Texto Ôureo: Deuteronomio 23:1-13
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā DeuteronomioĀ 23:1-13
DĆa 2 Josue 13-14
DĆa 3 Salmo 63
DĆa 4 Salmo 84
DĆa 5 Mateo 16
DĆa 6 Lucas 9:28-62
I- Cuidado con los estƔndares de la sociedad.
Los pueblos de Amón y Moab manifestaron un descrĆ©dito total, en cuanto a su cualidad moral, cuando se negaron a dar pan y agua al pueblo de Israel. Esta es una de las razones por las que Dios prohibió que nadie de estas naciones pudiera ser parte de Su pueblo en algĆŗn momento. Analizar esta falta de concordia social es muy difĆcil si se tiene en cuenta que Lot, padre de estos pueblos, arriesgó su vida para proteger a los āextraƱosā que llegaron a Sodoma. ĀæCómo es posible que esta cualidad moral desapareciera por completo en unas pocas generaciones?
La respuesta se encuentra en otra pregunta: ĀæPor quĆ© una persona con tales cualidades persistirĆa en convivir con los de Sodoma? Toda persona es capaz de actuar de acuerdo con su propio estĆ”ndar y este es sembrado desde su crianza, en medio de las influencias de su entorno y a partir de sus inclinaciones naturales. Por tanto, aquel que crece en un medio que facilita la interrelación con la Palabra de Dios y en contacto con patrones de conducta, recibe su principal recompensa por actuar de acuerdo con aquello en lo cual fue educado. Sin embargo, aquellas buenas acciones que se cumplen solo porque āasĆ nos enseƱaron a hacerlasā, pierden buena parte de su eficacia.
Algunos de los comentaristas antiguos afirman que Lot no transmitió esa enseƱanza porque lo hacĆa por hĆ”bitos aprendidos en su familia, pero que nunca llegaron a ser parte de sus cualidades. Esto es una especulación bĆblica y para nada debemos creerlo si no tenemos una evidencia dada por Dios, pero de aquĆ se puede aprender algo muy importante: No se pueden hacer las cosas solo porque siempre ha sido asĆ, sino que debemos interiorizar aquello que hacemos.
ĀæCómo se puede contrarrestar la fuerza del hĆ”bito cuando es mayor que un deseo genuino del corazón? Pues con una vida devocional completa que depende de la interacción con el EspĆritu Santo. Por supuesto que eso implica una batalla de perseverancia y dependencia en Dios que muchas veces es estorbada por la cotidianidad o el desĆ”nimo, pero al mismo tiempo debe ponerse la mira en la certeza de que Aquel que comenzó la buena obra la perfeccionarĆ”.
2- Explota el buen potencial de tu hogar.
No es bueno mirar la Biblia desde una sola perspectiva; este asunto anterior veĆ”moslo desde otro Ć”ngulo y aprendamos de Ć©l. ĀæPor quĆ© la Escritura iguala la falta de hospitalidad con la contratación de Balaam? ĀæAcaso se puede comparar el primero con el segundo? Si ellos heredaron de su padre Lot buenas cualidades de hospitalidad, entonces quiere decir que su rebeldĆa era tan grande que fueron en contra de sus propios principios. Esto les hace caer en el pecado de hijos rebeldes, de lo cual Dios habĆa dado ya mandamiento.
De esto se puede aprender lo perjudicial que es ir en contra de las buenas cualidades que se aprenden en el hogar. TambiĆ©n se puede aprender que una persona es juzgada por Dios por las cosas que suceden en el interior de su ser y no por lo que todos ven, por eso dice que del corazón salen los malos pensamientos (Mt 15:19).Ā Otra enseƱanza es que toda persona es juzgada de forma estricta cuando resquebraja las Ć”reas donde deberĆa ser mĆ”s fuerte. Lo contrario a todo lo anterior serĆa fortalecer y hacer uso constante de esas cualidades fuertes que conforman nuestra conducta.
III- Influenciando a favor de Dios.
Es interesante tambiĆ©n analizar el porquĆ© ellos negaron especĆficamente agua y pan. El asunto es que esto representa hasta hoy lo esencial que necesita el ser humano para vivir. AsĆ que su conciencia lo que les dicto fue precisamente negarles lo esencial para vivir, aunque no tenĆan el valor de quitarles la vida ellos mismos; o sea: Ā”Quiero que mueras pronto, aunque no tengo el valor de matarte!
El odio y el miedo al pueblo de Israel superó ese rasgo de bondad natural que debe tener el ser humano al darle al necesitado lo esencial para la vida e hicieron lo contrario. Por eso una persona debe trabaja en su fortaleza natural internas y alinearla con los requisitos que Dios enseña en sus mandamientos, pues sino terminarÔ desperdiciando o mal utilizando lo que le hace una persona de bien.
Imagine usted que podrĆan haber logrado ellos de haber permitido a su rasgo de bondad actuar en su mĆ”ximo potencial. Si ellos salen y ofrecen pan y agua a un pueblo que viene de regreso a su tierra, huyendo de la esclavitud o la muerte, probablemente la Biblia habrĆa registrado ese grandioso acto de bondad para la eternidad y obviamente les hubiera sido permitido entrar al pueblo de Dios en algĆŗn momento.
ĀæCómo podemos aplicar esto Ćŗltimo a nuestra realidad? Muy simple, no pierdas la oportunidad de que cada cosa que te venga a la mano para hacer sea para hacer cosas en bien de los demĆ”s. Por ejemplo, una persona que tiene la posibilidad de predicar en una congregación deberĆa utilizar esto para enseƱar lo correcto, aun cuando no pertenezca al ministerio de enseƱanza allĆ.
Por eso le exhortamos a adquirir los libros de este discipulado DIC-DAC o utilizar todos los recursos de esta web, para invitar a su casa, o a cualquier otro lugar, a hermanos o inconversos que asà lo quieran y enséñeles las verdades de Dios. ”Asuma este reto!
Preguntas:
1.- ¿En qué sentido considera usted que Lc 9:51-56 se relaciona con esta porción?
2.- ¿CuÔl y cómo debe ser la actitud de los padres con sus hijos en medio del contexto social en que usted vive hoy?
3.- Con un espĆritu crĆtico y humilde mencione al resto del grupo cuĆ”les son las Ā Ā Ć”reas fuertes suyas.
Deuteronomio 23:1-13.
1 No entrarĆ” el amputador de su pene ni el castrado en la congregación (kehial/ekklesia), de YHVH. 2 NingĆŗn bastardo entrarĆ” en la congregación (kehial/ekklesia) de YHVH. Hasta la dĆ©cima generación no entrarĆ” en la congregación (kehial/ekklesia) de YHVH. 3 No entrarĆ” amonita ni moabita en la congregación (kehial/ekklesia) de YHVH, 4 por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor, en Mesopotamia, para maldecirte. 5 Pero YHVH tu Elohim no quiso oĆr a Balaam, sino que YHVH tu Elohim convirtió la maldición en bendición (berejĆ”), porque YHVH tu Elohim te ama. 6 Nunca procurarĆ”s su paz ni su bienestar en todos tus dĆas.
7 No abominarÔs al edomita, pues es tu hermano. No abominarÔs al egipcio, porque gentil fuiste en su tierra. 8 Los hijos que de ellos nazcan en la tercera generación, podrÔn entrar en la congregación (kehial/ekklesia) de YHVH. 9 Cuando salgas en campaña contra tus enemigos, te guardarÔs de toda cosa mala. 10 Si alguno de los tuyos queda impuro por lo que sucede de noche, saldrÔ del campamento y no entrarÔ en él. 11 Y serÔ que al atardecer se bañarÔ en agua, y una vez que el sol se haya puesto podrÔ regresar al campamento. 12 TendrÔs cierto lugar fuera del campamento, adonde salgas afuera, 13 y entre tus utensilios tendrÔs una estaca, y serÔ que antes de acuclillarte afuera, cavarÔs con ella, y te volverÔs y cubrirÔs tu excremento.
āŗ23.2 bastardo… Heb. mam zer. IndicaĀ cualquier clase de hijo ilegĆtimo, especialmente fruto del incesto o hijo de madreĀ pagana.
āŗ23.3 amonita ni moabita… āNeh. 13.1-2; YHVH… TM aƱade ni aun en la dĆ©cima generación entrarĆ”n en la congregación de YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.4 Balaam… āNm. 22.1-6.
āŗ23.5 convirtió… TM aƱade a ti. Se sigue LXX; en bendición… āNm. 23.7ā24.9.
āŗ23.10 lo que sucede… Esto es, una eyaculación involuntaria āLv. 15.16.
āŗ23.13 acuclillarte… De yashab = sentarse. Se refiere a la posición correcta para defecar.
Josue 13.
1 Cuando JosuĆ© era ya anciano, avanzado en dĆas, YHVH le dijo: TĆŗ has avanzado en los dĆas, y todavĆa queda mucha tierra por heredar. 2 Esta es la tierra que aĆŗn queda: Los territorios de los filisteos, del gesurita y del cananeo.Ā 3 Desde Sihor, al oriente de Egipto, hasta la región de Ecrón al norte, que se consideraĀ del cananeo; cinco principados de los filisteos: el gazeita, el asquelonita, el guitita y elĀ acronita, y los heveos. 4 Al sur, toda la tierra del cananeo, y Meara, que pertenece a losĀ sidonios, hasta Afec, hasta la región del amorreo, 5 y el territorio del giblita. Todo elĀ LĆbano hacia donde sale el sol, desde Baal-Gad al pie del monte Hermón, hasta entrarĀ en Hamat.
6 Todo habitante de la serranĆa desde el LĆbano hasta Misrefot-Maim, todos los sidonios, los exterminarĆ© de delante de Israel. Pero repĆ”rtela por lotes a Israel, como te he ordenado. 7 Divide, pues, esta tierra en heredad a las nueve tribus y a la media tribu de ManasĆ©s, desde el JordĆ”n hasta el mar Grande: hacia donde se pone el sol lo darĆ”s, el mar Grande serĆ” su lĆmite. 8 Pero a las dos tribus (a RubĆ©n y a Gad) y a la media tribu de ManasĆ©s, les dio MoisĆ©s allende el JordĆ”n hacia la salida del sol. MoisĆ©s, esclavo de YHVH, les dio 9 desde Aroer, a orillas del torrente de Arnón, y la ciudad que estĆ” en medio del valle, y toda la campiƱa de Medeba hasta Dibón; 10 todas las ciudades de Sehón, rey amorreo, que reinó en Hesbón, hasta los tĆ©rminos de los hijos de Amón; 11 Galaad y el territorio de los gesuritas y los maaquitas, todo el monte Hermón y todo el BasĆ”n hasta Salca; 12 el reino entero de Og, en el BasĆ”n, quien habĆa reinado en Astarot y Edrei, y fue dejado como Ćŗltimo sobreviviente de los refaĆtas, a los cuales MoisĆ©s habĆa derrotado y desposeĆdo.Ā 13 Sin embargo, los hijos de Israel no llegaron a expulsar a los gesuritas ni a los maaquitas, sino que Gesur y Maacat habitan en medio de Israel hasta este dĆa. 14 Pero a la tribu de LevĆ no le fue dada heredad. Su posesión es YHVH, DIOS de Israel, tal como Ćl le habĆa hablado.Ā 15 Y MoisĆ©s dio a la tribu de RubĆ©n conforme a sus familias, 16 y resultaron sus lĆmites desde Aroer, a orillas del torrente Arnón, y la ciudad que estĆ” en medio del valle, y toda la llanura 17 hasta Hesbón, con todas las ciudades que estĆ”n en la llanura: Dibón, Bamot-Baal, Bet-Baal-Meón, 18 Jaaza, Cademot, Mefaat, 19 Quiriataim, Sibma, Zaret- Hasahar (en la colina del Valle), 20 Bet-Peor, las laderas del Pisga, Bet-Hayesimot, 21 todas las ciudades de la llanura y el reino entero de Sehón, rey del amorreo (a quien MoisĆ©s habĆa derrotado), asĆ como los jefes de MadiĆ”n: Evi, Requem, Sur, Hur y Reba, prĆncipes de Sehón que moraban en aquella tierra. 22 Y a Balaam el de Beor, el adivino, lo mataron en el ataque. 23 La frontera de RubĆ©n fue el JordĆ”n con su ribera. Tal fue la heredad de los hijos de RubĆ©n, conforme a sus familias, sus ciudades y sus aldeas.Ā 24 Y MoisĆ©s habĆa dado su parte a los hijos de Gad, conforme a sus familias. 25 Su territorio fue: Yaazer y todas las ciudades de Galaad, la mitad de la tierra de los hijos de Amón, hasta Aroer, frente a RabĆ”. 26 Y desde Hesbón hasta Ramat-MispĆ© y Betonim, y desde Mahanaim hasta el lĆmite de Debir. 27 Y en el valle: Bet-Aram, Bet-NimrĆ”, Sucot y Safón, el resto del reino de Sehón rey de Hesbón, el JordĆ”n como su frontera hasta el extremo del mar de Kineret, allende el JordĆ”n, al oriente. 28 Tal fue la heredad de los hijos de Gad, por sus familias, las ciudades y sus aldeas.Ā 29 Y dio MoisĆ©s heredad a la media tribu de ManasĆ©s conforme a sus familias. 30 Su territorio fue desde Mahanaim, todo el BasĆ”n, todo el reino de Og, rey de BasĆ”n, y todas las aldeas de Jair que estĆ”n en BasĆ”n: sesenta poblaciones. 31Ā La mitad de Galaad, Astarot y Edrei, ciudades del reino de Og en BasĆ”n, fue dada a los hijos de Maquir ben ManasĆ©s, para la mitad de los hijos de Maquir, segĆŗn sus familias. 32 Esto es lo que MoisĆ©s hizo repartir como heredad en las llanuras de Moab, allende el JordĆ”n, frente a Jericó, al oriente.Ā
āŗ13.6 lotes… āNm. 33.54.
āŗ13.8 āNm. 32.33; Dt. 3.12.
āŗ13.14 āDt. 18.1.
āŗ13.27 de Kineret… Esto es, de Galilea.Ā
āŗ13.33 TM aƱade v. 33. Se sigue LXX.
Josue 14.
1 Esto, pues, es lo que los hijos de Israel heredaron en tierra de CanaĆ”n, que lesĀ repartieron Eleazar el sacerdote, JosuĆ© ben Nun, y las cabezas de las casas paternas deĀ las tribus de los hijos de Israel. 2 Tal como lo dispuso YHVH en mano de JosuĆ©, laĀ heredad se dio por sorteo a las nueve tribus y a la media tribu 3 allende el JordĆ”n. A losĀ levitas no les dio parte entre ellos 4 porque los hijos de JosĆ© habĆan constituido dosĀ tribus: ManasĆ©s y EfraĆn, y no les fue dada parte de la tierra a los levitas, sino soloĀ ciudades donde habitar, con pastizales separados para su ganado. 5 Tal como YHVHĀ habĆa ordenado a MoisĆ©s, asĆ lo hicieron los hijos de Israel, y se repartieron la tierra.Ā
6 Y los hijos de JudĆ” acudieron a JosuĆ© en Gilgal, y Caleb ben Jefone, el ceneceo le dijo:Ā TĆŗ sabes lo que YHVH dijo a MoisĆ©s, varón de Elohim, respecto a mĆ y a ti en CadesĀ Barnea. 7 Yo tenĆa cuarenta aƱos cuando MoisĆ©s, esclavo de YHVH, me envió desdeĀ Cades Barnea a reconocer la tierra. Y le informĆ© segĆŗn lo que habĆa en mi corazón. 8 Pero mis hermanos, los que habĆan subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón delĀ pueblo, aunque yo seguĆ cumplidamente a YHVH mi DIOS (Eloha). 9 En aquel dĆa MoisĆ©s juró diciendo: La tierra que ha pisado tu pie serĆ” una herencia para ti y tus hijos paraĀ siempre, por cuanto seguiste cumplidamente a YHVH mi DIOS (Eloha). 10 Y ahora YHVH me haĀ hecho vivir, como Ćl dijo, estos cuarenta y cinco aƱos, desde que YHVH habló estaĀ palabra a MoisĆ©s, cuando Israel fue encaminado por el desierto; y ahora, he aquĆ hoy yaĀ tengo ochenta y cinco aƱos. 11 TodavĆa hoy estoy tan fuerte como el dĆa en que MoisĆ©sĀ me envió. Cual era entonces mi fuerza, tal es mi fuerza ahora para la guerra, tanto paraĀ salir como para entrar. 12 Ahora pues, dame esta región montaƱosa, de la cual habló YHVH aquel dĆa; porque tĆŗ mismo oĆste aquel dĆa que los anaceos estaban allĆ, asĆ comoĀ ciudades grandes y fuertes. QuizĆ”s YHVH estĆ© conmigo y yo pueda expulsarlos, talĀ como YHVH habló.
13 Entonces JosuĆ© lo bendijo (YeberejĆ”), y dio Hebrón por heredad a Caleb ben Jefone. 14 Por tanto Hebrón llegó a ser la herencia de Caleb ben Jefone cenezeo hasta este dĆa, porqueĀ siguió cumplidamente a YHVH Elohim de Israel. 15 Pero el nombre de Hebrón era antesĀ Quiriat-Arba, ciudad principal de los anaceos. Y la tierra se calmó de la guerra.
āŗ14.2 sorteo… āNm. 26.52-56; 34.13.
āŗ14.6 āNm. 14.30.
āŗ14.7 āNm. 13.1-30.
āŗ14.15Ā Se inserta Arba para suplir elipsis del original.
Salmo 63.
1Ā Salmo de David, cuando estaba en el desierto de JudĆ”.
Ā”Oh Elohim, TĆŗ eres mi DIOS!Ā Te buscarĆ© ansiosamente; mi alma tiene sed de Ti, mi carne desfallece por Ti, en tierra seca y yerma, donde no hay agua.Ā 2 AsĆ te he buscado en el santuario, para ver tu poder y tu gloria,Ā 3 porque tu misericordia es mejor que la vida.Ā Mis labios te alabarĆ”n,Ā 4 te bendecirĆ© mientras viva, en tu Nombre alzarĆ© mis palmas.Ā 5 Como con grosura y con extracto serĆ” saciada mi alma, y mi boca te alabarĆ” con labios deĀ jĆŗbilo,Ā 6 cuando en mi lecho me acuerde de Ti, cuando te susurre en las vigilias de la noche.Ā
7 Porque TĆŗ has sido mi socorro, asĆ en la sombra de tus alas canto jubiloso;Ā 8 mi alma estĆ” apegada a Ti y te sigue,Ā Tu diestra me sostiene con vigor.Ā 9 Pero los que buscan mi alma para destrucción, bajarĆ”n a las partes mĆ”s profundas de la tierra.Ā 10 SerĆ”n entregados al poder de la espada, y vendrĆ”n a ser presa de chacales.Ā 11 Pero el rey se regocijarĆ” en Elohim, y cualquiera que jura por Ćl serĆ” alabado, porque la boca de los que hablanĀ mentiras serĆ”n tapadas.
Salmo 84.
1 Al director del coro. Sobre guittit. Salmo de los hijos de Coré.
”CuÔn amables son tus moradas, oh YHVH Sebaot! 2 Mi alma anhela y aun desea con ansias los atrios de YHVH, mi corazón y mi carne cantan al DIOS vivo.
3 Como el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sĆ, donde poner sus polluelos, asĆ yo, cerca de tus altares, oh YHVH Sebaot, Rey mĆo y Elohim mĆo.
4 ”CuÔn bienaventurados son los que habitan en tu Casa! Perpetuamente te alabarÔn.
Selah
5 ”CuÔn bienaventurado es el hombre que tiene en Ti sus fuerzas, en cuyo corazón estÔn las sendas! 6 Atravesando el valle de Baca, lo cambian en fuente, y la lluvia temprana lo cubre de bendición. 7 IrÔn de poder en poder, VerÔn a Elohim en Sión.
8 Ā”Oh YHVH, Elohim Sebaot, oye mi oración!Ā Ā”Presta oĆdo, oh Elohim de Jacob!
Selah
9 Ve, oh Elohim, escudo nuestro, y mira el rostro de tu ungido. 10 Porque mejor es un dĆa en tus atrios que mil fuera de ellos.Ā
EscogerĆa antes estar a la puerta de la Casa de mi Elohim, que habitar en las tiendas de maldad.Ā 11 Porque sol y escudo es YHVH Elohim, favor y honor concede YHVH, no quitarĆ” el bien a los que andanĀ en integridad.
12 Ā”Oh YHVH Sebaot, cuĆ”n bienaventurado es el hombre que confĆa en Ti!
āŗ84.1 guittit… āSal 8.1 nota.
āŗ84.3 Se inserta AsĆ yo para suplir elipsis del original. LaĀ elipsis del original debe suplirse en la forma propuesta.
āŗ84.5 las sendas… Esto es, lasĀ sendas a Sión.
āŗ84.6 Baca… Prob. valle de lĆ”grimas.
āŗ84.10 Se inserta fuera deĀ ellosĀ para suplir elipsis del original.
Mateo 16.
1 Se acercaron los fariseos y saduceos para tentarlo, y le pidieron que les mostrara una seƱal del cielo. 2 Pero Ćl, respondiendo, les dijo:Ā 4 Esta generación perversa y adĆŗltera demanda una seƱal milagrosa, pero no le serÔ dada otra seƱal que la seƱal de JonĆ”s. Y dejĆ”ndolos, se fue.Ā
5 Cuando llegaron los discĆpulos a la otra orilla, se olvidaron de llevar panes. 6 JESĆS les dijo: Cuidaos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos. 7 Ellos entonces razonaban entre sĆ, diciendo: Ā”Es porque no trajimos panes! 8 Cuando JESĆS lo advirtió, dijo: Ā”Oh, faltos de fe! ĀæQuĆ© estĆ”is discutiendo entre vosotros de que no tenĆ©is panes? 9 ĀæNo entendĆ©is aĆŗn? ĀæNo recordĆ”is los cinco panes de los cinco mil, y cuĆ”ntos cestos recogisteis? 10 ĀæNi los siete panes de los cuatro mil, y cuĆ”ntas canastas grandes recogisteis? 11 ĀæCómo no entendĆ©is que no os hablo acerca de panes? Ā”Pero guardaos de la levadura (jametz) de los fariseos y saduceos! 12 Entonces entendieron que no les decĆa que se guardaran de la levadura (jametz) de los panes (jalĆ”), sino de la enseƱanza (didajĆ©) de los fariseos y saduceos.
13 Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, JESĆS preguntaba a sus discĆpulos, diciendo: ĀæQuiĆ©n dicen los hombres que es el Hijo del Hombre (Ben AdĆ”n)? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista, y otros ElĆas, y otros JeremĆas, o uno de los profetas. 15 Les dice: Y vosotros, ĀæquiĆ©n decĆs que soy Yo? 16 Respondiendo Simón la piedra (pĆ©tros), dijo: TĆŗ eres el CRISTO, el Hijo del DIOS viviente. 17 Respondió JESĆS y le dijo: Bienaventurado eres Simón bar JonĆ”s, porque no te lo reveló (apocalipsis) carne ni sangre, sino mi Padre que estĆ” en los Cielos. 18 Y Yo te digo que tĆŗ eres piedra (pĆ©tros), y sobre esta roca (pĆ©tras) edificarĆ© mi iglesia (kehilĆ”/ekklesia), y las puertas del Hades no prevalecerĆ”n contra ella. 19 Y te darĆ© las llaves del reino de los Cielos, y todo lo que ates en la tierra habrĆ” sido atado en los Cielos, y todo lo que desates en la tierra habrĆ” sido desatado en los Cielos.Ā 20 Entonces ordenó a los discĆpulos que a nadie dijeran que Ćl es el CRISTO.
21 Desde entonces JESĆS comenzó a declarar a sus discĆpulos que Ćl debĆa ir a JerusalĆ©n y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y ser resucitado al tercer dĆa.Ā 22 Pero la piedra (jo pĆ©tros), tomĆ”ndolo aparte, comenzó a reconvenirlo, diciendo: SeƱor, Ā”DIOS no lo quiera! Ā”De ningĆŗn modo te sucederĆ” esto! 23 Entonces Ćl, volviĆ©ndose, dijo a la piedra (to pĆ©tros): Ā”Fuera de mi vista, SatanĆ”s! Me eres tropiezo, pues no piensas lo de DIOS sino lo de los hombres.
24 Entonces JESĆS dijo a sus discĆpulos: Si alguno quiere venir en pos de MĆ, niĆ©guese a sĆ mismo, tome su cruz y sĆgame. 25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderĆ”, pero el que pierda su vida por causa de MĆ, la hallarĆ”. 26 Pues, ĀæquĆ© provecho obtendrĆ” el hombre si ganara todo el mundo, pero perdiera su alma? O, ĀæquĆ© darĆ” el hombre a cambio de su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre (Ben AdĆ”n) ha de venir en la gloria de su Padre con sus Ć”ngeles, y entonces recompensarĆ” a cada uno segĆŗn su conducta. 28 De cierto os digo que hay algunos de los que estĆ”n aquĆ, que de ningĆŗn modoĀ gustarĆ”n la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre (Ben AdĆ”n) viniendo en su reino (maljut).
āŗ16.1 seƱal… ā12.38; Lc 11.16.
āŗ16.3 Mā aƱaden versĆculo de Lc 12.54-56.
āŗ16.4 seƱal…Ā ā12.39; Lc 11.29; JonĆ”s… Mā aƱaden del profeta āJon 3.4-5; dejĆ”ndolos… La preposiciónĀ componente aƱade la idea de poner punto final a la conversación. Hoy dirĆamos:Ā dejĆ”ndolos plantados.
āŗ16.6 levadura… āLc 12.1.
āŗ16.7 Es porque… Se sobreentiendeĀ Esto dice porque…
āŗ16.8 faltos de fe… Gr. oligópistos = difidentes.
āŗ16.9 panes… ā14.17-21; cestos… Gr. kófinos.
āŗ16.10 panes… ā15.34-38; canastas grandes… Gr. spurĆs.
āŗ16.12 didaje Gr. se refiere o tiene su paralelo con el termino mishnĆ” Hb. o sea, la enseƱanza escrita que describe en alguna medida a la tradición oral de una secta.
āŗ16.13 Ā”Acuciante pregunta de decisiva respuesta!
āŗ16.14 ā14.1-2; Mr 6.14-15; Lc 9.7-8.
āŗ16.16 āJn 6.68-69. simon petros Gr. cuando dos sustantivos nominativos estĆ”n juntos y concuerdan en gĆ©nero y nĆŗmero el primero actua como adjetivo.
āŗ16.17 no te lo reveló… Una declaración tanĀ explĆcita solo podĆa ser producto de una revelación sobrenatural. āŗ16.18 esta roca… si estĆ” hablando con Simos que es Piedra entonces el pronombre demostrativo y dativo “esta” se refiere a una roca mencionada antes y eso solo es segĆŗn el contexto la revelación de sĆ mismo; Hades… Esto es, el imperio de la muerte; no prevalecerĆ”n… Otra traducción posible: no tendrĆ”n poder.
āŗ16.19 habrĆ” sido atado… desatado… Esto es, lo atado, lo prohibido… lo desatado, lo permitido ā18.18; Jn 20.23. Tanto lo uno como lo otro es consecuencia de algo que ocurrió previamente en el cielo, pero no por la acción ni el designio de Simón.
āŗ16.21 tercer dĆa…
āŗ16.23 Fuera… ā4.10. āŗ16.24 sĆgame… ā10.38; Lc 14.27.
āŗ16.25 pierda su vida… ā10.39; Lc 17.33; Jn 12.25.
āŗ16.26 su alma… O su vida.
āŗ16.27 ha de venir… El verbo gr. mĆ©llo seguido del infinitivo Ć©rjomai a menudo implica que algo es inevitable; recompensarĆ”… ā25.31; Sal 62.12.
Lucas 9:28-62.
28 Como ocho dĆas despuĆ©s de estas palabras, sucedió que tomando al Piedra (ton pĆ©tron) y a Juan y a Jacobo, subió al monte a orar. 29 Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se volvió diferente, y su vestido, blanco resplandeciente. 30 Y he aquĆ dos varones hablaban con Ćl, los cuales eran MoisĆ©s y ElĆas, 31 quienes, habiendo aparecido en esplendor, hablaban de Su Ć©xodo, que estaba a punto de cumplir en JerusalĆ©n. 32 Y el Piedra (jo pĆ©tros) y los que estaban con Ć©l se hallaban cargados de sueƱo, pero habiĆ©ndose sacudido el sueƱo, vieron su gloria, y a los dos varones que estaban con Ćl.Ā 33 Y sucedió que al ser apartados ellos de Ćl, dijo el Piedra (jo pĆ©tros) a JESĆS: Maestro, bueno es quedarnos aquĆ; hagamos tres tabernĆ”culos, uno para Ti y otro para MoisĆ©s y otro para ElĆas (sin saber lo que decĆa). 34 Y diciendo Ć©l estas cosas, se apareció una nube que los cubrĆa con su sombra, y al entrar ellos en la nube, sintieron temor. 35 Y de la nube surgió una voz que decĆa: Ā”Este es mi Hijo amado: a Ćl oĆd! 36 Y al venir la voz, JESĆS fue hallado solo. Y ellos callaron, y en aquellos dĆas no dijeronĀ a nadie las cosas que habĆan visto.
37 Al dĆa siguiente, sucedió que cuando bajaron del monte, le salió al encuentro una gran multitud. 38 Y he aquĆ un varón de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas atentamente a mi hijo, que es mi unigĆ©nito; 39 porque he aquĆ un espĆritu lo toma y de repente da alaridos y lo convulsiona con espumarajo y lo estropea, y a duras penas se aparta de Ć©l. 40 Y he rogado a tus discĆpulos que lo echaran fuera, pero no pudieron. 41 Entonces JESĆS respondió y dijo: Ā”Oh generación incrĆ©dula y perversa! ĀæHasta cuĆ”ndo estarĆ© con vosotros y os soportarĆ©? Ā”Trae acĆ” a tu hijo! 42 Pero aun, cuando se acerca, el demonio lo derribó y convulsionó; mas JESĆSĀ reprendió al espĆritu inmundo y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre. 43 Y todos estaban asombrados de la grandeza de DIOS.Ā Mientras todos estaban maravillados de todas las cosas que hacĆa, dijo a sus discĆpulos: 44 Poned vosotros estas palabras en vuestros oĆdos, porque el Hijo del Hombre (Ben AdĆ”n) estĆ” a punto de ser entregado en manos de hombres. 45 Pero ellos no entendĆan este dicho, pues les estaba encubierto para que no lo entendieran; y temĆan preguntarle sobre este dicho. 46 Surgió entonces una discusión entre ellos: quiĆ©n de ellos serĆa mĆ”s grande. 47 Pero JESĆS, que conocĆa el razonamiento del corazón de ellos, tomó a un niƱo y lo puso junto a sĆ, 48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niƱo en mi Nombre, me recibe, y el que me recibe, recibe al que me envió; porque el que es mĆ”s pequeƱo entre todos vosotros, ese es grande.Ā 49 Y tomando la palabra Juan, dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tuĀ Nombre, y tratamos de prohibĆrselo, porque no sigue con nosotros. 50 JESĆS le dijo: NoĀ se lo prohibĆ”is, porque el que no estĆ” contra vosotros, estĆ” a favor de vosotros.
51 Aconteció que al acercarse los dĆas de su ascensión, afirmó su rostro para ir a JerusalĆ©n. 52 Y envió mensajeros (Ć”ngeles) delante de sĆ, y al ir, entraron en una aldea de samaritanos para hacerle preparativos. 53 Pero no lo recibieron, porque su aspecto era como del que iba a JerusalĆ©n. 54 Viendo esto los discĆpulos Jacobo y Juan, dijeron: SeƱor, Āæquieres que ordenemos que descienda fuego del cielo que los consuma? 55 Pero volviĆ©ndose, los reprendió, 56 y se fueron a otra aldea.Ā 57 Y mientras iban por el camino, alguien le dijo: Te seguirĆ© adondequiera que vayas. 58 JESĆS le dijo: Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre (Ben AdĆ”n) no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Ā”SĆgueme! Pero Ć©l dijo: SeƱor, permĆteme ir primero a enterrar a mi padre. 60 Le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tĆŗ anda, proclama el reino de DIOS. 61 Otro le dijo: Te seguirĆ©, SeƱor, pero primero permĆteme despedir a los que estĆ”n en mi casa. 62 Pero JESĆS dijo: Ninguno que puso la mano en el arado y mira hacia atrĆ”s, es apto para el reino de DIOS.
āŗ9.28 Los par. (Mt 17.1 y Mr 9.2) solo cuentan los dĆas intermedios entre ambos episodios. Lucas incluye comienzo y final. La piedra es el sobre nombre para el apostol Simón Ben YonĆ”s.
āŗ9.29 oraba… Lit. en el orar Ćl.
āŗ9.31 hablaban… Lit. decĆan la salida de Ć©l; Su Ć©xodo… Esto es, Su partida.
āŗ9.33 tabernĆ”culos… āLv 23.39-43; Jn 1.14.
āŗ9.35 amado… āIs 42.1; Mt 3.17; 12.18; Mr 1.11; Lc 3.22; 2P 1.17.
āŗ9.36 habĆan visto… Lit. han visto.
āŗ9.41 perversa… Lit. extraviada.
āŗ9.45 no entendĆan… Lit. desconocĆan.
āŗ9.46 mĆ”s grande… āLc 22.24.
āŗ9.48 āJn 13.20; Mt 10.40; Lc 10.16.
āŗ9.50 vosotros… Mā registran nosotros.
āŗ9.51 acercarse… Lit. al estar cumpliĆ©ndose; ascensión… āHch 1.2, 11, 22; afirmó su rostro… Es decir, decidió resueltamente. Ć”ngeles… en este caso no ha seres celestiales sino humanos.
āŗ9.53 recibieron… Los que iban a JerusalĆ©n no solĆan hacerlo a travĆ©s de Samaria āJn 4.9.
āŗ9.54 cielo… Mā aƱaden como hizo ElĆas.
āŗ9.55 volviĆ©ndose… Lit. habiendo sido vuelto; reprendió… Mā armonizanĀ texto a 19.10 āJn 3.17.
āŗ9.56 VĆ©ase comentario anterior por la preferencia de la lectura mĆ”s corta.Ā Ā
āŗ9.57 Te… Mā anteponen SeƱor.
āŗ9.58 recostar… Lit. que recueste.
āŗ9.61 despedir… ā1R 19.20.

