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Porción 3

Texto áureoGenesis 1:26-2:25
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Genesis 1:26-2:25

Día 2 Salmo 8

Día 3 Probervios 24-25

Día 4 Ecleciastes 3-4

Día 5 Cantares 4-5

Día 6 Daniel 10

I- El hombre un ser integral.

El hombre fue hecho de aquella tierra (adamáh) que Dios había separado de la tierra (eretz) en donde cayó Satán [1]. Es así como él es hecho sin contaminación alguna, aunque a su alrededor hubiera ya caos como consecuencia del pecado.

El hecho de que el hombre sea el único ser capaz de tomar decisiones conscientes nos demuestra que él está hecho a la imagen de Dios [2]. Ahora, si también fue hecho del polvo de la adamah podemos concluir que es un ser integral (material y espiritual). Esto quiere decir que Dios lo creó materialmente para relacionarse con el mundo que le rodea, y espiritualmente para relacionarse con Él y con todo lo que le rodea de una manera consciente [3].

Muchas veces los intérpretes tratan de encontrar a qué se refiere la frase «imagen y semejanza» solamente basándose en las etimologías de ambas palabras. Sin embargo, el propio pasaje como su contexto se ocupa darnos una guía. La pregunta para entender mejor sería: ¿Para qué necesita el hombre la imagen y semejanza de Dios? El texto responde con varias acciones: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread…». Pero éstas también han sido muy mal interpretadas, pues se ven solo como sinónimos de un llamado a que la raza humana crezca numéricamente y domine su entorno. Sin darse cuenta que si esto se ve así, entonces no hay ninguna diferencia entre los humanos y el resto de la creación material en donde el más apto domina al menos apto. Ahora, si todo parte de la «imagen y semejanza» de Dios que ha sido puesta en el hombre y que le hace ser diferente del resto de lo creado en la tierra, estas acciones deben tener un origen y un resultado diferente en comparación con los otros seres que tienen vida, los animales. Veamos algunos detalles:

    • «Y los bendijo Dios» (se refiere a tener la capacidad de ser humildes al recibir la adopción[4]).
    • «Fructificad» (apunta a tener la capacidad de transmitir o influenciar a los demás con frutos buenos).
    • «Multiplicaos» (señala a la capacidad de extenderse a sí mismo en otros[5]).
    • «Llenad la tierra» (es la capacidad de hacer que la tierra cumpla el propósito por el cual fue creada[6]).
    • «Sojuzgadla» (es la capacidad de construir aun cuando parezca que se está rompiendo o destruyendo algo).
    • «Señoread» (hace referencia a la capacidad de perseverar, peleando si es necesario con el resto de la creación, para lograr establecer la imagen y semejanza de Dios).

II- El mejor equipo de trabajo e influencia sobre la tierra.

Dios, que conoce todas las necesidades de cada adam, aun cuando el hombre mismo no puede comprenderlas, creó a la mujer para que ambos fueran el equipo más eficaz que se moviera sobre la tierra (el matrimonio) [7]. Cuando ambos logran encontrarse y unirse no sólo pueden entender el misterio del amor, sino también el misterio de la relación entre Dios y su pueblo, entre Cristo y la iglesia. Pablo lo explicó así:

«Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.» (Ef 5:21–33). (1998).

Adán estaba retado a dejar atrás sus temores y falsas ilusiones para que su matrimonio volara alto. Cuánto tiempo de soledad podía influenciar a Adán para que su matrimonio no fuera feliz, le tocaba a él esto. Hasta ahora había lidiado con seres impersonales en el Edén y su Padre celestial le guiaba, pero el reto ahora con ésta que era igual a él se encontraba en guiarla y ser una sola carne con ella. No era tanto tratar de moldear a Eva para que fuera lo que él quería, sino cambiar y madurar él para que ambos armonizaran en la imagen y semejanza de Dios. También debía descubrir quién era Eva y permitirle a ella conocerle a él.

El matrimonio es una de las mejores oportunidades para crecer, superar el egoísmo y aprender a amar.

Preguntas:

1.- ¿El hombre es sólo un animal más evolucionado? ¿Por qué?

2.- ¿Qué cree usted tiene de especial aquello que Dios sopló en el hombre?

3.- ¿Qué cree usted que suceda con un hombre que manifieste las 6 capacidades de la semejanza de Dios?

4.- ¿Por qué cree usted que la mujer fue hecha de la costilla y no de la cabeza o los pies?

5.- ¿Por qué cree que dice Jesús: «Lo que Dios juntó no lo separé el hombre»? (Mt. 19.6).

6- ¿Qué pudiera suceder en el entorno de un matrimonio con la semejanza de Dios?

 

[1] La palabra hebrea para ‘hombre’ es adám y la palabra para la ‘tierra’ de donde fue formado es adamáh. Esta tierra especial se diferencia de aquella (eretz) de la cual subía un vapor para regarla.

[2] Gn 1:26.

[3] Gn 2:7.

[4] La palabra hebrea yebarej (יְבָרֶךְ), aunque se traduce como ‘bendecir’ (buen decir), encuentra la raíz de su significado más exactamente en ‘adopción’. O sea, que Dios nos adopta como suyos y, por eso, somos “bendecidos”. Entonces Él es el Bendito porque en Él hay muchos adoptados.

[5] La palabra rebú (רְבוּ), al ser traducida como multiplicar pierde mucho de su raíz que viene de la acción de ‘tirar una flecha’, porque al hacer esto la persona se extiende a una distancia más allá de sí mismo. Entonces en este pasaje podemos decir que se refiere a la capacidad de extenderse o duplicarse en otros. Esto se puede hacer a través del discipulado o la influencia a otros.

[6] La palabra milú (מִלְאוּ) se refiere a un ‘llenar’, pero siempre como consecuencia de una ‘plenitud’ que se extiende hasta ‘saciar’. Los animales a través de su propia naturaleza están llamados a llenar en cuantía la tierra, mientras los humanos deben extenderse a través de su influencia cualitativa. Una vez esto se cumpla la tierra llega a cumplir su objetivo por el cual fue creada.

[7] Gn. 2:22-25.

 

 

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