Texto Ôureo: Génesis 42-43
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā GĆ©nesis 42
DĆa 2Ā GĆ©nesis 43
DĆa 3Ā Salmo 146
DĆa 4 2ĀŖCorintios 3
DĆa 5 2ĀŖCorintios 8
DĆa 6 1ĀŖPedro 3:8-22
I- Cuidado con el derroche.
Dios enseñó a José algo muy importante: En los momentos de abundancia no se puede derrochar, hay que guardar para cuando llegue la escasez (vv. 55-57). El ser humano, y mÔs hoy, estÔ atrapado siempre en el consumismo. Esto es una especie de droga que cuanto mÔs se consume, mÔs se quiere seguir consumiendo. Y eso atenta completamente contra sus momentos de crisis.
Hay quienes piensan: «Bueno, cuando llegue la crisis pues la enfrento y dejo de gastar», pero hay dos problemas con esto: (1) Cuando llegue la crisis lo mÔs probable es que no haya oportunidad ni recursos para guardar, (2) La crisis llega cuando menos se espera. La actitud sabia es guardar de lo que ya tenemos hoy, porque el momento de crisis no se sabe cuÔndo pueda llegar.
II- Cuidado con desvalorizar lo que parece poco.
La palabra hebrea que aparece en Gn 41:48 para tierra es eretz,Ā que aquĆ seƱala de forma especial a la ātierraā, pero no como paĆs, sino como la materia orgĆ”nica y mineral que compone el suelo. Por eso tambiĆ©n agrega Ā«del campo de los alrededoresĀ». O sea, que JosĆ© decidió recoger las pequeƱas cantidades que muchas veces las personas por la abundancia en que viven desechan. JosĆ© aprendió a valorar tambiĆ©n lo pequeƱo.
A veces tenemos una pequeña cantidad de algo, y por ser pequeña la desvalorizamos. Por ejemplo, tenemos un salario de $1000 y vemos que algo cuesta solo $5, entonces pensamos: «No importa gastar esto porque es poco», sin entender que muchos pocos nos pueden llevar a una mayor cantidad.
Lo mismo que en la vida social. Cada pequeña acción que podemos ir haciendo o recibiendo de los demÔs pueden llenar un monte. Muchos pueden desvalorizar lo que hacemos porque tal vez sea poco, el secreto estÔ en no dejar de hacer y al final eso contarÔ como mucho.
III- Siembra tu crƩdito.
Tristemente vemos en Gn 42:4 a Jacob que nunca mÔs pudo confiar en sus hijos. Muchas veces no actuamos responsablemente antes los demÔs en algunas situaciones y pretendemos que sigan confiando en nosotros. Debemos entender que la confianza no viene por imposición ni exigencias, sino por acciones que meritan nuestra responsabilidad. Tampoco pueden confiar en nosotros de la noche a la mañana, necesitan ir viendo un cambio que les vaya dando la confianza.
JosĆ©, al estar frente a sus hermanos, no dio rienda suelta a sus emociones, pues el arrepentimiento en ellos era mucho mĆ”s valioso que un tiempo de alegrĆa. Ćl no podĆa confiar plenamente en aquellos que no habĆan demostrado ser de buenas intenciones y acciones. De hecho, no podemos ver las intenciones de alguien hasta que no veamos sus acciones. Muchos reclaman que sus intenciones son buenas, sin darse cuenta de que en realidad estas solo se pueden apreciar a travĆ©s de sus acciones.
IV- Evalúa y después ten amigos.
Dios mira las intenciones, pero los hombres solo podemos sacar conclusiones a partir de las acciones. A menos que Dios nos permita discernir. Por tanto, debemos elegir amigos a partir de esas acciones que vemos en nuestro favor y que nos acercan al buen vivir. Una persona que nos aleja de Dios y del buen vivir debe ser descalificada por esas acciones como amigo.
Por otra parte, una persona que demanda nuestra confianza sin darnos la oportunidad de conocerle debe saber que, por mantener esa actitud chantajista, ya queda descalificada como alguien en quien se puede confiar.
V- Vengarse es perder la oportunidad de esperar algo mejor.
José no aprovechó para vengarse, sino que estuvo pendiente del arrepentimiento de sus hermanos para buscar un bien mayor. La venganza no corresponde a los hombres, porque podemos equivocarnos en cualquier momento al valorar con exactitud a otra persona.
Por otra parte, si entendemos que nosotros también cometemos errores que meritan una venganza, podemos entender que nadie puede juzgar definitivamente a otro en este sentido. La venganza sólo pertenece a Dios, el cual darÔ a cada cual lo que merece según sus obras[1].
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que en la abundancia las personas se vuelven derrochadoras?
2.- ĀæQuĆ© le dirĆa a una persona que no confĆa en usted?
3.- Si alguien se acerca a usted en busca de amistad, ĀæcuĆ”l serĆa la mejor actitud suya?
4.- ¿Cómo pudiera usted acercarse a una persona para mostrar su amistad?
GƩnesis 42.
1 Jacob, viendo que se vendĆa grano en Egipto, dijo a sus hijos: ĀæPor quĆ© os mirĆ”is unos a otros? 2 Mirad, he oĆdo que hay grano en Egipto. Bajad allĆ” y compradnos grano para que vivamos y no muramos. 3 Bajaron, pues, a comprar el grano de Egipto, diez de los hermanos de JosĆ©, 4 porque a BenjamĆn, hermano de JosĆ©, no lo envió con sus hermanos, pues dijo: No sea que le ocurra alguna desgracia. 5 AsĆ que los hijos de Israel fueron a comprar grano entre los que iban, pues la hambruna estaba en la tierra de CanaĆ”n.Ā 6 Y JosĆ© era el gobernante del paĆs que vendĆa a todo pueblo de la tierra.
Llegaron entonces los hermanos de JosĆ©, y se postraron ante Ć©l rostro en tierra.Ā 7 JosĆ© vio a sus hermanos y los reconoció, pero fingió ser un extraƱo para ellos. Y hablĆ”ndoles duramente, les dijo: ĀæDe dónde habĆ©is venido? Ellos respondieron: De la tierra de CanaĆ”n, a comprar alimento. 8 Y JosĆ© reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron. 9 Y siendo recordado JosĆ© de los sueƱos que habĆa soƱado acerca de ellos, les dijo: Ā”EspĆas sois! Ā”Para ver lo desprotegido del paĆs habĆ©is venido! 10 Pero ellos dijeron: No, seƱor mĆo, sino que tus siervos hemos venido a comprar alimento. 11 Todos somos hijos de un mismo varón. Somos honrados, tus siervos no son espĆas. 12 Pero Ć©l les dijo: Ā”No! HabĆ©is venido a ver lo desprotegido del paĆs. 13 Ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos en tierra de CanaĆ”n, y he aquĆ el menor estĆ” hoy con nuestro padre, y el otro ha desaparecido.Ā 14 Pero JosĆ© les dijo: Es lo que os dije: Ā”Sois espĆas! 15 En esto serĆ©is probados: Vive Faraón, que no saldrĆ©is de esto sino cuando venga aquĆ vuestro hermano menor. 16 Enviad a uno de vosotros para que traiga a vuestro hermano. Mientras, quedad detenidos y sean comprobadas vuestras palabras, si hay verdad en vosotros, y si no, Ā”por la vida de Faraón, que sois espĆas!Ā 17 Y los puso juntos bajo custodia por tres dĆas, 18 y al tercer dĆa les dijo: Haced esto y vivirĆ©is, porque yo temo a Elohim. 19 Si sois honrados, uno de vuestros hermanos quedarĆ” en prisión, mientras vosotros llevĆ”is el grano comprado. 20 Pero me traerĆ©is a vuestro hermano menor, y vuestras palabras serĆ”n verificadas, y no morirĆ©is. E hicieron asĆ.
21 Y cada cual decĆa a su hermano: De cierto somos culpables por nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso nos ha sobrevenido esta angustia. 22 Y RubĆ©n les respondió diciendo: ĀæAcaso no os hablĆ© diciendo: No pequĆ©is contra el muchacho? Pero no escuchasteis, y ahora, ciertamente, su sangre nos es demandada. 23 (Y ellos no sabĆan que JosĆ© entendĆa, porque habĆa intĆ©rprete entre ellos).
24 Siendo apartado, él lloró. Después volvió a ellos y les habló, y tomando de entre ellos a Simeón, lo ató ante sus ojos. 25 Y ordenó José que llenaran sus sacos de grano y devolvieran la plata de cada uno de ellos a su saco, y les dieran provisiones para el camino. Y asà se hizo con ellos.
26 Y ellos cargaron su grano sobre sus asnos y se fueron de allĆ. 27 Pero en elĀ mesón, al abrir uno su saco para dar forraje a su asno, vio que su plata estaba en la boca de su costal. 28 Y dijo a sus hermanos: Ā”Mi plata ha sido devuelta, y mirad, estĆ” en mi costal! Entonces su corazón se sobresaltó y, temblorosos, cada uno decĆa a su hermano: ĀæQuĆ© estĆ” haciendo Elohim con nosotros?
29 Llegados a su padre Jacob en tierra de CanaĆ”n, le refirieron todas las cosas que les habĆan sucedido, diciendo: 30 Aquel hombre, el seƱor de la tierra, nos habló cosas duras, y nos puso en prisión como a espĆas de aquel paĆs. 31 Pero le dijimos: Nosotros somos honrados, no somos espĆas. 32 Ćramos doce hermanos, hijos de nuestro padre, uno ha desaparecido, y el pequeƱo estĆ” hoy con nuestro padre en tierra de CanaĆ”n. 33 Y aquel hombre, el seƱor de aquella tierra, nos dijo: En esto sabrĆ© que vosotros sois honrados. Dejad a uno de vuestros hermanos conmigo, y tomad la porción de grano que habĆ©is comprado y marchaos. 34 Traed ante mĆ a vuestro hermano menor, y sabrĆ© que no sois espĆas, que sois honrados. Os devolverĆ© a vuestro hermano, y podrĆ©is negociar en el paĆs.
35 Y sucedió que al vaciar ellos sus sacos, he aquĆ la bolsa de plata de cada uno estaba en su saco. Y al ver ellos y su padre las bolsas de plata, tuvieron temor. 36 Y su padre Jacob les dijo: Me habĆ©is privado de hijos: JosĆ© no estĆ”, Simeón tampoco estĆ”, y querĆ©is llevar a BenjamĆn. Ā”Todo estĆ” contra mĆ!Ā 37 Pero RubĆ©n habló a su padre: Haz que mueran mis dos hijos si no te lo traigo. EntrĆ©galo en mi mano, que yo te lo devolverĆ©. 38 Pero Ć©l respondió: Mi hijo no bajarĆ” con vosotros, pues su hermano estĆ” muerto y solo me queda Ć©l. Si alguna desgracia le llegara a acontecer en el camino por donde vais, harĆ©is descender mis canas con dolor al Seol.
āŗ42.1 dijo… TM aƱade Jacob.
āŗ42.2 āHch 7.12. TM aƱade Y dijo al inicio del v. Se sigue LXX.
āŗ42.4 no lo envió… TM aƱade Jacob. Se sigue LXX.
āŗ42.6 se postraron… ā37.7-10.
āŗ42.9 los sueƱos… ā37.5-10; lo desprotegido… Parte NO de la frontera. La mĆ”s expuesta a ataques.
āŗ42.10 dijeron… TM le dijeron. Se sigue LXX.
āŗ42.13 doce hermanos… TM aƱade hijos de un mismo varón. Se sigue LXX.
āŗ42.18 dijo… TM aƱade JosĆ©. Se sigue LXX.
āŗ42.19 comprado… TM aƱade a vuestras familias hambrientas. Se sigue LXX.
āŗ42.22 No pequĆ©is contra el muchacho… ā37.21-22.
āŗ42.27 vio… TM aƱade he aquĆ. Se sigue LXX.
Ā
GƩnesis 43.
1 Pero la hambruna era grave en aquella tierra.Ā 2 Y ocurrió que, cuando acabaron de comer el grano que habĆan traĆdo de Egipto, su padre les dijo: Volved y compradnos un poco de alimento. 3 Y JudĆ” le respondió, diciendo: Aquel hombre nos advirtió seriamente: No verĆ©is mi rostro si no estĆ” con vosotros vuestro hermano mĆ”s joven. 4 Si envĆas a nuestro hermano con nosotros, bajaremos y te compraremos alimento, 5 pero si no lo envĆas, no bajaremos, porque aquel hombre nos dijo: No verĆ©is mi rostro si no estĆ” con vosotros vuestro hermano mĆ”s joven. 6 Y dijo Israel: ĀæPor quĆ© me hicisteis el daƱo diciendo al hombre que tenĆais otro hermano? 7 Y ellos dijeron: Aquel hombre nos preguntó expresamente acerca de nosotros y de nuestra parentela, diciendo: ĀæVive aĆŗn vuestro padre? ĀæTenĆ©is otro hermano? Y le declaramos conforme a estas preguntas. ĀæAcaso sabĆamos que Ć©l dirĆa: Haced bajar a vuestro hermano?
8 JudĆ” dijo a Israel su padre: EnvĆa al muchacho conmigo, asĆ nos levantaremos e iremos para que vivamos y no muramos tambiĆ©n nosotros, tambiĆ©n tĆŗ, y tambiĆ©n nuestros pequeƱos. 9 Yo salgo fiador por Ć©l, a mĆ mismo me pedirĆ”s cuentas de Ć©l. Si no te lo devuelvo y te lo pongo delante, serĆ© culpable ante ti todos los dĆas.10 Si no nos hubiĆ©ramos demorado, ciertamente ya habrĆamos vuelto por segunda vez.
11 Respondió su padre Israel: Si tiene que ser asĆ, hacedlo. Tomad de lo mejor de la tierra en vuestras bolsas y llevad obsequios a aquel varón, bĆ”lsamo y miel, especias y mirra, nueces y almendras. 12 Tomad en vuestras manos el doble de la plata, y llevad en vuestra mano la plata devuelta en vuestros costales, pues quizĆ” fue un error. 13 Tomad a vuestro hermano, levantaos y volved ante aquel varón. 14 Y El-Shadday os conceda misericordia ante aquel hombre, y envĆe a vuestro otro hermano y a BenjamĆn. Y si he de ser privado de hijos, Ā”privado sea!Ā 15 Los varones entonces, tomando los obsequios, el doble de plata en su mano, y a BenjamĆn, se levantaron y bajaron a Egipto para presentarse ante JosĆ©.
16 Cuando JosĆ© vio con ellos a BenjamĆn, dijo al que estaba a cargo de su casa: Haz entrar a esos varones en la casa, degüella un animal y prepĆ”ralo, porque estos varones comerĆ”n conmigo a mediodĆa. 17 El varón hizo como JosĆ© habĆa dicho, y los hizo entrar en casa de JosĆ©. 18 Los varones tuvieron temor cuando se vieron conducidos a casa de JosĆ©, pues decĆan: Por el asunto de la plata devuelta en nuestros costales la vez primera somos traĆdos acĆ”, para atacarnos y abalanzarse sobre nosotros y tomarnos como esclavos a nosotros junto con nuestros asnos.
19 Entonces se acercaron al varón que estaba a cargo de la casa de JosĆ©, y le hablaron a la puerta de la casa, 20 y dijeron: Ā”Ay, seƱor mĆo! Nosotros ciertamente bajamos al comienzo a comprar alimento, 21 pero sucedió que cuando llegamos a la posada y abrimos nuestros costales, he aquĆ la plata de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestra plata en su justo peso. Por eso la hemos vuelto a traer en nuestras manos. 22 Y hemos tomado otra plata en nuestras manos para comprar alimento. No sabemos quiĆ©n puso nuestra plata en nuestros costales. 23 Y Ć©l respondió: Paz a vosotros, no temĆ”is. Vuestro Elohim y el Elohim de vuestros padres os dio un tesoro escondido en vuestros costales. Ya vuestra plata llegó a mĆ. Y les sacó a Simeón, 24 y los hizo entrar en casa de JosĆ©, y les dio agua y lavaron sus pies, y dio forraje a sus asnos. 25 Y ellos prepararon el presente para la llegada de JosĆ© al mediodĆa, pues oyeron que allĆ iba a ser la comida principal.
26 Cuando JosĆ© llegó a la casa, ellos le presentaron dentro de la casa los regalos que tenĆan en sus manos, y se postraron ante Ć©l rostro en tierra. 27 Y JosĆ© les preguntó: ĀæCómo estĆ”is? ĀæEstĆ” bien vuestro padre, el anciano del cual hablasteis? ĀæVive aĆŗn? 28 Y ellos dijeron: Tu siervo, nuestro padre, estĆ” bien, aĆŗn vive. Y Ć©l dijo: Ā”Bendito sea ese hombre por Elohim! Y se postraron para adorarlo. 29 Y Ć©l alzó sus ojos y vio a su hermano BenjamĆn, hijo de su madre, y dijo: ĀæEs este vuestro hermano menor, de quien me dijisteis? Y aƱadió: Elohim te haga misericordia, hijo mĆo.
30 JosĆ©, pues, conturbado porque sus entraƱas estaban conmovidas por suĀ hermano, buscaba dónde llorar, y entró en la recĆ”mara, y allĆ lloró. 31 DespuĆ©s se lavó el rostro y salió, y refrenĆ”ndose, ordenó: Ā”Traed la comida! 32 Pero la pusieron separadamente, para ellos aparte, y por separado para los egipcios que comĆan con Ć©l, pues los egipcios no podĆan comer alimentos con los hebreos, porque era abominación para los egipcios. 33 Y ellos se sentaron ante Ć©l, el primogĆ©nito conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad. Y aquellos varones se miraban atónitos el uno al otro. 34 Y de sĆ mismo Ć©l tomó porciones para ellos (y la porción de BenjamĆn aumentada cinco veces a las porciones de todos) y bebieron y fueron embriagados con Ć©l.
āŗ43.10 ya habrĆamos vuelto… TM aƱade aquĆ. Se sigue LXX.
āŗ43.11 bĆ”lsamo… TM aƱade un poco. Se sigue LXX.
āŗ43.14 El-Shadday = Hay evidencia ugarĆtica que significa āel Dios del monte”; envĆe… TM aƱade con vosotros. Se sigue LXX.
āŗ43.20 y dijeron… El TM registra el singular indicando que uno habló por todos.
āŗ43.24 y los hizo entrar… TM aƱade el hombre a los hombres. Se sigue LXX.
āŗ43.28 se postraron… ā37.7-10.
āŗ43.30 conturbado… Se sigue LXX.
GƩnesis 42.
1 Jacob, viendo que se vendĆa grano en Egipto, dijo a sus hijos: ĀæPor quĆ© os mirĆ”is unos a otros? 2 Mirad, he oĆdo que hay grano en Egipto. Bajad allĆ” y compradnos grano para que vivamos y no muramos. 3 Bajaron, pues, a comprar el grano de Egipto, diez de los hermanos de JosĆ©, 4 porque a BenjamĆn, hermano de JosĆ©, no lo envió con sus hermanos, pues dijo: No sea que le ocurra alguna desgracia. 5 AsĆ que los hijos de Israel fueron a comprar grano entre los que iban, pues la hambruna estaba en la tierra de CanaĆ”n.Ā 6 Y JosĆ© era el gobernante del paĆs que vendĆa a todo pueblo de la tierra.
Llegaron entonces los hermanos de JosĆ©, y se postraron ante Ć©l rostro en tierra.Ā 7 JosĆ© vio a sus hermanos y los reconoció, pero fingió ser un extraƱo para ellos. Y hablĆ”ndoles duramente, les dijo: ĀæDe dónde habĆ©is venido? Ellos respondieron: De la tierra de CanaĆ”n, a comprar alimento. 8 Y JosĆ© reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron. 9 Y siendo recordado JosĆ© de los sueƱos que habĆa soƱado acerca de ellos, les dijo: Ā”EspĆas sois! Ā”Para ver lo desprotegido del paĆs habĆ©is venido! 10 Pero ellos dijeron: No, seƱor mĆo, sino que tus siervos hemos venido a comprar alimento. 11 Todos somos hijos de un mismo varón. Somos honrados, tus siervos no son espĆas. 12 Pero Ć©l les dijo: Ā”No! HabĆ©is venido a ver lo desprotegido del paĆs. 13 Ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos en tierra de CanaĆ”n, y he aquĆ el menor estĆ” hoy con nuestro padre, y el otro ha desaparecido.Ā 14 Pero JosĆ© les dijo: Es lo que os dije: Ā”Sois espĆas! 15 En esto serĆ©is probados: Vive Faraón, que no saldrĆ©is de esto sino cuando venga aquĆ vuestro hermano menor. 16 Enviad a uno de vosotros para que traiga a vuestro hermano. Mientras, quedad detenidos y sean comprobadas vuestras palabras, si hay verdad en vosotros, y si no, Ā”por la vida de Faraón, que sois espĆas!Ā 17 Y los puso juntos bajo custodia por tres dĆas, 18 y al tercer dĆa les dijo: Haced esto y vivirĆ©is, porque yo temo a Elohim. 19 Si sois honrados, uno de vuestros hermanos quedarĆ” en prisión, mientras vosotros llevĆ”is el grano comprado. 20 Pero me traerĆ©is a vuestro hermano menor, y vuestras palabras serĆ”n verificadas, y no morirĆ©is. E hicieron asĆ.
21 Y cada cual decĆa a su hermano: De cierto somos culpables por nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso nos ha sobrevenido esta angustia. 22 Y RubĆ©n les respondió diciendo: ĀæAcaso no os hablĆ© diciendo: No pequĆ©is contra el muchacho? Pero no escuchasteis, y ahora, ciertamente, su sangre nos es demandada. 23 (Y ellos no sabĆan que JosĆ© entendĆa, porque habĆa intĆ©rprete entre ellos).
24 Siendo apartado, él lloró. Después volvió a ellos y les habló, y tomando de entre ellos a Simeón, lo ató ante sus ojos. 25 Y ordenó José que llenaran sus sacos de grano y devolvieran la plata de cada uno de ellos a su saco, y les dieran provisiones para el camino. Y asà se hizo con ellos.
26 Y ellos cargaron su grano sobre sus asnos y se fueron de allĆ. 27 Pero en elĀ mesón, al abrir uno su saco para dar forraje a su asno, vio que su plata estaba en la boca de su costal. 28 Y dijo a sus hermanos: Ā”Mi plata ha sido devuelta, y mirad, estĆ” en mi costal! Entonces su corazón se sobresaltó y, temblorosos, cada uno decĆa a su hermano: ĀæQuĆ© estĆ” haciendo Elohim con nosotros?
29 Llegados a su padre Jacob en tierra de CanaĆ”n, le refirieron todas las cosas que les habĆan sucedido, diciendo: 30 Aquel hombre, el seƱor de la tierra, nos habló cosas duras, y nos puso en prisión como a espĆas de aquel paĆs. 31 Pero le dijimos: Nosotros somos honrados, no somos espĆas. 32 Ćramos doce hermanos, hijos de nuestro padre, uno ha desaparecido, y el pequeƱo estĆ” hoy con nuestro padre en tierra de CanaĆ”n. 33 Y aquel hombre, el seƱor de aquella tierra, nos dijo: En esto sabrĆ© que vosotros sois honrados. Dejad a uno de vuestros hermanos conmigo, y tomad la porción de grano que habĆ©is comprado y marchaos. 34 Traed ante mĆ a vuestro hermano menor, y sabrĆ© que no sois espĆas, que sois honrados. Os devolverĆ© a vuestro hermano, y podrĆ©is negociar en el paĆs.
35 Y sucedió que al vaciar ellos sus sacos, he aquĆ la bolsa de plata de cada uno estaba en su saco. Y al ver ellos y su padre las bolsas de plata, tuvieron temor. 36 Y su padre Jacob les dijo: Me habĆ©is privado de hijos: JosĆ© no estĆ”, Simeón tampoco estĆ”, y querĆ©is llevar a BenjamĆn. Ā”Todo estĆ” contra mĆ!Ā 37 Pero RubĆ©n habló a su padre: Haz que mueran mis dos hijos si no te lo traigo. EntrĆ©galo en mi mano, que yo te lo devolverĆ©. 38 Pero Ć©l respondió: Mi hijo no bajarĆ” con vosotros, pues su hermano estĆ” muerto y solo me queda Ć©l. Si alguna desgracia le llegara a acontecer en el camino por donde vais, harĆ©is descender mis canas con dolor al Seol.
āŗ42.1 dijo… TM aƱade Jacob.
āŗ42.2 āHch 7.12. TM aƱade Y dijo al inicio del v. Se sigue LXX.
āŗ42.4 no lo envió… TM aƱade Jacob. Se sigue LXX.
āŗ42.6 se postraron… ā37.7-10.
āŗ42.9 los sueƱos… ā37.5-10; lo desprotegido… Parte NO de la frontera. La mĆ”s expuesta a ataques.
āŗ42.10 dijeron… TM le dijeron. Se sigue LXX.
āŗ42.13 doce hermanos… TM aƱade hijos de un mismo varón. Se sigue LXX.
āŗ42.18 dijo… TM aƱade JosĆ©. Se sigue LXX.
āŗ42.19 comprado… TM aƱade a vuestras familias hambrientas. Se sigue LXX.
āŗ42.22 No pequĆ©is contra el muchacho… ā37.21-22.
āŗ42.27 vio… TM aƱade he aquĆ. Se sigue LXX.
GƩnesis 43.
1 Pero la hambruna era grave en aquella tierra.Ā 2 Y ocurrió que, cuando acabaron de comer el grano que habĆan traĆdo de Egipto, su padre les dijo: Volved y compradnos un poco de alimento. 3 Y JudĆ” le respondió, diciendo: Aquel hombre nos advirtió seriamente: No verĆ©is mi rostro si no estĆ” con vosotros vuestro hermano mĆ”s joven. 4 Si envĆas a nuestro hermano con nosotros, bajaremos y te compraremos alimento, 5 pero si no lo envĆas, no bajaremos, porque aquel hombre nos dijo: No verĆ©is mi rostro si no estĆ” con vosotros vuestro hermano mĆ”s joven. 6 Y dijo Israel: ĀæPor quĆ© me hicisteis el daƱo diciendo al hombre que tenĆais otro hermano? 7 Y ellos dijeron: Aquel hombre nos preguntó expresamente acerca de nosotros y de nuestra parentela, diciendo: ĀæVive aĆŗn vuestro padre? ĀæTenĆ©is otro hermano? Y le declaramos conforme a estas preguntas. ĀæAcaso sabĆamos que Ć©l dirĆa: Haced bajar a vuestro hermano?
8 JudĆ” dijo a Israel su padre: EnvĆa al muchacho conmigo, asĆ nos levantaremos e iremos para que vivamos y no muramos tambiĆ©n nosotros, tambiĆ©n tĆŗ, y tambiĆ©n nuestros pequeƱos. 9 Yo salgo fiador por Ć©l, a mĆ mismo me pedirĆ”s cuentas de Ć©l. Si no te lo devuelvo y te lo pongo delante, serĆ© culpable ante ti todos los dĆas.10 Si no nos hubiĆ©ramos demorado, ciertamente ya habrĆamos vuelto por segunda vez.
11 Respondió su padre Israel: Si tiene que ser asĆ, hacedlo. Tomad de lo mejor de la tierra en vuestras bolsas y llevad obsequios a aquel varón, bĆ”lsamo y miel, especias y mirra, nueces y almendras. 12 Tomad en vuestras manos el doble de la plata, y llevad en vuestra mano la plata devuelta en vuestros costales, pues quizĆ” fue un error. 13 Tomad a vuestro hermano, levantaos y volved ante aquel varón. 14 Y El-Shadday os conceda misericordia ante aquel hombre, y envĆe a vuestro otro hermano y a BenjamĆn. Y si he de ser privado de hijos, Ā”privado sea!Ā 15 Los varones entonces, tomando los obsequios, el doble de plata en su mano, y a BenjamĆn, se levantaron y bajaron a Egipto para presentarse ante JosĆ©.
16 Cuando JosĆ© vio con ellos a BenjamĆn, dijo al que estaba a cargo de su casa: Haz entrar a esos varones en la casa, degüella un animal y prepĆ”ralo, porque estos varones comerĆ”n conmigo a mediodĆa. 17 El varón hizo como JosĆ© habĆa dicho, y los hizo entrar en casa de JosĆ©. 18 Los varones tuvieron temor cuando se vieron conducidos a casa de JosĆ©, pues decĆan: Por el asunto de la plata devuelta en nuestros costales la vez primera somos traĆdos acĆ”, para atacarnos y abalanzarse sobre nosotros y tomarnos como esclavos a nosotros junto con nuestros asnos.
19 Entonces se acercaron al varón que estaba a cargo de la casa de JosĆ©, y le hablaron a la puerta de la casa, 20 y dijeron: Ā”Ay, seƱor mĆo! Nosotros ciertamente bajamos al comienzo a comprar alimento, 21 pero sucedió que cuando llegamos a la posada y abrimos nuestros costales, he aquĆ la plata de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestra plata en su justo peso. Por eso la hemos vuelto a traer en nuestras manos. 22 Y hemos tomado otra plata en nuestras manos para comprar alimento. No sabemos quiĆ©n puso nuestra plata en nuestros costales. 23 Y Ć©l respondió: Paz a vosotros, no temĆ”is. Vuestro Elohim y el Elohim de vuestros padres os dio un tesoro escondido en vuestros costales. Ya vuestra plata llegó a mĆ. Y les sacó a Simeón, 24 y los hizo entrar en casa de JosĆ©, y les dio agua y lavaron sus pies, y dio forraje a sus asnos. 25 Y ellos prepararon el presente para la llegada de JosĆ© al mediodĆa, pues oyeron que allĆ iba a ser la comida principal.
26 Cuando JosĆ© llegó a la casa, ellos le presentaron dentro de la casa los regalos que tenĆan en sus manos, y se postraron ante Ć©l rostro en tierra. 27 Y JosĆ© les preguntó: ĀæCómo estĆ”is? ĀæEstĆ” bien vuestro padre, el anciano del cual hablasteis? ĀæVive aĆŗn? 28 Y ellos dijeron: Tu siervo, nuestro padre, estĆ” bien, aĆŗn vive. Y Ć©l dijo: Ā”Bendito sea ese hombre por Elohim! Y se postraron para adorarlo. 29 Y Ć©l alzó sus ojos y vio a su hermano BenjamĆn, hijo de su madre, y dijo: ĀæEs este vuestro hermano menor, de quien me dijisteis? Y aƱadió: Elohim te haga misericordia, hijo mĆo.
30 JosĆ©, pues, conturbado porque sus entraƱas estaban conmovidas por suĀ hermano, buscaba dónde llorar, y entró en la recĆ”mara, y allĆ lloró. 31 DespuĆ©s se lavó el rostro y salió, y refrenĆ”ndose, ordenó: Ā”Traed la comida! 32 Pero la pusieron separadamente, para ellos aparte, y por separado para los egipcios que comĆan con Ć©l, pues los egipcios no podĆan comer alimentos con los hebreos, porque era abominación para los egipcios. 33 Y ellos se sentaron ante Ć©l, el primogĆ©nito conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad. Y aquellos varones se miraban atónitos el uno al otro. 34 Y de sĆ mismo Ć©l tomó porciones para ellos (y la porción de BenjamĆn aumentada cinco veces a las porciones de todos) y bebieron y fueron embriagados con Ć©l.
āŗ43.10 ya habrĆamos vuelto… TM aƱade aquĆ. Se sigue LXX.
āŗ43.11 bĆ”lsamo… TM aƱade un poco. Se sigue LXX.
āŗ43.14 El-Shadday = Hay evidencia ugarĆtica que significa āel Dios del monte”; envĆe… TM aƱade con vosotros. Se sigue LXX.
āŗ43.20 y dijeron… El TM registra el singular indicando que uno habló por todos.
āŗ43.24 y los hizo entrar… TM aƱade el hombre a los hombres. Se sigue LXX.
āŗ43.28 se postraron… ā37.7-10.
āŗ43.30 conturbado… Se sigue LXX.
SalmoĀ 146
 1 ”Aleluya! (hallel YÔ)
Ā”Alaba (hallel) alma (nefesh) mĆa a YHVH!
2 Yo alababa (hallel) a YHVH en mi vida (jayĆ”), aĆŗn cantaba para mi Elohim.
3 No confiĆ©is en prĆncipes, ni en hijo de Adam, en quien no hay salvación (yeshĆŗa).Ā 4 Sale su espĆritu (ruaj) y vuelve a la tierra (adamĆ”); ese dĆa perecen sus planes.
5 ”CuÔn bienaventurado es aquel cuyo ayudador es el DIOS de Jacob! Aquel cuya esperanza estÔ en YHVH su Elohim, 6 que hizo los cielos y la tierra; el mar, y todo lo que en ellos hay.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente.
7 Que hace justicia (mishpatim) a los oprimidos.
Que da pan a los hambrientos.
YHVH liberta a los cautivos.
8 YHVH da vista a los ciegos.
YHVH levanta a los caĆdos.
YHVH ama a los justos (tzadiq).
9 YHVH guarda a los extranjeros.
Al huƩrfano y a la viuda sostiene.
Y trastorna el camino de los impĆos.
10 ReinarÔ YHVH para siempre, tu Elohim, oh Sión, de generación en generación.
”Aleluya! (hallel YÔ).
2Ā CorintiosĀ 3
1 ĀæComenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ĀæO acaso tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros o de vosotros?Ā 2āNuestra carta sois vosotros, escrita en nuestros corazones, conocida y leĆda por todos los hombres; 3āsiendo manifiesto que sois una carta de CRISTO habiendo sido provista por nosotros, escrita no con tinta, sino con el EspĆritu del DIOS vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas que son corazones de carne. 4āY tal confianza tenemos ante DIOS, por medio de CRISTO.
5āNo es que seamos suficientes por nosotros mismos para considerar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia proviene de DIOS; 6āel cual asimismo nos hizo servidores competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del EspĆritu; porque la letra mata, pero el EspĆritu vivifica. 7āY si el servicio de inmortalidad grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar los ojos en el rostro de MoisĆ©s a causa de la gloria de su rostro (gloria que estĆ” siendo anulada), 8āĀæcómo no serĆ” con mĆ”s gloria el servicio del EspĆritu? 9āPorque si en el servicio de condenación hay gloria, mucho mĆ”s abunda en gloria el servicio de la justicia. 10ā Pues aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este caso, a causa de la gloria que lo sobrepasa. 11āPorque si lo que tenĆa que ser extinguido pasó por medio de gloria, mucho mĆ”s es en gloria lo que permanece.
12āAsĆ que, teniendo tal esperanza, somos muy osados, 13āy no como MoisĆ©s, que ponĆa un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran los ojos en el fin de lo que estĆ” siendo extinguido. 14āPero el entendimiento de ellos fue embotado, porque hasta el dĆa de hoy, sobre la base de la lectura pĆŗblica del viejo pacto, permanece el mismo velo no descorrido, que en CRISTO se desvanece; 15āy aĆŗn hasta el dĆa de hoy, en el momento en que se lee a MoisĆ©s, un velo estĆ” puesto sobre el corazón de ellos, 16āpero cuando alguno se convierte al SeƱor, el velo es quitado, 17āporque el SeƱor es el EspĆritu, y donde estĆ” el EspĆritu del SeƱor, hay libertad.
18āPero nosotros todos, con rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del SeƱor, vamos siendo transfigurados por el EspĆritu, de gloria en gloria, en la imagen misma del SeƱor.
āŗ3.1 o de vosotros… Mā o recomendación de vosotros.
āŗ3.3 provista… Lit. servid. Gr. diakonĆ©o. Esto es, el resultado del servicio y del apostolado ā1Co 3.5; tinta… tablas de piedra… Es decir, la ley āEx 24.12; EspĆritu… corazones de carne… Es decir, la gracia.
āŗ3.6 servidores… Gr. diĆ”konos ā§314; un nuevo pacto… No se refiere a Ro 11.27 ni a Jer 31.31-34, sino a 1Co 11.25.
āŗ3.7 su rostro… āEx. 34.29-35; se inserta gloria para suplir elipsis del original.
āŗ3.7, 13,16 extinguida… quitado. Nótese la pasiva.
āŗ3.13 estĆ” siendo extinguido… Es decir, la ley tiene gloria pasajera āDt.
27.2-3; transitoria āGa. 3.24.
āŗ3.17 hay libertad… TR: allĆ hay libertad.
2Ā CorintiosĀ 8
1 Ahora bien hermanos, os hacemos saber la gracia de DIOS dada en las iglesias de Macedonia, 2āque en medio de la gran aflicción con que han sido probados, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza abundaron segĆŗn la riqueza de su generosidad. 3āPues doy testimonio de que espontĆ”neamente dieron segĆŗn su capacidad, y aun por encima de su capacidad; 4āsuplicĆ”ndonos con muchos ruegos que les concediĆ©ramos la gracia de participar en este servicio a los santos. 5āY superando lo que esperĆ”bamos, se dieron primeramente ellos mismos al SeƱor y a nosotros, por voluntad de DIOS. 6āAsĆ que animamos a Tito, para que tal como la habĆa comenzado, tambiĆ©n completara de igual modo esta gracia entre vosotros.
7āPor tanto, como en todo abundĆ”is, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad tambiĆ©n en esta gracia. 8āNo lo digo como un mandamiento (mitzvĆ”), sino para poner a prueba, por medio de la solicitud de otros, la sinceridad de vuestro amor. 9āPorque conocĆ©is la gracia de JESUCRISTO, SeƱor nuestro, que siendo rico, se hizo pobre por amor a vosotros, para que vosotros fuerais enriquecidos con su pobreza. 10āY en esto doy mi opinión, porque os conviene a vosotros, que comenzasteis desde hace un aƱo, no solo a hacerlo, sino tambiĆ©n a desear hacerlo. 11āAhora pues acabadlo de hacer tambiĆ©n, para que tal como hubo la disposición de desearlo, haya tambiĆ©n la de llevarla a cabo segĆŗn lo que poseĆ”is. 12āPorque si la disposición estĆ” presente, se acepta segĆŗn lo que uno tiene, no segĆŗn lo que no tiene. 13āNo para que haya alivio para otros y estrechez para vosotros, 14āsino para que, en esta ocasión, vuestra abundancia supla la escasez de ellos, a fin de que tambiĆ©n, la abundancia de ellos supla vuestra escasez, de forma que haya igualdad. 15āComo estĆ” escrito: El que recogió mucho, no tenĆa mĆ”s; y el que poco, no tenĆa menos.
16āPero gracias a DIOS, que puso la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito, 17āpues no solo acogió bien el ruego, sino que, teniendo Ć©l mayor solicitud, espontĆ”neamente fue a vosotros. 18āY enviamos juntamente con Ć©l al hermano cuya alabanza en el evangelio se extiende por todas las iglesias. 19āY no solo esto, sino que tambiĆ©n fue nombrado a mano alzada por las iglesias como nuestro compaƱero de viaje con esta gracia, que es provista por nosotros para la gloria del SeƱor y para mostrar nuestra disposición. 20āPreviniendo esto: que nadie nos desacredite por esta generosa cantidad provista por nosotros; 21āporque tenemos en mente las cosas honestas, no solo delante del SeƱor, sino tambiĆ©n delante de los hombres. 22āY enviamos con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces probamos en muchas cosas, que es diligente, y ahora mĆ”s diligente que nunca, por la mucha confianza en vosotros. 23āEn cuanto a Tito, es mi compaƱero y colaborador entre vosotros; en cuanto a nuestros hermanos, son enviados (apostolos) de las iglesias, gloria de CRISTO. 24 Por tanto, mostrad en presencia de las iglesias la evidencia de vuestro amor y el motivo de nuestra jactancia respecto a vosotros.
āŗ8.3 Se inserta dieron para suplir elipsis del original.
āŗ8.4 Se inserta concediĆ©ramos para suplir elipsis del original; la gracia… Es decir, el privilegio de participar en el sostenimiento de los creyentes āRo 15.26; servicio… Gr. diakonĆa.
āŗ8.14 tambiĆ©n… Es decir, en otra ocasión.
āŗ8.15 āEx 16.18.
āŗ8.19 mano alzada… āHch 14.23; gracia… ā8.4 nota. Se inserta para mostrar para suplir elipsis del original.
āŗ8.19, 20 provista… Lit. servida, gr. diakonĆ©o.
āŗ8.20 nadie… Lit. no alguien.
āŗ8.21 delante… āPr 3.4.
āŗ8.24 mostrad… Lit. mostrando.
1Ā PedroĀ 3.8-22
8 En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amĆ”ndoos como hermanos, misericordiosos, humildes; 9āno devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición.Ā 10āPorque:Ā
“El que desea amar la vida, y ver dĆas buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios de hablar engaƱo,Ā 11 apĆ”rtese del mal, y haga el bien, busque la paz, y sĆgala incansablemente, 12 porque los ojos del SeƱor estĆ”n sobre los justos, y sus oĆdos hacia su oración, pero el rostro del SeƱor estĆ” contra los que hacen el mal”.
13āĀæY quiĆ©n es el que os perjudicarĆ” si os mostrĆ”is celosos por lo bueno? 14āY aun si sufrĆs a causa de una justicia (mishpatim), sois bienaventurados. No os amedrentĆ©is por temor a ellos, ni os turbĆ©is; 15āsino santificad a CRISTO como SeƱor en vuestros corazones, y estad siempre prestos para presentar defensa ante todo el que os demande razón acerca de la esperanza que hay en vosotros, 16āpero con mansedumbre y reverencia, teniendo buena conciencia, para que en lo que sois calumniados, sean avergonzados los que ofenden vuestra buena conducta en CRISTO. 17āPorque mejor es que padezcĆ”is obrando bien, si lo quiere la voluntad de DIOS, que obrando mal.
18 Porque tambiĆ©n CRISTO padeció una vez por los pecados, el Justo (tzadiq) por los injustos, para llevaros a DIOS; muerto en la carne, pero vivificado en el espĆritu;Ā 19 en el cual tambiĆ©n fue llevado y predicó a los espĆritus en retención, 20āque en un tiempo desobedecieron, cuando la paciencia de DIOS aguardaba ansiosamente en dĆas de NoĆ©, siendo preparada el arca, en la cual unos pocos, esto es, ocho almas, fueron salvadas del agua; 21āla cual tambiĆ©n ahora os salva, como sĆmbolo de un bautismo que no consiste en quitar la inmundicia de la carne, sino como respuesta de una buena conciencia a Dios mediante la resurrección de JESUCRISTO, 22āquien habiendo ascendido al Cielo, estĆ” a la diestra de DIOS, habiĆ©ndosele sometido Ć”ngeles, autoridades y potestades.
āŗ3.8 En conclusión… Lit. y el final.
āŗ3.11 sĆgala incansablemente… Gr. dioko = con esfuerzo, perseguir. Es decir, activamente āMt 5.9 nota.
āŗ3.12 el rostro… Esto es, la ira; hacen el mal… āSal 34.12-16.
āŗ3.13 celosos… Mā imitadores.
āŗ3.14 bienaventurados… āMt 5.10.
āŗ3.15 santificad a CRISTO… TR: a Dios āIs 8.12-13.
āŗ3.16 calumniados… Mā aƱaden como de malhechores.
āŗ3.18 llevaros… TR: llevarnos.
āŗ3.18-19 PoesĆa para ser recitada o cantada āHch 16.25; Ef 5.19; Col 3.16.
āŗ3.20 siendo preparada… Nótese el participio presente pasivo; ocho…; almas… Gr. psujĆ© = aliento vital, vitalidad, vida; alma, ser viviente, persona; salvadas del agua… āGn 6.1-7.
āŗ3.21 sĆmbolo… Es decir, como realidad de aquella representación; respuesta… Lit. apelación.
āŗ3.22 potestades… Lit. poderes

