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Porción 21

Texto áureoGénesis 37.
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Génesis 37

Día 2 Salmo 103

Día 3 Proverbios 2

Día 4 Lucas 11:27-36

Día 5 1ªCorintios 9

Día 6 Efesios 1:1-14

I- Buscando la excelencia en el trato a los demás.

Debemos tratar a todos por igual, no importa cómo hayan sido con nosotros. Tristemente muchas personas cuando van a analizar cómo ellos son en el trató a los demás solo toman como referencia a los que les tratan bien, o que tienen alguna afinidad. Sin embargo, al analizar cómo tratamos a los que no son muy agradables con nosotros es cuando vamos a desarrollar nuestra autoestima y nuestra forma de relacionarnos con los demás.

José no «contó» el sueño porque creía que sería lo que sucedería, sino porque se sentía orgullosamente superior, aunque fuera en un sueño. La forma (Hifil) en que se usa el verbo (נגד) sugiere cierta intención al contar el sueño, que pudo haber causado el aborrecimiento por sus hermanos (Gn 37:5). Entonces en su trato con ellos, José no era un sabio tampoco, así que Dios iba a elegir a esta nación para traer su plan redentor, y debía modelarlos a todos.

II- La autoridad delegada de Dios no consiste en dominar a la demás.

La razón por la que a veces actuamos de esta manera es porque cuando lo hacemos, esto sube el ego. En cierto aspecto, todos tenemos el deseo de estar en una posición de autoridad, ya sea en los negocios, la política o la comunidad. Así, en un esfuerzo inconsciente por cumplir este deseo, a veces simplemente elegimos tratar a los demás de una manera como si gobernáramos sobre ellos, y actuamos como si nuestra gavilla se levantara y permaneciera de pie por su propia fuerza.

III- La autoestima se relaciona directamente con el odio y el celo.

Respecto a por qué los hermanos reaccionaron diferente ante cada sueño, odiándolo al contar el primero y sintiendo celos con el segundo, podemos decir que muchas veces el odio aparece cuando una persona subestima las acciones de los demás, mientras que los celos aparecen cuando alguien se considera inferior a su prójimo. Los hermanos odiaron a José después del primer sueño porque esto implicaba que lo necesitarían para su sustento y, a la vez, legislaría materialmente sobre ellos (vv. 7-8)[1].

Sin embargo, no sintieron celos por la futura riqueza que él tendría, dado que eso no los haría sentir inferiores. Para ellos, los logros materiales no dependían de la persona y, por lo tanto, no es algo por lo que valga la pena sentir celos[2]. En contraste, sí estuvieron celosos después del segundo sueño, porque este implicaba que José sería espiritualmente superior a ellos, lo cual sí era digno de celar.

Preguntas:

1.- A la luz de lo enseñado por Jesús, ¿cuál es la forma en que menos le gusta que le traten? (Mt 5:43-48)

2.- ¿Cuál ha sido su reacción normalmente cuando ve que alguien es mal intencionado contigo?

3.- ¿Qué diferencias encuentra usted entre las acciones de celo, odio y envidia?

[1] Fíjese que no dice que había más manojos, por lo que la preocupación no era que José tendría más.

[2] Fíjese que el sueño no se refiere a dominar como superior materialmente, sino a sumisión de todos ante él.

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