Texto áureo: Deuteronomio 7
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Deuteronomio 7
Día 2 2ªCrónicas 20
Día 3 1ªSamuel 16
Día 4 Ecleciastes 5-7
Día 5 Mateo 25
Día 6 2ª Corintios 12:12-21
I- Dios nos acompaña en los mandamientos de apariencia insignificante.
En el v.12 de esta porción aparece la palabra ekev (עֵקֶב), que nos deja ver un secreto divino: Dios nos acompaña en todo, aún en aquellos mandamientos insignificantes que Él mismo nos ha dado para que nos vaya bien. Literalmente ekev se refiere al ‘talón de nuestro pie’, porque con esto Dios está señalando esa tendencia humana a pisotear siempre las mitzvot (mandamientos) que no son considerados importantes. Claro esto sucede entre otras cosas porque no se llega a entender el valor de cada una de ellas[1].
Por supuesto, nadie puede cumplir con todos los mandamientos (más de 613) al pie de la letra, porque ellos están diseñados por Dios no solo para el buen vivir, sino para que nos lleven a entender la necesidad constante de su misericordia sobre todo hombre. Por eso cuando se cumple con alguno de los mandamientos se debe tener la integridad y la cordura de reconocer la debilidad humana para cumplirlos y pedirle a Dios perdón cuando sea el caso. Una vez esto ocurre la proyección futura debe ser a favor de tener la fortaleza en el Espíritu Santo para cumplirlos tal y como Dios lo recomienda. Es un andar enfático en olvidar a través del arrepentimiento lo que queda atrás (nuestra pecaminosidad) y extenderse a lo que está delante (la santidad y la consagración).
[1] Mt 5:17-20.
II- Dios guarda cada uno de los mandamientos para nosotros.
La palabra ekev en el v.12, aparte de significar el ‘talón de nuestro pie’, también significa la ‘huella’ que se va dejando cuando se camina.
Todos los seres humanos dejamos huellas en los demás, unas para bien otras para mal, unas con buen valor otras de malos valores e inclusive hasta sin ningún valor. Esas huellas y su repercución serán siempre en dependencia de si se hacen en la santidad de Dios o no. Y esa santidad va a depender directamente de la relación con Él y lo obediente que seamos a Sus mandamientos.
Quienes no son cuidadosos con sus pasos y las huellas que van dejando, pueden encontrarse fácilmente en un destino al que nunca desearon llegar.
Preguntas:
1.- Para usted, ¿en qué consiste vivir en santidad?
2.- ¿Cómo podemos aconsejar a un hermano que nos dice que su oración no ha sido suficiente en la educación de sus hijos?
3.- ¿Cómo podría interpretarse hoy Dt 7:17?
Deuteronomio 7
1 Cuando YHVH tu Elohim te haya introducido en la tierra donde vas a entrar para poseerla, y haya expulsado de delante de ti a numerosas naciones: al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú, 2 y YHVH tu Elohim las haya entregado ante ti, y las hayas derrotado, ciertamente las consagrarás al exterminio. No harás pacto con ellas ni tendrás compasión de ellas. 3 No emparentarás con ellas, no darás tus hijos a sus hijas ni tomarás sus hijas para tus hijos, 4 porque apartaría a tu hijo de seguirme, para servir a dioses ajenos, y la ira de YHVH se encendería contra vosotros y no tardaría en destruiros. 5 Esto es lo que haréis con ellos: Demoleréis sus altares, destruiréis sus estelas, talaréis sus aseras y quemaréis sus imágenes en el fuego. 6 Porque tú eres un pueblo consagrado a YHVH tu Elohim. A ti te escogió YHVH tu Elohim para que seas pueblo de su personal propiedad entre todos los pueblos de la tierra. 7 YHVH puso su amor en vosotros y os escogió, no porque fuerais más numerosos que cualquiera de los pueblos, porque sois el pueblo más pequeño, 8 sino que por el puro amor de YHVH a vosotros, por mantener el juramento que juró a vuestros padres, os sacó YHVH con mano fuerte y os redimió de la casa de esclavitud, del dominio de Faraón, rey de Egipto. 9 Reconoce que YHVH tu Elohim es el Elohim, Elohim fiel, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos (mitzvot) hasta mil generaciones, 10 pero a los que lo aborrecen, les da su recompensa en su misma cara para destruirlos sin hacerse esperar; en su misma cara da su merecido al que lo aborrece.
11 Guarda, pues, el mandamiento (mitzvot) y los estatutos (jukim) y los decretos (mishpatim) que hoy te ordeno ponerlos por obra. 12 Porque sucederá que por haber oído estos decretos (mishpatim) y haberlos guardado y puesto por obra, también YHVH tu Elohim guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará. Bendecirá también el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto y tu aceite, las crías de tus vacadas y el incremento de tu rebaño, en la tierra que Él juró a tus padres que había de darte. 14 Bendito serás más que todos los pueblos, no habrá estéril ni impotente entre los tuyos ni en tu ganado. 15 YHVH desviará de ti toda enfermedad; jamás te enviará aquellas epidemias malignas como las de Egipto, que tú conoces, sino que las cargará sobre los que te aborrecen.
16 Aniquila a todos los pueblos que YHVH tu Elohim te entregue. No tengas compasión de ellos ni rindas culto a sus dioses, porque será un lazo para ti. 17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son más numerosas que yo, ¿cómo las podré expulsar? 18 No las temas, ciertamente te será recordado lo que YHVH tu Elohim hizo a Faraón y a todos los egipcios: 19 Las pruebas tremendas que vieron tus ojos, las señales y los portentos, y la mano fuerte y el brazo extendido con que te sacó YHVH tu Elohim. Así hará YHVH tu Elohim a todos los pueblos de cuya presencia tengas temor. 20 YHVH tu Elohim enviará el pánico contra ellos, hasta aniquilar a los que hayan sido dejados por haberse ocultado de tu presencia. 21 No tiembles ante ellos, porque YHVH tu Elohim está en medio de ti como DIOS grande y terrible. 22 YHVH tu Elohim irá expulsando esos pueblos poco a poco. No podrás acabarlos enseguida, no sea que las fieras del campo sean multiplicadas contra ti. 23 YHVH tu Elohim los entregará ante ti, y los confundirá con gran confusión, hasta que sean destruidos. 24 Entregará sus reyes en tu mano, y harás desaparecer sus nombres debajo de los cielos. Nadie te podrá hacer frente hasta que los hayas destruido. 25 Quemarás en fuego las esculturas de sus dioses, no codiciarás la plata ni el oro que las recubre ni te lo apropiarás, no sea que con ello caigas en una trampa, porque es abominación para YHVH tu Elohim. 26 No introduzcas, pues, la cosa abominable en tu casa, pues serías anatema como ella. Del todo la detestarás, y del todo la abominarás, porque es anatema.
►7.1 naciones… →Hch. 13.19.
►7.5 aseras… →Ex.34.13; quemaréis… →Dt. 12.3.
►7.6 propiedad… →Ex. 19.5; Dt. 4.20; 14.2; 26.18; 1P. 2.9.
►7.7 su amor… Heb. jashaq= tomar por mujer →Gn. 34.8.
►7.9 Elohim… Elohim… Lit. Elohim…´El.´El contracción de Elohim.
►7.9-10 →Ex. 20.5-6; 34.6-7; Nm. 14.18; Dt. 5.9-10. ►7.12-16 →Dt. 11.13-17.
►7.20 el pánico… Otra traducción posible: el avispón →Ex. 23.28; Jos. 24.12.
2ªCrónicas 20
1 Aconteció después de esto que los hijos de Moab y los hijos de Amón, y con ellos algunos de los mineos, marcharon a la guerra contra Josafat. 2 Y fueron a informar a Josafat, diciendo: ¡Una gran multitud viene contra ti desde Aram, de allende el mar, y he aquí están en Hazezon-Tamar! (la cual es En-Gadi). 3 Y Josafat tuvo temor y dispuso su rostro para buscar a YHVH, y proclamó un ayuno en todo Judá. 4 Y los de Judá se reunieron para pedir socorro a YHVH, y acudieron de todas las ciudades de Judá para buscar a YHVH.
5 Entonces Josafat se puso de pie en medio de la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la Casa de YHVH, delante del atrio nuevo, 6 y dijo: Oh YHVH, Elohim de nuestros padres, ¿no eres solo Tú el Elohim de los Cielos? ¿No eres Tú quien gobierna todos los reinos de las naciones? En tu mano hay fuerza y poder, y no hay quien pueda resistirte. 7 ¿No arrojaste Tú, oh Elohim nuestro, delante de tu pueblo Israel, a los habitantes de esta tierra, y la diste para siempre a la simiente de tu amigo Abraham? 8 Y habitaron en ella, y en ella te han edificado un santuario para tu Nombre, diciendo: 9 Si nos sobreviene el mal, ya sea con espada, con peste o hambruna, nos congregaremos ante esta Casa y ante Ti, porque tu Nombre está en esta Casa, y clamaremos a Ti en nuestra aflicción, y Tú nos escucharás y nos salvarás. 10 Ahora pues, he aquí los hijos de Amón, los de Moab y los del monte Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiera cuando venía de la tierra de Egipto (por eso se desviaron de ellos y no los destruyeron); 11 he aquí, ellos nos recompensan viniendo a echarnos de tu heredad, la cual nos diste en posesión. 12 ¡Oh Elohim nuestro! ¿No los castigarás Tú? Porque no hay fuerza en nosotros contra esta gran multitud que viene contra nosotros, ni sabemos qué hacer; por eso volvemos nuestros ojos a Ti.
13 Y todo Judá permaneció de pie ante YHVH, con sus pequeños, sus mujeres y sus hijos. 14 Entonces el Espíritu de YHVH descendió en medio de la congregación sobre Jahaziel ben Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, 15 y dijo: Oíd con atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Así os dice YHVH: No temáis ni os amedrentéis a causa de tan gran multitud, porque la batalla no es vuestra, sino de Elohim. 16 Descended contra ellos mañana. He aquí ellos suben por la cuesta de Sis, así que los encontraréis en el límite del arroyo, frente al desierto de Jeruel. 17 Pero no tendréis que luchar en esta ocasión; resistid y estaos quietos, y ved la salvación de YHVH para vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni os aterroricéis! Salid mañana contra ellos, porque YHVH está con vosotros.
18 Entonces Josafat se inclinó rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén cayeron ante YHVH, y se postraron delante de YHVH. 19 Y los levitas, de los hijos de los coatitas y de los hijos de los coreítas, se pusieron de pie para alabar con fuertes voces a YHVH, el Elohim de Israel. 20 Y se levantaron de madrugada y salieron al desierto de Tecoa, y cuando avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: Escuchadme, oh Judá, y vosotros, habitantes de Jerusalén: ¡Creed en YHVH vuestro Elohim y permaneceréis firmes! ¡Creed a sus profetas, y triunfaréis! 21 Y habiendo consultado con el pueblo, designó a algunos que, vestidos con ornamentos sagrados, cantaran y alabaran a YHVH al frente del ejército, diciendo: ¡Alabad a YHVH, porque para siempre es su misericordia! 22 Y cuando comenzaron con clamor y alabanza, YHVH puso emboscados contra los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, que venían contra Judá, y fueron derrotados; 23 pues los hijos de Amón y de Moab atacaron a los del monte Seir hasta que los destruyeron por completo; y una vez que destruyeron a los de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su propio compañero.
24 Así, cuando Judá llegó a la altura desde donde se atalayaba el desierto, dirigieron la mirada hacia la multitud, y he aquí ellos no eran sino cadáveres tendidos por tierra, sin que nadie hubiera escapado. 25 Y Josafat y su pueblo se llegaron para saquear sus despojos, y hallaron entre los cadáveres abundantes riquezas, y vestiduras, y objetos valiosos, que cada cual despojó para sí, y anduvieron tres días recogiendo despojos, porque era mucho. 26 Al cuarto día se congregaron en el valle de Berajá, porque allí bendijeron a YHVH. Por eso llamaron aquel lugar Émeq-Berajá hasta hoy. 27 Y todos los de Judá retornaron a Jerusalén con regocijo, con Josafat al frente, por cuanto YHVH había hecho que se regocijaran ante sus enemigos. 28 Y llegaron a Jerusalén al son de salterios, arpas y trompetas, entrando así a la Casa de YHVH.
29 Y el terror de Elohim sobrevino sobre todos los reinos de esas tierras, cuando oyeron que YHVH había luchado contra los enemigos de Israel. 30 Y el reino de Josafat fue tranquilo, porque su Elohim le concedió paz en derredor. 31 Y Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi. 32 Y anduvo en el camino de su padre Asa, y no se apartó de él, haciendo lo recto ante los ojos de YHVH. 33 Sin embargo, no se abandonaron los lugares altos, pues el pueblo aún no había dispuesto su corazón hacia el Elohim de sus padres.
34 El resto de los hechos de Josafat, los primeros y los últimos, he aquí están escritos en los relatos de Jehú ben Hanani, insertos en el rollo de los Reyes de Israel.
35 Después de esto, Josafat rey de Judá se alió con Ocozías rey de Israel, quien obraba impíamente. 36 Y se alió con él para construir navíos para ir a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-Geber. 37 Entonces Eliezer ben Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por haberte aliado con Ocozías, YHVH destruye tus obras. Y las naves se destrozaron y no pudieron ir a Tarsis.
►20.1 mineos… Se sigue LXX. Esto es, los hijos de Seir →v. 10; TM: amonitas.
►20.2 Aram… Esto es, Siria; de allende el mar… Aquí puede referirse tanto al mar de Galilea como al mar Muerto.
►20.9 clamaremos a Ti… →6.14-42.
►20.16 arroyo… Esto es, un wadi, que solo contiene agua durante la estación de lluvias.
►20.22 emboscados… El participio alude a personas al acecho.
►20.25 para sí… TM añade hasta más no poder. Se sigue LXX →§194. ►20.26 Émeq-Berajá… Esto es, valle de bendición.
►20.27 Se sigue LXX.
►20.33 los lugares altos… →11.15 nota.
1ªSamuel 16
1 YHVH dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo lamentarás por Saúl, si Yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno con aceite, y ve, que Yo te enviaré a Isaí betlemita, porque de entre sus hijos me he provisto rey. 2 Y Samuel dijo: ¿Cómo iré? ¡Si Saúl se entera me matará! Pero YHVH dijo: Toma contigo una becerra de la vacada, y dí: He venido a sacrificar a YHVH. 3 E invitarás a Isaí al sacrificio, y Yo te haré saber lo que has de hacer, y ungirás al que Yo te diga. 4 E hizo Samuel lo que le había hablado YHVH. Y habiendo llegado a Bet-Léjem los ancianos de la ciudad salieron temblorosos a su encuentro, y preguntaron: ¿Es pacífica tu venida? 5 Y él dijo: ¡Shalom! He venido para ofrecer sacrificio a YHVH. Purificaos vosotros y venid conmigo al sacrificio. Después purificó a Isaí con sus hijos y los invitó al sacrificio.
6 Y sucedió que cuando ellos llegaron, vio a Eliab, y se dijo: ¡Ciertamente su ungido (un mesías) está delante de YHVH! 7 Pero YHVH dijo a Samuel: No mires su apariencia, ni su estatura, porque lo he rechazado, porque Yo no miro como mira el hombre, porque el hombre mira la apariencia externa, pero YHVH mira el corazón. 8 Entonces Isaí llamó a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a este eligió YHVH. 9 Luego Isaí hizo pasar a Samma. Y él dijo: Tampoco a este eligió YHVH. 10 Así hizo pasar Isaí a sus siete hijos delante de Samuel, pero Samuel dijo a Isaí: YHVH no eligió a estos. 11 Y preguntó Samuel a Isaí: ¿Han terminado de pasar los jóvenes? Y él respondió: Queda el menor, y he aquí está pastoreando el rebaño. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos reclinaremos hasta que él venga aquí.
12 Envió, pues, y lo hizo venir; y él era rubio, de ojos vivaces y aspecto gallardo. Y dijo YHVH: ¡Levántate y úngelo, porque este es! 13 Samuel entonces, tomando el cuerno del aceite, lo ungió en medio de sus hermanos, y el Espíritu de YHVH se apoderó de David desde aquel día en adelante. Y Samuel se levantó y se fue a Ramá.
14 Y el Espíritu de YHVH se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de YHVH lo aterrorizaba. 15 Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí, un espíritu malo de parte de Elohim te atormenta. 16 Ordene nuestro señor a tus esclavos que están ante ti, que busquen un varón que sepa tañer el arpa; y acontecerá que cuando te acometa el espíritu malo de parte de Elohim, tañerá con su mano y te pondrás bien. 17 Y Saúl respondió a sus criados: ¡Buscadme ahora un hombre que sepa tañer bien, y traédmelo!
18 Y uno de los jóvenes respondió, y dijo: He aquí, he visto a un hijo de Isaí betlemita, que sabe tañer, y es poderoso y valiente, y hombre de guerra, discreto en el hablar y de buen parecer, y YHVH está con él. 19 Y Saúl envió mensajeros a Isaí, y le dijo: Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño. 20 E Isaí tomó un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito del rebaño, y los envió a Saúl por medio de su hijo David. 21 Y David fue a Saúl, y se quedó con él, y llegó a estimarlo grandemente, y lo hizo su escudero. 22 Y Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David se quede conmigo, pues ha hallado gracia ante mis ojos. 23 Y cuando el espíritu de parte de Elohim acometía a Saúl, David tomaba el arpa y la tañía con su mano, y Saúl se sentía aliviado y mejoraba, y el espíritu malo se apartaba de él.
►16.7 Se sigue LXX.
►16.10 siete...
►16.11 Se inserta de pasar para suplir elipsis del original; reclinaremos… Esto es, sentarse a la mesa para comer.
►16.13 se apoderó… Heb. titslaj-el →1S. 10.10.
Ecleciastes 5
1 Cuando vayas a la Casa de DIOS guarda tu pie, y acércate más para oír, que para ofrecer el sacrificio de los necios, porque no saben que hacen mal.
2 No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra ante el Elohim, porque el Elohim está en los cielos y tú en la tierra, por tanto, sean pocas tus palabras. 3 Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños, y de las muchas palabras el dicho del necio.
4 Cuando hagas un voto a Elohim, no tardes en cumplirlo, porque no hay complacencia en los necios. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas.
6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del mensajero que fue ignorancia. ¿Por qué harás que el Elohim se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos? 7 Porque donde abundan los sueños abundan las vanidades y las muchas palabras. Pero tú, teme a el Elohim.
8 Si ves la opresión a los pobres, y la perversión del derecho (mishpatim) y la justicia en alguna provincia, no te turbes a causa de esto, porque sobre el alto vigila otro más alto, y hay Alguien aún más alto que ellos. 9 Pero en todo sentido, el provecho de un país es que el rey mismo se preocupe por su territorio.
10 El que ama la plata nunca se saciará de la plata, y el que ama la riqueza no sacará ganancia, y también esto es vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes, aumentan quienes los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrá su dueño aparte de verlos con sus propios ojos? 12 Coma poco o coma mucho, dulce es el sueño del hombre trabajador; pero la abundancia no deja dormir al rico.
13 Hay un mal grave que he visto debajo del sol: riqueza guardada por su dueño para su propio perjuicio. 14 Pues se pierde esa riqueza en un negocio inafortunado, y cuando engendra un hijo, nada le queda en su mano. 15 Como salió del vientre de su madre, así volverá desnudo como vino, y por sus afanes no recibirá nada que pueda llevarse en la mano.
16 Y este también es un mal grave: el que tenga que irse tal como vino, y ¿qué provecho le quedará de haberse afanado por perseguir el viento? 17 Ya que todos sus días comió en tiniebla, afanándose, enfermándose y enojándose.
18 He aquí lo que he visto: Es bueno y propio que el hombre coma y beba y disfrute del bien de todo el trabajo con que se fatiga debajo del sol todos los días de vida que el Elohim le concedió, porque esta es su porción.
19 Asimismo, a todo hombre a quien el Elohim ha dado bienes y riquezas, y le ha dado facultad para que las disfrute y tome su porción y se regocije en su trabajo, esto también es don de DIOS, 20 para que no reflexione mucho durante los días de su vanidad, mientras el Elohim lo mantenía absorto con el gozo de su corazón.
►5.9 se preocupe… Texto de difícil traducción.
►5.14 nada le queda… Es decir, para mantener a su hijo.
Ecleciastes 6
1 Hay otro mal que he visto debajo del sol, y que es gravoso para los hombres: 2 El del hombre a quien el Elohim le ha dado riquezas, tesoros y honores, de modo que nada le falta de todo lo que su alma pueda desear, pero a quien el Elohim no le permite disfrutarlo, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad y un mal doloroso.
3 Aunque un hombre engendre cien y viva muchos años, y sean numerosos los días de su vida, si su alma no se sació de felicidad, digo: mejor que él es un aborto, 4 que llega en un soplo y se marcha a oscuras, y la oscuridad encubre su nombre. 5 No vio el sol, ni se entera de nada, ni recibe sepultura, pero descansa mejor que el otro, 6 porque aunque hubiera vivido mil años dos veces, si no disfrutó de felicidad, ¿no van todos a un mismo lugar?
7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y aun así, su alma no se sacia. 8 ¿Qué provecho tiene el sabio más que el necio? ¿Qué ventaja tiene el pobre que supo comportarse entre los vivientes? 9 Más vale lo que ven los ojos que el divagar del alma. También esto es vanidad y correr tras el viento.
10 Al que existe ya se le había dado nombre, y se sabe que es solo un hombre, y que no puede contender con quien es más fuerte que él.
11 Cuantas más palabras (debarim), más vanidad. ¿Qué provecho saca el hombre? 12 Porque ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre en la vida, todos los días de su vana vida? Los pasará como una sombra, pues ¿quién anunciará al hombre lo que sucederá después de él debajo del sol?
►6.3 cien… Es decir, cien hijos; felicidad… Algunas versiones añaden la frase ni recibe sepultura que debe ir en el v. 5.
►6.9 divagar del alma… Es decir, de los deseos.
►6.11 ¿qué provecho?… Es decir, de tanto hablar
Ecleciastes 7
1 Mejor es un buen nombre que un buen ungüento, y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.
2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y el viviente debe poner esto en su corazón.
3 Mejor la tristeza que la risa, porque el semblante triste enmienda el corazón.
4 El corazón de los sabios está en la casa del luto, pero el corazón del necio, en la casa del placer.
5 Mejor es oír la reprensión del sabio que el canto de los necios: 6 Crepitar de los espinos bajo el caldero, tal es la risa del necio, y también esto es vanidad.
7 Ciertamente las presiones hacen necio al sabio, y un regalo destruye la voluntad.
8 Mejor es el fin de un asunto que su comienzo, y el paciente de espíritu mejor que el altivo de espíritu.
9 No te apresures en tu alma a enojarte, porque la ira reposa en el seno de los necios.
10 Nunca digas: ¿Por qué los tiempos pasados fueron mejores que estos? No es sabio que preguntes esto.
11 El conocimiento es tan bueno como la heredad, y aprovecha a los que ven el sol.
12 Porque estar a la sombra del conocimiento es como estar a la sombra del dinero, pero la sabiduría aventaja al conocimiento en que da vida a sus poseedores.
13 Considera la obra de DIOS: ¿Quién podrá enderezar lo que Él torció?
14 En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad reflexiona: el Elohim ha hecho tanto el uno como el otro, para que el hombre no sepa lo que sucederá después de él.
15 Esta dualidad he visto en mi vida vana: Hay justo que fracasa por su justicia, y hay impío que prospera en su impiedad. 16 No seas en extremo justo, ni presumas ser muy sabio. ¿Para qué matarse? 17 No seas en extremo impío ni insensato. ¿Por qué morir antes de tiempo? 18 Bueno es que te aferres a esto sin soltar aquello, porque el que teme a Elohim de todo sale bien parado.
19 La sabiduría hace al sabio más fuerte que diez poderosos en una ciudad. 20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. 21 No hagas caso de todo lo que se habla, ni escuches a tu siervo cuando te maldice, 22 pues sabes muy bien que muchas veces tú mismo has maldecido a otros.
23 Todas estas cosas experimenté con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero eso estaba lejos de mí. 24 Lo que existe es remoto y en extremo profundo, ¿quién lo podrá hallar?
25 Dirigí mi corazón al saber, a escudriñar y a buscar el conocimiento y la razón, procurando conocer cuál es la peor insensatez, la necedad más absurda, 26 y hallé más trágica que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a el Elohim escapará de ella, pero el pecador será atrapado por ella.
27 He aquí, dice Qohélet (quien dirige la asamblea), sopesando las cosas una por una, para hallar una razón, 28 lo que aún busca mi alma sin haberlo encontrado: Un hombre entre mil hallé, pero una mujer entre todas ellas no la he encontrado. 29 Solo esto he hallado: que el Elohim hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.
►7.1 nombre… ungüento… Asonancia de shem = nombre, con shémen = ungüento.
►7.7 las presiones… Según el contexto se refiere aquí a la presión coercitiva que ejerce el dinero en las decisiones humanas.
►7.12 la sabiduría… Heb. da´ath. Aquí, el conocimiento experimental de Dios.
►7.18 esto… →v. 17; aquello… →v. 16.
Mateo 25
1 Entonces el reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del novio. 2 Cinco de ellas eran insensatas y cinco eran prudentes; 3 porque las insensatas, al tomar las lámparas, no tomaron consigo aceite, 4 pero las prudentes tomaron aceite en las vasijas juntamente con sus lámparas. 5 Mas tardando el novio, todas comenzaron a cabecear y se dormían. 6 Pero a la medianoche hubo un clamor: ¡He aquí el novio, salid a su encuentro! 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se están apagando. 9 Pero las prudentes respondieron, diciendo: Id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas, no sea que de ningún modo alcance para nosotras y vosotras. 10 Pero mientras iban a comprar, llegó el novio, y las preparadas entraron con él a la fiesta de bodas, y fue cerrada la puerta. 11 Más tarde, las otras vírgenes también llegan diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Pero él respondiendo, dijo: De cierto os digo, no os conozco. 13 Velad pues, ya que no sabéis el día ni la hora.
14 Porque es como un hombre que yéndose de viaje, llamó a sus esclavos y les encargó sus bienes: 15 A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno; a cada uno según su capacidad. Y se fue de viaje. 16 Enseguida, el que recibió los cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco. 17 Asimismo el de los dos ganó otros dos. 18 Pero el que recibió uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo, llega el señor de aquellos esclavos y ajusta cuentas con ellos. 20 Y acercándose el que recibió los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, me entregaste cinco talentos. Mira, gané otros cinco talentos. 21 Y su señor le dijo: Bien, esclavo bueno y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22 Acercándose también el de los dos talentos, dijo: Señor, me entregaste dos talentos. Mira, gané otros dos talentos. 23 Su señor le dijo: Bien, esclavo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 24 Y acercándose también el que ha recibido un talento, dijo: Señor, supe que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 y, atemorizado, fui y escondí tu talento en la tierra: aquí tienes lo tuyo. 26 Pero respondiendo su señor, le dijo: ¡Esclavo malo y holgazán! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? 27 Debías, por tanto, llevar mi dinero a los banqueros, y al venir yo hubiera recibido lo mío con intereses. 28 ¡Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene los diez talentos! 29 Porque a todo el que tiene le será dado y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al esclavo inútil echadlo a la tiniebla de lo más afuera. Allí será el llanto y el crujir de los dientes.
31 Y cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los mensajeros con Él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de Él todas las naciones, y los apartará unos de otros como el pastor separa las ovejas de las cabras: 33 Colocará las ovejas a su derecha, y las cabras a la izquierda. 34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ¡Venid, los benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del cosmos! 35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, 36 desnudo, y me cubristeis; estuve enfermo y me visitasteis; estaba en prisión y vinisteis a Mí. 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero y te acogimos, o desnudo y te cubrimos? 39 O, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo, en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: ¡Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles! 42 Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43 fui forastero y no me acogisteis, estaba desnudo y no me cubristeis, enfermo y en prisión, y no me visitasteis. 44 Ellos entonces también responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te servimos? 45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo: En cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco me lo hicisteis a Mí. 46 E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
►25.1 →Lc 12.35-36; Ap 19.7-9; diez...
►25.8-9 aceite… comprad… Aquí, el aceite simboliza la fe como patrimonio del israelita.
►25.12 →Lc 13.25.
►25.13 ni la hora… TR añade (de 24.44) en que el Hijo del Hombre ha de venir.
►25.14 es como… Es decir, el reino de los cielos es como.
►25.15 talentos… 1 talento = 6.000 denarios.
►25.16 Enseguida..; otros cinco… TR otros cinco talentos.
►25.17 ganó… TR también ganó.
►25.20 gané… M↓ añaden sobre ellos.
►25.21 has sido… Lit. eras.
►25.22 el… M↓ añaden que recibió; gané… M↓ añaden sobre ellos.
►25.23 has sido… Lit. eras.
►25.25 fui… Lit. habiendo ido.
►25.27 recibido… Lit. recibí.
►25.29 al que no tiene… Esto es, aquel cuyos dones no han dado fruto →13.12; Mr 4.25; Lc 8.18.
►25.30 más afuera...
►25.31 ángeles… M↓ santos ángeles →16.27; 19.28.
►25.32 las naciones, y los apartará… El repentino cambio de género las (naciones) los (apartará), muestra cuán personal es el juicio.
►25.46 →Dn 12.2.
►26.2 →Ex 12.1-27.
2ªCorintios 12:12-21
12 En verdad, las señales de apóstol fueron hechas entre vosotros con toda paciencia, con milagros y prodigios, y con poderes sobrenaturales. 13 Porque, ¿qué cosa hay en la que fuisteis inferiores a las demás iglesias, sino en que yo mismo no os fui una carga? ¡Perdonadme el agravio!
14 Mirad, estoy preparado para ir a vosotros por tercera vez, y no os seré una carga; porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros; porque no están obligados a atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. 15 Pero yo muy gustosamente gastaré y me desgastaré por vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. 16 Pero admitiendo esto, que no os fui una carga, no obstante, diréis que, siendo astuto, os prendí con engaño. 17 ¿Acaso os engañé por medio de alguno de los que envié a vosotros? 18 Rogué a Tito, y con él envié al hermano. ¿Acaso os engañó Tito? ¿No hemos procedido con el mismo espíritu y en las mismas pisadas? 19 Todo este tiempo habéis estado pensando que nos defendíamos ante vosotros, pero, de hecho, es ante DIOS que hemos estado hablando en CRISTO; y todo, amados, para vuestra edificación. 20 Porque temo que al ir, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado por vosotros como no queréis; no sea que haya contienda, envidia, animosidades, ambiciones egoístas, difamaciones, chismes, engreimientos, desórdenes; 21 que viniendo de nuevo, me humille mi DIOS ante vosotros, y tenga yo que llorar por muchos de los que habían pecado anteriormente, y no se arrepintieron de la impureza, inmoralidad sexual e indecencia que han practicado.
►12.11 insensato… M↓ añaden al gloriarme; «súper apóstoles»… Gr. uperlían apóstoloi. Una Ironía. Estos son los falsos apóstoles →11.13-15, los mismos de 11.5.
►12.13 ¡Perdonadme el agravio!...
►12.16 Se inserta diréis para suplir elipsis del original. Se suple la elipsis para mejor comprensión de la ironía →v. 13.
►12.20 contienda, envidia… El singular (fuertemente respaldado por P, A y B) fue modificado en muchos M↓ por contiendas, envidias, a fin de armonizar con los plurales que continúan; desórdenes… M↓ añaden entre vosotros.