Texto Ôureo: Génesis 34
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā GĆ©nesisĀ 34
DĆa 2 Jueces 16
DĆa 3 1ĀŖSamuel 11
DĆa 4 Proverbios 30-31
DĆa 5 1ĀŖTimoteo 4:9-16
DĆa 6 1ĀŖPedro 3:1-7
I- Cuida de las acciones para no tener que lamentar.
Muchas veces vemos historias tristes que traen consecuencias futuras en la vida de las personas, pero debemos entender que en un por ciento elevado son situaciones que se pudieran haber evitado.
En este texto encontramos una de esas cosas que se podĆan haber evitado, no obstante, lo que aquellos hombres hicieron fue lo que tenĆan en su corazón. La palabra hebrea teserĀ que se usa para decir que Dina Ā«salió», tambiĆ©n significa āsobresalirā o āquerer resaltarā. Algo muy parecido hacĆa su madre Lea, cuando querĆa algo de Jacob (Gn 30:16). O sea, que Dina era una muchacha que aprendió a presumir de manera un poco desmedida.
II- Peligros del exceso de presumir y de las malas compaƱĆas.
Hoy vivimos en una sociedad donde el presumir va mƔs allƔ y se convierte en un esmero por resaltar ante los demƔs. Los cristianos deben cuidar esto por tres razones principales: (1) Les daƱa en lo personal, pues necesitan concentrarse en ellos mismo de una manera desmedida (v.2); (2) Se convierten en piedras de tropiezo para otros y esto pudiera incluir violadores, atacantes, estafadores, etc.; (3) Ponen a sus seres queridos en situaciones inesperadas y comprometedoras para poderles ayudar (vv.25-31).
Por otra parte, los creyentes deben estar conscientes que no todo el que se acerca a ellos, a la familia o a la iglesia tiene deseos buenos (v. 23). Se puede tener mucho amor por el prójimo, pero en ese grupo también estÔ la familia, asà que no se puede amar a un prójimo mÔs que a otro. Por eso es importante evaluar las intenciones de todo el que se acerca a nosotros, pues no es hacer acepción entre prójimos, sino de cuidarnos de aquellos que tienen malas intenciones.
Preguntas:
1.- ĀæConoces de algĆŗn caso en que un āfamosoā haya sido vĆctima de una situación desagradable de este tipo?
2.- ¿En qué sentido crees que la enseñanza de Pedro tenga que ver con esta historia? (1P 3:3, 2P 3:3).
3.- Busca el consejo de Pablo a Timoteo en cuanto a su juventud y el ministerio e identifica de quiĆ©n debĆa cuidarse el joven y por quĆ©.
4.- Identifica en el texto Ɣureo por quƩ los hermanos de Dina se ofendieron.
GƩnesis 34.
1 Dina, la hija que Lea habĆa parido a Jacob, salió a ver a las hijas de la tierra (eretz). 2 Y la vio Siquem, hijo de Hamor, el heveo, prĆncipe de la tierra (eretz), y la tomó y se acostó con ella y la humilló. 3 Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Jacob, y se enamoró de la muchacha, y habló al corazón de la muchacha. 4 Y habló Siquem a su padre Hamor diciendo: Tómame a esta jovencita por mujer.Ā
5 Y se enteró Jacob que el hijo de Hamor habĆa mancillado a su hija Dina, pero comoĀ sus hijos estaban con su ganado en el campo, Jacob guardó silencio hasta queĀ llegaron. 6 Y Hamor, padre de Siquem, salió a Jacob para tratar con Ć©l. 7 Cuando losĀ hijos de Jacob regresaron del campo y lo oyeron, aquellos varones, indignados, seĀ enardecieron en gran manera, porque habĆa hecho vileza a Israel acostĆ”ndose con laĀ hija de Jacob, cosa que no se debĆa hacer.
8 Pero Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija, os ruego se la deis por mujer. 9 Emparentad con nosotros, dadnos vuestras hijas y tomad nuestras hijas para vosotros. 10 Habitad entre nosotros y en la tierra (eretz) ante vosotros. Morad y negociad en ella, y adquirid posesión en ella. 11 Y dijo Siquem al padre de ella y a sus hermanos: Halle yo gracia ante vuestros ojos, y daré lo que digÔis. 12 Aumentad mucha dote y regalos, que yo daré cuanto me digÔis, pero dadme la muchacha por mujer.
13 Los hijos de Jacob respondieron con doblez a Siquem y a Hamor su padre, pues habĆa violado a su hermana Dina. 14 Les dijeron Simeón y LevĆ, hermanos de Dina: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a un varón que tenga prepucio, porque es afrenta para nosotros. 15 Con esto os consentiremos, que lleguĆ©is a ser como nosotros, circuncidando entre vosotros a todo varón. 16 Entonces os daremos nuestras hijas y tomaremos las vuestras, y habitaremos con vosotros y llegaremos a ser un pueblo. 17 Pero si no aceptĆ”is ser circuncidados, tomaremos entonces nuestra hija, y nos iremos.
18 Y las palabras de ellos parecieron buenas ante los ojos de Hamor y ante los ojos de Siquem, hijo de Hamor. 19 Y no demoró el muchacho en hacer aquello, porque se deleitaba con la hija de Jacob, y él era el mÔs distinguido de toda la casa de su padre.
20 Hamor y Siquem, su hijo, fueron a la puerta de su ciudad, y hablaron a losĀ hombres de su ciudad, diciendo: 21 Estas gentes son pacĆficas con nosotros,Ā habitarĆ”n en la tierra (eretz) y traficarĆ”n en ella, pues mirad, la tierra es ancha para ellos. Tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos nuestras hijas. 22 Pero solo con esto consentirĆ”n en habitar con nosotros para ser un pueblo, que todo varón nuestro sea circuncidado, asĆ como ellos han sido circuncidados. 23 ĀæAcaso no llegarĆ”n a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Solo convengamos con ellos, y habitarĆ”n con nosotros. 24 Y todos los que salĆan a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón.
25 Y aconteció al tercer dĆa, cuando ellos estaban mĆ”s adoloridos, que dos de losĀ hijos de Jacob, Simeón y LevĆ, hermanos de Dina, tomando cada uno su cuchillo,Ā entraron en la ciudad confiada y asesinaron a todos los hombres.
26 TambiĆ©n asesinaron a filo de cuchillo a Hamor y a Siquem su hijo, y sacaron a Dina de la casa de Siquem, y salieron. 27 Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque habĆan violado a su hermana. 28 Y tomaron sus ovejas, sus vacas y sus asnos, lo que habĆa en la ciudad y lo que habĆa en el campo, 29 y toda su hacienda, y se llevaron cautivas a todas sus criaturas y sus mujeres, y saquearon todo lo que habĆa en las casas.
30 Y dijo Jacob a Simeón y a LevĆ: Ā”Me habĆ©is turbado y hecho apestoso ante los moradores de la tierra (eretz), el cananeo y el ferezeo! Yo tengo escaso nĆŗmero de hombres, y reuniĆ©ndose contra mĆ, me atacarĆ”n, y yo y mi casa seremos exterminados. 31 Pero dijeron ellos: ĀæHabĆa Ć©l de tratar a nuestra hermana como a una ramera?
āŗ34.2 Siquem… Esto es, hombro; Hamor… Esto es, asno.
āŗ34.10 la tierra ante vosotros… TM: la tierra estarĆ” anteĀ vosotros. Se sigue LXX.
āŗ34.11 digĆ”is… TM: me digĆ”is. Se sigue LXX.
āŗ34.12 Aumentad… TM:Ā Aumentad a cargo mĆo. Se sigue LXX.
āŗ34.13 violado… Lit. contaminado.
āŗ34.14 Simeón y LevĆ, hermanos de Dina… TM omite.
āŗ34.15 Con esto… TM Solo con esto. Se sigue LXX.
āŗ34.21 la tierra es… TM aƱade bastante. Se sigue LXX.
āŗ34.24 todo varón… TM aƱade cuantos salĆan a la puerta de su ciudad. Se sigue LXX.
āŗ34.25 su cuchillo… Prob. cuchillo corto de pedernal de doble filo para circuncidar ā49.5.
Jueces 16.
1 Sansón fue encaminado a Gaza, y viendo allĆ a una ramera, se llegó a ella. 2 Y fue anunciado a los de Gaza, diciendo: Ā”Sansón estĆ” aquĆ! Entonces ellos lo rodearon y lo estuvieron acechando toda aquella noche junto a la puerta de la ciudad. Y se mantuvieron callados toda la noche, diciendo: Esperemos hasta la luz del alba, entonces lo mataremos. 3 Pero Sansón estuvo acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y habiendo agarrado las hojas de la puerta de la ciudad con sus dos postes, las arrancó con todo y barra, y echĆ”ndoselas a cuestas, subió a la cumbre del monte que estĆ” enfrente de Hebrón.
4 DespuĆ©s de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila. 5 Y los jefes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: SedĆŗcelo para ver en quĆ© consiste su gran fuerza, y cómo podrĆamos dominarlo, para atarlo y sujetarlo, y cada uno de nosotros te darĆ” mil cien piezas de plata. 6 Y Dalila dijo a Sansón: Te ruego me declares en quĆ© consiste tu gran fuerza, y con quĆ© podrĆas ser atado para ser doblegado. 7 Y Sansón le respondió: Si me atan con siete tendones frescos que aĆŗn no estĆ©n secos, entonces me debilitarĆ© y llegarĆ© a ser como cualquier otro hombre (adĆ”m).Ā 8 Y los jefes de los filisteos le llevaron siete tendones frescos que aĆŗn no se habĆanĀ secado, y lo ató con ellos. 9 Y ella tenĆa hombres al acecho en un aposento interior.
Le dijo entonces: Ā”Sansón, los filisteos te acometen! Pero Ć©l rompió los tendones como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Y no llegó a saberse lo de su fuerza. 10 Y Dalila dijo a Sansón: He aquĆ, me has engaƱado y dicho mentiras. Ā”Dime ahora cómo puedes ser atado! 11 Y Ć©l le dijo: Si me atan fuertemente con sogas nuevas, que no hayan sido usadas, me debilitarĆ© y serĆ© como cualquier hombre. 12 Y Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas, y le dijo: Ā”Sansón, los filisteos te acometen! (Y los hombres permanecĆan al acecho en el aposento interior). Pero Ć©l rompió las sogas de sus brazos como un hilo. 13 Entonces dijo Dalila a Sansón: Hasta ahora me has engaƱado y me has dicho mentiras. Ā”Dime con quĆ© puedes ser atado! Ćl le dijo: Si entretejes las siete trenzas de mi cabeza con los lizos y las clavas con una estaca en la pared, quedarĆ© debilitado y serĆ© como cualquier hombre (adĆ”m).
14 Y aconteció que al dormirse, tomó Dalila las siete trenzas de su cabeza y las entretejió con los lizos y las clavó con una estaca en la pared, y le dijo: ”Sansón, los filisteos te acometen! Y él, despertando de su sueño, arrancó la estaca del telar juntamente con los lizos. 15 Ella entonces le dijo: ¿Cómo sigues diciendo: Yo te amo, cuando tu corazón no estÔ conmigo? Estas tres veces te has burlado de mà y no me has declarado en qué consiste tu gran fuerza.
16 Y sucedió que como ella lo apremiaba con sus palabras cada dĆa, acosĆ”ndolo, su alma (nefesh) desfalleció hasta morir. 17 Por lo cual, descubriĆ©ndole todo su corazón, le dijo: JamĆ”s ha pasado navaja por mi cabeza por cuanto he sido nazareo de DIOS desde el vientre de mi madre. Si fuera rapado, entonces se apartarĆ” de mĆ mi fuerza y me debilitarĆ©, y vendrĆ© a ser como un hombre cualquiera.
18 Y cuando Dalila se dio cuenta de que le habĆa descubierto todo su corazón, envió a llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: Subid esta vez, porque Ć©l me ha descubierto todo su corazón. Y los jefes de los filisteos subieron a ella, llevando la plata en su mano. 19 Ella entonces lo adormeció sobre sus rodillas, y enseguida llamó al varón que le rapó las siete trenzas de su cabeza, y ella misma comenzó a dominarlo, pues su fuerza se habĆa retirado de Ć©l. 20 Y ella exclamó: Ā”Sansón, los filisteos te acometen! Ćl entonces, despertando de su sueƱo, se dijo: Como otras veces, saldrĆ© y serĆ© librado. Pero no sabĆa que YHVH se habĆa apartado de Ć©l.
21 AsĆ pues, los filisteos lo apresaron, le arrancaron los ojos, y lo hicieron bajar a Gaza. Luego lo aherrojaron con dos grilletes de bronce, y tuvo que moler en la casa de los encarcelados.Ā
22 Sin embargo, el cabello de su cabeza comenzó a crecer despuĆ©s de haber sido rapado. 23 Entonces los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su elohim, y regocijados en gran manera, dijeron: Ā”Nuestro elohim entregó en nuestra mano a Sansón nuestro enemigo! 24 Y cuando lo vio el pueblo, alabó a su elohim, porque decĆan: Ā”Nuestro elohim ha entregado en nuestra mano a nuestro enemigo, al que devastaba nuestro territorio, yĀ multiplicaba nuestras vĆctimas!
25 Y sucedió que cuando tuvieron alegre el corazón, dijeron: Llamad a Sansón para que nos divierta. Llamaron, pues, de la cĆ”rcel a Sansón, el cual los divertĆa. Y lo hicieron estar entre las columnas. 26 Y dijo Sansón al lazarillo: CondĆŗceme y hazme palpar los pilares en que descansa la casa, y me apoyarĆ© en ellos. 27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres; y todos los jefes de los filisteos estaban allĆ, y sobre las azoteas habĆa como tres mil hombres y mujeres, observando el escarnio de Sansón.Ā 28 Sansón entonces invocó a YHVH y exclamó: Ā”YHVH SeƱor mĆo, te ruego que te acuerdes de mĆ! Ā”Dame fuerza solo esta vez, oh Elohim, para que con una sola venganza me vengue de los filisteos por mis dos ojos! 29 Y palpando Sansón los dos pilares centrales en que descansaba la casa, fue fortalecido sobre ellos, uno a su derecha y otro a su izquierda, 30 y exclamó Sansón: Ā”Muera yo con los filisteos! Y empujando con fuerza, el templo cayó sobre los jefes yĀ sobre toda la gente que estaba dentro. De modo que fueron mĆ”s los que mató alĀ morir que los que habĆa matado en su vida. 31 Y bajaron sus hermanos con toda laĀ casa de su padre, y habiĆ©ndolo levantado, lo llevaron y lo sepultaron entre Sora yĀ Estaol, junto al sepulcro de Manoa su padre.Ā Y habĆa juzgado a Israel durante veinte aƱos.
āŗ16.3 barra… Es decir, la gran barra transversal que servĆa de cerrojo a los portones.
āŗ16.4 Dalila… Esto es, empobrecida.
āŗ16.7 tendones… Los tendones delĀ ganado que se contraen al secarse. Aunque el vocablo hebreo yeter tambiĆ©n puedeĀ significar cuerda de un arco.
āŗ16.8 llevaron… Lit. subieron.
āŗ16.13-14 TM Parablepsis.
āŗ16.21 moler… Prob. tarea de mujeres āJob 31.10; Is 47.2; EcĀ 12.3.
āŗ16.26 en ellos… LXX aƱade y el muchacho hizo asĆ.
1 Samuel 11.
1 Nahas, rey de los hijos de Amón, oprimĆa amargamente a los hijos de Gad y a los hijos de RubĆ©n. Para esparcir terror y espanto en Israel, a cada uno de ellos les habĆa arrancado el ojo derecho. No quedó ni uno de los hijos de Israel de allende, cuyo ojo derecho no hubiera sido arrancado por Nahas amonita, excepto siete mil hombres, que huyeron de los hijos de Amón y entraron en Jabes Galaad. Como un mes mĆ”s tarde de esto, subió Nahas amonita y acampó contra Jabes Galaad. Y todos los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Pacta con nosotros y te serviremos. 2 Y Nahas amonita les respondió: AsĆ pactarĆ© con vosotros: Que a cada uno os arranque el ojo derecho, para que sirva de afrenta a todo Israel. 3 Y los ancianos de Jabes le dijeron: DĆ©janos siete dĆas para que enviemos mensajeros (malaj/angelos) por todo el territorio de Israel, y si no hay quien nos libre, nos rendiremos a ti. 4 Cuando los mensajeros (malaj/angelos) llegaron a Gabaa de SaĆŗl, dijeron estas palabras a oĆdos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró.
5 Y he aquĆ SaĆŗl llegaba del campo tras los bueyes, y preguntó SaĆŗl: ĀæQuĆ© tiene el pueblo, que lloran? Y le refirieron las palabras de los varones de Jabes. 6 Al oĆr estas palabras, el EspĆritu (ruaj) de Elohim vino poderosamente sobre SaĆŗl, y su ira se encendió en gran manera. 7 Y tomando un par de bueyes, los cortó en pedazos y los repartió por todo el territorio de Israel mediante mensajeros (malaj/angelos), diciendo: AsĆ serĆ” hecho con los bueyes del que no salga tras SaĆŗl y tras Samuel. Y el temor de YHVH cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo varón. 8 Y les pasó revista en Bezec: los hijos de Israel eran trescientos mil, y los varones de JudĆ” treinta mil. 9 Y dijeron a los mensajeros (malaj/angelos) que habĆan llegado: AsĆ dirĆ©is a los varones de Jabes Galaad: MaƱana, al calentar el sol, serĆ©is librados. Y los mensajeros (malaj/angelos) fueron y lo informaron a los hombres de Jabes, y ellos se alegraron. 10 Y los de Jabes dijeron: MaƱana saldremos a vosotros, y harĆ©is con nosotros todo lo que bien os parezca.
11 Y fue al siguiente dĆa SaĆŗl y dispuso al pueblo en tres escuadrones, y antes de amanecer entraron en medio del campamento y atacaron a los amonitas hasta el calor del dĆa; y el resto fue dispersado sin que quedaran dos de ellos juntos. 12 Y el pueblo le dijo a Samuel: ĀæQuiĆ©n decĆa: ĀæReinarĆ” SaĆŗl sobre nosotros? Ā”Dadnos a esos varones para darles muerte! 13 Pero SaĆŗl respondió: NingĆŗn varón serĆ” muerto en este dĆa, porque YHVH ha dado hoy victoria en Israel.
14 Y Samuel dijo al pueblo:Ā Venid, vamos a Gilgal y renovemos allĆ el reino. 15 Y todo el pueblo fue a Gilgal, eĀ hizo que SaĆŗl reinara delante de YHVH en Gilgal. Y allĆ ofrecieron sacrificios de pazĀ delante de YHVH; y SaĆŗl y todos los hombres de Israel tuvieron allĆ gran regocijo.
āŗ11.1 Se sigue Q, LXX; de allende… Esto es, del otro lado del JordĆ”n āJos. 13.15-28.
āŗ11.3 nos rendiremos… Lit. saldremos.
āŗ11.10 a vosotros… Esto es, aĀ Nahas y a los amonitas.
Proverbios 30.
1 Palabras de Agur ben JaquƩ, el de MasƔ.
OrƔculo del macho (geber):
”Oh DIOS, en gran manera me he fatigado, y desisto! 2 En verdad soy el mÔs ignorante de los varones (ish), y no tengo inteligencia humana (adÔm).
3 No he aprendido sabidurĆa (JokmĆ”), ni comprendo la ciencia (Daat) de los Santos: 4 ĀæQuiĆ©n subió a los Cielos, y descendió? ĀæQuiĆ©n encerró los vientos en sus puƱos? ĀæQuiĆ©n ató las aguas en un paƱo? ĀæQuiĆ©n afirmó todo lĆmite de tierra? ĀæCuĆ”l es su Nombre, y el nombre de su Hijo, si sabes?
5 Toda Palabra de DIOS es limpia, Ćl es escudo a los que lo esperan.Ā 6 No aƱadas a sus palabras (debarim), para que no te reprenda, yĀ seas hallado mentiroso.
7 Dos cosas te he demandado, no me las niegues mientras viva: 8 Aparta de mĆ la falsedad y la mentira, yĀ no me des pobreza ni riquezas.
Mantenme del pan necesario, 9 no sea que, harto, te niegue y diga: ¿Quién es YHVH?
O que, siendo pobre, hurte, y blasfeme el Nombre de mi DIOS.
10 No acuses al siervo ante su seƱor, no sea que te maldiga, y seas hallado culpable.
11 Hay quien maldice a su padre, y no bendice a su madre,Ā 12 hay quien es puro ante sus propios ojos, pero no estĆ” lavado de su inmundicia.
13 Hay quien mira con ojos altaneros y pÔrpados bien levantados, 14 hay quien tiene dientes como espadas y muelas como cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los necesitados de entre los hombres.
15 La sanguijuela tiene dos hijas:Ā Dame y Dame.
Tres cosas hay que nunca se sacian, aun la cuarta jamÔs dice: ”Basta!
16 El Seol, la matriz estéril, tierra que no se harta de agua, y el fuego, que nunca dice: ”Basta!
17 Ojo que se burla del padre y desdeña la obediencia a la madre, ”ArrÔnquenlo los cuervos del valle y devórenlo los hijos del buitre!
18 Tres cosas me son ocultas, aun tampoco sƩ la cuarta: 19 El rastro del Ɣguila por los cielos, el rastro de la culebra sobre la peƱa, el rastro de la nave en el mar, y el rastro del hombre (geber) en la doncella.
20 AsĆ procede la adĆŗltera:Ā Come, se limpia la boca y dice:Ā No he hecho nada malo.
21 Por tres cosas se estremece la tierra, y cuatro no puede soportar: 22 Por el siervo, cuando llega a reinar, por el necio, cuando se harta de pan, 23 por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la criada, cuando desplaza a su señora.
24 Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, pero mÔs sabias que los sabios: 25 Las hormigas, pueblo no fuerte, pero preparan su sustento en el verano. 26 Los conejos, pueblo nada esforzado, pero hacen madriguera en la peña. 27 Las langostas, que no tienen rey, pero salen todas en cuadrillas. 28 Las lagartijas, que se agarran con la mano, pero entran en los palacios reales.
29 Tres cosas hay de hermoso caminar, y la cuarta anda (halajĆ”) muy bien:Ā 30 El león, el mĆ”s valiente de los animales, que no se vuelve atrĆ”s por nada.Ā 31 El caballo ceƱido de lomos, asimismo el macho cabrĆo, yĀ el rey, contra el cual nadie se levanta.
32 Si te has hecho necio al ensalzarte, o has tramado el mal, ponte la mano en la boca, 33 porque asà como batiendo leche se saca mantequilla, y sonÔndose recio se saca sangre, provocando la ira se saca contienda.
āŗ30.1-14 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
āŗ30.1 me he fatigado y desisto… Es decir, ceso en mi intento (de comprender).
āŗ30.3 Santos… Indica la unidad plural de laĀ Deidad. El uso del singular mayestĆ”tico es incorrecto āEc 12.1 nota.
āŗ30.4 QuiĆ©n…Ā āJn 3.13.
āŗ30.5 Eloah… Singular absoluto de Elohim; es limpia… āJn 5.39.
āŗ30.15-33 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15- 33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
āŗ30.15 sanguijuela… Heb. aluka; dos… LXX registra tres.
Proverbios 31.
1 Palabras del rey Lemuel,
OrÔculo con que lo corrigió su madre.
2 ĀæQuĆ© te dirĆ©, hijo mĆo?Ā Ā”Oh, hijo de mis entraƱas!Ā ĀæQuĆ© decirte, hijo de mis votos?Ā 3 No des tu fuerza a las mujeres, ni tu vigor a las que corrompen reyes.
4 No es de reyes, oh Lemuel, no es de reyes darse al vino (yayin), ni de prĆncipes al licor (sekar). 5 No sea que bebiendo, olviden lo instituido (jukim), y perviertan el juicio (din) de los afligidos. 6 Dad el licor (sekar) fuerte al desfallecido, y el vino (yayin) a los amargados de alma (nefesh). 7 Que beban y olviden su miseria, yĀ de sus penas no se acuerden mĆ”s.
8 Abre tu boca a favor del mudo, en el juicio de todos los abocados a la muerte.Ā 9 Abre tu boca y aboga con justicia (tzedeq), y juzga (din) al pobre y al necesitado.
10 Mujer virtuosa, ĀæquiĆ©n la hallarĆ”?Ā Porque su estima sobrepasa largamente a la de los corales.Ā 11 El corazón de su marido estĆ” confiado en ella, y no carecerĆ” de ganancias.Ā 12 Ella le acarrearĆ” el bien y no el mal todos los dĆas de su vida.Ā 13 Busca la lana y el lino, y diligentemente trabaja con sus manos. 14 Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos.Ā 15 Se levanta cuando aĆŗn es de noche, da alimento a su familia, y la porción asignada a sus criadas.Ā 16 EvalĆŗa un campo, y lo compra, y del fruto de sus manos planta una viƱa.Ā 17 CiƱe con fuerza sus lomos, y fortalece sus brazos.Ā 18 Ve que sus negocios van bien, su lĆ”mpara no se apaga de noche.Ā 19 Aplica sus manos a la rueca, y sus dedos manejan el huso.Ā 20 Extiende su mano al pobre, sĆ, alarga sus manos al necesitado.Ā 21 No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque toda su familia estĆ” vestida de vestidos dobles.Ā 22 Teje tapices para sĆ, de lino fino y de pĆŗrpura es su vestido.Ā 23 Su marido es respetado en la puerta, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.Ā 24 Teje ropa de lino y la vende, y provee ceƱidores al mercader.Ā 25 EstĆ” vestida de fuerza y dignidad, y se sonrĆe ante el maƱana.Ā 26 Abre su boca con sabidurĆa, y la ley (torĆ”) de la clemencia (jesed) estĆ” en su lengua.Ā 27 Vigila la marcha de su casa, y no come su pan de balde.Ā 28 Sus hijos crecen, y la bendicen, su marido tambiĆ©n la alaba diciendo:Ā 29 Muchas son las mujeres hacendosas, pero tĆŗ las has superado a todas.Ā 30 EngaƱosa es la gracia y fugaz la hermosura, pero la mujer que teme a YHVH, esa serĆ” alabada. 31 Ā”Denle el fruto de sus manos, yĀ que sus mismas obras la alaben en la puerta!
āŗ31.1-9 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
āŗ31.8 abocados a la muerte… Es decir, de los que no tienen quien los defienda.
āŗ31.10 Se sigue orden y secuencia de LXX: 24.1-22; 30.1-14; 24.23-34; 30.15-33; 31.1-9; 25-29; 31.10-31.
āŗ31.23 en la puerta… Esto es, lugar donde seĀ celebran los juicios.
āŗ31.25 ante el maƱana… Es decir, ante la incertidumbre delĀ porvenir.
1 Timoteo 4.9-16.
9āFiel es el Verbo, y digno de toda aceptación. 10āPorque para esto trabajamos arduamente y luchamos, pues hemosĀ puesto la esperanza en el DIOS viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes. 11āContinĆŗa mandando estas cosas, y enseƱƔndolas. 12āNadie menosprecie tu juventud, sino sĆ© ejemplo de los creyentes en razón, en conducta, en amor, en fidelidad, en pureza. 13āMientras voy, dedĆcate a la lectura, a la exhortación, a la enseƱanza. 14āNo descuides el don que hay en ti, que te fue dado por medio de profecĆa con imposición de las manos del consejo de ancianos. 15āReflexiona sobre estas cosas; dedĆcate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. 16āTen cuidado de ti mismo y del contenido de la enseƱanza. Persevera en ello, porque haciendo esto, te salvarĆ”s tanto tĆŗ como los que te escuchan.
āŗ4.10 trabajamos arduamente y luchamos… Otra traducciónĀ posible: sufrimos oprobios y luchamos; la esperanza… Esto es, con plenaĀ efectividad.
āŗ4.11 mandando… enseƱƔndolas… Ambos verbos estĆ”n en presenteĀ de imperativo.
āŗ4.12 amor… TR aƱade en espĆritu.
āŗ4.13 lectura… Se refiere a laĀ forma de hacerlo en voz alta, comĆŗn en la antigüedad āHch 8.30.
āŗ4.16Ā Persevera… Otra traducción posible: vela por; te salvarĆ”s… Se refiere a la salvaciónĀ como proceso continuo āFilĀ 2.12; 1P 2.2.
1 Pedro 3:1-7 Ā
De la misma manera, esposas, sed dóciles a vuestros propios maridos, para que tambiĆ©n los que no creen a la Palabra, sin palabra serĆ”n ganados por la conducta de sus esposas, 2 al observar vuestra manera de vivir, pura y reverente. 3 Vuestro atavĆo no sea el exterior, de trenzado de cabellos y atavĆos de oro, o de uso de vestidos lujosos, 4 sino el hombre oculto del corazón, en lo incorruptible de un espĆritu afable y apacible, el cual es muy precioso delante de DIOS. 5 Porque asĆ tambiĆ©n se ataviaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en DIOS, siendo dóciles a sus propios maridos; 6 como Sara obedecĆa a Abraham, llamĆ”ndolo seƱor; de la cual llegasteis a ser hijas, haciendo el bien y no temiendo ninguna amenaza. 7 De igual manera, los esposos, convivid con comprensión, mostrando honor a la esposa como a vaso mĆ”s frĆ”gil, y como a coherederas de la gracia de la Vida, para que vuestras oraciones (tefilĆ”) no sean estorbadas.
āŗ3.3 Lit. de quienes.Ā
āŗ3.6 Mā registran el condicional… si hacĆ©is el bien.
āŗ3.7 Lit. segĆŗn conocimiento āEf. 5:25; Col. 3:19. Honor a la esposa como… es decir, a las que tambiĆ©n son.

