Porción 114

Texto áureo:​ Deuteronomio 8
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Deuteronomio 8

Día 2 Salmo 144-145

Día 3 Proverbios 3

Día 4 Lucas 4:1-15

Día 5 Hechos 26

Día 6 Romanos 8:16-27

I- El propósito del castigo divino.

Esta porción enseña que Dios nunca castiga para infligir dolor como objetivo, sino que su meta es más bien constructiva. Por eso aún en medio del dolor, se debe saber que Dios como buen Padre está con nosotros y nunca ha abandonado ni abandonará a ninguno de sus hijos. Este conocimiento al respecto no debe ser sólo intelectual, aunque es muy bueno tenerlo conceptuado, sino que también se ha de experimentar en el corazón. Esta es la forma de mantenerse en el buen camino.

Todo buen padre siente tanto amor por sus hijos que su intención nunca será la de castigar en sí, sino la de educar. Cuando el hombre se encierra en su rebeldía, Dios como un padre anhela que vuelva a Él como un hijo. Él estará constantemente enviando diferentes llamados de atención y, aunque lamentablemente el hombre cuando está en medio de su dolor o enojo no le escucha, Dios nunca cesará en llevar adelante su amor por ellos.

Los hijos de Dios deben entender que Él como padre nunca preferirá lastimarlos. Cuando Él coloca dificultades en nuestro camino es para que de una manera extrema aprendamos que nos estamos comportando autodestructivamente y que hemos perdido de vista el verdadero sentido de la vida. Alguien decía en una ocasión: «A Dios no hay que preguntar por qué, eso sólo lleva a más enojo y amargura. La pregunta debe ser: ¿Qué aprendo de esto? o ¿cómo puedo crecer y madurar a partir de esta situación? Si recordamos eso, nos será más fácil enfrentar las dificultades y acercarnos a nuestro Padre Celestial».

El Rey David refuerza esta enseñanza: «Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.», lo que significa que incluso cuando la vara puede causar dolor siempre conforta y da aliento, ayudando a entender que Su objetivo nacido en su amor es ayudar y edificar.

II- La ingratitud.

Los vv.11-19 enseñan un “interesante” mecanismo psicológico de la ingratitud. Dios saca al pueblo de la esclavitud en Egipto, los lleva al desierto y allí les da de beber y de comer de forma milagrosa. Sin embargo, es posible que al llegar a la tierra prometida comiencen a disfrutar de las abundancias del lugar y olviden todo lo que Dios hizo por ellos, llegando a decir: «Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.», olvidando a Dios y todos los favores constantes que les hizo. Pero la ingratitud no terminaría ahí, no sólo olvidarían agradecer a Dios por lo que hizo, sino que también negarían lo que estaría haciendo en el presente, llegando a adorar otros dioses.

Lamentablemente, este es un fenómeno bastante común entre los hombres: Ayudamos a alguien y después esa persona se vuelve contra nosotros, lo auxiliamos en su momento de necesidad y después nos ataca. ¿Por qué es así? Una de las razones es precisamente porque sabe que le beneficiamos, pero como no tiene manera de pagarnos (o no quiere hacerlo) va a negar que le ayudamos o a decir que se hizo con intenciones de manipulación, para así preservar su “dignidad” y dejar de verse a sí misma como deudora. Hay una anécdota que muestra este principio psicológico:

En una ocasión un pastor sufría constantemente los ataques de uno de sus feligreses, insultándole y hablando mal de él con otros. Llegó el momento en que el pastor decidió confrontarlo y le dijo: “¿Por qué me atacas tanto, si yo nunca te he hecho ningún favor?”. Lo que el pastor le quería decir era: “Si en el pasado te hubiese ayudado, entiendo que ahora me ataques para conservar tu dignidad y no vivir con el sentimiento que me debes algo, pero si nunca te he hecho ningún favor, entonces ¿por qué me atacas tanto?”.

Tristemente la ingratitud no sólo lleva a negar los favores recibidos, sino que también impulsa a atacar a quien hizo el beneficio.

III- Dios no solo es vara sino también sustento.

En esta porción Moisés también hace una enfática petición al pueblo para que no olviden nunca a Dios como la única y verdadera fuente de todo. ¿Por qué Moisés enfatizó este punto de una forma tan marcada? La razón es que la mayoría de los creyentes, cuando todo van bien económicamente, tienen la tendencia a sentir que es un mérito de ellos y no de Dios. Sin embargo, si las cosas salen mal entonces el culpable es Dios. Hay así una tendencia a tomar crédito personal por las cosas que salen bien y a culpar a otros si salen mal.

Moisés, aunque sabía que Dios es la fuente de todo, también conocía esta naturaleza humana. Por eso pidió a cada persona que, al incrementar sus posesiones en la tierra prometida nunca olvidaran ni por un segundo de quién ha sido y es su proveedor. Lamentablemente la historia ha mostrado que muchos de los que reciben el favor de Dios con el tiempo se olvidan de esto una y otra vez. Se debe aprender que si vamos a “culpar” a Dios cuando las cosas no salen bien y luego le vamos a pedir que mejore nuestra situación, no se puede decir de manera simplista: «¡Gracias a Dios!», eso no es suficiente.

A menos que vivamos conscientemente con la realidad de que Dios fue quien hizo que las cosas estén mejor, habremos perdido una gran oportunidad para acercarnos a quien controla todo. Él quiere que luchemos contra ese deseo humano de vanagloriarse del crédito personal por las cosas que en realidad recibimos del Creador. Todo aquel que logra vivir en esta realidad literalmente entenderá muchos propósitos de Dios para él y los demás.

Como un ejemplo de ese abastecimiento y cuidado de Dios sobre el hombre, es posible ver a la gente que vive aparentemente de “pan” (lo físico), ¿cierto? Sin embargo, la Biblia responde que sólo por la Palabra de Dios es que existe el hombre. Por eso en esta porción Moisés describe la subsistencia sobrenatural del pueblo de Israel en el desierto. Ellos comieron maná, tenían un abastecimiento continuo de agua potable y sus ropas y zapatos nunca se gastaron. Esto enseña que: «¡No sólo de pan vive el hombre!», sino más exactamente de la Palabra de Dios que le sostiene.

Preguntas:

1.- Investigue en los textos históricos del primer siglo por qué Pablo trató a Herodes Agripa con tanto agradecimiento y respeto.

2.- Interprete a la luz de la porción lo dicho por Pablo en Ro 8:16-27.

3.- ¿Por qué podemos decir que solo por la Palabra de Dios existe el hombre?

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