Texto Ôureo: Deuteronomio 29:16-29
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā DeuteronomioĀ 29:16-29
DĆa 2 2ĀŖReyes 19
DĆa 3 Jonas 1-2
DĆa 4 Jonas 3-4
DĆa 5 Mateo 11
DĆa 6 Lucas 15
I- Cuidado con crear a dios.
Dt 29:10 muestra que la atención de Dios es sobre toda su comunidad sin importar la responsabilidad o influencia que hayan tenido. Y mÔs adelante, en el v.12, va a utilizar dos palabras para señalar que no solo estÔ al tanto de ellos, sino que también se involucra en su diario vivir y destino.
La palabra britĀ (×ְּר֓××Ŗ) implica un āpacto para hacer lo correctoā, mientras la palabra alahĀ (×Öø×Öø×) implica un ājuramento para aceptar las malas consecuenciasā. Y esto es lo que hace que Dios les confirme como pueblo de Ćl.
El v.13 termina diciendo que Ćl es Dios de un pueblo cuando Ć©ste escoge serlo a la manera de Ćl.Ā Es decir, que ese dios que las personas acomodan a sus gustos y antojos no es el Dios creador de los cielos y la tierra que se describe en la Biblia. Ćste es uno nuevo que ellos se han inventado a la imagen de ellos, por eso se puede decir que ellos son realmente sus propios dioses. Es al Ćŗnico Dios al que hay que moldearse en una acción humana que se llama: Arrepentimiento.
II- Una ley impuesta por amor.
Algunos a lo largo de la historia han preguntado: ĀæPor quĆ© Dios pone leyes y luego inculpa, no serĆa mejor no haber puesto leyes y asĆ no habrĆa culpa?
Para responder esto, en primer lugar, se debe entender que las leyes divinas son impuestas de forma natural como consecuencia de su perfección y omnisciencia, asĆ como enseƱa nuestro texto Ć”ureo. Ćl sabe que al hombre le conviene por necesidad suprema cada uno de esos absolutos legislativos y la forma en que se organizan. Ćl conoce la naturaleza limitada y la pecaminosidad del ser humano, que son las causas reales de su culpabilidad.
Como hemos dicho en otras porciones la ley de Dios ayuda, entre otras cosas, a descubrir esa culpa humana. Y eso muestra que por encima de un querer imponer una ley a su antojo, la ley es impuesta al hombre por el puro amor de Dios. O sea, que tenemos ley por su gracia.
III- La iglesia que vino por el desierto.
El texto de esta porción también revela un misterio en el v.18, que por siglos se ha podido confirmar: Hay un remanente firme dentro de la multitud que se conoce como pueblo de Dios que, a pesar del pecado del resto (y en este tiempo el suyo), ha permanecido fiel. Por eso el pasaje menciona a los varones, mujeres e inclusive tribu (comunidades completas dentro del pueblo) y, sin embargo, no menciona al pueblo en su totalidad como tal, porque siempre ha existido un remanente fiel dentro de toda la multitud.
Los patriarcas, algunos reyes, los profetas, los apóstoles y los cientos de discĆpulos de JesĆŗs, son ejemplos de ese remanente que se puede citar, y es a este grupo de fieles reales que viven bajo la promesa de Dios a pesar de sus situaciones o su contexto a los que el SeƱor siempre ha llamado su iglesia[1].
IV- Toda sentencia divina tiene un porquƩ.
El texto revela algo que muchas veces por el desconocimiento que se tiene se llega a conclusiones muy lejos de su realidad (vv.22-28). Las naciones que quedaron en la tierra prometida tuvieron en algún momento de sus vidas a Dios como Señor y le abandonaron yéndose tras otros dioses.
Esta es la causa de la sentencia de Dios sobre ellos y no un simple privilegio sobre el pueblo escogido que debĆa arrasar con ellos al llegar a sus tierras. Esos pueblos fueron sentenciados como mismo lo fueron Sodoma y Gomorra.
Preguntas:
1.- Explique lo que entiende usted por arrepentimiento con alguna ilustración.
2.- ĀæCómo se puede explicar el concepto āremanenteā en la historia de Israel hasta JesĆŗs? Ponga dos ejemplos.
3,- ĀæCómo se puede explicar el concepto āremanenteā desde la muerte del apóstol Juan hasta hoy? Ponga dos ejemplos.
[1]Ā La palabra iglesia viene del griego ekklesiaĀ (į¼ĪŗĪŗĪ»Ī·Ļία). Si alguien tuviera toda su Biblia en griego, como aquellos cristianos del desierto que usaban la Septuaginta, encontrarĆa la palabra ekklesiaĀ mĆ”s veces en el TaNaKĀ que en los Escritos apostólicos. Ella va a traducir casi siempre el tĆ©rmino kahalĀ (×§××) del hebreo.
Deuteronomio 29:16-29.
16 (Porque vosotros sabĆ©is cómo habitĆ”bamos en la tierra (eretz) de Egipto, y cómo hemos pasado por medio de los gentiles por las cuales habĆ©is pasado, 17 y habĆ©is visto sus abominaciones, y sus Ćdolos de palo y de piedra, de plata y de oro, que tienen entre ellos). 18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de YHVH nuestro Elohim, para ir a servir a los dioses de esos gentiles. No sea que haya entre vosotros una raĆz queĀ produzca hiel y ajenjo, 19 y suceda que al oĆr las palabras de esta imprecación, se congratule en su corazón, pensando: TendrĆ© paz, aunque siga andando en la obstinación de mi corazón (arruinando asĆ lo regado junto con lo seco). 20Ā YHVH no querrĆ” perdonarlo, sino que el furor de YHVH y su celo serĆ” encendido contra aquel hombre, y todas las maldiciones escritas en este rollo caerĆ”n sobre Ć©l, y YHVH borrarĆ” su nombre de debajo de los cielos, 21 y YHVH lo apartarĆ” para mal de entre todas las tribus de Israel, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en el rollo de la TorĆ”. 22 De manera que cuando las generaciones venideras de vuestros hijos se levanten despuĆ©s de vosotros, y el extranjeros vengan de tierras (eretz) lejanas, al ver las plagas de esa tierra (eretz) y las enfermedades con que la habrĆ” afligido YHVH, exclamarĆ”n: 23 Ā”Toda su tierra (eretz) es azufre y calcinación! Ā”Ni siembra ni germinación, y el pasto no crece en ella, como enĀ la destrucción de Sodoma y Gomorra, de Adma y de Zeboim, que YHVH destruyó en su ira y en su furor! 24 Y todos los gentiles dirĆ”n: ĀæPor quĆ© trató asĆ YHVH a esta tierra (eretz)? ĀæQuĆ© significa el ardor de esta enorme ira? 25 Y se les responderĆ”: Porque abandonaron el pacto de YHVH, el Elohim de sus padres, que Ćl hizo con ellos cuando los sacó deĀ la tierra (eretz) de Egipto, 26 y encaminados tras otros elohim, se inclinaron ante ellos y les sirvieron, elohim que no conocĆan, los cuales Ćl no les habĆa asignado. 27 Por eso la ira de YHVH ardió contra esta tierra (eretz), para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este rollo, 28 y con ira, furor y gran indignación, YHVH los ha desarraigado de su propia tierra (adamĆ”) y los ha arrojado en tierra (eretz) ajena, como hasta hoy. 29 Las cosas ocultas y las manifiestas pertenecen a YHVH nuestro Elohim, para que siempre se apliquen las provisiones de la TorĆ”.
āŗ29.18 una raĆz… āHe. 12.15.
āŗ29.23 Sodoma… āGn. 19.24-25.Ā
āŗ29.26 ellos… TM registra dioses.Ā Se sigue LXX.
āŗ29.28 hasta hoy… TM aƱade este. Se sigue LXX.
āŗ29.29 las cosas ocultas… Esto es, los pecados de ignorancia āLv. 5.18; Nm. 15.24; Sal. 19.12; Ec. 5.6. Hch. 3.17; 17.30; He. 9.7; TM aƱade para nosotros y para nuestros hijos. Este es uno de los 15 puncta extraordinaria; las provisiones… Esto es, los beneficios de la ley āGn. 4.7 nota.
2 Reyes 19.
1 Y aconteció que al oĆrlo el rey EzequĆas, rasgó sus vestidos, se cubrió de saco, y fue a la casa de YHVH. 2 Y envió aĀ Eliaquim, el mayordomo, a Sebna, el escriba, y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de saco, al profeta IsaĆas ben Amoz. 3 Y le dijeron: AsĆ ha dicho EzequĆas: Ā”Hoy es dĆa de angustia, de castigo y de blasfemia: los hijos estĆ”n para salir del vientre, pero no hay fuerzas para parirlos! 4 QuizĆ” YHVH tu Elohim escuche todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de Asiria, su amo, envió para vituperar al Elohim viviente, y reprenda las palabras que YHVH tu Elohim ha oĆdo. Eleva, por tanto, una oración (tefilĆ”) a favor del remanente que aĆŗn nos queda.
5 AsĆ los siervos del rey EzequĆas se presentaron ante IsaĆas, 6 e IsaĆas les respondió: AsĆ dirĆ©is a vuestro seƱor: AsĆ dice YHVH: No temas las palabras que has oĆdo, por las cuales los sirvientes del rey de Asiria han blasfemado. 7 He aquĆĀ pondrĆ© un espĆritu sobre Ć©l, y oirĆ” un rumor, y se volverĆ” a su propia tierra (eretz), y en su propia tierra (eretz) lo harĆ© caer a espada.
8 Cuando el Rabsaces oyó que el rey de Asiria habĆa partido de Laquis, regresó y lo halló combatiendo contra Libna. 9 Pero cuando oyó decir que Tirhaca, rey de EtiopĆa, habĆa salido a luchar contra Ć©l, envió nuevamente mensajeros aĀ EzequĆas, diciendo: 10 No te engaƱe tu Elohim, en el cual confĆas, diciendo: JerusalĆ©n no serĆ” entregada en mano del rey de Asiria. 11 He aquĆ tĆŗ has escuchado lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las tierras (eretz), destruyĆ©ndolas, ĀæyĀ tĆŗ te librarĆ”s? 12 ĀæAcaso los dioses de los gentiles las pudieron librar de la destrucción de mis padres, esto es, a GozĆ”n,Ā HarĆ”n y Resef, y a los hijos de EdĆ©n que estaban en Telasar? 13 ĀæDónde estĆ” el rey de Hamat, o el rey de Arfad, o el reyĀ de Sefarvaim, o de Hena, o de Iva?
14 Y recibió EzequĆas la carta de mano de los mensajeros (malaj/angelos) y la leyó, y subió a la Casa de YHVH, y la desplegó EzequĆas delante de YHVH, 15 y dijo: Ā”Oh YHVH Elohim de Israel, entronizado sobre querubines! Ā”Solo TĆŗ eres el Elohim de todos los reinos de la tierra (eretz)! TĆŗ hiciste los cielos y la tierra (eretz). 16 Inclina tu oĆdo, oh YHVH, y escucha; abre tus ojos, oh YHVH, y observa. Escucha las palabras que ha enviado Senaquerib para vituperar al Elohim viviente. 17 Cierto es, oh YHVH, que los reyes de Asiria han asolado los gentiles, 18 y han arrojado sus dioses al fuego, porque ellos no son Elohim, sino obra de manos de hombres (adĆ”n), de madera y de piedra; por eso los han destruido. 19 Ahora, pues, oh YHVH Elohim nuestro, sĆ”lvanos (yeshĆŗa) de su mano, y sepan todos los reinos de la tierra (eretz) que sólo TĆŗ, oh YHVH, eres Elohim.
20 E IsaĆas ben Amoz envió a decir a EzequĆas: AsĆ dice YHVH Elohim de Israel: He escuchado lo que me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria. 21 Esta es la palabra que dice YHVH acerca de Ć©l: La virgen hija de Sión te menosprecia, se burla de ti; La hija de JerusalĆ©n menea despectiva la cabeza detrĆ”s de ti. 22 ĀæA quiĆ©n has vituperado y contra quiĆ©n has blasfemado? ĀæContra quiĆ©n has alzado la voz y elevado tus ojos con altivez? Contra el Santo de Israel. 23 Por mano de tus mensajeros (malaj/angelos) has vituperado a Adonai, y has dicho: Con la multitud de mis carros yo he escalado la cima de las montaƱas, a lo mĆ”s inaccesible del LĆbano, y de allĆ he cortado los cedros altos y lo mejor de sus cipreses, y he entrado en su mĆ”s remoto refugio, en su bosque mĆ”s frondoso. 24 He cavado pozos, y bebido aguas extranjeras, yĀ con las plantas de mis pies he secado todos los rĆos de Egipto. 25 Lo hice, y ahora lo hago venir, para que conviertas ciudades fortificadas en montones de ruinas, 26 y sus habitantes, faltos de fuerza con la vergüenza de la derrota, sean como la hierba del campo, hierba tierna, herbaje de azoteas, y mies agostada antes de espigar. 27 Pero sĆ© cómo te sientas, cómo sales y cómo entras, y cómo te enfureces contra mĆ. 28 A causa de tu furia contra mĆ y por cuanto tuĀ soberbia ha subido hasta mis oĆdos, pondrĆ© mi argolla en tu nariz, y mi brida en tu hocico; y te harĆ© volver por el camino por donde viniste. 29 Y esta serĆ” la seƱal para ti: Este aƱo comerĆ”s lo que brote del grano caĆdo, y el segundo aƱo lo que brote sin sembrar; y al tercer aƱo sembrarĆ”s y segarĆ”s, y plantarĆ”s viƱas y comerĆ”s su fruto. 30 Y el remanente que quede de la casa de JudĆ”, echarĆ” nuevamente raĆces hacia abajo, y llevarĆ” fruto hacia arriba. 31 Porque de JerusalĆ©n saldrĆ” un remanente, y del monte Sión los que se salven. Ā”El celo de YHVH Sebaot harĆ” esto! 32 Por tanto, asĆ dice YHVH respecto al rey de Asiria: No entrarĆ” en esta ciudad, ni dispararĆ” ahĆ ninguna saeta, ni se acercarĆ” a ella con escudo, ni levantarĆ” contra ella terraplĆ©n. 33 Por el camino que vino, por el mismo se volverĆ”; y nunca entrarĆ” en esta ciudad. OrĆ”culo de YHVH. 34 Por cuanto Yo defenderĆ© esta ciudad para salvarla (yeshĆŗa), a causa de mĆ, y de mi esclavo David.
35 Y aconteció que el Ćngel (malaj/angelos) de YHVH salió en la noche e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios, y cuando se levantaron de madrugada, he aquĆ todos eran cadĆ”veres. 36 Entonces Senaquerib rey de Asiria partió y se retiró, y habitó en NĆnive. 37 Y cuando estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, aconteció que Adramelec y Sarezer lo mataron a espada y huyeron a la tierra (eretz) de Ararat; y su hijo Esar Hadón reinó en su lugar.
āŗ19.3 parirlos… Lit. han llegado hasta la salida. Heb. ad mashber = hasta la ruptura.
āŗ19.6 han blasfemado… TM aƱade contra mĆ. Se sigue LXX.
āŗ19.7 espĆritu… Heb. ruaj = viento, espĆritu, aliento, carĆ”cter, disposición. EnĀ esta Ćŗltima acepción, denota un impulso inexplicable e irresistible para hacer algo.
āŗ19.9 oyó… Esto es, el rey de Asiria.Ā
āŗ19.10 TM aƱade AsĆ dirĆ©is a EzequĆas, rey de JudĆ”. Se sigue LXX.
āŗ19.13 el rey… TM aƱade de laĀ ciudad de. Se sigue LXX.
āŗ19.15 TM aƱade Y oró EzequĆas delante de YHVH. Se sigue LXX.
āŗ19.17Ā pueblos… TM aƱade y sus tierras. Se sigue LXX.
āŗ19.19 nuestro… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.Ā
āŗ19.23 cipreses… Otra traducción posible: abetos; frondosos… Lit. el jardĆn de su bosque.
āŗ19.25 TM aƱade inicio del versĆculo. Se sigue LXX.
āŗ19.26 la derrota… Esto es, de ser llevado cautivo; herbaje de azoteas… Esto es, que noĀ tiene suficiente raĆz.
āŗ19.28 argolla… Esto es, aro que controla el animal por su nariz.
āŗ19.29 para ti… Esto es, a EzequĆas.
āŗ19.35 salió… TM aƱade aquella. Se sigue LXX.
āŗ19.37 Adramelec y Sarezer… Otras versionesĀ aƱaden sus hijos.
Jonas 1-2.
1 La Palabra de YHVH llegó a JonĆ”s ben Amitay, diciendo: 2 LevĆ”ntate y vete a NĆnive, la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mĆ. 3 Pero JonĆ”s se levantó para huir de la presencia de YHVH a Tarsis. Y bajando aĀ Jope, halló una nave que partĆa a Tarsis. Pagó el precio y se embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de YHVH. 4 Pero YHVH mandó un viento impetuoso sobre el mar, y se alzó una gran tempestad en el mar, de manera que la nave estaba a punto de romperse. 5 Temieron los marineros, y cada cual clamaba a su dios, y echaron la carga al mar para aligerar la nave. Entre tanto, JonĆ”s habĆa bajado al fondo de la nave, y habiĆ©ndose acostado, dormĆa profundamente. 6 Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ĀæQuĆ© haces dormido? Ā”LevĆ”ntate y clama a tu Elohim! QuizĆ”s Elohim se fije en nosotros, y no perezcamos.
7 Luego cada uno dijo a su compaƱero: Ā”Venid, echemos suertes para saber por culpa de quiĆ©n nos ha sobrevenido este mal! Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre JonĆ”s. 8 Entonces le dijeron: Ā”DeclĆ”ranos ahora por quĆ© nos haĀ sobrevenido esta calamidad! ĀæDe quĆ© te ocupas? ĀæDe dónde vienes? ĀæCuĆ”l es tu paĆs? ĀæDe quĆ© pueblo procedes? 9 Y Ć©l respondió: Soy hebreo y temo a YHVH, Elohim de los cielos, que hizo el mar y el continente.
10 Aquellos varones entonces tuvieron gran temor, y le preguntaron: ĀæPor quĆ© has hecho esto? Porque los varones se enteraron de que estaba huyendo de la presencia de YHVH, pues Ć©l lo habĆa declarado. 11 Y le preguntaron: ĀæQué haremos contigo para que se nos calme el mar? Porque el mar se tornaba cada vez mĆ”s tempestuoso. 12 Y Ć©l respondió: Alzadme en vilo y arrojadme al mar, y se os calmarĆ”, pues yo sĆ© que por mi causa os ha sobrevenido esta gran tempestad. 13 Sin embargo, los varones remaron duramente para tratar de hacer volver el barco a la tierra continental, pero no pudieron, porque el mar se embravecĆa mĆ”s y mĆ”s. 14 Entonces clamaron a YHVH, y dijeron: Ā”Oh YHVH, te rogamos, no nos hagas perecer por la vida de este hombre, ni nos imputes sangre inocente, porque tĆŗ, oh YHVH, has hecho del modo que te agrada! 15 Y alzando en vilo a JonĆ”s, lo arrojaron al mar, y el mar calmó su furia. 16 Y aquellos hombres temieron a YHVH con gran temor, y ofrecieron sacrificio a YHVH, e hicieron votos.
17 Y preparó YHVH un gran monstruo marino que tragara a JonĆ”s. Y estuvo JonĆ”s en el vientre del monstruo marino tres dĆas y tres noches.
āŗ1.1 JonĆ”s… Heb. Yonah = paloma.
āŗ1.2 NĆnive… Capital de Asiria, destruida por los medos en 612 a.C.
āŗ1.3 Tarsis..Ā Ā Esto es, la costa atlĆ”ntica IbĆ©rica; Jope… Heb. Yafó. TĆ©rmino exacto para quien desde el interior de Palestina se dirigeĀ al mar.
āŗ1.6 patrón de la nave… Lit. jefe de los marineros; Ha-Elohim…
āŗ1.17 TM registra como 2.1; monstruo marino… Gr. kĆ©tos = Cetus. Se sigue LXX.
Ā Jonas 2.
1 Entonces oró (tefilĆ”) JonĆ”s a YHVH su Elohim desde el vientre del monstruo marino, 2 y dijo: En mi angustia invoquĆ© a YHVH, y Ćl me respondió; desde el vientre del Seol pedĆ socorro, y TĆŗ escuchaste mi voz.Ā 3 Me arrojaste a las profundidades del corazón del mar, y me rodeó la corriente:Ā Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mĆ.Ā 4 Me dije: Desechado soy de tu presencia,Ā Āæcómo podrĆ© volver a contemplar tu santa Casa?Ā 5 Las aguas me envolvieron hasta el cuello, el abismo acuoso me rodeó, las algas se enredaron en mi cabeza,Ā 6 descendĆ a los cimientos de los montes, la tierra (eretz) echó sus cerrojos para siempre tras de mĆ. Pero TĆŗ, oh YHVH, Elohim mĆo, sacaste de la fosa mi vida.Ā 7 Cuando mi alma desfallecĆa en mĆ, me acordĆ© de YHVH, y mi oración (tefilĆ”) llegó hasta Ti en tu santa Casa.Ā 8 Los que siguen la vanidad de sus Ćdolos se alejan de tu misericordia;Ā 9 pero yo con voz agradecida te ofrecerĆ© sacrificio festivo, y cumplirĆ© lo que prometĆ.Ā Ā”La salvación (yeshĆŗa) es de YHVH!
10 Entonces YHVH dio orden al monstruo marino, y este vomitó a JonÔs en la tierra continental.
āŗ2.1 monstruo marino… Gr. kĆ©tos = Cetus. Se sigue LXX.
āŗ2.3 corazón del mar… Se sigue LXX āMt 12.40.
Jonas 3.
1 Y la Palabra de YHVH llegó por segunda vez a JonĆ”s, diciendo: 2 LevĆ”ntate y vete a NĆnive, la gran metrópoli, y proclama en ella el sonido que Yo te darĆ©. 3 JonĆ”s, pues, se levantó y fue a NĆnive, conforme a la palabra de YHVH. Y era NĆnive una ciudad grande ante Elohim, de tres dĆas de recorrido. 4 Y JonĆ”s comenzó a adentrarse en la ciudad, y durante el primer dĆa de recorrido proclamaba diciendo: De aquĆ a cuarenta dĆas NĆnive serĆ” destruida. 5 Y los hombresĀ de NĆnive creyeron a Elohim, y proclamaron ayuno y se cubrieron de saco, desde el mayor hasta el menor de ellos.
6 Cuando la noticia llegó hasta el rey de NĆnive, este se levantó de su trono, se despojó de su manto real, se cubrió de saco y se sentó sobre ceniza. 7 E hizo proclamar y anunciar en NĆnive, por mandato del rey y de sus grandes: Ā”Que hombres (adĆ”n) y animales, bueyes y ovejas, no coman cosa alguna! Ā”Que no se les dĆ© alimento ni beban agua! 8 Ā”CĆŗbranse de sacos tanto hombres (adĆ”n) como animales! Ā”Clamen a Elohim fuertemente, y arrepiĆ©ntase cada uno de su mal camino y de la rapiƱa que hay en sus manos! 9 ĀæQuiĆ©n sabe si desistirĆ” Elohim y cambiarĆ” de parecer, y se apartarĆ” del furor de su ira, y no pereceremos?
10 Y vio Elohim lo que hacĆan, cómo se volvĆan de su mal camino, y desistió Elohim del mal que habĆa dicho que les harĆa, y no lo hizo.
āŗ3.3 ante Elohim… Es decir, una ciudad muy grande ante los ojos de Dios. ExtraƱamenteĀ la mayorĆa de las versiones omiten esta frase.
Jonas 4.
1 Pero esto desagradó a JonĆ”s y lo enojó en gran manera. 2 Y oró a YHVH diciendo: Ā”Oh YHVH! ĀæNo era esto lo que decĆa yo estando aĆŗn en mi tierra (adamĆ”)? Por eso huĆ a Tarsis, porque sabĆa que TĆŗ eres clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, que desistes de dar castigo. 3 Ahora, pues, oh YHVH, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida. 4 Pero YHVH le respondió: ĀæHaces bien en enojarte tanto?
5 Y salió JonĆ”s de la ciudad y se sentó al oriente de ella. AllĆ se hizo una enramada y se sentó a su sombra hasta ver quĆ© sucederĆa en la ciudad. 6 Y YHVH Elohim preparó una calabacera para que creciera sobre la cabeza de JonĆ”s y le hiciera sombra y lo librara de su malestar. Y JonĆ”s se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al amanecer del dĆa siguiente Elohim preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.Ā 8 Y aconteció que al salir el sol, Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de JonĆ”s, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: Ā”MĆ”s me vale morir que vivir!
9 Elohim respondió a JonĆ”s: ĀæTanto te irritas por lo de la calabacera? ĆlĀ respondió: Ā”Tengo razón para irritarme hasta la muerte! 10 Le dijo YHVH: Te apiadaste de la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció.Ā 11 ĀæY no me compadecerĆ© Yo de NĆnive, esta gran metrópoli, donde hay mĆ”s de cientoĀ veinte mil personas que no sabenĀ distinguir entre su mano derecha y su izquierda,Ā ademĆ”s de muchos animales?
āŗ4.6 calabacera… Prob. planta de donde se extrae el aceite de ricino: Ricinus communis.
MateoĀ 11
1 Sucedió que cuando JESĆS terminó de dar instrucciones a sus doce discĆpulos, partió de allĆ a enseƱar y a predicar en sus ciudades. 2 Entretanto Juan, cuando oyó en la cĆ”rcel las obras del CRISTO, envió a decirle por medio de susĀ discĆpulos: 3 ĀæEres tĆŗ el que viene o esperaremos a otro? 4 Y respondiendo JESĆS, les dijo: Id, e informad a Juan lasĀ cosas que oĆs y veis: 5 Ciegos ven y cojos andan, leprosos son limpiados y sordos oyen, y muertos son resucitados yĀ pobres son evangelizados, 6 y bienaventurado es el que no sufra tropiezo por mi causa.
7 Y mientras ellos se iban, JESĆS comenzó a decir a las multitudes acerca de Juan: ĀæQuĆ© salisteis a ver al desierto? ĀæUna caƱa sacudida por el viento? 8 ĀæQuĆ© salisteis a ver? ĀæA un hombre cubierto de fino ropaje? Mirad, los que llevanĀ ropas finas estĆ”n en las casas de los reyes. 9 Entonces, ĀæquĆ© salisteis a ver? ĀæA un profeta? SĆ, os digo, mucho mĆ”s que un profeta. 10 Este es de quien se ha escrito: He aquĆ, Yo envĆo mi mensajero delante de tu faz, el cual prepararĆ” tu camino delante de Ti.Ā 11 De cierto os digo: Entre los nacidos de mujeres, no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista, pero el mĆ”sĀ pequeƱo en el reino de los Cielos es mayor que Ć©l. 12 Sin embargo, desde los dĆas de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los Cielos sufre violencia, y violentos lo arrebatan, 13 porque todos los profetas y la ley (torĆ”) profetizaron hasta Juan. 14 Y si querĆ©is aceptarlo, Ć©l es ElĆas, el que estaba a punto de venir. 15 El que tiene oĆdos, oiga.
16 ĀæA quĆ©, pues,Ā compararĆ© esta generación? Es semejante a muchachos sentados en las plazas que, dando voces a otros, dicen: 17 Os tocamos flauta y no bailasteis, endechamos, y no os lamentasteis. 18 Porque vino Juan, que no come ni bebe, y dicen:Ā Ā”Demonio tiene! 19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Ā”He aquĆ un hombre comilón y bebedor de vino,Ā amigo de publicanos y pecadores! Pero la sabidurĆa quedó acreditada por sus obras.Ā 20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales se hicieron la mayorĆa de sus milagros, porque no seĀ arrepintieron: 21 Ā”Ay de ti CorazĆn! Ā”Ay de ti Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se hicieron en vosotras, hace tiempo que se habrĆan arrepentido en cilicio y ceniza. 22 Por eso os digo: En el dĆa del juicioĀ habrĆ” mĆ”s tolerancia para Tiro y Sidón que para vosotras.Ā 23 Y tĆŗ, CafarnaĆŗm, Āæacaso hasta el cielo serĆ”s exaltada? Ā”Hasta el Hades serĆ”s abatida! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se hicieron en ti, habrĆa permanecido hasta hoy. 24 Por eso os digo que en el dĆa del juicio habrĆ” mĆ”s tolerancia para la tierra de Sodoma que para ti.
25 En aquella ocasión, JESĆS tomó la palabra y dijo: Te alabo, Padre, SeƱor del Cielo y de la Tierra, porque escondiste estas cosas de sabios y entendidos y las revelaste a los niƱos. 26 SĆ, Padre, porque asĆ fue de tu agrado. 27 Todas lasĀ cosas me fueron entregadas por mi Padre. Nadie conoce plenamente al Hijo sino el Padre, y nadie conoce plenamente al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 Venid a MĆ todos los que estĆ”is trabajados y agobiados, y Yo os harĆ© descansar (menujĆ”). 29 Llevad mi yugoĀ sobre vosotros, y aprended de MĆ, que soy manso y humilde de corazón, y hallarĆ©is descanso (menujĆ”) para vuestras almas, 30 porque mi yugo es fĆ”cil y ligera mi carga.
āŗ11.5 evangelizados… āIs 35.5-6, 61.1.
āŗ11.6 sufra tropiezo… Gr. skandalĆzo = Hacer caer, tropezar. Otra traducciónĀ posible: sea escandalizado; se inserta causa para suplir elipsis del original.
āŗ11.10 Este… Mā porque este āMal 3.1.Ā
āŗ11.12 arrebatan… āLc 16.16; 228.
āŗ11.14 ElĆas… āMal 4.5; Mt 17.10-13; Mr 9.11-13; Lc 1.17.
āŗ11.15 oĆdos… MāĀ aƱaden para oĆr.
āŗ11.17 endechamos… Es decir, entonamos canciones de duelo.
āŗ11.19 quedó acreditada… Lit.Ā justificada. Es decir, reconocida; obras… Mā registran hijos.
āŗ11.21 Tiro… āIs 23.1-18; Ez 26.1-21; Jl 3.4-8; Am 1.9-10;Ā Zac 9.2-4.
āŗ11.23 CafarnaĆŗm… Sodoma… Siendo la residencia misma del Dios encarnado, desaprovechaba las mejores oportunidades. Los mss. mĆ”s antiguos (āµ, B), preservan la forma vĆvida del lenguaje bĆblico. Mā registran hasĀ sido humillada. āIs 14.13-15; Gn 19.24-28.
āŗ11.24 Sodoma… ā10.15; Lc 10.12.
āŗ11.25 tomó la palabra… Lit.Ā respondiendo.
āŗ11.27 conoceĀ plenamente… āJn 1.18.
āŗ11.29 descanso… āJer 6.16.
Lucas 15.
1 Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Ćl para oĆrlo. 2 Y tanto los fariseos como los escribas refunfuƱaban, diciendo: Este recibe a pecadores y come con ellos. 3 Entonces les propuso esta parĆ”bola: 4 ĀæQuĆ© hombre de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se ha perdido, hasta que la halla? 5 Y cuando la halla, regocijĆ”ndose, la pone sobre sus hombros, 6 y regresando a la casa, reĆŗne a los amigos y a los vecinos, y les dice: Ā”Alegraos conmigo, pues hallĆ© mi oveja perdida! 7 Os digo, que asĆ habrĆ” mĆ”s gozo en el Cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.Ā 8 ĀæO quĆ© mujer que tiene diez dracmas, si perdiera una dracma, no enciende una lĆ”mpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la halla? 9 Y cuando la halla, reĆŗne a las amigas y vecinas, y les dice: Ā”Alegraos conmigo, porque hallĆ© la dracma perdida! 10 AsĆ, os digo, hay gozo delante de los Ć”ngeles de DIOS por un pecador que seĀ arrepiente.
11 TambiĆ©n dijo: Cierto hombre tenĆa dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo al padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde. Y Ć©l les repartió el sustento.Ā 13 DespuĆ©s de no muchos dĆas, el hijo menor, recogiendo todo, partió hacia un paĆs lejano, y allĆ malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 Y cuando lo habĆa gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquel paĆs, y Ć©l comenzó a pasar necesidad. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos (politikos) de aquel paĆs, quien lo envió a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y ansiaba saciarse con las algarrobas que comĆan los cerdos, pero nadie le daba.Ā 17 Entonces, volviendo en sĆ, dijo: Ā”CuĆ”ntos jornaleros de mi padre tienen abundancia de panes, y yo aquĆ perezco de hambre! 18 Me levantarĆ© e irĆ© a mi padre, y le dirĆ©: Padre, he pecado contra el cielo y ante ti. 19 Ya no soy digno de serĀ llamado hijo tuyo, hazme como uno de tus jornaleros.Ā 20 Y levantĆ”ndose, fue a su padre. Y estando Ć©l aĆŗn distante, su padre lo vio, y corriendo, enternecido, se echó sobre su cuello y lo besó efusivamente.Ā 21 Le dijo entonces el hijo: Padre, he pecado contra el cielo y ante ti, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. 22 PeroĀ el padre dijo a sus esclavos: Ā”Pronto, sacad el mejor vestido y vestidlo, y ponedle un anillo en su mano y sandalias en los pies! 23 Ā”Traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y regocijĆ©monos! 24 Porque este hijo mĆo estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido, y fue hallado. Y comenzaron a regocijarse. 25 Pero su hijo mayor estaba en el campo, y como al regresar oyó mĆŗsica y danzas, se acercó a la casa. 26 Y llamando a uno de los criados, le preguntó quĆ© era aquello. 27 Ćl entonces le dijo: Tu hermano se ha presentado, y tu padre haĀ sacrificado el becerro gordo, porque lo recuperó sano.Ā 28 Y se enojó y no querĆa entrar. Saliendo entonces su padre, le rogaba. 29 Pero Ć©l respondió al padre diciendo: He aquĆ, tantos aƱos te sirvo y jamĆ”s quebrantĆ© un mandato tuyo, y nunca me diste un cabrito para regocijarme con mis amigos, 30 pero cuando regresó este hijo tuyo, que consumió tu hacienda con prostitutas, mataste para Ć©l el becerro gordo.Ā 31 Ćl entonces le dijo: Hijo, tĆŗ siempre estĆ”s conmigo, y todas mis cosas son tuyas; 32 pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, y revivió; estaba perdido, y fue hallado.
āŗ15.1-2 publicanos… pecadores… āLc 5.29-30.
āŗ15.7 Se inserta mĆ”s para suplir elipsis del original.
āŗ15.11 Cierto…Ā ā20.9; politikos Gr. que se involucra en los asuntos sociales a diferencia del idiotikos Gr.
āŗ15.12 el sustento… Es decir, los bienes que sirven para sustento. āŗ15.16 saciarse… Mā aƱaden su vientre.
āŗ15.17 volviendo… Lit. habiendo vuelto.
āŗ15.29 sirvo… Gr. douleĆŗo = servir como o hacer oficio de esclavo; regocijarme… Lit. fuera regocijado.

