Texto Ôureo: Génesis 44-47
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā GĆ©nesis 44-45
DĆa 2Ā GĆ©nesis 46-47
DĆa 3 Job 3-5
DĆa 4 Job 6-7
DĆa 5 Marcos 10
DĆa 6 2ĀŖTesalonisences 3
I- Ser dadores es un desafĆo.
Generalmente pensamos que una persona recta es quien hace el bien. Peroā¦, ĀæcuĆ”nto bien?, Āæcómo se debe cuantificar para llegar a la categorĆa de bien? La Biblia nos da la respuesta en la historia de JosĆ©: No es suficiente solo āhacer el bienā, hay que tomar responsabilidad por otros.
Todos tenemos en algĆŗn momento un deseo de forma natural en nuestro interior por dar a otros y compartir en alguna medida. Incluso, las personas mĆ”s egoĆstas sienten a veces ganas de dar a los demĆ”s. El desafĆo de dar no es en realidad cuando tenemos ese deseo, sino cuando no nos apetece hacerlo. Sin embargo, cuando una persona toma responsabilidad por otro se estĆ” comprometiendo a darle incluso cuando no desee hacerlo.
En alguna manera tomar responsabilidad por otro significa acercarse a aquel que se ve decaĆdo, darle de su tiempo y sugerirle un modo concreto en el que se podrĆa ayudar. Quien estĆ© dispuesto a tomar responsabilidad por los demĆ”s en todas las Ć”reas de la vida, sin importar a dónde pueda llevarle eso, es realmente quien se puede considerar una persona recta.
II- Controla tu ira y aprende a edificar.
En el texto Ć”ureo encontramos a JosĆ© que tenĆa bien claro a dónde querĆa llegar con sus hermanos. Su objetivo no era hacerlos sentir mal, sino hacerlos reflexionar para bien. Por eso utilizó una estrategia para darse a conocer a ellos.
Cuando alguien estĆ” haciendo mal, siempre que vayamos a tratar con Ć©l, debemos hacernos la siguiente pregunta: ĀæCuĆ”l es mi intensión? Un hijo de Dios siempre va a buscar edificar a otros y no solo desahogar la ira por lo mal hecho. Los fundadores de las tribus de Israel, el pueblo de Dios, no podĆan ser tan malvados como los demĆ”s. DebĆan estar a la altura espiritual de su llamado, y JosĆ© querĆa armonizar con eso (Gn 45:5-8).
Sólo cuando se quiere que la voluntad de Dios guĆe a otros, es cuando nuestra intensión con ellos serĆ” desprovista de cualquier mal deseo.
III- Hay que saber vivir.
En Gn 47:8 Faraón pregunta: «¿CuĆ”ntos son los dĆas de los aƱos de tu vida?Ā». Esta no es una pregunta sin mucha importancia como algunos pudieran pensar, sino que va mĆ”s allĆ” de la simple retórica. Esta significa mĆ”s bien: āĀæCuĆ”ntos dĆas especiales has tenido a lo largo de la vida?ā. EstĆ” claro, el problema no es vivir, sino saber vivir.
ĀæQuiĆ©n cuenta jamĆ”s los dĆas de los aƱos que vive? (Gn 47:28). Sólo alguien que cada dĆa los ha vivido de manera especial. Si analizamos, estĆ” claro que en cada dĆa ocurren cosas buenas y malas, pero cuando se logra ver la mano de Dios se puede entender que tanto lo uno como lo otro ha sido de bendición[1].
Muchos piensan que saber vivir es tener metas, alegrĆas y muchas fiestas; sin embargo, Faraón se estĆ” refiriendo a los dĆas que se han vivido intensamente como si fuera el Ćŗltimo dĆa, esto es realmente saber vivir. Debemos comportarnos con nosotros mismos y con los demĆ”s como si fuera la Ćŗltima vez. ĀæCuĆ”ntos se lamentan de no haber tratado a alguien como debĆan antes de dejar de verlos? Esta es una realidad que muchas veces no se tiene en cuenta. Peroā¦, Āæse ha puesto pensar cómo serĆa el mundo si todos nos comportĆ”ramos como si fuera nuestro Ćŗltimo dĆa?
Preguntas:
1.- ¿CuÔntas personas a su alrededor pueden decir que sienten que usted les cuida?
2.- ¿Cómo ve usted que Jesús tomó cuidado de Judas y Pedro?
3.- Pruebe tratar a sus familiares y hermanos como si fuera el ultimo dĆa con ellos y cuĆ©ntele al grupo su experiencia.
GƩnesis 44.
1 Y ordenó expresamente al que estaba a cargo de su casa: Llena de comida los costales de estos varones, tanto como puedan llevar, y pon la plata de cada uno en la boca de su costal. 2 Y meted la copa de plata en la boca del costal del menor, con la plata de su grano. Y se hizo conforme a la palabra que habĆa hablado JosĆ©. 3 Cuando rayó el alba, fueron despedidos aquellos varones, ellos y sus asnos.
4 Salieron ellos de la ciudad, y no se habĆan alejado, cuando JosĆ© dijo al que estaba a cargo de su casa: LevĆ”ntate y persigue a esos hombres, los arrestarĆ”s y les dirĆ”s: ĀæPor quĆ© me habĆ©is pagado mal por bien? 5 ĀæPor quĆ© robasteis mi copa de plata? ĀæNo es esta en la cual bebe mi seƱor, y con lo que suele interpretar augurios? Mal habĆ©is obrado en lo que habĆ©is hecho. 6 AsĆ, los alcanzó y les habló estas palabras. 7 Y ellos le dijeron: ĀæPor quĆ© habla mi seƱor tales cosas? Ā”Lejos sea de tus siervos hacer cosa semejante! 8 He aquĆ, la plata que hallamos en la boca de nuestros costales, te la volvimos a traer desde la tierra de CanaĆ”n. ĀæCómo, pues, hurtarĆamos de la casa de tu seƱor plata u oro? 9 Aquel de tus siervos en quien sea hallada la copa, que muera, y nosotros tambiĆ©n seremos esclavos de mi seƱor. 10 Y Ć©l dijo: Sea ahora conforme a vuestras palabras, aquel en quien se halle la copa, llegarĆ” a ser mi esclavo, y vosotros serĆ©is inocentes.
11 Y se apresuraron, y bajando cada uno su costal a tierra, cada cual abrió su costal. 12 Registraba Ć©l del mayor al menor, y la copa fue hallada en el costal de BenjamĆn. 13 Ellos entonces se rasgaron las vestiduras. Y cada uno cargó su asno, y regresaron a la ciudad. 14 Y llegaron JudĆ” y sus hermanos a casa de JosĆ©, y Ć©l estaba aĆŗn allĆ, y cayeron a tierra ante Ć©l. 15 Y JosĆ© les dijo: ĀæQuĆ© acción es esta que habĆ©is hecho? ĀæNo sabĆ©is que un hombre como yo es capaz de adivinar? 16 Y dijo JudĆ”: ĀæQuĆ© diremos a mi seƱor? ĀæQuĆ© hablaremos? ĀæCómo nos justificaremos? Ha-Elohim ha descubierto la iniquidad de tus siervos. He aquĆ, somos esclavos de mi seƱor, nosotros, y tambiĆ©n aquel en cuya mano fue hallada la copa. 17 Pero Ć©l dijo: Lejos de mĆ el hacer esto, el hombre en cuya mano fue hallada la copa, Ć©l serĆ” mi esclavo. Vosotros subid en paz a vuestro padre.
18 Entonces JudĆ” se acercó a Ć©l, y dijo: Ā”Ay, seƱor mĆo! Tu siervo hablarĆ” palabra a oĆdos de mi seƱor, pero no se encienda tu ira contra tu siervo, porque tĆŗ eres como el mismo Faraón. 19 Mi seƱor ha preguntado a sus siervos, diciendo: ĀæTenĆ©is padre o hermano? 20 Y nosotros dijimos a mi seƱor: Tenemos un padre anciano, y un muchacho pequeƱo que le nació en su vejez, pues su hermano murió, solo Ć©l quedó de su madre, y su padre lo ama. 21 Y dijiste a tus siervos: Hacedlo bajar para que lo vea. 22 Y nosotros dijimos a mi seƱor: El muchacho no puede abandonar a su padre, porque si lo abandonara, su padre morirĆa. 23 Pero dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no baja con vosotros, no verĆ©is mĆ”s mi rostro. 24 Y aconteció que cuando subimos adonde mi padre, tu siervo, le referimos las palabras de mi seƱor. 25 Y nuestro padre dijo: Volved a comprar para nosotros un poco de alimento. 26 PeroĀ nosotros dijimos: No podemos bajar. Si nuestro hermano menor va con nosotros, bajaremos, porque no podremos ver el rostro de aquel hombre si no estĆ” con nosotros nuestro hermano menor. 27 Pero tu siervo, mi padre, nos dijo: Vosotros mismos sabĆ©is que mi mujer me dio a luz dos. 28 El uno salió de mi lado, y dije: Ciertamente fue despedazado. Y hasta ahora no lo he vuelto a ver. 29 Y si tomĆ”is tambiĆ©n a este de mi presencia y le sucede alguna desgracia, harĆ©is descender mis canas con dolor al Seol.
30 Y ahora, cuando llegue a tu siervo, mi padre, y el muchacho no estĆ© con nosotros, como su alma estĆ” ligada al alma de Ć©l, 31 sucederĆ” que cuando vea que el muchacho no estĆ” con nosotros, morirĆ”, y tus siervos habrĆ”n hecho descender con dolor al Seol las canas de tu siervo, nuestro padre. 32 Porque yo, tu siervo, quedĆ© como fiador del muchacho ante mi padre, diciendo: Si no te lo traigo, sea pecador ante mi padre todos los dĆas. 33 Y ahora, quede tu siervo en lugar del joven por esclavo de mi seƱor, pero que el joven suba con sus hermanos. 34 Porque Āæcómo subirĆ© yo hasta mi padre si el joven no estĆ” con nosotros? Ā”No vea el mal que le sobrevendrĆ” a mi padre!
āŗ44.2 la copa… TM aƱade mi copa. Se sigue LXX.
āŗ44.5 mi copa de plata? TM omite ĀæPor quĆ© robasteis mi copa de plata?
āŗ44.18 Tu siervo… TM aƱade Te ruego. Se sigue LXX.
āŗ44.33 Y ahora… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
GƩnesis 45.
1 No pudiendo ya contenerse ante quienes estaban a su lado, JosĆ© dijo: Ā”Salid todos de mi presencia! Y no quedó hombre con Ć©l cuando JosĆ© se dio a conocer a sus hermanos. 2 Entonces alzó su voz en llanto, y lo oyeron los egipcios y lo oyó la casa de Faraón. 3 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: Ā”Yo soy JosĆ©! ĀæVive aĆŗn mi padre? Y sus hermanos, conturbados, no pudieron responderle. 4 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: Ā”Acercaos a mĆ! Y ellos se acercaron, y Ć©l dijo: Yo soy vuestro hermano JosĆ©, a quien vendisteis para Egipto.
5 Ahora pues, no os entristezcĆ”is ni os parezca insoportable haberme vendido acĆ”, pues para preservar la vida me envió Elohim delante de vosotros. 6 Porque ya ha habido dos aƱos de hambruna sobre la tierra, y aĆŗn quedan cinco aƱos en que no habrĆ” siembra ni siega. 7 Por eso Elohim me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en esta tierra y para daros vida por medio de una gran liberación. 8 AsĆ que, no me enviasteis vosotros acĆ”, sino Elohim, quien me ha constituido como padre de Faraón, y seƱor de toda su casa, y gobernador en toda la tierra de Egipto. 9 Daos prisa, subid hasta mi padre, y decidle: AsĆ dice tu hijo JosĆ©: Elohim me ha puesto por seƱor de todo Egipto, desciende a mĆ, no te detengas, 10 y habitarĆ”s en la tierra de GosĆ©n, y estarĆ”s cerca de mĆ, tĆŗ y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus rebaƱos y tus vacadas y todo lo que tienes. 11 Y allĆ te sustentarĆ©, pues aĆŗn quedan cinco aƱos de hambruna, para que no caigas en la miseria tĆŗ y tu casa, y todo lo que tienes. 12 Y por cierto, vuestros ojos pueden ver, y los ojos de mi hermano BenjamĆn, que es mi boca la que os habla. 13 DeclararĆ©is a mi padre todo mi esplendor en Egipto y lo que habĆ©is visto. Ā”Daos prisa, y haced que mi padre descienda acĆ”! 14 Y se echó al cuello de su hermano BenjamĆn, y lloró, y BenjamĆn lloró en su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos. DespuĆ©s sus hermanos hablaron con Ć©l. 16 Y la voz fue oĆda en la casa de Faraón, diciendo: Ā”Han venido los hermanos de JosĆ©! Y resultó agradable a Faraón y a sus siervos. 17 Y dijo Faraón a JosĆ©: DĆ a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias y entrad en tierra de CanaĆ”n. 18 Luego tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mĆ, y yo os darĆ© lo bueno de la tierra de Egipto, y comerĆ©is de la abundancia del paĆs. 19 MĆ”ndales esto: Tomaos carros de la tierra de Egipto para vuestros pequeƱos y vuestras mujeres, y tomad a vuestro padre, y venid. 20 Y no os preocupĆ©is por vuestros enseres, porque lo mejor de Egipto es vuestro.
21 AsĆ lo hicieron los hijos de Israel, y JosĆ© les dio carros conforme a la orden de Faraón, y les dio provisión para el camino. 22 A todos ellos les dio doble vestido, pero a BenjamĆn le dio trescientas piezas de oro y cinco vestidos de lujo. 23 Y a su padre envió: Diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de pan para el viaje de su padre. 24 Y despidió a sus hermanos, y fueron encaminados, y les dijo: No discutĆ”is por el camino.
25 Subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de CanaĆ”n, a su padre Jacob, 26 y le anunciaron, diciendo: Ā”JosĆ© aĆŗn vive, y gobierna en toda la tierra de Egipto! Pero su corazón desmayó, pues no les creĆa. 27 Mas ellos le dijeron todas las palabras que JosĆ© les habĆa hablado, y al ver los carros que JosĆ© habĆa enviado para llevarlo, el espĆritu de su padre Jacob revivió. 28 Entonces dijo Israel: Ā”Basta! Ā”Mi hijo JosĆ© aĆŗn vive! Ā”IrĆ© y lo verĆ© antes de morir!
āŗ45.1 Salid todos… TM aƱade hombre. Se sigue LXX; se dio a conocer… āHch 7.13.
āŗ45.3 conturbados… TM aƱade de su presencia. Se sigue LXX.
āŗ45.5 Se sigue LXX.
āŗ45.10 tierra de GosĆ©n… Tierra muy fĆ©rtil situada en el Delta del Nilo.
āŗ45.9-11 āHch 7.14.
āŗ45.13 y lo que habĆ©is visto… TM aƱade todo. Se sigue LXX.
āŗ45.17 entrad… TM aƱade id, regresad. Se sigue LXX.
āŗ45.19 Tomaos… TM aƱade y haceos. Se sigue LXX.
āŗ45.20 lo mejor de Egipto… TM aƱade de toda la tierra. Se sigue LXX.
āŗ45.22 Se sigue LXX.
āŗ45.23 cargadas de pan… se refiere a alimentos en general. TM aƱade grano… vĆveres. Se sigue LXX.
āŗ45.24 no discutĆ”is… Heb. rĆ¢gaz. Otra traducción posible: no riƱƔis.
GƩnesis 46.
1Y partió Israel con todo lo que tenĆa. Y llegó a Beer-Seba, y ofreció sacrificios al Elohim de su padre Isaac. 2 Y habló Elohim a Israel en visión nocturna, y le dijo: Ā”Jacob! Ā”Jacob! Y Ć©l dijo: Heme aquĆ. 3 Y le dijo: Yo soy Elohim, el Elohim de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allĆ te convertirĆ© en una gran nación. 4 Yo descenderĆ© contigo a Egipto, y ciertamente Yo tambiĆ©n te harĆ© subir, y JosĆ© pondrĆ” sus manos sobre tus ojos.
5 Y se levantó Jacob de Beer-Seba, y los hijos de Israel hicieron subir a su padre, a sus pequeƱos y a sus mujeres en los carros que JosĆ© habĆa enviado para que lo llevaran. 6 Y tomaron sus ganados, y las pertenencias que habĆan adquirido en la tierra de CanaĆ”n, y se fueron a Egipto, Jacob, y toda su descendencia con Ć©l, 7 sus hijos y nietos, sus hijas y nietas. Y llevó toda su descendencia a Egipto.
8 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto: Jacob y sus hijos: RubĆ©n, el primogĆ©nito de Jacob. 9 Y los hijos de RubĆ©n: Hanoc, FalĆŗ, Hezrón y Carmi. 10 Y los hijos de Simeón: Jemuel, JamĆn, Ohad, JaquĆn, Zohar y SaĆŗl, hijo de la cananea. 11 Y los hijos de LevĆ: Gersón, Coat y Merari. 12 Y los hijos de JudĆ”: Er, OnĆ”n y Sela, Fares y Zara, aunque Er y OnĆ”n habĆan muerto en tierra de CanaĆ”n. Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul. 13 Los hijos de Isacar: Tola, FĆŗa, Iob y Simrón. 14 Y los hijos de Zabulón: Sered, Elón y Jahleel. 15 Estos fueron los hijos de Lea, los que ella le dio a luz a Jacob en Padan-Aram, ademĆ”s de su hija Dina. El total de personas de sus hijos e hijas fue treinta y tres.Ā 16 Y los hijos de Gad: Zifión, Hagui, Suni, Ezbón, Heri, Arodi y Areli. 17 Y los hijos de Aser: Jimna, IsĆŗa, IsĆŗi y Beria y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Beria: Heber y Malquiel. 18 Estos fueron los hijos de Zilpa, la que LabĆ”n dio a su hija Lea, y le dio a luz estos a Jacob, diecisĆ©is personas.Ā 19 Hijos de Raquel, mujer de Jacob: JosĆ© y BenjamĆn. 20 Y a JosĆ©, en la tierra de Egipto, le nacieron ManasĆ©s y EfraĆn, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. 21 Y los hijos de BenjamĆn fueron Bela, Bequer, Asbel, Gera, NaamĆ”n, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard. 22 Estos fueron los hijos de Raquel que nacieron a Jacob, catorce personas en total.Ā 23 Y los hijos de Dan: Husim. 24 Y los hijos de NeftalĆ: Jahzeel, Guni, Jezer y Silem.Ā 25 Estos fueron los hijos de Bilha, la que dio LabĆ”n a Raquel su hija, y ella dio a luz estos a Jacob, siete personas en total.Ā 26 Todas las personas que fueron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.Ā 27 Y los hijos de JosĆ©, que le nacieron en tierra egipcia fueron dos. Todas las almas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron setenta.
28 Y envió a JudÔ delante de él para su encuentro con José en la ciudad de Pitón, en tierra de Rameses. 29 Y José, unciendo sus carros, subió al encuentro de Israel, su padre, en la ciudad de Pitón. Y al verlo, lo abrazó y lloró largamente. 30 E Israel dijo a José: ”Ahora puedo morir, pues he visto tu rostro y aún estÔs vivo!
31 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: SubirĆ© a informar a Faraón y decirle: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de CanaĆ”n, han venido a mĆ. 32 Son pastores que cuidan del ganado, y han traĆdo sus rebaƱos, sus vacadas y todas sus posesiones.33 Cuando Faraón os llame y diga: ĀæCuĆ”l es vuestro oficio? 34 vosotros responderĆ©is: Tus siervos son pastores desde su juventud hasta ahora, lo mismo nosotros que nuestros padres. AsĆ podrĆ©is vivir en la tierra de GosĆ©n, porque todo pastor de ovejas es abominación para los egipcios.
āŗ46.4 JosĆ© pondrĆ” sus manos sobre tus ojos… TM registra la mano de José cerrarĆ” tus ojos. Se sigue LXX.
āŗ46.5 a su padre… TM aƱade Jacob. Se sigue LXX; JosĆ©… TM: Faraón. Se sigue LXX.
āŗ46.6 su descendencia… āHch 7.15.
āŗ46.7 Y llevó… TM aƱade con Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ46.20 ManasĆ©s y EfraĆn… ā41.50-52.
āŗ46.23 hijos… El plural hijos e hijas se usa como una frase fija āv. 15.
āŗ46.27 setenta… LXX registra setenta y cinco . Se sigue TM y PS.
āŗ46.28-29 Se sigue LXX.
āŗ46.29 y lo abrazó… TM aƱade echĆ”ndose sobre su cuello. Se sigue LXX.
āŗ46.31 a sus hermanos… TM aƱade y a la casa de su padre. Se sigue LXX.
āŗ46.32 Son pastores… TM aƱade de ovejas. Se sigue LXX.
āŗ46.33 Cuando… TM aƱade Y sucederĆ”. Se sigue LXX.
GƩnesis 47.
1 Fue, pues, José y anunció a Faraón, y le dijo: Mi padre y mis hermanos, sus rebaños y vacadas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de CanaÔn, y he aquà estÔn en la tierra de Gosén. 2 Y de entre sus hermanos tomó a cinco de ellos, y los presentó a Faraón. 3 Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿CuÔl es vuestro oficio? Y respondieron a Faraón: Tus siervos son pastores de ovejas, nosotros y nuestros padres. 4 Y dijeron a Faraón: Vinimos para habitar en esta tierra porque la hambruna aprieta en la tierra de CanaÔn y no hay pasto para las ovejas de tus siervos. Permite que tus siervos habiten en tierra de Gosén. 5 Y Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. 6 La tierra de Egipto estÔ delante de ti. Haz habitar a tu padre y a tus hermanos en la mejor tierra.
7 Y tomó JosĆ© a su padre Jacob y lo presentó a Faraón, y Jacob bendijo a Faraón. 8 Y Faraón preguntó a Jacob: ĀæCuĆ”ntos son los dĆas de los aƱos de tu vida? 9 Jacob respondió a Faraón: Los dĆas de los aƱos de mis peregrinaciones son ciento treinta aƱos. Pocos y malos han sido los dĆas de los aƱos de mi vida, y no han llegado a los dĆas de los aƱos de la vida de mis padres en los dĆas de sus peregrinaciones. 10 Y Jacob bendijo a Faraón y salió de su presencia.
11 JosĆ©, pues, hizo habitar a su padre y a sus hermanos dĆ”ndoles posesión en la tierra de Egipto, en la mejor tierra, en la tierra de Rameses, como habĆa ordenado Faraón. 12 Y abastecĆa JosĆ© a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, incluidos los pequeƱos.
13 Pero en el paĆs no habĆa alimento y la hambruna arreciaba, y la tierra de Egipto y la de CanaĆ”n desfallecĆan a causa de la hambruna. 14 Recogió, pues, JosĆ© toda la plata hallada en tierra de Egipto y tierra de CanaĆ”n, por el grano que compraban y que se les abastecĆa, y llevó JosĆ© toda la plata a la casa de Faraón. 15 Cuando se hubo acabado la plata de la tierra de Egipto y de la tierra de CanaĆ”n, todo Egipto acudió a JosĆ©, diciendo: Ā”Danos pan! ĀæPor quĆ© moriremos ante ti? Pues la plata se ha acabado. 16 Entonces dijo JosĆ©: Si se ha acabado la plata, entregad vuestro ganado, y yo os darĆ© por vuestro ganado. 17 Y llevaron sus ganados a JosĆ©. Y JosĆ© les dio pan por los caballos, por el ganado del rebaƱo, por el ganado de la vacada, y por los asnos. Y durante aquel aƱo les suministró alimento a cambio de todos sus ganados.
18 Finalizado aquel año, acudieron a él el segundo año, y le dijeron: No ocultamos a nuestro señor que, puesto que la plata se ha acabado, y también el ganado es de nuestro señor, nada queda delante de nuestro señor sino nuestro cuerpo y nuestro suelo. 19 ¿Por qué moriremos ante tus ojos como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros y nuestro suelo seremos esclavos de Faraón, pero danos semilla para que podamos vivir y no muramos, y la tierra no sea asolada.
20a Y JosĆ© compró para Faraón toda la tierra de los egipcios 22 exceptuando la tierra de los sacerdotes, que no compró, porque Faraón habĆa dado a los sacerdotes su ración, y de Faraón comĆan la ración que les daba. Por eso no tuvieron que vender sus campos. 20b Pero los egipcios vendieron sus campos a Faraón, pues la hambruna prevalecĆa contra ellos. Y la tierra llegó a ser de Faraón, 21 el cual sometió al pueblo como esclavos, desde un extremo a otro del territorio de Egipto. 23 JosĆ© dijo al pueblo: He aquĆ, hoy os he comprado a vosotros con vuestra tierra para Faraón. AhĆ tenĆ©is semilla para sembrar la tierra. 24 Cuando llegue la cosecha darĆ©is la quinta parte a Faraón, y las cuatro partes serĆ”n vuestras para sembrar el campo, para alimento vuestro y los que estĆ”n en vuestras casas. 25 Respondieron: Ā”Nos has dado la vida! Hallemos gracia a ojos de nuestro seƱor, y seamos siervos de Faraón. 26 Y JosĆ© lo estableció por estatuto sobre la tierra de Egipto hasta este dĆa: Faraón recibe la quinta parte. Solo la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de Faraón.
27 Y habitó Israel en el paĆs de Egipto, en tierra de GosĆ©n, y tomaron posesión en ella, y fueron fructificados y multiplicados en gran manera. 28 Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete aƱos, pues fueron los dĆas de Jacob, los aƱos de su vida, ciento cuarenta y siete aƱos.
29 Cuando se acercaba para Israel la hora de morir, llamó a su hijo José, y le dijo: Si hallé gracia ante tus ojos, pon tu mano bajo mi muslo, y harÔs conmigo la misericordia y el favor de no enterrarme en Egipto. 30 Cuando descanse con mis padres me llevarÔs de Egipto y me enterrarÔs en el sepulcro de ellos. Y respondió: Haré según tu palabra. 31 Pero insistió: ”Júramelo! Y se lo juró. Entonces Israel adoró sobre el extremo de su bordón.
āŗ47.4 Permite… TM aƱade te rogamos. Se sigue LXX.
āŗ47.6 la mejor tierra… TM aƱade se establezcan en tierra de GosĆ©n, y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos como mayorales de mi ganado. Se sigue LXX.
āŗ47.7 Jacob bendijo a Faraón… āHe 7.7.
āŗ47.8 los aƱos de tu vida?… Es decir, ĀæCuĆ”ntos aƱos tienes?
āŗ47.13 alimento… Lit. pan.
āŗ47.19 ante tus ojos… TM aƱade tanto nosotros. Se sigue LXX.
āŗ47.20-22 TM: secuencia incorrecta. No JosĆ©, sino Faraón es quien esclaviza a su propio pueblo. La secuencia correcta es 20a, 22, 20b, 21.
āŗ47.24 en vuestras casas… TM aƱade y para alimento de vuestros niƱos. Se sigue LXX.
āŗ47.29 pon tu mano… TM aƱade ahora. Se sigue LXX; no nterrarme… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
āŗ47.31 bordón… Se sigue LXX āHe 11.21.
GƩnesis 44.
1 Y ordenó expresamente al que estaba a cargo de su casa: Llena de comida los costales de estos varones, tanto como puedan llevar, y pon la plata de cada uno en la boca de su costal. 2 Y meted la copa de plata en la boca del costal del menor, con la plata de su grano. Y se hizo conforme a la palabra que habĆa hablado JosĆ©. 3 Cuando rayó el alba, fueron despedidos aquellos varones, ellos y sus asnos.
4 Salieron ellos de la ciudad, y no se habĆan alejado, cuando JosĆ© dijo al que estaba a cargo de su casa: LevĆ”ntate y persigue a esos hombres, los arrestarĆ”s y les dirĆ”s: ĀæPor quĆ© me habĆ©is pagado mal por bien? 5 ĀæPor quĆ© robasteis mi copa de plata? ĀæNo es esta en la cual bebe mi seƱor, y con lo que suele interpretar augurios? Mal habĆ©is obrado en lo que habĆ©is hecho. 6 AsĆ, los alcanzó y les habló estas palabras. 7 Y ellos le dijeron: ĀæPor quĆ© habla mi seƱor tales cosas? Ā”Lejos sea de tus siervos hacer cosa semejante! 8 He aquĆ, la plata que hallamos en la boca de nuestros costales, te la volvimos a traer desde la tierra de CanaĆ”n. ĀæCómo, pues, hurtarĆamos de la casa de tu seƱor plata u oro? 9 Aquel de tus siervos en quien sea hallada la copa, que muera, y nosotros tambiĆ©n seremos esclavos de mi seƱor. 10 Y Ć©l dijo: Sea ahora conforme a vuestras palabras, aquel en quien se halle la copa, llegarĆ” a ser mi esclavo, y vosotros serĆ©is inocentes.
11 Y se apresuraron, y bajando cada uno su costal a tierra, cada cual abrió su costal. 12 Registraba Ć©l del mayor al menor, y la copa fue hallada en el costal de BenjamĆn. 13 Ellos entonces se rasgaron las vestiduras. Y cada uno cargó su asno, y regresaron a la ciudad. 14 Y llegaron JudĆ” y sus hermanos a casa de JosĆ©, y Ć©l estaba aĆŗn allĆ, y cayeron a tierra ante Ć©l. 15 Y JosĆ© les dijo: ĀæQuĆ© acción es esta que habĆ©is hecho? ĀæNo sabĆ©is que un hombre como yo es capaz de adivinar? 16 Y dijo JudĆ”: ĀæQuĆ© diremos a mi seƱor? ĀæQuĆ© hablaremos? ĀæCómo nos justificaremos? Ha-Elohim ha descubierto la iniquidad de tus siervos. He aquĆ, somos esclavos de mi seƱor, nosotros, y tambiĆ©n aquel en cuya mano fue hallada la copa. 17 Pero Ć©l dijo: Lejos de mĆ el hacer esto, el hombre en cuya mano fue hallada la copa, Ć©l serĆ” mi esclavo. Vosotros subid en paz a vuestro padre.
18 Entonces JudĆ” se acercó a Ć©l, y dijo: Ā”Ay, seƱor mĆo! Tu siervo hablarĆ” palabra a oĆdos de mi seƱor, pero no se encienda tu ira contra tu siervo, porque tĆŗ eres como el mismo Faraón. 19 Mi seƱor ha preguntado a sus siervos, diciendo: ĀæTenĆ©is padre o hermano? 20 Y nosotros dijimos a mi seƱor: Tenemos un padre anciano, y un muchacho pequeƱo que le nació en su vejez, pues su hermano murió, solo Ć©l quedó de su madre, y su padre lo ama. 21 Y dijiste a tus siervos: Hacedlo bajar para que lo vea. 22 Y nosotros dijimos a mi seƱor: El muchacho no puede abandonar a su padre, porque si lo abandonara, su padre morirĆa. 23 Pero dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no baja con vosotros, no verĆ©is mĆ”s mi rostro. 24 Y aconteció que cuando subimos adonde mi padre, tu siervo, le referimos las palabras de mi seƱor. 25 Y nuestro padre dijo: Volved a comprar para nosotros un poco de alimento. 26 PeroĀ nosotros dijimos: No podemos bajar. Si nuestro hermano menor va con nosotros, bajaremos, porque no podremos ver el rostro de aquel hombre si no estĆ” con nosotros nuestro hermano menor. 27 Pero tu siervo, mi padre, nos dijo: Vosotros mismos sabĆ©is que mi mujer me dio a luz dos. 28 El uno salió de mi lado, y dije: Ciertamente fue despedazado. Y hasta ahora no lo he vuelto a ver. 29 Y si tomĆ”is tambiĆ©n a este de mi presencia y le sucede alguna desgracia, harĆ©is descender mis canas con dolor al Seol.
30 Y ahora, cuando llegue a tu siervo, mi padre, y el muchacho no estĆ© con nosotros, como su alma estĆ” ligada al alma de Ć©l, 31 sucederĆ” que cuando vea que el muchacho no estĆ” con nosotros, morirĆ”, y tus siervos habrĆ”n hecho descender con dolor al Seol las canas de tu siervo, nuestro padre. 32 Porque yo, tu siervo, quedĆ© como fiador del muchacho ante mi padre, diciendo: Si no te lo traigo, sea pecador ante mi padre todos los dĆas. 33 Y ahora, quede tu siervo en lugar del joven por esclavo de mi seƱor, pero que el joven suba con sus hermanos. 34 Porque Āæcómo subirĆ© yo hasta mi padre si el joven no estĆ” con nosotros? Ā”No vea el mal que le sobrevendrĆ” a mi padre!
āŗ44.2 la copa… TM aƱade mi copa. Se sigue LXX.
āŗ44.5 mi copa de plata? TM omite ĀæPor quĆ© robasteis mi copa de plata?
āŗ44.18 Tu siervo… TM aƱade Te ruego. Se sigue LXX.
āŗ44.33 Y ahora… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
GƩnesis 45.
1 No pudiendo ya contenerse ante quienes estaban a su lado, JosĆ© dijo: Ā”Salid todos de mi presencia! Y no quedó hombre con Ć©l cuando JosĆ© se dio a conocer a sus hermanos. 2 Entonces alzó su voz en llanto, y lo oyeron los egipcios y lo oyó la casa de Faraón. 3 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: Ā”Yo soy JosĆ©! ĀæVive aĆŗn mi padre? Y sus hermanos, conturbados, no pudieron responderle. 4 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: Ā”Acercaos a mĆ! Y ellos se acercaron, y Ć©l dijo: Yo soy vuestro hermano JosĆ©, a quien vendisteis para Egipto.
5 Ahora pues, no os entristezcĆ”is ni os parezca insoportable haberme vendido acĆ”, pues para preservar la vida me envió Elohim delante de vosotros. 6 Porque ya ha habido dos aƱos de hambruna sobre la tierra, y aĆŗn quedan cinco aƱos en que no habrĆ” siembra ni siega. 7 Por eso Elohim me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en esta tierra y para daros vida por medio de una gran liberación. 8 AsĆ que, no me enviasteis vosotros acĆ”, sino Elohim, quien me ha constituido como padre de Faraón, y seƱor de toda su casa, y gobernador en toda la tierra de Egipto. 9 Daos prisa, subid hasta mi padre, y decidle: AsĆ dice tu hijo JosĆ©: Elohim me ha puesto por seƱor de todo Egipto, desciende a mĆ, no te detengas, 10 y habitarĆ”s en la tierra de GosĆ©n, y estarĆ”s cerca de mĆ, tĆŗ y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus rebaƱos y tus vacadas y todo lo que tienes. 11 Y allĆ te sustentarĆ©, pues aĆŗn quedan cinco aƱos de hambruna, para que no caigas en la miseria tĆŗ y tu casa, y todo lo que tienes. 12 Y por cierto, vuestros ojos pueden ver, y los ojos de mi hermano BenjamĆn, que es mi boca la que os habla. 13 DeclararĆ©is a mi padre todo mi esplendor en Egipto y lo que habĆ©is visto. Ā”Daos prisa, y haced que mi padre descienda acĆ”! 14 Y se echó al cuello de su hermano BenjamĆn, y lloró, y BenjamĆn lloró en su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos. DespuĆ©s sus hermanos hablaron con Ć©l. 16 Y la voz fue oĆda en la casa de Faraón, diciendo: Ā”Han venido los hermanos de JosĆ©! Y resultó agradable a Faraón y a sus siervos. 17 Y dijo Faraón a JosĆ©: DĆ a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias y entrad en tierra de CanaĆ”n. 18 Luego tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mĆ, y yo os darĆ© lo bueno de la tierra de Egipto, y comerĆ©is de la abundancia del paĆs. 19 MĆ”ndales esto: Tomaos carros de la tierra de Egipto para vuestros pequeƱos y vuestras mujeres, y tomad a vuestro padre, y venid. 20 Y no os preocupĆ©is por vuestros enseres, porque lo mejor de Egipto es vuestro.
21 AsĆ lo hicieron los hijos de Israel, y JosĆ© les dio carros conforme a la orden de Faraón, y les dio provisión para el camino. 22 A todos ellos les dio doble vestido, pero a BenjamĆn le dio trescientas piezas de oro y cinco vestidos de lujo. 23 Y a su padre envió: Diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de pan para el viaje de su padre. 24 Y despidió a sus hermanos, y fueron encaminados, y les dijo: No discutĆ”is por el camino.
25 Subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de CanaĆ”n, a su padre Jacob, 26 y le anunciaron, diciendo: Ā”JosĆ© aĆŗn vive, y gobierna en toda la tierra de Egipto! Pero su corazón desmayó, pues no les creĆa. 27 Mas ellos le dijeron todas las palabras que JosĆ© les habĆa hablado, y al ver los carros que JosĆ© habĆa enviado para llevarlo, el espĆritu de su padre Jacob revivió. 28 Entonces dijo Israel: Ā”Basta! Ā”Mi hijo JosĆ© aĆŗn vive! Ā”IrĆ© y lo verĆ© antes de morir!
āŗ45.1 Salid todos… TM aƱade hombre. Se sigue LXX; se dio a conocer… āHch 7.13.
āŗ45.3 conturbados… TM aƱade de su presencia. Se sigue LXX.
āŗ45.5 Se sigue LXX.
āŗ45.10 tierra de GosĆ©n… Tierra muy fĆ©rtil situada en el Delta del Nilo.
āŗ45.9-11 āHch 7.14.
āŗ45.13 y lo que habĆ©is visto… TM aƱade todo. Se sigue LXX.
āŗ45.17 entrad… TM aƱade id, regresad. Se sigue LXX.
āŗ45.19 Tomaos… TM aƱade y haceos. Se sigue LXX.
āŗ45.20 lo mejor de Egipto… TM aƱade de toda la tierra. Se sigue LXX.
āŗ45.22 Se sigue LXX.
āŗ45.23 cargadas de pan… se refiere a alimentos en general. TM aƱade grano… vĆveres. Se sigue LXX.
āŗ45.24 no discutĆ”is… Heb. rĆ¢gaz. Otra traducción posible: no riƱƔis.
GƩnesis 46.
1Y partió Israel con todo lo que tenĆa. Y llegó a Beer-Seba, y ofreció sacrificios al Elohim de su padre Isaac. 2 Y habló Elohim a Israel en visión nocturna, y le dijo: Ā”Jacob! Ā”Jacob! Y Ć©l dijo: Heme aquĆ. 3 Y le dijo: Yo soy Elohim, el Elohim de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allĆ te convertirĆ© en una gran nación. 4 Yo descenderĆ© contigo a Egipto, y ciertamente Yo tambiĆ©n te harĆ© subir, y JosĆ© pondrĆ” sus manos sobre tus ojos.
5 Y se levantó Jacob de Beer-Seba, y los hijos de Israel hicieron subir a su padre, a sus pequeƱos y a sus mujeres en los carros que JosĆ© habĆa enviado para que lo llevaran. 6 Y tomaron sus ganados, y las pertenencias que habĆan adquirido en la tierra de CanaĆ”n, y se fueron a Egipto, Jacob, y toda su descendencia con Ć©l, 7 sus hijos y nietos, sus hijas y nietas. Y llevó toda su descendencia a Egipto.
8 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto: Jacob y sus hijos: RubĆ©n, el primogĆ©nito de Jacob. 9 Y los hijos de RubĆ©n: Hanoc, FalĆŗ, Hezrón y Carmi. 10 Y los hijos de Simeón: Jemuel, JamĆn, Ohad, JaquĆn, Zohar y SaĆŗl, hijo de la cananea. 11 Y los hijos de LevĆ: Gersón, Coat y Merari. 12 Y los hijos de JudĆ”: Er, OnĆ”n y Sela, Fares y Zara, aunque Er y OnĆ”n habĆan muerto en tierra de CanaĆ”n. Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul. 13 Los hijos de Isacar: Tola, FĆŗa, Iob y Simrón. 14 Y los hijos de Zabulón: Sered, Elón y Jahleel. 15 Estos fueron los hijos de Lea, los que ella le dio a luz a Jacob en Padan-Aram, ademĆ”s de su hija Dina. El total de personas de sus hijos e hijas fue treinta y tres.Ā 16 Y los hijos de Gad: Zifión, Hagui, Suni, Ezbón, Heri, Arodi y Areli. 17 Y los hijos de Aser: Jimna, IsĆŗa, IsĆŗi y Beria y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Beria: Heber y Malquiel. 18 Estos fueron los hijos de Zilpa, la que LabĆ”n dio a su hija Lea, y le dio a luz estos a Jacob, diecisĆ©is personas.Ā 19 Hijos de Raquel, mujer de Jacob: JosĆ© y BenjamĆn. 20 Y a JosĆ©, en la tierra de Egipto, le nacieron ManasĆ©s y EfraĆn, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. 21 Y los hijos de BenjamĆn fueron Bela, Bequer, Asbel, Gera, NaamĆ”n, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard. 22 Estos fueron los hijos de Raquel que nacieron a Jacob, catorce personas en total.Ā 23 Y los hijos de Dan: Husim. 24 Y los hijos de NeftalĆ: Jahzeel, Guni, Jezer y Silem.Ā 25 Estos fueron los hijos de Bilha, la que dio LabĆ”n a Raquel su hija, y ella dio a luz estos a Jacob, siete personas en total.Ā 26 Todas las personas que fueron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.Ā 27 Y los hijos de JosĆ©, que le nacieron en tierra egipcia fueron dos. Todas las almas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron setenta.
28 Y envió a JudÔ delante de él para su encuentro con José en la ciudad de Pitón, en tierra de Rameses. 29 Y José, unciendo sus carros, subió al encuentro de Israel, su padre, en la ciudad de Pitón. Y al verlo, lo abrazó y lloró largamente. 30 E Israel dijo a José: ”Ahora puedo morir, pues he visto tu rostro y aún estÔs vivo!
31 Y dijo JosĆ© a sus hermanos: SubirĆ© a informar a Faraón y decirle: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de CanaĆ”n, han venido a mĆ. 32 Son pastores que cuidan del ganado, y han traĆdo sus rebaƱos, sus vacadas y todas sus posesiones.33 Cuando Faraón os llame y diga: ĀæCuĆ”l es vuestro oficio? 34 vosotros responderĆ©is: Tus siervos son pastores desde su juventud hasta ahora, lo mismo nosotros que nuestros padres. AsĆ podrĆ©is vivir en la tierra de GosĆ©n, porque todo pastor de ovejas es abominación para los egipcios.
āŗ46.4 JosĆ© pondrĆ” sus manos sobre tus ojos… TM registra la mano de José cerrarĆ” tus ojos. Se sigue LXX.
āŗ46.5 a su padre… TM aƱade Jacob. Se sigue LXX; JosĆ©… TM: Faraón. Se sigue LXX.
āŗ46.6 su descendencia… āHch 7.15.
āŗ46.7 Y llevó… TM aƱade con Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ46.20 ManasĆ©s y EfraĆn… ā41.50-52.
āŗ46.23 hijos… El plural hijos e hijas se usa como una frase fija āv. 15.
āŗ46.27 setenta… LXX registra setenta y cinco . Se sigue TM y PS.
āŗ46.28-29 Se sigue LXX.
āŗ46.29 y lo abrazó… TM aƱade echĆ”ndose sobre su cuello. Se sigue LXX.
āŗ46.31 a sus hermanos… TM aƱade y a la casa de su padre. Se sigue LXX.
āŗ46.32 Son pastores… TM aƱade de ovejas. Se sigue LXX.
āŗ46.33 Cuando… TM aƱade Y sucederĆ”. Se sigue LXX.
GƩnesis 47.
1 Fue, pues, José y anunció a Faraón, y le dijo: Mi padre y mis hermanos, sus rebaños y vacadas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de CanaÔn, y he aquà estÔn en la tierra de Gosén. 2 Y de entre sus hermanos tomó a cinco de ellos, y los presentó a Faraón. 3 Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿CuÔl es vuestro oficio? Y respondieron a Faraón: Tus siervos son pastores de ovejas, nosotros y nuestros padres. 4 Y dijeron a Faraón: Vinimos para habitar en esta tierra porque la hambruna aprieta en la tierra de CanaÔn y no hay pasto para las ovejas de tus siervos. Permite que tus siervos habiten en tierra de Gosén. 5 Y Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. 6 La tierra de Egipto estÔ delante de ti. Haz habitar a tu padre y a tus hermanos en la mejor tierra.
7 Y tomó JosĆ© a su padre Jacob y lo presentó a Faraón, y Jacob bendijo a Faraón. 8 Y Faraón preguntó a Jacob: ĀæCuĆ”ntos son los dĆas de los aƱos de tu vida? 9 Jacob respondió a Faraón: Los dĆas de los aƱos de mis peregrinaciones son ciento treinta aƱos. Pocos y malos han sido los dĆas de los aƱos de mi vida, y no han llegado a los dĆas de los aƱos de la vida de mis padres en los dĆas de sus peregrinaciones. 10 Y Jacob bendijo a Faraón y salió de su presencia.
11 JosĆ©, pues, hizo habitar a su padre y a sus hermanos dĆ”ndoles posesión en la tierra de Egipto, en la mejor tierra, en la tierra de Rameses, como habĆa ordenado Faraón. 12 Y abastecĆa JosĆ© a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, incluidos los pequeƱos.
13 Pero en el paĆs no habĆa alimento y la hambruna arreciaba, y la tierra de Egipto y la de CanaĆ”n desfallecĆan a causa de la hambruna. 14 Recogió, pues, JosĆ© toda la plata hallada en tierra de Egipto y tierra de CanaĆ”n, por el grano que compraban y que se les abastecĆa, y llevó JosĆ© toda la plata a la casa de Faraón. 15 Cuando se hubo acabado la plata de la tierra de Egipto y de la tierra de CanaĆ”n, todo Egipto acudió a JosĆ©, diciendo: Ā”Danos pan! ĀæPor quĆ© moriremos ante ti? Pues la plata se ha acabado. 16 Entonces dijo JosĆ©: Si se ha acabado la plata, entregad vuestro ganado, y yo os darĆ© por vuestro ganado. 17 Y llevaron sus ganados a JosĆ©. Y JosĆ© les dio pan por los caballos, por el ganado del rebaƱo, por el ganado de la vacada, y por los asnos. Y durante aquel aƱo les suministró alimento a cambio de todos sus ganados.
18 Finalizado aquel año, acudieron a él el segundo año, y le dijeron: No ocultamos a nuestro señor que, puesto que la plata se ha acabado, y también el ganado es de nuestro señor, nada queda delante de nuestro señor sino nuestro cuerpo y nuestro suelo. 19 ¿Por qué moriremos ante tus ojos como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros y nuestro suelo seremos esclavos de Faraón, pero danos semilla para que podamos vivir y no muramos, y la tierra no sea asolada.
20a Y JosĆ© compró para Faraón toda la tierra de los egipcios 22 exceptuando la tierra de los sacerdotes, que no compró, porque Faraón habĆa dado a los sacerdotes su ración, y de Faraón comĆan la ración que les daba. Por eso no tuvieron que vender sus campos. 20b Pero los egipcios vendieron sus campos a Faraón, pues la hambruna prevalecĆa contra ellos. Y la tierra llegó a ser de Faraón, 21 el cual sometió al pueblo como esclavos, desde un extremo a otro del territorio de Egipto. 23 JosĆ© dijo al pueblo: He aquĆ, hoy os he comprado a vosotros con vuestra tierra para Faraón. AhĆ tenĆ©is semilla para sembrar la tierra. 24 Cuando llegue la cosecha darĆ©is la quinta parte a Faraón, y las cuatro partes serĆ”n vuestras para sembrar el campo, para alimento vuestro y los que estĆ”n en vuestras casas. 25 Respondieron: Ā”Nos has dado la vida! Hallemos gracia a ojos de nuestro seƱor, y seamos siervos de Faraón. 26 Y JosĆ© lo estableció por estatuto sobre la tierra de Egipto hasta este dĆa: Faraón recibe la quinta parte. Solo la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de Faraón.
27 Y habitó Israel en el paĆs de Egipto, en tierra de GosĆ©n, y tomaron posesión en ella, y fueron fructificados y multiplicados en gran manera. 28 Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete aƱos, pues fueron los dĆas de Jacob, los aƱos de su vida, ciento cuarenta y siete aƱos.
29 Cuando se acercaba para Israel la hora de morir, llamó a su hijo José, y le dijo: Si hallé gracia ante tus ojos, pon tu mano bajo mi muslo, y harÔs conmigo la misericordia y el favor de no enterrarme en Egipto. 30 Cuando descanse con mis padres me llevarÔs de Egipto y me enterrarÔs en el sepulcro de ellos. Y respondió: Haré según tu palabra. 31 Pero insistió: ”Júramelo! Y se lo juró. Entonces Israel adoró sobre el extremo de su bordón.
āŗ47.4 Permite… TM aƱade te rogamos. Se sigue LXX.
āŗ47.6 la mejor tierra… TM aƱade se establezcan en tierra de GosĆ©n, y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos como mayorales de mi ganado. Se sigue LXX.
āŗ47.7 Jacob bendijo a Faraón… āHe 7.7.
āŗ47.8 los aƱos de tu vida?… Es decir, ĀæCuĆ”ntos aƱos tienes?
āŗ47.13 alimento… Lit. pan.
āŗ47.19 ante tus ojos… TM aƱade tanto nosotros. Se sigue LXX.
āŗ47.20-22 TM: secuencia incorrecta. No JosĆ©, sino Faraón es quien esclaviza a su propio pueblo. La secuencia correcta es 20a, 22, 20b, 21.
āŗ47.24 en vuestras casas… TM aƱade y para alimento de vuestros niƱos. Se sigue LXX.
āŗ47.29 pon tu mano… TM aƱade ahora. Se sigue LXX; no nterrarme… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
āŗ47.31 bordón… Se sigue LXX āHe 11.21.
Job 3.
1 DespuĆ©s de esto, Job abrió su boca y maldijo su dĆa, 2 diciendo:
3 Perezca el dĆa en que nacĆ y la noche que dijeron: Ā”He aquĆ varón!Ā 4 Sea aquel dĆa tiniebla, no pregunte DIOS (Eloha) por Ć©l desde lo alto, ni la luz resplandezca sobre Ć©l.Ā 5 ReclĆ”melo la tiniebla y la sombra de muerte; espĆ”ntelo la nube cual amargo dĆa,Ā 6 y que una densa tiniebla se apodere de esa noche; no se alegre entre los dĆas del aƱo ni se cuente en el nĆŗmero de los meses. 7 Sea esa noche estĆ©ril y no haya en ella regocijo,Ā 8 maldĆgala el que maldice aquel dĆa, el que se apresta a subyugar al gran Cetus.Ā 9 OscurĆ©zcanse las estrellas de su alborada para que busque la luz, y no halle ninguna, ni contemple los pĆ”rpados de la aurora,Ā 10 por cuanto no cerró las puertas de la matriz que fue mĆa, ni escondió de mis ojos la miseria.Ā 11 ĀæPor quĆ© no morĆ yo en la matriz, o expirĆ© al salir del vientre?Ā 12 ĀæPor quĆ© hallĆ© unas rodillas que me acogieran y unos pechos que meĀ amamantaran?Ā 13 Pues ahora yacerĆa tranquilo, y dormido descansarĆa,Ā 14 con reyes y consejeros de la tierra, que edificaron palacios que hoy son ruinas,Ā 15 o con prĆncipes ricos en oro, que llenaron de plata sus palacios.Ā 16 Ā”Oh!, Āæpor quĆ© no fui escondido cual abortivo, o como fetos que nunca vieron luz?Ā 17 AllĆ dejan de perturbar los malvados, allĆ descansan los de agotadas fuerzas,Ā 18 a una con los cautivos gozan del reposo, sin oĆr la voz del capataz.Ā 19 AllĆ estĆ”n el pequeƱo y el grande, y el esclavo estĆ” libre de su amo.Ā 20 ĀæPor quĆ© se da luz al desdichado, y vida a los de alma amargada,Ā 21 a los que ansĆan la muerte, y no les llega, aunque la buscan mĆ”s que a tesoros escondidos.Ā 22 A los que se alegran en extremo, y se regocijan al hallar la tumba.Ā 23 Al hombre que le estĆ”n ocultos sus caminos, y a quien DIOS (Eloah) tiene acorralado?Ā 24 Porque en lugar de mi pan, viene mi suspiro, y mis gemidos se derraman como aguas,Ā 25 porque lo que temĆa me ha sobrevenido, y lo que recelaba me ha llegado.Ā 26 Ā”No tengo paz ni tranquilidad ni reposo, sino solo turbación!
āŗ3.2 Se sigue LXX.
āŗ3.4 Eloah… Singular absoluto de Elohim.
āŗ3.8 el que maldice… El que se apresta… Esto es, Dios āv. 4; Cetus… Se sigue LXX āAp 20.1-3; 2P 2.10.
āŗ3.21 y no les llega… Lit. no la hay
Job 4.
1 Entonces intervino Elifaz temanita y dijo:
2 Si intentamos razonar contigo, te serĆ” molesto.Ā Pero, ĀæquiĆ©n puede contener las palabras?Ā 3 He aquĆ, tĆŗ enseƱabas a muchos, y fortalecĆas las manos dĆ©biles.Ā 4 Tus palabras sostenĆan al que tambaleaba, y afirmabas las rodillas decaĆdas.Ā 5 Pero ahora que te llega a ti, te desalientas, te ha tocado a ti, y te turbas.Ā 6 ĀæNo es tu temor tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?Ā 7 Te ruego que consideres, ĀæquiĆ©n pereció jamĆ”s siendo inocente? O, Āædónde fueron los justos destruidos?Ā 8 SegĆŗn tengo visto, quienes aran iniquidad, y siembran aflicción, la cosechan.Ā 9 Por el aliento de DIOS (Eloah) perecen, y por el soplo de su ira son consumidos. 10 Aunque ruja el león y el cachorro le haga coro, la arrogancia del dragón es extinguida. 11 El león viejo perece por falta de presa, y los cachorros de la leona se dispersan. 12 Pero, si alguna palabra verdadera hubiera surgido en tus dichos, ninguno de estos males te habrĆa acontecido. ĀæAcaso no aceptarĆ” mi oĆdo sus revelaciones? 13 En pensamientos de visiones nocturnas, cuando el sueƱo profundo se adueƱa de los varones, 14 un terror se apoderó de mĆ, y temblando, todos mis huesos se estremecieron: 15 Un espĆritu (ruaj) pasa ante mi rostro, que eriza el pelo de mi carne. 16 Se detiene, pero no puedo distinguir su semblante: Una apariencia estĆ” delante de mis ojos, hay silencio… y oigo una voz: 17 ĀæEl hombre (enos) harĆ” mĆ”s justicia (tzedeq) que DIOS (Eloah)? ĀæEl hombre adulto, mĆ”s puro que su Hacedor? 18 He aquĆ, en sus siervos no confĆa, y en sus Ć”ngeles notó perversidad, 19 Ā”CuĆ”nto menos en quienes habitan en casas de barro cimentadas en el polvo, desmenuzados por la polilla! 20 Entre la maƱana y la tarde son destruidos, y sin que nadie se dĆ© cuenta, perecen para siempre. 21 ĀæNo les son arrancadas las cuerdas de sus tiendas? En ellas mueren, pero no con sabidurĆa.
āŗ4.10 TMāLXX.
āŗ4.12 Se sigue LXX.
Job 5.
1 Ā”Clama ahora! ĀæHabrĆ” quiĆ©n te responda? ĀæA cuĆ”l de los santos acudirĆ”s? 2 Ciertamente el enojo mata al necio, y la envidia carcome al simple. 3 He visto al necio echar raĆces, pero al punto maldije su morada. 4 Sus hijos estĆ”n lejos de toda seguridad, y son aplastados en la puerta sin que nadie los defienda. 5 Los hambrientos devoran su cosecha, sacĆ”ndola aun de entre los espinos, y los sedientos sorben su fortuna. 6 Porque no sale del polvo la miseria, ni las desdichas brotan de la tierra (adamĆ”), 7 sino que es el adam quien nace para la aflicción, como las chispas para alzar el vuelo. 8 Si yo fuera tĆŗ, me dirigirĆa a DIOS, delante de Adonai expondrĆa mi causa, 9 que hace prodigios inescrutables, y maravillas sin nĆŗmero: 10 Da lluvia a la tierra (ertez), riega los campos, 11 exalta a los humildes, da lugar seguro a los afligidos, 12 malogra los planes del astuto para que fracase su propósito, 13 prende al pĆcaro en su propia astucia, y trastorna las intrigas del taimado. 14 En pleno dĆa, tropiezan con la tiniebla, a plena luz, andan a tientas como de noche. 15 AsĆ salva al pobre de la lengua afilada, y de la mano de los poderosos. 16 AsĆ el desvalido conserva la esperanza, y la iniquidad tiene que cerrar su boca. 17 Dichoso el hombre (enos) a quien DIOS (Eloah) disciplina: No menosprecies la corrección de Shadday, 18 porque Ćl mismo hace estar en dolor, y restaura, hiere, pero sus manos sanan. 19 De seis tribulaciones te librarĆ”, y aun en siete no te tocarĆ” el mal: 20 Durante la hambruna te salvarĆ” de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada. 21 EstarĆ”s a cubierto del azote de la lengua, y no temerĆ”s cuando llegue el desastre. 22 Te reirĆ”s del estrago y del hambre, y no temerĆ”s a las fieras de la tierra, 23 pues las bestias del campo vivirĆ”n en paz contigo. 24 TendrĆ”s paz en tu tienda, y al recorrer tu morada, no echarĆ”s a faltar nada. 25 VerĆ”s asimismo una descendencia numerosa, y que tu prole es como la hierba de la tierra (ertez). 26 IrĆ”s al sepulcro como trigo maduro, cortado en sazón, como la gavilla que se recoge en su momento. 27 He aquĆ, todo esto hemos indagado, y asĆ es. Ćyelo, y aplĆcatelo.
āŗ5.8 Adonai… Se sigue LXX.
āŗ5.23, 26 Se sigue LXX.
Job 6.
1 Respondió entonces Job, y dijo:
2 Ā”Oh, si pudiera pesarse mi vejación, y con mi calamidad las pusieran juntas en balanza!Ā 3 Ā”PesarĆan ahora mĆ”s que la arena del mar!Ā Por eso mis palabras son desatinadas,Ā 4 porque las saetas de Shadday estĆ”n clavadas en mĆ.Ā Y mi espĆritu (ruaj) sorbe su veneno, y los terrores de DIOS (Eloah) se alistan contra mĆ en orden de batalla.Ā 5 ĀæRebuznarĆ” el asno montĆ©s junto a la hierba?Ā ĀæMugirĆ” el buey junto a su pasto?Ā 6 ĀæSe comerĆ” lo insĆpido sin sal?Ā ĀæHay sabor en la clara del huevo?Ā 7 Las cosas que mi alma (nefesh) rehusaba tocar, son ahora mi alimento nauseabundo.Ā 8 QuiĆ©n me diera tener mi petición, y que DIOS (Eloah) me otorgara lo que tanto anhelo:Ā 9 Ā”Que DIOS (Eloah) se dignara aplastarme, y soltara su mano para acabar conmigo!Ā 10 Eso serĆa mi consuelo, y aun en medio de un dolor que no da tregua, saltarĆa de gozo, porque no he negado los dichos del Santo (qadosh). 11 ĀæCuĆ”l es mi fortaleza, para que siga esperando?Ā ĀæCuĆ”l es mi propósito, para que tenga aĆŗn paciencia?Ā 12 ĀæEs mi fortaleza la de las piedras, o es de bronce mi carne?Ā 13 He aquĆ, no encuentro en mĆ ayuda alguna, y todo auxilio ha sido alejado de mĆ.Ā 14 Para el abatido es la lealtad de los amigos, aunque haya abandonado el temor de Shadday.Ā 15 Mis hermanos me traicionaron cual torrente, Como corriente de arroyos pasajeros,Ā 16 que van turbios a causa del deshielo, y de la nieve que se deshace en ellos.Ā 17 Al momento del calor, se desvanecen, y al calentarse, se extinguen en su cauce.Ā 18 Se apartan de la senda de su rumbo, se evaporan en la nada, y se pierden.Ā 19 Las caravanas de TemĆ”n los otean, los caminantes de SabĆ” tienen puesta su esperanza en ellos.Ā 20 Son avergonzados por lo mismo en que confiaban, pues llegan hasta ellos, y quedan defraudados.Ā 21 AsĆ vosotros, no sois nada.Ā HabĆ©is visto algo terrible y temĆ©is.Ā 22 ĀæEs acaso porque dije: Dadme algo, o: De vuestra hacienda sobornad a favor mĆo,Ā 23 o: Libradme de manos del adversario, o: Rescatadme del poder del opresor?Ā 24 Instruidme, y callarĆ©.Ā Hacedme entender en quĆ© he errado.Ā 25 Los dichos probos son fuertes, pero, ĀæquĆ© reprende vuestra reprensión?Ā 26 CriticĆ”is meros vocablos, porque viento, nada mĆ”s, son los dichos de un desesperado.Ā 27 Hasta sobre un huĆ©rfano echarĆais suertes, y tratarĆais el precio del amigo.Ā 28 Ahora pues, dignaos mirarme de frente,Ā ĀæMentirĆ© aun ante vuestro rostro?Ā 29 Ā”Tornad, os ruego!Ā Ā”No haya injusticias!Ā Ā”Tornad, sĆ! Pues va en ello mi justicia.Ā 30 ĀæAcaso hay injusticia en mi lengua, yĀ mi paladar no puede distinguir lo inicuo?
āŗ6.4 Se inserta clavadas para suplir elipsis del original; Eloah… Singular absoluto de Elohim.
āŗ6.6 Otra traducción posible: el jugo del malvavisco.
āŗ6.7 nauseabundo… Tanto el lĆ©xico como la construcción gramatical y el sentido de toda la porción son de difĆcil traducción.
āŗ6.10 negado… Lit. ocultado.
āŗ6.21 AsĆ vosotros… Es decir, como el arroyo āv. 15.
āŗ6.26 Se inserta nada mĆ”s para suplir elipsis del original.
Job 7.
1 ĀæNo es una milicia el destino del hombre en la tierra?Ā ĀæNo son sus dĆas como los dĆas de un jornalero?Ā 2 Como un esclavo que anhela la sombra, y como un jornalero que espera su paga,Ā 3 asĆ he heredado yo meses de vaciedad, y noches de aflicción me fueron asignadas.Ā 4 Si me acuesto, entonces digo:Ā ĀæCuĆ”ndo me levantarĆ©?Ā Y la noche se alarga, y me harto de dar vueltas hasta el alba.Ā 5 Mi carne estĆ” vestida de gusanos y de costra polvorienta, mi piel agrietada y repugnante.Ā 6 Mis dĆas se me van mĆ”s veloces que la lanzadera, y se me acaban por falta de hilo.Ā 7 Ā”AcuĆ©rdate de que mi vida es un soplo, y que mis ojos no volverĆ”n a ver el bien!Ā 8 El ojo del que me ve, ya no me verĆ” mĆ”s, tus ojos se fijarĆ”n en mĆ, pero ya no existirĆ©.Ā 9 Como la nube se deshace y se va, asĆ quien baja al Seol, no vuelve mĆ”s. 10 No retorna mĆ”s a su morada, ni su lugar lo reconoce ya.Ā 11 Por tanto, no refrenarĆ© mi boca, hablarĆ© en la angustia de mi espĆritu (ruaj), me quejarĆ© en la amargura de mi alma (nefesh).Ā 12 ĀæSoy yo acaso el mar, o el monstruo marino,Ā para que pongas guardia sobre mĆ?Ā 13 Si digo: Me consolarĆ” mi lecho, mi cama aliviarĆ” mi queja;Ā 14 entonces me aterras con sueƱos y me turbas con visiones. 15 De manera que mi alma prefiere la estrangulación y la muerte, antes que estos huesos mĆos.Ā 16 Ā”Abomino la vida!Ā Ā”No quiero vivir ya!Ā Ā”DĆ©jame, mis dĆas son vanidad!Ā 17 ĀæQuĆ© es el mortal, para que lo engrandezcas, y pongas en Ć©l tu atención,Ā 18 y lo examines cada maƱana, y lo pongas a prueba cada tarde?Ā 19 ĀæHasta cuĆ”ndo no apartarĆ”s de mĆ tu mirada, ni me soltarĆ”s para que trague saliva?Ā 20 Si he pecado, ĀæquĆ© te hago a Ti, oh GuardiĆ”n del hombre?Ā ĀæPor quĆ© me pones por blanco tuyo, hasta convertirme en una carga para Ti?Ā 21 ĀæPor quĆ© no quitas mis pecados y haces que pase mi iniquidad?Ā Porque en breve me acostarĆ© en el polvo, me buscarĆ”s, pero no existirĆ©.
āŗ7.6 lanzadera… Esto es, instrumento para tramar la tela; hilo… Heb. tiqvah =Ā esperanza, pero tambiĆ©n cuerda. De allĆ la traducción hilo, para completar laĀ metĆ”fora.
āŗ7.8 no existirĆ©… Lit. y nada de mĆ. Lo mismo al final del v. 21.
āŗ7.9 Seol… Heb. Sheol (gr. Hades) = morada de las sombras. Esto es, lugar de los espĆritus de los muertos.
āŗ7.16 vanidad… Heb. hĆ©bel. Es decir, sin sentido (distinto del v. 3).
āŗ7.17 tu atención… Es decir, tu corazón.
āŗ7.20 para Ti… 16.ĀŖ enmienda de los Soferim.
Marcos 10.
1 Y partiendo de allĆ, va a la región de Judea, mĆ”s allĆ” del JordĆ”n, y otra vez marchan con Ćl multitudes, y de nuevo les enseƱaba como tenĆa por costumbre. 2 Y acercĆ”ndose unos fariseos, le preguntaban, para tentarlo, si es lĆcito a un hombre repudiar a su mujer. 3 Respondiendo Ćl, les dijo: ĀæQuĆ© os mandó MoisĆ©s? 4 Ellos respondieron: MoisĆ©s permitió escribir carta de divorcio y repudiar. 5 Pero JESĆS les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento (mishpatim), 6 pero desde el comienzo de la creación los hizo macho y hembra. 7 Por esta razón, dejarĆ” el hombre a su padre y a la madre y se unirĆ” a su mujer, 8 y los dos serĆ”n una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. 9 Por tanto, no separe el hombre lo que DIOS enyugó. 10 Y en la casa, los discĆpulos le preguntaban otra vez acerca de esto. 11 Y les dice: Cualquiera que repudie a su mujer y se case con otra, adultera contra ella, 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, adultera.
13 Y le presentaban unos niƱos para que los tocara, pero los discĆpulos los reprendieron. 14 Cuando JESĆS lo vio, se indignó y les dijo: Dejad a los niƱos venir a MĆ y no se lo impidĆ”is, porque de los tales es el reino de DIOS. 15 De cierto os digo que quien no acojió el reino de DIOS como un niƱo, de ningĆŗn modo que entre en Ć©l. 16 Y tomĆ”ndolos en brazos, los bendecĆa poniendo las manos sobre ellos.
17 Y cuando se puso en camino, vino uno corriendo, y arrodillĆ”ndose le preguntaba: Maestro bueno, ĀæquĆ© he de hacer para heredar la vida eterna (hayyĆŖ olam)? 18 Y JESĆS le dijo: ĀæPor quĆ© me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino uno solo: DIOS. 19 Sabes los mandamientos (mitvot): No asesines, no adulteres, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a la madre. 20 Y Ć©l le dijo: Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces JESĆS, habiĆ©ndole mirado fijamente, sintió amor por Ć©l, y le dijo: Una cosa te falta. Ve y vende cuanto tienes y dalo a los pobres, y tendrĆ”s tesoro en el Cielo; y vuelve y sĆgueme. 22 Pero Ć©l, entristecido por estas palabras, se marchó apenado, porque tenĆa muchas posesiones.
23 Y dando una mirada alrededor, JESĆS dice a sus discĆpulos: Ā”CuĆ”n difĆcilmente entrarĆ”n en el reino de DIOS los que tienen riquezas! 24 Y los discĆpulos estaban asombrados por sus palabras. Pero retomando la palabra, JESĆS les dice: Hijos, Ā”cuĆ”n difĆcil es entrar en el reino de DIOS! 25 Es mĆ”s fĆ”cil pasar un camello por un ojo de aguja, que entrar un rico en el reino de DIOS. 26 Pero ellos se asombraban aĆŗn mĆ”s, diciendo entre sĆ: ĀæY quiĆ©n puede ser salvo? 27 MirĆ”ndolos JESĆS, dice: Para con los hombres, es imposible, pero no para con DIOS, porque todas las cosas son posibles para con DIOS.Ā 28 Pedro comenzó a decirle: He aquĆ nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido. 29 JESĆS dijo: De cierto os digo: No hay quien haya dejado casa, hermanos o hermanas, madre o padre, o hijos, o tierras por causa de MĆ y por causa del Evangelio, 30 que no reciba cien veces mĆ”s, ahora en este tiempo (moed), casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras (con persecuciones); y en el siglo venidero, la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serĆ”n postreros, y los postreros, primeros.
32 Y estaban en el camino subiendo a JerusalĆ©n, y JESĆS iba delante de ellos, y ellos estaban asombrados y lo seguĆan con temor. Y tomando otra vez consigo a los doce, comenzó a decirles las cosas que estaban a punto de acontecerle: 33 He aquĆ subimos a JerusalĆ©n, y el Hijo del Hombre serĆ” entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y lo condenarĆ”n a muerte, y lo entregarĆ”n a los gentiles: 34 y se burlarĆ”n de Ćl, y lo escupirĆ”n y lo azotarĆ”n y lo matarĆ”n, pero despuĆ©s de tres dĆas resucitarĆ”.Ā 35 Jacobo y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercan a Ćl, diciĆ©ndole: Maestro,Ā queremos que nos hagas lo que te pidamos. 36 Y Ćl les dijo: ĀæQuĆ© querĆ©is que os haga? 37 Entonces ellos le dijeron: ConcĆ©denos que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha, y otro a tu izquierda. 38 Pero JESĆS les dijo: No sabĆ©is quĆ© pedĆs. ĀæPodĆ©is beber la copa que Yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que Yo soy bautizado? 39 Y ellos le dijeron: Podemos. Entonces JESĆS les dijo: La copa que Yo bebo beberĆ©is, y con el bautismo con que Yo soy bautizado serĆ©is bautizados, 40 pero el sentarse a mi derecha o izquierda, no es mĆo darlo, sino a aquellos para quienes ha sido preparado. 41 Y oyĆ©ndolo los diez, comenzaron a enojarse a causa de Jacobo y Juan. 42 Pero JESĆS los llamó y les dijo: SabĆ©is que los que suponen gobernar a los gentiles se enseƱorean de ellos, y los magnates de ellos ejercen despóticamente su autoridad sobre ellos. 43 Pero entre vosotros no es asĆ, sino que quien quiera llegar a ser grande entre vosotros, serĆ” vuestro servidor, 44 y el que quiera ser primero entre vosotros, serĆ” esclavo de todos, 45 porque tambiĆ©n el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
46 Y llegan a Jericó. Y al salir de Jericó, Ćl y sus discĆpulos y una considerable multitud, he aquĆ estaba sentado junto al camino un mendigo ciego llamado Bartimeo (hijo de Timeo).Ā 47 Cuando oyó que era JESĆS el nazareno, comenzó a gritar y a decir: Ā”JESĆS, Hijo de David, ten misericordia de mĆ! 48 Y muchos lo reprendĆan para que callara, pero Ć©l gritaba mĆ”s y mĆ”s: Ā”Hijo de David, ten misericordia de mĆ! 49 JESĆS se detuvo y dijo: Llamadlo. Y llaman al ciego y le dicen: Ā”AnĆmate, levĆ”ntate, te llama! 50 Entonces Ć©l, arrojando de sĆ el manto (talet), se puso en pie de un salto y fue hacia JESĆS. 51 DirigiĆ©ndose a Ć©l, JESĆS le dijo: ĀæQuĆ© quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Ā”RabonĆ, que recobre la vista! 52 Y JESĆS le dijo: Anda, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y lo seguĆa en el camino.
āŗ10.4 carta… Lit. rollo; repudiar… āDt 24.1-4; Mt 5.31.
āŗ10.6 creación… āGn 1.27; 5.2; los hizo… Mā aƱaden DIOS.
āŗ10.7-8 āGn 2.24.
āŗ10.11-12 āMt 5.32; 19.9; Lc 16.18; 1Co 7.10-11.
āŗ10.13 los reprendieron… No a los niƱos, sino a quienes los presentaban.
āŗ10.14 de los tales… Lit. de los que son como ellos.
āŗ10.15 āMt 18.3.
āŗ10.19 āEx 20.13-15; Dt 5.17-19.
āŗ10.21 sĆgueme… Mā aƱaden tomando tu cruz.
āŗ10.24 en el reino de DIOS… TR aƱade a los que confĆan en las riquezas.
āŗ10.27 para con… Esto es, en compaƱĆa con DIOS.
āŗ10.29 haya dejado… Lit. dejó; casa… Mā aƱaden mujer.
āŗ10.31 āMt 20.16; Lc 13.30.
āŗ10.32 iba… Lit. estaba yendo; seguĆan… Lit. siguen; a los doce… Mā aƱaden aparte.
āŗ10.34 tres dĆas… Mā registran al tercer dĆa (de Mt 20.19 y Lc 18.33).
āŗ10.38 āLc 12.50.
āŗ10.40 Se inserta para quienes para suplir elipsis del original.
āŗ10.43 āLc 22.25-26; no es… Mā registran no serĆ”; servidor… Gr. diĆ”konos ā§314.
āŗ10.43-44 ā 9.35; Mt 23.11; Lc 22.26.
āŗ10.44 esclavo… Gr. doĆŗlos ā§273.
āŗ10.45 servido… servir… Gr. diakonĆ©o ā§314; por… Lit. en lugar de.
āŗ10.46 mendigo… Mā registran mendigando.
āŗ10.49 llamadlo… Lit. dad voces.
āŗ10.51 RabonĆ.. titulo honorifico para los maestros de la bĆblia, sin llegaraĀ ser un oficio como hoy āJn 20.16; Mt 26.25.
āŗ10.52 seguĆa… Mā aƱaden a JesĆŗs.
2 Tesalonicenses 3.
1 Por lo demĆ”s, hermanos, orad (tefilĆ”) por nosotros, para que la Palabra del SeƱor corra y sea magnificada, como tambiĆ©n ocurrió con vosotros; 2āy para que seamos librados de los hombres perniciosos y perversos, porque la fidelidad no es de todos. 3āPero fiel es el SeƱor, que os afianzarĆ” y protegerĆ” del malo. 4āY confiamos en el SeƱor acerca de vosotros, de que hacĆ©is y harĆ©is lo que mandamos. 5āY el SeƱor dirija vuestros corazones en el amor de DIOS y en la paciencia de CRISTO.
6āPero os ordenamos, hermanos, en el nombre del SeƱor JESUCRISTO, que os mantengĆ”is alejados de todo hermano que viva desordenadamente, y no segĆŗn la enseƱanza que recibieron de nosotros. 7āPorque vosotros mismos sabĆ©is de quĆ© manera debĆ©is imitarnos, pues no fuimos ociosos entre vosotros, 8āni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afĆ”n y fatiga de noche y de dĆa, para no ser carga a ninguno de vosotros. 9āNo porque no tenemos derecho, sino para que nos diĆ©ramos a nosotros mismos como ejemplo a vosotros, para que nos imitarais, 10āporque aun cuando estĆ”bamos con vosotros, os ordenĆ”bamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11āPorque oĆmos que algunos entre vosotros viven desordenadamente, no trabajando, sino entremetiĆ©ndose. 12 A los tales ordenamos y exhortamos por el SeƱor JESUCRISTO, que trabajando ordenadamente, coman su propio pan, 13 y vosotros, hermanos, que no os desalentĆ©is haciendo el bien. 14 Si alguno no obedece a nuestra enseƱanza por medio de esta epĆstola, a este seƱalad para no juntaros con Ć©l, a fin de que sea avergonzado, 15 pero no lo considerĆ©is un enemigo, sino amonestadlo como a un hermano. 16āY el mismo SeƱor de la paz os dĆ© siempre la paz en toda manera. El SeƱor sea con todos vosotros.
17āEl saludo es de mi mano, de Pablo, que es seƱal en toda epĆstola. AsĆ escribo: 18 La gracia de nuestro SeƱor JESUCRISTO sea con todos vosotros.
āŗ3.1 Se inserta “ocurrió” para suplir elipsis del original.
āŗ3.14 epĆstola… ā1Ts 5.27; juntaros… Mā registran el verbo en imperativo: juntĆ©is.
āŗ3.17 epĆstola… ā1Ts 5.27.
āŗ3.18 vosotros… Mā aƱaden el litĆŗrgico amĆ©n.

