La interpretación común que se tiene hoy del "octavo día" en el cristianismo primitivo es que simplemente se refiere al primer día de la semana (el domingo), el día de la resurrección de Cristo, y que esta observancia reemplazó directamente el Shabat judío. Sin embargo, un análisis riguroso de los textos antiguos, despojada de presuposiciones posteriores, revela una concepción mucho más profunda y apocalíptico-escatológica: El "octavo día" como un nuevo estatus de existencia, una era que...
