Porción 118

Texto áureo: Deuteronomio 12:1-28
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Deuteronomio 12:1-28

Día 2 Daniel 1

Día 3 Oseas 5-6

Día 4 Juan 4:16-54

Día 5 1ªTimoteo 4:1-8

Día 6 Apocalipsis 21​

I- Un adoración sincera y obediente.

Dios enseña aquí que la forma de adorar correcta no siempre es aquella que los humanos consideran buena, aunque sea lógica o parte de una experiencia propia. Dios que conoce las limitaciones humanas establece y especifica la forma correcta en la que Él acepta o no la adoración.

Es bueno entender que no es solo a través de la forma en sí lo que marca la correcta adoración, sino el deseo humilde de agradar a Dios según Su voluntad. Mucho se cita aquel diálogo con la samaritana en donde Jesús dijo: «Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.»[1], haciendo hincapié en un solo sentido: el de la sinceridad. Pero se debe entender que por algo Él utiliza aquí un paralelismo de dos palabras.

Por regla general, cuando se unen dos palabras que no son antónimas en un paralelismo, la segunda ofrecerá detalles que la primera no puede abarcar. En este caso la segunda, que es «verdad», alumbra a que no basta la sinceridad que viene del espíritu del hombre, sino que ésta debe proyectar la adoración verdadera que es según Dios establece que se haga.

Por eso, aunque los samaritanos tenían una forma de hacer las cosas muy parecida a lo que Dios demandaba, Jesús dice: «Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros (los judíos) adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.» (v.22)[2]. Con esto señala que los judíos de aquel tiempo de forma generalizada (no únicamente el judaísmo fariseo ni su evolución hasta hoy) sabían el porqué y el cómo debía hacerse, aunque sabiendo esa verdad habían perdido el espíritu de esa adoración, surgiendo variaciones completamente diferentes entre ellos.

Por ejemplo, el v.5 en nuestro texto aureo hace alusión al lugar físico donde estaría su presencia y se harían los servicios. De aquí se puede aprender un principio espiritual: Si nuestros antepasados en la fe establecieron y determinaron muchas de las reglas de la adoración, según la lógica cultural en la que se desarrollaron, cuando estas se salen de lo estipulado por Dios en su Palabra nosotros tenemos el compromiso ante Él de destruirlas (si son paganas) o actualizarla (si no tienen en cuenta lo que implica la venida de Jesús). La historia al respecto de la ubicación del templo nos cuenta que en el tiempo de Jesús y los apóstoles, para llegar al templo no existían carteles que indicaran el camino hacia la ciudad de Jerusalén. Cada creyente debía buscar por sí mismo el concepto “Jerusalén” y preguntarse dónde podría estar ubicada para llegar a ella.

Entonces, si hoy nos encontramos en medio de un debate en cuanto a la adoración donde, por un lado, algunos creen que se debe hacer en la misma forma en que adoraron Jesús y los apóstoles; o si se dio libertad absoluta para hacer lo que se crea mejor como adoradores, debemos entender que es responsabilidad de cada uno buscar el “lugar” (la forma) en que al Dios santo que conocemos le agrada.

II- Una adoración en espíritu para el Espíritu.

Parece bastante reiterativo de parte de Moisés que le diga al pueblo, una vez más, que deben hacer lo correcto ante los ojos de Dios (v.28). La realidad es que históricamente el hombre vive en una sociedad en la que todos se preocupan por lo que otras personas piensen de ellos y eso les hace olvidarse un poco de la responsabilidad personal e individual ante Dios. El qué diga Él de ellos.

Por ejemplo, consciente o inconscientemente las cosas que dices, la ropa que uses y los lugares que visites estarán influenciando la opinión o idea que los demás tengan de ti. Esta es la razón por la cual existe un tipo de comportamiento en público y otro en privado. ¿Qué sucedería si usted supiera que todo lo que hace es filmado y comienza a ser exhibido en tiempo real a través del canal más visto de Internet? ¿Cómo sería su actuar a partir de ese momento? Este es, exactamente, el poderoso mensaje que Dios quería enseñarles a través de esa reiteración de Moisés: “Yo estoy observando toda tu vida en vivo y en directo”.

A pesar de esta forma que caracteriza a la sociedad, en que todos están preocupados del qué dirán los demás, debemos escuchar las palabras de Moisés: “Preocúpate de dar una buena impresión ante el Único que realmente desea lo mejor para ti, haz lo bueno y lo recto ante sus ojos”, eso te asegurará que estás adorando siempre de espíritu a Espíritu.

[1]Jn 4:24.

[2]En tiempos de Jesús y los apóstoles, el judaísmo que conocemos hoy no existía. En ese entonces, varias sectas tenían diferentes interpretaciones y prácticas, aunque no al estilo de sectas que conocemos hoy, sino más bien que cohabitaban unas con otras. Se debe entender que es a este tipo de convivencia en la adoración a la que Jesús se refiere aquí, pues todos coincidían bajo un mismo servicio en el templo. Los fariseos, que luego del año 70 d.C. asumieron el judaísmo, fueron los que eliminaron esa forma y trataron de contar una historia donde los demás estaban mal y ellos bien.

[3]Voddie Baucham autor de varios libros, profesor, conferencista, plantador de iglesias, es decano de Teología en la African Christian University en Lusaka, Zambia

Preguntas:

1.- ¿Por qué considera usted que el primer verso del texto áureo incluye las palabras jukimy mishpatim?

2.- ¿A qué considera usted se refiere Os 5:4 con la frase «espíritu de fornicación»?

3.- Comparta con su grupo, a la luz de esta porción, en qué reflexiona usted al leer Ap 21.

4.- Alguien dijo en una ocasión: «No podemos seguir enviando a nuestros hijos al césar para su educación y sorprendernos cuando regresen a casa como romanos». ¿Cómo considera usted que se pudiera relacionar esta afirmación con la porción y la situación en que usted vive?

 

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