Texto Ôureo: Deuteronomio 34:1-12
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā Deuteronomio 34:1-12
DĆa 2 1ĀŖReyes 18-19
DĆa 3 2ĀŖCronicas 6
DĆa 4 Salmo 31
DĆa 5 Mateo 9
DĆa 6 Marcos 9:2-32
I- Cara a cara con Dios.
No hay mayor testimonio y satisfacción de una persona que ser llamado “siervo de Dios” (Dt 34:5). Aquel que es siervo no tiene una total autonomĆa porque pertenece completamente a su amo. MoisĆ©s, luego de ser llamado por Dios, mantuvo toda su vida dedicada al Amo de la creación. Paralelo a esto, y a diferencia de otros miembros de una casa real, el siervo tiene un privilegio que los demĆ”s no tienen y es el acceso a los lugares mĆ”s Ćntimos de su rey. AĆŗn mĆ”s, el siervo tiene comunicación directa con su amo, por eso MoisĆ©s tuvo el privilegio de hablar cara a cara con su Creador.
II- En los brazos de Dios.
MoisĆ©s murió Ā«por la boca de DiosĀ»[1]. Esto significa que Dios le quitó el alma de la misma forma en que la da, con un ābeso Divinoā. Seguidamente, el texto narra cómo Dios mismo enterró a MoisĆ©s y hasta el dĆa de hoy nadie sabe el lugar exacto en el que fue enterrado. Imaginemos la escena: Ā«Dios llega al finalizar las bendiciones y enfrente de todo el pueblo, le quita el aliento a MoisĆ©s, prepara el cuerpo, lo carga y se lo lleva, poco a poco se aleja hasta perderse de la vista de todos, llega a un lugar, abre la tumba, lo entierra y se vaĀ». No hay pelĆcula de Hollywood que pueda describir tal emoción.
El texto bĆblico no revelarĆ” nunca, ni a travĆ©s de los profetas ni de los apóstoles, dónde fue enterrado MoisĆ©s. Hay muchas explicaciones que se dan para esto, pero una de ellas es especialmente muy aceptada. Aunque MoisĆ©s era un hombre muy grande, aun asĆ, era un ser humano sujeto al pecado y rodeado de pecadores. HabĆa un peligro inmenso de que su tumba se convirtiera en un lugar de culto, e inclusive, que el pueblo lo considerara una especie de semidiós. No olvide que la mayor prueba que el pueblo de Israel enfrentó por siglos fue precisamente la idolatrĆa.
III- Viviendo abundantemente en tiempo y calidad.
MoisĆ©s ciertamente vivió una vida muy larga (Dt 34:7). Sin embargo, al mencionar cómo se sentĆa antes de morir dijo: Ā«ā¦sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.Ā», lo que enseƱa algo tan importante paralelo al nĆŗmero de aƱos que vivió. Esto se refiere a ācómoā se vivieron esos aƱos. La gracia de Dios, la intimidad con Ćl, una vida ajustada a Su santidad y la influencia positiva en los demĆ”s durante los aƱos de vida, todo eso es mĆ”s importante que la propia existencia de MoisĆ©s. Muchos se enorgullecen de la cantidad de aƱos que han vivido, sin poder contar mucho de su calidad de vida.
Si bien hay mucho que se puede hacer para conseguir placer, la mayorĆa de esas experiencias son tan transitorias como un dormir restaurador. Cuando se vive como se ha dicho anteriormente, se eleva el alma permanentemente y, por lo tanto, proporciona una eterna felicidad que no se perderĆ” nunca. Esta es la fórmula proporcionada por el Creador para sentirse bien en todo momento, para que el vigor nunca disminuya.
Preguntas:
1.- SĆ a Dios nadie le ha visto jamĆ”s, ĀæquiĆ©n serĆa Aquel que apareció y se llevó el cuerpo de MoisĆ©s? Apoye su respuesta con textos bĆblicos.
2.- ĀæCuĆ”les cualidades acompaƱaban a JosuĆ© para que el pueblo lo aceptara como sucesor de MoisĆ©s? Apoye su respuesta con textos bĆblicos.
[1]Ā Traducción literal de Ā ×¢Ö·×־פּ֓××Ö°××Öø× (Dt 34:5).
Deuteronomio 34:1-12.
1 DespuĆ©s MoisĆ©s subió de la llanura de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que estĆ” frente a Jericó, y YHVH leĀ hizo ver toda la tierra, desde Galaad hasta Dan, 2 y todo NeftalĆ, y la tierra (eretz) de EfraĆn y de ManasĆ©s, y toda la tierra (eretz) de JudĆ”, hasta el mar Occidental, 3 y el NĆ©guev, y la región de Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Zoar. 4 Y le dijo YHVH: Esta es la tierra (eretz) de la cual jurĆ© a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu simiente la darĆ©. Te he permitidoĀ verla con tus ojos, pero allĆ” no pasarĆ”s.
5 Y MoisĆ©s, esclavo de YHVH, murió en tierra (eretz) de Moab, sobre la boca de YHVH. 6 Y lo sepultó en el valle, en la tierra (eretz) de Moab, frente a Bet-Peor. Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepulcro hasta el dĆa de hoy. 7 Y era MoisĆ©s de ciento veinte aƱos cuando murió. Sus ojos nunca fueron oscurecidos ni debilitado su vigor.
8 Y los hijos de Israel lloraron a MoisĆ©s en los llanos de Moab durante treinta dĆas. AsĆ fueron cumplidos los dĆas del llanto como duelo por MoisĆ©s.
9 Y JosuĆ© ben Nun fue lleno del espĆritu de sabidurĆa, pues MoisĆ©s habĆa impuesto sus manos sobre Ć©l; y los hijos de Israel le obedecieron e hicieron tal como YHVH habĆa ordenado a MoisĆ©s.
10 Pero no se ha levantado aĆŗn otro profeta en Israel semejante a MoisĆ©s, a quien YHVH trataba cara a cara, 11 ya en razón de todas las seƱales y prodigios que YHVH lo envió a hacer en el paĆs de Egipto con respecto a Faraón, a todos sus siervos y a toda su tierra, 12 ya en razón de toda aquella mano poderosa y de grandes portentos que hizo MoisĆ©s enĀ presencia de todo Israel.
āŗ34.3 región… TM aƱade valle. Se sigue LXX.
āŗ34.4 a Abraham, a Isaac y a Jacob… āGn 12.7; 26.3; 28.13Ā respectivamente.
āŗ34.5 murió… TM aƱade allĆ. Se sigue LXX.
āŗ34.6 lo sepultó… Esto es, Dios.
āŗ34.7 de… TMĀ aƱade edad (hijo de). Se sigue LXX.
āŗ34.10 aĆŗn… āDt 18.15,18; cara a cara… āEx 33.11.
āŗ34.12 y de… TMĀ aƱade todos. Se sigue LXX.Ā
1 Reyes 18.
1 Pasados muchos dĆas, al tercer aƱo, la palabra de YHVH llegó a ElĆas, diciendo: Ve, presĆ©ntate a Acab, y enviarĆ© lluvia sobre la faz de la tierra (adamĆ”). 2 Y fue ElĆas a presentarse ante Acab. Y la hambruna era aguda en Samaria.
3 Y Acab llamó a AbdĆas, que estaba a cargo de la casa, y era temeroso de YHVH en gran manera, 4 porque cuando Jezabel exterminaba a los profetas de YHVH, AbdĆas tomó a cien profetas y los ocultó de cincuenta en cincuenta en la cueva, y los sustentó con pan y agua. 5 Y Acab dijo a AbdĆas: Ve por la tierra (eretz), a todos los manantiales de agua, y a todos los arroyos; quizĆ”s hallemos pasto y conservaremos la vida de los caballos y las mulas, y no perdamos todas las bestias (behemĆ”).
6 AsĆ dividieron entre ellos el territorio por el que pasaban: Acab iba solo por un camino, y AbdĆas iba por otro camino. 7Ā Y cuando AbdĆas iba por el camino, he aquĆ ElĆas venĆa a su encuentro; y como lo reconoció, cayó sobre su rostro y leĀ preguntó: ĀæEres tĆŗ mi seƱor ElĆas? 8 Y le respondió: Soy yo. Ve y dĆ a tu seƱor: ElĆas estĆ” aquĆ. 9 Pero Ć©l dijo: ĀæEn quĆ© he pecado para que entregues a tu esclavo en mano de Acab para que me mate? 10 Ā”Vive YHVH tu Elohim, que no hay gentil ni reino adonde mi seƱor no haya enviado a buscarte! Cuando ellos decĆan: No estĆ” aquĆ, hacĆa jurar al reino y al gentil que no te habĆan hallado. 11 Ā”Y ahora me dices: Ve y dĆ a tu seƱor, ElĆas estĆ” aquĆ! 12 Y sucederĆ” que si me separo de ti, el EspĆritu de YHVH te llevarĆ” donde yo no sepa, y cuando vaya a informar a Acab, me matarĆ”. Aunque yo, tu esclavo, temo a YHVH desde mi juventud. 13 ĀæNo le fue dicho a mi seƱor lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas de YHVH, cómo escondĆ en la cueva a cien de ellos de cincuenta en cincuenta y los sustentĆ© con pan y agua? 14 ĀæY dices que diga a mi amo: ElĆas estĆ” aquĆ, para que me mate?
15 Pero ElĆas respondió: Ā”Vive YHVH Sebaot, en cuya presencia estoy, que hoy meĀ presentarĆ© ante Ć©l! 16 Entonces AbdĆas fue al encuentro de Acab y le informó; y Acab fueĀ al encuentro de ElĆas.
17 Y sucedió que cuando Acab vio a ElĆas, le dijo: ĀæEres tĆŗ el que perturba a Israel? 18 Y Ć©l respondió: No he perturbado yo a Israel, sino tĆŗ y la casa de tu padre, que abandonaron los mandamientos (mitzvot) de YHVH para seguir a los baales. 19 Ahora pues, envĆa y convócame a todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de Asera, que comen a la mesa de Jezabel.
20 Y convocó Acab a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21 Y ElĆas se acercó a todo el pueblo, y dijo: ĀæHasta cuĆ”ndo andarĆ©is cojeando con muletas? Si YHVH es Elohim, anden (halajĆ”) detrĆ”s de Ćl; y si lo es Baal, anden (halajĆ”) detrĆ”s de Ć©l. Pero elĀ pueblo no le respondió palabra.
22 Entonces ElĆas dijo al pueblo: Solo yo he quedado como profeta de YHVH, pero de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Que nos den dos novillos, y escojan ellos un novillo para sĆ, córtenlo en pedazos y pónganlo sobre la leƱa, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararĆ© el otro novillo, y lo pondrĆ© sobre la leƱa, y tampoco pondrĆ© fuego debajo. 24 Luego invocad vosotros el nombre de vuestro dios, y yo invocarĆ© el nombre de YHVH, y el DIOS que responda con fuego, Ā”ese es el Elohim! Y todo el pueblo respondió y dijo: Ā”Bien dicho!
25 Y ElĆas dijo a los profetas de Baal: Escogeos un novillo para vosotros, y preparadlo primero, porque sois muchos, eĀ invocad el nombre de vuestro elohim, pero no pongĆ”is fuego debajo. 26 Y tomaron el novillo y lo prepararon, e invocaron elĀ nombre de Baal desde la maƱana hasta el mediodĆa, diciendo: Ā”Baal, respóndenos! Pero no se oĆa ni una voz ni una respuesta, mientras brincaban en derredor del altar que habĆan hecho.
27 Y sucedió al mediodĆa que ElĆas se burlaba de ellos, diciendo: Ā”Griten mĆ”s fuerte, porque se supone que es elohim! QuizĆ” estĆ© lloriqueando, o defecĆ”ndose, o de camino. Tal vez esĀ dormilón y haya que despertarlo.Ā 28 Y ellos clamaban con fuerza, y se sajaban segĆŗn su costumbre con cuchillos yĀ lancetas, hasta que la sangre brotaba de ellos.
29 Y sucedió que pasado el mediodĆa, entraron en trance hasta la hora de ofrecer el sacrificio de la tarde (minjĆ”), pero no hubo voz, ni respuesta, ni nadie que prestara atención. 30 Entonces dijo ElĆas a todo el pueblo: Ā”Acercaos a mĆ! Y todo elĀ pueblo se acercó a Ć©l; y reparó el altar de YHVH que habĆa sido derribado. 31 Y ElĆas tomó doce piedras, conforme al nĆŗmero de las tribus de los hijos de Jacob, al cual le fue dada palabra de YHVH diciendo, Israel serĆ” tu nombre, 32 y conĀ las piedras construyó un altar en el nombre de YHVH, e hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
33 Preparó luego la leƱa, cortó el novillo en trozos, y los colocó sobre la leƱa. 34 Y dijo: Llenad cuatro cĆ”ntaros con agua yĀ derramadla sobre el holocausto y sobre la leƱa. Y agregó: Hacedlo por segunda vez, y lo hicieron por segunda vez. Dijo aĆŗn: Hacedlo por tercera vez, y lo hicieron por tercera vez. 35 Y corrió el agua alrededor del altar, y tambiĆ©n la zanja se llenó de agua. 36 Y clamó ElĆas al cielo y dijo: Ā”Oh Adonai, Elohim de Abraham, de Isaac e Israel! Ā”Respóndeme, Adonai! Respóndeme hoy por medio del fuego y que todo este pueblo sepa que TĆŗ eres el Ćŗnico Adonai, Elohim de Israel, y yo esclavo tuyo, y que por medio de Ti he hecho todas estas cosas. 37 Ā”Respóndeme, oh YHVH, respóndeme! Y este pueblo sabrĆ” que TĆŗ, oh YHVH, eres Elohim, y que TĆŗ haces volver sus corazones.
38 Entonces cayó fuego de YHVH, y consumió el holocausto, y la leƱa, y las piedras, y el polvo, y lamió el agua que habĆa en la zanja. 39 Al verlo, toda la gente cayó sobre su rostro, y dijo: Ā”YHVH es real Elohim! Ā”YHVH es el real Elohim! 40 Y ElĆas les dijo: Ā”Detened a los profetas de Baal! Ā”Que ninguno escape! Y los detuvieron, y ElĆas bajó con ellos al arroyo de Cisón, y allĆ los degolló. 41 Y ElĆas dijo a Acab: Ā”LevĆ”ntate, come y bebe, porque hay sonido de abundancia de lluvia! 42 Y Acab subió a comer y a beber; y ElĆas subió a la cumbre del Carmelo, y postrĆ”ndose en tierra (eretz), puso su rostro entre susĀ rodillas; 43 y dijo a su siervo: Sube ahora, y mira atentamente hacia el mar; y Ć©l subió, y miró atentamente, y dijo: Nada hay. Y Ć©l volvió a decir siete veces: Vuelve. 44 Y aconteció que a la sĆ©ptima vez, dijo: He aquĆ, del mar sube una nube, tan pequeƱa como la mano de un hombre. Y Ć©l dijo: Ve y dĆ a Acab: Unce y baja, para que la lluvia no te detenga.
45 Y mientras tanto, ocurrió que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia; y Acab subió al carruaje y se fue a Jezreel. 46 Pero la mano de YHVH estuvo sobre ElĆas, de modo que ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta la entrada de Jezreel.
āŗ18.1 muchos dĆas… Esto es, los tres aƱos de sequĆa.
āŗ18.21 cojeando… Es decir, hastaĀ cuando vacilarĆ©is entre dosĀ opiniones.
āŗ18.26 el novillo… TM aƱade que se les dio. Se sigue LXX.
āŗ18.27, defecando…Ā
āŗ18.29 en trance… Otra traducción posible: delirio profĆ©tico.
āŗ18.36 TM aƱade cuando llegó la hora de presentar laĀ ofrenda vegetal. Se sigue LXX.
āŗ18.44 Unce… Esto es, el carruaje.Ā
1 Reyes 19.
1 Acab informó a Jezabel todo lo que habĆa hecho ElĆas, y cómo habĆa matado a espada a todos los profetas. 2 Entonces Jezabel envió un mensajero (malaj/angelos) a ElĆas, diciendo: Ā”AsĆ me hagan los elohim, y aun me aƱadan, si maƱana a esta hora no he hecho tu vida como la vida de uno de ellos!
3 Y Ć©l tuvo temor, y se levantó y huyó para salvar su vida; y llegó a Beerseba (que es de JudĆ”) y dejó allĆ a su siervo. 4 Y Ć©l se fue solo al desierto, donde anduvo (jalajĆ”) todo un dĆa; y llegó y se sentó debajo de un enebro, y ansiando morirse, dijo: Ā”Basta ya, oh YHVH! Ā”QuĆtame ahora la vida, porque no soy mejor que mis padres! 5 Y recostĆ”ndose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquĆ un mensajero (malaj/angelos) lo tocó y le dijo: Ā”LevĆ”ntate y come! 6 Y miró atentamente, y he aquĆ a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un cĆ”ntaro de agua; y comió y bebió, y volvió a recostarse. 7 Y un mensajero (malaj/angelos) de YHVH vino por segunda vez, lo tocó, y le dijo: Ā”LevĆ”ntate y come, porque largo camino te resta!
8 Y Ć©l se levantó, y comió y bebió; y con la fuerza de esa comida anduvo (jalajĆ”) cuarenta dĆas y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Elohim. 9 Y allĆ entró en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquĆ vino a Ć©l la palabra de YHVH, diciendo: ĀæQuĆ© haces aquĆ, ElĆas? 10 Y Ć©l respondió: He sentido un vivo celo por YHVH DIOS Sebaot, porque los hijos de Israel abandonaron tu pacto, derribaron tus altares, y mataron a espada a tus profetas; y yo solo quedĆ©, y me buscan para quitarme la vida.
11 Y Ćl dijo: Sal afuera y ponte de pie en el monte, delante de YHVH. Y he aquĆ YHVH pasaba: y un grande y poderoso viento destrozaba las montaƱas y rompĆa las peƱas delante de YHVH, pero YHVH no estaba en el viento. DespuĆ©s delĀ viento hubo un terremoto, pero YHVH no estaba en el terremoto. 12 DespuĆ©s del terremoto hubo un fuego, pero YHVH no estaba en el fuego. Y despuĆ©s del fuego hubo un susurro apacible y delicado.Ā 13 Y sucedió que al oĆrlo, ElĆas cubrió su rostro con su manto, y salió y estuvo de pie a la entrada de la cueva. Y he aquĆ, vino a Ć©l una voz, y le preguntó: ĀæQuĆ© haces aquĆ, ElĆas?
14 Y él respondió: He sentido un vivo celo por YHVH DIOS Sebaot, porque los hijos de Israel abandonaron tu pacto, derribaron tus altares, y mataron a espada a tus profetas; y yo solo quedé, y me buscan para quitarme la vida.
15 Y YHVH le dijo: Ve, regresa por tu camino por el desierto de Damasco, y cuando llegues, ungirÔs a Hazael por rey de Siria. 16 También ungirÔs como rey de Israel a Jehú ben Nimsi, y ungirÔs a Eliseo ben Safat, de Abel-Mehola, como profeta en tu lugar. 17 Y sucederÔ que el que escape de la espada de Hazael, lo matarÔ Jehú, y el que escape de la espada de Jehú, lo matarÔ Eliseo. 18 Y Yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y cuyas bocas no lo besaron.
19 Y partiendo de allĆ, halló a Eliseo ben Safat, que araba con doce yuntas delante de Ć©l, y Ć©l tenĆa la duodĆ©cima. Pasando ElĆas hacia Ć©l, echó su manto sobre Ć©l. 20 Entonces Ć©l dejó los bueyes, fue corriendo tras ElĆas y dijo: BesarĆ© ahora a mi padre y a mi madre, y luego te seguirĆ©. Ćl le dijo: Ve, vuĆ©lvete; pues, ĀæquĆ© te he hecho yo? 21 Y dejó de ir tras Ć©l. Luego tomó la yunta de bueyes y los sacrificó; y con el arado de los bueyes cocinó su carne y la dio a la gente para que comiera.Ā DespuĆ©s se levantó y fue tras ElĆas, y le servĆa.
āŗ19.10 YHVH Elohe Sebaot…; yo solo… āRo 11.3.
2 Cronicas 6.
1 Entonces Salomón dijo: YHVH ha dicho que Ćl habita en densa oscuridad. 2 Y yo he construido una Casa sublime para Ti, un lugar en que habites para siempre.
3 Y el rey volvió su rostro y bendijo a toda la asamblea (kajal/ekklesĆa) de Israel, mientras toda la asamblea (kajal/ekklesĆa) de Israel se mantenĆa de pie. 4 Y dijo: Ā”Bendito sea YHVH Elohim de Israel!, que ha cumplido con su mano lo que habló con su boca a David mi padre, diciendo: 5 Desde el dĆa en que saquĆ© a mi pueblo de la tierra (eretz) de Egipto, no he escogido a ninguna ciudad de entre las tribus de Israel para edificar una Casa donde estuviera mi Nombre, ni escogĆ a varón alguno para que fuera caudillo de mi pueblo Israel, 6 sino que escogĆ a JerusalĆ©n para que mi Nombre estĆ© allĆ, y escogĆ a David para que estĆ© sobre miĀ pueblo Israel.
7 Y estuvo en el corazón de mi padre David edificar una Casa para el nombre de YHVH, Elohim de Israel. 8 Pero YHVH dijo a mi padre David: Por cuanto has tenido en tu corazón edificar Casa para mi Nombre, bien has hecho en tener esto en tu corazón; 9 pero tĆŗ no edificarĆ”s la Casa, sino que tu hijo, que saldrĆ” de tus lomos, Ć©l edificarĆ” la Casa para mi Nombre. 10 Y YHVH ha cumplido su palabra dicha, pues yo me he levantado en lugar de David mi padre y me he sentado en el trono de Israel, tal como habló YHVH, y he edificado la Casa para el nombre de YHVH, Elohim de Israel. 11 Y he puesto allĆ el arca, en la cual estĆ” el pacto de YHVH, que Ćl hizo con los hijos de Israel.
12 Luego se plantó ante el altar de YHVH, delante de toda la asamblea (kajal/ekklesĆa) de Israel, y extendió sus manos. 13 (Salomón habĆa hecho una plataforma de bronce y la habĆa puesto en medio del atrio; su longitud era de cinco codos, su anchura de cinco codos, y su altura de tres codos). Se puso, pues, sobre ella, e hincĆ”ndose de rodillas delante de toda la asamblea (kajal/ekklesĆa) de Israel, y extendiendo sus manos a los cielos, dijo: 14 Ā”Oh YHVH, Elohim de Israel, no hay Elohim como TĆŗ en los cielos ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia para tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón!
15 TĆŗ has cumplido lo que prometiste a tu siervo David, mi padre. SĆ, cumpliste con tu mano lo que prometiste con tuĀ boca hasta el dĆa de hoy. 16 Ahora pues, oh YHVH, Elohim de Israel, cumple lo que le prometiste a tu siervo David, mi padre, diciendo: No te faltarĆ” varón delante de MĆ que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar (jalajĆ”) en mi ley (torĆ”), como tĆŗ has andado (jalajĆ”) delante de MĆ. 17 Ahora pues, oh YHVH, Elohim de Israel, te ruego sea confirmada tu palabra que hablaste a tu siervo David. 18 Pero, Āæen verdad Elohim habitarĆ” con el adĆ”n en la tierra (eretz)? He aquĆ, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, Ā”cuĆ”nto menos esta Casa que he edificado!
19 Sin embargo, oh YHVH, Elohim mĆo, TĆŗ prestarĆ”s atención a la oración (tefilĆ”) de tu siervo y su sĆŗplica (tajanĆŗ), para oĆr el clamor y la oración (tefilĆ”) que tu siervo hace ante tu presencia hoy, 20 a fin de que tus ojos estĆ©n abiertos hacia esta Casa dĆa y noche, hacia el lugar del cual dijiste que pondrĆas allĆ tu Nombre para escuchar la oración (tefilĆ”) que tu siervo haga hacia este lugar. 21 Y TĆŗ oirĆ”s las sĆŗplicas (tajanĆŗ) de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren (tefilĆ”) hacia este lugar. Ā”SĆ!, oye desde el lugar de tu morada en los cielos, y cuando hayas oĆdo, entonces perdona.
22 Cuando un hombre peque contra otro, y se le exija juramento, y entre en esta Casa para jurar ante tu altar, 23 entonces escucha TĆŗ desde los cielos, y actĆŗa y juzga a tus siervos, condenando al malvado, para traer su conducta sobre su propia cabeza, y justificando al justo (tzadiq), para retribuirle conforme a su justicia.
24 Cuando tu pueblo Israel sea derrotado ante el enemigo, por haber pecado contra Ti; si ellos se vuelven a Ti y confiesan tu Nombre, y oran (tefilĆ”) y te hacen sĆŗplicas (tajanĆŗ) en esta Casa, 25 entonces escucha TĆŗ desde los cielos, y perdona el pecado de tuĀ pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra (adamĆ”) que les diste a ellos y a sus padres.
26 Cuando los cielos estĆ©n cerrados, y no haya lluvia porque ellos han pecado contra Ti;Ā si oran (tefilĆ”) hacia este lugar, y confiesan tu Nombre, y se vuelven de su pecado por el que los afligiste, 27 entonces escucha TĆŗ desde los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. SĆ, ensƩƱales el buen camino por el que deben andar (jalajĆ”) y dales lluvia sobre tu tierra (eretz), la cual diste a tu pueblo por heredad.
28 Cuando haya hambre en la tierra (eretz), cuando haya peste, tizón o aƱublo, langosta o pulgón, o cuando sus enemigos loĀ acosen en la tierra (eretz) de sus puertas, cualquiera que sea la plaga o la enfermedad, 29 toda oración (tefilĆ”) o toda sĆŗplica (tajanĆŗ) que haga cualquier persona de todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno su propia llaga o enfermedad, y extiendan sus manos hacia esta Casa, 30 entonces escucha TĆŗ desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, retribuyendo a cada uno, cuyo corazón TĆŗ conoces, conforme a todos sus caminos, porque solo TĆŗ conoces el corazón de los hijos del adĆ”n; 31 para que te teman, y anden (jalajĆ”) en tus caminos todos los dĆas que vivan en la tierra (adamĆ”) que TĆŗ diste a nuestros padres.
32 Asimismo, cuando el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, venga de una tierra lejana por causa de tu gran Nombre, y de tu poderosa mano y de tu brazo extendido, y venga y ore (tefilĆ”) hacia esta Casa, 33 entonces escucha TĆŗ desde los Cielos, desde tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra (eretz) puedan conocer tu Nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que a tu Nombre estĆ” consagrada esta Casa.
34 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra sus enemigos, cualquiera sea el camino en que los envĆes, y oren a Ti hacia esta ciudad que has escogido, y hacia la Casa que he construido para tu Nombre, 35 entonces escucha TĆŗ desde los Cielos su oración (tefilĆ”) y su sĆŗplica (tajanĆŗ), y ampara su sociedad (mishpatim).
36 Cuando pequen contra Ti (porque no hay adĆ”n que no peque), y TĆŗ, airado contra ellos, los entregues ante el enemigo, y sus captores los lleven cautivos a una tierra (eretz) lejana o cercana; 37 si en la tierra (eretz) adonde hayan sido llevados cautivos, ellos vuelven en sĆ, y en la tierra (eretz) de su cautiverio se vuelven y oraren (tefilĆ”), diciendo: Hemos pecado, hemosĀ hecho iniquidad, hemos actuado impĆamente; 38 y si en la tierra (eretz) adonde los hayan llevado cautivos se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma, y oran (tefilĆ”) a Ti en dirección a la tierra (eretz) que diste a sus padres, hacia la ciudad que TĆŗ escogiste, y hacia la Casa que he construido a tu Nombre, 39 entonces escucha TĆŗ su oración (tefilĆ”) y sus sĆŗplicas (tajanĆŗ) desde los Cielos, el lugar de tu morada, y ampara su causa, y perdona a tu pueblo que ha pecado contra Ti.
40 Ahora pues, oh Elohim mĆo, te ruego que tus ojos estĆ©n abiertos y tus oĆdos atentos a la oración (tefilĆ”) que se eleva en este lugar. 41 Y ahora, Ā”oh YHVH Elohim!, levĆ”ntate al lugar de reposo (menujĆ”), TĆŗ y el arca de tu poder. Ā”VĆstanse de salvación (yeshĆŗa) tus sacerdotes, oh YHVH Elohim, y regocĆjense tus siervos piadosos! 42 Ā”Oh YHVH Elohim, no rechaces el rostro de tuĀ ungido (mashiaj)! Recuerda las misericordias para con David tu siervo.
āŗ6.6 estĆ© allĆ… ā1R 8.16.
āŗ6.9 Ć©l edificarĆ”… ā2S 7.1-13; 1Cr 17.1-2.
āŗ6.19 hoy… TMĀ omite. Se sigue LXX y Sir. ā1RĀ 8.28.
āŗ6.23 su conducta… Lit. su camino.
āŗ6.28 tizón oĀ aƱublo… Plagas que afectan el cultivo de cereales; pulgón…Ā āJoel 1.4 nota (cigarrón); enĀ la tierra de sus puertas… Es decir, en sus propias ciudades.
āŗ6.38 Se sigue LXX.
Salmo 31.
1 Al director del coro. Salmo (mitzmor) de David.
En Ti, oh YHVH, me he refugiado, no sea yo avergonzado jamĆ”s, redĆmeme con tu justicia.
2 Inclina a mĆ tu oĆdo y rescĆ”tame pronto, Ā”SĆ© TĆŗ mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme (yeshĆŗa)!
3 Porque Tú eres mi Roca y mi fortaleza, por amor de tu Nombre me guiarÔs y me encaminarÔs.
4 ”SÔcame de la red que me han tendido, porque Tú eres mi refugio!
5 En tus manos encomiendo mi espĆritu (ruaj),Ā TĆŗ, oh YHVH, DIOS de verdad, me hasĀ redimido.
6 Aborrezco a los que confĆan en Ćdolos vanos, pero en cuanto a mĆ, en YHVH heĀ esperado.
7 Me regocijaré y me alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción, y has tenido en cuenta las angustias de mi alma (nefesh), 8 no me entregaste en mano del enemigo, sino que pusiste mis pies en lugar espacioso.
9 Ten misericordia de mĆ, porque estoy en angustia. Mis ojos, mi alma (nefesh) y mis entraƱas estĆ”n consumidos de tristeza. 10 Mi vida se ha agotado en tristeza, y mis aƱos en suspiros. A causa de mi iniquidad mi vigor ha decaĆdo, y se consumen mis huesos.
11 A causa de todos mis adversarios, he venido a ser objeto de oprobio, y de mis vecinos lo soy en gran manera, y horror de mis conocidos.Ā Los que me ven en la calle huyen de mĆ.Ā 12 He sido olvidado como un muerto, de quien ya nadie se acuerda.Ā He venido a ser como un vasoĀ quebrado.
13 Oigo la calumnia de muchos, el terror me asalta por doquier, mientras conspiran unidos contra mĆ, yĀ traman quitarme la vida.
14 Pero en Ti, oh YHVH, yo he puesto mi confianza.Ā He dicho: TĆŗ eres mi Elohim.Ā 15 En tu mano estĆ”n mis tiempos, lĆbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.Ā 16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu esclavo,Ā Ā”SĆ”lvame por tu misericordia!
17 No sea avergonzado, oh YHVH, por cuanto te he invocado, ”Sean avergonzados los malos, y bajen en silencio al Seol! 18 Enmudezcan los labios mentirosos, que arrogantemente hablan contra el justo (tzadiq), con soberbia y menosprecio.
19 Ā”CuĆ”n grande es tu bondad que has guardado para los que te temen, que has preparado para los que en Ti confĆan, delante de los hijos del hombre!
20 En lo secreto de tu presencia los esconderÔs de intrigas humanas. En un refugio los guardarÔs de las contiendas de la lengua. 21 ”Bendito sea YHVH, que hizo maravillosa su misericordia para conmigo como en ciudad fortificada!
22 Alarmado, me dije:Ā Ā”Cortado fui de tu presencia!Ā Pero TĆŗ oĆste la voz de mis sĆŗplicasĀ cuando clamĆ© a Ti.
23 Amad a YHVH, vosotros todos sus santos.Ā YHVH preserva a los fieles, pero retribuye con creces al que actĆŗa con soberbia.
24 ”Esforzaos todos los que esperÔis en YHVH, y tome aliento vuestro corazón!
āŗ31.5 encomiendo mi espĆritu… āLc 23.46.
Mateo 9.
1 Y subiendo a una barca, pasó a la otra orilla y fue a su propia ciudad.
2 Y he aquĆ, le trajeron un paralĆtico, echado en un catre, y al ver JESĆS la fe de ellos, dijo al paralĆtico: Ten Ć”nimo, hijo, tus pecados te son perdonados. 3 Pero algunos de los escribas dijeron dentro de sĆ: Este blasfema.Ā 4 Y viendo JESĆS sus pensamientos, dijo: ĀæPor quĆ© pensĆ”is mal en vuestros corazones? 5 Porque, ĀæquĆ© es mĆ”s fĆ”cil, decir: Tus pecados son perdonados, o decir: LevĆ”ntate y anda? 6 Pues para que sepĆ”is que el Hijo del Hombre tiene en la tierra autoridad para liberar pecados (dice entonces al paralĆtico): Ā”LevĆ”ntate, toma tu catre y vete a tu casa! 7 Y Ć©l fue levantado y marchó a su casa.Ā 8 Al ver esto, las multitudes, atemorizadas, glorificaron a DIOS, porque habĆa dado talĀ autoridad a los hombres.
9 Pasando de allĆ, JESĆS vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el lugar de los tributos, y le dice: SĆgueme. Y levantĆ”ndose, lo siguió.Ā 10 Y aconteció que estando Ćl reclinado a la mesa en la casa, he aquĆ muchos publicanos y pecadores llegaron y se reclinaron a la mesa con JESĆS y sus discĆpulos. 11 Y cuando vieron esto, los fariseos decĆan a sus discĆpulos: ĀæPor quĆ© vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?Ā 12 Pero cuando Ćl lo oyó, dijo: No tienen necesidad de mĆ©dico los sanos, sino los enfermos.Ā 13 Ā”Id y aprended quĆ© significa: Misericordia quiero y no sacrificio!, porque no vine aĀ llamar a justos sino a pecadores.
14 Entonces se acercan a Ćl los discĆpulos de Juan, diciendo: ĀæPor quĆ© nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discĆpulos no ayunan? 15 JESĆS les dijo: ĀæAcaso los hijos del tĆ”lamo nupcial pueden tener luto mientras el novio estĆ” con ellos? Pero vendrĆ”n dĆas cuando les sea quitado el novio. Entonces ayunarĆ”n.Ā 16 Nadie pone un remiendo de paƱo nuevo sobre un vestido viejo, pues tal remiendo tira del vestido, y se hace una rotura peor. 17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; deĀ otra manera, los odres se revientan y el vino se derrama, y los odres seĀ echan a perder;Ā sino que echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan juntamente.
18 Mientras Ćl les hablaba estas cosas, de pronto llegó un principal y se postraba ante Ćl, diciendo: Ā”Mi hija acaba de morir!, pero ven, pon tu mano sobre ella, y vivirĆ”. 19 Y JESĆS, levantĆ”ndose lo siguió juntamente con sus discĆpulos.
20 Y he aquĆ, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacĆa doce aƱos, se acercó por detrĆ”s y tocó el borde (tzitzit) de su manto (talet). 21 (Porque decĆa dentro de sĆ: Si solo tocara su manto (talet), serĆ© sanada).Ā 22 Pero JESĆS, volviĆ©ndose, la miró y le dijo: Ā”Ten Ć”nimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salvada desde aquella hora.
23 Cuando llegó a la casa del principal, viendo a los flautistas y a la muchedumbre que alborotaba, 24 decĆa: Retiraos, porque la muchacha no murió, sino que duerme. Pero se burlaban de Ćl. 25 Mas cuando la muchedumbre fue echada fuera, entró, la tomó de la mano, y la muchacha fue levantada. 26 Y esta noticia se difundió por toda aquella tierra.
27 Y pasando JESĆS de allĆ, lo siguieron dos ciegos gritando y diciendo: Ā”Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!Ā 28 Cuando llegaron a la casa, acudieron a Ćl los ciegos. JESĆS les dice: ĀæCreĆ©is que puedo hacer esto? Le dijeron: SĆ, SeƱor.Ā 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30 Y sus ojos fueron abiertos. Y JESĆS lesĀ advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.Ā 31 Pero ellos, en cuanto salieron, lo divulgaron en toda aquella tierra.
32 Al salir ellos, he aquĆ le trajeron un mudo endemoniado. 33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló, y las multitudes, asombradas, exclamaron: Ā”Nunca se vio cosa igual en Israel! 34 Pero los fariseos decĆan: Echa fuera los demonios por el prĆncipe de los demonios.
35 JESĆS recorrĆa todas las ciudades y las aldeas, enseƱando en las sinagogas de ellos, proclamando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.Ā 36 Y viendo las multitudes, fue movido a compasión por ellas, porque eran como ovejas esquilmadas y dispersadas que no tienen pastor. 37 Entonces dice a sus discĆpulos: A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. 38 Rogad,Ā pues, al SeƱor de la mies, para que envĆe obreros a su mies.
āŗ9.2 fe de ellos… āMr 2.3-5.
āŗ9.4 viendo… Mā conociendo.
āŗ9.6 liberar… Gr. afĆemi; LevĆ”ntate… Lit.Ā habiendo sido levantado.
āŗ9.7 fue levantado…
āŗ9.8 atemorizadas… Mā maravilladas, asombradas. āŗ9.10Ā en la casa… Esto es, de Mateo; se reclinaron… Costumbre tĆpica oriental para sentarse a comer.
āŗ9.10-11 āLc 15.1-2.Ā
āŗ9.13 ā12.7; Os 6.6; a pecadores… Mā aƱaden al arrepentimiento.
āŗ9.14 ayunamos… Mā aƱaden muchas veces.
āŗ9.15Ā los hijos del tĆ”lamo nupcial… Esto es, los amigos del novio.
āŗ9.18 ven… Lit. habiendo ido.
āŗ9.19 levantĆ”ndose… Lit.Ā habiendo sido levantado.
āŗ9.20 borde… Otra traducción posible: fleco.
āŗ9.21 sanada…
āŗ9.22 fe…
āŗ9.23 del principal… Esto es, del jefe de la sinagoga.
āŗ9.25 fue levantada…
āŗ9.29 vuestra fe…
āŗ9.34 demonios… ā10.25; 12.24; Mr 3.22; Lc 11.15.
āŗ9.35 sinagogas… ā4.23; Mr 1.39; Lc 4.44.
āŗ9.36Ā esquilmadas… Gr. eskulmĆ©noi. Nótese la similitud fonĆ©tica. ā1R 22.17; 2Cr 18.16; Zac 10.2; Mr 6.34.
āŗ9.37- 38 mies…Ā āLc 10.2.Ā
Marcos 9:2-32.
2 Seis dĆas despuĆ©s, JESĆS toma consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, y los lleva solos aparte a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes y tan blancos, que ningĆŗn batanero en la tierra los podrĆa blanquear asĆ.Ā 4 Y se les apareció ElĆas con MoisĆ©s, y estaban hablando con JESĆS. 5 E interviniendo Pedro, dice a JESĆS: RabbĆ, bueno es estarnos aquĆ. Hagamos tres tabernĆ”culos: Uno para ti, uno para MoisĆ©s y otro para ElĆas. 6 Y no sabĆa quĆ© mĆ”s decir, porque estaban aterrorizados. 7 Y se formó una nube que los cubrĆa, y de la nube salió una voz: Este es mi Hijo amado. Ā”A Ćl oĆd! 8 Y sĆŗbitamente, al mirar alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a JESĆS solo.
9 Al bajar del monte, JESĆS les ordenó que no contaran a nadie lo que habĆan visto, sino cuando el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. 10 Y guardaron el asunto para sĆ mismos, discutiendo quĆ© es lo de resucitar de entre losĀ muertos. 11 Y le preguntaban, diciendo: ĀæPor quĆ© dicen los escribas que ElĆas debe venir primero? 12 Ćl les dijo: ElĆas en verdad habiendo venido primero restaura todas las cosas. Pero Āæno dice la Escritura que el Hijo del Hombre debe padecer mucho y ser despreciado? 13 Pero os digo que ElĆas no solo vino, sino que tambiĆ©n hicieron con Ć©l cuanto querĆan, tal como estĆ” escrito de Ć©l.
14 Cuando llegaron a los discĆpulos, vieron una gran multitud alrededor de ellos, y a unos escribas discutiendo con ellos. 15 Enseguida, al verlo, las multitudes se asombraron grandemente y corrieron a Ćl para saludarlo. 16 Les preguntó: ĀæQuĆ© discutĆs con ellos? 17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espĆritu mudo, 18 y dondequiera que lo ataca lo derriba, y echa espumarajos y cruje los dientes y se pone rĆgido. Y dije a tus discĆpulos que lo echaran, pero no fueron capaces. 19 Respondiendo Ćl, les dice: Ā”Oh generación incrĆ©dula! ĀæHasta cuĆ”ndo estarĆ© con vosotros? ĀæHasta cuĆ”ndo os soportarĆ©? TraĆ©dmelo. 20 Y se lo llevaron, y al verlo el espĆritu, al instante lo convulsionó, y cayó en tierra, y se revolcaba echando espumarajos. 21 Y preguntó a su padre: ĀæCuĆ”nto tiempo hace que le sucede esto? Y Ć©l dijo: Desde la niƱez, 22 y muchas veces hasta lo echaba al fuego y al agua para matarlo. Pero, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayĆŗdanos. 23 JESĆS le dijo: ĀæSi puedes? Ā”Todo es posible para el que cree!Ā 24 Inmediatamente el padre del muchacho, clamando, dijo: Ā”Creo! Ā”Ayuda mi poca fe! 25 JESĆS entonces, viendo que la multitud se agolpaba rĆ”pidamente, reprendió al espĆritu inmundo, diciĆ©ndole: EspĆritu mudo y sordo, Yo te ordeno: Ā”Sal de Ć©l y no entres mĆ”s en Ć©l!Ā 26 Y despuĆ©s de gritar y convulsionarlo mucho, salió. Y quedó como muerto, de tal modo que los demĆ”s decĆan: EstĆ” muerto. 27 Pero JESĆS, tomĆ”ndolo de la mano, lo levantó y lo puso en pie. 28 DespuĆ©s de entrar en casa, sus discĆpulos le preguntaban en privado: ĀæPor quĆ© nosotros no pudimos echarlo? 29 Les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración (tefilĆ”).
30 Saliendo de allĆ, deambulaban por Galilea, pero no querĆa que ninguno lo supiera. 31 Porque enseƱaba a susĀ discĆpulos y les decĆa: El Hijo del Hombre serĆ” entregado en manos de hombres y lo matarĆ”n, pero despuĆ©s de muerto, al cabo de tres dĆas, resucitarĆ”. 32 Pero ellos no entendĆan lo dicho y temĆan preguntarle.
āŗ9.3 blancos… TR aƱade como la nieve.
āŗ9.4 hablando… āLc 9.31
āŗ9.5 tabernĆ”culos… āLv 23.33-44.
āŗ9.6 quĆ© mĆ”sĀ decir… Lit. quĆ© respondiera.
āŗ9.7 amado… āMt 3.17; Mr 1.11; Lc 3.22.
āŗ9.10 Se inserta lo para suplir elipsis delĀ original.
āŗ9.11 ElĆas… āMal 4.5; Mt 11.14.
āŗ9.15 las multitudes… Lit. toda la multitud.
āŗ9.17 espĆritu mudo… Prob. unĀ demonio que le impedĆa hablar.
āŗ9.21 y preguntó… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ9.22 matarlo… Lit. que lo matara.
āŗ9.23 siĀ puedes… La repetición de palabras āv. 22 objetan la fe de los discĆpulos āvv. 17-19.
āŗ9.29 oración…
āŗ9.30Ā supiera… Lit. conociera.
āŗ9.31 serĆ”… Lit. es (presente futurista).Ā

