Texto Ɣureo: Deuteronomio 9.
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 Deuteronomio 9
DĆa 2 2ĀŖReyes 9-10
DĆa 3 Salmo 58-59
DĆa 4 Ezequiel 21-22
DĆa 5 Lucas 10:1-16
DĆa 6 Colosenses 1
I- Retos grandes para el pueblo de fe.
Ante la inminente entrada del pueblo de Israel en la tierra prometida, Dios le habla claro al respecto, porque el hecho de que Ćl estĆ© al frente de todo no significa que la batalla vaya a ser fĆ”cil. No por falta de poder en Ćl, sino por la necesidad que tiene todo ser humano de crecer en cada situación.
Hay escenarios y āgente aterradoraā que pudieran hacer flaquear la fe, y de ahĆ la llama con que la fidelidad a lo que se cree serĆ” probada como el oro. Ante estas amenazas, la fidelidad y la confianza en Dios se van a poner en prĆ”ctica, en ocasiones de forma āaparentemente absurdaā para los atacantes y tambiĆ©n para todos aquellos que no conocen el seƱorĆo de Dios, porque serĆ”n testigos del auxilio sobrenatural de Dios sobre su pueblo. Para el creyente que estĆ” consciente del dominio y control divino sobre cada una de las situaciones adversas que ha vivido, comenzando por su salvación del pecado, ese testimonio que le ha sido revelado le harĆ” permanecer firme en la batalla.
Con esto no se estĆ” hablando de ese tipo de āvictorias espiritualesā inventadas que nacen en la superstición humana y que muchas veces los creyentes se ponen como metas, sino de un andar seguro basado en la real voluntad de Dios.
Fue Ćl desde un primer momento, aun estando en Egipto, quien le dijo al pueblo que los traerĆa a esta tierra y no el mero empeƱo de ellos como una nación pretenciosa, por tanto, Ćl les guardarĆa en medio de cualquier situación o enemigo por grande que pareciere.
II- El mayor reto de un lĆder espiritual.
Al leer el pasaje paralelo al de esta porción (Ex 32:19) surge una pregunta: ĀæPor quĆ© la Escritura reitera que MoisĆ©s tomó las tablas, y luego las arrojó āde sus dos manosā, acaso siempre que se arroja algo no es desde las manos? Recuerde que nada en el texto estĆ” sin un objetivo divino definido.
MoisĆ©s, como hemos visto, estaba entregado por completo al pueblo de Dios, lo amaba y estaba dispuesto a todo por ellos. Interesantemente, el verbo empleado aquĆ etpos (×ֶתְפֹּש×) sugiere que MoisĆ©s āsujetó para sĆā las tablas (o sea las transfirió a su propiedad). Es asĆ cómo, cuando las quiebra al ser de su propiedad, este hecho quedaba en su Ćŗnica responsabilidad, sin aƱadir mĆ”s mal al pecado que el pueblo estaba cometiendo.
ĀæPor quĆ© MoisĆ©s hace esto? Simple, porque del corazón de una persona salen la bonanza y tambiĆ©n la malignidad. En este caso MoisĆ©s estaba expresando su amor tan grande por aquella nación a la que habĆa aprendido a amar no por ser su pueblo sino por ser el pueblo de Dios. Por muy mal que estĆ© su pueblo, debemos aprender a amarlo porque Dios lo ama, no porque muestre buenas caracterĆsticas como un pueblo mĆ”s, sino porque se ama a Dios y sus planes. Debemos aprender a mirar las cosas no por lo que son, sino por lo que van a llegar a ser en las manos de Ćl por ser de su propiedad.
Como mismo MoisĆ©s no abandonó al pueblo, asĆ los lĆderes dentro de ese pueblo de Dios no deben abandonar al rebaƱo y, aĆŗn mĆ”s, deben estar dispuestos a pararse en la brecha por aquellos que son sus hermanos.
III- El reto de usar todo para el bien.
En Dt 9:21 MoisĆ©s cita el hecho idolĆ”trico en que el pueblo usó su oro para hacer aquella imagen de un becerro. Recordemos que esas prendas en realidad Dios se las habĆa dado al salir de Egipto, cuando les dijo que pidieran a su vecino y no las devolvieran como pago por su esclavitud.
El SeƱor enseƱaba con esto que todo fue hecho o permitido para que se hiciera por y para Ćl. Todo lo existente en este mundo es destinado por Dios para ser un instrumento de la verdad[1]. Es decir, aplicando lo aprendido en otras porciones, el objetivo principal por el cual fue creado el oro en este mundo era el tabernĆ”culo y el templo que Ćl tenĆa en su plan eterno de indicar que se construyera, pues serĆa un modelo del trono celestial.
Sin embargo, como consecuencia del libre albedrĆo humano guiado por el pecado, una vez creado el oro ellos tenĆan la posibilidad de hacer uso de Ć©ste con otros objetivos, inclusive tan desviados que podrĆan hacerles hasta asesinar por obtenerlo.
A pesar de esto, se debe entender que la utilización para el mal de los elementos creados por Dios no altera, en ninguna medida, el objetivo original para el cual fueron creados. Por el contrario, cuando se utilizan estos elementos fĆsicos para difundir la verdad o la adoración del Creador, es ahĆ que los lleva a su objetivo y perfección inicial por el cual fueron creados. Todo lo que usemos para el bien, adquiere en esa dimensión del amor su principal y Ćŗnico propósito.
[1] Col 1:16.
IV- Una fe bien anclada.
Muchas veces oĆmos preguntas como: ĀæSi Dios es bueno, por quĆ© permitió que aquellas pobres naciones fueran destruidas por Israel? ĀæSi Dios es bueno por quĆ© permite que ocurran cosas malas? En el v.5 de este capĆtulo encontramos una respuesta que ayuda mucho. Aquellas naciones no eran mĆ”s inocentes que Sodoma y Gomorra, sus pueblos ya habĆan sido puestos en la balanza por Dios y hallados malos.
Muchas veces no entendemos los motivos o las causas de Dios, por una simple razón somos seres limitados en todos los sentidos. Hay cosas que nos rodean que simplemente no podemos entender, y eso mismo sucede con las cosas espirituales. No es muy difĆcil, a partir de esto, entender que Dios toma decisiones y acciones basado en elementos que el ser humano desconoce y que pudiera desconocer por el resto de sus dĆas aquĆ en la tierra. Sin embargo, cuando alguien entiende la perfección de Dios, su amor y decisiones para bien, podrĆ” entender tambiĆ©n y confiar en cada decisión que Dios asume. No es difĆcil, es simple, solo que hay que conocer a Dios para esto.
Preguntas:
1.- ¿Qué diferencia encuentra usted entre una buena meta y una meta puesta por Dios?
2.- ¿Qué diferencia y similitud encuentra usted entre la actitud de Moisés en comparación con la de Bernabé y Pablo? (Dt 9:17 vs. Hch 13:51).
3.- ĀæQuĆ© actitud considera usted debe asumir su iglesia local con la naturaleza que le rodea (jardĆn, Ć”rboles, etc.) para dar testimonio de un Dios que creó todo con un propósito eterno?
Deuteronomio 9
1 Ā”Oye, Israel! Hoy pasas el JordĆ”n para entrar a desposeer naciones mĆ”s numerosas y fuertes que tĆŗ, ciudades grandes y amuralladas hasta los cielos, 2 a un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los que tĆŗ conociste y oĆste decir: ĀæQuiĆ©n se enfrentarĆ” a los hijos de Anac? 3 Pero hoy sabrĆ”s que YHVH tu Elohim es el que pasa delante de ti: Fuego consumidor, Ćl los destruirĆ” y Ćl los someterĆ” delante de ti para que los puedas aniquilar, tal como YHVH te habló. 4 Cuando YHVH tu Elohim los eche de tu presencia, no pienses en tu corazón, diciendo: Por mi justicia meĀ introdujo YHVH para poseer esta tierra; porque debido a la perversidad de estas naciones, YHVH las expulsa de delante de ti. 5 No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que entras a poseer la tierra de ellos, sino por la perversidad de estas naciones, YHVH las expulsa de delante de ti, a fin de confirmar la palabra que YHVH juró a tus padres: a Abraham, a Isaac y a Jacob. 6 Entiende, pues, que no por tu justicia que YHVH tu Elohim te da esta buena tierra para heredarla, pues eres un pueblo de dura cerviz.
7 Ā”Recuerda! No olvides que provocaste a ira a YHVH tu Elohim en el desierto. DesdeĀ el dĆa en que salisteis de la tierra de Egipto hasta que entrasteis en este lugar, habĆ©isĀ sido rebeldes para con YHVH. 8 Aun en Horeb provocasteis a ira a YHVH, de maneraĀ que se indignó YHVH contra vosotros y estuvo a punto de destruiros. 9 Cuando subĆĀ al monte a recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que YHVH habĆaĀ establecido con vosotros, permanecĆ en el monte cuarenta dĆas y cuarenta noches sinĀ comer pan ni beber agua. 10 Y YHVH me dio las dos tablas de piedra escritas con elĀ dedo de Elohim, y sobre ellas estaban escritas todas las palabras que YHVH os habĆaĀ hablado en el monte el dĆa de la asamblea.
11 Fue al final de los cuarenta dĆas y cuarenta noches cuando YHVH me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 Y YHVH me dijo: LevĆ”ntate, baja pronto de aquĆ, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha depravado. Pronto se han desviado del camino que les ordenĆ© y han hecho una imagen de fundición. 13 Luego me habló YHVH, diciendo: He visto a este pueblo, y he aquĆ es pueblo de dura cerviz.
14 Ā”Deja que los destruya y borre su nombre de debajo de los cielos, y harĆ© de ti unaĀ nación mĆ”s fuerte y numerosa que ellos!Ā 15 Y volvĆ y bajĆ© del monte con las dos tablas en mis manos, y el monte ardĆa enĀ llamas. 16 Y mirĆ©, y he aquĆ, habĆais pecado contra YHVH vuestro Elohim. Os hicisteisĀ para vosotros una imagen de fundición y os apartasteis del camino que YHVH osĀ habĆa ordenado. 17 Entonces agarrĆ© las dos tablas y arrojĆ”ndolas de mis dos manos,Ā las rompĆ ante vuestros ojos.
18 Y caĆ postrado ante YHVH, como la vez primera, cuarenta dĆas y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua, a causa del gran pecado que habĆais cometido, haciendo lo que es malo a los ojos de YHVH para provocarlo a ira. 19 Porque me aterroricĆ© ante la ira y la ardiente indignación con que YHVH se habĆa airado contra vosotros para destruiros. Pero tambiĆ©n aquella vez me escuchó YHVH.
20 Asimismo contra Aarón se habĆa enfurecido YHVH en gran manera para destruirlo,Ā y tambiĆ©n por Aarón orĆ© en aquel tiempo. 21 Luego tomĆ© el objeto de vuestroĀ pecado, el becerro que habĆais hecho, y lo quemĆ© en el fuego. Lo desmenucé moliĆ©ndolo muy bien, hasta dejarlo fino como polvo, y echĆ© su polvo en el arroyoĀ que descendĆa del monte.
22 TambiĆ©n en TaberĆ”, en Masah y en Kibrot-Hatava seguisteis provocando a ira aĀ YHVH. 23 Y cuando YHVH os envió desde Cades Barnea, diciendo: Subid y poseed laĀ tierra que os he dado, os rebelasteis contra el dicho de YHVH vuestro Elohim, y no leĀ creĆsteis ni escuchasteis su voz. 24 Ā”HabĆ©is sido rebeldes a YHVH desde el dĆa que osĀ conocĆ!
25 CaĆ, pues, postrado ante YHVH los cuarenta dĆas y las cuarenta noches. CaĆ postrado porque YHVH dijo que os habĆa de destruir. 26 Y orĆ© a YHVH, diciendo: Ā”Oh Adonai YHVH! No destruyas a tu pueblo y tu heredad que has rescatado con tu grandeza, y a quienes sacaste de Egipto con mano fuerte. 27 Sean recordados tus esclavos Abraham, Isaac y Jacob, y no mires la dureza de este pueblo ni su perversidad ni su pecado, 28 no sea que los de la tierra de donde nos sacaste digan:Ā Por cuanto no pudo YHVH introducirlos en la tierra que les habĆa prometido, oĀ porque los aborrecĆa, los sacó para hacerlos morir en el desierto. 29 Pues ellos son tuĀ pueblo y tu heredad, que TĆŗ sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.
Ā āŗ9.3 aniquilar… TM aƱade en breve. Se sigue LXX.
āŗ9.5 naciones, YHVH… TM
aƱade tu Elohim. Se sigue LXX.
āŗ9.7 Ā”Recuerda! No olvides… Ćnfasis notableĀ en la orden.
āŗ9.9 cuarenta noches… āEx. 24.18.
āŗ9.10 estaban escritas… TM omiteĀ escritas. Se sigue LXX; en el monte… TM aƱade de en medio del fuego. Se sigue LXX.
āŗ9.15 tablas… TM aƱade del pacto. Se sigue LXX.
āŗ9.16 una imagen… TM registra un becerro. Se sigue LXX; apartasteis… TM aƱade pronto. Se sigue LXX.
āŗ9.19 me aterroricĆ©… āHe. 12.21.
āŗ9.22 TaberĆ”… āNm. 11.3; Masah… āEx.Ā 17.7; Kibrot-Hatava… āNm. 11.34.
āŗ9.23 Cades Barnea… āNm. 13.17; la tierra… āDt.Ā 1.21; rebelasteis… āNm. 13.31; Dt. 1.26; He. 3.16.
2Āŗ Reyes 9.
1 Y el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: CiƱe tus lomos, toma esta vasija de aceite en tu mano y ve a Ramot de Galaad. 2 Cuando llegues allĆ, visita en aquel lugar a JehĆŗ ben Josafat, hijo de Nimsi; entonces entra, haz que se levante de entre sus hermanos, y llĆ©valo a una habitación interior. 3 Toma despuĆ©s la vasija de aceite, derrĆ”malo sobre su cabeza y di: AsĆ dice YHVH: Ā”Yo te he ungido por rey sobre Israel! Luego abre la puerta y huye; no esperes. 4 Fue, pues, el joven profeta a Ramot de Galaad. 5 Y cuando llegó, he aquĆ los capitanes del ejĆ©rcito estaban sentados. Y dijo: Ā”Oh prĆncipe, tengo una palabra para ti! Y JehĆŗ dijo: ĀæPara quiĆ©n de todos nosotros? Y Ć©l dijo: Ā”Para ti, oh capitĆ”n! 6 Entonces se levantó y entró en la casa. Y Ć©l derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: AsĆ dice YHVH Elohim de Israel: Ā”Te he ungido como rey sobre Israel, pueblo de YHVH! 7 Ā”TĆŗ serĆ”s el que destruya la casa de tu seƱor Acab! AsĆ vengarĆ© la sangre de mis esclavos los profetas y la sangre de todos los esclavos de YHVH, de mano de Jezabel. 8 Y desaparecerĆ” toda la casa de Acab, pues extirparĆ© de Acab todo meante a la pared, tanto al que estĆ” en servidumbre, como al que es libre en Israel. 9 Y dejarĆ© la casa de Acab como la casa de Jeroboam ben Nabat, y como la casa de Baasa ben AhĆas. 10 Y los perros se comerĆ”n a Jezabel en el campo de Jezreel, y no habrĆ” quien la sepulte. Y abrió la puerta y huyó.
11 Después Jehú salió a los siervos de su señor, y uno le preguntó: ¿Todo en paz? ¿Por qué vino a ti ese loco? Y les respondió: Vosotros conocéis a ese varón y su conversación. 12 Pero dijeron: No es cierto. Dinos ahora. Y él dijo: Asà y asà me ha hablado, diciendo: Asà dice YHVH: ”Te he ungido por rey sobre Israel!
13 Entonces cada uno se apresuró a tomar su manto y ponerlo debajo de Ć©l en un tramo de la escalera, e hicieron sonar el shofar, y exclamaron: Ā”JehĆŗ reina! 14 AsĆ se con juró JehĆŗ ben Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. (Por entonces Joram y todo Israel defendĆan a Ramot de Galaad por causa de Hazael rey de Siria, 15 pero el rey Joram habĆa regresado para ser curado en Jezreel de las heridas que le habĆan hecho los sirios cuando combatĆa contra Hazael, rey de Siria). Entonces JehĆŗ dijo: Si es vuestra voluntad, que ninguno escape y salga de la ciudad para contarlo en Jezreel.
16 Luego JehĆŗ mismo cabalgó y fue a Jezreel, porque Joram estaba allĆ enfermo. YĀ OcozĆas rey de JudĆ” tambiĆ©n habĆa bajado para visitar a Joram. 17 Entonces el vigĆaĀ que estaba en la torre de Jezreel, vio venir a la tropa de JehĆŗ, y dijo: Veo una tropa. YĀ Joram dijo: Toma un jinete y envĆalo a su encuentro, y que pregunte: ĀæHay paz?
18 Salió, pues, el jinete a su encuentro y dijo: El rey dice asĆ: ĀæHay paz? Y respondió JehĆŗ: ĀæQuĆ© tienes tĆŗ que ver con la paz? Ā”VuĆ©lvete detrĆ”s de mĆ! Y el vigĆa informó, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresa. 19 Entonces envió un segundo jinete, que fue hacia ellos y dijo: El rey dice asĆ: ĀæHay paz? Pero JehĆŗ dijo: ĀæQuĆ© tienes tĆŗ con la paz? Ā”VuĆ©lvete conmigo! 20 Y el vigĆa informó diciendo: Llegó hasta ellos pero no regresa, y la manera de conducir es como la de JehĆŗ ben Nimsi, porque conduce impetuosamente. 21 Entonces Joram dijo: Ā”Unce! Y le uncieron su carro. Y salió Joram rey de Israel con OcozĆas, rey de JudĆ”, cada uno en su carro. Salieron pues al encuentro de JehĆŗ, y lo hallaron en el campo de Nabot jezreelita. 22 Y sucedió que cuando Joram vio a JehĆŗ, preguntó: ĀæHay paz, JehĆŗ? Pero Ć©l respondió: ĀæQuĆ© paz, siendo tantas las prostituciones de tu madre Jezabel, y sus muchas hechicerĆas? 23 Entonces Joram volvió sus manos para huir, y dijo a OcozĆas: Ā”Es traición, OcozĆas! 24 Pero JehĆŗ tensó su arco, e hirió a Joram entre los hombros, y la flecha salió por el corazón, y se desplomó en su carro. 25 Y dijo a Bidcar, su capitĆ”n: Ćchalo en el campo de Nabot jezreelita, pues recuerda: TĆŗ y yo montĆ”bamos juntos tras su padre Acab, cuando YHVH levantó contra Ć©l esta sentencia: 26 OrĆ”culo de YHVH: ĀæNo vi ayer la sangre derramada de Nabot y la sangre de sus hijos? Yo voy a recompensarte por ello en este mismo sitio, dice YHVH. AsĆ que, levĆ”ntalo y Ć©chalo en ese campo, conforme a la palabra de YHVH. 27 Cuando OcozĆas rey de JudĆ” vio esto, huyó por el camino de Bet-HagĆ”n, pero JehĆŗ lo persiguió diciendo: Ā”Herid tambiĆ©n a ese en el carro! Y lo hirieron en la subida de Gur, que estĆ” junto a Ibleam, pero Ć©l huyó a Meguido, donde murió. 28 Y sus siervos lo llevaron en carro a JerusalĆ©n, y lo sepultaron en su sepulcro en la ciudad de David. 29 Y OcozĆas habĆa comenzado a reinar sobre JudĆ” en el aƱo undĆ©cimo de Joram.
30 Cuando Jehú llegó a Jezreel, Jezabel lo supo, y se pintó sus ojos con antimonio, y se adornó su cabeza, y miró a través de la ventana. 31 Y cuando Jehú entraba por la puerta de la ciudad, ella dijo: ¿Hubo paz para Zimri, asesino de su señor? 32 Entonces él alzó su rostro hacia la ventana, y dijo: ¿Quién estÔ conmigo? ¿Quién? Y dos eunucos se asomaron desde arriba. 33 Y él les dijo: ”Echadla abajo! Y la echaron abajo, y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó. 34 Cuando él hubo entrado, comió y bebió, y después dijo: ”Ocupaos de esa maldita y sepultadla, pues es hija de un rey!
35 Fueron pues a sepultarla, pero no encontraron de ella mĆ”s que la calavera, losĀ pies, y las palmas de las manos. 36 Y volvieron y le informaron; y dijo: palabra deĀ YHVH, que habló por medio de su esclavo ElĆas tisbita, diciendo: En el campo deĀ Jezreel los perros comerĆ”n la carne de Jezabel. 37 Y el cadĆ”ver de Jezabel fue comoĀ estiĆ©rcol sobre la faz del campo, en la heredad de Jezreel, para que no puedan decir:Ā Esta es Jezabel.
āŗ9.4 TM repite joven. Se sigue LXX.
āŗ9.6 se levantó… Esto es, JehĆŗ; Ć©lĀ derramó… Esto es, el joven profeta.
āŗ9.8 meante...
āŗ9.21 dijo… Esto es, a uno de sus servidores.
āŗ9.23 volvió sus manos… Prob. acción de tirar de las riendas yĀ cambiar asĆ deĀ dirección.
āŗ9.25 capitĆ”n… TM aƱade levĆ”ntalo. SeĀ sigue LXX; sentencia… Lit. carga, peso.
āŗ9.27 Bet-HagĆ”n… Esto es, casa del huerto.
āŗ9.28Ā sepulcro… TM aƱade con susĀ padres. Se sigue LXX.
āŗ9.29 Joram… TM aƱadeĀ hijo de Acab. Se sigue LXX.
āŗ9.31 Se inserta de la ciudad para suplir elipsisĀ del original ā1R 16.8-10.
āŗ9.32 dos… TM aƱade o tres. Se sigue LXX ā§194.
āŗ9.36Ā por medio de… Lit. por mano de.
2Āŗ Reyes 10.
1 Acab tenĆa setenta hijos en Samaria; y JehĆŗ escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de Jezreel, a los ancianos, y a los tutores de Acab, diciendo: 2 Ahora, al llegar esta carta a vosotros, ya que los hijos de vuestro seƱor estĆ”n con vosotros, y tenĆ©is con vosotros los carros y los caballos, y tambiĆ©n ciudades fortificadas, y armamento, 3 elegid pues al mejor y al mĆ”s recto de los hijos de vuestro seƱor, y ponedlo en el trono de su padre, y luchad por la casa de vuestro seƱor. 4 Pero ellos tuvieron gran temor, pues decĆan: He aquĆ los dos reyes no le resistieron, Āæcómo lograremos resistir nosotros? 5 Y el que estaba sobre el palacio, y el que estaba sobre la ciudad, y los ancianos, y los tutores, enviaron a decir a JehĆŗ: Ā”Somos tus siervos y haremos todo lo que nos digas! No proclamaremos rey a nadie. Haz lo que te parezca bien ante tus ojos.
6 Y Ć©l les escribió una segunda carta,Ā diciendo: Si estĆ”is conmigo y hacĆ©is caso a mi voz, tomad las cabezas de los hombres, los hijos de vuestro seƱor, y venid a mĆ maƱana a esta hora a Jezreel. Y los hijos del rey (que eran setenta hombres) estaban con los grandes de la ciudad, quienes los educaban. 7 Y cuando la carta llegó a ellos, sucedió que ellos tomaron a los hijos del rey y los degollaron (setenta personas), y pusieron sus cabezas en canastos, y se las enviaron a Jezreel. 8 Y llegó un mensajero que le informó, diciendo: Ā”Han traĆdo las cabezas de los hijos del rey! Y Ć©l respondió: Que hagan con ellas dos montones en la puerta de la ciudad, hasta la maƱana. 9 Y sucedió por la maƱana, que salió y puesto de pie, dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos. He aquĆ yo me con jurĆ© contra mi seƱor y le di muerte, Āæpero quiĆ©n ha dado muerte a todos estos? 10 Sabed por tanto que ninguna de las palabras de YHVH, que YHVH habló acerca de la casa de Acab, caerĆ” a tierra, porque YHVH ha hecho lo que dijo por medio de su esclavo ElĆas. 11 Y JehĆŗ dio muerte a todos los que habĆan quedado de la casa de Acab en Jezreel, a todos sus grandes, a sus amigos, y a sus sacerdotes, hasta no dejarles remanente.
12 Luego se levantó y partió hacia Samaria; y estando de camino junto a Bet-Equed, 13 JehĆŗ encontró a los hermanos de OcozĆas, rey de JudĆ”, y dijo: ĀæQuiĆ©nes sois? Y dijeron: Somos los hermanos de OcozĆas, y bajamos a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina. 14 Entonces ordenó: Ā”Prendedlos vivos! Y los prendieron vivos, y los degollaron junto al pozo de Bet-Equed: cuarenta y dos hombres, y no quedó ninguno de ellos. 15 Luego se fue de allĆ y encontró a Jonadab ben Recab, que iba a su encuentro. Lo saludó y le dijo: ĀæEs recto tu corazón como mi corazón con el tuyo?Ā Y Jonadab respondió: Lo es. Entonces aƱadió: Si lo es, dame tu mano. Y le dio laĀ mano, y lo hizo subir al carro, 16 y le dijo: Ven conmigo y comprueba mi celo porĀ YHVH. E hicieron que se montara en su carro. 17 Y cuando llegó a Samaria mató aĀ todos los que habĆan quedado de Acab en Samaria, hasta que hubo destruido a todaĀ su estirpe, conforme a la palabra de YHVH, que habĆa hablado a ElĆas.
18 Después Jehú convocó a todo el pueblo y les dijo: Acab sirvió poco a Baal, pero Jehú lo servirÔ mucho. 19 Ahora pues, convocadme a todos los profetas de Baal, a todos sus esclavos y a todos sus sacerdotes: que no falte ninguno, pues tengo un gran sacrificio para Baal, y todo el que falte, no sobrevivirÔ. Asà obraba Jehú con astucia para exterminar a los esclavos de Baal. 20 Y dijo Jehú: ”Proclamad una asamblea solemne para Baal! Y la proclamaron. 21 Y Jehú envió por todo Israel, y fueron todos los esclavos de Baal, y no quedó ninguno que no fuera. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de un extremo a otro. 22 Después dijo al encargado del vestuario: ”Traed vestiduras para todos los esclavos de Baal! Y sacó para ellos vestimenta.
23 Luego JehĆŗ entró con Jonadab ben Recab en el templo de Baal, y dijo a los esclavos de Baal: Buscad para cercioraros de que no haya aquĆ con vos otros alguno de los esclavos de YHVH, sino solo los esclavos de Baal. 24 Y cuando ellos entraron para brindar sacrificios y holocaustos, JehĆŗ puso fuera a ochenta hombres y les dijo: Quien deje escapar a alguno de los hombres que he puesto en vuestras manos, darĆ” su vida por la del otro.Ā 25 Y sucedió que cuando acabaron de ofrecer el holocausto, JehĆŗ dijo a los de la escolta y a los capitanes: Ā”Entrad y matadlos! Ā”Que no escape hombre alguno! Y asĆ los mataron a filo de espada, y los de la escolta y los capitanes los arrojaron fuera.Ā Luego avanzaron hasta la ciudadela del templo de Baal, 26 y sacaron los Ćdolos deĀ Baal y los quemaron, 27 y destruyeron el pilar de Baal y derrumbaron el templo deĀ Baal y lo convirtieron en letrina hasta hoy. 28 AsĆ JehĆŗ extirpó a Baal de Israel.
29 Sin embargo, respecto a los pecados con que Jeroboam ben Nabat habĆa hecho pecar a Israel, JehĆŗ no se apartó de ellos, es decir, de los becerros de oro que estaban en Bet-El y en Dan. 30 Y YHVH dijo a JehĆŗ: Por cuanto has obrado bien haciendo lo recto ante mis ojos, y has hecho a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se sentarĆ”n en el trono de Israel hasta la cuarta generación. 31 Pero JehĆŗ no se cuidó de andar en las enseƱanzas de YHVH Elohim de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, por los cuales habĆa hecho pecar a Israel.
32 En aquellos dĆas YHVH comenzó a cercenar a Israel, y Hazael los atacó en todosĀ los confines de Israel: 33 desde el JordĆ”n al oriente, toda la tierra de Galaad, losĀ gaditas, los rubenitas y los manasitas, desde Aroer, junto al torrente de Arnón, hastaĀ Galaad y BasĆ”n. 34 El resto de los hechos de JehĆŗ, todo lo que hizo y todo su valor,Ā Āæno estĆ”n escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel? 35 Y durmió JehĆŗĀ con sus padres, y lo sepultaron en Samaria; y su hijo Joacaz reinó en su lugar. 36 ElĀ tiempo que reinó JehĆŗ sobre Israel en Samaria fue de veintiocho aƱos.
Ā āŗ10.12 Bet-Eqed… Esto es, casa deĀ esquileo.
āŗ10.15 Se inserta Entonces aƱadió paraĀ suplir elipsis del original.
āŗ10.21 LXX inserta y envió JehĆŗ a decir por todoĀ Israel: aĀ todos los siervos de Baal, y sus sacerdotes y sus profetas que no se quede atrĆ”sĀ ninguno porque se harĆ” un gran sacrificio y no vivirĆ” el que se quede atrĆ”s; y vinieron todos los siervos de Baal y los sacerdotes y los profetas, no quedó hombre que noĀ llegara al templo de Baal y se llenó el templo de Baal de punta a punta. Se sigue TM.
āŗ10.24 hombres… Lit. el hombre que escape alguno de los hombres; otro…Ā Lit. su vida por su vida.
āŗ10.25 guardias… Lit. los corredores.Ā Escolta del rey ā2S 15.1;Ā la escolta… Se sigue LXX.
āŗ10.26 los Ćdolos… TM aƱade del templo. Se sigue LXX.
āŗ10.30 generación… Lit. los hijos de la cuarta se te sentarĆ”n en el trono de Israel.
āŗ10.31 enseƱanzas… Otra traducciónĀ posible: ley o instrucción.
āŗ10.32Ā cercenar… Es decir, comenzó a hacerlo perder territorio.
Salmo 58.
1 Al director del coro. Sobre Al-Tashjet. Mictam de David.
ĀæPronunciĆ”is en verdad justicia?Ā ĀæJuzgĆ”is rectamente, hijos del hombre?Ā 2 Antes, cometĆ©is crĆmenes a conciencia en la tierra, yĀ vuestras manos sopesan violencia.
3 Los malvados se extravĆan desde la matriz, desde el vientre se pervierten los que hablan mentira.Ā 4 Llevan veneno como veneno de serpiente, de vĆbora sorda que cierra el oĆdo,Ā 5 para no oĆr la voz de los que encantan, del mĆ”s experto en encantamientos.
6 ”Oh Elohim, rompe sus dientes en su boca! ”Oh YHVH, quiebra los colmillos de los leones!
7 Ā”EscĆŗrranse como aguas que se pierden!Ā Al disparar sus saetas, Ā”queden estas despuntadas!Ā 8 Sean como el caracol, que se deslĆe al arrastrarse; como aborto, que no llega a ver el sol.Ā 9 Antes que vuestras ollas sientan el fuego de los espinos, asĆ vivos, asĆ airados, los barrerĆ” el torbellino.Ā 10 El justo se alegrarĆ” cuando vea la venganza y lave sus pies en la sangre del impĆo.Ā 11 Entonces dirĆ” el hombre:Ā Ā”En verdad hay galardón para el justo!Ā Ā”En verdad hay un Elohim que juzga en la tierra!
āŗ58.1 Al-Tash jet… Esto es, no destruyas; en verdad… Heb. Ć©lem. Significado desconocido. Prob. el tĆ©rmino en el original era elim = dioses āSal 82.1.
āŗ58.2Ā sopesan… Es decir, la balanza como instrumento para una transacción equitativa, eraĀ utilizada en perjuicio del dĆ©bil.
āŗ58.9 ollas… Se refiere a la olla de intrigas
Salmo 59.
1 Al director del coro. Sobre Al-Tashjet. Mictam de David, cuando Saúl envió a vigilar la casa para hacer que muriera.
Ā”Oh Elohim mĆo, lĆbrame de mis enemigos!Ā Ponme en lo alto, lejos de los que se levantan contra mĆ.Ā 2 LĆbrame de los que hacen iniquidad y sĆ”lvame de hombres sanguinarios.Ā 3 Porque he aquĆ han puesto emboscada a mi vida, hombres fieros se conjuran contra mĆ, no por transgresión o por pecado mĆo, Ā”oh YHVH!
4 Sin culpa mĆa corren y se aprestan. Despierta, ven a mi encuentro, y mira,Ā 5 TĆŗ, YHVH Elohim Sebaot,Ā Elohim de Israel: Ā”Despierta para castigar a todos los gentiles!Ā No tengas compasión de ningĆŗn inicuo traidor.Ā Selah
6 Vuelven al anochecer, aullando como perros, rondan la ciudad.Ā 7 He aquĆ, se jactan con su boca, y en sus labios hay puƱales, y dicen:Ā ĀæQuiĆ©n nos oye?
8 Oh YHVH, TĆŗ te reirĆ”s de ellos, te burlarĆ”s de todos los gentiles.Ā 9 Ā”Oh Fuerza mĆa, en Ti espero!Ā Ā”Elohim es mi baluarte!Ā 10 Mi Elohim, con su clemencia, acudirĆ” a mi encuentro,Ā Elohim harĆ” que impasible vea a mis adversarios.
11 Ā”No los mates, no sea que mi pueblo olvide!Ā Ā”DispĆ©rsalos con tu poder y humĆllalos, oh Adonai, escudo nuestro!
12 El pecado de su boca es la palabra de sus labios, sean pues apresados en su soberbia, por las mentiras y maldiciones que han proferido.
13 ”AcÔbalos en indignación, acÔbalos para que no sean mÔs, y sépase hasta los confines de la tierra que Elohim gobierna en Jacob! Selah
14 Ā”Vuelvan al anochecer y aĆŗllen como perros rondando la ciudad!Ā 15 Ā”Vaguen buscando quĆ© comer y en toda la noche no se sacien y gruƱan!Ā 16 Pero yo cantarĆ© de tu poder, aclamarĆ© de maƱana tu misericordia, porque fuiste mi alto refugio y amparo en el dĆa de mi angustia.
17 Ā”Oh fuerza mĆa, te cantarĆ© salmos! Porque TĆŗ, oh Elohim, eres mi alto refugio, yĀ el Elohim de mi misericordia.
Ezequiel 21.
1 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 2 Profetiza, hijo de hombre, afirma tu rostro contra JerusalĆ©n, particularmente contra sus santuarios, y profetizarĆ”s contra la tierra de Israel, 3 y di a la tierra de Israel: AsĆ dice Adonai: He aquĆ Yo estoy contra ti; sacarĆ© mi espada de su vaina, y cortarĆ© de ti a inocentes y a culpables. 4 Mi espada saldrĆ” de su vaina contra toda carne, del sur al norte, y cortarĆ© de ti al inocente y al culpable. 5 Y toda carne sabrĆ” que Yo, YHVH, he sacado mi espada de su vaina, y que no volverĆ” mĆ”s a ella. 6 Y tĆŗ, hijo de hombre, gime con quebranto de riƱones, gime amargamente a vista de ellos; 7 y cuando te pregunten: ĀæPor quĆ© gimes? dirĆ”s: A causa de una noticia, porque viene, y harĆ” que todo corazón desfallezca y toda mano se debilite. Todo espĆritu se angustiarĆ” y toda rodilla se aflojarĆ” como el agua. He aquĆ viene, y serĆ” cumplido, dice Adonai YHVH.
8 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo:Ā 9 Hijo de hombre, profetiza, y di:Ā AsĆ dice Adonai YHVH; di:Ā Ā”Espada, espada afilada y bruƱida!Ā 10 Para degollar ha sido afilada, para centellear ha sido bruƱida.Ā ĀæNos regocijaremos?Ā Al cetro de mi hijo lo desprecia como a cualquier vara.Ā 11 La dio a bruƱir para tenerla a mano:Ā Ā”Afilada y bruƱida estĆ” la espada para ponerla en mano del degollador!Ā 12 Ā”Clama y lamenta, hijo de hombre, porque es sobre mi pueblo, es sobre todos los prĆncipes de Israel.Ā Ellos son entregados a la espada juntamente con mi pueblo.Ā Ā”Golpea, pues, tu muslo!Ā 13 Ciertamente la prueba estĆ” hecha,Ā Āæy quĆ©? Si aĆŗn desprecia al cetro, no subsistirĆ”, dice Adonai YHVH.
14 Hijo de hombre, profetiza y bate palmas:Ā Ā”DuplĆquese y triplĆquese el furor de la espada homicida!Ā Ā”Espada para los que serĆ”n degollados!Ā Ā”Espada de gran mortandad que los tiene acorralados!Ā 15 Para que desfallezca el corazón y se multipliquen las vĆctimas, en todas sus puertas he colocado el estrago de la espada.Ā Ā”Ay!, dispuesta estĆ” para centellear, afilada, para que degüelle.Ā 16 Ā”Oh, adonde quiera te vuelvas, da estocadas a diestra y tajos a siniestra!Ā 17 Yo tambiĆ©n batirĆ© mis palmas, y desahogarĆ© mi ira.Ā Yo, YHVH, he hablado.
18 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 19 TĆŗ, hijo de hombre, traza dos rutas para la espada del rey de Babilonia. Las dos saldrĆ”n del mismo paĆs. Pon una seƱal para el arranque de cada ruta, que indique a la espada la ciudad adonde va. 20 SeƱala la ruta para que la espada venga a RabĆ” de los hijos de Amón, y otra a JudĆ”, contra JerusalĆ©n, la fortificada. 21 Por cuanto el rey de Babilonia ha hecho alto en una encrucijada, al principio de los dos caminos, y allĆ usa la adivinación: sacude las flechas, consulta a sus Ćdolos, observa el hĆgado; 22 ya tiene la suerte en su diestra: Ā”A JerusalĆ©n! Ā”Al ataque; a vocear para el degüello y a gritar para la guerra; a emplazar arietes contra las puertas; a levantar terraplenes y hacer torres de asalto! 23 Pero a ellos les pareció falsa la adivinación, porque les habĆan jurado ser vasallos; pero Ć©l los acusarĆ”, y serĆ”n atrapados.
24 Por tanto, asĆ dice Adonai YHVH: Porque os denuncian vuestras culpas, y se descubren vuestras rebeliones, y en todos vuestros hechos se hacen patentes vuestros pecados, y porque estĆ”is procesados, serĆ©is entregados en su mano. 25 Y tĆŗ, Ā”oh profano e impĆo prĆncipe de Israel!, cuyo dĆa ha llegado, la hora del castigo final, 26 asĆ dice Adonai YHVH: Ā”QuĆtese la mitra y depóngase la corona! Ā”No sea mĆ”s asĆ! Ā”ExĆ”ltese lo bajo y humĆllese lo alto! 27 Ā”A ruina, a ruina, todo lo reduzco a ruina! Y no existirĆ” mĆ”s hasta que venga aquel a quien corresponde el juicio, a quien lo entregarĆ©.
28 Y tĆŗ, hijo de hombre, profetiza y di: AsĆ dice Adonai YHVH contra los hijos de Amón y contra sus ultrajes. Diles: Ā”Espada, espada! Ā”Desenvainada estĆ”s para la matanza, BruƱida, para centellear en el degüello! 29 De ti, en visiones falsas, adivinan mentiras. Ā”AplĆquente al cuello de los inicuos sentenciados a muerte, Cuyo dĆa ha llegado en el tiempo del castigo final!
30 ¿La volveré a su vaina? En el mismo lugar donde fuiste forjada, En tu tierra natal, allà te juzgaré. 31 Derramaré mi ira sobre ti, Y soplaré contra ti con el fuego de mi indignación, Y te entregaré en mano de hombres temerarios, Artesanos de la destrucción. 32 SerÔs pasto del fuego, Y tu sangre empaparÔ tu propia tierra, Y no habrÔ mÔs memoria de ti, porque Yo, YHVH, he hablado.
āŗ21.2 Se sigue LXX.
āŗ21.9 Espada… Esto es, Babilonia, como espada de Dios, paraĀ disciplinar a Israel.
āŗ21.10 lo desprecia… Prob. se trate de la espada; cualquier vara…Ā Pasaje de difĆcil traducción por causa del texto original.
āŗ21.12 golpea, pues, tu muslo… Gesto de temor en los hombres, asĆ como el golpearseĀ el pecho lo era en lasĀ mujeres.
āŗ21.13 desprecia… Esto es, la espada āv. 10. Texto oscuro.
āŗ21.14 Se inserta furor para suplir elipsis del original.
āŗ21.23 a ellos… Esto es, a los jerosolimitanos.
āŗ21.29 castigo final… Lit. de la consumación de la maldad.
Ezequiel 22.
1 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 2 Y tĆŗ, hijo de hombre, Āæno querrĆ”s juzgar tĆŗ, juzgar tĆŗ mismo a la ciudad sanguinaria? Ā”Denuncia entonces todas sus abominaciones! 3 Dile, pues: AsĆ diceĀ Adonai YHVH: Ā”Oh ciudad que marcha a su fin derramando sangre dentro de sĆ, y que se ha contaminado fabricĆ”ndose Ćdolos! 4 Por la sangre que derramaste has pecado, y con los Ćdolos que te has hecho te has contaminado; has precipitado tu hora, y se avecina el fin de tu existencia. Por eso te convierto en escarnio de los pueblos y en burla de todas las naciones. 5 Las que estĆ”n cerca y las que estĆ”n lejos se burlarĆ”n de ti, famosa por tu impureza, y llena de confusión. 6 Mira, los prĆncipes de Israel, cada uno en su poder, derraman en ti sangre a porfĆa. 7 En ti despojan al padre y a la madre, en ti atropellan al extran jero, en ti explotan al huĆ©rfano y a la viuda. 8 Menosprecias mis santuarios y profanas mis sĆ”bados. 9 En ti hay hombres que calumnian para derramar sangre, en ti van a comer a los lugares altos, y en ti se cometen perversidades. 10 En ti se descubre la desnudez del padre, y en ti hay quien violenta a la mujer durante su menstruo. 11 En ti cada uno cometió abominación con la mujer de su prójimo, y cada uno mancilló a su nuera, y cada uno violó a su hermana, hija de su padre. 12 En ti se admite el soborno para derramar sangre. Prestas a usura, te lucras con ganancias mal habidas, defraudas con violencia a tu prójimo, y a MĆ me tienes olvidado, dice Adonai YHVH. 13 Pero mira,Ā Yo bato palmas por el lucro injusto que haces, y por la sangre derramada dentro de ti. 14 ĀæEstarĆ” firme tu corazón o serĆ”n fuertes tus manos en el dĆa de pasar cuenta? Yo, YHVH, he hablado, y lo harĆ©. 15 Te dispersarĆ© entre los pueblos y te esparcirĆ© entre las naciones, y harĆ© que tu inmundicia fenezca. 16 Por ti misma serĆ”s degradada a vista de las naciones, y sabrĆ”s que Yo soy YHVH. 17 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria. En medio del crisol todos ellos se han convertido en bronce, estaƱo, hierro y plomo: Ā”plata falseada! 19 Por tanto, asĆ dice Adonai YHVH: Por cuanto todos os habĆ©is convertido en escoria, por tanto, he aquĆ Yo os reunirĆ© en medio de JerusalĆ©n. 20 Y como reĆŗnen la plata y el bronce, y el hierro y el plomo y el estaƱo en medio del horno, y soplan fuego sobre Ć©l para fundirlos, asĆ os reunirĆ© en mi ira y en mi indignación, y soplarĆ©, y os fundirĆ©. 21 SĆ, os juntarĆ© y soplarĆ© sobre vosotros con el fuego de mi ira, y serĆ©is derretidos en medio de Ć©l. 22 Como la plata se funde en el crisol, asĆ serĆ©is fundidos en medio de Ć©l, y sabrĆ©is que Yo, YHVH, he derramado mi ira sobre vosotros.
23 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 24 Hijo de hombre, di a ella: Eres tierra no limpiada ni llovida en el dĆa de mi furor. 25 Hay con jura de sus profetas dentro de ella, como león rugiente que arrebata presa. Devoraron almas, arrebataronĀ riquezas y cosas preciosas, y multiplicaron dentro de ella el nĆŗmero de sus viudas. 26 Sus sacerdotes hacen violencia a mi ley y contaminaron mis cosas santas. No hicieron diferencia entre lo santo y lo profano, y no enseƱaron la diferencia entre lo puro y lo impuro, ocultando sus ojos de mis sĆ”bados, y asĆ Yo lleguĆ© a ser profanado en medio de ellos. 27 Sus prĆncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa, derramando sangre y destruyendo almas, a fin de obtener ganancias deshonestas. 28 Sus profetas revocaban con lodo suelto, profetizĆ”ndoles vanidad y adivinĆ”ndoles mentira. Les decĆan: AsĆ dice Adonai YHVH, cuando YHVH no habĆa hablado. 29 El pueblo de la tierra ha oprimido, ha robado, ha hecho violencia al pobre y al necesitado y ha extorsionado al extran jero. 30 BusquĆ© entre ellos un hombre que levantara un vallado y que se pusiera en la brecha delante de MĆ, a favor de la tierra, para que Yo no la destruyera, pero no lo hallĆ©. 31 Por tanto, derramĆ© sobre ellos mi ira. Los he consumido con el ardor de mi ira. He hecho recaer sus caminos sobre su propia cabeza, dice Adonai YHVH.
āŗ22.10 la desnudez del padre… En este caso (exclusivamente), tener relaciones sexuales con la madrastra.
āŗ22.20 soplarĆ©… TM: dejarĆ©. En elĀ trasvase del paleo-hebreo a los caracteres cuadrados arameos, una de las letras del texto original sufrió una alteración que cambió soplarĆ© por dejarĆ©, rompiendo asĆ el paralelismo yĀ obligĆ”ndose a incluir una falsa elipsis (allĆ).
āŗ22.29 pueblo de la tierra… Esto es,Ā Israel.
Lucas 10:1-16
1 DespuĆ©s de estas cosas, el SeƱor designó a otros setenta y dos, y los envió de dosĀ en dos delante de sĆ, a toda ciudad y lugar adonde Ćl intentaba ir. 2 Y les decĆa: LaĀ mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al SeƱor de la mies para queĀ envĆeĀ obreros a su mies. 3 Ā”Id! He aquĆ os envĆo como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saludéis en el camino. 5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: ”Paz sea a esta casa! 6 Y si hay allà un hijo de paz, vuestra paz reposarÔ sobre él; y si no, se volverÔ a vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que sea de parte de ellos, porque el obrero es digno de su paga. No paséis de casa en casa. 8 Y en cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan delante, 9 y sanad a los enfermos que haya en ella y decidles: El reino de DIOS se ha acercado a vosotros.
10 Pero en cualquier ciudad donde entrĆ©is y no os reciban, saliendo a sus plazas,Ā decid: 11 Aun el polvo que se nos pegó a los pies de vuestra ciudad nos lo sacudimosĀ contra vosotros; pero sabed esto: El reino de DIOS se ha acercado. 12 Os digo que enĀ aquel dĆa serĆ” mĆ”s tolerable para Sodoma, que para aquella ciudad.
13 Ā”Ay de ti, CorazĆn! Ā”Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hechos los milagros que se hicieron en vosotras, harĆa tiempo que, sentadas en cilicio y ceniza, se habrĆan arrepentido. 14 Por tanto, en el juicio, serĆ” mĆ”s tolerable para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tĆŗ, CafarnaĆŗm, Āæacaso serĆ”s exaltada hasta el cielo? Ā”Hasta el Hades serĆ”s abatida! 16 El que os oye, me oye, y el que os rechaza, me rechaza, y el que me rechaza, rechaza al que me envió.
āŗ10.1 setenta y dos…
āŗ10.2 mies… āMt 9.37.
āŗ10.3 lobos… āMt 10.16.
āŗ10.4 saludĆ©is… Se refiere a prolongados saludosĀ orientales.
āŗ10.6 hijo de paz… Es decir, hombre de espĆritu pacĆfico.
āŗ10.7 digno de su paga… ā1Co 9.14; 1Ti 5.18.
āŗ10.9 Se inserta que haya para suplir elipsis delĀ original.
āŗ10.11 sacudimos… āHch 13.51;Ā acercado… Mā aƱaden a vosotros āMt 10.7-14; Mr 6.8-11; Lc 9.3-5.
āŗ10.12 mĆ”s tolerable… Es decir, serĆ” mĆ”s tolerable el castigoāMt 10.15; 11.24; Sodoma… āGn 19.24-28.
āŗ10.13 Tiro… Sidón… āIs 23.1-18; Ez 26.1-Ā 28.26; Jl 3.4-8; Am 1.9-10; Zac 9.2-4. āŗ10.15 Hades… āIs 14.13-15; abatida… Mt 11.23Ā nota.
āŗ10.16 oye… ā9.48; Jn 13.20; Mt 10.40; Mr 9.37.
Colosenses 1.
1 Pablo, un apóstol de CRISTO JESĆS por voluntad de DIOS, y el hermano Timoteo, 2Ā a los santos y fieles hermanos en CRISTO que estĆ”n en Colosas: Gracia y paz a vosotros, de DIOS nuestro Padre.
3 Damos gracias a DIOS, Padre de nuestro SeƱor JESUCRISTO, orando siempre por vosotros, 4 habiendo oĆdo de vuestra fe en CRISTO JESĆS, y el amor que tenĆ©is hacia todos los santos, 5 a causa de la esperanza que os estĆ” reservada en losĀ Cielos, la cual oĆsteis antes por la palabra de la verdad del Evangelio, 6 que estĆ” presente entre vosotros, y tambiĆ©n en todo el mundo estĆ” llevando fruto y creciendo como tambiĆ©n en vosotros, desde el dĆa que oĆsteis y conocisteis plenamente la gracia de DIOS en verdad; 7 segĆŗn lo aprendisteis de Epafras, nuestro consiervo amado, quien es fiel servidor de CRISTO para vosotros, 8 elĀ cual tambiĆ©n nos declaró vuestro amor en el EspĆritu.
9 Por esto tambiĆ©n nosotros, desde el dĆa que lo oĆmos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seĆ”is llenos del pleno conocimiento de su voluntad, en toda sabidurĆa y discernimiento espiritual, 10 para andar como es digno del SeƱor, conĀ el fin de agradarle en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el pleno conocimiento de DIOS; 11fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda constancia y paciencia; 12 dando gracias al Padre con gozo, que os hizo aptos para participar de la herencia de los santos en la luz, 13 quien nos rescató de la potestad de la tiniebla y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, 14 en quien tenemos la redención, la liberación de los pecados.
15 Ćl es la imagen del DIOS invisible, el primogĆ©nito de toda creación,Ā 16 porque en Ćl fueron creadas todas las cosas, en los Cielos y en la Tierra, Las visibles y las invisibles: tronos o dominios o principados o potestades, todas las cosas han sido creadas por Ćl y para Ćl,Ā 17 y Ćl es antes de todas las cosas, y todas las cosas subsisten en Ćl,Ā 18 y Ćl es la cabeza del cuerpo, de la iglesia.Ā Ćl es el principio, el primogĆ©nito de los muertos, para que en todo tenga Ćl la preeminencia,Ā 19 por cuanto agradó que en Ćl habitara toda la plenitud,Ā 20 y por medio de Ćl reconciliar consigo todas las cosas, asĆ las que estĆ”n en la tierra como las que estĆ”n en los cielos, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros, que en otro tiempo erais extraƱos y enemigos, por tener la mente ocupada en las malas obras, 22 aun asĆ, ahora os reconcilió en su cuerpo de carne por medio de la muerte, paraĀ presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Ćl, 23 ya que en verdad permanecĆ©is sólidamenteĀ imentados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que oĆsteis, el cual fue proclamado en toda la creación que estĆ” debajo del cielo, del cual yo, Pablo,Ā lleguĆ© a ser servidor.
24 Ahora me regocijo en los sufrimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que faltaba de las aflicciones de CRISTO por su cuerpo, que es la iglesia, 25 de la cual yo lleguĆ© a ser servidor, segĆŗn la dispensación de DIOS que me fue dada para completar con vosotros la Palabra de DIOS: 26 El misterio oculto desde los siglos y edades, peroĀ que ahora fue manifestado a sus santos, 27 a quienes quiso DIOS dar a conocer cuĆ”lĀ es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es CRISTO enĀ vosotros, la esperanza de la gloria, 28 a quien nosotros anunciamos, amonestando aĀ todo hombre y enseƱando a todo hombre con toda sabidurĆa, paraĀ presentar a todoĀ hombre perfecto en CRISTO, 29 en lo cual tambiĆ©n me fatigo, luchando conforme a suĀ energĆa, la cual me energiza con poder.
āŗ1.1 un apóstol… āRo 1.1.
āŗ1.2 nuestro Padre… TR aƱade y del SeƱor Jesucristo.
āŗ1.6 conocisteis plenamente… El gr. aquĆ es enfĆ”tico.
āŗ1.7 Epafras… ā4.12; Flm 23;Ā consiervo… Gr. sĆŗndoulos = compaƱero de esclavitud; servidor… Gr. diĆ”konos.
āŗ1.9 de orar… y de pedir… Lit. orando… y pidiendo; pleno conocimiento… El es pleonĆ”stico.
āŗ1.10 agradarle en todo… Lit. para todo agrado ā1.9.
āŗ1.12 osĀ hizo… Mā registran nos hizo (asimilación del v. 13).
āŗ1.14 redención… TR aƱade por suĀ sangre; liberación...
āŗ1.15-20 PoesĆa para ser recitada o cantada ā3.16; HchĀ 16.25; Ef 5.19.
āŗ1.16 creadas por Ćl...
āŗ1.17 subsisten… Es decir, todo continĆŗa
existiendo. āŗ1.18 del cuerpo, de la iglesia… āEf 1.22-23. Nótese la aposición. OtrasĀ aposiciones ā2.2; Jn 8.44; Ro 11.17; Jac 2.1; Ap 16.14.
āŗ1.19 agradó… Es decir, le plació.Ā Como verbo solo es usado para referirse al accionar de Dios. Otra traducciónĀ posible: determinó. Mā aƱaden al Padre.
āŗ1.20 la sangre… āEf 2.16.
āŗ1.21 extraƱos…Ā Lit. hechos extranĀ jeros.
āŗ1.23 servidor… Gr. diĆ”konos.
āŗ1.24 completo… Gr.Ā antanapleróo = completo a cambio; lo que faltaba… Es decir, la aplicación medianteĀ la extensión del mensaje āIs 42.6-7; Hch 9.15-16; 13.47.
āŗ1.25 servidor… Gr. diĆ”konos; dispensación de DIOS… Esto es, el tiempo de la gracia, desde PentecostĆ©s hasta el arrebatamiento de la Iglesia āEf 3.2; §268.
āŗ1.28 CRISTO… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ1.29 energiza… Gr. energĆ©o = energizar.

