Texto Ôureo: Deuteronomio 26
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā DeuteronomioĀ 26
DĆa 2 2ĀŖCronicas 14
DĆa 3 2ĀŖCronicas 28
DĆa 4 Job 1-2
DĆa 5 SalmoĀ 120-121
DĆa 6 Lucas 16
I- La clave para dar.
De la misma manera que la nación debĆa ser responsable de proveer para los sacerdotes, tambiĆ©n debĆa ser responsable de ayudar a los necesitados (v.12). Tres palabras ilustran esto: Ā«Y ahora, he aquĆ he traĆdoĀ» (Dt 26:10).
(1) La palabra hebrea atĆ” (×¢Ö·×ŖÖøÖ¼×) que significa āahoraā implica inmediatez, porque toda ofrenda de ayuda debe darse con prontitud para no prolongar la angustia de los necesitados. Una persona que da sin dilación estĆ” mostrando su sensibilidad con el dolor del prójimo y, a su vez, estimula ese tipo de actitud. Por otra parte, cuando alguien se preocupa y entiende la urgencia del necesitado, este Ćŗltimo eleva su autoestima y recibe esperanzas. Por tanto, no pretenda dar al necesitado la āoportunidadā de pedir libremente, si es honesto quizĆ”s nunca lo haga para no serle gravoso, solo investigue y dele lo que usted crea conveniente.
(2)Ā HinĆ© (×Ö“× ÖµÖ¼×) es un āhe aquĆā que implica alegrĆa y felicidad. Es primordial que cuando se dĆ© se haga con todo el corazón. Traduciendo eso en acciones, implica que se haga con una sonrisa y con una palabra amable, o sea con el deseo transmitir algo mejor que acompaƱe su ofrenda. De esta forma tambiĆ©n se protege al necesitado de la vergüenza y, a la vez, se le permite mantener su dignidad. Casi siempre para el que estĆ” en necesidad y es honesto pedir es un problema, una carga paralela a la necesidad en sĆ, pudiendo ser una experiencia humillante aun cuando en realidad no lo sea. Para evitar eso a quien se ama, los donantes deben hacer todo lo posible para protegerle de esta degradación. La alegrĆa, por otra parte, no puede ser causa de promoción del donante, por eso dice que una mano no se debe enterarse de lo que la otra haga[1], si alguien se entera que sea por la gestión de agradecimiento de quien estĆ” recibiendo.
(3) Heveti (×Öµ×Öµ××ŖÖ“×) significa āhe traĆdoā e implica una conciencia del oferente, capaz de entender que su ayuda no viene de Ć©l, sino que es un regalo de Dios hecho a travĆ©s de Ć©l.
De forma general podemos aƱadir que cuando se va a dar, si se quiere que sea en la medida de Dios, debe hacerse con prontitud, con alegrĆa y en el secreto con Dios, a quien siempre se le debe dar las gracias por darle esa oportunidad de hacer el bien. Recuerde que dar beneficia no solo al que recibe, sino en gran medida al que da[2].
II- Dar testimonia de la fe.
En Dt 26:11 se habla de algo incomprendido por la humanidad. ¿Cómo puede ser que del fruto de su trabajo alguien se sienta contento de darle a otra persona? En primer lugar, Dios asegura que ante tal acción el individuo tendrÔ todas las razones del mundo para alegrarse y estar satisfecho. Solo que con esto descubrimos la perversidad del pecado, que no permite estar satisfecho con lo que se tiene o se hace.
El pecado hace insatisfecho al hombre y a pesar de haber tenido algún éxito, le hace permanecer inquieto, desea mÔs de lo que ya tiene y luego continúa deseando un poco mÔs, pensando que con aquello que da caerÔ en quiebra o en una pérdida irreparable.
Cuando la persona valora que aquello que tiene ha sido un regalo de Dios y que Ćl sabe que lo necesita para su bienestar y sustento, entonces es obvio que su vida va a estar bien sin aquello que darĆ”. Por lo tanto, en vez de quejarnos por lo que āperdemosā, debemos alegrarnos por lo que sĆ tenemos, ya que eso Ćŗltimo demuestra que nunca seremos desamparados por Dios.
III- Dar lo que mƔs se valora.
Existe otra realidad: āLa ausencia de dar en un creyente puede llevar al resentimiento y a la envidia, lo que culminarĆ” en odioā.
En la sociedad tan competitiva en que vivimos hoy es muy fĆ”cil caer en la trampa de la codicia y enfocarse en lo que no se tiene, en vez de prestar atención a lo que ya se tiene. El antĆdoto para esto y tambiĆ©n un estĆmulo para diezmar y ofrendar se encuentra en aprender a comenzar el dĆa con una genuina acción de gracias al Creador, de esa manera esos sentimientos nos podrĆ”n acompaƱar a lo largo del dĆa, impregnando todas nuestras actividades.
Caminando un poco mÔs en profundidad podemos decir que es muy importante también aprender a dar cosas que tenemos de alto valor e inclusive aquellas por las que hemos agradecido al Señor. Como alguien ha dicho: «Aquello que se pierde es lo que mÔs se valora». De la misma manera, muchos valorarÔn mÔs las bendiciones divinas sólo cuando las pierdan o entreguen.
Por ejemplo, ĀæAbraham dejó de amar a su hijo Isaac cuando lo ofreció en sacrificio? Claro que no, de seguro que su amor y valoración fue en aumento en cada minuto que pasó desde que tomó la decisión de hacerlo. Cuando damos a Dios incluyendo lo que mĆ”s valoramos, entonces comprendemos cuĆ”n afortunados hemos sido de ser bendecidos por Ćl.
IV- Sinceridad en la relación con Dios.
En la porción encontramos de forma muy especial que, para evaluar el estado espiritual de uno mismo en forma adecuada, la clave se encuentra en la confesión, por eso dice: Ā«Y dirĆ”s delante de tu DiosĀ»[3]. Ā Es decir, que se debe decir a Dios de manera explĆcita en quĆ© se ha tenido Ć©xito y en quĆ© se ha fracasado, como mismo se le dirĆa a un padre.
Las ciencias psicológicas de hoy han encontrado que los pensamientos que atraviesan constantemente la mente, incluyendo aquellos que son sublimes, mayoritariamente no perduran. Para que esto suceda, estos deben ser expresados en palabras por una sencilla razón: āLos pensamientos predominan cuando las ideas son expresadas y clarificadasā.
Claro estĆ”, por lo general es muy difĆcil admitir explĆcitamente que se ha actuado mal; el ser humano tiene la tendencia a excusarse constantemente desviando su culpa. ĀæPor quĆ© a la mayorĆa de las personas les cuesta trabajo esto? Porque sin la aceptación y convicción en un estĆ”ndar absoluto de lo que es correcto y lo que es incorrecto, no hay razón alguna para admitir los errores. De ahĆ que seamos excelentes para racionalizarlo todo, sin entender el daƱo que esto puede hacer. La persona que expone la desagradable verdad: «”He pecado!Ā», estĆ” dando el primer paso hacia el milagro interior mĆ”s necesario y significativo.
Preguntas:
1.- Analice Lc 16:11-16 a la luz de esta porción.
2.- Como respuesta a aquellos que pretenden cancelar los diezmos y las ofrendas, Āæcómo les explicarĆa usted acerca del valor comunitario que ambos tienen?
3.- ¿CuÔl ha sido su momento de mÔs dificultad para dar y por qué?
4.- Enriquezca a su grupo con un testimonio acerca de la fidelidad de Dios cuando usted ha dado a otros.
[1]Ā Mt 6:1-4.
[2]Ā Fil 4:10-20.
[3] Dt 26:13.
Deuteronomio 26.
Ā 1 Y sucederĆ” que cuando entres en la tierra (eretz) que YHVH tu Elohim te da por heredad, la tomes en posesión y habites en ella, 2 y tomes las primicias (reshit) del fruto de la tierra (eretz) que YHVH tu Elohim te da, las pondrĆ”s en una cesta, e irĆ”s al lugar que YHVH tu Elohim haya escogido para que allĆ sea invocado su Nombre.Ā 3 Y te presentarĆ”s al sacerdote que haya en aquellos dĆas, y le dirĆ”s: Hoy declaro ante YHVH tu Elohim, que he entrado en la tierra que YHVH juró a nuestros padres que nos darĆa. 4 Y el sacerdote tomarĆ” el cesto de tu mano y lo mecerĆ” delante del altar de YHVH tu Elohim. 5 Entonces respondiendo, dirĆ”s en presencia de YHVH tu Elohim: Un arameo errante fue mi padre, el cual con muyĀ pocos hombres bajó a Egipto para habitar allĆ temporalmente, y allĆ llegó a ser un pueblo grande, fuerte y numeroso. 6 Pero los egipcios nos maltrataron y afligieron, y pusieron sobre nosotros una dura esclavitud. 7 Entonces clamamos a YHVH, Elohim de nuestros padres, y YHVH oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión, 8 y YHVH nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con seƱales y portentos, 9 y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra (eretz), tierra (eretz) que pluye leche y miel. 10 Y ahora, he aquĆ traigo las primicias (reshit) del fruto de la tierra (adamĆ”) que me diste, oh YHVH. Y las colocarĆ”s delante de YHVH tu Elohim, y te postrarĆ”s delante de YHVH tu Elohim. 11 Y te regocijarĆ”s en todo el bien que YHVH tu Elohim te ha dado a ti y a tu casa, tĆŗ, el levita y el gentil (goy) que estĆ© en medio de ti.
12 En el tercer aƱo, el aƱo del diezmo, cuando acabes de diezmar el total de tu ganancia de la cosecha, lo darĆ”s al levita, al gentil (goy), al huĆ©rfano y a la viuda, para que coman dentro de tus ciudades y sean saciados. 13 Y dirĆ”s en presencia de YHVH tuĀ Elohim: He apartado de mi casa lo consagrado, y tambiĆ©n lo he dado al levita, al gentil (goy), al huĆ©rfano y a la viuda, conforme a todo lo que me ordenaste. No he transgredido tus mandamientos (mitzvot) ni los he olvidado.Ā 14 No he comido de ello durante mi luto, ni lo he tomado estando inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos. HeĀ obedecido la voz de YHVH mi Elohim. He hecho lo que me has ordenado. 15 Contempla desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra (adamĆ”) que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra (eretz) que fluye leche y miel.Ā 16 YHVH tu Elohim, pues, te manda hoy que cumplas estos estatutos (jukim) y decretos (mishpatim). CuidarĆ”s de ponerlos por obra con todo tu corazón (levav) y con toda tu alma (nefesh). 17 Hoy has declarado solemnemente que YHVH es tu Elohim, para andar (halajĆ”) en sus caminos y guardar sus estatutos (jukim) y sus decretos (mishpatim) y obedecer su voz. 18 Y hoy YHVH te ha hecho aseverar que has de serle su pueblo especial, como te habĆa prometido, y que obedecerĆ”s todos sus mandamientos (mitzvot), 19 a fin de que Ćl te eleve sobre todas los gentiles (goy) que ha hecho, para alabanza, renombre y gloria, y seas un pueblo santo para YHVH tu Elohim, segĆŗn ha prometido.
āŗ26.2 las primicias… TM aƱade todo… que coseches en la tierra. Se sigue LXX; Ex. 23.19.
āŗ26.12 diezmo…Ā āDt. 14.28-29.
āŗ26.14 he hecho… TM aƱade segĆŗn todo. Se sigue LXX.
āŗ26.17 estatutos… TM aƱade susĀ mandamientos. Se sigue LXX.
āŗ26.18 pueblo especial… āEx. 19.5; Dt. 4.20; 7.6; 14.2; 1P. 2.9.
2ĀŖCronicas 14.
1 Durmió AbĆas con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de David, y reinó en su lugar su hijo Asa. En sus dĆas la tierra (eretz) estuvo en calmaĀ durante diez aƱos, 2 pues Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos de YHVH su Elohim, 3 porque suprimió los altares de culto extraƱo y los lugares altos, y quebró los pilares y taló las Asherim; 4 y mandó a JudĆ” que buscara a YHVH, el Elohim de sus padres, y que pusiera por obra la ley (torĆ”) y el mandamiento (mitzvot). 5 Y de todas las ciudades de JudĆ” quitó los lugares altos y las imĆ”genes del sol; y lo estableció en calma.
6 Edificó tambiĆ©n ciudades fortificadas en JudĆ”, ya que la tierra (eretz) estaba en calma, y no habĆa ninguna guerra contra Ć©l enĀ aquellos aƱos, pues YHVH le habĆa dado reposo de conflictos. 7 AsĆ que dijo a JudĆ”: Edifiquemos estas ciudades y cerquĆ©moslas con muros y torres, y dos puertas y barras, ya que esta tierra aĆŗn es nuestra, pues hemos buscado a YHVH nuestro Elohim, lo hemos buscado, y Ćl nos ha dado reposo por todas partes. AsĆ pues, edificaron y prosperaron.
8 Asa tuvo un ejĆ©rcito de trescientos mil hombres de JudĆ”, que portaban escudos y lanzas, y doscientos ochenta mil de BenjamĆn, que portaban escudos y tensaban arcos, todos ellos hombres de valor. 9 Y salió contra ellos Zera, el etĆope, con un ejĆ©rcito de mil millares y trescientos carros; y llegó hasta Maresa. 10 Entonces Asa salió contra Ć©l, y dispusieron la batalla en el valle de Sefata, junto a Maresa. 11 Y Asa invocó a YHVH su Elohim, y dijo: Ā”Oh YHVH, no hay otro como TĆŗ para ayudar, tanto al poderoso como al que no tiene fuerza! Ā”AyĆŗdanos, oh YHVH Elohim nuestro, porque en Ti nos apoyamos, y en tu Nombre hemos venido contra esta multitud! Oh YHVH, TĆŗ eres nuestro Elohim, Ā”no prevalezca contra Ti ningĆŗn mortal!
12 Y YHVH derrotó a los etĆopes delante de JudĆ”, y los etĆopes huyeron. 13 Y Asa y el pueblo que lo acompaƱaba los persiguieron hasta Gerar, y cayeron tantos de los etĆopes que no quedaron supervivientes, porque fueron destruidosĀ ante YHVH y su ejĆ©rcito, y se obtuvo un botĆn muy grande.
14 DespuĆ©s atacaron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de YHVH estaba sobre ellas, y saquearon todas las ciudades pues habĆa en ellas un gran botĆn. 15 TambiĆ©n atacaron las tiendas de los que tenĆan ganado, y seĀ llevaron ovejas en abundancia y camellos, y regresaron a JerusalĆ©n.
āŗ14.3 los lugares altos… ā1R 12.26-29; los pilares… Piedras talladas (consideradasĀ sagradas) relacionadas con el cultoĀ pagano āEx 23.24; Lv 26.1; 1R 14.23; Asherim… Prob.Ā nombre de una diosa cananea cuyo culto se introdujo en IsraelĀ contrariando elĀ mandamiento expreso de Dios āEx 34.13; Dt 7.5. TambiĆ©n puede referirse a objetos oĀ sĆmbolosĀ relacionados con esta divinidad, tales como imĆ”genes de madera (estacasĀ votivas) o simples Ć”rboles designados para suĀ culto.
āŗ14.5 imĆ”genes del sol… Estructura u objeto de culto idolĆ”trico al sol; estableció… TM aƱade el reino. SeĀ sigueĀ LXX.
āŗ14.7 es nuestra… Lit. estĆ” delante de nosotros.
āŗ14.9 mil millares… Prob. alusión a la magnitud antesĀ que a un nĆŗmero especĆfico.
āŗ14.12 delante… TM aƱade de Asa. Se sigue LXX.
āŗ14.13 no quedaronĀ supervivientes… Lit. no tuvieron preservación de vida.
2ĀŖCronicas 28.
1 Acaz era de veinte aƱos cuando comenzó a reinar, y reinó diecisĆ©is aƱos en JerusalĆ©n, pero no hizo lo recto ante losĀ ojos de YHVH como David su padre, 2 sino que anduvo (halajĆ”) en los caminos de los reyes de Israel, y tambiĆ©n hizo imĆ”genesĀ de fundición para los baales.Ā 3 Ćl mismo sacrificaba en el valle de Ben-Hinom, y quemó a sus hijos, conforme a las abominaciones de los pueblos que YHVH habĆa expulsado de delante de los hijos de Israel. 4 AdemĆ”s, sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, sobre los collados, y debajo de todo Ć”rbol frondoso. 5 Por lo cual YHVH su Elohim lo entregó en mano del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron y le tomaron gran nĆŗmero de prisioneros que llevaron a Damasco. Fue tambiĆ©nĀ entregado en manos del rey de Israel, que le causó una gran derrota. 6 Porque Peka ben RemalĆas mató en JudĆ” a ciento veinte mil hombres en un solo dĆa, todos ellos hombres de valor, por cuanto habĆan abandonado a YHVH, el Elohim deĀ sus padres. 7 Asimismo Zicri, un valiente de EfraĆn, mató a MaasĆas, hijo del rey, a Azricam, mayordomo del palacio, y a Elcana, segundo despuĆ©s del rey.
8 Los hijos de Israel capturaron tambiĆ©n de sus hermanos a doscientos mil, entre mujeres, muchachos y muchachas.Ā Tomaron de ellos ademĆ”s un gran botĆn y se lo llevaron a Samaria. 9 Pero habĆa allĆ un profeta de YHVH, cuyo nombre era Oded, quien salió al encuentro del ejĆ©rcito que regresaba a Samaria, y les dijo: He aquĆ, a causa de la ira contra JudĆ”, YHVH, el Elohim de vuestros padres los ha entregado en vuestra mano, pero vosotros los habĆ©is matado con unĀ furor que ha llegado hasta los Cielos. 10 Y ahora os proponĆ©is someter a los hijos de JudĆ” y de JerusalĆ©n para que sean vuestros esclavos y esclavas. ĀæNo habĆ©is pecado ya bastante contra YHVH vuestro Elohim? 11 Ahora pues, oĆdme, y haced volver a los cautivos que habĆ©is tomado de vuestros hermanos, pues el ardor de la ira de YHVH estĆ” contra vosotros.
12 Entonces algunos hombres de los prĆncipes efraimitas (AzarĆas ben JohanĆ”n, BerequĆas ben Mesilemot, EzequĆas ben Salum y Amasa ben Hadlai) se levantaron contra los que venĆan de la batalla, 13 y les dijeron: No traigĆ”is acĆ” a los cautivos, porque el pecado contra YHVH estarĆ” sobre nosotros. ĀæPor quĆ© tratĆ”is de aƱadir a nuestros pecados y a nuestras culpas, siendo que nuestra culpa es grande, y que el ardor de su ira estĆ” sobre Israel?
14 Entonces los hombres armados dejaron a los cautivos y el botĆn delante de los prĆncipes y de toda la congregación (kajal/ekklesia). 15Ā Y los hombres que habĆan sido designados por nombre, se levantaron y tomaron a los cautivos, y con los despojos vistieron a todos los que estaban desnudos entre ellos; los vistieron y los calzaron, e hicieron que comieran y bebieran, y los ungieron, y condujeron a los dĆ©biles en asnos, y los llevaron a Jericó, la ciudad de las palmeras, cerca de susĀ hermanos; y ellos volvieron a Samaria.
16 En aquel tiempo el rey Acaz envió a pedir ayuda a los reyes de Asiria, 17 porque los edomitas habĆan venido nuevamente y atacado a JudĆ”, y se habĆan llevado algunos cautivos.Ā 18 TambiĆ©n los filisteos habĆan irrumpido en las ciudades de la SefelĆ” y del NĆ©guev de JudĆ”, y habĆan capturado Bet- Semes, Ajalón, Gederot y Soco con sus aldeas, y Timna con sus aldeas, y Gimzo con sus aldeas, y se habĆan establecidoĀ allĆ. 19 Por cuanto YHVH habĆa humillado a JudĆ” a causa de Acaz rey de JudĆ”, quien habĆa permitido el desenfreno enĀ JudĆ”, y habĆa prevaricado contra YHVH. 20 Y Tiglat-Pileser, rey de Asiria, fue a Ć©l, pero lo afligió 21 porque Acaz habĆa despojado la Casa de YHVH, y la casa real, y la de los prĆncipes, para pagar al rey de Asiria, pero de nada le sirvió. 22Ā Con todo, en el tiempo de su angustia, este rey Acaz aumentó su infidelidad a YHVH, 23 pues ofreció sacrificios a los dioses de los damascenos, que lo habĆan vencido, pues decĆa: Ya que los dioses de los reyes de Siria los han ayudado, yoĀ tambiĆ©n ofrecerĆ© sacrificios a ellos para que me ayuden. Pero ellos fueron la ruina para Ć©l y para todo Israel.
24 Acaz recogió ademÔs los objetos de la Casa de Elohim, e hizo pedazos los objetos de la Casa de Elohim, y cerró las puertas de la Casa de YHVH, y se hizo altares en cada rincón de Jerusalén. 25 Y en cada una de las ciudades de JudÔ erigió lugares altos para quemar incienso a otros dioses, provocando asà la ira de YHVH, el Elohim de sus padres.
26 El resto de sus hechos, y todos sus caminos, los primeros y los Ćŗltimos, he aquĆ estĆ”n escritos en el rollo de los Reyes de JudĆ” y de Israel. 27 Y Acaz durmió con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad, en JerusalĆ©n, pero no en los sepulcros de los reyes de Israel. Y EzequĆas su hijo reinó en su lugar.
āŗ28.3 quemó a sus hijos…
āŗ28.4 lugares altos… ā11.15 nota; Ć”rbol frondoso… Se refiere a Ć”rbolesĀ considerados sagrados, a la sombra de los cuales se realizaban ritos idólatras. Generalmente se encontraban en losĀ lugares altos dedicados a la adoración de divinidades cananeas (Baal o Asera).
āŗ28.8 muchachos y muchachas…Ā Ā Lit. hijos e hijas.
āŗ28.10 ĀæNo habĆ©is pecado… Lit. no tenĆ©is con vosotros culpas.
āŗ28.13 el pecado contra… Lit. la culpa de.Ā Un pecado en extremo terrible.
āŗ28.18 NĆ©guev… Región al S de JudĆ”.
āŗ28.19 rey de JudĆ”… TM: rey de Israel. SeĀ sigue LXX.
āŗ28.20 Se sigue LXX.
āŗ28.21 de nada le sirvió… Lit. no para su ayuda.
Job 1.
1 Hubo un hombre en la tierra (eretz) de Uz llamado Job. Y era aquel un varón veraz, Ćntegro, temeroso de Elohim y apartado de toda obra mala. 2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era de siete mil ovejas, tres milĀ camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y una numerosa servidumbre, de modo que este varón era el mĆ”s grande de toda la casa del Este. 4 Sus hijos solĆan ofrecer banquetes en sus casas, cada uno en su dĆa respectivo, y acostumbraban a invitar a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos.Ā 5 Y ocurrĆa que al terminar el ciclo de dĆas del banquete, Job enviaba por ellos y los santificaban, y levantĆ”ndose de madrugada, ofrecĆa holocaustos por todos ellos, conforme a su nĆŗmero, pues decĆa Job: QuizĆ”s mis hijos han pecado contra DIOS yĀ blasfemado en su corazón. AsĆ hacĆa Job todos los dĆas.
6 Llegado el dĆa en que los hijos del otro elohim se presentan ante Adonai, vino tambiĆ©n con ellos el satĆ”n.Ā 7 Y Adonai dijo del satĆ”n: ĀæDe dónde vienes? Y el satĆ”n respondió a Adonai y dijo: De rodear la tierra (eretz) y andar (halajĆ”) por ella. 8 Y dijo Adonai a al SatĆ”n: ĀæAcaso has puesto tu corazón contra mi siervo Job porque no hay como Ć©l en la tierra (eretz), hombre Ćntegro y veraz, temeroso de Elohim y apartado de toda obra mala?Ā 9 SatanĆ”s respondió a Adonai diciendo: ĀæAcaso Job teme a Elohim de balde? 10 ĀæNo has puesto un vallado en torno a Ć©l, y en torno a su casa, y en torno a todo cuanto posee? Porque has bendecido la obra de sus manos, y sus posesiones se desbordan por la tierra (eretz). 11 Pero, extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verĆ”s si no te maldice en tu cara.Ā 12 Entonces dijo Adonai al satĆ”n: He aquĆ todo lo que tiene estĆ” en tu mano, solo que no pongas tu mano sobre Ć©l.Ā Y el satĆ”n se retiró de la cara de YHVH.
13 Y llegó el dĆa, cuando sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa del hermano primogĆ©nito, 14Ā que un mensajero llegó a Job y le dijo: Los bueyes estaban arando, y las asnas pastando junto a ellos, 15 e irrumpieron los sabeos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada, y solo yo escapĆ© para darte la noticia.Ā 16 AĆŗn estaba hablando este, cuando vino otro que dijo: Ā”Fuego de Elohim cayó de los cielos que abrasó a las ovejas y devoró a los criados! Solo yo escapĆ© para darte la noticia.Ā 17 AĆŗn estaba este hablando, cuando vino otro que dijo: Los caldeos formaron tres cuadrillas y se abalanzaron sobre los camellos y se los llevaron y pasaron a cuchillo a los criados, y solo yo escapĆ© para darte la noticia.Ā 18 AĆŗn estaba este hablando, cuando vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano primogĆ©nito, 19 cuando he aquĆ vino un torbellino del desierto que golpeó las cuatro esquinas de la casa,Ā la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron. Solo yo escapĆ© para darte la noticia.Ā 20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto festivo y se rapó la cabeza, y cayendo en tierra (eretz) se postró, 21 y dijo: Ā”Desnudo salĆ del vientre de mi madre y desnudo volverĆ© allĆ”! Ā”Adonai dio y Adonai quitó! Ā”Bendito sea el nombre de Adonai!
22 En todo esto Job no pecó ni atribuyó a Elohim despropósito alguno.
āŗ1.2 siete hijos y tres hijas…
āŗ1.3 los orientales… Lit. los hijos del oriente.
āŗ1.5 purificarlos… TM:Ā consagrarlos. Se sigue LXX; ofrecĆa holocaustos…; DIOS… Se sigue LXX; blasfemado…
āŗ1.6 hijos del otro elohim por estar elohim antecedido de artĆculo en contraposición con Adonai… la LXX registra Ć”ngeles, se sigue TM; satĆ”n por estar con artĆculo definido no es un nombre sino un sustantivo comĆŗn definido… TambiĆ©n Adversario o Acusador āAp 12.10; 1Jn 2.1.
āŗ1.9 Elohim aquĆ no presenta articulo definido por lo que necesariamente estĆ” hablando del Creador.
āŗ1.11 maldice…; Sal 10.3 nota.
āŗ1.16 Fuego… Es decir, rayos ā2R 1.12.
Job 2.
1 Llegado otro dĆa en que los hijos del otro elohim se presentan ante Adonai, vino tambiĆ©n con ellos el satĆ”n a presentarse delante de Adonai. 2 Y dijo Adonai al satĆ”n:Ā ĀæDe dónde vienes? Y el satĆ”n respondió a Adonai diciendo: De rodear la tierra (eretz) y andar (halajĆ”) por ella.Ā 3 Y dijo Adonai al satĆ”n: ĀæAcaso pusiste tu corazón contra mi siervo Job, porque no hay como Ć©l en la tierra (eretz), varón inocente y veraz, Ćntegro, temeroso de Elohim y apartado de todo mal, que aĆŗn se aferra a su integridad a pesar de que me incitaste contra Ć©l para devorarlo de gratis? 4 El satĆ”n respondió a Adonai y dijo: Ā”Piel por piel! Todo cuanto el hombre tiene, lo darĆ” por su vida. 5 Pero extiende ahora tu mano y toca sus huesos y su carne, y verĆ”s cómo te maldice en tu cara.Ā 6 Y Adonai respondió al satĆ”n: Helo ahĆ en tu mano. Solo que no toques su vida.
7 Salió, pues, el satĆ”n de la presencia de Adonai, e hirió a Job con una Ćŗlcera maligna de pies a cabeza. 8 Y tomó un tiesto roto para rasparse el pus, y se sentó en el basurero, fuera de la ciudad. 9 Y le dijo su mujer: ĀæAĆŗn retienes tu integridad?, maldice a Dios y muerete. 10 Pero Ć©l le dijo: Has hablado como una de las mujeres insensatas. Si recibimos lo bueno de mano de Adonai, Āæno recibiremos lo malo? En todo esto que le habĆa sucedido, no pecó Job con sus labios.
11 Tres amigos de Job ElifazĀ temanita, Bildad sujita y Sofar naamatita, luego de oĆr todo el mal que le habĆa sobrevenido, acudieron cada uno de su lugar: quienes convinieron en ir juntos para condolerse con Ć©l y consolarlo. 12 PeroĀ cuando alzaron los ojos desde lejos, no pudieron reconocerlo, y echaron a llorar a voz en cuello, y rasgaron sus mantos festivos, y se rociaban polvo de la tierra. 13 Y estuvieron sentados con Ć©l siete dĆas y siete noches, y ninguno habló, pues veĆan que la herida era terrible y muy grande.
āŗ2.5 maldice…; Sal 10.3 nota.
āŗ2.8 tomó… Esto es, Job.
āŗ2.8-9 La LXX aƱade un cuadro que parece mĆ”s una explicación al estilo del targum. El texto preservado en la LXX, eleva a Job enĀ su heroica decisión por mantener su integridad.
āŗ2.9 Maldice… Heb. barĆ”j = bendecir, maldecir; Sal 10.3;Ā muĆ©rete… Es decir, para que puedas morirte.
āŗ2.11 Sofar… Heb. Tsofar.
āŗ2.12 Se sigue LXX.
Salmo 120.
 1 CÔntico gradual.
En mi angustia clamĆ© a YHVH, y Ćl me respondió.Ā 2 Ā”Oh YHVH, libra mi alma (nefesh) de los labios mentirosos, y de la lengua fraudulenta!Ā 3 ĀæQuĆ© se te darĆ”, o quĆ© te aprovecharĆ”, oh lengua engaƱosa?Ā 4 Agudas saetas de valiente, forjadas con brasas de enebro.Ā 5 Ā”Ay de mĆ, que estoy desterrado en Mesec, y habito en las tiendas de Cedar!Ā 6 Mucho tiempo ha morado mi alma (nefesh) con los que aborrecen la paz (shalom).Ā 7 Yo estoy por la paz (shalom), y si hablo ellos estĆ”n por la guerra.
āŗ120.1 CĆ”ntico gradual… Heb. shir ha-maaloth = cĆ”ntico de las subidas āSe da este nombre a un grupo de 15 salmosĀ (120-134), tambiĆ©n llamados cĆ”nticos graduales. Prob. el vocablo aplicado significa que los israelitas tenĆan en sus labios las palabras de estos salmos mientras ascendĆan al monte Sión en su peregrinaje a JerusalĆ©n, durante las tres grandes solemnidades del aƱo.
Salmo 121.
1 CƔntico gradual.
Alzaré mis ojos a los montes, ¿De dónde vendrÔ mi socorro? 2 Mi socorro viene de YHVH, que hizo los cielos y la tierra.
3 No darĆ” tu pie al resbaladero, ni se dormirĆ” el que te guarda.
4 He aquĆ no se adormecerĆ” ni dormirĆ”, el que guarda a Israel.
5 YHVH es tu guardador,Ā YHVH es tu sombra a tu manoĀ derecha.
6 El sol no te fatigarĆ” de dĆa, ni la luna de noche.
7 YHVH te guardarĆ” de todo mal,Ā Ćl guardarĆ” tu alma.
8 YHVH guardarĆ” tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Lucas 16.
1 DecĆa tambiĆ©n a los discĆpulos (talmidim): HabĆa cierto hombre rico que tenĆa un mayordomo, el cual fue acusado ante Ć©l deĀ malgastar sus bienes. 2 Y llamĆ”ndolo, le dijo: ĀæQuĆ© es esto que oigo de ti? Rinde la cuenta de tu administración, porqueĀ ya no puedes administrar. 3 Entonces el mayordomo dijo para sĆ: ĀæQuĆ© harĆ©?, porque mi amo me quita la administración. Para cavar, no soy fuerte, y para mendigar, me avergüenzo. 4 Ā”Ya sĆ© lo que harĆ© para que cuando sea quitado de la administración, me reciban en sus casas!Ā Ā 5 Y llamando a cada uno de los deudores de su seƱor, decĆa al primero: ĀæCuĆ”nto debes a mi seƱor? 6 Y Ć©l dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siĆ©ntate y escribe rĆ”pido cincuenta. 7 Luego dijo a otro: ĀæY tĆŗ, cuĆ”nto debes? Y Ć©l dijo: CienĀ medidas de trigo. Le dice: Toma tu cuenta y escribe ochenta.Ā 8 Y elogió el SeƱor al mayordomo de la injusticia, porque actuó sagazmente: Los hijosĀ de este siglo son mĆ”s sagacesĀ respecto a su generación que los hijos de la luz.
9 Y Yo os digo: Ganaos amigos por medio de la injusticia del dios Mamón para que cuando falte os reciban en las moradas eternas. 10 El que es fiel en lo muy poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo muy poco es infiel, también en lo mucho es infiel. 11 Asà que, si en el injusto dios Mamón no fuisteis fieles, ¿quién os confiarÔ lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no llegasteis a ser fieles, ¿quién os darÔ lo vuestro? 13 Ninguno puede servir como esclavo a dos señores, porque aborrecerÔ al uno y amarÔ al otro, o serÔ leal al uno y menospreciarÔ al otro. No podéis servir a DIOS y al dios Mamón.
14 Y los fariseos, que son amantes del dinero, oĆan todas estas cosas, y lo ridiculizaban.Ā 15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os declarĆ”is justos delante de los hombres, pero DIOS conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es sublime, delante de DIOS es abominación.
16 La ley (torƔ) y los profetas (nevim) son hasta Juan. Desde entonces la buena noticia del reino de DIOS es anunciada, y todo se opone con violencia a Ʃl. 17 Pero es mƔs fƔcil que el cielo y la tierra desaparezcan, que caiga un trazo (oketz) de letra de la ley (torƔ).
18 Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera, y el que se casa con laĀ repudiada por el marido, adultera.
19 HabĆa cierto hombre rico que se vestĆa de pĆŗrpura y lino fino blanco, y cada dĆa hacĆa un banquete con esplendidez.Ā 20 Y un mendigo llamado LĆ”zaro, habĆa sido echado junto a su puerta, lleno de llagas, 21 y deseaba ser saciado con lo que cae de la mesa del rico, y aun los perros vienen y lamĆan sus llagas.Ā 22 Y aconteció que murió el mendigo y fue llevado por los Ć”ngeles al seno de Abraham.Ā Y murió tambiĆ©n el rico y fue sepultado. 23 Y alzando sus ojos en el Hades, estando en tormentos, ve a Abraham desde lejos y a LĆ”zaro en su regazo. 24 Y gritando, dijo: Ā”Padre Abraham, ten misericordia de mĆ! y envĆa a LĆ”zaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.Ā 25 Pero Abraham dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y LĆ”zaro asimismo los males, pero ahora es consolado aquĆ, y tĆŗ atormentado. 26 AdemĆ”s de todo eso, entre nosotros y vosotros ha sido puesta una gran sima, de tal modo que los que quieran cruzar de aquĆ a vosotros, no puedan, ni de allĆ” pasar a nosotros. 27 Dijo entonces: Padre,Ā te ruego, pues, que lo envĆes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos; para que les testifiqueĀ solemnemente, a fin de que no vengan ellos tambiĆ©n a este lugar de tormento. 29 Pero Abraham dice: A MoisĆ©s y a los profetas tienen: Ā”Ćiganlos! 30 Entonces Ć©l dijo: No, padre Abraham, pero si alguno de los muertos llegara a ellos, seĀ arrepentirĆ”n. 31 Pero le dijo: Si no oyen a MoisĆ©s y a los profetas (nevim), tampoco se persuadirĆ”n si alguno se levantara de entre los muertos.
āŗ16.1 cierto… ā20.9; malgastar… Lit. malgastando.
āŗ16.3 harĆ©… Lit. hiciera.
āŗ16.4 Ya sĆ©…Ā Es decir, ya he caĆdo en laĀ cuenta.
āŗ16.7 medidas… Lit. coros. Medida de Ć”ridos de unos 370 litros cada una.
āŗ16.8 el SeƱor… Esto es, JesĆŗs.
āŗ16.9 Mamón… dios de las riquezas. Personificación del poder del dinero āPr 13.8.
āŗ16.13 servir… āMtĀ 6.24.
āŗ16.14 oĆan… Mā aƱaden tambiĆ©n.
āŗ16.16 Se inserta son para suplir elipsis del original; violencia… āMtĀ 11.12-13; §228; a Ć©l… Esto es, al reino de Dios, a Jesucristo ā17.21.
āŗ16.17 trazo de letra… āMt 5.18.
āŗ16.18 adultera…Ā āMt 5.32; 19.9; Mr 10.11; 1Co 7.10-11.
āŗ16.19 cierto… ā20.9.
āŗ16.20 habĆa sido echado…
āŗ16.21Ā cae… Lit. caen. Mā aƱaden las migajas.
āŗ16.23 estando… El verbo parece indicar su lugar de pertenencia.
āŗ16.26 todo eso… Lit. entre todas estas cosas.
āŗ16.30 de los muertos… Es decir, resucitado de los muertos.

