Texto Ôureo: Números 20:14- 21:35
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā NĆŗmeros 20:14-21:35
DĆa 2: 2ĀŖReyes 17
DĆa 3: 1ĀŖCronicas 19-20
DĆa 4: Hechos 6
DĆa 5:Ā Hechos 8
DĆa 6: 3ĀŖJuan 1
I- Los edomitas.
El pueblo de Edom estaba constituido por los descendientes de EsaĆŗ y se suponĆa que por esa familiaridad tan cercana se comportaran con Israel como tales. El pueblo de Dios les propone a los edomitas que al pasar por ahĆ les pagarĆan por todo lo que consumieran y que ademĆ”s no entrarĆan en las ciudades. Sin embargo, estos residentes estaban tan asustados que no les creyeron. Claro, para eso ellos debĆan confiar en el Dios de su patriarca Jacob que habĆa sido capaz de educar y traer hasta allĆ a una nación diferente al resto de las naciones. ĀæPor quĆ© decimos esto? Porque la realidad de la cultura nómada de la zona es muy diferente a la nuestra hasta hoy.
Pero hay otra realidad para ellos: Es imposible que mĆ”s de 3 000 000 de personas pasen por una tierra y respeten todo. QuĆ© triste es cuando el ser humano pierde sus valores propios de beneficio hacia los demĆ”s debido a la actitud de la mayorĆa, metiendo en un mismo saco de culpabilidad a todo el mundo. Debemos evitar que determinadas preocupaciones, aunque sean legĆtimas, nos imposibiliten ayudar a los demĆ”s como se deberĆa. Ahora, cuando sea demasiado evidente el peligro por ayudar a los demĆ”s, al menos hay que buscar una forma alternativa para expresar nuestra preocupación por sus situaciones y tratar de aliviarles en alguna medida su carga. Cuando no ofrecemos ninguna clase de bondad estamos repitiendo las duras y egoĆstas acciones de los edomitas.
Aunque los edomitas actuaron muy mal contra Israel, Dios no actuó con ellos de forma radical como con Sodoma o Gomorra. La única razón para esto se encuentra en la actitud tan diferente del padre de los edomitas, Esaú. La Biblia enseña que muchas veces las acciones grandes de los padres aseguran una promesa de misericordia para los hijos. Asà que la mejor manera de preparar un futuro para nuestra descendencia no es tratando de que hereden algo material, que inclusive pudieran perder, sino sirviendo a Dios. De esta manera, ellos recibirÔn nuestra influencia directa a través del testimonio, pero también el favor divino como recompensa a nosotros.
El rey de Arad atacó a Israel pensando que era un pueblo desprotegido y con miedo. Sin embargo, esta es la primera vez que el pueblo de Israel va a actuar sin miedo, sin quejas y sin rebeldĆa, pacientemente va a esperar en Dios.
II- Un pueblo santo jamƔs serƔ vencido.
A diferencia de cómo se ha visto actuar a Israel hasta aquĆ, vemos que ellos se comunicaron rĆ”pidamente con Dios en primera persona, o sea en la intimidad de un amigo, de un padre, y tambiĆ©n en singular como un pueblo unido.
III- El Dios que acompaƱa.
Cuando escuchamos a los viajeros del desierto oĆmos testimonios de cómo es casi imposible que algĆŗn animal no te ataque (serpientes, alacranes, etc.), es lo mĆ”s normal allĆ. A pesar de esto, no hay evidencia alguna que durante los 40 aƱos que el pueblo de Israel estuvo en el desierto esto haya pasado a alguien y menos que haya muerto por esa causa. Todo el que murió fue como consecuencia de una sentencia de Dios directa e inmediata. Indiscutiblemente, nos encontramos ante uno de los milagros silenciosos que el SeƱor llevó a cabo en este Ć©xodo. Sin embargo, el pueblo ha comenzado a quejarse, ya no contra los lĆderes, sino contra el propio Dios. Sin reconocer que, desde el manĆ” hasta este cuidado en un lugar inhóspito, en todo Dios les habĆa cuidado con esmero.
IV- La lengua venenosa.
La serpiente es un sĆmbolo que tiene que ver con la lengua viperina, desde la primera serpiente hasta lo que a ellos les influenciaba en este momento. Ellos estaban tergiversando el testimonio de la consagración al pacto de Dios. De la misma forma que el veneno penetra y mata, el chisme y las falsas acusaciones tambiĆ©n matan. Una persona que desea que su congregación local prospere espiritualmente debe alejarse de esto de solo percibirlo.
Ellos hablaron en contra del manĆ”, que era el milagro mĆ”s grande del desierto. FĆjese que es una comida que tiene en sus propiedades todo lo que el ser humano necesita para vivir (la dieta ideal). Note que en realidad no fue su paladar lo que se cansó del manĆ”, sino mĆ”s bien fueron sus ojos los que se cansaron de Ć©l.
Es bueno tener claro que en Jesús encontrarÔ el mayor y mÔs excelente mensaje que se deriva del manÔ.
Preguntas:
1.- En una iglesia que se acostumbraba a ayudar a los viajeros abundantemente llegó alguien que, luego de ser sostenido, un buen dĆa se fue sin avisar a otras provincias. Ćl dejó todo en su casa para que fuera botado, como si aquel sacrificio no tuviera el mĆ”s mĆnimo valor. Nunca mĆ”s la iglesia supo de Ć©l. Cuando los miembros de la congregación se enteraron, algunos comenzaron a sentirse tan mal por esta situación que propusieron no ayudar a mĆ”s nadie. ĀæCuĆ”l serĆa su consejo para ellos?
2.- Enumere los diferentes pecados mencionados en el texto que trajeron las serpientes asesinas.
3.- Enumeren las diferentes acciones que hizo el pueblo para buscar el perdón de Dios.
4.- Si Dios no desprecia al corazón arrepentido y le perdona, Āæpor quĆ© considera usted que Ćl pidió ademĆ”s mirar a la serpiente aparte de lo que el pueblo ya habĆa hecho?
NĆŗmeros 20:14- 29.
El adversario perenne
14 Envió MoisĆ©s embajadores al rey de Edom desde Cades, diciendo: AsĆ dice tu hermano Israel: TĆŗ has conocido todo el sufrimiento que nos ha sobrevenido, 15 cómo nuestros padres bajaron a Egipto, cómo estuvimos en Egipto largo tiempo, y cómo los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros padres. 16 Pero cuando clamamos a YHVH, oyó nuestra voz y envió su Ćngel y nos sacó de Egipto. He aquĆ, ahora estamos en Cades, ciudad al extremo de tu territorio. 17 PermĆtenos pasar por tu tierra. No pasaremos por labrados ni viƱedos, ni beberemos agua de ningĆŗn pozo. Iremos por el camino real, sin apartarnos ni a derecha ni a izquierda, hasta que hayamos pasado tu territorio.
18 Pero Edom le respondió: No pasarĆ”s por aquĆ, de otro modo, saldrĆ© contra ti armado. 19 Respondieron los hijos de Israel: Tan solo marcharemos por el camino real, y si nosotros y nuestros ganados bebemos de tus aguas, daremos el precio de ellas. Solo se trata de pasar a pie. 20 Pero Ć©l dijo: No pasarĆ”s. Y Edom salió a enfrentarlo con mucho pueblo y mano fuerte. 21 AsĆ Edom se negó a dejar pasar a Israel por su territorio, e Israel se apartó de Ć©l. 22 Y los hijos de Israel, toda aquella asamblea, partieron de Cades, y fueron hacia el monte Hor.
Muerte de Aarón
23 Y habló YHVH a MoisĆ©s y Aarón en el monte Hor, en los confines de la tierra de Edom, diciendo: 24 Aarón serĆ” reunido a su pueblo, pues no entrarĆ” en la tierra que Yo he dado a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi dicho en las aguas de Meriba. 25 Toma a Aarón y a su hijo Eleazar, y hazlos subir al monte Hor. 26 QuĆtale a Aarón sus vestiduras, y con ellas harĆ”s vestir a Eleazar su hijo, y Aarón serĆ” reunido y morirĆ” allĆ. 27 Y MoisĆ©s hizo tal como YHVH le habĆa ordenado: Subieron al monte Hor ante los ojos de toda la asamblea, 28 y despojó a Aarón de sus vestiduras e hizo vestir con ellas a Eleazar su hijo, y murió Aarón en la cumbre del monte, y MoisĆ©s y Eleazar descendieron del monte. 29 Y toda la asamblea vioĀ que Aarón habĆa sido liberado, y toda la casa de Israel lloró por Aarón treinta dĆas.
āŗ20.17 PermĆtenos… TM aƱade te rogamos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ20.28 y despojó… y murió… TM aƱade MoisĆ©s… allĆ. Se sigue LXX ā§194; nótese: eran las vestiduras las que mantenĆan con vida a Aarón. āNm 33.38; Dt 10.6.
āŗ20.29 liberado… Gr. apelĆŗthe (hĆ”pax). Verbo en voz pasiva. Respecto a un prisionero o deudor que es dejado en libertad o perdonado āMt 27.15. TM: habĆa muerto. Se sigue LXX.
NĆŗmeros 21.
La serpiente de bronce
1 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Néguev, oyó que Israel iba por el camino de Atarim, combatió contra Israel, y tomó cautivos de entre ellos. 2 Entonces Israel hizo voto a YHVH, y dijo: Si en verdad entregas a este pueblo en mi mano, yo destruiré por completo sus ciudades. 3 Y YHVH escuchó la voz de Israel, y le entregó al cananeo, consagrando al exterminio, a ellos y a sus ciudades. Y llamó el nombre de aquel lugar Horma. 4 Y partieron del monte Hor por el camino del mar Rojo, para rodear la tierra de Edom. Pero en el camino el Ônimo del pueblo se impacientó. 5 Entonces el pueblo habló contra Elohim y contra Moisés: ¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay alimento ni agua, y nuestra alma detesta este pan, bueno para nada.
6 Entonces YHVH envió entre el pueblo serpientes ardientes que mordĆan al pueblo, y murió mucha gente de Israel. 7 Y el pueblo fue a MoisĆ©s, y dijeron: Hemos pecado, por cuanto hablamos contra YHVH y contra ti. Ā”Ora a YHVH que quite de nosotros las serpientes! Y MoisĆ©s oró por el pueblo.
8 Y YHVH dijo a MoisĆ©s: Hazte una serpiente ardiente y ponla en lo alto de un asta, y sucederĆ” que cualquiera que sea mordido y mire a ella, vivirĆ”. 9 Y MoisĆ©s hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta, y sucedĆa que cuando una serpiente mordĆa a un hombre, y este dirigĆa su mirada a la serpiente de bronce, vivĆa.
10 Y partieron los hijos de Israel, y acamparon en Obot. 11 Y marcharon de Obot, y acamparon junto a las ruinas de Abarim, en el desierto que estĆ” frente a Moab, hacia el nacimiento del sol. 12 Y partieron de allĆ, y acamparon en el valle de Zared. 13 Desde allĆ marcharon y acamparon al otro lado del Arnón, que estĆ” en el desierto, y que sale del territorio de los amorreos, porque el Arnón es frontera de Moab, entre Moab y el amorreo. 14 Por eso es dicho en el rollo:
La guerra de YHVH incendió Zoob y los torrentes de Arnón, 15 Hizo torrentes para que habite Ar, situado al borde de Moab.
16 Y de allà a Beer, el pozo donde YHVH dijo a Moisés: Reúne al pueblo y le daré agua a beber. 17 Entonces cantó Israel este cÔntico:
”Brota, oh pozo! ”A él cantad!
18 Pozo cavado por jefes, explorado por los nobles del pueblo, con su cetro, con sus cayados. Y del desierto a Matana.
19 Y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot,
20 Y de Bamot al valle que estĆ” en el campo de Moab,
A la cumbre del Pisga, que mira hacia el desierto.
21 Y envió Israel mensajeros a Sehón, rey de los amorreos, diciendo: 22 PasarĆ© por tu tierra, no nos desviaremos al campo ni a las viƱas, no beberemos las aguas de los pozos. Iremos por el camino real hasta que pasemos tu territorio. 23 Pero Sehón no permitió que Israel pasara por su territorio, sino que Sehón juntó a todo su pueblo, y salió a enfrentarse a Israel en el desierto, y fue a Jahaza y combatió contra Israel. 24 Pero Israel lo hirió a filo de espada y tomó su tierra desde el Arnón hasta Jaboc, hasta los amonitas, pues la frontera de los amonitas estaba fortificada. 25 E Israel tomó todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades de los amorreos, en Hesbón, y en todas sus aldeas, 26 porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los amorreos, el cual habĆa guerreado contra el rey anterior de Moab, y tomado de su mano toda su tierra hasta el Arnón. 27 Por tanto, dicen los proverbistas:
”Venid a Hesbón!
”Sea edificada y reparada la ciudad de Sehón!
28 Porque salió fuego de Hesbón,
Y una llama de la plaza fuerte de Sehón, que consumió a Ar de Moab,
A los señores de las alturas del Arnón.
29 ”Ay de ti, Moab!
”Has sido aniquilado, pueblo de Quemos!
Sus hijos, vendidos para sobrevivir y sus hijas dadas en cautiverio a Sehón, rey amorreo.
30 Pero nosotros los hemos arrojado, Hesbón estÔ destruido hasta Dibón, y también desolamos hasta Nofa, que estÔ junto a Medeba.
31 AsĆ Israel llegó a habitar en la tierra de los amorreos. 32 DespuĆ©s envió MoisĆ©s a espiar a Jazer, y sitiaron sus aldeas, y desposeyeron a los amorreos que estaban allĆ.
33 Y volvieron, y subieron por el camino de BasÔn, y salió contra ellos Og, rey de BasÔn, con todo su pueblo, a presentar batalla en Edrei. 34 Pero YHVH dijo a Moisés: No estés atemorizado, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo y su tierra. HarÔs con él como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. 35 Y lo hirieron a él, a sus hijos y a todo su pueblo, sin que le quedara un sobreviviente, y conquistaron su tierra.
āŗ21.1 Arad… āNm 33.40; Atarim… Prob. topónimo. Otra traducción posible: Exploradores.
āŗ21.3 Horma… Heb. hrm = dedicación, consagración, destino.
āŗ21.4 Edom… āDt 2.1.
āŗ21.5 bueno para nada… Heb. qloquel (hĆ”pax).
āŗ21.9 una serpiente… āJn 3.14; §170 (n.° 13).
āŗ21.15 torrentes… TM aƱade corrientes. Se sigue LXX ā§194.
āŗ21.33 BasĆ”n… TM aƱade Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
2 ReyesĀ 17
Oseas
CaĆda de Samaria
Cautiverio de Israel
1 En el aƱo duodĆ©cimo de Acaz rey de JudĆ”, Oseas ben Ela, comenzó a reinar enĀ Samaria sobre Israel: nueve aƱos. 2 E hizo lo malo a ojos de YHVH, aunque no como los reyes de Israel que habĆan sido antes de Ć©l. 3 Contra este subió Salmanasar, reyĀ de Asiria, y Oseas se convirtió en su vasallo, y le pagó tributo. 4 Pero el rey de AsiriaĀ descubrió una conspiración por parte de Oseas, pues habĆa enviado mensajeros aĀ So, rey de Egipto, y ya no siguió pagando tributo al rey de Asiria, como lo hacĆa cadaĀ aƱo, por lo que el rey de Asiria lo apresó y lo encerró en la cĆ”rcel.
5 El rey de Asiria subió contra toda aquella tierra, y subió a Samaria y la asedió durante tres aƱos; 6 y en el aƱo noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó SamariaĀ y llevó a Israel en cautiverio a Asiria, e hizo que habitaran en Halah y en Habor, juntoĀ al rĆo GozĆ”n, y en las ciudades de los medos. 7 Esto sucedió porque los hijos deĀ Israel habĆan pecado contra YHVH su Elohim, que los habĆa sacado de tierra deĀ Egipto, de debajo de la mano de Faraón rey de Egipto, reverenciando a otros dioses,Ā 8 y andando en las costumbres de las naciones que YHVH habĆa expulsado deĀ delante de los hijos de Israel, y en las que los reyes de Israel habĆan establecido.
9 Y los hijos de Israel hicieron encubiertamente cosas impropias contra YHVH suĀ Elohim: Edificaron para sĆ lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres deĀ los vigĆas hasta las ciudades fortificadas, 10 y erigieron para sĆ pilares y aseras enĀ toda colina, yĀ debajo de todo Ć”rbol frondoso; 11 y allĆ quemaron incienso, en todos los lugares altos, como los pueblos que YHVH se habĆa llevadoĀ cautivos de delante deĀ ellos. Hicieron pues, cosas malas para provocar a ira a YHVH, 12 porque sirvieron a los Ćdolos, respecto a lo cual YHVH les habĆa dicho: No harĆ©is tal cosa. 13 Y YHVH amonestaba a Israel y a JudĆ” por medio de todos sus profetas y de todo vidente, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y mis estatutos, conforme a toda la ley que Yo prescribĆ a vuestros padres, y que os enviĆ© por mano de mis esclavos los profetas. 14 Pero ellos no obedecieron, sino que endurecieron su cerviz como la cerviz de sus padres, 15 y habĆan rechazado los testimonios con que les habĆa advertido, y siguieron en pos de cosas vanas y se hicieron vanos, y fueron tras las naciones que estaban a su alrededor, respecto a las cuales les habĆa ordenado que no obraran como ellas.
16 Y abandonaron todos los mandamientos de YHVH su Elohim, y se hicieron imĆ”genes de fundición: Dos becerros y una Asera, y se postraron ante todo el ejĆ©rcito de los cielos, y sirvieron a Baal. 17 E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, y practicaron los encantamientos y las adivinaciones, y se dedicaron a hacer lo malo ante los ojos de YHVH para provocarlo. 18 Por lo cual YHVH se airó en gran manera contra Israel, y los apartó de su presencia, y no quedó sino solo la tribu de JudĆ”. 19 Pero tampoco JudĆ” guardó los mandamientos de YHVH su Elohim, sino que anduvieron en las costumbres que Israel habĆa establecido.
20 Entonces YHVH desechó a toda la simiente de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta echarlos de su presencia. 21 Cuando Ćl arrancó a Israel de la casa de David, ellos proclamaron rey a Jeroboam ben Nabat, y Jeroboam apartó a Israel de en pos de YHVH, y les hizo cometer un gran pecado. 22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que habĆa cometido Jeroboam. No se apartaron de ellos 23 hasta que YHVH apartó a Israel de su presencia, tal como habĆa dicho por mano de todos sus esclavos los profetas. Entonces Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta este dĆa.
24 Y el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los hizo habitar en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel. AsĆ ocuparon Samaria, y habitaron en sus ciudades.
25 Pero como no temĆan a YHVH, sucedió que cuando empezaron a habitar allĆ, YHVH envió leones contra ellos, y mataron a muchos de ellos. 26 Y dijeron al rey de Asiria: La gente que trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del Elohim de la tierra, el cual ha enviado leones contra ellos, y he aquĆ los estĆ”n matando, porque no conocen la costumbre del Elohim de la tierra.
27 Y el rey de Asiria dio instrucciones, diciendo: Traed alguno, que vaya y habite allĆ, y les enseƱe la costumbre del Elohim de la tierra. 28 Y llegó uno de los sacerdotes que habĆan transportado de Samaria, y habitó en Bet-El, y les enseñó cómo habĆan de temer a YHVH.
29 Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las ermitas de los lugares altos, que los samaritanos habĆan hecho para cada pueblo en las ciudades donde habitaban.
30 AsĆ los hombres de Babilonia rendĆan culto a Sucot-Benot, los hombres de Cuta a Nergal, los hombres de Hamat a Asima, 31 los heveos a Nibhaz y a Tartac, y los sefarveos quemaban a sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim.
32 Aunque temĆan a YHVH, designaron para sĆ sacerdotes de los lugares altos, que ofrecĆan sacrificios a favor de ellos en las ermitas de los lugares altos. 33 De modo que, al tiempo que reverenciaban a YHVH, servĆan a sus propios dioses, conforme a la costumbre de las naciones de donde habĆan sido llevados cautivos.
34 Y hasta hoy siguen obrando conforme a las costumbres: No temen ni actĆŗan conforme a sus estatutos ni conforme a sus ordenanzas ni conforme a la ley ni conforme al mandamiento que YHVH prescribió a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel. 35 YHVH habĆa establecido un pacto con ellos, y les habĆa ordenado, diciendo: No temerĆ©is a otros dioses, ni os inclinarĆ©is ante ellos, ni les servirĆ©is, ni les ofrecerĆ©is sacrificios, 36 sino que solo a YHVH, que os hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y brazo extendido, a Ćl temerĆ©is, ante Ćl os inclinarĆ©is, y a Ćl ofrecerĆ©is sacrificios. 37 AtenderĆ©is a los estatutos, las ordenanzas, la enseƱanza y el mandamiento que escribió para vosotros, para ponerlos por obra todos los dĆas. No temerĆ©is a otros dioses, 38 ni olvidarĆ©is el pacto que hice con vosotros. No temerĆ©is a otros dioses, 39 sino que temerĆ©is a YHVH vuestro Elohim, y Ćl os librarĆ” de la mano de todos vuestros enemigos.
40 Pero ellos no escucharon e hicieron segĆŗn su costumbre. 41 AsĆ pues, aquellas gentes reverenciaron a YHVH, pero al mismo tiempo rendĆan culto a sus imĆ”genes. Y sus hijos, y los hijos de sus hijos, han venido obrando hasta el dĆa presente lo mismo que sus padres.
āŗ17.4 tributo… Heb. minjah. En otros contextos, este tĆ©rmino se usa para referirse a ofrendas vegetales hechas a la divinidad.
āŗ17.10 pilares… Prob. estacas votivas relacionadas con los cultos paganos; aseras… Esto es, Ć”rboles que representaban a la diosa cananea que lleva este nombre. SolĆan plantarse en lugares altos (colina u otra altura con especial significado religioso, similares a las apariciones católicas).
āŗ17.14-15 TM registra distintas aƱadiduras. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.16 Lit. hicieron estatua de fundición, dos becerros, e hicieron (una) Asera.
āŗ17.18 Tropo de dicción (sinĆ©cdoque) que designa un todo con el nombre de una de sus partes, en este caso, JudĆ” a BenjamĆn.
āŗ17.20 Ver nota anterior.
āŗ17.21 en pos de YHVH… Lit. de detrĆ”s de YHVH.
āŗ17.24 Se inserta gente para suplir elipsis del original.
āŗ17.27 traed alguno… TM aƱade a uno de los sacerdotes que trajisteis cautivos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.29 habitaban… Lit. cada pueblo en sus ciudades que habitaban ellos allĆ.
āŗ17.31 Se inserta como ofrenda para suplir elipsis del original.
āŗ17.32 designaron… TM aƱade entre ellos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.34 TM registra diversas adiciones. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.40 TM registra diversas adiciones. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.41 gentes… Heb. Goyim. Aunque este tĆ©rmino se aplica generalmente a los gentiles, aquĆ se estĆ” hablando de Israel. Goyim no tiene sentido religioso y equivale a am = pueblo.
Ā
1 Cronicas 19
Enemigos derrotados
1 Aconteció despuĆ©s de estas cosas que murió Nahas, rey de los amonitas, y reinó en su lugar su hijo. 2 Y dijo David: SerĆ© piadoso con HanĆŗn, el hijo de Nahas, porque tambiĆ©n su padre mostró piedad para conmigo. AsĆ David envió embajadores para consolarlo por la muerte de su padre. Pero cuando los siervos de David entraron en tierra de los amonitas, a HanĆŗn, para consolarlo, 3 los prĆncipes de los amonitas dijeron a HanĆŗn: ĀæCrees que David honra a tu padre porque te ha enviado consoladores? ĀæNo vienen mĆ”s bien sus siervos a ti a fin de reconocer y espiar la tierra para destruirla?
4 Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, y les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió. 5 Se fueron luego, y cuando llegó a David la noticia sobre aquellos varones, él envió a recibirlos, pues los hombres estaban muy avergonzados. El rey les mandó decir: Permaneced en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.
6 Y viendo los amonitas que se habĆan hecho aborrecibles a David, HanĆŗn y los amonitas enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros de guerra y genteĀ de a caballo de Mesopotamia, de Siria, de Maaca y de Soba. 7 Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros de guerra, y al rey de Maaca y a su ejĆ©rcito, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se juntaron tambiĆ©n los amonitas de sus ciudades, y vinieron a la guerra.
8 OyĆ©ndolo David, envió a Joab con todo el ejĆ©rcito de los hombres valientes. 9 Y los amonitas salieron a presentar batalla a la entrada de la ciudad, y los reyes que habĆan venido, estaban aparte, en el campo.
10 Viendo Joab que la batalla se le presentaba por el frente y por la retaguardia, escogió de entre los mejores hombres de Israel, y los colocó en orden de batalla contra los sirios. 11 Y entregó el resto del pueblo en mano de Abisai su hermano, y poniĆ©ndolos en orden de batalla contra los amonitas, 12 dijo: Si los sirios son demasiado fuertes para mĆ, tĆŗ me ayudarĆ”s, y si los amonitas son mĆ”s fuertes que tĆŗ, entonces yo te ayudarĆ©. 13 EsfuĆ©rzate, y mostrĆ©monos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Elohim, y que YHVH haga lo que sea bueno ante sus ojos. 14 Y Joab se fue acercando con el pueblo que tenĆa consigo para pelear contra los sirios, pero ellos huyeron delante de Ć©l. 15 Y viendo los amonitas que los sirios huĆan, ellos tambiĆ©n huyeron delante de su hermano Abisai, y entraron en la ciudad. Entonces Joab regresó a JerusalĆ©n.
16 Pero cuando los sirios vieron que habĆan sido derrotados delante de Israel, enviaron embajadores y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del Ćufrates, cuyo capitĆ”n era Sofac, general del ejĆ©rcito de Hadad-Ezer. 17 Cuando se dio aviso a David, este reunió a todo Israel, y cruzando el JordĆ”n llegó frente a ellos, y ordenó batalla contra ellos. Y cuando David hubo ordenado su tropa contra los sirios, estos pelearon contra Ć©l. 18 Pero los sirios huyeron delante de Israel, y David mató de los sirios a siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil infantes, y dio muerte a Sofac, el general del ejĆ©rcito. 19 Cuando los siervos de Hadad-Ezer vieron que habĆan caĆdo delante de Israel, concertaron paz con David y le quedaron sometidos; y los sirios no quisieron ayudar mĆ”s a los hijos de Amón.
āŗ19.18 siete mil… ā2S 10.18 setecientos.
1 CronicasĀ 20
Contra amonitas y filisteos
1 A la vuelta del aƱo, en el tiempo que los reyes suelen salir a la guerra, aconteció que Joab sacó las fuerzas del ejĆ©rcito, y destruyó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a RabĆ”. Sin embargo, David permaneció en JerusalĆ©n, en tanto que Joab atacaba a RabĆ” y la destruĆa. 2 DespuĆ©s David quitó la corona de sobre la cabeza del rey de RabĆ”, y halló que pesaba un talento de oro (y habĆa en ella una piedra preciosa), y fue puesta sobre la cabeza de David. AdemĆ”s de esto sacó de la ciudad muy grande botĆn. 3 Sacó tambiĆ©n a la gente que estaba allĆ y la obligó a trabajar con sierras, con trillos de hierro y con hachas. Y asĆ hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y David regresó con todo el pueblo a JerusalĆ©n.
4 Sucedió después de esto que se levantó guerra en Gezer contra los filisteos, y Sibecai husatita mató a Sipai, de los descendientes de Rafaim, los cuales fueron dominados. 5 Volvió a levantarse guerra contra los filisteos; y ElhanÔn ben Jair mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar.
6 Y volvió a haber guerra en Gat, donde habĆa un hombre de gran estatura, el cual tenĆa seis dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; tambiĆ©n este descendiente de Rafaim. 7 Y cuando desafió a Israel, lo mató JonatĆ”n ben Simea, hermano de David. 8 Estos fueron los descendientes de Rafaim en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.
āŗ20.2 DespuĆ©s… ā2S 12.26-28.
āŗ20.4 de Rafaim… Otra traducción posible: del gigante (tambiĆ©n en v. 6 y 8).
āŗ20.5 Jair… Esto es, Jaare ā2S 21.19.
HechosĀ 6
Los que sirven
1 En aquellos dĆas, multiplicado el nĆŗmero de los discĆpulos, se produjo una murmuración de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en el servicio diario.
2 AsĆ que los doce, habiendo convocado a la congregación de los discĆpulos, dijeron: No es bueno que nosotros dejemos la Palabra de DIOS para servir a las mesas. 3 Hermanos, buscad mĆ”s bien de entre vosotros, a siete varones que sean de buen testimonio, llenos de EspĆritu y de sabidurĆa, a quienes encarguemos este servicio, 4 y nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la Palabra. 5 Y lo dicho fue agradable delante de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un varón lleno de fe y del EspĆritu Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y a Nicanor, y a Timón, y a PĆ”rmenas y a NicolĆ”s, un prosĆ©lito de AntioquĆa, 6 a quienes hicieron estar de pie delante de los apóstoles y, despuĆ©s de orar, les impusieron las manos. 7 Y la Palabra de DIOS crecĆa, y el nĆŗmero de los discĆpulos era multiplicado grandemente en JerusalĆ©n, y un gran nĆŗmero de los sacerdotes obedecĆan a la fe.
Esteban
8 Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacĆa prodigios y grandes seƱales milagrosas entre el pueblo. 9 Pero algunos de la sinagoga llamada de los Libertos (tanto cireneos como alejandrinos), y de los de Cilicia y de Asia, surgieron para disputar con Esteban. 10 Pero no podĆan resistir a la sabidurĆa y al espĆritu con que hablaba, 11 entonces sobornaron a unos varones para que dijeran: Lo hemos oĆdoĀ hablando palabras blasfemas contra MoisĆ©s y DIOS. 12 Y soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo de improviso, lo arrebataron y lo llevaron al SanedrĆn. 13 Y presentaron testigos falsos que decĆan: Este hombre no cesa de hablar palabras contra el Lugar Santo y la ley. 14 Porque lo hemos oĆdo diciendo que este JESĆS, el Nazareno, destruirĆ” este lugar, y cambiarĆ” las costumbres que nos transmitió MoisĆ©s. 15 Y cuando fijaron la mirada en Ć©l, todos los que estaban sentados en el SanedrĆn vieron su rostro como el rostro de un Ć”ngel.
āŗ6.1 helenistas… JudĆos de lengua griega ā11.20; sus viudas… Es decir, de los helenistas; servicio… Gr. diakonĆa ā§314; diario… Esto es, en la provisión de alimentos y otras necesidades.
āŗ6.2 dejemos… Lit. habiendo dejado; para servir… Gr. diakonĆ©o ā§314.
āŗ6.3 mĆ”s bien… Adversativo respaldado por āµ y B; sean… Lit. son; EspĆritu… Mā aƱaden Santo.
āŗ6.4 servicio… Gr. diakonĆa ā§314.
āŗ6.7 de DIOS… Mā registran del SeƱor; un gran nĆŗmero… Lit. y mucha multitud.
āŗ6.9 Libertos… es nombre propio.
āŗ6.11 Se inserta para para suplir elipsis del original; que dijeran… Lit. diciendo.
āŗ6.13 decĆan… Lit. diciendo; hablar… Lit. hablando; palabras… Mā aƱaden blasfemas.
HechosĀ 8
Saulo
1 Saulo estaba consintiendo en su asesinato. Y en aquel dĆa hubo una gran persecución contra la iglesia en JerusalĆ©n, y excepto los apóstoles, todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria. 2 Y unos varones piadosos sepultaron a Esteban, e hicieron gran lamentación por Ć©l.
3 Y Saulo asolaba la iglesia, entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los entregaba en la cĆ”rcel. 4 Pero los que habĆan sido esparcidos, fueron anunciando la Buena Noticia de la Palabra.
El Evangelio en Samaria
5 Y Felipe, bajando a una ciudad de Samaria, les proclamaba a CRISTO. 6 Y al oĆr y ver las seƱales milagrosas que hacĆa, la gente, unĆ”nimemente, prestaba profunda atención a las cosas dichas por Felipe. 7 Porque de muchos que tenĆan espĆritus inmundos salĆan clamando a gran voz, y muchos paralĆticos y cojos fueron sanados.
8 Y se produjo grande gozo en aquella ciudad.
Simón el mago
9 Pero cierto varón de nombre Simón, que practicaba magia en la ciudad, asombraba a la gente de Samaria haciĆ©ndose pasar por alguien importante. 10 A este, todos prestaban gran atención, desde el mĆ”s pequeƱo hasta el mĆ”s grande, diciendo: Este es el llamado gran poder de DIOS. 11 Y por haberlos embelesado bastante tiempo con artes mĆ”gicas, le prestaban gran atención. 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba la Buena Noticia acerca del reino de DIOS y del nombre de JESUCRISTO, fueron bautizados tanto varones como mujeres, 13 y aun Simón mismo creyó, y habiendo sido bautizado, estaba apegado constantemente a Felipe; y se maravillaba viendo las seƱales y los grandes milagros que se hacĆan.
14 Y los apóstoles que estaban en JerusalĆ©n, al oĆr: Ā”Samaria ha recibido la Palabra de DIOS!, les enviaron a Pedro y a Juan, 15 quienes, despuĆ©s de bajar, oraron por ellos para que recibieran el EspĆritu Santo; 16 porque aĆŗn no habĆa descendido sobre ninguno de ellos, sino que solo estaban bautizados en el nombre del SeƱor JESĆS.
17 Entonces les imponĆan las manos, y recibĆan el EspĆritu Santo. 18 Y cuando Simón vio que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el EspĆritu, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme tambiĆ©n este poder, para que a cualquiera que imponga las manos reciba el EspĆritu Santo. 20 Pero Pedro le dijo: Tu plata permanezca contigo para destrucción, porque pensaste obtener el don de DIOS por dinero. 21 TĆŗ no tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de DIOS. 22 ArrepiĆ©ntete, pues, de esta tu maldad, y ruega al SeƱor, si quizĆ”s te serĆ” perdonado el pensamiento de tu corazón; 23 porque veo que estĆ”s en hiel de amargura y en atadura de maldad. 24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Ā”Rogad vosotros por mĆ al SeƱor, para que ninguna de las cosas que habĆ©is dicho venga sobre mĆ! 25 Ellos entonces, despuĆ©s de testificar fielmente y hablar la Palabra del SeƱor, regresaron a JerusalĆ©n. Y anunciaban la Buena Noticia a muchas aldeas de los samaritanos.
El etĆope
26 Un Ć”ngel del SeƱor habló a Felipe, diciendo: LevĆ”ntate y vete hacia el sur, al camino que baja de JerusalĆ©n a Gaza. Este es un desierto. 27 Y levantĆ”ndose, se marchó. Y he ahĆ un varón etĆope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etĆopes, el cual estaba sobre todo su tesoro, quien habĆa ido a JerusalĆ©n para adorar, 28 iba de regreso, y sentado en su carruaje leĆa al profeta IsaĆas. 29 Entonces el EspĆritu dijo a Felipe: AcĆ©rcate, y jĆŗntate a este carruaje. 30 Corriendo Felipe, lo oyó leyendo al profeta IsaĆas, y dijo: Pero, Āæentiendes lo que lees? 31 Y Ć©l contestó: ĀæY cómo podrĆa, si alguno no me guĆa? Y rogó a Felipe que subiera a sentarse con Ć©l.
32 El pasaje de la Escritura que leĆa era este:
Como oveja fue llevado a la matanza;
Y como cordero mudo delante del que lo trasquila,
AsĆ no abre su boca.
33 En la humillación su juicio fue quitado;
¿Quién contarÔ su generación?
Porque su vida es quitada de la tierra.
34 Y tomando la palabra, el eunuco dijo a Felipe: Te ruego, Āæde quiĆ©n dice esto el profeta? ĀæDe sĆ, o de algĆŗn otro?
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció la Buena Noticia de JESĆS. 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y el eunuco dice: Ā”Mira, agua! ĀæQuĆ© me impide ser bautizado? [[37]] 38 Y mandó parar el carruaje, y ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco, y lo bautizó. 39 Y cuando subieron del agua, el EspĆritu del SeƱor arrebató a Felipe, y el eunuco no lo vio mĆ”s, pero proseguĆa su camino regocijĆ”ndose. 40 Y Felipe fue hallado en Azoto, y pasando, anunciaba la Buena Noticia a todas las ciudades, hasta llegar a Cesarea.
āŗ8.1-3 āHch 22.4-5; 26.9-11.
āŗ8.5 una ciudad… Mā la ciudad.
āŗ8.7 tenĆan… Lit. tienen.
āŗ8.10 llamado… Mā omiten.
āŗ8.12 anunciaba… Lit. anuncia.
āŗ8.13 hacĆan… Lit. hacen.
āŗ8.18 EspĆritu… Mā EspĆritu Santo.
āŗ8.20 don… Lit. regalo; plata y dinero se distinguen aquĆ.
āŗ8.21 āSal 78.37.
āŗ8.25 regresaron… Lit. regresaban.
āŗ8.31 guĆa… Lit. guiarĆ”; subiera… Lit. habiendo subido.
āŗ8.32-33 āIs 53.7-8.
āŗ8.36 ĀæQuĆ© me impide… ā§94.
āŗ8.37 Mā aƱaden el v. 37 ā§95.
āŗ8.40 anunciaba la Buena Noticia… Otra traducción posible: evangelizaba
3 Juan 1
Salutación
1 El anciano al amado Gayo, a quien yo amo en verdad:
2 ”Oh amado, anhelo que en todas las cosas seas prosperado y tengas salud, asà como prospera tu alma! 3 Pues en gran manera me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la Verdad.
4 No tengo mayor gozo que este: oĆr que mis hijos andan en la Verdad.
Diseminación de la Verdad
5 Amado, fielmente obras en lo que haces por los hermanos, sobre todo por los forasteros; 6 quienes ante la iglesia dieron testimonio de tu amor, a los cuales bien harƔs en proveerles para su viaje, como es digno de DIOS. 7 Porque ellos salieron por causa del Nombre, sin aceptar nada de los gentiles. 8 Debemos, pues, acoger a los tales, para que seamos colaboradores con la Verdad.
Lo malo
9 EscribĆ alguna cosa a la iglesia, pero Diótrefes, que ambiciona la primacĆa, no nos reconoce. 10 Por esto, si voy, le recordarĆ© las obras que Ć©l hace, denigrĆ”ndonos con palabras maliciosas; y no satisfecho con esto, no solo no recibe a los hermanos, sino que impide a los que quieren hacerlo, y los expulsa de la iglesia.
Lo bueno
11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de DIOS, el que hace lo malo, no ha visto a DIOS.
12 A favor de Demetrio han dado testimonio todos, y la Verdad misma, y también nosotros damos testimonio, y tú sabes que nuestro testimonio es veraz.
Despedida
13 Muchas cosas tenĆa que escribirte, pero no quiero escribĆrtelas por medio de tinta y pluma; 14 pues espero verte en breve, y hablaremos cara a cara.
15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los amigos por nombre.
āŗ1 anciano… Gr. presbĆŗteros.
āŗ4 No tengo mayor… Comparativo del comparativo; oĆr… Lit. para que oiga; la Verdad… ā§250.
āŗ6 viaje… Lit. enviar por delante.
āŗ9 EscribĆ alguna cosa… El TR registra yo he escrito, y omite alguna cosa; reconoce… Otra traducción posible: acoge.
āŗ12 sabes… Lit. has sabido.
āŗ15 nombre… Lit. segĆŗn el nombre.

