Porción 125

Texto Ɣureo: Deuteronomio 18:9-14
Lecturas para adultos en la semana

DĆ­a 1 Deuteronomio 18:9-14

DĆ­a 2 Josue 6

DĆ­a 3 Salmo 52-53

DĆ­a 4 Salmo 38-39

DĆ­a 5 Mateo 6:1-18

DĆ­a 6 1ĀŖJuan 4

I- El gobierno a que aspiramos en esta tierra.

Desde la porción anterior hay un tema que viene entrelazÔndose con esta y es el de un rey para la nación. Años después cuando el pueblo se estableció en la tierra prometida, éste le pidió Samuel que nombrara un rey. La reacción del profeta fue con enojo. Sin embargo, a raíz de esto surge una pregunta: ¿Si Dios había prometido rey por qué se molestó Samuel cuando ellos reclamaron este derecho?

Si analizamos bien el texto nos daremos cuenta de que su enojo no fue por el pedido, sino por la manera en que fue formulado: «… constitĆŗyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas los gentiles. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue.Ā»[1]. La intención de ellos se ve literal: ā€œQuerĆ­an imitar a sus vecinos paganosā€. Muy contrario si el pedido hubiera sido: ā€œDanos un rey que nos inspire a comprometernos mĆ”s con Dios, que nos guĆ­e y nos alumbre para entender y obedecer sus mandamientosā€.

La lección aquĆ­ es inmensa para su kehilĆ”/iglesia hoy: ā€œNuestro objetivo nunca debe ser imitar a los gentiles entre los que habitamos, sino seguir nuestro Camino y vivir bajo la luz que recibimos en el EspĆ­ritu Santoā€.

A lo que se debe aspirar como comunidad social, para que todo lo que se haga esté comprometido con un servicio santificado a Dios, es a que los gobernantes nos permitan vivir reposadamente en el Señor. O sea, tener nuestros momentos de adoración a Dios individuales y en comunidad, a vivir según los hÔbitos espirituales que Dios nos ha regalado y a poder servir al vecino lo mÔs que se pueda.

II- La perfección humana.

La palabra toabot traducida en esta porción como ā€˜abominaciones’ seƱala literalmente una ā€˜repugnancia total al grado de vomitar’ (v.9-12). En sus equivalentes griegos, la encontramos en los evangelios y en la enseƱanza de los apóstoles traducida como ā€˜inmundicia’, ā€˜impureza’, ā€˜abominación’, ā€˜impĆ­o’ o ā€˜pecado’[2]. Otra palabra interesante aquĆ­ es tamim, que significa ā€˜perfecto’, ā€˜completo’ o ā€˜sin defecto’.

Bajo la perspectiva moderna humanista en donde el hombre es exaltado, pero a la vez criticado al extremo como alguien incapaz de hacer algo correcto, e inclusive incapaz de hacer todo lo que quisiera hacer (como caminar por dentro de un Ć”tomo), se ha guiado a la conclusión de que el hombre no es perfecto. Al igual que ellos, algunos teólogos enfrascados en rebajar la Biblia al pensamiento moderno hacen hincapiĆ© en lo mismo y utilizan la frase ā€œsolo Dios es perfectoā€, para darle asĆ­ una apariencia lógica a su conclusión. Estos Ćŗltimos, quizĆ”s, sin darse cuenta de que con esto desacreditan al propio Creador. Porque: ĀæSerĆ” que Dios hizo una creación imperfecta?

Debemos entender, en primer lugar, a qué se refiere el término perfecto. Por ejemplo, un ventilador es perfecto si cumple con los requisitos para los cuales fue creado, pero si alguien piensa que no es perfecto por no hacer la función de aire acondicionado, simplemente tal persona estÔ analizando mal al ventilador. El ser humano es perfecto, siempre y cuando esté a la altura para lo cual fue creado.

Cuando aquĆ­ se utiliza la palabra Ā«perfectoĀ» es recalcando que, a travĆ©s de los mandamientos, el hombre podĆ­a andar a esa altura. Pero si en algĆŗn momento se daba cuenta que esto era imposible para Ć©l esto era, precisamente como parte del plan de Dios, porque Ɖl deseaba mostrarle su desnaturalización en su esencia humana como resultado del pecado y la separación con su Creador.

En eso consiste la imperfección humana, en la consecuencia de su pecado y no en la esencia de su creación. AdÔn en sus inicios era perfecto, pero luego de la caída todo cambió para él y para su descendencia (como se vio en la porción 3 y 4). Como los apóstoles, todos aquellos que han experimentado el nuevo nacimiento son ejemplo vivo para entender de su imperfección y de la restauración al nuevo estatus[3]. De hecho, nadie se puede perfeccionar si antes no ha sido elevado por Dios, a través del milagro de la regeneración y santificación, al estado de ser humano perfecto.

Preguntas:

1.- ¿CuÔles son los principales retos que usted ve influencian a los jóvenes de hoy en las escuelas? ¿Por qué?

2.- ¿CuÔles son los principales retos que usted ve influencian a los adultos en la sociedad de hoy? ¿Por qué?

3.- ĀæA la luz de esta porción, en quĆ© le hace reflexionar la palabra ā€˜abominación’?

4.- ¿Cómo ve usted se pudiera relacionar 1 Jn 4 con esta porción?

 

[1] 1 Sam 8:5-6.

[2] Mt 9:2; Mt 23:27; Ro 1:14; Col 3:5; Tit 1:16; Hb 8:12.

[3]Ro 7:7-21.

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