Texto Ôureo: Deuteronomio 33:1-4
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā Josue 4
DĆa 2 Jueces 1
DĆa 3 1 Samuel 4-6
DĆa 4 Salmo 20-21
DĆa 5 Marcos 3
DĆa 6 Romanos 9
I- Un cÔntico o una bendición.
Es bueno entender una diferencia, no solamente poética, sino aun de perspectiva que existe entre un cÔntico y una bendición. Un cÔntico declara verdades cumplidas o por cumplirse que estÔn en dependencia del camino elegido por la persona a quien se alude. Mientras que una bendición va a declarar beneficios por cumplirse sobre alguien.
II- Los mandamientos producen bendición por venir de Dios.
Por otra parte, se debe tener en cuenta a la hora de analizar las bendiciones un principio fundamental: āDios es eterno y esto implica que es perfecto y no necesita de nadaā. Por tanto, todo lo que Ćl ha creado es para nuestro beneficio y no para el de Ćl.
Sobre esta base, todo en lo que Dios instruye al hombre es bueno y placentero para Ć©l, aunque la naturaleza pecaminosa le lleve a imaginar que no lo sea. A la luz de esto alguien pudiera preguntar: ĀæY por quĆ© son tan estrictos los mandamientos si son para generar placer? Es que realmente todo lo que exige autocontrol tiene cierta apariencia de peso o anti-placer, pero genera ya por sĆ solo desarrollo, dignidad y una influencia positiva (conductualmente hablando) sobre nuestra conciencia. Y esto deberĆa ya de por sĆ, general un placer de confianza en el resultado que la obediencia al mandamiento produce. Por eso el hombre en su deseo de bienestar y desarrollo social no le ha quedado mĆ”s remedio que ir creando sociedades cada vez mĆ”s basadas y regidas por leyes, aunque claro esto trae otro problema que es si esas leyes pueden considerarse absolutas o no.
La principal dificultad para someternos a las instrucciones divinas e inclusive a las humanas, es la sensación de que se nos diga lo que se tiene o no que hacer. Esto entra en conflicto directamente con nuestra naturaleza rebelde. Sin embargo, es aquĆ donde volvemos una vez mĆ”s al punto de: ĀæCómo Dios nos trae por el narigón hacia Ćl? Porque donde Ćŗnico se va a encontrar las fuerzas para ir en contra de esa naturaleza nuestra es en la obra de gracia de Dios. Sólo cuando el hombre percibe lo mucho que Dios le ama es que corre a cumplir con todo lo establecido por Ćl.
Es como si se entendiera que Dios nos ordena: «Disfruta de este mundo tanto como puedas». Por ejemplo, Dios manda a hacer el bien a los demÔs, entonces mientras mÔs esto se haga mÔs bienestar se obtiene de este mundo. No es el hecho de hacer el bien para obtener bienestar, eso es simplemente irreal e irracional, sino que solo se obtendrÔ el placer por hacer el bien cuanto mÔs se renuncie a lo que se obtendrÔ por amor a los demÔs.
III- Dios eligió, pero entre todos los llamados.
Algo muy interesante se revela entre letras en esta bendición de MoisĆ©s a cada tribu de Israel: āDios ofreció su pacto a los gentiles y ellos lo rechazaron al saber lo que se les demandabaā. Aunque sólo menciona dos grupos se puede inferir que a todas se les ofertó, y esto concuerda perfectamente con la enseƱanza de Pablo a los romanos (Ro 118-32). ĀæDe dónde se infiere que reveló su pacto a todas los gentiles?: Ā«El SeƱor vino de SinaĆ, y les resplandeció desde Seir, manifestĆ”ndose desde la montaƱa de ParĆ”nā¦Ā».
En Seir habitaban los descendientes de EsaĆŗ [1], mientras en ParĆ”n los de Ismael [2]. ĀæPor quĆ© se infiere que el resto de los gentiles estĆ”n incluido aquĆ? EsaĆŗ e Ismael por venir de los patriarcas se convierten en una referencia de aquellos que mejor podĆan haber entendido y respondido al llamado de Dios en cada una de esas tierras. Ellos como un remanente del conocimiento mĆ”s reciente dado por Dios a travĆ©s de los patriarcas, ni siquiera fueron capaces de escuchar, por demĆ”s el resto. AsĆ que Seir y ParĆ”n son el referente de cómo ni aun ellos escucharon, por demĆ”s el resto de la humanidad.
Preguntas:
1.- Explique con sus palabras en quĆ© consiste el “Ć©xito” bajo la visión bĆblica.
2.- Cuando vemos los 2 000 aƱos de rebeldĆa del pueblo de Israel al MesĆas, Āæpodemos decir que las bendiciones no se cumplieron o que Dios se las canceló por siempre? ĀæPor quĆ©?
[1]Ā Gn 32:3.
[2]Ā Gn 21:21.
Deuteronomio 33:1-4.
1 Esta es la bendición con la cual Moisés, varón de Elohim, bendijo a los hijos de Israel antes de su muerte. 2 Dijo:
YHVH viene de Sinai, y se nos apareció desde Seir, resplandeció desde el monte ParĆ”n, de Cades, con mirĆadas de Ć”ngeles a su diestra.Ā 3 En verdad Ćl ha amado a nuestras tribus:Ā Todos los que han sido santificados estĆ”n en tu mano, se postran a tus pies y reciben tus palabras:Ā 4 La ley (torĆ”) prescrita por MoisĆ©s, una posesión de la congregación (kajal/eklessĆa) de Jacob.
āŗ33.2 desde el monte ParĆ”n… Otra traducción posible: desde Meriba de Cades. TM: ar-atĆ” = vino, llegó. Se sigueĀ LXX.
āŗ33.3 Se inserta nuestras para suplir elipsis del original.
Josue 4.
1 Y cuando todo el gentil acabó de pasar el JordĆ”n, YHVH habló a JosuĆ©, diciendo: 2 Tomad doce hombres del pueblo, uno por cada tribu, 3 y ordĆ©nales, diciendo: Sacad de en medio del JordĆ”n, donde se posaron los pies de los sacerdotes,Ā doce piedras escogidas y cargadlas con vosotros hasta vuestro campamento, donde acamparĆ©is por la noche. 4 Y llamó JosuĆ© doce hombres que habĆa establecido de entre los hijos (benei) de Israel, uno de cada tribu, 5 y les dijo: Pasad ante YHVHĀ vuestro DIOS al medio del JordĆ”n, y levantad cada uno una piedra sobre su hombro, segĆŗn el nĆŗmero de las tribus deĀ Israel. 6 Y esto serĆ” seƱal en medio de vosotros, para que cuando vuestros hijos os pregunten maƱana, diciendo: ĀæQué significan estas piedras para vosotros? 7 Les digĆ”is: Las aguas del JordĆ”n fueron divididas delante del arca del pacto de YHVH cuando cruzó el JordĆ”n, y estas piedras serĆ”n por memorial a los hijos de Israel para siempre.
8 Y los hijos de Israel hicieron tal como JosuĆ© habĆa ordenado, y alzaron doce piedras deĀ en medio del JordĆ”n, segĆŗnĀ YHVH habló a JosuĆ© al finalizar la travesĆa de los hijos deĀ Israel, las transportaron con ellos al campamento y lasĀ asentaron allĆ. 9 E hizo Josué erigir doce piedras en medio del JordĆ”n, en el lugar donde habĆan estado los pies de los sacerdotes que cargaban el arca del pacto. Y allĆ estĆ”n hasta este dĆa.
10 Y los sacerdotes que portaban el arca del pacto permanecieron en el JordÔn hasta completar todo lo que YHVH ordenó a Josué anunciar al pueblo. Y se apresuró el pueblo, y cruzaron.
11 Y sucedió que cuando todo el pueblo terminó de cruzar, entonces cruzó el arca de YHVH juntamente con losĀ sacerdotes, a vista del pueblo. 12 TambiĆ©n los hijos de RubĆ©n, los hijos de Gad y la media tribu de ManasĆ©s cruzaronĀ quintados al frente de los hijos de Israel, tal como MoisĆ©s les habĆa hablado.Ā 13 Unos cuarenta mil hombres armados para la guerra pasaron en presencia de YHVH en formación de batalla a la llanura de Jericó.Ā 14 Y aquel dĆa YHVH engrandeció a JosuĆ© a ojos de todo Israel, y le temieron todos los dĆas de su vida, como a MoisĆ©s. 15 Y habló YHVH a JosuĆ©, diciendo: 16 Ordena a los sacerdotes que cargan el arca del testimonio que salgan del JordĆ”n. 17 Y JosuĆ© ordenó a los sacerdotes, diciendo: Ā”Salid del JordĆ”n! 18 Y aconteció que cuando los sacerdotes que cargaban el arca del pacto de YHVH salieron de en medio del JordĆ”n, tan pronto como los pies estuvieron en lo seco, lasĀ aguas del JordĆ”n se volvieron a su lugar y llegaron a sus orillas como antes.
19 Y el dĆa dĆ©cimo del mes primero el pueblo salió del JordĆ”n y acampó en Gilgal, al extremo oriental de Jericó. 20 YĀ JosuĆ© hizo erigir en Gilgal las doce piedras que habĆan tomado del JordĆ”n, 21 diciendo: Cuando vuestros hijos pregunten diciendo: ĀæQuĆ© significan estas piedras? 22 HarĆ©is saber a vuestros hijos, diciendo: Israel cruzó sobre lo seco el JordĆ”n, 23 porque YHVH vuestro DIOS hizo secar las aguas del JordĆ”n delante de vosotros hasta que cruzasteis, asĆĀ como YHVH vuestro DIOS lo hizo en el mar Rojo, al cual secó ante nosotros hasta que lo cruzamos, 24 para que todos los pueblos de la tierra (eretz) puedan conocer que la mano de YHVH es poderosa, a fin de que temĆ”is a YHVH vuestro DIOS todos los dĆas.
āŗ4.1 Y… TM aƱade sucedió. Se sigue LXX.
āŗ4.2 Se sigue LXX.
āŗ4.3 sacad… TM aƱade de aquĆ… delĀ lugar donde los pies de los sacerdotes. Se sigue LXX.
āŗ4.4 JosuĆ©… Se sigue LXX.
āŗ4.5 les dijo… TMĀ aƱade JosuĆ©… arca… para vosotros… de los hijos. Se sigue LXX.
āŗ4.7 JordĆ”n… TM aƱade las aguas del JordĆ”nĀ se separaron. Se sigue LXX.
āŗ4.8 habló a JosuĆ©…TM aƱade segĆŗn el nĆŗmero de las tribus. Se sigue LXX.Ā
āŗ4.10 al pueblo… TM repite segĆŗn todo lo que MoisĆ©s habĆa ordenado a JosuĆ©. Se sigue LXX.
āŗ4.12Ā quintados… Es decir, en escuadrones de cincuenta ā1.14.
āŗ4.14 como… TM aƱade habĆan temido. Se sigue LXX.
āŗ4.16 testimonio… āHe. 9.4
āŗ4.18 como… TM aƱade las plantas… sacerdotes…Ā Se sigue LXX.Ā
āŗ4.21 diciendo… TM aƱade habló a los hijos de Israel… maƱana a sus padres… Se sigue LXX.
āŗ4.22 el JordĆ”n…Ā TM registra este JordĆ”n. Se sigue LXX.
āŗ4.24 es… TM aƱade ciertamente. Se sigue LXX.
Jueces 1.
1 [Después de la muerte de Josué, aconteció que los hijos de Israel consultaron a YHVH, diciendo: ¿Quién de nosotros subirÔ primero para combatir contra el cananeo?
2 Y YHVH dijo: JudÔ subirÔ; he aquà Yo entrego la tierra en su mano. 3 Y JudÔ dijo a su hermano Simeón: Sube conmigo a la tierra (eretz) de mi herencia para que luchemos contra el cananeo, y yo también iré contigo a la tierra de tu heredad. Y Simeón fue encaminado con él. 4 Y subió JudÔ, y YHVH entregó en su mano al cananeo y al ferezeo, y de ellos hirieron en Bezec a diez mil hombres.
5 Y en Bezec encontraron a Adoni-Bezec, y lucharon contra Ć©l, y derrotaron al cananeo y al ferezeo. 6 Y Adoni-BezecĀ huyó, pero lo persiguieron y lo apresaron, y le cortaron los pulgares de sus manos y de sus pies. 7 Entonces Adoni-Bezec dijo: Ā”Setenta reyes, a quienes hice cortar los pulgares de sus manos y pies, recogĆan migajas debajo de mi mesa! Ā”Como hice yo, asĆ me ha hecho Elohim! Y lo llevaron a JerusalĆ©n, y allĆ murió. 8 Pues los hijos de JudĆ” ya habĆan luchado contra JerusalĆ©n, la habĆan tomado, y habiĆ©ndola pasado a filo de espada, habĆan prendido fuego a la ciudad.
9 DespuĆ©s los hijos de JudĆ” bajaron para luchar contra el cananeo que habitaba en la serranĆa, en el NĆ©guev y en laĀ Sefela. 10 Y JudĆ” fue encaminado contra el cananeo que habitaba en Hebrón (el nombre de Hebrón habĆa sido Quiriat- Arba), y destruyeron a Sesay, a AhimĆ”n y a Talmay. 11 De allĆ marchó contra los habitantes de Debir, cuyo nombre eraĀ antes Quiriat-Sefer.Ā 12 Entonces dijo Caleb: El que ataque a Quiriat-Sefer, y la conquiste, le darĆ© a mi hija Acsa por mujer. 13 Y Otoniel ben Cenez, hermano menor de Caleb la conquistó, y Ć©l le dio a su hija Acsa por mujer. 14 Y aconteció que al irse, ella se apeó del asno y lo incitó para que pidiera a su padre un campo. Y Caleb le dijo: ĀæQuĆ© deseas? 15 Y le respondió: Dame una bendición; ya que me has dado tierra (eretz) de sequedales, dame manantiales de agua. Y Caleb le dio los manantiales de arriba y los manantiales de abajo.
16 Entonces los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron juntamente con los hijos de JudÔ, de la ciudad de las Palmas al desierto de JudÔ, que estÔ al sur de Arad. Y asà fueron y habitaron con el pueblo.
17 Y JudĆ” fue encaminado con Simeón, su hermano, para atacar al cananeo que habitaba en Sefat, y la dedicaron alĀ exterminio; y alguno llamó el nombre de aquella ciudad Horma. 18 JudĆ” tambiĆ©n conquistó Gaza con su territorio,Ā Ascalón con su territorio, y Ecrón con su territorio.Ā 19 Y YHVH estaba con JudĆ”, y se posesionó de la serranĆa, pero no intentó desposeer a los habitantes del valle, porque tenĆan carros de hierro. 20 Y dieron Hebrón a Caleb, tal como MoisĆ©s habĆa hablado, y Ć©l expulsó de allĆ a los tres hijos de Anac.
21 Pero los hijos de BenjamĆn no expulsaron a los jebuseos que habitaban en JerusalĆ©n, y asĆ los jebuseos continĆŗanĀ morando en JerusalĆ©n con los benjamitas hasta hoy.Ā 22 En cuanto a los de la casa de JosĆ©, ellos tambiĆ©n subieron contra Bet-El, y YHVH estuvo con ellos. 23 Y los de la casa de JosĆ© hicieron una exploración en Bet-El, ciudad que antiguamente se llamaba Lutz. 24 Y los espĆas vieron a unĀ hombre que salĆa de la ciudad, y le dijeron: MuĆ©stranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia.Ā 25 Y Ć©l les mostró la entrada de la ciudad, y la hirieron a filo de espada, pero dejaronĀ libre a aquel hombre con toda suĀ familia. 26 Y el hombre fue encaminado a tierra (eretz) de los heteos, y edificó una ciudad que llamó Lutz, que es su nombre hasta hoy.
27 Pero Manasés no desposeyó a los de Bet-Shean, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y a sus aldeas, ni a los habitantes de Dor y a sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y a sus aldeas, ni a los habitantes de Meguido y a sus aldeas, sino que los cananeos persistieron en habitar en aquella tierra. 28 Sin embargo, cuando Israel cobró fuerza, hizo tributario al cananeo, pero no quiso expulsarlo del todo.
29 EfraĆn tampoco quiso expulsar al cananeo que habitaba en Gezer, sino que el cananeo habitó en medio de ellos enĀ Gezer.
30 Tampoco Zabulón quiso expulsar a los que habitaban en Quitrón ni a los que habitaban en Naalol, sino que el cananeo habitó en medio de ellos, y vino a ser tributario.
31 Tampoco Aser expulsó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehod. 32 Asà que Aser habitó en medio del cananeo que habitaba en la tierra (eretz), porque no fue capacitado para expulsarlo.
33 Neftalà tampoco expulsó a los que habitaban en Bet-Semes ni a los que habitaban en Bet-Anat, sino que habitó en medio del cananeo que habitaba en la tierra, aunque los moradores de Bet-Semes y los moradores de Bet-Anat le fueron tributarios.
34 Y los amorreos estrecharon a los hijos de Dan hacia la montaƱa, y no los dejaron bajar al valle.
35Ā Y el amorreo persistió en habitar en el monte Heres, en Ajalón y en SaalbĆn, pero la mano de la casa de JosĆ© fueĀ agravada sobre ellos, y llegaron a ser tributarios. 36 Y la frontera del amorreo se extendĆa desde la subida de Acrabim, y desde Sela hacia arriba.
āŗ1.1 Composición JosuĆ© – Jueces [1.1 – 3.11].
āŗ1.1 consultaron… Esto es, mediante el Urim y TumimĀ āNm. 27.21.
āŗ1.9 Sefela… Esto es, la parte llana.
āŗ1.11 marchó… Esto es, la tribu de JudĆ”.
āŗ1.14 lo incitó… Nótese lasĀ contradicciones con el registro de LXX en Jos. 15.18.
āŗ1.15 sequedales… Otra traducción posible: NĆ©guev.
āŗ1.16 ceneo… Esto es, Jetro.
āŗ1.17 Horma… āNm. 21.3.
āŗ1.20 Anac… ā Jos. 15.13-14.
āŗ1.21 continĆŗan… Es decir, hasta que David la conquistara ā Jos. 15.63; 2S. 5.6; 1Cr. 11.4.
āŗ1.28 āJos. 17.11-13.
āŗ1.29 ā Jos. 16.10.
āŗ1.33 Bet-Semes…Ā Esto es, templo del sol.
āŗ1.36 Acrabim… Esto es, escorpiones o alacranes.
1 Samuel 4.
1 Por aquel tiempo, Israel salió en pie de guerra al encuentro de los filisteos, y acamparon en Eben-Ezer, y los filisteos acamparon en Afec. 2 Y los filisteos se dispusieron para el encuentro contra Israel, y habiéndose extendido la batalla, Israel fue derrotado ante los filisteos, los cuales mataron en el campo como cuatro mil hombres de la tropa.
3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ĀæPor quĆ© nosĀ ha herido hoy YHVH ante losĀ filisteos? TraigĆ”monos el arca del pacto de YHVH desdeĀ Silo, para que Ćl venga a estar entre nosotros y nos salve deĀ mano de nuestrosĀ enemigos. 4 Y el pueblo envió a Silo, y trajeron de allĆ el arca del pacto de YHVH Sebaot,Ā que habitaĀ entre los querubines; y estaban allĆ los dos hijos de ElĆ, Ofni y Finees, con elĀ arca del pacto de Ha-Elohim.
5 Y cuando el arca del pacto de YHVH estuvo en el campamento, todo Israel gritó con un jĆŗbilo tan grande que la tierraĀ (eretz) se estremeció. 6 Y cuando los filisteos oyeron el estruendo del jĆŗbilo, dijeron: ĀæQuĆ© es este estruendo de gran clamor enĀ el campamento de los hebreos? Y se enteraron que el arca de YHVH habĆa llegado al campamento. 7 Y los filisteosĀ tuvieron temor, y dijeron: Ā”Elohim ha llegado al campamento! Y decĆan: Ā”Ay de nosotros, porque nunca antes ha sucedido cosa semejante! 8 Ā”Ay de nosotros! ĀæQuiĆ©n nos librarĆ” de la mano de estos poderosos Elohim? Ā”Estos son los Elohim que golpearon a Egipto con toda plaga en el desierto! 9 Ā”Filisteos, esforzaos y sed hombres!, para que no sirvĆ”is como esclavos a los hebreos como ellos os sirvieron como esclavos a vosotros. Ā”Sed hombres y combatid!
10 Y combatieron los filisteos, e Israel fue derrotado, y cada hombre huyó a su tienda, y hubo una gran matanza, porĀ cuanto cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. 11 Y el arca de Elohim fue capturada, y los dos hijos de ElĆ, Ofni y Finees, fueron muertos.Ā 12 Y aquel mismo dĆa, cierto hombre de BenjamĆn corrió desde el campo de batalla hasta Silo, rasgados sus vestidos y echada tierra (adamĆ”) sobre su cabeza. 13 Y cuando llegó, he aquĆ ElĆ estaba sentado en su sitial, atalayando junto al camino, porque su corazón temblaba a causa del arca de Elohim. Cuando aquel hombre llegó a la ciudad para informar, toda la ciudad dio gritos. 14 Y cuando ElĆ oyó el estruendo del griterĆo, dijo: ĀæQuĆ© significa todo ese alboroto? Y aquel hombreĀ se apresuró, y llegó e informó a ElĆ.
15 Y ElĆ tenĆa ya noventa y ocho aƱos de edad, y sus ojos estaban ya fijos, pues no podĆa ver. 16 Y aquel hombre dijo aĀ ElĆ: Soy el que ha venido de la batalla; hoy escapĆ© de la batalla. Y le preguntó: ĀæQuĆ© ha sucedido, hijo mĆo? 17 Y elĀ mensajero respondió diciendo: Israel ha huido delante de los filisteos, y ha habido tambiĆ©n una gran matanza entre elĀ pueblo, y tambiĆ©n tus dos hijos, Ofni y Finees, han sido muertos, y el arca de Elohim ha sido tomada. 18 Y cuando hizo mención del arca de Elohim, aconteció que cayó de su silla hacia atrĆ”s, junto a la puerta, y se le quebró la cerviz, y murió, porque era hombre viejo y pesado. Ćl habĆa juzgado a Israel cuarenta aƱos.
19 Y su nuera, la mujer de Finees, que estaba encinta y cercana al parto, al escuchar la noticia de que el arca de Elohim habĆa sido tomada, y que su suegro y su marido habĆan muerto, se agachó, pues los dolores la habĆan acometido, y dio a luz. 20 Y en el momento de su muerte, las que estaban junto a ella decĆan: No tengas temor, porque has parido un hijo. Pero ella no respondió ni puso atención, 21 sino que llamó al niƱo Icabod, a causa del arca de Elohim, y a causa de su suegro, y a causa de su marido.
22 Y al ser capturada el arca de Elohim, dijeron: ”Quitada es la gloria de Israel!
āŗ4.21 Icabod… Esto es, sin gloria.
āŗ4.21-22.
āŗ4.22 Se sigue LXX.
1 Samuel 5.
1 Y los filisteos tomaron el arca de Elohim y la llevaron de Eben-Ezer a Asdod.
2 Tomando, pues, el arca de Elohim, los filisteos la introdujeron en el templo de Dagón, y la colocaron junto a Dagón. 3 Y madrugaron los de Asdod, y fueron a casa de Dagón y viendo, Ā”he aquĆ Dagón postrado en tierra (eretz) ante el arcaĀ de YHVH! Y levantaron a Dagón y lo pusieron en su sitio. Pero la mano de Adonai habĆa aplastado a los de Asdod, atormentando a Asdod y a su territorio, golpeĆ”ndolos en las posaderas.
4 Al dĆa siguiente volvieron a madrugar y, Ā”he aquĆ Dagón caĆdo sobre su rostro ante el arca delĀ pacto de YHVH! Y laĀ cabeza de Dagón y las dos plantas de los pies, echadas sobre elĀ umbral, y cada palma de sus manos caĆdas sobre laĀ entrada principal. A Dagón solo leĀ fue dejado su espinazo. 5 Por esta causa, los sacerdotes de Dagón y todos los queĀ entran en el templo de Dagón, no pisan el umbral de Dagón en Asdod hasta este dĆa.
6 Y la mano de YHVH se agravó sobre los de Asdod, y los castigó y los hirió con una epidemia de tumores en Asdod y enĀ todos sus alrededores. 7 Al ver esto, los de Asdod dijeron: El arca del Elohim de Israel no debe permanecer conĀ nosotros, porque su mano se ha endurecido contra nosotros y contra Dagón nuestro dios. 8 Y convocaron a todos losĀ sĆ”trapas de los filisteos, y dijeron: ĀæQuĆ© haremos con el arca del Elohim de Israel? Y ellos respondieron: Que el arca delĀ Elohim de Israel sea trasladada a Gat. E hicieron trasladar el arca del Elohim de Israel. 9 Pero sucedió que despuĆ©s queĀ la hubieron trasladado, la mano de YHVH cayó contra la ciudad causando gran consternación, y golpeó a los hombresĀ de aquella ciudad desde el pequeƱo hasta el grande, de modo que les brotaron hemorroides. 10 Entonces enviaron elĀ arca de Elohim a Ecrón. Y cuando el arca de Elohim llegó a Ecrón, los ecronitas dieron voces diciendo: Ā”Han traĆdo el arca del Elohim de Israel para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo!
11 Y convocaron a todos los gobernantes de los filisteos, y dijeron: Ā”Sacad de aquĆ el arca del Elohim de Israel y enviadlaĀ de vuelta a su propio lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo! Porque habĆa un pĆ”nico mortal en todaĀ la ciudad, y la mano de Elohim se habĆa agravado mucho allĆ. 12 Y los que no morĆan, eran afectados con hemorroides, y el clamor de la ciudad subĆa a los cielos.
āŗ5.1 Eben-Ezer… Heb. Piedra de la ayuda.
āŗ5.3-4 Se sigue LXX.
Ā
1 Samuel 6.
1 El arca de YHVH habĆa permanecido siete meses en el campo de los filisteos, 2 cuando los filisteos convocaron a losĀ sacerdotes y adivinos para preguntarles: ĀæQuĆ© haremos con el arca de YHVH? Hacednos saber de quĆ© manera la hemosĀ de enviar a su lugar. 3 Y respondieron: Si enviĆ”is el arca del Elohim de Israel, no se la enviĆ©is vacĆa, sino que la harĆ©isĀ volver a Ćl con una ofrenda por la culpa, y entonces serĆ©is sanados, y se os harĆ” saber por quĆ© su mano no se apartó deĀ vosotros.Ā 4 Y ellos preguntaron: ĀæCuĆ”l serĆ” la ofrenda por la culpa que le habremos de devolver? Y respondieron: Cinco tumores de oro y cinco ratones de oro, conforme al nĆŗmero de los gobernantes de los filisteos, por cuanto una misma plaga estuvo sobre todos vosotros y sobre vuestros gobernantes. 5 Por tanto, os harĆ©is figuras de vuestros tumores, y figuras de los ratones que infectan vuestra tierra (eretz), y darĆ©is gloria al Elohim de Israel, que quizĆ” aliviarĆ” su mano de sobreĀ vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra (eretz).
6 ĀæPor quĆ©, pues, querĆ©is endurecer vuestros corazones, como endurecieron su corazón los egipcios y Faraón? ĀæAcasoĀ cuando Ćl realizó maravillas ante ellos, no dejaron ir al pueblo de manera que este partió? 7 Ahora pues, tomad yĀ preparad un carro nuevo, y tomad dos vacas que estĆ©n criando, sobre las cuales no se haya puesto ningĆŗn yugo; uncidĀ las vacas al carro y dejad a sus becerros lejos de ellas, en el establo.Ā 8 DespuĆ©s tomarĆ©is el arca de YHVH y la pondrĆ©is en el carro, y los objetos de oro que le devolvĆ©isĀ como ofrenda por laĀ culpa los pondrĆ©is en un cofre al lado de ella, y la dejarĆ©is que seĀ vaya. 9 Y observarĆ©is: Si sube por el camino de suĀ territorio hacia Bet-Semes, Ćl nos haĀ hecho este gran mal, pero si no, entonces sabremos que no es su mano la que nosĀ haĀ herido, sino que nos ocurrió por accidente.
10 Y aquellos hombres lo hicieron asĆ: Tomaron dos vacas que estaban criando, lasĀ uncieron al carro y encerraron susĀ becerros en el establo. 11 Luego colocaron el arca deĀ YHVH en el carro, junto con el cofre con los ratones de oro y conĀ las figuras de susĀ tumores. 12 Y las vacas entonces, tomando la vĆa recta por el camino de Bet-Semes,Ā seguĆan unaĀ misma senda andando y mugiendo, sin apartarse ni a derecha ni aĀ izquierda; y los prĆncipes de los filisteos fueron trasĀ ellas hasta el lĆmite de Bet-Semes. 13Ā Y los de Bet-Semes estaban segando el trigo en el valle, y alzaron sus ojos y vieronĀ elĀ arca de YHVH y se regocijaron y salieron a su encuentro.
14 Y el carro llegó al campo de JosuĆ© betsemita, y se detuvo allĆ, donde habĆa una granĀ piedra. Ellos entonces partieronĀ la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocaustoĀ a YHVH. 15 Porque los levitas habĆan bajado el arca de YHVHĀ y el cofre que estaba a suĀ lado, que tenĆa dentro los objetos de oro, y los habĆan colocado sobre aquella gran piedra.Ā Luego, los hombres de Bet-Semes hicieron subir holocaustos y sacrificaronĀ vĆctimas a YHVH en aquel dĆa. 16 Y cuandoĀ los cinco prĆncipes de los filisteos vieron esto,Ā regresaron a Ecrón aquel mismo dĆa.
17 Y los tumores de oro que los filisteos pagaron a YHVH como ofrenda por la culpa, son estos: uno por Asdod, uno porĀ Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. 18 Y los ratones de oro eran conforme al nĆŗmero de todas lasĀ ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco gobernantes, tanto de ciudades fortificadas como de aldeas sin muro.Ā La gran piedra sobre la cual colocaron el arca de YHVH, permanece hasta este dĆa en el campo de JosuĆ© betsemita. 19Ā Pero los hijos de JeconĆas no se agradaron de los hombres de Bet-Semes porque habĆan mirado en el arca de YHVH. EĀ hizo morir de entre ellos a setenta varones, y a cincuenta mirĆadas de varones. Y el pueblo se enlutó porque YHVH loĀ habĆa herido con una mortandad tan grande. 20 Entonces los hombres de Bet-Semes dijeron: ĀæQuiĆ©n podrĆ” permanecer de pie delante de YHVH, este Elohim tan santo? ĀæY hacia quiĆ©n subirĆ” desde nosotros? 21 Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-Jearim, diciendo: Ā”Los filisteos devolvieron el arca de YHVH! Bajad, y hacedla subir a vosotros.
āŗ6.13 Se sigue LXX.
āŗ6.18 permanece… Es decir, permanece como testigo.
āŗ6.19 hizoĀ morir… Heb. nakah = herir,Ā golpear, matar, castigar; setenta… cincuenta mirĆadas… Esto es,Ā cincuenta mil setenta. Se sigue LXX. Sir. y VUL omitenĀ cincuenta mil.
āŗ6.20 subirĆ”… EstoĀ es, el arca.
Salmo 20.
Ā 1 Al director del coro. Mizmor de David.
YHVH te responda en el dĆa de la adversidad, el nombre del Elohim de Jacob te defienda.Ā 2 Te envĆe ayuda desde el santuario, yĀ desde Sión te sostenga.
3 Haga memoria de todas tus ofrendas yĀ acepte la grosura de tusĀ holocaustos.
Selah
4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todos tus propósitos.
5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación (yeshúa), y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Elohim. YHVH te conceda todas tus peticiones.
6 Ahora sé que YHVH salva (yeshúa) a su ungido (mashiaj), le responderÔ desde sus santos cielos, con las poderosas acciones de su diestra salvadora (yeshúa).
7 Estos confĆan en carros de guerra, y aquellos en caballos, pero nosotros exaltaremos el nombre de YHVH nuestro Elohim.Ā
8 Ellos son inmovilizados y caen, pero nosotrosĀ nos levantamos y nosĀ afirman.
9 Ā”Salva (yeshĆŗa), oh YHVH!Ā Ā”Que el Rey nos responda el dĆa que lo invoquemos!
Salmo 21.
1 Al director del coro. Mizmor de David.
Oh YHVH, el rey es alegrado en tu poder, y en tu salvación (yeshúa) ”cuÔnto se regocija!
2 Le diste el deseo de su corazón, y no le negaste la petición de sus labios.
Selah
3 Con bendiciones escogidas saliste a su encuentro, y colocaste en su cabeza unaĀ corona de oro fino.Ā 4 Vida te pidió, y se la concediste, largura de dĆas, eternamente y para siempre.
5 Grande es su gloria por tu salvación (yeshĆŗa), has puesto sobre Ć©l honra y majestad.Ā 6 Lo has bendecido para siempre.Ā Lo llenaste de alegrĆa con tu presencia.Ā 7 Por cuanto el rey confĆa en YHVH, por la misericordia de DIOS, no serĆ” conmovido.
8 Tu mano alcanzarĆ” a todos tus enemigos, Tu diestra alcanzarĆ” a los que te aborrecen.Ā 9 Los convertirĆ”s en horno abrasador en el tiempo de tu ira,Ā YHVH los tragarĆ” en su ira, y el fuego los consumirĆ”.Ā 10 DestruirĆ”s su fruto de la tierra (eretz), y su simiente de entre los hijos (benei) de un Adam. 11 Porque tramaron el mal contra Ti, fraguaron artificios, pero no prevalecerĆ”n.Ā 12 Pues los harĆ”s huir con tus cuerdas, apuntarĆ”s contra sus rostros.Ā 13 Ā”EngrandĆ©cete, oh YHVH, con tu fortaleza!Ā Cantaremos y alabaremos tuĀ poderĆo.
āŗ21.12 tus cuerdas… Es decir, tus cuerdas de arco. LXX: Pues les harĆ”s volver la espaldaĀ en tu triunfo, prepararĆ”s su rostro.
Marcos 3.
1 Y entró otra vez en la sinagoga, y estaba allĆ un hombre que tenĆa seca la mano. 2 Y lo observaban, por si lo sanarĆa enĀ shabat, para que lo acusaran. 3 Dice al hombre que tenĆa la mano seca: Ā”LevĆ”ntate y ponte en medio! 4 Y les dice: ĀæEsĀ lĆcito en shabat hacer bien o hacer mal; salvar (yeshĆŗa) una vida, o matar? Pero ellos callaban. 5 Y mirĆ”ndolos en derredor con ira, profundamente entristecido por la dureza de sus corazones, dice al hombre: Ā”Extiende la mano! Y Ć©l extendió la mano y fue restaurada.Ā 6 Y de inmediato, saliendo los fariseos con los herodianos, daban consejo contra Ćl para que lo destruyeran.Ā 7 Pero JESĆS se retiró con sus discĆpulos hacia el mar.
Y mucha gente de Galilea y de Judea, 8 de JerusalĆ©n, de IdumeaĀ y de mĆ”s allĆ” del JordĆ”n, y una gran multitud de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo todas las cosas que hacĆa,Ā acudieron a Ćl. 9 Y por causa del gentĆo, dijo a sus discĆpulos que le estuviera lista una barquilla para que no lo oprimieran 10 porque habĆa sanado a muchos, de manera que cuantos tenĆan azotes caĆan sobre Ćl para tocarlo. 11 YĀ cuando los espĆritus inmundos lo veĆan, caĆan ante Ćl, y gritaban diciendo: Ā”TĆŗ eres el Hijo de DIOS! 12 Pero Ćl los reprendĆa mucho para que no lo hicieran manifiesto.
13 Y sube al monte y llama a los que Ćl querĆa, y fueron a Ćl. 14 Y estableció a doce, para que estuvieran con Ćl, y paraĀ enviarlos a predicar, 15 y que tuvieran autoridad para echar fuera los demonios. 16 A Simón (puso por nombre Piedra),Ā 17 y a Jacobo, el de Zebedeo, y a Juan, el hermano de Jacobo (tambiĆ©n les puso por nombre Boanerges, esto es, hijos del trueno), 18 a AndrĆ©s, a Felipe, a BartolomĆ©, a Mateo, a TomĆ”s, a Jacobo el de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita, 19 y a Judas Iscariote (quien tambiĆ©n lo traicionó).
20 Llega a una casa, y de nuevo se agolpa una multitud tal, que ellos no podĆan ni siquiera comer pan.Ā 21 Y oyĆ©ndolo sus familiares, salieron para echar mano de Ćl, pues decĆan: EstĆ” fuera de sĆ. 22 Y los escribas que habĆan bajado de JerusalĆ©n, decĆan: Ā”Tiene a Beelzebul! Ā”Por el prĆncipe de los demonios echa fuera demonios!Ā 23 Y llamĆ”ndolos junto a sĆ, les decĆa en parĆ”bolas: ĀæCómo puede SatanĆ”s echar fuera a SatanĆ”s? 24 Si un reino fuera dividido contra sĆ mismo, tal reino no puede permanecer.Ā 25 Y si una casa fuera dividida contra sĆ misma, tal casa no podrĆ” permanecer. 26 Y si SatanĆ”s se levantó contra sĆ mismo y fue dividido, no puede estar en pie, sino que tiene fin. 27 Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear sus bienes, a menos que primero ate al fuerte, entonces podrĆ” saquear su casa.Ā 28 De cierto os digo que todo les serĆ” perdonado a los hijos de los hombres, y las blasfemias cuantas blasfemen; 29 pero cualquiera que blasfemara contra el EspĆritu Santo no tiene jamĆ”s liberación, sino que es reo de un pecado eterno.Ā 30 Dijo esto porque decĆan: Tiene un espĆritu inmundo.
31 Y llegan su madre y sus hermanos, y quedĆ”ndose afuera, lo enviaron a llamar. 32 Y habĆa una multitud sentada a suĀ alrededor, y le dicen: Mira, tu madre y tus hermanos te buscan afuera. 33 Y respondiĆ©ndoles, dice: ĀæQuiĆ©n es mi madreĀ y mis hermanos?Ā 34 Y mirando en derredor a los que estaban sentados en torno suyo, dice: Ā”He aquĆ mi madre y mis hermanos! 35 Cualquiera que hace la voluntad de DIOS, ese es mi hermano y hermana, y madre.
āŗ3.2 sanarĆa… Lit. sanarĆ”; acusaran… ā3.6.
āŗ3.3 LevĆ”ntate y ponte en medio… Lit.Ā levĆ”ntate en medio.
āŗ3.5 conĀ ira…
āŗ3.6 para que lo destruyeran… El subjuntivo es significativo. Indica que ni fariseos ni herodianos tenĆanĀ el valor personal para acusarlo ā3.2 o matarlo.
āŗ3.9 oprimieran… Lit. opriman.
āŗ3.10 azotes… Esto es, dolencias yĀ plagas tenidas como castigo de DIOS, entre las cuales, seguramente, habĆa algunas extremadamente graves yĀ contagiosas como la lepra, sarna, tiƱa, etc. āIs 53.4. Las palabras azotes caĆan sobre Ćl hacen eco de las del salmistaĀ ā69.9; caĆan… āMr 4.1; Lc 5.1-3.
āŗ3.14 predicar… TR aƱade (de Lc 6.13) a los cuales tambiĆ©n llamó apóstoles.
āŗ3.15Ā y… TR antepone: y para sanar enfermedades.
āŗ3.16 A… TR antepone Y llamó a los doce.
āŗ3.18 BartolomĆ©… Se trataĀ sin duda del apellido de Natanael; cananita… O zelote o celoso, patriota fanĆ”tico.
āŗ3.20 Llega… Mā registran llegan.Ā
āŗ3.21 EstĆ”… Lit. estuvo.
āŗ3.22 tiene a Beelzebul… āMt 9.34; 10.25.
āŗ3.29 jamĆ”s… Lit. hasta el siglo āLc 12.10;Ā liberación…; pecado… Mā juicio.
āŗ3.30 Se inserta Dijo esto para suplir elipsis del original.
āŗ3.32Ā hermanos… Mā aƱaden y tus hermanas.
āŗ3.33 mi madre y mis hermanos… āDt 33.9.
Romanos 9.
1 Verdad digo en CRISTO, no miento, dando testimonio conmigo mi conciencia en elĀ EspĆritu Santo: 2āTengo granĀ tristeza y constante dolor en mi corazón, 3āporque yoĀ mismo desearĆa ser anatema de CRISTO por mis hermanos, losĀ que son mis parientesĀ segĆŗn la carne; 4āquienes son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, losĀ pactos, laĀ promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5āde quienes son los patriarcas,Ā y de los cuales, segĆŗn la carne, vinoĀ CRISTO, el cual es DIOS sobre todas las cosas,Ā bendito por los siglos, amĆ©n.
6ā Y no es que la Palabra de DIOS ha fallado, porque no todos los de Israel son Israel; 7 ni porque son simiente deĀ Abraham, son todos hijos; sino que: En Isaac te serĆ” llamada simiente.Ā 8āEs decir, no son hijos de DIOS los hijos de la carne, sino que los hijos de la promesa son contados como simiente. 9āPorque la Palabra de la promesa es esta: SegĆŗn el tiempo seƱalado vendrĆ©, y Sara tendrĆ” un hijo.
10 Y no solo esto, sino tambiĆ©n al concebir Rebeca de uno, de Isaac nuestro padre 11 (porque aĆŗn cuando no habĆanĀ nacido, ni habĆan hecho algo bueno o ruin, para que el propósito de DIOS permaneciera conforme a la elección, 12ānoĀ por obras, sino por el que llama), le fue dicho: El mayor servirĆ” al menor.Ā 13āComo estĆ” escrito:Ā A Jacob amĆ© y a EsaĆŗ aborrecĆ.
14āĀæQuĆ© diremos entonces? ĀæAcaso hay injusticia en DIOS? Ā”De ninguna manera! 15 Ciertamente a MoisĆ©s dice: Tendré misericordia del que tenga misericordia, y me compadecerĆ© del que me compadezca.Ā 16āAsĆ, pues, no es del que quiere, ni del que corre, sino de DIOS, que tiene misericordia. 17āPorque la Escritura dice al Faraón:Ā Para esto te levantĆ©: Para que muestre en ti mi poder, y para que mi Nombre sea proclamado en toda la tierra.Ā 18āAsĆ, pues, del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.Ā
19āMe dirĆ”s entonces: ĀæPor quĆ©, pues, inculpa? Porque ĀæquiĆ©n ha resistido a su voluntad?Ā 20āEn todo caso, oh hombre, ĀæquiĆ©n eres tĆŗ, para que alterques con DIOS? ĀæDirĆ” acaso lo moldeado al que lo moldea:Ā Por quĆ© me hiciste asĆ? 21āĀæO no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro paraĀ deshonra? 22āĀæY quĆ©, si DIOS, queriendo mostrar la ira y hacer notorio su poder, toleró con mucha paciencia vasos de ira dispuestos para destrucción, 23āy para hacer notoria la riqueza de su gloria en vasos de misericordia que preparó de antemano para gloria; 24āa los cuales tambiĆ©n llamó, a nosotros, no solo de entre los judĆos, sino tambiĆ©n de entre los gentiles? 25āComo tambiĆ©n en Oseas dice: LlamarĆ© pueblo mĆo al que no era mi pueblo, y amada, a la no amada.Ā 26 Y sucederĆ” que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mĆo, allĆ serĆ”n llamados hijos del DIOSĀ viviente.
27āTambiĆ©n IsaĆas clama con respecto a Israel: Si el nĆŗmero de los hijos de Israel fuera como la arena del mar, El remanente serĆ” salvo (yeshĆŗa), 28āPorque cumpliendo plenamente y sin demora el SeƱor ejecutarĆ” su palabra sobre la tierra.Ā 29āY como predijo IsaĆas:Ā Si el SeƱor de los ejĆ©rcitos no nos hubiera dejado simiente, habrĆamos llegado a ser como Sodoma, Y serĆamosĀ semejantes a Gomorra.
30āĀæQuĆ©, pues, diremos? Que los gentiles, que no perseguĆan el acto de justicia, lo adquirieron, el acto de justicia que es por medio de la fidelidad. 31āPero Israel, que persegĆa el acto de justicia de una ley, en esa ley no lo logro.Ā 32āĀæPor quĆ©? Porque no la seguĆan por medio de la fidelidad sino como por medio de las obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo, 33ācomo estĆ” escrito: He aquĆ pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de caĆda: El que cree en Ćl, no serĆ” avergonzado.
āŗ9.3 desearĆa… Se escogió el optativo en vez del imperfecto (deseaba) debido alĀ contexto.
āŗ9.4 los pactos… TR registraĀ el pacto; el culto… Gr. latreĆa. En este caso, elĀ servicio cultual.
āŗ9.7-8 simiente… āGn 21.12.
āŗ9.9 promesa…Ā āGn 18.10.
āŗ9.10 SeĀ inserta esto para suplir elipsis original.
āŗ9.12 servirĆ”… Gr. douleĆŗo = servir como o hacer oficioĀ de esclavo; menor… āGn 25.23.
āŗ9.13 aborrecĆ… Es decir, desatendĆ āMal 1.2-3.
āŗ9.15 compadecerĆ©… āExĀ 33.19.
āŗ9.16 quiere… corre… Esto es, Isaac, el cual querĆa bendecir, y EsaĆŗ, el cual corrió para cazar y obtenerĀ bendición; tiene misericordia… Se refiere a EsaĆŗ y Jacob (vv. 10-13) āGn 27.3-4.
āŗ9.17 tierra… āEx 9.16.
āŗ9.18Ā endurece… SegĆŗn la maldad inherente.
āŗ9.20 moldeado… āIs 45.9.
āŗ9.25 no amada… āOs 2.23.
āŗ9.26 hijos… āOsĀ 1.10.
āŗ9.28 ejecutarĆ”… āIs 10.22-23; sobre la tierra… TR aƱade en justicia.
āŗ9.29 IsaĆas… āIs 1.9; hubiera dejado…Ā Lit. dejó.
āŗ9.32 noĀ la seguĆan… Esto es, la justicia; por obras… TR aƱade de la ley.
āŗ9.33 escrito… āIs 28.16.

