Texto áureo: Deuteronomio 34:1-12
Lecturas para adultos en la semana
Día 1 Deuteronomio 34:1-12
Día 2 1ªReyes 18-19
Día 3 2ªCronicas 6
Día 4 Salmo 31
Día 5 Mateo 9
Día 6 Marcos 9:2-32
I- Cara a cara con Dios.
No hay mayor testimonio y satisfacción de una persona que ser llamado «siervo de Dios» (Dt 34:5). Aquel que es siervo no tiene una total autonomía porque pertenece completamente a su amo. Moisés, luego de ser llamado por Dios, mantuvo toda su vida dedicada al Amo de la creación. Paralelo a esto, y a diferencia de otros miembros de una casa real, el siervo tiene un privilegio que los demás no tienen y es el acceso a los lugares más íntimos de su rey. Aún más, el siervo tiene comunicación directa con su amo, por eso Moisés tuvo el privilegio de hablar cara a cara con su Creador.
II- En los brazos de Dios.
Moisés murió «por la boca de Dios»[1]. Esto significa que Dios le quitó el alma de la misma forma en que la da, con un “beso Divino”. Seguidamente, el texto narra cómo Dios mismo enterró a Moisés y hasta el día de hoy nadie sabe el lugar exacto en el que fue enterrado. Imaginemos la escena: «Dios llega al finalizar las bendiciones y enfrente de todo el pueblo, le quita el aliento a Moisés, prepara el cuerpo, lo carga y se lo lleva, poco a poco se aleja hasta perderse de la vista de todos, llega a un lugar, abre la tumba, lo entierra y se va». No hay película de Hollywood que pueda describir tal emoción.
El texto bíblico no revelará nunca, ni a través de los profetas ni de los apóstoles, dónde fue enterrado Moisés. Hay muchas explicaciones que se dan para esto, pero una de ellas es especialmente muy aceptada. Aunque Moisés era un hombre muy grande, aun así, era un ser humano sujeto al pecado y rodeado de pecadores. Había un peligro inmenso de que su tumba se convirtiera en un lugar de culto, e inclusive, que el pueblo lo considerara una especie de semidiós. No olvide que la mayor prueba que el pueblo de Israel enfrentó por siglos fue precisamente la idolatría.
III- Viviendo abundantemente en tiempo y calidad.
Moisés ciertamente vivió una vida muy larga (Dt 34:7). Sin embargo, al mencionar cómo se sentía antes de morir dijo: «…sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.», lo que enseña algo tan importante paralelo al número de años que vivió. Esto se refiere a “cómo” se vivieron esos años. La gracia de Dios, la intimidad con Él, una vida ajustada a Su santidad y la influencia positiva en los demás durante los años de vida, todo eso es más importante que la propia existencia de Moisés. Muchos se enorgullecen de la cantidad de años que han vivido, sin poder contar mucho de su calidad de vida.
Si bien hay mucho que se puede hacer para conseguir placer, la mayoría de esas experiencias son tan transitorias como un dormir restaurador. Cuando se vive como se ha dicho anteriormente, se eleva el alma permanentemente y, por lo tanto, proporciona una eterna felicidad que no se perderá nunca. Esta es la fórmula proporcionada por el Creador para sentirse bien en todo momento, para que el vigor nunca disminuya.
Preguntas:
1.- Sí a Dios nadie le ha visto jamás, ¿quién sería Aquel que apareció y se llevó el cuerpo de Moisés? Apoye su respuesta con textos bíblicos.
2.- ¿Cuáles cualidades acompañaban a Josué para que el pueblo lo aceptara como sucesor de Moisés? Apoye su respuesta con textos bíblicos.
[1] Traducción literal de עַל־פִּייְהוָה (Dt 34:5).
Deuteronomio 34:1-12.
1 Después Moisés subió de la llanura de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó, y YHVH le hizo ver toda la tierra, desde Galaad hasta Dan, 2 y todo Neftalí, y la tierra (eretz) de Efraín y de Manasés, y toda la tierra (eretz) de Judá, hasta el mar Occidental, 3 y el Néguev, y la región de Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Zoar. 4 Y le dijo YHVH: Esta es la tierra (eretz) de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Te he permitido verla con tus ojos, pero allá no pasarás.
5 Y Moisés, esclavo de YHVH, murió en tierra (eretz) de Moab, sobre la boca de YHVH. 6 Y lo sepultó en el valle, en la tierra (eretz) de Moab, frente a Bet-Peor. Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepulcro hasta el día de hoy. 7 Y era Moisés de ciento veinte años cuando murió. Sus ojos nunca fueron oscurecidos ni debilitado su vigor.
8 Y los hijos de Israel lloraron a Moisés en los llanos de Moab durante treinta días. Así fueron cumplidos los días del llanto como duelo por Moisés.
9 Y Josué ben Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, pues Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron e hicieron tal como YHVH había ordenado a Moisés.
10 Pero no se ha levantado aún otro profeta en Israel semejante a Moisés, a quien YHVH trataba cara a cara, 11 ya en razón de todas las señales y prodigios que YHVH lo envió a hacer en el país de Egipto con respecto a Faraón, a todos sus siervos y a toda su tierra, 12 ya en razón de toda aquella mano poderosa y de grandes portentos que hizo Moisés en presencia de todo Israel.
►34.3 región… TM añade valle. Se sigue LXX.
►34.4 a Abraham, a Isaac y a Jacob… →Gn 12.7; 26.3; 28.13 respectivamente.
►34.5 murió… TM añade allí. Se sigue LXX.
►34.6 lo sepultó… Esto es, Dios.
►34.7 de… TM añade edad (hijo de). Se sigue LXX.
►34.10 aún… →Dt 18.15,18; cara a cara… →Ex 33.11.
►34.12 y de… TM añade todos. Se sigue LXX.
1 Reyes 18.
1 Pasados muchos días, al tercer año, la palabra de YHVH llegó a Elías, diciendo: Ve, preséntate a Acab, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra (adamá). 2 Y fue Elías a presentarse ante Acab. Y la hambruna era aguda en Samaria.
3 Y Acab llamó a Abdías, que estaba a cargo de la casa, y era temeroso de YHVH en gran manera, 4 porque cuando Jezabel exterminaba a los profetas de YHVH, Abdías tomó a cien profetas y los ocultó de cincuenta en cincuenta en la cueva, y los sustentó con pan y agua. 5 Y Acab dijo a Abdías: Ve por la tierra (eretz), a todos los manantiales de agua, y a todos los arroyos; quizás hallemos pasto y conservaremos la vida de los caballos y las mulas, y no perdamos todas las bestias (behemá).
6 Así dividieron entre ellos el territorio por el que pasaban: Acab iba solo por un camino, y Abdías iba por otro camino. 7 Y cuando Abdías iba por el camino, he aquí Elías venía a su encuentro; y como lo reconoció, cayó sobre su rostro y le preguntó: ¿Eres tú mi señor Elías? 8 Y le respondió: Soy yo. Ve y dí a tu señor: Elías está aquí. 9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado para que entregues a tu esclavo en mano de Acab para que me mate? 10 ¡Vive YHVH tu Elohim, que no hay gentil ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte! Cuando ellos decían: No está aquí, hacía jurar al reino y al gentil que no te habían hallado. 11 ¡Y ahora me dices: Ve y dí a tu señor, Elías está aquí! 12 Y sucederá que si me separo de ti, el Espíritu de YHVH te llevará donde yo no sepa, y cuando vaya a informar a Acab, me matará. Aunque yo, tu esclavo, temo a YHVH desde mi juventud. 13 ¿No le fue dicho a mi señor lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas de YHVH, cómo escondí en la cueva a cien de ellos de cincuenta en cincuenta y los sustenté con pan y agua? 14 ¿Y dices que diga a mi amo: Elías está aquí, para que me mate?
15 Pero Elías respondió: ¡Vive YHVH Sebaot, en cuya presencia estoy, que hoy me presentaré ante él! 16 Entonces Abdías fue al encuentro de Acab y le informó; y Acab fue al encuentro de Elías.
17 Y sucedió que cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que perturba a Israel? 18 Y él respondió: No he perturbado yo a Israel, sino tú y la casa de tu padre, que abandonaron los mandamientos (mitzvot) de YHVH para seguir a los baales. 19 Ahora pues, envía y convócame a todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de Asera, que comen a la mesa de Jezabel.
20 Y convocó Acab a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21 Y Elías se acercó a todo el pueblo, y dijo: ¿Hasta cuándo andaréis cojeando con muletas? Si YHVH es Elohim, anden (halajá) detrás de Él; y si lo es Baal, anden (halajá) detrás de él. Pero el pueblo no le respondió palabra.
22 Entonces Elías dijo al pueblo: Solo yo he quedado como profeta de YHVH, pero de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Que nos den dos novillos, y escojan ellos un novillo para sí, córtenlo en pedazos y pónganlo sobre la leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro novillo, y lo pondré sobre la leña, y tampoco pondré fuego debajo. 24 Luego invocad vosotros el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre de YHVH, y el DIOS que responda con fuego, ¡ese es el Elohim! Y todo el pueblo respondió y dijo: ¡Bien dicho!
25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un novillo para vosotros, y preparadlo primero, porque sois muchos, e invocad el nombre de vuestro elohim, pero no pongáis fuego debajo. 26 Y tomaron el novillo y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no se oía ni una voz ni una respuesta, mientras brincaban en derredor del altar que habían hecho.
27 Y sucedió al mediodía que Elías se burlaba de ellos, diciendo: ¡Griten más fuerte, porque se supone que es elohim! Quizá esté lloriqueando, o defecándose, o de camino. Tal vez es dormilón y haya que despertarlo. 28 Y ellos clamaban con fuerza, y se sajaban según su costumbre con cuchillos y lancetas, hasta que la sangre brotaba de ellos.
29 Y sucedió que pasado el mediodía, entraron en trance hasta la hora de ofrecer el sacrificio de la tarde (minjá), pero no hubo voz, ni respuesta, ni nadie que prestara atención. 30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: ¡Acercaos a mí! Y todo el pueblo se acercó a él; y reparó el altar de YHVH que había sido derribado. 31 Y Elías tomó doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual le fue dada palabra de YHVH diciendo, Israel será tu nombre, 32 y con las piedras construyó un altar en el nombre de YHVH, e hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
33 Preparó luego la leña, cortó el novillo en trozos, y los colocó sobre la leña. 34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros con agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y agregó: Hacedlo por segunda vez, y lo hicieron por segunda vez. Dijo aún: Hacedlo por tercera vez, y lo hicieron por tercera vez. 35 Y corrió el agua alrededor del altar, y también la zanja se llenó de agua. 36 Y clamó Elías al cielo y dijo: ¡Oh Adonai, Elohim de Abraham, de Isaac e Israel! ¡Respóndeme, Adonai! Respóndeme hoy por medio del fuego y que todo este pueblo sepa que Tú eres el único Adonai, Elohim de Israel, y yo esclavo tuyo, y que por medio de Ti he hecho todas estas cosas. 37 ¡Respóndeme, oh YHVH, respóndeme! Y este pueblo sabrá que Tú, oh YHVH, eres Elohim, y que Tú haces volver sus corazones.
38 Entonces cayó fuego de YHVH, y consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y lamió el agua que había en la zanja. 39 Al verlo, toda la gente cayó sobre su rostro, y dijo: ¡YHVH es real Elohim! ¡YHVH es el real Elohim! 40 Y Elías les dijo: ¡Detened a los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Y los detuvieron, y Elías bajó con ellos al arroyo de Cisón, y allí los degolló. 41 Y Elías dijo a Acab: ¡Levántate, come y bebe, porque hay sonido de abundancia de lluvia! 42 Y Acab subió a comer y a beber; y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra (eretz), puso su rostro entre sus rodillas; 43 y dijo a su siervo: Sube ahora, y mira atentamente hacia el mar; y él subió, y miró atentamente, y dijo: Nada hay. Y él volvió a decir siete veces: Vuelve. 44 Y aconteció que a la séptima vez, dijo: He aquí, del mar sube una nube, tan pequeña como la mano de un hombre. Y él dijo: Ve y dí a Acab: Unce y baja, para que la lluvia no te detenga.
45 Y mientras tanto, ocurrió que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia; y Acab subió al carruaje y se fue a Jezreel. 46 Pero la mano de YHVH estuvo sobre Elías, de modo que ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta la entrada de Jezreel.
►18.1 muchos días… Esto es, los tres años de sequía.
►18.21 cojeando… Es decir, hasta cuando vacilaréis entre dos opiniones.
►18.26 el novillo… TM añade que se les dio. Se sigue LXX.
►18.27, defecando…
►18.29 en trance… Otra traducción posible: delirio profético.
►18.36 TM añade cuando llegó la hora de presentar la ofrenda vegetal. Se sigue LXX.
►18.44 Unce… Esto es, el carruaje.
1 Reyes 19.
1 Acab informó a Jezabel todo lo que había hecho Elías, y cómo había matado a espada a todos los profetas. 2 Entonces Jezabel envió un mensajero (malaj/angelos) a Elías, diciendo: ¡Así me hagan los elohim, y aun me añadan, si mañana a esta hora no he hecho tu vida como la vida de uno de ellos!
3 Y él tuvo temor, y se levantó y huyó para salvar su vida; y llegó a Beerseba (que es de Judá) y dejó allí a su siervo. 4 Y él se fue solo al desierto, donde anduvo (jalajá) todo un día; y llegó y se sentó debajo de un enebro, y ansiando morirse, dijo: ¡Basta ya, oh YHVH! ¡Quítame ahora la vida, porque no soy mejor que mis padres! 5 Y recostándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí un mensajero (malaj/angelos) lo tocó y le dijo: ¡Levántate y come! 6 Y miró atentamente, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un cántaro de agua; y comió y bebió, y volvió a recostarse. 7 Y un mensajero (malaj/angelos) de YHVH vino por segunda vez, lo tocó, y le dijo: ¡Levántate y come, porque largo camino te resta!
8 Y él se levantó, y comió y bebió; y con la fuerza de esa comida anduvo (jalajá) cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Elohim. 9 Y allí entró en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí vino a él la palabra de YHVH, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? 10 Y él respondió: He sentido un vivo celo por YHVH DIOS Sebaot, porque los hijos de Israel abandonaron tu pacto, derribaron tus altares, y mataron a espada a tus profetas; y yo solo quedé, y me buscan para quitarme la vida.
11 Y Él dijo: Sal afuera y ponte de pie en el monte, delante de YHVH. Y he aquí YHVH pasaba: y un grande y poderoso viento destrozaba las montañas y rompía las peñas delante de YHVH, pero YHVH no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero YHVH no estaba en el terremoto. 12 Después del terremoto hubo un fuego, pero YHVH no estaba en el fuego. Y después del fuego hubo un susurro apacible y delicado. 13 Y sucedió que al oírlo, Elías cubrió su rostro con su manto, y salió y estuvo de pie a la entrada de la cueva. Y he aquí, vino a él una voz, y le preguntó: ¿Qué haces aquí, Elías?
14 Y él respondió: He sentido un vivo celo por YHVH DIOS Sebaot, porque los hijos de Israel abandonaron tu pacto, derribaron tus altares, y mataron a espada a tus profetas; y yo solo quedé, y me buscan para quitarme la vida.
15 Y YHVH le dijo: Ve, regresa por tu camino por el desierto de Damasco, y cuando llegues, ungirás a Hazael por rey de Siria. 16 También ungirás como rey de Israel a Jehú ben Nimsi, y ungirás a Eliseo ben Safat, de Abel-Mehola, como profeta en tu lugar. 17 Y sucederá que el que escape de la espada de Hazael, lo matará Jehú, y el que escape de la espada de Jehú, lo matará Eliseo. 18 Y Yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y cuyas bocas no lo besaron.
19 Y partiendo de allí, halló a Eliseo ben Safat, que araba con doce yuntas delante de él, y él tenía la duodécima. Pasando Elías hacia él, echó su manto sobre él. 20 Entonces él dejó los bueyes, fue corriendo tras Elías y dijo: Besaré ahora a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Él le dijo: Ve, vuélvete; pues, ¿qué te he hecho yo? 21 Y dejó de ir tras él. Luego tomó la yunta de bueyes y los sacrificó; y con el arado de los bueyes cocinó su carne y la dio a la gente para que comiera. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
►19.10 YHVH Elohe Sebaot…; yo solo… →Ro 11.3.
2 Cronicas 6.
1 Entonces Salomón dijo: YHVH ha dicho que Él habita en densa oscuridad. 2 Y yo he construido una Casa sublime para Ti, un lugar en que habites para siempre.
3 Y el rey volvió su rostro y bendijo a toda la asamblea (kajal/ekklesía) de Israel, mientras toda la asamblea (kajal/ekklesía) de Israel se mantenía de pie. 4 Y dijo: ¡Bendito sea YHVH Elohim de Israel!, que ha cumplido con su mano lo que habló con su boca a David mi padre, diciendo: 5 Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra (eretz) de Egipto, no he escogido a ninguna ciudad de entre las tribus de Israel para edificar una Casa donde estuviera mi Nombre, ni escogí a varón alguno para que fuera caudillo de mi pueblo Israel, 6 sino que escogí a Jerusalén para que mi Nombre esté allí, y escogí a David para que esté sobre mi pueblo Israel.
7 Y estuvo en el corazón de mi padre David edificar una Casa para el nombre de YHVH, Elohim de Israel. 8 Pero YHVH dijo a mi padre David: Por cuanto has tenido en tu corazón edificar Casa para mi Nombre, bien has hecho en tener esto en tu corazón; 9 pero tú no edificarás la Casa, sino que tu hijo, que saldrá de tus lomos, él edificará la Casa para mi Nombre. 10 Y YHVH ha cumplido su palabra dicha, pues yo me he levantado en lugar de David mi padre y me he sentado en el trono de Israel, tal como habló YHVH, y he edificado la Casa para el nombre de YHVH, Elohim de Israel. 11 Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto de YHVH, que Él hizo con los hijos de Israel.
12 Luego se plantó ante el altar de YHVH, delante de toda la asamblea (kajal/ekklesía) de Israel, y extendió sus manos. 13 (Salomón había hecho una plataforma de bronce y la había puesto en medio del atrio; su longitud era de cinco codos, su anchura de cinco codos, y su altura de tres codos). Se puso, pues, sobre ella, e hincándose de rodillas delante de toda la asamblea (kajal/ekklesía) de Israel, y extendiendo sus manos a los cielos, dijo: 14 ¡Oh YHVH, Elohim de Israel, no hay Elohim como Tú en los cielos ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia para tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón!
15 Tú has cumplido lo que prometiste a tu siervo David, mi padre. Sí, cumpliste con tu mano lo que prometiste con tu boca hasta el día de hoy. 16 Ahora pues, oh YHVH, Elohim de Israel, cumple lo que le prometiste a tu siervo David, mi padre, diciendo: No te faltará varón delante de Mí que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar (jalajá) en mi ley (torá), como tú has andado (jalajá) delante de Mí. 17 Ahora pues, oh YHVH, Elohim de Israel, te ruego sea confirmada tu palabra que hablaste a tu siervo David. 18 Pero, ¿en verdad Elohim habitará con el adán en la tierra (eretz)? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, ¡cuánto menos esta Casa que he edificado!
19 Sin embargo, oh YHVH, Elohim mío, Tú prestarás atención a la oración (tefilá) de tu siervo y su súplica (tajanú), para oír el clamor y la oración (tefilá) que tu siervo hace ante tu presencia hoy, 20 a fin de que tus ojos estén abiertos hacia esta Casa día y noche, hacia el lugar del cual dijiste que pondrías allí tu Nombre para escuchar la oración (tefilá) que tu siervo haga hacia este lugar. 21 Y Tú oirás las súplicas (tajanú) de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren (tefilá) hacia este lugar. ¡Sí!, oye desde el lugar de tu morada en los cielos, y cuando hayas oído, entonces perdona.
22 Cuando un hombre peque contra otro, y se le exija juramento, y entre en esta Casa para jurar ante tu altar, 23 entonces escucha Tú desde los cielos, y actúa y juzga a tus siervos, condenando al malvado, para traer su conducta sobre su propia cabeza, y justificando al justo (tzadiq), para retribuirle conforme a su justicia.
24 Cuando tu pueblo Israel sea derrotado ante el enemigo, por haber pecado contra Ti; si ellos se vuelven a Ti y confiesan tu Nombre, y oran (tefilá) y te hacen súplicas (tajanú) en esta Casa, 25 entonces escucha Tú desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra (adamá) que les diste a ellos y a sus padres.
26 Cuando los cielos estén cerrados, y no haya lluvia porque ellos han pecado contra Ti; si oran (tefilá) hacia este lugar, y confiesan tu Nombre, y se vuelven de su pecado por el que los afligiste, 27 entonces escucha Tú desde los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. Sí, enséñales el buen camino por el que deben andar (jalajá) y dales lluvia sobre tu tierra (eretz), la cual diste a tu pueblo por heredad.
28 Cuando haya hambre en la tierra (eretz), cuando haya peste, tizón o añublo, langosta o pulgón, o cuando sus enemigos lo acosen en la tierra (eretz) de sus puertas, cualquiera que sea la plaga o la enfermedad, 29 toda oración (tefilá) o toda súplica (tajanú) que haga cualquier persona de todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno su propia llaga o enfermedad, y extiendan sus manos hacia esta Casa, 30 entonces escucha Tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, retribuyendo a cada uno, cuyo corazón Tú conoces, conforme a todos sus caminos, porque solo Tú conoces el corazón de los hijos del adán; 31 para que te teman, y anden (jalajá) en tus caminos todos los días que vivan en la tierra (adamá) que Tú diste a nuestros padres.
32 Asimismo, cuando el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, venga de una tierra lejana por causa de tu gran Nombre, y de tu poderosa mano y de tu brazo extendido, y venga y ore (tefilá) hacia esta Casa, 33 entonces escucha Tú desde los Cielos, desde tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra (eretz) puedan conocer tu Nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que a tu Nombre está consagrada esta Casa.
34 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra sus enemigos, cualquiera sea el camino en que los envíes, y oren a Ti hacia esta ciudad que has escogido, y hacia la Casa que he construido para tu Nombre, 35 entonces escucha Tú desde los Cielos su oración (tefilá) y su súplica (tajanú), y ampara su sociedad (mishpatim).
36 Cuando pequen contra Ti (porque no hay adán que no peque), y Tú, airado contra ellos, los entregues ante el enemigo, y sus captores los lleven cautivos a una tierra (eretz) lejana o cercana; 37 si en la tierra (eretz) adonde hayan sido llevados cautivos, ellos vuelven en sí, y en la tierra (eretz) de su cautiverio se vuelven y oraren (tefilá), diciendo: Hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos actuado impíamente; 38 y si en la tierra (eretz) adonde los hayan llevado cautivos se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma, y oran (tefilá) a Ti en dirección a la tierra (eretz) que diste a sus padres, hacia la ciudad que Tú escogiste, y hacia la Casa que he construido a tu Nombre, 39 entonces escucha Tú su oración (tefilá) y sus súplicas (tajanú) desde los Cielos, el lugar de tu morada, y ampara su causa, y perdona a tu pueblo que ha pecado contra Ti.
40 Ahora pues, oh Elohim mío, te ruego que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a la oración (tefilá) que se eleva en este lugar. 41 Y ahora, ¡oh YHVH Elohim!, levántate al lugar de reposo (menujá), Tú y el arca de tu poder. ¡Vístanse de salvación (yeshúa) tus sacerdotes, oh YHVH Elohim, y regocíjense tus siervos piadosos! 42 ¡Oh YHVH Elohim, no rechaces el rostro de tu ungido (mashiaj)! Recuerda las misericordias para con David tu siervo.
►6.6 esté allí… →1R 8.16.
►6.9 él edificará… →2S 7.1-13; 1Cr 17.1-2.
►6.19 hoy… TM omite. Se sigue LXX y Sir. →1R 8.28.
►6.23 su conducta… Lit. su camino.
►6.28 tizón o añublo… Plagas que afectan el cultivo de cereales; pulgón… →Joel 1.4 nota (cigarrón); en la tierra de sus puertas… Es decir, en sus propias ciudades.
►6.38 Se sigue LXX.
Salmo 31.
1 Al director del coro. Salmo (mitzmor) de David.
En Ti, oh YHVH, me he refugiado, no sea yo avergonzado jamás, redímeme con tu justicia.
2 Inclina a mí tu oído y rescátame pronto, ¡Sé Tú mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme (yeshúa)!
3 Porque Tú eres mi Roca y mi fortaleza, por amor de tu Nombre me guiarás y me encaminarás.
4 ¡Sácame de la red que me han tendido, porque Tú eres mi refugio!
5 En tus manos encomiendo mi espíritu (ruaj), Tú, oh YHVH, DIOS de verdad, me has redimido.
6 Aborrezco a los que confían en ídolos vanos, pero en cuanto a mí, en YHVH he esperado.
7 Me regocijaré y me alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción, y has tenido en cuenta las angustias de mi alma (nefesh), 8 no me entregaste en mano del enemigo, sino que pusiste mis pies en lugar espacioso.
9 Ten misericordia de mí, porque estoy en angustia. Mis ojos, mi alma (nefesh) y mis entrañas están consumidos de tristeza. 10 Mi vida se ha agotado en tristeza, y mis años en suspiros. A causa de mi iniquidad mi vigor ha decaído, y se consumen mis huesos.
11 A causa de todos mis adversarios, he venido a ser objeto de oprobio, y de mis vecinos lo soy en gran manera, y horror de mis conocidos. Los que me ven en la calle huyen de mí. 12 He sido olvidado como un muerto, de quien ya nadie se acuerda. He venido a ser como un vaso quebrado.
13 Oigo la calumnia de muchos, el terror me asalta por doquier, mientras conspiran unidos contra mí, y traman quitarme la vida.
14 Pero en Ti, oh YHVH, yo he puesto mi confianza. He dicho: Tú eres mi Elohim. 15 En tu mano están mis tiempos, líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. 16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu esclavo, ¡Sálvame por tu misericordia!
17 No sea avergonzado, oh YHVH, por cuanto te he invocado, ¡Sean avergonzados los malos, y bajen en silencio al Seol! 18 Enmudezcan los labios mentirosos, que arrogantemente hablan contra el justo (tzadiq), con soberbia y menosprecio.
19 ¡Cuán grande es tu bondad que has guardado para los que te temen, que has preparado para los que en Ti confían, delante de los hijos del hombre!
20 En lo secreto de tu presencia los esconderás de intrigas humanas. En un refugio los guardarás de las contiendas de la lengua. 21 ¡Bendito sea YHVH, que hizo maravillosa su misericordia para conmigo como en ciudad fortificada!
22 Alarmado, me dije: ¡Cortado fui de tu presencia! Pero Tú oíste la voz de mis súplicas cuando clamé a Ti.
23 Amad a YHVH, vosotros todos sus santos. YHVH preserva a los fieles, pero retribuye con creces al que actúa con soberbia.
24 ¡Esforzaos todos los que esperáis en YHVH, y tome aliento vuestro corazón!
►31.5 encomiendo mi espíritu… →Lc 23.46.
Mateo 9.
1 Y subiendo a una barca, pasó a la otra orilla y fue a su propia ciudad.
2 Y he aquí, le trajeron un paralítico, echado en un catre, y al ver JESÚS la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados. 3 Pero algunos de los escribas dijeron dentro de sí: Este blasfema. 4 Y viendo JESÚS sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados son perdonados, o decir: Levántate y anda? 6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene en la tierra autoridad para liberar pecados (dice entonces al paralítico): ¡Levántate, toma tu catre y vete a tu casa! 7 Y él fue levantado y marchó a su casa. 8 Al ver esto, las multitudes, atemorizadas, glorificaron a DIOS, porque había dado tal autoridad a los hombres.
9 Pasando de allí, JESÚS vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el lugar de los tributos, y le dice: Sígueme. Y levantándose, lo siguió. 10 Y aconteció que estando Él reclinado a la mesa en la casa, he aquí muchos publicanos y pecadores llegaron y se reclinaron a la mesa con JESÚS y sus discípulos. 11 Y cuando vieron esto, los fariseos decían a sus discípulos: ¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores? 12 Pero cuando Él lo oyó, dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. 13 ¡Id y aprended qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio!, porque no vine a llamar a justos sino a pecadores.
14 Entonces se acercan a Él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? 15 JESÚS les dijo: ¿Acaso los hijos del tálamo nupcial pueden tener luto mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando les sea quitado el novio. Entonces ayunarán. 16 Nadie pone un remiendo de paño nuevo sobre un vestido viejo, pues tal remiendo tira del vestido, y se hace una rotura peor. 17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera, los odres se revientan y el vino se derrama, y los odres se echan a perder; sino que echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan juntamente.
18 Mientras Él les hablaba estas cosas, de pronto llegó un principal y se postraba ante Él, diciendo: ¡Mi hija acaba de morir!, pero ven, pon tu mano sobre ella, y vivirá. 19 Y JESÚS, levantándose lo siguió juntamente con sus discípulos.
20 Y he aquí, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se acercó por detrás y tocó el borde (tzitzit) de su manto (talet). 21 (Porque decía dentro de sí: Si solo tocara su manto (talet), seré sanada). 22 Pero JESÚS, volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salvada desde aquella hora.
23 Cuando llegó a la casa del principal, viendo a los flautistas y a la muchedumbre que alborotaba, 24 decía: Retiraos, porque la muchacha no murió, sino que duerme. Pero se burlaban de Él. 25 Mas cuando la muchedumbre fue echada fuera, entró, la tomó de la mano, y la muchacha fue levantada. 26 Y esta noticia se difundió por toda aquella tierra.
27 Y pasando JESÚS de allí, lo siguieron dos ciegos gritando y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28 Cuando llegaron a la casa, acudieron a Él los ciegos. JESÚS les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Le dijeron: Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30 Y sus ojos fueron abiertos. Y JESÚS les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 31 Pero ellos, en cuanto salieron, lo divulgaron en toda aquella tierra.
32 Al salir ellos, he aquí le trajeron un mudo endemoniado. 33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló, y las multitudes, asombradas, exclamaron: ¡Nunca se vio cosa igual en Israel! 34 Pero los fariseos decían: Echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios.
35 JESÚS recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 36 Y viendo las multitudes, fue movido a compasión por ellas, porque eran como ovejas esquilmadas y dispersadas que no tienen pastor. 37 Entonces dice a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.
►9.2 fe de ellos… →Mr 2.3-5.
►9.4 viendo… M↓ conociendo.
►9.6 liberar… Gr. afíemi; Levántate… Lit. habiendo sido levantado.
►9.7 fue levantado…
►9.8 atemorizadas… M↓ maravilladas, asombradas. ►9.10 en la casa… Esto es, de Mateo; se reclinaron… Costumbre típica oriental para sentarse a comer.
►9.10-11 →Lc 15.1-2.
►9.13 →12.7; Os 6.6; a pecadores… M↓ añaden al arrepentimiento.
►9.14 ayunamos… M↓ añaden muchas veces.
►9.15 los hijos del tálamo nupcial… Esto es, los amigos del novio.
►9.18 ven… Lit. habiendo ido.
►9.19 levantándose… Lit. habiendo sido levantado.
►9.20 borde… Otra traducción posible: fleco.
►9.21 sanada…
►9.22 fe…
►9.23 del principal… Esto es, del jefe de la sinagoga.
►9.25 fue levantada…
►9.29 vuestra fe…
►9.34 demonios… →10.25; 12.24; Mr 3.22; Lc 11.15.
►9.35 sinagogas… →4.23; Mr 1.39; Lc 4.44.
►9.36 esquilmadas… Gr. eskulménoi. Nótese la similitud fonética. →1R 22.17; 2Cr 18.16; Zac 10.2; Mr 6.34.
►9.37- 38 mies… →Lc 10.2.
Marcos 9:2-32.
2 Seis días después, JESÚS toma consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, y los lleva solos aparte a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes y tan blancos, que ningún batanero en la tierra los podría blanquear así. 4 Y se les apareció Elías con Moisés, y estaban hablando con JESÚS. 5 E interviniendo Pedro, dice a JESÚS: Rabbí, bueno es estarnos aquí. Hagamos tres tabernáculos: Uno para ti, uno para Moisés y otro para Elías. 6 Y no sabía qué más decir, porque estaban aterrorizados. 7 Y se formó una nube que los cubría, y de la nube salió una voz: Este es mi Hijo amado. ¡A Él oíd! 8 Y súbitamente, al mirar alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a JESÚS solo.
9 Al bajar del monte, JESÚS les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. 10 Y guardaron el asunto para sí mismos, discutiendo qué es lo de resucitar de entre los muertos. 11 Y le preguntaban, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero? 12 Él les dijo: Elías en verdad habiendo venido primero restaura todas las cosas. Pero ¿no dice la Escritura que el Hijo del Hombre debe padecer mucho y ser despreciado? 13 Pero os digo que Elías no solo vino, sino que también hicieron con él cuanto querían, tal como está escrito de él.
14 Cuando llegaron a los discípulos, vieron una gran multitud alrededor de ellos, y a unos escribas discutiendo con ellos. 15 Enseguida, al verlo, las multitudes se asombraron grandemente y corrieron a Él para saludarlo. 16 Les preguntó: ¿Qué discutís con ellos? 17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y dondequiera que lo ataca lo derriba, y echa espumarajos y cruje los dientes y se pone rígido. Y dije a tus discípulos que lo echaran, pero no fueron capaces. 19 Respondiendo Él, les dice: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os soportaré? Traédmelo. 20 Y se lo llevaron, y al verlo el espíritu, al instante lo convulsionó, y cayó en tierra, y se revolcaba echando espumarajos. 21 Y preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde la niñez, 22 y muchas veces hasta lo echaba al fuego y al agua para matarlo. Pero, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. 23 JESÚS le dijo: ¿Si puedes? ¡Todo es posible para el que cree! 24 Inmediatamente el padre del muchacho, clamando, dijo: ¡Creo! ¡Ayuda mi poca fe! 25 JESÚS entonces, viendo que la multitud se agolpaba rápidamente, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: ¡Sal de él y no entres más en él! 26 Y después de gritar y convulsionarlo mucho, salió. Y quedó como muerto, de tal modo que los demás decían: Está muerto. 27 Pero JESÚS, tomándolo de la mano, lo levantó y lo puso en pie. 28 Después de entrar en casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo? 29 Les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración (tefilá).
30 Saliendo de allí, deambulaban por Galilea, pero no quería que ninguno lo supiera. 31 Porque enseñaba a sus discípulos y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres y lo matarán, pero después de muerto, al cabo de tres días, resucitará. 32 Pero ellos no entendían lo dicho y temían preguntarle.
►9.3 blancos… TR añade como la nieve.
►9.4 hablando… →Lc 9.31
►9.5 tabernáculos… →Lv 23.33-44.
►9.6 qué más decir… Lit. qué respondiera.
►9.7 amado… →Mt 3.17; Mr 1.11; Lc 3.22.
►9.10 Se inserta lo para suplir elipsis del original.
►9.11 Elías… →Mal 4.5; Mt 11.14.
►9.15 las multitudes… Lit. toda la multitud.
►9.17 espíritu mudo… Prob. un demonio que le impedía hablar.
►9.21 y preguntó… M↓ añaden Jesús.
►9.22 matarlo… Lit. que lo matara.
►9.23 si puedes… La repetición de palabras →v. 22 objetan la fe de los discípulos →vv. 17-19.
►9.29 oración…
►9.30 supiera… Lit. conociera.
►9.31 será… Lit. es (presente futurista).