Porción 137

Texto áureo: Deuteronomio 27
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Deuteronomio 27

Día 2 1ªReyes 13

Día 3 1ªReyes 15

Día 4 1ªReyes 16

Día 5 Salmo 37

Día 6 Hechos 9

I- Es importante aceptar y comprometerse con los mandamientos de Dios.

¿Cómo lograr que la sociedad no se autodestruya? ¿Cuáles ofensas corrompen a una sociedad? ¿Cuáles comportamientos hacen que una comunidad pierda su derecho a existir? En un sentido amplio, estos son los temas de todo el libro Deuteronomio. Las advertencias y las reprensiones de Moisés abarcan gran parte del texto que hacen de su clasificación un trabajo incalculable.

Por ejemplo, en este texto áureo se instruye al pueblo para que haga un ritual muy peculiar al entrar a la tierra prometida. Ellos debían reunirse en dos campamentos sobre dos colinas que se encontraban una frente a la otra, para comprometerse a ser leales al Creador y declarar su compromiso individual y social con las leyes y los mandamientos de Dios. Este acto como evento trascendente para ellos parece ser perfectamente lógico, pues al iniciar la siguiente etapa como nación es adecuado que haya una ratificación constitucional. Sin embargo, este ritual no sería clausurado con una declaración del propósito, como sería natural de un evento así hoy, sino con la proclamación y aceptación de algunas leyes específicas.

Algunos a la ligera piensan que es una repetición de los Devarim, pero una comparación exhaustiva puede mostrar lo contrario. Algo sorprendente aquí es que señalan las acciones ocultas. Por lo general, al tratar de responder a las preguntas iniciales de este punto, muy a menudo estas van a indicar a las cosas que van mal en la esfera pública. Por ejemplo: la profanación de lugares sagrados o el estancamiento de las instituciones públicas, no obstante las transgresiones que se están proclamando en esta asamblea fundacional son todo lo contrario.

De aquí se puede aprender algo muy importante: «Cualquier desviación social de la ley, el propio sistema legal lo puede corregir, pero cuando el pecado es secreto e individual constituye la peor amenaza a la estabilidad de cualquier sociedad». Esto provoca una corrosión moral desde adentro, capaz de acabar con todo lo exterior. E inclusive, una vez detectado, pudiera ya ser demasiado tarde. La disonancia o desequilibrio en todos los órdenes que puede generarse de las ruinas entre la fachada de una sociedad y las vidas privadas, erosionan la dedicación y la responsabilidad de los individuos con el colectivo.

Por eso, antes de comenzar con la grandiosa oportunidad de vivir en la nación sagrada se hacía necesario confesar públicamente la aceptación de la gracia divina, pero de forma paralela e inseparable a lo anterior es que la presentación de nuestro ser a la decencia y santidad espiritual son necesarias.

II- Lo que haces afecta a tu hermano.

En los capítulos anteriores se presentaron las estructuras creadas por Dios para que la nación tuviera armonía social (cortes, jueces, policías y sanciones), pero en lo individual, en la privacidad de los hogares o de la mente, la racionalización y la justificación del pecado son un peligro mayor. Aquí Dios, en vez de dar una lista de prohibiciones lo que hace es dar una lista de maldiciones. Como estas prohibiciones son hechas para un marco privado, eso alumbra a la maldición sobre aquel que tiene una doble vida. O sea, personas que para la sociedad o comunidad de creyentes son una cosa y en su interior son otra.

El pueblo debía pararse en las dos colinas enfrentadas y en una distribución específica de individuos, familias, tribus y todo el pueblo, porque es en cada uno de esos niveles en que el compromiso social contribuye a su desarrollo. La responsabilidad de cada uno con la comunidad y viceversa debe ser profunda.

Por ejemplo, si en medio de altamar cuatro pescadores encuentran que uno de ellos está rompiendo su bote, nadie dirá: «Bueno, es su vida personal no me debo meter, o es mi vida individual deben respetar mi privacidad». Todos están en el mismo bote y, por tanto, están comprometidos entre ellos con el bienestar.

III- Todos necesitamos de todos.

La porción también describe la lista de beneficios que el pueblo recibiría si cumpliere con las mitzvot y las maldiciones si las rechazan. Existe una tradición muy antigua de las comunidades judías de leer estas maldiciones específicamente en voz baja. El objetivo es forzar a que cada participante del servicio preste una atención especial a lo leído, pues al no escuchar bien debe esforzarse por entender cada detalle.

De aquí también se aprende que el pueblo de Israel era consciente de la importancia de esta lista. Los apóstoles vieron en Jesús el cumplimiento a cada mandamiento, por eso la iglesia bíblicamente hablando, se llamó el Camino. Esto fue en referencia al cumplimiento del «buen camino» a diferencia del rechazo por «mal camino», lo que dejaba solo una opción. Varias obras de la antigüedad también atestiguan esto como aquella famosa de los apóstoles: El didajé [1].

Preguntas:

1.- Compare Dt 11:5-26 con Ex 20:1-17 y señale las diferencias que encuentra entre ambos.

2.- ¿Cómo puede ser que la corrupción individual de alguien influya en un sistema social con una legislación “perfecta”?

3.- Una iglesia a la que por razones genuinas está llegando mucha gente, ¿en qué debe concentrarse?: (1) En crear un orden congregacional (liderazgo, escuela dominical y misiones), (2) En el discipulado personal. ¿Por qué lo considera así?

 

[1] Ver del propio autor: Didajé, la mishná de los apóstoles para la iglesia, dos traducciones paralelas con más 100 notas aclaratorias en la tienda amazon.com (ISBN-13:‎ 979-8463863423).

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