Selijot

(סְלִיחוֹת)

Las Selijot son dichas y reflexionadas después de la Amidá y antes de Tajanun, cada día del mes previo a Yom Teruá. Luego en Rosh Hashaná y Yom kipur las selijot se dicen entre la medianoche y el amanecer.

Ashré (Sal 145):

«Te exaltaré, mi DIOS, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es YHVH, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Clemente y misericordioso es YHVH, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es el YHVH para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, YHVH, todas tus obras, y tus santos te bendigan. Ellos digan de la gloria de tu reino, y hablen de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones. Sostiene YHVH a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es YHVH en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras. Cercano está YHVH a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. YHVH guarda a todos los que le aman, y destruirá a todos los impíos. La alabanza de YHVH proclamará mi boca; y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.»

ORÍ VEYISHÍ (Sal 27):

«YHVH es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? YHVH es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. Una cosa he demandado a YHVH, ésta buscaré; que esté yo en la casa de YHVH todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de YHVH, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a YHVH. Oye, oh YHVH, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh YHVH; no escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Elohim de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, YHVH me recogerá. Enséñame, oh YHVH, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de en la tierra de los vivientes. Aguarda a YHVH; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a YHVH.»

ANENU:

עֲנֵנוּ אָבִינוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ בּוֹרְאֵנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ גּוֹאֲלֵנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ דּוֹרְשֵנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ זוֹכְרֵנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ יוֹדֵעַ תַּעֲלוּמוֹת, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ חוֹבֵשׁ כָּל מַכְאוֹבֵינוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ טוֹב וּמֵטִיב לָרָעִים וְלַטּוֹבִים, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ יוֹצְרֵנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ מַלְכֵּנוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ נוֹרָא תְהִלּוֹת, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ סוֹלֵחַ לְכָל עֲוֹנוֹתֵינוּ, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ פּוֹרֵק עֹל, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ צַדִּיק עַל כָּל בָּאֵי עוֹלָם, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ רַחוּם וְחַנּוּן, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ שׁוֹמֵעַ תְּפִלָּה, עֲנֵנוּ
עֲנֵנוּ תָּמִים דֵּעִים, עֲנֵנוּ

Anenu Avinu, anenu
Anenu Bor’enu, anenu
Anenu Go’alenu, anenu
Anenu Doreshenu, anenu
Anenu Zojrenu, anenu
Anenu Yode’a Ta’alumot, anenu
Anenu Jovesh Kol Mach’ovenu, anenu
Anenu Tov Umetiv Larayim Velatovim, anenu
Anenu Yotzrenu, anenu
Anenu Malkeinu, anenu
Anenu Nora Tehilot, anenu
Anenu Sole’aj Lejol Avonotenu, anenu
Anenu Porek Ol, anenu
Anenu Tzadik Al Kol Bo’ei Olam, anenu
Anenu Rajum Vejanun, anenu
Anenu Shome’a Tefilá, anenu
Anenu Tamim De’im, anenu.

Respóndenos, Padre nuestro, respóndenos
Respóndenos, nuestro Creador, respóndenos
Respóndenos, nuestro Redentor, respóndenos
Respóndenos, el que nos busca, respóndenos
Respóndenos, nuestro Recordador, respóndenos
Respóndenos, el que conoce los secretos, respóndenos
Respóndenos, el que sana todos nuestros dolores, respóndenos
Respóndenos, el que es bueno y hace el bien tanto a los malvados como a los buenos, respóndenos
Respóndenos, nuestro Hacedor, respóndenos
Respóndenos, nuestro Rey, respóndenos
Respóndenos, el temible en alabanzas, respóndenos
Respóndenos, el que perdona todos nuestros pecados, respóndenos
Respóndenos, el que libera del yugo, respóndenos
Respóndenos, el justo sobre todos los que vienen al mundo, respóndenos
Respóndenos, el misericordioso y compasivo, respóndenos
Respóndenos, el que escucha la oración, respóndenos
Respóndenos, el perfecto en conocimiento, respóndenos.

AVINU MALKENU:

אָבִינוּ מַלְכֵּנוּ, חָנֵּנוּ וַעֲנֵנוּ, כִּי אֵין בָּנוּ מַעֲשִׂים, עֲשֵׂה עִמָּנוּ צְדָקָה וְחֶסֶד וְהוֹשִׁיעֵנוּ
אָבִינוּ מַלְכֵּנוּ, חָנֵּנוּ וַעֲנֵנוּ, כִּי אֵין בָּנוּ מַעֲשִׂים, עֲשֵׂה עִמָּנוּ צְדָקָה וְחֶסֶד וְהוֹשִׁיעֵנוּ
אָבִינוּ מַלְכֵּנוּ, עֲשֵׂה לְמַעֲנֶהָ, בְּגַרְעֵךְ תַּעֲזֹר לָנוּ, כִּי אֵין לָנוּ מַעֲשִׂים
אָבִינוּ מַלְכֵּנוּ, עֲשֵׂה לְמַעֲנֶהָ, בְּגַרְעֵךְ תַּעֲזֹר לָנוּ, כִּי אֵין לָנוּ מַעֲשִׂים
אָבִינוּ מַלְכֵּנוּ, עֲשֵׂה לְמַעֲנֶהָ, בְּגַרְעֵךְ תַּעֲזֹר לָנוּ, כִּי אֵין לָנוּ מַעֲשִׂים

Avinu malkenu, janénu vaaneinu, ki ein banu maasim, asé imanu tzedaká vejesed vehoshieinu.
Avinu malkenu, janénu vaaneinu, ki ein banu maasim, asé imanu tzedaká vejesed vehoshieinu.
Avinu malkenu, asé lemaaneja, begaréj taazor lanu, ki ein lanu maasim.
Avinu malkenu, asé lemaaneja, begaréj taazor lanu, ki ein lanu maasim.
Avinu malkenu, asé lemaaneja, begaréj taazor lanu, ki ein lanu maasim.

Nuestro Padre, nuestro Rey, ten piedad de nosotros y escúchanos, pues no tenemos obras; haz con nosotros justicia y bondad y sálvanos.
Nuestro Padre, nuestro Rey, ten piedad de nosotros y escúchanos, pues no tenemos obras; haz con nosotros justicia y bondad y sálvanos.
Nuestro Padre, nuestro Rey, hazlo por Tu causa; ayúdanos por Tu misericordia, pues no tenemos obras.
Nuestro Padre, nuestro Rey, hazlo por Tu causa; ayúdanos por Tu misericordia, pues no tenemos obras.
Nuestro Padre, nuestro Rey, hazlo por Tu causa; ayúdanos por Tu misericordia, pues no tenemos obras.

SHEMA KOLEINU:

שְׁמַע קוֹלֵנוּ יְהוָה אֱלֹהֵינוּ, חוּס וְרַחֵם עָלֵינוּ, וְקַבֵּל בְּרַחֲמִים וּבְרָצוֹן אֶת תְּפִלָּתֵנוּ
שׁוּבֵנוּ יְהוָה אֵלֶיךָ וְנָשׁוּבָה, חַדֵּשׁ יָמֵינוּ כְּקֶדֶם

Shemá koleinu, Adonai Eloheinu, jus verajem aleinu, vekabel berajamim uveratzon et tefilatenu.
Shuveinu Adonai eileja venashuva, jadesh yameinu kekedem.

Escucha nuestra voz, Señor nuestro Dios, ten piedad y compadécete de nosotros, y acepta con misericordia y buena voluntad nuestra oración.
Vuélvenos a Ti, Señor, y volveremos; renueva nuestros días como antaño.

VIDUY (Dn 9:4–19):

«Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Señor, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. Del Señor nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz del Señor nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la Torá de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor del Señor nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. Por tanto, el Señor veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es el Señor nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz. Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro. Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.»

KELI RAJUM:

אֵלִי רַחוּם וְחַנּוּן, שְׁמָה נָא לְקוֹל תַּחֲנוּנֵינוּ
כִּי אָנוּ עַמְּךָ וְאַתָּה אֱלֹהֵינוּ
אָנָא שְׁמָה נָא לְקוֹל תַּחֲנוּנֵינוּ
כִּי אַתָּה שׁוֹמֵעַ תְּפִלָּה וְתַחֲנוּן
צָרְכִי

Eli rajum vejanun, shema na lekol tajanuneinu.
Ki anu ammeja ve’ata Eloheinu.
Ana shemá na lekol tajanuneinu,
Ki ata shome’a tefilá vetajanun.

Dios misericordioso y compasivo, escucha, por favor, la voz de nuestras súplicas.
Porque nosotros somos Tu pueblo y Tú eres nuestro Dios.
Por favor, escucha la voz de nuestras súplicas,
Porque Tú escuchas la oración y la súplica.

Shelosh Esrei Middot (Éx 34:6–7):

«¡YHVH! ¡YHVH! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.»

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Este Sidur es un intento por acercarnos al orden litúrgico que debieron tener los seguidores de Yeshúa (Jesús) en el siglo I, sin perder la libertad de añadir cosas que ayuden a organizar nuestra adoración. No creemos que sea comparable en ninguna medida a la Escritura (desde la Torá hasta el Apocalipsis), ni que deba asumirse como algo sin corrección. Es solo un intento por vivir como ellos vivieron.

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