Texto Ɣureo: Deuteronomio 25
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā Deuteronomio 25
DĆa 2 Salmo 119:73-80
DĆa 3 Proverbios 1
DĆa 4 Isaias 3-5
DĆa 5 Jeremias 22-23
DĆa 6 LucasĀ 12:32-59ā
I- ĀæA dónde dirige la sabidurĆa?
La sabidurĆa humana se encuentra escondida en una vida de humildad principalmente hacia el Creador. Esto puede tener una doble implicación: (1) Por un lado, quien conduzca su vida de manera humilde tendrĆ” el mĆ©rito de conservar su sabidurĆa, (2) Quien se asegure de conservar su sabidurĆa tendrĆ” el mĆ©rito de ser humilde. Por eso decimos que ser sabio es procurar en humildad tener una relación Ćntima con Dios.
De ahĆ que, cuando alguien se afana por usar y vivir en la dimensión del mundo fĆsico siempre quedarĆ” atrapado en Ć©l, alejĆ”ndose cada vez mĆ”s de una vida en santidad, con propósito supremo y con significado.
Con seguridad, no hay mejor forma de recordar a uno mismo el propósito real y supremo de la vida que estudiar la Palabra de Dios, porque es ahĆ donde se aprende el propósito de Dios con su creación y de la humildad para relacionarse con Ćl. Cuando una persona fija un tiempo devocional en que no solo ore, sino que tambiĆ©n pueda estudiar la Escritura, estarĆ” grabando en su propia mente el propósito de Dios con Ć©l y todo a su alrededor. Incluso mĆ”s que eso, al estudiar y respetar la Palabra de Dios, el creyente estĆ” alumbrando, guiando y enderezando su vida con los recursos que Dios le ha dado.
II- Negociar a la manera de Dios.
Uno de los mandamientos en esta porción habla de ser rectos en nuestros tratos comerciales. ¿Pero, por qué el ataque de Amalec estÔ conectado con éste?
El texto dice: Ā«que se encontró contigo en el caminoĀ» (Dt 25:18), o sea que ellos llegaron a donde estaba Israel para interactuar con un plan bajo la mesa, convirtiĆ©ndose para el pueblo de Dios en un estorbo en su ruta a la tierra prometida. Con esta actitud, no solo se constituĆan ellos en enemigos, sino que influenciaron en el resto de los pueblos de la región creyendo que el pueblo de Israel era una nación dĆ©bil. Por eso, si bien Amalec fue derrotado, mĆ”s que eso consiguió transmitir esa idea de que era posible derrotar a Israel y que solo se necesitarĆa para eso una buena estrategia. Amalec socavó todo lo que era sagrado y especial en el mundo en ese momento, desacreditando ante los ojos de las naciones al pueblo de Dios, como si realmente fuera ādĆ©bilā y estuviera comandada por un dios injusto e insuficiente que le trajo cuarenta aƱos por el desierto.
Es en este punto en que se conecta el mandamiento con esta historia, porque engaƱar en los tratos comerciales es igualmente un descrĆ©dito de os demĆ”s y freno a su impulso. Es simple, quien tiene conciencia de que Dios creó y dirige el mundo no engaƱarĆ” en los negocios, porque sabe perfectamente que sus ganancias vienen de Ćl. Esforzarse en los negocios sin engaƱar o manipular a los demĆ”s es seguir las reglas de Dios.
AsĆ tambiĆ©n, todo el que es capaz de engaƱar en los negocios estĆ” transmitiendo el mensaje de que solo cree y depende de su esfuerzo personal. ĀæQuĆ© conlleva que una persona cometa este terrible acto? Por lo general, quien lo hace es guiado por un deseo incontenible de incrementar su satisfacción en placeres temporarios. MĆ”s dinero para adquirir mĆ”s comida gourmet, una casa gigante, un auto de lujo, etc. No es que esas cosas sean malas en sĆ mismas, sino que la persona que se concentra en eso quiere satisfacer tanto sus deseos que se vuelve egoĆsta y llegarĆ” a engaƱar en alguna medida a otros para lograr ese objetivo.
Esa persona perdió de vista la esencia de la vida, olvidó que ganarse el sustento es simplemente una forma de vivir, y que el verdadero propósito en la vida se alcanza a través del servicio al Creador.
III- La influencia es mĆ”s peligrosa que el enemigo en sĆ.
Esta porción termina con una ley que ha provocado mucho debate y autoanĆ”lisis: Ā«Destruir a AmalecĀ». Existe un debate hoy acerca de si este mandamiento es algo absoluto que involucra a cada miembro y descendiente de Ć©l, o si solo se refiere al rey y su corte. En cualquier caso, esto debĆa considerarse bajo la luz del mandamiento de extender una propuesta de paz antes de ir a la guerra. Porque si a ellos se le extiende una propuesta de guerra y la aceptan, la pregunta serĆa: ĀæEs justo atacar a quien acepta hacer la paz?
E inclusive, yĆ©ndonos un poco a la literalidad de este texto, se puede entender la profundidad del asunto: Ā«borrarĆ”s la memoria de Amalec de debajo del cieloĀ». Es decir que Dios estaba siendo radical con ellos y descartando por completo la posibilidad, especĆficamente con ellos, de que pudieran hacer paz en algĆŗn momento con otros y en especial con su pueblo. Y, ademĆ”s, que serĆan capaces de usar toda su influencia sobre los demĆ”s para hacer una alianza en su ataque.
La historia ha estado llena de personas con un liderazgo āhipnóticoā sobre los demĆ”s. Ellos han sido eliminados o simplemente han pasado, pero luego se levantan otros enarbolando sus mismas ideas, llevĆ”ndolas mĆ”s allĆ” de lo que el propio lĆder pudo, trayendo muerte, destrucción y caos para muchos otros. Entonces sus ideas y sus planes llegan a ser mĆ”s peligrosos que aquello que sus lĆderes hicieron.
Preguntas:
1.- ¿Estudiar la Biblia es un lujo o una necesidad? ¿Por qué?
2.- Identifique un versĆculo de Jr 22 que muestre la causa del juicio sobre JudĆ” y seƱale cómo ve usted que se relacione con esta porción.
3.- Algunos han llegado a acusar a JesĆŗs de un liderazgo hipnótico citando textos como Lc 12:32-34 y ver su resultado. A partir de su experiencia, Āæcómo explicarĆa a estas personas ese perfil errado de Ćl?
4.- «Es hasta cierto punto fÔcil pelear contra algún amalecita, pero qué tal cuando se encuentra dentro de usted». ¿A qué cree que se refiere esta frase?
Deuteronomio 25.
1 Cuando haya contienda entre hombres, se presentarÔn a juicio para que se los juzgue. JustificarÔn al justo (tzadiq) y condenarÔn al malvado. 2 Si el malvado merece ser azotado, entonces el juez lo harÔ echar en tierra y lo harÔ azotar en su presencia, según el número de azotes que merezca su maldad. 3 Cuarenta azotes podrÔ darle, no mÔs. No sea que si aumenta mucho los azotes por encima de esto, tu hermano se degrade ante tus ojos.
4 No pondrƔs bozal al buey que trilla.
5 Cuando unos hermanos vivan juntos, y uno de ellos muera sin tener hijos, la mujer del difunto no se casarÔ fuera con un hombre extraño. Su cuñado se unirÔ a ella y la tomarÔ por mujer cumpliendo con ella el deber de levirato. 6 Y serÔ que el primogénito que ella dé a luz, sucederÔ en el nombre del difunto, para que no sea borrado de Israel su nombre. 7 Pero si el hombre no quiere tomar a su cuñada, esta subirÔ a la puerta, adonde los ancianos, y dirÔ: Mi cuñado se niega a perpetuar el nombre de su hermano en Israel. No quiere cumplir conmigo el deber de levirato. 8 Y los ancianos de aquella ciudad lo llamarÔn y hablarÔn con él. Si él se levanta y dice: No deseo tomarla, 9 su cuñada se acercarÔ a él ante los ancianos, le quitarÔ el calzado del pie y lo escupirÔ en el rostro, y contestarÔ diciendo: ”Asà se hace al hombre que rehúsa edificar la casa de su hermano! 10 Y se le darÔ este nombre en Israel: La casa del descalzado.
11 Si dos varones luchan entre sĆ, uno contra el otro, y la mujer del uno se acerca para librar a su marido de quien lo ataca, y al meter ella su mano le agarra sus genitales, 12 le cortarĆ”s entonces su mano. Tu ojo no se compadecerĆ”.
13 No tendrĆ”s en tu bolsa pesas diferentes, una grande y una pequeƱa. 14 No tendrĆ”s enĀ tu casa medidas diferentes, una grande y una pequeƱa. 15 TendrĆ”s pesa exacta y justa,Ā tendrĆ”s medida exacta y justa, para que tus dĆas se prolonguen en la tierra que YHVH tuĀ Elohim te da. 16 Porque todo el que hace estas cosas, todo el que comete injusticia, esĀ abominable a YHVH tu Elohim.
17 ”Recuerda lo que te hizo Amalec en el camino cuando salisteis de Egipto! 18 Cómo te salió al camino y acuchilló a los rezagados entre los tuyos, a los débiles que se atrasaban, estando tú fatigado y cansado, y no tuvo ningún temor de Elohim. 19 Por tanto, cuando YHVH tu Elohim te haya dado descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que YHVH tu Elohim te da por heredad para que la poseas, borrarÔs la memoria de Amalec debajo de los cielos. ”No lo olvides!
āŗ25.4 bozal… ā1Co. 9.9; 1Ti. 5.18.
āŗ25.5 levirato… Heb. veyibmah (del verbo yabam). SeĀ refiere a la obligación de suscitar descendencia al hermano difunto, casĆ”ndose con laĀ cuƱada āGn. 38.8; Rut 3.12-13; 4.1-8.
āŗ25.6 nombre delĀ difunto… TM registra nombre de su hermano. Se sigue LXX; Mt. 22.24; Mr. 12.19.
āŗ25.9 a Ć©l… TM aƱade a ojos Se sigue LXX.
āŗ25.10 descalzado… āRut 4.7-8.
āŗ25.13 pesas… Lit. piedra.
āŗ25.16 injusticia… āLv. 19.35-36.Ā
āŗ25.17 Amalec… Enemigo perenne de los judĆos āEx. 17.8-16; 1S. 15.2-9.
āŗ25.18 a los… TM registra a todos. Se sigue LXX.
Salmo 119:73-80.
73 Tus manos me hicieron y me afirmaron; hazme entender, y aprenderƩ tus mandamientos (mitzvot).
74 Que los que te temen me vean y se alegren, porque yo espero con ansia en tu palabra.
75 Reconozco, oh YHVH, que tus estatutos (mishpatim) son justos (tzedeq), que con razón me afligiste.
76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme prometiste a tu esclavo.
77 AlcƔncenme tus misericordias, para que viva, porque tu ley (torƔ) es mi delicia.
78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; yo meditarƩ en tus decretos (piqudei).
79 Vuélvanse a mà los que te temen y conocen tus testimonios (edot).
80 Sea mi corazón Ćntegro en tus decrĆ©tos (jukim) para que no me avergüence.
Proverbios 1.
1 Proverbios de Salomón ben David, rey de Israel.
2 Para adquirir sabidurĆa y consejo, para comprender las palabras de la inteligencia, 3 para recibir el consejo de prudencia, justicia (tzedeq), derecho (mishpatim) y equidad. 4 Para dar sagacidad al incauto, y a los jóvenes ciencia y discreción, 5 óigalo tambiĆ©n el sabio y aumentarĆ” el saber, y el entendido obtendrĆ” consejos sabios. 6 Para hacer entender el proverbio y la parĆ”bola, las palabras de los sabios y sus enigmas.Ā 7 El principio de la sabidurĆa es el temor de YHVH, pero los insensatos desprecian la sabidurĆa y el consejo.
8 Oye, hijo mĆo, el consejo de tu padre, y no abandones las enseƱanzas (torĆ”) de tu madre, 9 porque serĆ”n diadema hermosa a tu cabeza y collar en tu garganta.
10 Hijo mĆo, si los pervertidos te quieren seducir, no consientas. 11 Si dicen: Ven con nosotros a tender trampas mortales, a acechar, sin motivo, al inocente; 12 Ā”DevorĆ©moslo vivo, como el Seol, enteros, como los que bajan al sepulcro! 13 Hallaremos objetos valiosos, llenaremos nuestras casas del botĆn, 14 Comparte tu suerte con nosotros, y tengamos todos una misma bolsa.Ā 15 Hijo mĆo, no los acompaƱes en su camino, aparta tu pie de sus senderos,Ā 16 porque sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar sangre.Ā 17 En vano se tiende la red ante los ojos mismos del ave,Ā 18 pero ellos atentan contra su propia sangre, y ante sus propias vidas tienden laĀ trampa.Ā 19 Tales son los comprtamientos del que es dado a la codicia, que quita la vida a sus dueƱos.
20 La SabidurĆa clama por las calles, y en las plazas hace oĆr su voz,Ā 21 grita en el bullicio de la ciudad, y en la entrada de la puerta pregona sus razones:Ā 2 Oh simples, Āæhasta cuĆ”ndo amarĆ©is la simpleza, y vosotros, insolentes, os complacerĆ©is en la insolencia, y vosotros, insensatos, aborrecerĆ©is el saber?Ā 23 Ā”Volveos ante mi reprensión, y os manifestarĆ© mi espĆritu (ruaj), y os harĆ© conocer mis palabras! 24 He llamado, y os rehusasteis, extendĆ mi mano, y no habĆ©is hecho caso. 25 Desechasteis todo mi consejo, y nadie quiso aceptar mi reprensión. 26 Yo tambiĆ©n me reirĆ© cuando llegue vuestra calamidad, y me burlarĆ© cuando os alcance el terror. 27 Cuando lo que temĆ©is venga como una tormenta, y vuestra calamidad llegue como un torbellino, cuando os sobrevenga tribulación y angustia, 28 entonces me llamarĆ©is, y no responderĆ©, me buscarĆ”n, pero no me encontrarĆ”n, 29 por cuanto aborrecieron la ciencia, y no escogieron el temor de YHVH. 30 No quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mĆa.Ā 31 ComerĆ”n pues, del fruto de su propio camino, y se hartarĆ”n de sus propios consejos. 32 El descarrĆo de los simples los matarĆ”, y la complacencia de los necios los destruirĆ”. 33 Pero el que me oiga, habitarĆ” confiadamente y estarĆ” tranquilo, sin temor del mal
Isaias 3-5.
1 Porque he aquà el Soberano, YHVH Sebaot, quitarÔ de la Judea y de Jerusalén sustento de pan (lejem) y sustento de agua, 2 al poderoso y al guerrero, al juez y al profeta, al adivino y al anciano, 3 al capitÔn, al honorable, y al consejero, al diestro en la magia, y al prÔctico en hechizos.
4 Por prĆncipes les pondrĆ© muchachos, y la arbitrariedad regirĆ” sobre ellos. 5 BrotarĆ” entre el pueblo la violencia de unos contra otros, cada cual contra su compaƱero.Ā El joven atacarĆ” al anciano, y el plebeyo al noble.Ā 6 Entonces un hombre echarĆ” mano a su hermano en casa de su padre diciendo:Ā TĆŗ tienes manto, Ā”sĆ© nuestro prĆncipe, y toma esta ruina en tus manos!
7 Ese dĆa otro jurarĆ”, diciendo:Ā Ā”No soy mĆ©dico, y en mi casa no hay pan (lejem) ni manto; no me pongĆ”is por caudillo del pueblo!Ā 8 Ā”Cierto! Ā”Se desmorona JerusalĆ©n y se derrumba JudĆ”!Ā Porque sus palabras y sus hechos han llegado ante YHVH para provocar los ojos de su majestad.Ā 9 La expresión de su rostro atestigua contra ellos, porque como Sodoma publican su pecado, y no lo disimulan.Ā Ā”Ay de ellos, porque a sĆ mismos seĀ labran la desgracia!
10 Decid al justo (tzadiq) que le irĆ” bien, porque comerĆ” del fruto de su obra.Ā 11 Ā”Ay del impĆo! Le acaecerĆ”n males segĆŗn la obra de sus manos. 12 Ā”Oh pueblo mĆo! Vuestros recaudadores os esquilman, y los extorsionadores se enseƱorean de vosotros.Ā Ā”Oh pueblo mĆo! Los que os lisonjean os hacen errar,Ā y pervierten las sendas de vuestros pies.Ā 13 Pero ahora, YHVH se levanta para litigio, y harĆ” que se pongan de pie en el juicio de su pueblo.
14 YHVH vendrĆ” a juicio (mishpatim) contra los ancianos y prĆncipes de su pueblo, porque vosotros habĆ©is devastado la viƱa, y el despojo de los pobres estĆ” enĀ vuestras casas.Ā 15 ĀæQuĆ© es esto? ĀæTriturĆ”is a mi pueblo? ĀæMolĆ©is el rostro de los desvalidos?
OrƔculo de Adonai YHVH Sebaot.
16 Dice YHVH: Por cuanto las hijas de Sión son altivas, y andan (halajÔ) con cuello estirado y mirada provocativa, y andan (halajÔ) con pasitos menudos haciendo tintinear las cadenillas en sus pies, 17 YHVH humillarÔ a las principales hijas de Sión, YHVH descubrirÔ sus vergüenzas.
18 En aquel dĆa YHVH quitarĆ” el ornato de las ajorcas, de las redecillas y las lunetas, 19Ā de los pendientes, las pulseras y los mantos, 20 de las diademas, las cadenillas tobillerasĀ y las cintas, de los pomos de perfume y los amuletos, 21 de los anillos y los aretes de laĀ nariz, 22 de los vestidos preciosos y de las manteletas, de los chales y las bolsas, 23 deĀ los espejos y las camisas de lino, de las tiaras y mantillas, 24 y sucederĆ” que:Ā En lugar de perfume habrĆ” putrefacción, en lugar de cinturón, cuerda, en lugar de trenza, rapadura, en lugar de amplio manto, saco, y en lugar de hermosura, cicatriz.
25 Tus varones caerÔn a espada, y tus poderosos, en la batalla. 26 Sus puertas se entristecerÔn y se enlutarÔn, y desolada, se sentarÔ en la teirra (eretz).
āŗ3.1 Se sigue LXX.
āŗ3.3 capitĆ”n… Soldado armado con cinco tipos de armas.
āŗ3.6 Se inserta diciendo para suplirĀ elipsis del original.
āŗ3.8 han llegado ante… Otra traducción posible: han estado contra.
āŗ3.12 Se sigue LXX.
āŗ3.13 SeĀ sigue LXX.
āŗ3.14 devastado… Otras traducciones posibles: quemado, consumido, destrozado.
āŗ3.17 Se sigue LXX.Ā
āŗ3.26 sus puertas… Sitio donde se realizaban losĀ juicios pĆŗblicos; se sentarĆ” en el suelo… SegĆŗn la costumbre orientalĀ āJob 1.20; 2.13.
Isaias 4.
1 Siete mujeres echarÔn mano a un hombre, diciendo: Comeremos nuestro pan (lejem) y vestiremos nuestras ropas, ”Solo danos tu apellido y quita nuestra deshonra!
2 Aquel dĆa el Renuevo de YHVH serĆ” esplĆ©ndido y glorioso, y el fruto de la tierra (eretz) excelente y hermoso para los salvados de Israel. 3 Y sucederĆ” que quien quede en Sión, los que sean dejados en JerusalĆ©n (los inscritos en JerusalĆ©n entre losĀ vivientes), serĆ”n llamados santos 4 cuando YHVH lave la suciedad de las hijas de Sión y limpie la sangre derramada enĀ medio de ellos con un viento justiciero (mishpatim) y con soplo devastador. 5 YHVH crearĆ” en todo el recinto del monte Sión y su convocación una nube de humo de dĆa y un fuego llameante de noche, porque sobre todos habrĆ” una cubierta de gloria,Ā 6 enramada de sombra contra el calor, refugio en la tormenta y cobijo contra el aguacero.
āŗ4.1 TM aƱade en aquel dĆa. Se sigue LXX; nuestra deshonra… āZac 14.2.
āŗ4.4 ellos… TM registraĀ JerusalĆ©n.Ā Se sigue LXX.
āŗ4.5 crearĆ”… āEz 40-44.
āŗ4.6 enramada… Otras traducciones posibles: tabernĆ”culo, cabaƱa.
Isaias 5.
1 En Nombre de mi amado cantaré un cÔntico de amor respecto a su viña: Tuvo mi amado una viña en un collado fértil, 2 la cavó y despedregó, y plantó una cepa muy preciada, construyó una torre en su centro, y cavó en ella un lagar, esperó a que diera uvas, pero dio agrazones.
3 Habitantes de JerusalĆ©n y varones de JudĆ”, juzgad entre Yo y mi viƱa:Ā 4 ĀæQuĆ© mĆ”s cabĆa hacer por mi viƱa que Yo no hubiera hecho?Ā ĀæPor quĆ©, esperando que diera uvas, dio agrazones?Ā 5 Os mostrarĆ©, pues, lo que harĆ© con mi viƱa:Ā QuitarĆ© su vallado para que sirva de pastizal, derribarĆ© su cerca para que la pisoteen,Ā 6 la dejarĆ© arrasada, no serĆ” podada ni labrada, le crecerĆ”n las zarzas y los espinos, yĀ a las nubes impondrĆ© mandatoĀ para que no llueva sobre ella.
7 La viña de YHVH Sebaot es la casa de Israel, y los hombres de JudÔ su plantel preferido. Esperaba equidad y he aquà iniquidad; rectitud, ”y he aquà acritud!
8 Ā”Ay de los que aƱaden casas a casas, y juntan campos con campos, hasta que todo lo ocupan, y viven ellos solos en medio del paĆs!Ā 9 YHVH Sebaot ha dicho a mis oĆdos: Sus muchas casas serĆ”n arrasadas, sus magnĆficos palacios quedarĆ”n desolados;Ā 17 los chivos cebados tascarĆ”n en sus ruinas, y los corderos pastarĆ”n como en sus propios pastizales;Ā 10 diez yugadas de viƱa darĆ”n un tonel, yĀ un homer de semilla un efa.
11 ”Ay de quienes madrugan buscando licor, y hasta el crepúsculo los enardece el vino! 12 Todo es arpa y salterio, flauta y tamboril, y vino en sus banquetes, pero no consideran lo que YHVH ha hecho, ni miran la obra de sus manos. 13 Y asà mi pueblo, sin darse cuenta, marcha al cautiverio; sus nobles mueren de hambre, y el vulgo se abrasa de sed. 14 Por eso el Seol ensancha sus fauces y dilata su boca sin medida: AllÔ bajan nobles y plebeyos, con su gloria y su alborozo, y el que se regocijaba en ella. 15 El mortal serÔ doblegado, el hombre serÔ humillado, los ojos altivos serÔn humillados, 16 pero YHVH Sebaot serÔ exaltado en el juicio, y DIOS, el Santo, serÔ glorificado en justicia.
18 ”Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de bueyes, y el pecado con sogas de carretas! 19 Que dicen: ”Venga ya! ”Apresúrese su obra para que la veamos! ”Cúmplase ya el plan del Santo de Israel, para que lo comprobemos!
20 ”Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que hacen de la luz tiniebla, y de la tiniebla luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!
21 ”Ay de los que se tienen por sabios, y a sà mismos se consideran prudentes!
22 Ā”Ay de los valientes para beber vino, y de los aguerridos para mezclar licor, 23 de los que por soborno absuelven al culpable, y al justo le quitan el derecho!Ā 24 Porque como la lengua de fuego devora el rastrojo, y la paja se consume en la llama, su raĆz se pudrirĆ”, y sus brotes se desvanecerĆ”n como el tamo, porque desecharon la ley de YHVH Sebaot, y despreciaron la palabra del SantoĀ de Israel,Ā 25 por eso la ira de YHVH se inflamó contra su pueblo, y ha extendido su mano para herirlo.Ā Los montes se estremecen y sus cadĆ”veres, cual basura, yacen en la calle, y con todo, su ira no se aplaca: su mano sigue extendida.
26 AlzarĆ” pendón a un pueblo lejano; silbarĆ” hacia el extremo de la tierra:Ā Ā”Mirad cuĆ”n rĆ”pida y velozmente viene! 27 Ninguno se cansa ni tropieza, ninguno se acuesta ni se adormece, no se le afloja el cinto de sus lomos, ni se le rompe la correa de la sandalia,Ā 28 sus saetas estĆ”n afiladas, y todos sus arcos entesados, los cascos de sus caballos son pedernal, y las ruedas, torbellinos;Ā 29 su rugido es de león, ruge como los leoncillos, gruƱe, atrapa la presa y la retiene, y nadie se la arrebata.Ā 30 Pero un dĆa rugirĆ”n contra ella como rugen las olas del mar.Ā MirarĆ”n al paĆs en tiniebla y en angustia, yĀ en sus cielos se oscurecerĆ” la luz.
āŗ5.2 agrazones… Esto es, una uva que nunca madura.
āŗ5.7 acritud… Esto es, el clamorĀ irritado (de los oprimidos).Ā
āŗ5.10 yugadas… Aprox. 2.500 m2 la yugada ā1S 14.14 nota;Ā un tonel… Aprox. 37 l; un homer… Aprox. 300 kg; un efa…Ā Aprox. 37 l.
āŗ5.11 buscandoĀ licor… Lit. un licor siguieron.
āŗ5.14 en ella… Esto es, en JerusalĆ©n.
āŗ5.15-16 SeĀ sigue LXX.
āŗ5.17 LĆ©ase vv. 9, 17, 10.
āŗ5.18 sogas de carretas… Otra traducción posible: coyundas de novilla.Ā
āŗ5.23 al justo… TM: a los justos.
āŗ5.25 Otros mss. aƱaden: Y mató a los prĆncipes.
āŗ5.30 ella… paĆs… Esto es,Ā Babilonia; angustia… Otras versiones: densa oscuridad.
Jeremias 22.
1 AsĆ me dijo YHVH: Baja a la casa del rey de JudĆ” (JosĆas) y habla allĆ esta palabra, 2 y di: Oye el orĆ”culo de YHVH, oh rey deĀ JudĆ”, que te sientas sobre el trono de David, tĆŗ, y tus siervos y tu pueblo que entra por estas puertas.Ā 3 AsĆ dice YHVH:Ā Haced lo socialmente establecido (mispatim) y lo justo (tzedeq), y librad al despojado de mano del opresor. No maltratĆ©is ni hagĆ”is violencia al gentil, alĀ huĆ©rfano ni a la viuda, ni derramĆ©is sangre inocente en este lugar. 4 Porque si de verdad obedecĆ©is esta palabra, entonces entrarĆ”n por las puertas de esta casa reyes que se sienten sobre el trono de David, que monten en carros y caballos, ellos, sus siervos y su pueblo.
5 Pero si no escuchĆ”is estas palabras, por mĆ mismo he jurado, dice YHVH, que esta casa quedarĆ” desolada. 6 PorqueĀ asĆ dice YHVH acerca de la casa del rey de JudĆ” (Joacaz): Me eres como Galaad, como la cumbre del LĆbano, pero ciertamente teĀ convertirĆ© en un desierto, en ciudad deshabitada,Ā 7 y santificarĆ© contra ti destructores, cada uno con sus armas, que talarĆ”n tus cedros mĆ”s selectos y los echarĆ”n al fuego.Ā 8 Entonces pasarĆ”n muchas naciones junto a esta ciudad, y cada cual dirĆ” a su compaƱero: ĀæPor quĆ© ha obrado asĆĀ YHVH con esta gran ciudad? 9 Y dirĆ”n: Porque abandonaron el pacto de YHVH su Elohim, y se postraron ante otros elohim y los sirvieron. 10 No llorĆ©is al muerto, ni os lamentĆ©is por Ć©l; llorad con amargura por el que parte, porque no volverĆ” a ver jamĆ”s su tierra natal.Ā 11 Porque asĆ dice YHVH acerca de Salum ben JosĆas, el cual reinó en lugar de su padre JosĆas, el cual ha salido de esteĀ lugar No volverĆ” mĆ”s aquĆ,Ā 12 en el lugar adonde lo han llevado cautivo, allĆ morirĆ”, y no verĆ” mĆ”s esta tierra.
13 Ā”Ay del (Joacim) que edifica su casa con injusticia (tzedeq), y sus aposentos altos sin equidad (mishpatim), que exige el servicio de su prójimo de balde, y no le da la paga de su trabajo!Ā 14 Que dice: Me edificarĆ© una casa espaciosa con amplios salones, le abrirĆ© ventanas, le pondrĆ© artesonados de cedro, la pintarĆ© de bermellón.Ā 15 ĀæPiensas que eres rey porque compites en obras de cedro?Ā Si tu padre comió y bebió y le fue bien, es porque practicó la justicia (tzedeq) y el derecho (mishpatim). 16 Hizo justicia a pobres e indigentes, y le fue bien.Ā ĀæNo fue eso conocerme a mĆ?, dice YHVH.Ā 17 Pero tus ojos y tu corazón no estĆ”n mĆ”s que para tu egoĆsmo, para derramar la sangre inocente, para la opresión y para la violencia.Ā 18 Por tanto, asĆ dice YHVH acerca de Joacim ben JosĆas, rey de JudĆ”: No lo llorarĆ”n, diciendo:Ā Ā”Ay, hermano mĆo!Ā Ni lo plaƱirĆ”n diciendo: Ā”Ay, seƱor!Ā 19 Lo enterrarĆ”n como un asno:Ā Lo arrastrarĆ”n y lo tirarĆ”n fuera de las puertas de JerusalĆ©n.Ā 20 Sube al LĆbano y clama, da tu voz a BasĆ”n y clama desde el Abarim, porque todos tus amantes fueron destruidos.Ā 21 En tu prosperidad te hablĆ©, pero dijiste:Ā No oirĆ©.Ā Desde tu juventud no has oĆdo mi voz.Ā 22 A todos tus pastores los pastorearĆ” el viento, y tus amantes marcharĆ”n en cautiverio, y entonces serĆ”s avergonzada, y deshonrada por todos tus amantes.Ā 23 Oh moradora del LĆbano, anidada en los cedros, prorrumpirĆ”s en gemidos, cuando te vengan los dolores cualĀ de parturienta.
24 Ā”Vivo Yo!, dice YHVH: Si ConĆas (JeconĆas) ben Joacim, rey de JudĆ”, fuera sello en mi diestra, aun de allĆ te arrancarĆa. 25 TeĀ entregarĆ© en mano de los que buscan tu vida, en mano de los que temes: en mano de los caldeos. 26 Y te arrojarĆ© a ti y aĀ tu madre, la que te dio a luz, en otra tierra (eretz), donde no nacisteis, y allĆ morirĆ©is, 27 y no volverĆ”n a la tierra (eretz) que ansĆan sus almas.Ā 28 ĀæAcaso este hombre, ConĆas, no es un cĆ”ntaro roto, desechado, trasto inĆŗtil?Ā ĀæPor quĆ© Ć©l y su estirpe son echados a una tierra (eretz) que no conocen?Ā 29 Ā”Tierra, tierra, tierra! (eretz, eretz, eretz), oye el orĆ”culo de YHVH:Ā 30 Inscribid a este varón como un hombre sin descendencia,Ā Porque no proliferarĆ”, ningĆŗn varón de su simiente llegarĆ” a sentarse en el trono de David para reinar en JudĆ”.
āŗ22.6 Galaad… LĆbano… Famoso por sus bosques, productor de madera para la construcción.
āŗ22.7 santificarĆ©…Ā Alusión a la prĆ”ctica de prepararse para la guerra santa ā6.4 nota.
āŗ22.10 por el que parte… Prob. JosĆas, el ĆŗltimoĀ gran rey de JudĆ” ā2Cr 35.24-25.
āŗ22.11 Salum… Esto es, Joacaz. TM aƱade rey de JudĆ”. Se sigue LXX; 1CrĀ 3.15; 2Cr 36.1.
āŗ22.18 TM diversas repeticiones. Se sigue LXX.
āŗ22.20 Abarim… Región montaƱosa al E delĀ JordĆ”n y al NO de Moab. Prob. el monte Nebo estaba localizado en este lugar āNm 27.12; 33.47.
āŗ22.24 ConĆas.. Recorte del nombre JeconĆas. Expresa la pĆ©rdida de su relación con Dios (JoaquĆn ā2R 24.8; Jer 24.1; 28.4; 29.2).
āŗ22.25 Se sigue LXX.
āŗ22.29 tierra, tierra… Heb. erets. Prob. se refiere al paĆs Israel. Se sigue LXX.
āŗ22.30 Se sigue LXX. Inscribid… Esto es, en los registros genealógicos de los reyes de JudĆ”; sin descendencia…
Jeremias 23.
1 Ā”Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi pastizal!, dice YHVH. 2 Por eso, asĆ dice YHVH acerca de los pastores de mi pueblo: Vosotros habĆ©is dispersado mis ovejas, las habĆ©is ahuyentado y no las habĆ©is atendido. He aquĆ Yo os castigo por la maldad de vuestras acciones. 3 Yo reunirĆ© al resto de mis ovejas de todas las tierras (eretz) adonde las he arrojado, y las harĆ© volver a sus moradas; y crecerĆ”n y se multiplicarĆ”n. 4 Y pondrĆ© sobre ellas pastores que lasĀ pastoreen, y no temerĆ”n mĆ”s, ni se turbarĆ”n, y ninguna faltarĆ”, dice YHVH.Ā 5 He aquĆ, vienen dĆas, dice YHVH, en que levantarĆ© a David un renuevo justo (tzadiq); y reinarĆ” y obrarĆ” prudentemente, y harĆ” juicio (mishpatim) y justicia (tzedeq) en la tierra (eretz).Ā 6 En sus dĆas serĆ” salvo JudĆ”, e Israel habitarĆ” confiado, y se apellidarĆ” con este nombre:Ā YHVH Sidkenu (tzedeq).
9 Respecto a los profetas:Ā Mi corazón estĆ” quebrantado dentro de mĆ, y todos mis huesos se estremecen.Ā He venido a ser como un hombre quebrantado, como un hombre vencido por el vino, a causa de YHVH, y a causa de sus santas palabras. 10Ā La tierra (eretz) estĆ” de luto a causa de falsos juramentos, los pastos del desierto se han secado, porque su carrera es maligna y su poder, abuso.Ā 11 Profetas y sacerdotes, ambos son impĆos.Ā En mi propia Casa encuentro sus maldades.Ā 12 Por tanto su camino se volverĆ” resbaladizo, serĆ”n empujados a la tiniebla y caerĆ”n en ella, porque traerĆ© el mal sobre ellos en el aƱo de su visitación, dice YHVH.Ā 13 Entre los profetas de Samaria he visto esta locura: Profetizan por Baal extraviando a Israel, mi pueblo.Ā 14 Entre los profetas de JerusalĆ©n he visto algo horrible:Ā AdĆŗlteros y mentirosos que apoyan a los malvados, para que nadie se convierta de su maldad. Todos ellos se me han hecho como Sodoma, y sus habitantes como Gomorra. 15 Por tanto, asĆ dice YHVH:Ā He aquĆ Yo les doy a comer ajenjo, y les doy a beber aguas de hiel; porque de los profetas de JerusalĆ©n ha salido la impiedad hacia toda la tierra (eretz).
16 AsĆ dice YHVH Sebaot:Ā No escuchĆ©is las palabras de los profetas, pues se envanecen en su propia visión, de su corazón hablan, y no de la boca de YHVH.Ā 17 Dicen a quienes me desprecian:Ā YHVH ha dicho: Ā”TendrĆ©is paz (shalom)! Y a todo el que camina en la dureza de su corazón, le dicen: Ā”NingĆŗn mal vendrĆ” sobre vosotros!Ā 18 Pero, ĀæquiĆ©n estuvo en el consejo de YHVH para ver su palabra?Ā ĀæQuiĆ©n dio oĆdos y escuchó?Ā 19 He aquĆ una tempestad de YHVH ha salido con furia.Ā SĆ, una tempestad se arremolina, se precipita sobre la cabeza de los impĆos.
20 La ira de YHVH no se apartarĆ” hasta que lo haga y lo realice segĆŗn la intención de su corazón, en el final de los dĆas lo entenderĆ©is:Ā 21 No enviaba Yo a esos profetas, pero ellos corrĆan; no les hablĆ©, pero ellos profetizaban.
22 De haber estado en mi consejo, habrĆan hecho oĆr mis palabras a mi pueblo, y los habrĆan apartado de la maldad de sus acciones.Ā 23 ĀæAcaso soy Elohim de cerca, dice YHVH, y no Elohim de lejos?Ā 24 Y si alguno se esconde en su escondrijo, Āæno lo verĆ© Yo?Ā ĀæNo lleno Yo los cielos y la tierra (eretz)?, dice YHVH.
25 He oĆdo lo que dicen los tales profetas que profetizan mentiras en mi Nombre, diciendo: Ā”He tenido un sueƱo, he tenido un sueƱo! 26 ĀæHasta cuĆ”ndo habrĆ” esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, que profetizan elĀ engaƱo de su corazón?Ā 7 Con los sueƱos que cuentan unos a otros, piensan hacer olvidar mi Nombre, asĆ como sus padres olvidaron miĀ Nombre a causa de Baal. 28 El profeta que tenga un sueƱo, cuente ese sueƱo, y el que reciba mi palabra, diga mi palabra con fidelidad.Ā ĀæQuĆ© tiene que ver la paja con el trigo? dice YHVH.Ā 29 ĀæNo es mi palabra como fuego, dice YHVH, y como un martillo que rompe la piedra en pedazos?Ā 30 Por tanto, he aquĆ Yo estoy contra los profetas, dice YHVH, que se hurtan unos a otros mis palabras. 31 He aquĆ, Yo estoy contra los profetas que sueltan sus lenguas para decir: Ćl dice. 32 He aquĆ, Yo estoy contra los que profetizanĀ sueƱos falsos y los cuentan, y extravĆan a mi pueblo con sus mentiras y errores, porque Yo no los he enviado ni les he dado orden. Por tanto, ningĆŗn provecho traerĆ”n a este pueblo. 33 Y cuando este pueblo, o el profeta, o el sacerdote te pregunte, diciendo: ĀæCuĆ”l es la carga de YHVH?, les responderĆ”s: Ā”Vosotros sois la carga! y Yo os desecharĆ©, dice YHVH.
34 Si un sacerdote o uno del pueblo dice: Ā”Carga de YHVH!, lo castigarĆ© a Ć©l y a su casa. 35 Cada cual a su prójimo y a su hermano dirĆ” asĆ: ĀæQuĆ© responde YHVH? ĀæQuĆ© dice YHVH? 36 Pero no mencionĆ©is mĆ”s Carga de YHVH, porque la carga del hombre serĆ” su propia palabra. 37 ĀæQuĆ© dice YHVH? 38 Esto dice YHVH nuestro DIOS: Por cuanto hablasteisĀ esta palabra, Carga de YHVH, aun cuando Yo enviĆ© a deciros: No digĆ”is Carga de YHVH, 39 he aquĆ os olvidarĆ© yĀ arrojarĆ©, junto con la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres. 40 TraerĆ© sobre vosotros afrenta perpetua yĀ humillación eterna, que no serĆ”n olvidadas.
7 He aquĆ llegan dĆas, dice YHVH, en que no dirĆ”n mĆ”s: Ā”Vive YHVH que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra (eretz) de Egipto! 8 sino: Ā”Vive YHVH que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de la tierra (eretz) del Norte, y de todas las tierras (eretz) adonde los habĆa arrojado! Y habitarĆ”n en su tierra (adamĆ”).
āŗ23.2 YHVH… TM aƱade Dios de Israel. Se sigue LXX; pastores… TM aƱade que pastorean. Se sigue LXX; acciones… TM aƱade dice YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.4 y ninguna faltarĆ”… LXX omite. Se sigue TM.Ā
āŗ23.6 Sidkenu… Esto es, Justicia nuestra.
āŗ23.9 Secuencia: vv. 7-8 van despuĆ©s de 23.40 ā§229; quebrantado…Ā MT: ebrio.
āŗ23.10 juramentos… Esto es, falsos juramentos; su carrera… Curso de vida. Se sigue LXX.
āŗ23.11Ā maldades…TM aƱade dice YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.15 YHVH… TM aƱade Sebaot acerca de los profetas. SeĀ sigue LXX.
āŗ23.16 Se sigue LXX.
āŗ23.17 Dicen… TM aƱade de continuo YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.18Ā Se sigue LXX.
āŗ23.20 el final de los dĆas… āAp 10.5-7. Se sigue LXX.
āŗ23.22 apartado… TM aƱade de su mal camino.Ā Se sigue LXX.
āŗ23.24 verĆ© Yo?… TM aƱade dice YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.27 Nombre… TM aƱade aĀ mi pueblo. Se sigue LXX.
āŗ23.31-32 TM aƱade tres veces dice YHVH. Se sigue LXX.
āŗ23.33 VosotrosĀ sois la carga… Esto es, la profecĆa. Heb. masa = profecĆa. TM introduce erróneamente interrogación.
āŗ23.36-39Ā Se sigue LXX.
āŗ23.7-8 Secuencia: vv. 7-8 van despuĆ©s de 23.40.
Lucas 12:32-59.
32 No temÔis, manada pequeña, porque vuestro Padre se complació en daros el reino. 33 Vended vuestras posesiones y dad limosna, haceos bolsas que no envejecen, tesoro inagotable en los Cielos, donde el ladrón no se acerca ni la polilla destruye, 34 porque donde estÔ vuestro tesoro, allà también estarÔ vuestro corazón.
35 EstƩn ceƱidos vuestros lomos y encendidas vuestras mechas, 36 y sed semejantes a hombres que aguardan a que su seƱor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran al instante.
37 Bienaventurados aquellos esclavos a quienes, cuando venga su seƱor, los halle velando. De cierto os digo que seĀ ceƱirĆ” y harĆ” que se reclinen a la mesa, y pasando, les servirĆ”. 38 Y aunque venga en la segunda, y aunque venga en la tercera vigilia (despĆŗes de las 3am), y los halle asĆ, bienaventurados son aquellos. 39 Pero sabed esto: que si el amo de la casa supiera a quĆ© hora vendrĆa el ladrón, no dejarĆa forzar su casa. 40 TambiĆ©n vosotros estad preparados, porque el Hijo del HombreĀ viene a una hora que no pensĆ”is.
41 Entonces Pedro dijo: SeƱor, Āædices esta parĆ”bola a nosotros, o tambiĆ©n a todos?Ā 42 El SeƱor respondió: ĀæQuiĆ©n es, pues, el mayordomo fiel y prudente, al cual el seƱor pondrĆ” sobre su casa para que dĆ© ración a tiempo? 43 Bienaventurado aquel esclavo, al cual, cuando su seƱor venga, lo halle haciendo asĆ. 44 En verdad os digo que lo pondrĆ” sobre todos sus bienes. 45 Pero si aquel esclavo dijera en su corazón: Mi seƱor tarda en venir, yĀ comenzara a golpear a los criados y a las criadas, y no solo a comer y a beber, sino tambiĆ©n a embriagarse, 46 vendrĆ” el seƱor de aquel esclavo en un dĆa que no espera y a una hora que no sabe, y lo castigarĆ” muy severamente, y pondrĆ” suĀ parte con los infieles.Ā 47 Aquel esclavo pues, que conoció la voluntad de su seƱor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, serĆ” azotado mucho. 48 Pero el que no la conoció, e hizo cosas dignas de azotes, serĆ” azotado poco, porque a todo aquel a quien fue dado mucho, mucho le serĆ” demandado, y al que encomendaron mucho, mĆ”s le pedirĆ”n.
49 Vine a echar fuego en la tierra: ¿y qué mÔs quiero, si ya fue encendido? 50 De un bautismo tengo que ser bautizado, ”y cómo estoy angustiado hasta que sea cumplido! 51 ¿PensÔis que vine a dar paz (shalom) en la tierra? No, os digo, sino mÔs bien división. 52 Porque desde ahora, cinco en una casa estarÔn divididos: tres contra dos y dos contra tres. 53 EstarÔn divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra.
54 DecĆa tambiĆ©n a las multitudes: Cuando veis una nube que sale del poniente, al momento dicen: Viene un aguacero; y sucede asĆ. 55 Y cuando sopla un viento del sur, decĆs: HabrĆ” calor abrasador, y sucede. 56 Ā”Hipócritas! SabĆ©isĀ distinguir el aspecto de la tierra y del cielo, Āæy cómo no sabĆ©is distinguir este tiempo?
57¿Por qué no juzgÔis vosotros mismos lo que es justo? 58 Cuando vayas pues con tu adversario ante un pretor, esfuérzate por librarte de él en el camino, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te eche en una cÔrcel. 59 Te digo que no saldrÔs de allà hasta que pagues el último centavo (leptón).
āŗ12.32 manada pequeƱa… Lit. rebaƱito oĀ manada; reino… āMt 6.19-21.
āŗ12.35 lĆ”mparas… āMt 25.1-13.
āŗ12.37Ā esclavos… Gr. doĆŗlos; servirĆ”… Gr. diakonĆ©o.
āŗ12.39 ladrón… TR aƱade velarĆa ciertamente.
āŗ12.40 noĀ pensĆ”is… āMt 24.43-44.
āŗ12.43 venga… Lit. habiendo venido.
āŗ12.50 bautizado… āMr 10.38.
āŗ12.53 divididos…Ā āMi 7.6.
āŗ12.58 librarte… Esto es,Ā reconciliarte.
āŗ12.59 leptón… Moneda de cobre con valor de medio cuadrante.

