, pero su fin es camino de muerte.
26 El alma del que trabaja, para sí trabaja, porque su boca lo constriñe.
27 El hombre perverso cava el mal, y lleva en sus labios fuego abrasador.
28 El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso divide a los mejores amigos.
29 El hombre violento seduce a su prójimo para conducirlo por camino no bueno.
30 El que guiña los ojos, trama intrigas, el que aprieta los labios, ya hizo el mal.
31 Corona de honra es la cabeza cana, cuando está en el camino de justicia (tzedaqa).
32 Más vale paciencia que valentía, y dominarse que conquistar una ciudad.
33 Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es de YHVH.
►16.1, 3 LXX omite vv. Se sigue TM.
Isaias 45.
1 Así dice YHVH a su ungido (mashiaj), a Ciro, a quien he tomado por su diestra, para someter ante él gentiles, y aflojar los lomos de los reyes; para abrir delante de él los batientes y que las puertas no queden cerradas.
2 Yo iré delante de ti y allanaré los montes, quebraré los batientes de bronce y destrozaré las barras de hierro. 3 Te daré los tesoros escondidos, riquezas ocultas de los lugares secretos, para que sepas que Yo, YHVH, que te llama por tu nombre, Soy el Elohim de Israel. 4 Por amor de mi siervo Jacob, de Israel mi escogido, te he llamado por tu nombre, aunque no me conocías, te he dado honroso apellido.
5 Yo soy YHVH, y no hay otro, fuera de Mí no hay Elohim, aunque no me conoces. 6 Para que sepan del nacimiento del sol hasta su ocaso, que no hay otro fuera de Mí. ¡Yo, YHVH, y no hay otro!
7 Yo, el que preparó la luz e hizo la tiniebla; Yo, el que hace paz (shalom) y crea males. Yo, YHVH Elohim, el que hace todas estas cosas.
8 ¡Destilad, oh cielos, el rocío, y derramen las nubes la victoria! ¡Ábrase la tierra (eretz) y fructifique salvación (yeshúa), y con ella germine la justicia (tzedaqa)! Yo, YHVH, lo he creado. 9 ¡Ay del que contiende con su Hacedor, como tiesto entre los tiestos de barro! Dirá el barro al alfarero: ¿Qué haces? O: ¿Tu vasija no tiene asas? 10 ¡Ay del que le dice al padre: ¿Por qué engendras?, o a la mujer: ¿Por qué das a luz?
11 Así dice YHVH, el Santo de Israel, su Formador: ¿Me pediréis cuenta de mis hijos, me daréis órdenes de la obra de mis manos? 12 Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Yo extendí los cielos con mis propias manos, y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército. 13 Yo lo he suscitado para la victoria, y allanaré todos sus caminos; Él reconstruirá mi ciudad, y libertará a mis desterrados, sin precio ni soborno, dice YHVH Sebaot.
14 Así dice YHVH: El fruto de Egipto, la ganancia de Etiopía, y los sabeos, varones de gran estatura, a ti pasarán, tuyos serán, y marcharán detrás de ti. Irán cargados de cadenas, se inclinarán ante ti, y suplicarán: En verdad Elohim está contigo, y no existe ningún otro dios.
15 ¡En verdad Tú eres un DIOS que se esconde, el Elohim de Israel, el Salvador (yeshúa)! 16 Derrotados, humillados todos juntos, marcharán con deshonra los fabricantes de ídolos, 17 mientras YHVH salva (yeshúa) a Israel con salvación (yeshúa) eterna: No seréis avergonzados ni humillados nunca más.
18 Así dice YHVH, que creó los Cielos: Él es Elohim, que formó la Tierra (eretz), la hizo y la estableció; no la creó para que fuera un caos, la formó para que estuviera habitada. Yo, YHVH, y no hay ningún otro. 19 No hablé a escondidas en un país oscuro, ni dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis. Yo soy YHVH, que hablo justicia, que anuncio rectitud.
20 ¡Congregaos, y venid! ¡Acercaos a una, sobrevivientes de las naciones! ¡Nada saben los que cargan sus ídolos de madera, y adoran a un dios que no puede salvar! 21 Declarad, exponed pruebas, y entrad todos en consulta: ¿Quién hizo desde el principio estas cosas que tienen que ser oídas? Desde entonces te fue dicho: Yo soy Elohim, y no hay otro fuera de Mí, justo (tzadiq) y salvador (yeshúa). No hay ninguno, excepto Yo. 22 Miradme, y sed salvos en todos los confines de la tierra (eretz), porque Yo soy DIOS, y no hay ningún otro. 23 Por Mí mismo he jurado; de mi boca ha salido la sentencia, y no será revocada: ante Mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua, 24 diciendo: ¡Solo en YHVH hallo fuerza y salvación (yeshúa)! A Él vendrán derrotados los que se enardecían contra Él, 5 en YHVH será justificada y se gloriará la estirpe de Israel.
►45.2 allanaré… Es decir, dejaré sin fuerzas; montes… TM lugares escabrosos. Se sigue LXX, Sir.
►45.5 Elohim… TM añade Yo te ceñí. Se sigue LXX.
►45.7 Yo, el que hace paz y crea males…. TM: Yo hago la prosperidad y creo la adversidad. Se sigue LXX.
►45.8 nubes… Lit. polvo de nubes. ►45.22 ningún otro… →Hch 4.12.
Isaias 46.
1 ¡Bel se postra, Nebo se abate! Sus ídolos son puestos sobre las bestias, y las estatuas que les cargan en andas, son una carga abrumadora. 2 Se abaten y se postran a una: No pudieron librar de la carga, y ellos mismos van en cautiverio. 3 Escuchadme, oh casa de Jacob, remanente todo de la casa de Israel, que desde el nacimiento sois cargados por Mí, llevados desde la matriz. 4 Hasta vuestra vejez Yo seré el mismo, y hasta la ancianidad cargaré con vosotros. Yo lo he hecho, y os seguiré llevando; Y cargaré con vosotros y os salvaré (yeshúa). 5 ¿A quién me asemejaréis, me igualaréis, o me compararéis, para que seamos semejantes? 6 Sacan oro de la bolsa, pesan plata en la balanza, contratan a un orfebre que haga de ello un dios, se postran y lo adoran, 7 se lo cargan a hombros, lo transportan; donde lo ponen, allí se queda, no se mueve de su sitio; por mucho que le clamen, no responde, ni los libra de la tribulación. 8 Recordadlo y meditadlo, oh rebeldes, tenedlo en vuestro corazón, 9 recordando de las cosas antiguas predichas: Yo soy DIOS. No hay Elohim aparte de Mí, 10 que desde el principio anuncio el fin, y desde antiguo cosas que no estaban hechas, que digo: Mi designio se cumplirá y haré todo mi deseo; 11 que del oriente llamo al buitre, de una tierra lejana al hombre de mi propósito; Yo hablé, eso hará que suceda, lo que me he propuesto, eso haré. 12 Escuchadme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia (tzedaqa). 13 Próxima está mi justicia, no está lejos, mi salvación (yeshúa) no tardará; pondré salvación (yeshúa) en Sión, y en Israel mi gloria.
►46.1 Bel… Deidad principal de Mesopotamia; Nebo… Hijo del dios Marduk.
►46.2 se postran… Esto es, los falsos dioses; la carga… Es decir, la carga profética para Israel →13.1, 23.1.
►46.4 hasta la ancianidad… Lit. hasta el cabello blanco.
►46.8 meditadlo… Sir: avergonzaos.
►46.10 desde antiguo… Otra traducción posible: Desde el comienzo.
►46.12 duros… Otra traducción posible: obstinados.
Isaias 47.
1 ¡Baja y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia! Entra a la tiniebla, hija de los caldeos, porque nunca más volverás a ser llamada tierna y delicada. 2 Toma las piedras del molino y muele el grano; ¡Quítate el velo y levántate el faldón! ¡Muestra tus muslos al vadear los ríos, 3 descúbrase tu desnudez y sea vista tu vergüenza! Tomaré venganza y no habrá quien interceda. 4 El que nos está redimiendo, cuyo nombre es YHVH Sebaot, el Santo de Israel, dice: 5 Oh hija de los caldeos, siéntate y calla, y entra en la tiniebla, porque nunca más te volverán a llamar soberana de reinos. 6 Indignado contra mi pueblo, desprecié mi heredad, y la entregué en tu mano; no tuviste compasión de ellos; abrumaste con tu yugo a los ancianos, 7 diciéndote: Seré señora por siempre jamás; sin considerar esto, sin pensar en el desenlace. 8 Ahora pues, escucha esto, oh mujer lasciva, tú, que reinabas confiadamente, y te decías: Yo, y nadie más que yo. No me quedaré viuda, ni perderé a mis hijos. 9 Estas dos cosas te sobrevendrán de repente, en un mismo día, viuda y sin hijos te verás al mismo tiempo. En su plena medida ya vienen contra ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus más poderosos encantamientos. 10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: No hay quien me vea; fuiste pervertida por tu arrogante ciencia, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más que yo. 11 Pero vendrá sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar, caerá sobre ti una calamidad de la que no te podrás librar; antes que puedas darte cuenta, la devastación vendrá sobre ti de repente. 12 Persiste ahora en tus conjuros y en tus muchas hechicerías, con las que te has desvelado desde tu juventud; quizá puedas sacar aún provecho, quizá ocasionar terror. 13 Estás perdida en la multitud de tus consejos; ¡Levántense ahora los que reparten los cielos, y los que contemplan las estrellas, y los pronosticadores, y que te salven de lo que te sobrevendrá! 14 He aquí, serán como paja, y el fuego los consumirá, no podrán librar su vida del poder de unas llamas, que no son precisamente brasas para calentarse, ni lumbre ante el cual uno puede sentarse. 15 Así han sido para ti aquellos por los cuales te afanaste; aquellos con quienes has traficado desde tu juventud; andarán errantes, cada uno por su lado, y no habrá quien te pueda salvar.
►47.2 grano… Lit. harina.
►47.8 Se inserta mujer para suplir elipsis del original.
►47.13 pronosticadores… Lit. los que pronostican en los novilunios.
Isaias 48.
1 Oíd esto, oh casa de Jacob, vosotros, que lleváis el nombre de Israel, y brotáis de la fuente de Judá; que juráis por el nombre de YHVH, e invocáis al Elohim de Israel, pero no con sinceridad ni rectitud, 2 aunque os consideráis de la Ciudad Santa, y os apoyáis en el Elohim de Israel, cuyo nombre es YHVH Sebaot. 3 Las cosas primeras anuncié con anticipación; sí, de mi boca salieron: Yo las hice conocer; de repente actué, y han acontecido. 4 Porque sé que eres obstinado, y tu cerviz es un tendón de hierro, y tu frente es de bronce, 5 por eso te lo anuncié de antemano; antes que sucediera te lo hice oír, para que no dijeras: Mi ídolo lo ha hecho; Mi estatua de leño o de fundición, lo ha ordenado. 6 Lo oíste, ¡contémplalo todo! ¿y no lo admitirás? Desde ahora te hago saber cosas nuevas, cosas ocultas, que tú no conoces; 7 ahora han sido creadas, y no en días pasados, ni antes del día de hoy las habías oído, para que no digas: Ya lo sabía. 8 Nada oíste acerca de ellas, ni las conociste, aún no estaba abierto tu oído, porque Yo sabía que tú actuarías deslealmente; tanto, que desde el seno materno se te llamó rebelde. 9 Por causa de mi Nombre difiero mi ira; para mi propia alabanza la reprimo, para no destruirte. 10 Mira, te purifico no como a plata; te probaré en el crisol de la aflicción. 11 Por Mí, por amor de Mí mismo lo hago, para que mi Nombre no sea profanado, porque a otro no daré mi gloria. 12 Escúchame Jacob, a quien llamo Israel: Yo soy el Primero (rosh), Yo soy el último (ajar). 13 Mi mano cimentó la tierra (eretz) y mi diestra extendió los cielos; cuando Yo los llamo, comparecen juntos.
14 Reuníos todos y escuchad: ¿Quién de ellos ha predicho estas cosas? Aquel a quien YHVH ama, cumplirá sus designios en Babilonia, y mostrará su brazo sobre los caldeos. 15 Yo, Yo mismo he hablado y Yo lo he llamado, lo he traído, y ha de prosperar en su camino. 16 Acercaos a Mí, y oíd esto: Yo no hago predicciones en secreto, cuando suceden, Yo ya estoy allí; y ahora me ha enviado Adonai YHVH y su Espíritu. 17 Así dice YHVH, el que te está redimiendo, el Santo de Israel: Yo soy YHVH tu Elohim, que te enseña para tu provecho, y te conduce por el camino en que debes andar (halajá): 18 Si hubieras atendido mis mandamientos (mitzvot), entonces tu paz (shalom) habría sido como un río, y tu justicia (tzedeq) como las olas del mar. 19 Tu descendencia sería como la arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas, y tu nombre nunca sería cortado ni destruido delante de Mí. 20 ¡Salid de Babilonia, huid de los caldeos! ¡Anunciad con voz de júbilo, y proclamadlo, publicadlo hasta los confines de la tierra (eretz)! Decid: ¡YHVH ha redimido a su siervo Jacob! 21 No padecieron sed cuando los guió por el desierto; hizo brotar agua de la roca para ellos; partió la peña, y corrieron aguas. 22 No hay paz para los malos, dice YHVH.
►48.14 ellos… Esto es, los ídolos; Aquel… Esto es, Ciro.
Lucas 8:1-39.
1 Y aconteció un poco después, que caminaba por todas las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando la buena noticia del reino (maljut) de DIOS, y con Él iban los doce, 2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, la que llaman Magdalena (de la cual habían salido siete demonios), 3 y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que les servían con sus bienes. 4 Y cuando se reunió una inmensa muchedumbre, pues las gentes de ciudad tras ciudad venían acudiendo a Él, les habló por parábola, diciendo:
5 El sembrador salió a sembrar su semilla, y al sembrarla, una cayó junto al camino y fue pisoteada, y las aves del cielo la comieron. 6 Otra cayó sobre la piedra, y habiendo brotado, se secó por no tener humedad. 7 Otra cayó en medio de las espinas, y al crecer juntamente, las espinas la ahogaron. 8 Y otra cayó en buena tierra (adamá), y habiendo crecido, dio fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas, exclamaba: ¡El que tiene oídos para oír, oiga! 9 Y sus discípulos le preguntaban cuál sería el significado de la parábola. 10 Él dijo: A vosotros ha sido dado conocer los misterios del reino (maljut) de DIOS, pero a los demás, por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. 11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la Palabra de DIOS. 12 Los de junto al camino son los que oyeron, pero luego viene el Diablo y quita la Palabra de sus corazones, para que no crean y sean salvos. 13 Los de sobre la piedra son los que cuando oyen, reciben la Palabra con gozo, pero estos no tienen raíz; los que creen por un tiempo, pero en tiempo de prueba se apartan. 14 La que cae entre las espinas, estos son los que oyeron, pero al continuar su camino, son ahogados por preocupaciones, riquezas y placeres de la vida, y no maduran fruto. 15 Pero la que cae en buena tierra (adamá), estos son los que habiendo oído la Palabra con corazón recto y bueno, producen fruto con perseverancia.
16 Nadie que enciende una lámpara, la cubre con una vasija o la pone debajo de una cama, sino la pone sobre un candelero, para que los que entran vean la luz. 17 Porque no hay nada oculto que no llegue a ser manifestado, ni secreto que no haya de ser plenamente conocido y salga a la luz. 18 Mirad pues cómo oís, porque al que tenga, le será dado, y al que no tenga, aun lo que imagina tener le será quitado.
19 Y se presentó ante Él la madre y sus hermanos, pero no podían acercársele a causa de la multitud. 20 Y le fue informado: Tu madre y tus hermanos están fuera y desean verte. 21 Él respondió y les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de DIOS y la hacen.
22 En uno de esos días, aconteció que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago; y se hicieron a la mar. 23 Pero mientras estaban navegando, se durmió; y una tempestad de viento cayó sobre el lago, y estaban anegándose y peligraban. 24 Y acercándose lo despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro! ¡Estamos pereciendo! Él entonces, habiéndose despertado, reprendió al viento y al oleaje del agua, y cesaron, y sobrevino la calma. 25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaron diciéndose unos a otros: ¿Quién es este, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen? 26 Y navegaron hacia la región de los gerasenos, que está al lado opuesto de Galilea.
27 Y al llegar a tierra, salió al encuentro cierto varón de la ciudad que tenía demonios, y desde hacía mucho tiempo no se ponía vestido ni vivía en casas, sino entre los sepulcros. 28 Al ver a JESÚS, cayó ante Él dando alaridos, y con gran voz, dijo: ¿Qué tienes que ver conmigo, JESÚS, Hijo del DIOS Altísimo? Te ruego, ¡no me atormentes! 29 Pues mandaba al espíritu inmundo salir del hombre, porque durante mucho tiempo se había apoderado de él, y aunque estaba bajo guardia, atado con cadenas y grillos, rompía las cadenas y era impelido por el demonio hacia los lugares desiertos. 30 JESÚS le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión (porque habían entrado en él muchos demonios). 31 Y le rogaban que no les mandara ir al abismo. 32 Y había allí una piara de muchos cerdos paciendo en el monte; y le rogaron que les permitiera entrar en ellos, y les dio permiso. 33 Saliendo entonces del hombre, los demonios entraron en los cerdos, y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogó. 34 Al ver lo sucedido, los que los apacentaban huyeron y lo contaron en la ciudad y por las granjas. 35 Salieron entonces a ver lo sucedido, y fueron a JESÚS, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de JESÚS, vestido y en su juicio cabal. Y tuvieron temor. 36 Y los que lo vieron, les contaron cómo el endemoniado había sido sanado. 37 Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó. 38 Y el varón de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera estar con Él; pero lo despidió, diciendo: 39 Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas te hizo DIOS. Y él fue por toda la ciudad proclamando cuán grandes cosas le hizo JESÚS.
►8.2 Se inserta algunas para suplir elipsis del original.
►8.3 otras muchas… →Mt 27.55- 56; Mr 15.40-41; Lc 23.49; les… M↓ registran el singular le; servían… Gr. diakonéo.
►8.9 parábola… Lit. qué parábola sería esta.
►8.10 no vean… no entiendan… →Is 6.9-10.
►8.14 no maduran… Es decir, no producen fruto.
►8.15 Se inserta cae para suplir elipsis del original.
►8.16 candelero… →Mt 5.15; Lc 11.33.
►8.17 →Mt 10.26; Lc 12.2.
►8.18 →Mt 25.29; Lc 19.26.
►8.21 oyen… hacen… Ambos participios en presente (continuativo).
►8.22 esos… Lit. los.
►8.24 calma… →Mr 4.39 nota.
►8.26 gerasenos… M↓ gadarenos.
►8.27 demonios…
►8.28 conmigo… Lit. ¿Qué a ti y a mí? →Jn 2.4.
►8.29 mucho tiempo… Lit. por muchos tiempos.
►8.30 preguntó… M↓ añaden diciendo; entrado… Lit. entraron.
►8.34 apacentaban… M↓ añaden los cerdos.
►8.36 sanado… Lit. salvado. Como en el caso de →Mt 9.21, es preferible traducir sanidad (de la mente, obtenida por la liberación).
►8.37 gerasenos… →v. 26.