Texto Ôureo: Números 28-29
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 NĆŗmeros 28
DĆa 2 NĆŗmeros 29
DĆa 3 Job 26-28
DĆa 4 Salmos 73-74
DĆa 5 Mateo 3
DĆa 6 Mateo 21:1 – 22
Uno de los temas mĆ”s tocados hoy en los cĆrculos que estudian el liderazgo en todas sus facetas es con respecto a la independencia del lĆder. Es como si hubiera una contradicción entre la dependencia de un lĆder a determinadas situaciones previstas o no y el control y dominio que a la vez debe tener sobre toda situación para tomar ventajas de ellas.
Claro esto ocurre al no entenderse la presencia y soberanĆa de Dios. Cuando esto se entiende y la vida del lĆder es sometida a esa realidad, entonces es mĆ”s fĆ”cil desarrollar un tipo de relación especial, no con las situaciones, sino con el Dios que permite y controla cada una de ellas. Eso implica buscar y valorar las instrucciones que Dios brinda a su liderazgo para que le vaya bien en cada una de las gestiones que emprenda.
Es en esta necesidad de buscar y valorar las instrucciones dadas por Dios que podemos encontrar respuesta a una de las preguntas implĆcitas que hay en ella: ĀæPor quĆ© Dios va a enseƱar acerca de los diferentes holocaustos una vez que designa a JosuĆ© como el relevo de MoisĆ©s? Es como si el texto nos dijera: āMoisĆ©s cumplió con su parte al pedir a Dios que enviara al lĆder apropiado, mientras Dios hace su parte al dar las instrucciones especĆficas para relacionarse con Ćlā.
Todo lĆder en el pueblo de Dios debe entender que su mejor entrenamiento dependerĆ” siempre de cómo asuma en su vida las instrucciones que Dios a dado, ya sean aquellas que se pueden referir a un Ć”rea especĆfica o aquellas que dio desde la antigüedad a manera de jukim.
II. El liderazgo subordinado.
Cualquier liderazgo humano es importante para el pueblo de Dios, pero este serĆ” en vano si no estĆ” rendido el seƱorĆo divino. Un lĆder, para que pueda ser usado por Dios, precisarĆ” siempre rendirse voluntariamente al liderazgo de Ćl. En esto consiste el concepto Teocracia que se estudia en el Libro 2Ā del Discipulado Avanzado ComunitarioĀ en esta serie.
El ser humano es limitado a la hora de tomar decisiones, pues estas se basan en la información que él recibe. Por ejemplo, el hombre no es capaz de ver todo lo que le rodea, ni oler todos aromas que le rodean, ni saber cada situación que enfrentarÔ. Entonces si él se enfrenta a esa realidad limitada de su existencia necesariamente siempre estarÔ limitado cuando sus decisiones dependan en alguna medida de esos simples ejemplos que hemos puesto.
Sin embargo, Dios como Ćŗnico ser eterno y preexistente no tiene lĆmites. Ćl no tiene una opinión de la realidad basada en sus limitaciones, porque Ćl no tiene limitaciones, sino que Ćl conoce la realidad de todo. Por eso decimos que Dios es la verdad, o sea que no hay nada que ocurra fuera de sus designios y que Ćl pueda desconocer. De aquĆ que Su omnisciencia, es decir su conocimiento absoluto y pleno, debe ser entendido por todo aquel que se somete a Su seƱorĆo. De esto se desprende una realidad: El Eterno es la fuente de todo conocimiento pleno y lo revela a quienes ĆL desea.
Paralelo a esto, Dios como creador de todo y amante de su creación, no se impone al estilo de un dictador humano, sino que exige el voluntariado incondicional de aquellos que son su pueblo. Sin embargo, a pesar de esperar la entrega voluntaria de su pueblo a Su reinado, no lo deja a la libertad humana de hacerlo a la manera que el hombre entienda. El ser humano no puede poner las reglas de cómo someterse a Dios, es mĆ”s, Ćl exige la forma y las acciones especĆficas en que se le debe rendir la voluntad a su divinidad.
Esta relación de Rey y SeƱor eterno sobre todo reinado y seƱorĆo humano en que se basa la teocracia, el poder en manos de Dios (Ap 4:9-11).
Preguntas:
1. Si Dios no es un dictador, ¿a qué considera usted que se refiere el término «regirÔ con vara de hierro»? (Ap 2:27).
2. Haga una lista de las diferentes fiestas que aparecen en esta porción.
3. Investigue en qué contexto festivo se produjo la porción de Mt 21:1-17 y qué repercusión debió tener la purificación del templo
NĆŗmeros 28
1 Y habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 Manda a los hijos de Israel y diles: CuidarĆ©is de presentar mi ofrenda, mi alimento para mis ofrendas encendidas, de olor que me apacigua, para ofrecĆ©rmela en su tiempo seƱalado. 3 Y les dirĆ”s: Esta es la ofrenda encendida que presentarĆ©is a YHVH: cada dĆa dos corderos aƱales sin defecto, para el holocausto continuo.
4 El primer cordero lo prepararƔs en la maƱana, y el segundo cordero lo prepararƔs en la tarde.
5 La ofrenda vegetal serƔ de la dƩcima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de hin de aceite de olivas. 6 Holocausto continuo, el instituido en el Monte Sinai: olor que apacigua a YHVH.
7 Su libación de vino serĆ” la cuarta parte de un hin con cada cordero. En el santuario derramarĆ”s la libación de licor fuerte para YHVH. 8 El segundo cordero lo ofrecerĆ”s al atardecer, junto con la ofrenda de cereales y su libación: olor que apacigua a YHVH. 9 Y el dĆa del shabbat ofrecerĆ”s dos corderos aƱales sin defecto, y dos dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda vegetal, con su libación. 10 El holocausto de cada shabbat serĆ” ademĆ”s del holocausto continuo y su libación. 11 En el principio de vuestros meses presentarĆ©is en holocausto a YHVH dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos aƱales sin defecto. 12 Tres dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite con cada becerro, y dos dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite con el carnero, 13 y una dĆ©cima de flor de harina amasada con aceite con cada cordero. Es holocausto de olor que apacigua, ofrenda encendida para YHVH.
14 Y sus libaciones de vino son: medio hin por cada becerro, un tercio de hin por el carnero, y un cuarto de hin por cada cordero. Este es el holocausto de cada mes para todos los meses del aƱo. 15 TambiĆ©n se ofrecerĆ” a YHVH un macho cabrĆo como ofrenda por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo con su libación. 16 En el mes primero, el dĆa catorce del mes, pascua es de YHVH. 17 Y el dĆa quince de ese mes serĆ” la fiesta solemne. Durante siete dĆas se comerĆ” panes sin levadura. 18 El primer dĆa habrĆ” una santa convocación. No harĆ©is ningĆŗn trabajo servil. 19 Y ofrecerĆ©is un sacrificio Ćgneo en holocausto a YHVH de dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos aƱales, y os serĆ”n perfectos. 20 Y su ofrenda vegetal: harina amasada con aceite, tres dĆ©cimas por cada becerro, y dos dĆ©cimas por el carnero. 21 PrepararĆ”s una dĆ©cima por cada uno de los siete corderos, 22 y un macho cabrĆo como ofrenda por el pecado, para hacer expiación a favor de vosotros, 23 estos, ademĆ”s del holocausto de la maƱana, que es el holocausto continuo.
24 Estas cosas harĆ©is cada uno de los siete dĆas, es alimento y sacrificio Ćgneo de olor que apacigua a YHVH. Se prepararĆ” ademĆ”s del holocausto continuo con su libación. 25 Y el sĆ©ptimo dĆa tendrĆ©is santa convocación. No harĆ©is ningĆŗn trabajo servil. 26 En el dĆa de las primicias, cuando ofrezcĆ”is una ofrenda vegetal nueva a YHVH en vuestra fiesta solemne de las semanas, tendrĆ©is una santa convocación, y no harĆ©is ningĆŗn trabajo servil. 27 HarĆ©is acercar en holocausto, en olor que apacigua a YHVH, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos aƱales, 28 y la ofrenda vegetal de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres dĆ©cimas por cada becerro, dos dĆ©cimas por el carnero, 29 y dos dĆ©cimas por los siete corderos, 30 ademĆ”s de un macho cabrĆo para hacer expiación por vosotros. 31 AdemĆ”s ofrecerĆ©is el holocausto continuo y su ofrenda vegetal, lo ofrecerĆ©is sin defecto, y serĆ” para vosotros asĆ como la libación.
āŗ28.5 olivas… TM aƱade machacadas. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.6 Sinai… TM aƱade ofrenda encendida. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.7 licor fuerte… Vino de alto grado alcohólico.
āŗ28.8 libación… TM aƱade de la maƱana… ofrenda encendida. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.9-10 āMt. 12.5.
āŗ28.11 meses… ā§276.
āŗ28.12 aceite… TM aƱade como ofrenda vegetal… como ofrenda vegetal. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.16 pascua… āEx. 12.1-13; Dt. 16.1-2.
āŗ28.17-25 āEx. 12.14-20; 23.15; 34.18; Dt. 16.3-8.
āŗ28.20 vegetal… TM aƱade harĆ©is. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.23 estos… TM aƱade harĆ©is. Se sigue LXX ā§194.
āŗ28.26-31 āEx. 23.16; 34.22; Dt. 16.9-12.
NĆŗmeros CapĆtulo 29
Sacrificios de la fiesta de las trompetas
1 En el sĆ©ptimo mes, el dĆa primero del mes, tendrĆ©is santa convocación y no harĆ©isĀ ningĆŗn trabajo servil. Os serĆ” dĆa de sonido de trompeta. 2 PrepararĆ©is un holocaustoĀ de olor que apacigua a YHVH: un becerro de la vacada, un carnero, y siete corderosĀ aƱales sin defecto 3 con su ofrenda vegetal de flor de harina amasada con aceite, tresĀ dĆ©cimas por un becerro, dos dĆ©cimas por un carnero, 4 una dĆ©cima por cada uno deĀ los siete corderos, 5 y un macho cabrĆo como ofrenda por el pecado, para hacerĀ expiación a favor de vosotros, 6 ademĆ”s del holocausto de la luna nueva y su ofrendaĀ vegetal, y del holocausto continuo y su ofrenda vegetal y sus libaciones, segĆŗn suĀ decreto. Olor que apacigua a YHVH.
7 El dĆa dĆ©cimo de este mes tendrĆ©is una santa convocación y humillarĆ©is vuestrasĀ almas. NingĆŗn trabajo harĆ©is. 8 OfrecerĆ©is en holocausto de olor que apacigua aĀ YHVH un becerro de la vacada, un carnero y siete corderos aƱales sin defecto. 9 SuĀ ofrenda vegetal serĆ” de tres dĆ©cimas de flor de harina amasada con aceite por unĀ becerro, dos dĆ©cimas por un carnero, 10 y una dĆ©cima por cada uno de los sieteĀ corderos. 11 Asimismo un macho cabrĆo como ofrenda por el pecado, ademĆ”s de laĀ ofrenda por el pecado para las expiaciones y del holocausto continuo, de su ofrendaĀ vegetal y sus libaciones.
Sacrificios en la fiesta de los tabernƔculos
12 El dĆa quince del mes sĆ©ptimo tendrĆ©is una santa convocación. No harĆ©is ningĆŗnĀ trabajo servil, y celebrarĆ©is la fiesta solemne a YHVH durante siete dĆas.Ā 13 OfrecerĆ©is como holocausto, sacrificio Ćgneo de olor que apacigua a YHVH, treceĀ becerros de la vacada, dos carneros y catorce corderos aƱales. SerĆ”n sin defecto. 14 Su ofrenda vegetal serĆ” de flor deĀ harina amasada con aceite, tres dĆ©cimas por cada uno de los trece becerros, dos dĆ©cimas por cada uno de los dos carneros,Ā 15 y una dĆ©cima por cada uno de los catorce corderos. 16 Como ofrenda por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo conĀ su ofrenda vegetal y su libación, aproximarĆ©is un macho cabrĆo.
17 El segundo dĆa, doce becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales sin defecto,Ā 18 con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y losĀ corderos, segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 19 y un macho cabrĆo comoĀ ofrenda por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, su ofrenda vegetal y suĀ libación.
20 El tercer dĆa, once becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales sin defecto, 21Ā con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y los corderos,Ā segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 22 y un macho cabrĆo como ofrendaĀ por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, con su ofrenda vegetal y su libación.
23 El cuarto dĆa, diez becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales, sin defecto, 24Ā con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y los corderos,Ā segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 25 y un macho cabrĆo como ofrendaĀ por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, su ofrenda vegetal y su libación.
26 El quinto dĆa, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales sin defecto,Ā 27 con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y losĀ corderos, segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 28 y un macho cabrĆo comoĀ ofrenda por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, su ofrenda vegetal y suĀ libación.
29 El sexto dĆa, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales sin defecto, 30Ā con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y los corderos, segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 31 y un macho cabrĆo como ofrendaĀ por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, su ofrenda vegetal y sus libaciones.
32 El sĆ©ptimo dĆa, siete becerros, dos carneros, catorce corderos aƱales sin defecto,Ā 33 con su ofrenda vegetal y sus libaciones para los becerros, los carneros y losĀ corderos, segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 34 y un macho cabrĆo comoĀ ofrenda por el pecado, ademĆ”s del holocausto continuo, con su ofrenda vegetal y suĀ libación.
35 El octavo dĆa tendrĆ©is una asamblea solemne. No harĆ©is ningĆŗn trabajo servil, 36 y ofrecerĆ©is en holocausto, en sacrificioĀ Ćgneo de olor que apacigua a YHVH, un novillo, un carnero, siete corderos aƱales sin defecto, 37 y su ofrenda vegetal y susĀ libaciones con el novillo, con el carnero y con los corderos, segĆŗn el nĆŗmero de ellos, conforme al decreto, 38 y ademĆ”s delĀ holocausto continuo, un macho cabrĆo como ofrenda por el pecado con su ofrenda vegetal y su libación. 39 Estas cosasĀ ofrecerĆ©is a YHVH en vuestras fiestas solemnes, aparte de vuestros votos y de vuestras ofrendas voluntarias, con vuestrosĀ holocaustos, vuestras ofrendas vegetales, vuestras libaciones y vuestras ofrendas de paz.
40 Y MoisĆ©s habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que YHVH habĆa ordenadoĀ a MoisĆ©s.
āŗ29.6 luna nueva… ā§276; Olor… TM aƱade como ofrenda encendida. Se sigue LXXĀ ā§194.
āŗ29.7 mes… TM aƱade sĆ©ptimo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.7-11 āLv. 16.29-34.
āŗ29.12-38 āEx. 23.16; 34.22; Dt. 16.13-15.
āŗ29.16 Se inserta aproximarĆ©is para suplirĀ elipsis del original.
āŗ29.17 becerros… TM aƱade hijos de toro (de la vacada). Se sigueĀ LXX ā§194.
āŗ29.40 En toda edición hebrea este v. aparece como v. 1 del c. 30.
Job CapĆtulo 26
Job proclama la soberanĆa divina
1 Pero respondiendo, Job dice:
2 ¿A quién te adhieres, o a quién vas a asistir?
ĀæNo es al que tiene mucha fuerza y brazo poderoso?
3 ¿A quién has aconsejado?
ĀæAl que tiene toda sabidurĆa?
¿A quién seguirÔs?
¿No es acaso al que tiene el mÔs grande poder?
4 ¿A quién diriges tus palabras,
Sino a Aquel del cual procede tu espĆritu?
5 ¿SerÔn dados a luz gigantes bajo las aguas con sus habitantes?
6 Ante Ćl el Seol estĆ” desnudo,
Y el Abadón no tiene cubierta.
7 Ćl extendió el norte sobre el abismo,
Y suspendió la tierra sobre la nada.
8 Embolsa en sus nubes el agua,
Y la nube no se rasga bajo ella.
9 Encubre la faz de su trono,
Desplegando sobre Ʃl su nube.
10 Trazó un cĆrculo sobre la faz de las aguas,
En el lĆmite de la luz con la tiniebla.
11 Los pilares de los cielos fueron abiertos,
Y ante su reprensión quedan atónitos.
12 Con poder refrenó el mar,
Y con inteligencia hirió de muerte a Cetus.
13 Su EspĆritu limpió los cielos,
Su mano mató al dragón apóstata.
14 He aquĆ, esto no es mĆ”s que el borde de sus caminos,
Y de Ćl oiremos el susurro de su palabra,
Pero el poder de su trueno,
¿Quién sabe cuÔndo lo causarÔ?
āŗ26.1 Los vv. 1-4 van despuĆ©s del v. 14. āŗ26.3 Se sigue LXX. āŗ26.12 Cetus… TM:
Rahab, soberbia. Se sigue LXX ā§164; §247. āŗ26.13b dragón apóstata… TM: al
Nahash (basilisco) tortuoso. Se sigue LXX āAp 20.2; Sal 91.13.
CapĆtulo 27
El castigo de los malos
1 Job prosiguió su proverbio diciendo:
2 ”Vive DIOS, que ha quitado mi derecho,
Y Shadday, que amarga mi alma,
3 Que mientras tenga aliento,
El hƔlito de Eloah en mis narices,
4 Mis labios no hablarƔn perversidades,
Ni mi lengua proferirƔ engaƱo!
5 Lejos de mà que os dé la razón:
Hasta que expire mantendrƩ mi integridad,
6 Me aferrarƩ a mi justicia, y no la soltarƩ,
Mi corazón no me reprocharÔ mientras viva.
7 Ā”Sea la suerte del impĆo como la de mi enemigo, Y la del perverso como la de mi adversario!
8 Pues, ĀæquĆ© esperanza le queda al impĆo,
Por mucho que haya robado,
Cuando Eloah reclame su alma?
9 ĀæOirĆ” DIOS su clamor,
Cuando le sobrevenga la angustia?
10 ĀæSe deleitaba acaso en Shadday?
ĀæInvocaba a Eloah en todo tiempo?
11 Os estoy instruyendo al poder de DIOS,
No ocultarƩ lo concerniente a Shadday.
12 Si todos vosotros lo habƩis observado,
ĀæPor quĆ© repetĆs vaciedades?
13 Esta es la porción que DIOS reserva al malvado,
Y la heredad que los opresores recibirƔn de Shadday:
14 Aunque sus hijos se hayan multiplicado,
SerƔn para la espada,
Y sus vƔstagos no tendrƔn pan suficiente.
15 Los que queden de Ʃl, los sepultarƔ la peste,
Y sus viudas no los llorarƔn.
16 Aunque amontone plata como polvo,
Y almacene vestiduras como lodo,
17 Las almacenarĆ”, pero el justo las vestirĆ”,
Y los inocentes se repartirƔn la plata.
18 ConstruirĆ” su casa como la polilla,
19 Se acostarĆ” rico, pero no volverĆ” a serlo,
AbrirĆ” los ojos, y no le quedarĆ” nada.
20 De dĆa lo asaltarĆ”n los terrores,
De noche lo arrebatarƔ el huracƔn.
21 Un viento solano se lo llevarĆ”,
Lo arrancarĆ” fuera de su morada, y se irĆ”.
22 SĆ, aunque intente huir por todas partes,
Lo arrojarĆ” y no lo perdonarĆ”.
23 Y al marchar de su lugar,
Le harƔn coro con palmadas y silbidos.
āŗ27.5 dĆ© la razón… Lit. os declare justos. āŗ27.7 La sección 24.18-24 debe leerse
despuƩs de 27.7.
āŗ27.8-23 LĆ©ase despuĆ©s de 24.24. āŗ27.18 Se Sigue LXX ā§194. āŗ27.19 no volverĆ” a
serlo… Lit. no serĆ” aƱadido.āŗ27.23 palmadas y silbidos… Es decir, se burlarĆ”n
āŗ27.5 dĆ© la razón… Lit. os declare justos. āŗ27.7 La sección 24.18-24 debe leerse
despuƩs de 27.7.
CapĆtulo 28
Elogio a la sabidurĆa
1 La plata tiene sus veneros, Y el oro un lugar donde refinarlo. 2 De la tierra se saca el hierro, Y de la piedra se funde el cobre. 3 Pone tĆ©rmino a la oscuridad, Excavando hasta el Ćŗltimo rincón, La piedra oscura y sombrĆa, 4 Lejos de donde transita la gente, Socavan retorcidas galerĆas, Apartados de la humanidad. 5 La tierra de donde sale el pan, Por debajo es trastornada como por fuego, 6 Las piedras que allĆ se hallan son el lugar de los zafiros, Y tambiĆ©n hay polvo de oro. 7 Tal senda es desconocida por el ave de presa, JamĆ”s el ojo del halcón la ha divisado. 8 Nunca hollada por fieras arrogantes, Ni ha pasado por allĆ el león. 9 Alarga su mano sobre el pedernal, Trastoca las montaƱas de raĆz, 10 Entre la roca abre galerĆas, Y su ojo logra ver todo lo precioso. 11 Detiene las corrientes, para que no lloren, Y hace que lo escondido salga a la luz. 12 Pero la sabidurĆa, Āæde dónde se saca? ĀæDónde estĆ” el yacimiento de la prudencia? 13 El mortal no conoce el valor de ella, Ni tampoco ha sido descubierta entre los hombres, 14 El abismo acuoso dijo: No estĆ” en mĆ, El mar dice: No estĆ” conmigo. 15 No se puede obtener con oro fino, Ni la plata puede ser pesada por su precio. 16 No puede evaluarse con oro de Ofir, Ni con el ónice precioso o el zafiro. 17 Oro y diamantes no se le pueden igualar, Ni se puede pagar con vasos de oro fino. 18 Ā”A quĆ© mencionar las perlas y el cristal! Ā”Adquirir la sabidurĆa supera los corales! 19 El topacio de EtiopĆa no la igualarĆa, Ni podrĆ” ser evaluada con oro puro. 20 ĀæDe dónde, pues, proviene la sabidurĆa? ĀæY cuĆ”l es el lugar de la prudencia? 21 Ha sido encubierta a los ojos de todos los vivientes, Y oculta a todas las aves de los cielos. 22 El Abadón y la Muerte dijeron: Ā”Su fama hemos oĆdo con nuestros oĆdos! 23 DIOS conoce el camino de ella, Y sabe el lugar donde se halla, 24 Porque contempla hasta los confines del orbe, Y ve cuanto hay bajo los cielos, 25 Cuando da su peso al viento, Y determina las aguas por medida, 26 Cuando dicta una ley para la lluvia, Y un sendero a relĆ”mpagos y truenos. 27 Entonces Ćl la veĆa, y la manifestó, La estableció, e incluso la probó. 28 Y dijo al hombre: He aquĆ, el temor reverente es la sabidurĆa, Y el apartarse del mal, la prudencia.
āŗ28.3 Pone tĆ©rmino… Esto es (hasta el v. 11), el minero. āŗ28.11 no lloren… PoĆ©ticamente: para que no filtren. āŗ28.23 DIOS… Se sigue LXX. āŗ28.27 Se inserta probó para suplir elipsis del original.
Salmos 73
1 Salmo de Asaf.
Ā”Oh Israel!, ciertamente Elohim es bueno Para con los limpios de corazón. 2 En cuanto a mĆ, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 3 Porque tuve envidia de los soberbios, Viendo la prosperidad de los malvados. 4 Porque no hay dolores en su muerte, Y su vientre estĆ” lleno de grosura. 5 No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demĆ”s hombres; 6 Por lo que la soberbia los ciƱe cual collar, Y como con un manto se visten de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura, Y logran con creces los antojos del corazón. 8 Se burlan y hablan con maldad, Con altanerĆa planean la opresión. 9 Ponen su boca en el cielo, Pero su lengua se arrastra por la tierra. 10 Por eso mi pueblo va hacia ellos, Y bebe sus aguas abundantemente. 11 Y dicen: ĀæCómo puede Elohim saberlo? ĀæHay conocimiento en Elyon? 12 He aquĆ, que asĆ son los malvados, Y sin ser turbados, incrementan su riqueza. 13 Entonces Āæen vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia? 14 Pues he sido azotado todo el dĆa, Y mi castigo viene cada maƱana. 15 Si dijera yo: HablarĆ© como ellos, He aquĆ, a la generación de tus hijos serĆa infiel. 16 Meditaba pues para entender esto, Y resultaba ardua tarea ante mis ojos. 17 Hasta que entrando en el santuario de DIOS percibĆ el fin de ellos. 18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos, Y harĆ”s que caigan en la destrucción. 19 Ā”Cómo fueron asolados de repente! Ā”Cómo perecieron consumidos de terrores! 20 Como al despertar del sueƱo, AsĆ Adonai, cuando TĆŗ despiertes, DespreciarĆ”s sus apariencias. 21 Cuando mi corazón se exacerbaba, Y sentĆa traspasados mis riƱones, 22 Era entonces torpe e ignorante, Como una bestia ante Ti. 23 Con todo, yo siempre estoy contigo. TĆŗ sostienes mi diestra. 24 Me guiarĆ”s con tu consejo, Y despuĆ©s me recibirĆ”s en gloria. 25 ĀæA quiĆ©n tengo yo en los cielos? Y fuera de Ti, nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen, Pero la roca de mi corazón y mi porción es Elohim para siempre. 27 Porque, he aquĆ, los que se alejan de Ti perecerĆ”n, TĆŗ destruirĆ”s a todo aquel que se prostituye apartĆ”ndose de Ti. 28 En cuanto a mĆ, la proximidad de Elohim es mi dicha; En YHVH Adonai he puesto mi refugio, Para contar todas tus obras.
āŗ73.4 dolores… Heb. jartsubot = dolores de parto.
āŗ73.5 hombres… Lit. No tienen el trabajo duro del mortal (heb. henos), ni son azotados como el ser humano (heb. adam).
āŗ73.10 sus aguas… Es decir, sus palabras.
āŗ73.11 Elohim… Lit. Ā“El. Contracción de Elohim ā§1
Salmos 73
1 Maskil de Asaf.
Oh Elohim, ¿por qué nos has desechado para siempre?
¿Por qué humea tu ira contra las ovejas de tu prado?
2 Acuérdate de tu congregación,
La que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla tribu de tu heredad,
Y de este monte Sión, donde has habitado.
3 Dirige tus pasos hacia estas ruinas perpetuas,
Y considera todo el mal que hizo el enemigo entre tus santos.
4 Y los que te aborrecen se jactan en medio de tu fiesta,
Y ponen sus propios estandartes por seƱales.
5 Se asemejan a los que alzan el hacha en la espesura del bosque.
6 Y ahora, con hachas y con mazos,
Hacen trizas sus entalladuras.
7 Han prendido fuego a tu santuario,
Y hasta los cimientos profanaron la morada de tu Nombre.
8 Dijeron en su corazón, toda su familia a una:
”Venid y eliminemos todas las fiestas de DIOS de sobre la tierra!
9 No vemos ya nuestras seƱales,
No hay mƔs profeta,
Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuƔndo.
10 ¿Hasta cuÔndo, Elohim, seguirÔ afrentÔndonos el adversario?
ĀæSeguirĆ” blasfemando tu Nombre por siempre?
11 ¿Por qué retraes tu mano?
Ā”SĆ, tu diestra!
”Extiéndela y destrúyelos!
12 Con todo, Elohim es mi Rey desde antaƱo,
Que obra salvación en la tierra.
13 TĆŗ dividiste el mar con tu poder,
Quebrantaste en las aguas las cabezas de los monstruos marinos.
14 Tú aplastaste las cabezas de LeviatÔn,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.
15 TĆŗ abriste la fuente y el torrente,
TĆŗ secaste rĆos impetuosos.
16 Tuyo es el dĆa, tuya tambiĆ©n la noche,
TĆŗ estableciste la luna y el sol.
17 Tú has establecido todos los términos de la tierra,
TĆŗ hiciste el verano y la primavera.
18 Acuérdate de cómo el enemigo ha injuriado a YHVH,
Y cómo un pueblo vil ha blasfemado tu Nombre.
19 No entregues el alma de tu tórtola a las bestias salvajes,
No te olvides para siempre de la congregación de tus afligidos.
20 Considera atentamente el pacto,
Porque los lugares oscuros de la tierra estƔn llenos de moradas de violencia.
21 No permitas que el oprimido se vuelva avergonzado,
Haz que los afligidos y los menesterosos alaben tu Nombre.
22 ”LevÔntate, oh Elohim, y sustenta tu propia causa!
AcuĆ©rdate de cómo el vil te injuria cada dĆa.
23 No olvides el vocerĆo de tus adversarios,
El tumulto de los que se levantan contra Ti, que sube de continuo.
āŗ74.3 entre tus santos… TM: en el santuario. Se sigue LXX.
āŗ74.4 fiesta… TM:Ā lugar de reunión. Se sigue LXX.
āŗ74.6 sus entalladuras… Esto es, de la Casa deĀ Dios.
āŗ74.8 Se sigue LXX; eliminemos… Lit. quememos; fiestas de DIOS… SeĀ refiere al anuario profĆ©tico de Israel ā§183.
āŗ74.17 primavera… TM registraĀ invierno. Se sigue LXX āGn 8.22.
Mateo CapĆtulo 3
El Bautista
Jn 1.19-28; Mr 1.1-8; Lc 3.1-9, 15-17 1
En aquellos dĆas, se presenta Juan el Bautista proclamando en el desierto de Judea, 2 diciendo: ArrepentĆos, porque el reino de los Cielos se ha acercado. 3 Pues este es el anunciado por el profeta IsaĆas, que dice: Voz de uno que estĆ” gritando en el desierto: Preparad el camino del SeƱor, Haced llanas sus sendas. 4 Y este Juan tenĆa su vestido de pelos de camello y un cinto de cuero alrededor de su cintura, y su comida era langostas y miel silvestre. 5 Y acudĆa a Ć©l JerusalĆ©n y toda Judea, y toda la región en torno al JordĆ”n, 6 y eran bautizados por Ć©l en el rĆo JordĆ”n, confesando pĆŗblicamente sus pecados. 7 Pero al ver que muchos fariseos y saduceos acudĆan a su bautismo, les dijo: Ā”Generación de vĆboras! ĀæQuiĆ©n os enseñó a huir de la ira inminente? 8 Dad, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no se os ocurra decir dentro de vosotros: A Abraham tenemos por padre, porque os digo que DIOS puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. 10 Y ya estĆ” puesta el hacha a la raĆz de los Ć”rboles, de modo que todo Ć”rbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. 11 Yo ciertamente os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene despuĆ©s de mĆ es mĆ”s poderoso que yo, cuyas sandalias no soy digno de llevar. Ćl os bautizarĆ” con EspĆritu Santo y fuego. 12 Tiene su aventador en la mano y limpiarĆ” bien su era. RecogerĆ” su trigo en el granero y quemarĆ” la paja con fuego inextinguible.
El bautismo
Mr 1.9-11; Lc 3.21-22
13 Llega entonces JESĆS desde Galilea al JordĆ”n, donde estaba Juan, para ser bautizado por Ć©l. 14 Pero Ć©l trataba de impedirle, diciendo: Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, Āæy TĆŗ vienes a mĆ? 15 Pero respondiendo, JESĆS le dijo: Deja ahora, porque asĆ nos es conveniente cumplir toda justicia. Entonces lo dejó. 16 Y JESĆS, despuĆ©s que fue bautizado, subió enseguida del agua, y he aquĆ le fueron abiertos los cielos, y vio al EspĆritu de DIOS descendiendo como una paloma que venĆa sobre Ćl. 17 Y he aquĆ una voz de los cielos que decĆa: Este es mi Hijo, el amado, en quien me complacĆ.
āŗ3.1 dĆas… Figurativamente, perĆodo de tiempo (Ć©poca) designado para un propósito especial, tal como el de salvación ā2Co 6.2; o juicio āHch 17.31.
āŗ3.2 reino de los cielos… ā4.17; Mr 1.15.
āŗ3.3 Voz de uno… āJn 1.23; Is 40.3.
āŗ3.4 vestido… ā2R 1.8.
āŗ3.7 fariseos… ā12.34; 23.33.
āŗ3.9 hijos… piedras… Aram. banim… āabanim… Fonetismo; juego de palabras āJn 8.33.
āŗ3.10 cortado y echado… ā7.19.
āŗ3.11 con… ā§30.
āŗ3.15 toda justicia… Se refiere al inicio pĆŗblico de su servicio āNm 4.3; Lc 3.23.
āŗ3.16 le… Esto es, los cielos fueron abiertos a Juan el Bautista exclusivamente āJn 1.29-34.
āŗ3.17 el amado… āGn 22.2; Is 42.1; Mt 12.18; 17.5; Mr 9.7; Lc 9.35.
Mateo Capitulo 21: 1 – 22
La entrada mesiƔnica
Jn 12.12-19; Mr 11.1-11; Lc 19.29-44
1 Cuando se acercaron a JerusalĆ©n y llegaron por BetfagĆ© al monte de los Olivos,Ā entonces JESĆS envió a dos discĆpulos, 2 diciĆ©ndoles: Id a la aldea que estĆ” enfrenteĀ de vosotros, y enseguida hallarĆ©is una asna atada y un pollino con ella: desatadla yĀ traĆ©dmelos.
3 Y si alguien os dice algo, dirĆ©is: El SeƱor los necesita, y enseguida los enviarĆ”. 4 YĀ esto aconteció para que se cumpliera lo dicho por el profeta, cuando dice:Ā
5 Decid a la hija de Sión:
He aquĆ, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.
6 Y los discĆpulos fueron e hicieron como JESĆS les mandó, 7 y trajeron el asna y elĀ pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos, y se sentó encima de ellos. 8 Y la mayorĆaĀ de la gente extendió sus propios mantos en el camino, y otros cortaban ramas de losĀ Ć”rboles, y las tendĆan en el camino.
”Hosanna en las alturas!
9 Y las multitudes que iban delante y detrĆ”s de Ćl, gritaban: Ā”Hosanna al Hijo deĀ David! Ā”Bendito el que viene en Nombre del SeƱor! Ā”Hosanna en las alturas!Ā 10 Y cuando Ćl entró en JerusalĆ©n, toda la ciudad conmocionada decĆa: ĀæQuiĆ©n esĀ este? 11 Y las multitudes decĆan: Este es el profeta JESĆS, el de Nazaret de Galilea.Ā
Purificación del templo
Jn 2.13-22; Mr 11.15-19; Lc 19.45-48
12 Y JESĆS entró en el templo, y echó a todos los que vendĆan y compraban en elĀ templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendĆan lasĀ palomas, 13 y les dice: EstĆ” escrito: Mi Casa serĆ” llamada Casa de oración, peroĀ vosotros estĆ”is haciendo de ella una cueva de ladrones.Ā
14 Y se le acercaron en el templo ciegos y cojos, y los sanó. 15 Pero los principalesĀ sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hizo, y a los niƱos que aclamabanĀ en el templo, diciendo: Ā”Hosanna al Hijo de David! se indignaron, 16 y le dijeron:Ā
ĀæOyes quĆ© dicen estos? JESĆS les dice: SĆ, Āænunca leĆsteis:
De boca de niƱos y lactantes
Perfeccionaste alabanza?
17 Y dejĆ”ndolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y pasó la noche allĆ.
La higuera
Mr 11.12-14, 20-24
18 Muy de maƱana, cuando regresaba a la ciudad, tuvo hambre; 19 y viendo unaĀ higuera junto al camino, fue hacia ella, pero nada halló, sino solo hojas. Le dice:Ā
Ā”Nunca jamĆ”s nazca fruto de ti, para siempre! Y al instante se secó la higuera. 20 AlĀ verlo, los discĆpulos se maravillaron, diciendo: ĀæCómo quedó seca al instante laĀ higuera? 21 Y respondiendo JESĆS, les dijo: De cierto os digo, si tenĆ©is fe y no dudĆ”is,Ā no solo harĆ©is lo de la higuera, sino que aun si a este monte decĆs: LevĆ”ntate y Ć©chateĀ al mar, se harĆ”; 22 y todo cuanto pidĆ”is en oración, creyendo, lo recibirĆ©is.
āŗ21.2 desatadla y traĆ©dmelos… Lit. desatando, traedme.
āŗ21.5 hija de Sión… Esto es,Ā JerusalĆ©n āZac 9.9.
āŗ21.6 fueron e hicieron… Lit. habiendo ido y habiendo hecho.Ā
āŗ21.9 Hosanna… Esto es, Ā”salva ahora! āSal 118.25-26.
āŗ21.12 āMal 3.1.Ā
āŗ21.13 āIs 56.7; estĆ”is haciendo… Mā hicisteis āJer 7.11.
āŗ21.14 en el templo… SeĀ refiere al atrio.
āŗ21.16 āSal 8.2.
āŗ21.21 ā17.20; 1Co 13.2.
āŗ21.22 cuanto pidĆ”is… EstoĀ es, conforme a su voluntad ā1Jn 5.14-15.

