Texto Ɣureo: Deuteronomio 10
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 Deuteronomio 10
DĆa 2 2 Samuel 7-9
DĆa 3 Salmo 54-56
DĆa 4 Isaias 34
DĆa 5 Lucas 11:1-26
DĆa 6 HebreosĀ 10:26-39.
I- El temor no es tan malo.
Al mirar las sentencias divinas en la TorĆ” pudiĆ©ramos llegar a una conclusión errada como mismo les pasó a los gnósticos en los primeros siglos despuĆ©s del nacimiento del MesĆas, cuando pensaron que el Dios creador era diferente a JesĆŗs. Para muchos de ellos, el primero era severo y malo, mientras el segundo era perdonador y bueno. Ellos no entendieron la enseƱanza revelada en la Escritura. Se debe entender que en Dios hay un equilibrio total entre Su severidad y Su amor.
Por eso Dt 10:12 brinda una realidad que muchas veces desconocemos: El temor ayuda a tener claridad. Por ejemplo, cuando alguien atraviesa un peligro inminente a su vida no va a estar pensando en la hipoteca de su casa o en un goteo en su baƱo; ese momento de tensión le hace olvidar todas las preocupaciones pequeƱas despertĆ”ndolo y enfocĆ”ndolo hacĆa la grandeza de estar vivo. El miedo presenta ante el hombre las reales consecuencias que estĆ”n en juego en su vida, dĆ”ndole a cada segundo muchĆsimo sentido.
Ante el temor al castigo se puede vivir con lucidez a las consecuencias inevitables de una trasgresión. Ante el peligro del castigo cada paso es dado con gran cuidado y cautela, mucho mÔs cuando incluye el temor a perder las recompensas resultantes de una vida en santidad.
Entonces ante esta realidad tambiĆ©n pueden surgir otras preguntas: ĀæPor quĆ© Dios pudiera querer que le temamos? ĀæEs sólo bĆŗsqueda de poder? ĀæĆl se siente bien si solo le tememos? La respuesta se encuentra en la misma etimologĆa hebrea de la palabra ātemorā, que se conecta directamente con āverā en su raĆz (×ר×). De ahĆ la frase hebrea: Ā«No temes aquello que no vesĀ». La palabra ātemorā se entenderĆa mĆ”s correctamente como āconsciencia de las consecuenciasā o āreconocer la realidad de una situaciónā. Dios quiere que nos enfrentemos a la realidad que traen las consecuencias de nuestras acciones. Como alguien dijo graciosamente en un aeropuerto: Ā«Escóndete de la realidad y perderĆ”s el aviónĀ». Puede que la persona cree una hermosa ilusión para justificar sus errores y esconderse de las consecuencias, pero cuando las āburbujasā revienten nada quedarĆ” para cubrirlo, solo una horrenda expectativa de sentencia.
II- Edificando al extranjero.
La porción habla tambiĆ©n de los extranjeros dentro de Israel. ĀæQuiĆ©nes son estos que vivĆan en Israel? Muchos que salieron de Egipto o que luego se fueron sumando. El tĆtulo āconversoā era para aquellos que deseaban mostrar su amor a Dios, ser parte del pacto y disfrutar de la bendición junto a la nación de Israel. Igualmente, hoy existen āconversosā cada dĆa que se suman al pueblo de Dios.
Por un lado, aquellos que se encuentran en proceso de aceptar el evangelio con todo lo que esto implica y, por otro, aquellos reciĆ©n iniciados en la fe que todavĆa lidian con dudas o consecuencias visibles de su vida pasada, y aunque para muchos pueda ser una sorpresa tambiĆ©n tenemos a los que nacen cada dĆa en hogares de creyentes que son salvos en su inocencia y niƱez, pero que un dĆa precisarĆ”n tomar decisiones para con el SeƱor y nacer tambiĆ©n del EspĆritu.
Se debe entender que, en cualquiera de los casos, se cuenta con un estatus especial en el pueblo de Dios, ya que ellos se encuentran viviendo en el trĆ”nsito de abandonar su entorno pecaminoso para unirse a la congregación de los hijos de Dios. La Biblia estĆ” llena de casos como estos, desde Abraham hasta el mĆ”s insignificante de los que aceptaron la predicación apostólica. Dios mismo protege de forma directa a los āconversosā y eso lo sabemos porque todos hemos pasado por ahĆ, aun aquellos “descarriados” que nacen en nuestros hogares, por eso les recuerda en la porción: Ā«porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de EgiptoĀ».
Tal como Dios hizo con nosotros en nuestros inicios en la fe, que nos rescató y protegió del pecado, asĆ mismo harĆ” con todo aquel que se acerca a Ćl. Recuerde que al final de todo anĆ”lisis fuimos comprados por un mismo precio desde antes de la fundación del mundo.
III- El Dios que no cambia su propósito.
ĀæPodemos comprar a Dios? ĀæPodemos persuadirlo o manipularlo con contribuciones monetarias hacia nuestras causas? Un versĆculo de esta porción responde directamente a estas preguntas: Dt 10:17.
A la mente humana le resulta difĆcil imaginar al Ser que no necesita de nada, pues todo lo que le rodea siempre necesita de algo. Se debe entender que, aunque nada a nuestro alrededor tenga esta caracterĆstica sĆ existe un Ser al que no se puede manipular por ninguna vĆa. La voluntad de nuestro Creador no tiene un precio.
A la luz de esto la pregunta debe cambiar un poco: ĀæQuĆ© puede darle un ser limitado (el hombre) a un Dios asĆ? Ā”Nada! Por eso lo mejor es confiar en que Ćl hace lo que en su designio eterno considera bueno para toda su creación. Se debe entender que el mundo espiritual funciona de forma diferente al nuestro, pero tambiĆ©n lo hace de una manera simple para que no nos compliquemos. Esta manera simple es: Se recompensa por los buenos actos y se castiga por los malos.
No se puede hacer un arreglo con Dios en cuanto a esto, pero Ćl es tan especial que siempre estĆ” dispuesto a perdonar y a aceptar el arrepentimiento. Dios nos alienta a asociarnos a Ćl, porque eso es un comportamiento moral, amable, justo y bueno. Dios no puede ser sobornado, porque Ćl ama y es su propósito invariable tener hijos que estĆ©n dispuestos a llenar este mundo de Su santidad. Cuanto mĆ”s adoptemos y reflejemos el comportamiento de Dios, cuanto mĆ”s generosos y comprensivos seamos, mĆ”s santidad habrĆ” en el mundo. Eso sin dudas no es un objetivo trivial y, por tanto, nunca serĆ” cambiado por Ćl.
[1] Hb 12:28-29.
[2] Es probable que algunos, al oĆr la palabra ātemorā, piensen en aquel texto que dice: Ā«En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sĆ castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.Ā» (1Jn 4:18). Pero en este texto no se seƱala al temor como malo, sino al que se queda en esa perspectiva de temor y no ve el beneficio que produce Dios en nosotros; es eso el amor.
[3] Ef 1:3-14.
Preguntas:
1.- SegĆŗn esta porción, Āæla circuncisión del corazón implicaba la incircuncisión fĆsica? ĀæPor quĆ©?
2.- ĀæCree usted que JesĆŗs usó sentencias fuertes contra lo mal hecho? Si es asĆ, cite algunas.
3.- ¿CuÔles considera usted que son las necesidades mÔs eminentes en forma general que tienen los conversos? ¿Cómo pudiera la iglesia tratar un plan para cubrir las que estén a su alcance?
4.- Si un hermano de su congregación le confiesa un pecado cometido, ĀæcuĆ”l serĆa su primera recomendación y por quĆ©?
DeuteronomioĀ 10
1 En aquel tiempo me dijo YHVH: LĆ”brate dos tablas de piedra, como las primeras, y sube a MĆ al monte, y hazte un arca de madera. 2 Y Yo escribirĆ© sobre esas tablas las palabras (Debarim) que habĆa sobre las primeras tablas que quebraste, y las pondrĆ”s en el arca. 3 Entonces hice un arca de madera de acacia, labrĆ© dos tablas de piedra como las primeras, y subĆ al monte con las dos tablas en mi mano. 4 Ćl escribió sobre las tablas, conforme a la primera escritura, las Diez Palabras (Aseret Debarim) que YHVH os habĆa hablado en el monte, de en medio del fuego, y me las entregó YHVH. 5 Y volvĆ y bajĆ© del monte, y puse las tablas en el arca que habĆa hecho. Y allĆ estĆ”n, como me ordenó YHVH. 6 (DespuĆ©s los hijos de Israel partieron desde Beerot-Beney-Jaacan hacia Moser, y allĆ murió Aarón, y allĆ fue sepultado; y Eleazar su hijo fue constituido sumo sacerdote en lugar suyo. 7 De allĆ partieron a Gudgod, y de Gudgod a Jotbat, tierra de torrentes de aguas). 8 En aquel tiempo YHVH separó la tribu de LevĆ para transportar el arca del pacto de YHVH, a fin de que estuviera en presencia de YHVH para oficiarle y bendecir en su Nombre, hasta este dĆa, 9 por lo cual LevĆ no tuvo porción ni herencia con sus hermanos: YHVH es su herencia, como le habĆa hablado.Ā 10 En cuanto a mĆ, permanecĆ en el monte cuarenta dĆas y cuarenta noches, y tambiĆ©nĀ esta vez YHVH me escuchó, y YHVH desistió a destruirte. 11 AsĆ que me dijo YHVH:Ā Ponte en marcha delante del pueblo para que entren y posean la tierra que jurĆ© queĀ les darĆa a sus padres.
12 Y ahora Israel, ĀæquĆ© te pide YHVH tu Elohim, sino que temas a YHVH tu Elohim, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a YHVH tu Elohim con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 guardando los mandamientos de YHVH y sus estatutos que te prescribo hoy para provecho tuyo?Ā 14 He aquĆ, de YHVH tu Elohim son los cielos, y los Cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella. 15 Solamente de tus padres se agradó YHVH para amarlos, y escogió a su posteridad despuĆ©s de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como veis en este dĆa. 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestros corazones, y no endurezcĆ”is mĆ”s vuestra cerviz, 17 porque YHVH vuestro Elohim es DIOS de dioses y SeƱor de seƱores, Ha-Gadol (Grande), poderoso y terrible, que no hace favoritismo ni admite soborno, 18 que hace justicia al huĆ©rfano y a la viuda, y ama al prosĆ©lito, dĆ”ndole pan y vestido. 19 AmarĆ©is, pues, al prosĆ©lito, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto. 20 TemerĆ”s a YHVH tu Elohim, a Ćl servirĆ”s y a Ćl estarĆ”s aferrado, y jurarĆ”s solo por su Nombre.Ā 21 Ćl es el objeto de tu alabanza; Ćl es tu Elohim, que ha hecho contigo estasĀ grandezas y las cosas portentosas que han visto tus ojos. 22 Con setenta almas tusĀ padres descendieron a Egipto, pero ahora YHVH tu Elohim te ha hecho como lasĀ estrellas del cielo en multitud.
2 Samuel 7
1 Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, despuĆ©s que YHVH le habĆa dado reposo de todos sus enemigos en derredor, 2 el rey dijo al profeta NatĆ”n: Ā”He aquĆ, yo habito en casa de cedro y el arca de Ha-Elohim entre cortinas! 3 Y NatĆ”n respondió al rey: Ā”Ve, haz todo lo que estĆ” en tu corazón, porque YHVH estĆ” contigo!Ā 4 Pero aconteció que esa misma noche llegó palabra de YHVH a NatĆ”n, diciendo: 5 Ve y di a mi esclavo, a David: AsĆ dice YHVH: ĀæTĆŗ me edificarĆ”s Casa en que Yo habite? 6 Porque no he habitado en casa alguna desde el dĆa en que hice subir a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que estuve en tienda y en tabernĆ”culo. 7 Doquiera que he estado, yendo con todos los hijos de Israel, Āæacaso he hablado palabra con alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo Israel, para decirles: ĀæPor quĆ© no me construĆs una Casa de cedro? 8 Ahora, pues, asĆ dirĆ”s a mi esclavo, a David: AsĆ dice YHVH Tzebaot (ejercitos): Yo te tomĆ© del redil, de seguir tras el rebaƱo, para que fueras caudillo sobre mi pueblo, sobre Israel, 9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado de tu presencia a todos tus enemigos, y te harĆ© un gran nombre, como el nombre de los grandes de la tierra. 10 Asimismo he dispuesto un lugar para mi pueblo, para Israel; y lo he plantado para que habite en Ć©l, y no sea mĆ”s removido, ni los hijos de iniquidad continĆŗen oprimiĆ©ndolo como al principio, 11 como desde el dĆa en que puse jueces sobre mi pueblo Israel, y te darĆ© descanso de todos tus enemigos. AdemĆ”s, YHVH te hace saber que YHVH te edificarĆ” casa. 12 Cuando tus dĆas sean cumplidos y duermas con tus padres, entonces levantarĆ© a tu descendiente despuĆ©s de ti, el cual saldrĆ” de tus entraƱas, y afirmarĆ© su reino. 13 Ćl edificarĆ” casa a mi Nombre y Yo afirmarĆ© el trono de su reino para siempre. 14 Yo le serĆ© por padre y Ć©l me serĆ” por hijo. Cuando haga mal lo corregirĆ© con vara de hombres y con azotes de hijos de hombre. 15 Pero mi misericordia no seĀ apartarĆ” de Ć©l como la apartĆ© de SaĆŗl, a quien quitĆ© de delante de ti. 16 Tu casa y tu reino permanecerĆ”n para siempre ante ti, y tu trono serĆ” estable eternamente. 17 Conforme a todas estas palabras, y segĆŗn toda esta visión, asĆ habló NatĆ”n a David. 18 Entonces el rey David fue a sentarse ante YHVH y dijo: Ā”Oh Adonai YHVH! ĀæQuiĆ©n soy yo y quĆ© es mi casa, para que me hayas traĆdo hasta aquĆ? 19 Y como si esto fuera poco ante tus ojos, oh Adonai YHVH, has hablado tambiĆ©n acerca de la casa de tu esclavo para un lejano porvenir. Ā”Gran designio para un hombre, oh Adonai YHVH!
20 ĀæY quĆ© mĆ”s puede decirte David? Ā”Oh Adonai YHVH, TĆŗ conoces a tu esclavo! 21Ā SegĆŗn tu palabra y conforme a tu corazón has hecho toda esta grandeza para darla aĀ conocer a tu esclavo. 22 Por tanto Ā”cuĆ”n grande eres, oh Adonai YHVH! Ā”Nadie hayĀ como TĆŗ, ni hay otro Elohim aparte de ti, conforme aĀ todo lo que hemos escuchadoĀ con nuestros oĆdos! 23 ĀæY quĆ© otra nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, alĀ cual Elohim vino a redimir como pueblo suyo, y a ponerle nombre, y a hacer porĀ vosotros cosas grandes y terribles, expulsando a las naciones y a sus dioses ante elĀ pueblo que libraste de Egipto? 24 Y has establecido a tu pueblo, Israel, como puebloĀ tuyo para siempre, y TĆŗ, oh YHVH, has llegado a ser su Elohim. 25 Ahora, pues, YHVHĀ Elohim, confirma para siempre la palabra que has hablado acerca de tu esclavo y deĀ su casa, y haz como TĆŗ has dicho. 26 Que tu Nombre sea engrandecido para siempre,Ā 27 porque TĆŗ, YHVH Sebaot, Elohim de Israel, has despertado el oĆdo de tu esclavo,Ā diciendo: Yo te edificarĆ© casa. Por eso tu esclavo ha hallado en su corazón osadĆaĀ para elevar esta oración ante ti. 28 Ahora, pues, Adonai YHVH, TĆŗ mismo eres Ha-Elohim, y tus palabras son verdad, y has hablado a tu esclavo este bien. 29 DĆgnate,Ā pues, bendecir la casa de tu esclavo, para que estĆ© siempre en tu presencia, porqueĀ TĆŗ, oh Adonai YHVH, has hablado, y con tu bendición, la casa de tu esclavo serÔ bendita para siempre.
āŗ7.2 el arca… āSal. 132.
āŗ7.5ss esclavo...
āŗ7.13 edificarĆ”...
āŗ7.26Ā TM aƱade: y que digan: Ā”YHVH Sebaot es el Dios de Israel! Y que la casa de tu siervoĀ David sea firme delante de Ti. Se sigue LXX.
āŗ7.27 Se sigue LXX.
āŗ7.29Ā la casa… Puede referirse tanto a un edificio como a un parentesco.
2 Samuel 8
1 Aconteció despuĆ©s de esto, que David derrotó a los filisteos y los sometió, y DavidĀ tomó rienda de la capital de mano de los filisteos. 2 TambiĆ©n derrotó a Moab, y losĀ midió a cordel haciĆ©ndolos echarse en tierra: dos cordeles para morir, y un cordelĀ para vivir. Y los moabitas fueron siervos de David, y pagaron tributo. 3 Y derrotó David a Hadad-Ezer hijo de Rehob, rey de Soba, cuando intentaba extender suĀ dominio hasta el rĆo. 4 Y le capturó David siete mil jinetes, veinte mil infantes y milĀ carros, y desjarretó David los carros de tiro, dejando solo cien.Ā 5 Y cuando los sirios de Damasco fueron a ayudar a Hadad-Ezer, rey de Soba, DavidĀ mató a veintidós mil hombres de los sirios, 6 e impuso David guarniciones en Siria deĀ Damasco, y los sirios fueron siervos de David, y pagaron tributo. Y a dondequieraĀ que iba David, YHVH le daba la victoria. 7 Y tomó David los brazaletes de oro queĀ tenĆan los siervos de Hadad-Ezer, rey de Soba, y los llevó a JerusalĆ©n. Y Susaquim, reyĀ de Egipto, los tomó cuando subió a JerusalĆ©n en dĆas de Roboam, hijo de Salomón. 8Ā Y de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-Ezer, el rey David recogió gran cantidadĀ de bronce.
9 Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David habĆa vencido a todo el ejĆ©rcito deĀ Hadad-Ezer, 10 Toi envió a su hijo Joram al rey David para saludarlo y felicitarlo por elĀ combate y derrota de Hadad-Ezer, pues Toi era enemigo de Hadad-Ezer. Y llevaba enĀ su mano objetos de plata, objetos de oro y objetos de bronce, 11 los cuales el reyĀ David dedicó a YHVH, aƱadiĆ©ndolos a la plata y al oro que habĆa tomado de todasĀ las naciones sometidas: 12 De Aram, de Moab, de los amonitas, de los filisteos, deĀ Amalec y del despojo de Hadad-Ezer hijo de Rehob, rey de Soba.
13 David también ganó renombre para sà cuando regresó de derrotar a dieciocho mil sirios en el valle de la Sal. 14 E impuso guarniciones en Edom. Por todo Edom instaló guarniciones, y todos los edomitas fueron siervos de David. A dondequiera iba David, YHVH le daba la victoria.
15 David reinó sobre todo Israel, y practicaba David el derecho y la justicia con todoĀ su pueblo. 16 Joab, el hijo de Sarvia, estaba al mando del ejĆ©rcito, y Josafat benĀ Ahilud, era el cronista. 17 Sadoc ben Ahitob y Ahimelec ben Abiatar, eran sacerdotes,Ā y SeraĆas era el escriba. 18 BenaĆa ben Joiada, jefe de los cereteos y los peleteos, y losĀ hijos de David eran prĆncipes.
āŗ8.1 tomó rienda… Heb. meteg-haamĆ”. Es decir, tomo el control.
āŗ8.3 el RĆo… Prob.Ā el Ćufrates.
āŗ8.4 TM registra 1700 jinetes, 20.000 soldados. Se sigue LXX.
āŗ8.7 TM omite el final de este versĆculo.
āŗ8.10 enemigo… Lit. hombre de guerras; llevaba…Ā Esto es, Joram.
āŗ8.18 cereteos… peleteos… Lit. el cereteo y el peleteo. (Prob. cereteos y filisteos estaban emparentados āEz. 25.16; Sof. 2.5). AquĆ, miembros de la guardia real de David.
2 Samuel 9
1 David preguntó: ĀæHa quedado alguien de la casa de SaĆŗl a quien yo pueda mostrarle misericordia por amor a JonatĆ”n? 2 Y habĆa un siervo de la casa de SaĆŗl de nombre Siba, al cual hicieron ir ante David, y el rey le dijo: ĀæEres tĆŗ Siba? Y Ć©l dijo: Tu esclavo. 3 Y el rey preguntó: ĀæNo queda ni un hombre de la casa de SaĆŗl para que haga con Ć©l misericordia de Elohim? Y Siba respondió al rey: AĆŗn queda un hijo de JonatĆ”n, tullido de ambos pies. 4 Y el rey le dijo: ĀæDónde estĆ”? Y Siba dijo al rey: Mira, estĆ” en Lodebar, en casa de Maquir ben Amiel. 5 Y el rey David mandó a buscarlo a casa de Maquir ben Amiel, en Lodebar. 6 Y cuando Merib-Baal ben JonatĆ”n, hijo de SaĆŗl, llegó ante David, cayó sobre su rostro y se postró. Y dijo David: ĀæMerib-Baal? Y Ć©l respondió: He aquĆ tu esclavo. 7 Entonces David le dijo: No temas, porque ciertamente harĆ© contigo misericordia por amor a JonatĆ”n tu padre, y te devolverĆ© toda la tierra de SaĆŗl tu padre, y comerĆ”s siempre a mi mesa. 8 Y Ć©l se postró y dijo:Ā ĀæQuĆ© es tu esclavo, para que te fijes en un perro muerto como yo?
9 El rey llamó entonces a Siba, siervo de SaĆŗl, y le dijo: Todo lo que fue de SaĆŗl y deĀ toda su casa se lo entrego al hijo de tu amo. 10 TĆŗ, tus hijos y tus siervos le cultivarĆ©isĀ las tierras y le entregarĆ©is para que el hijo de tu amo tenga pan para comer, aunqueĀ Merib-Baal, el hijo de tu amo, comerĆ” siempre pan en mi mesa. Y Siba tenĆa quinceĀ hijos y veinte siervos. 11 Y Siba dijo al rey: Conforme a todo lo que mi seƱor el rey haĀ ordenado a su esclavo, asĆ harĆ” tu esclavo. Y Merib-Baal comió en la mesa, como unoĀ de los hijos del rey. 12 Y Merib-Baal tenĆa un hijo pequeƱo llamado MicaĆa. Y todos losĀ que habitaban en la casa de Siba eran siervos de Merib-Baal. 13 Pero Merib-Baal, queĀ estaba tullido de ambos pies, moraba en JerusalĆ©n, porque comĆa siempre a la mesaĀ del rey.
Ā āŗ9.7 SaĆŗl tu padre… En hebreo, padre puede referirse tanto al progenitor como aĀ antepasados cercanos āGn. 28.13, y lejanos ā1R. 15.11.
āŗ9.11 Sentido difĆcil.Ā
Salmo 54
1 Al director del coro. Sobre Neguinot. Maskil de David, cuando llegaron los zifeosĀ y anunciaron a SaĆŗl: ĀæAcaso no se esconde David entre nosotros?
Oh Elohim, sĆ”lvame por tu Nombre, y hazme justicia con tu poder.Ā 2 Oh Elohim, escucha mi oración, presta oĆdo a los dichos de mi boca.Ā 3 Porque extraƱos se han levantado contra mĆ, y hombres violentos buscan mi vida, no han puesto a Elohim delante de sĆ. Selah
4 He aquà Elohim es el que me ayuda, Adonai estÔ con los que sostienen mi alma. 5 ”Devuelve el mal a mis enemigos y córtalos en tu verdad!
6 Con ofrenda voluntaria te ofreceré sacrificios, ”Oh YHVH, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno, 7 porque me ha librado de toda angustia y mi ojo ha visto por encima de mis enemigos!
āŗ54.7 por encima… Esto es, que los enemigos han sido derrotados.
Salmo 55
Ā 1 Al director del coro. Sobre Neguinot. Maskil de David.
Escucha, oh Elohim, mi oración y no te escondas de mi sĆŗplica.Ā 2 AtiĆ©ndeme y respóndeme; me lamento en mi meditación y estoy conturbado,Ā 3 a causa de la voz del enemigo, por la opresión del malvado, porque sobre mĆ han vertido iniquidad y me persiguen con furia.Ā 4 Mi corazón se retuerce dentro de mĆ y sobre mĆ han caĆdo los terrores de la Muerte.Ā 5 Me han sobrevenido temores y temblores, el horror me estĆ” abrumando,Ā 6 y digo: Ā”QuiĆ©n me diera alas como de paloma!Ā VolarĆa yo, y descansarĆa;Ā 7 ciertamente huirĆa lejos, morarĆa en el desierto.Ā Selah
8 Me apresurarĆa a buscar refugio, del turbión y la tormenta.Ā
9 Ā”Destruye, oh Adonai, y confunde sus lenguas! Porque vi injusticia y violencia en la ciudad: 10 DĆa y noche rondan sobre sus muros, injusticia, conflicto e iniquidad en medio de ella,Ā 11 y no se aparta de su plaza la insidia y la traición.
12 Porque no es un enemigo el que me agravia, pues lo resistirĆa, ni se alzó contra mĆ el que me aborrecĆa, pues me habrĆa protegido de Ć©l;Ā 13 sino tĆŗ, un hombre igual a mĆ, compaƱero mĆo, mi Ćntimo amigo,Ā 14 que juntos tenĆamos dulce comunión, yĀ amistosamente andĆ”bamos en la Casa de Elohim.
15 Ā”SorprĆ©ndalos la Muerte y desciendan vivos al Seol!Ā Porque el mal estĆ” en sus moradas, instalado en medio de ellos.Ā
16 En cuanto a mĆ, clamarĆ© a Elohim, y YHVH me salvarĆ”.Ā 17 Tarde, maƱana y mediodĆa me lamentarĆ© y gemirĆ©, y Ćl oirĆ” mi voz,Ā 18 y en paz redimirĆ” mi alma del ataque contra mĆ; aunque haya muchos contra mĆ,Ā 19 DIOS oirĆ” y los humillarĆ”,Ā Ćl, que reina desde antiguo.Ā Selah
Porque ellos no cambian, ni temen a Elohim.Ā 20 Alzó sus manos contra quienes estaban en paz con Ć©l; violó su pacto.Ā 21 Su boca fue blanda, mĆ”s que la mantequilla, pero en su corazón habĆa guerra; Sus palabras, mĆ”s suaves que el aceite, eran puƱales.
22 Echa sobre YHVH tu carga, y Ćl te sustentarĆ”, no para siempre dejarĆ” caĆdo al justo.Ā 23 Pero a hombres sanguinarios y traidores,Ā TĆŗ, Elohim, los harĆ”s bajar a la fosa de corrupción, y no llegarĆ”n a la mitad de sus dĆas.Ā Pero yo he confiado en Ti.
Ā āŗ55.12 un enemigo… Esto es un enemigo manifiesto; aborrecĆa… Esto es,Ā abiertamente.
āŗ55.13 CompaƱero… āSal 45.7; Jn 6.70-71.
āŗ55.17 mediodĆa… NóteseĀ la apropiada forma de secuenciar el dĆa āGn 1.5, 8, etc.
āŗ55.18 contra mĆ… OtraĀ traducción posible: para que no se acerquen a mĆ. La raĆz hebrea qarav significa tantoĀ acercarse como atacar.
Salmo 56
1 Al director del coro. Sobre la paloma silenciosa en parajes muy lejanos. Mictam deĀ David, cuando los filisteos lo capturaron en Gat.
Ā”Oh Elohim, ten misericordia de mĆ!Ā Porque el hombre me devorarĆa; me ataca y me acosa sin tregua.Ā 2 Mis enemigos me pisotean todo el dĆa, muchos son los que combaten con soberbia contra mĆ.
3 El dĆa en que temo, yo confĆo en Ti;Ā 4 en Elohim, cuya Palabra alabo, en Elohim he confiado, no temerĆ©.Ā
ĀæQuĆ© puede hacerme el hombre? 5 Todo el dĆa pervierten mis palabras, todos sus pensamientos son contra mĆ para mal.Ā 6 Se reĆŗnen, acechan, observan mis pasos, esperan atrapar mi alma.Ā
7 ¿EscaparÔn por su iniquidad? ”Oh Elohim, derriba a los pueblos en tu furor! 8 Tú has contado mi deambular, pon mis lÔgrimas en tu redoma.
ĀæNo estĆ”n ellas en tu rollo?Ā 9 El dĆa en que yo te invoque, retrocederĆ”n mis enemigos.
Esto sĆ©: Ā”Elohim estĆ” por mĆ!Ā 10 En Elohim, cuya Palabra alabo, en YHVH, cuya Palabra alabo,Ā 11 en Elohim he confiado, no temerĆ©.
ĀæQuĆ© puede hacerme el hombre?Ā 12 Oh Elohim, sobre mĆ estĆ”n los votos que te hice, te pagarĆ© sacrificios de acción de gracias.Ā 13 Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de la caĆda, para que ande delante de Elohim en la luz de la vida.
āŗ56.1 paloma silenciosa… El significado de esta frase es desconocido. Se sugiere queĀ es una alusión a los aƱos de peregrinación de David.
āŗ56.4 el hombre… Lit. la carne.
IsaiasĀ 34
1 Ā”Acercaos, naciones, para oĆr, y vosotros, pueblos, escuchad!Ā Ā”Oiga la tierra y los que la llenan, el mundo y todos sus vĆ”stagos!Ā 2 Porque YHVH estĆ” indignado con todas las naciones, airado contra todos sus ejĆ©rcitos, los consagra al exterminio, los entrega al degüello.Ā 3 Sus muertos son arrojados, de los cadĆ”veres sube el hedor, pringados los montes con su sangre.
4 Todas las potestades de los cielos se derretirÔn: Los cielos se enrollarÔn como un rollo, y todas sus huestes caerÔn de ellos, como la hoja cae de la vid, como el higo cae de la higuera.
5 Mi espada se embriagarĆ” en los cielos, y descenderĆ” para juicio en Edom, sobre el pueblo de mi anatema.Ā 6 La espada de YHVH chorrea sangre, untada estĆ” de grosura, de sangre de corderos y de machos cabrĆos, de grosura de riƱones de carneros, porque YHVH tiene un sacrificio en Bosra, y gran matanza en Edom:Ā 7 Juntos con los bĆŗfalos caen los toros y novillos, y la tierra se embriaga con su sangre y con el polvo grasiento de su sebo.Ā 8 Porque es el dĆa de la venganza de YHVH, aƱo de desquite para la causa de Sión.Ā
9 Sus torrentes serĆ”n convertidos en bitumen, y su polvo en azufre, su tierra, transformada en bitumen ardiente,Ā 10 no serĆ” extinguida ni de noche ni de dĆa, y su humareda subirĆ” perpetuamente, de generación en generación permanecerĆ” desolada por siglos de siglos.Ā 11 El pelĆcano y el alcaravĆ”n se adueƱarĆ”n de ella, la habitarĆ”n la lechuza y el cuervo, porque la plomada del caos y el nivel del vacĆo fue aplicada sobre ella,Ā 12 y no queda nombre con quĆ© llamar a su reino, porque todos sus prĆncipes han vuelto a la nada.
13 Los espinos crecerÔn en sus palacios, y en sus torreones ortigas y abrojos, se convertirÔ en cubil de chacales y en coto de avestruces. 14 Allà se darÔn cita las hienas y los chacales, y los sÔtiros llamarÔn a sus compañeros, para que allà venga a descansar Lilit, y halle para sà el lugar de su reposo. 15 Allà tendrÔ su nido la serpiente, pondrÔ, incubarÔ y empollarÔ sus huevos, allà se juntarÔn los buitres, cada uno con su compañera.
16 EscudriƱad el rollo de YHVH y leed:Ā Ni uno solo de ellos falta, ninguno echarĆ” de menos al otro, porque la Boca lo ordenó, su Aliento los congregó.Ā 17 Ćl le ha echado suertes, y su mano le repartió a cordel:Ā La heredarĆ”n para siempre, se quedarĆ”n allĆ de generación en generación.
āŗ34.1 sus vĆ”stagos… Otra traducción posible: todo lo que brota o germina en Ć©l.
āŗ34.4 cielos… enrollarĆ”n… āAp 6.14; 10.6; sus huestes caerĆ”n… āMt 24.29; Mr 13.25;Ā Ap 6.13; 12.4.
āŗ34.5 Edom… Sobrenombre de EsaĆŗ (no otro que Amalec), convertidoĀ en denominación comĆŗn de los enemigos del Pueblo Escogido; mi anatema… Esto es,Ā el pueblo que se ha hecho digno de mi maldición para ser destruido.
āŗ34.6 Bosra…Ā Para ese momento, la capital de Edom; gran matanza… āIs 63.1-6; Ap 16.16.
āŗ34.11Ā caos… vacĆo… āGn 1.2; aplicada… Otra traducción posible: YHVH extenderĆ”.
āŗ34.14Ā sĆ”tiros… Otra traducción posible: chivo salvaje. Tipo de demonio masculino; Lilit…Ā HĆ”pax. Demonio femenino, con alas y extremidades propias de las aves. Prob. se refiere a las mujeres de ZacĀ 5.9.
āŗ34.15 buitres… āMt 24.28.; Lc 17.37.
āŗ34.16 elĀ rollo… ConĀ junto de profecĆas no identificado, prob. procedentes del mismoĀ IsaĆas.
āŗ34.17 echado suertes… repartió… Esto es, a Edom āv. 5
LucasĀ 11:1-26
1 Y sucedió que al estar Ćl orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de susĀ discĆpulos le dijo: SeƱor, ensƩƱanos a orar, como tambiĆ©n Juan enseñó a susĀ discĆpulos.
2 Les dijo: Cuando orĆ©is, decid: Padre, santificado sea tu Nombre. Venga tu reino. 3 Danos cada dĆa nuestro pan diario. 4 Y perdónanos nuestros pecados, porque tambiĆ©n nosotros perdonamos a todo el que nos debe; y no nos metas en prueba.
5 TambiĆ©n les dijo: ĀæQuiĆ©n de vosotros tiene un amigo, y yendo a Ć©l a media noche le dice: Amigo, prĆ©stame tres panes, 6 porque un amigo ha llegado a mĆ de viaje, y no tengo quĆ© poner delante de Ć©l; 7 y aquel, respondiendo desde adentro, diga: No me molestes; la puerta ya ha sido cerrada y mis niƱos estĆ”n conmigo en la cama y no puedo levantarme a darte? 8 Os digo que, aunque no se levante para darle por ser su amigo, por su importunidad se levantarĆ” y le darĆ” cuantos necesite.Ā 9 Y Yo os digo: Pedid y se os darĆ”, buscad y hallarĆ©is, llamad a la puerta, y se osĀ abrirĆ”. 10 Porque todo el que pide, recibe, y el que busca, halla, y al que llama a laĀ puerta, se le abre. 11 ĀæY a cuĆ”l de vosotros, como padre, si su hijo le pide un pescado,Ā le darĆ” en lugar de un pescado una serpiente? 12 O si le pide un huevo, Āæle darĆ” unĀ escorpión? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabĆ©is dar buenas dĆ”divas a vuestrosĀ hijos, ĀæcuĆ”nto mĆ”s el Padre celestial darĆ” el EspĆritu Santo a los que se lo pidan?
14 Y echando fuera un demonio que era mudo, aconteció que cuando salió el demonio, el mudo habló, y se maravillaron las multitudes. 15 Pero algunos de ellos dijeron: Este no echa fuera demonios sino por Beelzebul, prĆncipe de los demonios. 16 Otros, para tentarlo, demandaban de Ćl una seƱal del cielo. 17 Pero Ćl, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sĆ mismo es asolado, y casa contra casa cae. 18 Y si tambiĆ©n SatanĆ”s fue dividido contra sĆ mismo, Āæcómo se sostendrĆ” su reino? pues decĆs que Yo echo fuera los demonios por Beelzebul. 19 Y si Yo echo fuera los demonios por Beelzebul, Āæpor quiĆ©n los echan fuera vuestros hijos? Por esto, ellos serĆ”n vuestros jueces.Ā 20 Pero, si con el dedo de DIOS echo fuera los demonios, entonces el reino de DIOS llegó a vosotros. 21 Cuando el fuerte, bien armado, defiende su propio palacio, lo que posee estĆ” en paz, 22 pero si llega uno mĆ”s fuerte que Ć©l y lo vence, le quita su armadura en la cual confiaba, y reparte sus despojos.Ā 23 El que no estĆ” conmigo, estĆ” contra MĆ, y el que no recoge conmigo, desparrama.
24 Cuando el espĆritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos buscandoĀ reposo; y al no hallarlo, dice: RegresarĆ© a mi casa de donde salĆ. 25 Y al regresar, laĀ halla barrida y ordenada. 26 Entonces va y toma consigo otros siete espĆritus peoresĀ que Ć©l mismo y, entrando, habitan allĆ, y lo postrero de aquel hombre llega a ser peorĀ que lo primero.
āŗ11.2 Padre… Mā modifican el texto para que se lea Padre nuestro que estĆ”s en losĀ cielos, como en Mt 6.9; reino… Mā insertan HĆ”gase tu voluntad, como en el cielo, asĆĀ tambiĆ©n en la tierra de Mt 6.10.
āŗ11.4 prueba… Mā aƱaden mas lĆbranos del mal.
āŗ11.11 darĆ”… Mā registran acaso; serpiente… Mā aƱaden pan y piedra.
āŗ11.12Ā pide… Lit. pedirĆ”.
āŗ11.14 Y… Mā aƱaden JesĆŗs; mudo… Es decir, que producĆa laĀ mudez.
āŗ11.15 Beelzebul… Esto es, dios del estiĆ©rcol; demonios… āMt 9.34;Ā 10.25.
āŗ11.16 seƱal… āMt 12.38; 16.1; Mr 8.11.
āŗ11.18 echo… Lit. echar.
āŗ11.23 contra…Ā āMr 9.40.
āŗ11.24 no hallarlo… Lit. no hallĆ”ndolo.
āŗ11.25 regresar… Lit. regresando;Ā ordenada… Lit. puesta en orden o adornada.
HebreosĀ 10:26-39.
26 Porque si continuamos pecando voluntariamente despuĆ©s de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda mĆ”s sacrificio por el pecado, 27 sino una horrenda expectación de juicio y ardor de fuego que va a consumir a los adversarios.Ā 28 El que viola la ley de MoisĆ©s, por el testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente. 29 ĀæCuĆ”nto peor castigo pensĆ”is que merecerĆ” el que pisoteó al Hijo de DIOS y tuvo por inmunda la sangre del pacto, en la cual fue santificado, y ultrajó al EspĆritu de gracia? 30 Pues conocemos al que dijo:Ā MĆa es la venganza, Yo pagarĆ©.Ā Y otra vez:Ā El SeƱor juzgarĆ” a su pueblo.
31”Horrenda cosa es caer en manos del DIOS vivo!
32 Pero traed a la memoria los dĆas antiguos, en los cuales, habiendo sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos. 33 Algunas veces, siendo exhibidos como espectĆ”culo con in jurias y tambiĆ©n aflicciones, y otras veces habiĆ©ndoos hecho compaƱeros de los que son tratados asĆ. 34 Porque compartisteis los padecimientos de los presos y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenĆ©is en vosotros mismos una mejor y perdurable herencia. 35 No perdĆ”is, pues, vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. 36 Porque tenĆ©is necesidad de la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de DIOS, obtengĆ”is la promesa.Ā 37 Porque de aquĆ a un momento, tan solo un momento.Ā El que viene vendrĆ”, Y no tardarĆ”.Ā 38 Pero mi justo vivirĆ” por fe, Y si retrocede, mi alma no se agradarĆ” en Ć©l.Ā 39 Pero nosotros no somos de los que retrocedemos para destrucción, sino de losĀ que tenemos fe para preservación del alma.
āŗ10.27 los adversarios… āIs 26.11.
āŗ10.28 Se inserta elĀ testimonio para suplir elipsis del original; muere… āDt 17.6; 19.15.
āŗ10.29 sangre delĀ pacto… āEx 24.8.
āŗ10.30 venganza… āDt 32.35-36; Yo pagarĆ©… Mā aƱaden dice elĀ SeƱor.
āŗ10.34 vosotros mismos… Mā omiten; herencia… Mā aƱaden en los cielos.
āŗ10.38 mi justo… Mā el justo āHab 2.3-4; en Ć©l… Mā omiten.

