Texto Ć”ureo:Ā ĆxodoĀ 4-6
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 Ćxodo 4:1-5:21
DĆa 2 Ćxodo 5:22-6:30
DĆa 3 Salmo 119:89-96
DĆa 4 Proverbios 29
DĆa 5 Ezequiel 26-28
DĆa 6 Hechos 5:12-42
I- El equilibrio en el liderazgo.
Moisés se preocupa porque debe convencer al pueblo (Ex 3:13; 4:1); su problema no es Dios, sino ellos. La contrariedad que encuentran aquellos que desean hacer la voluntad de Dios se encuentra, principalmente, dentro de la propia congregación de creyentes.
Por tanto, debemos ser cautelosos al aceptar propuestas que puedan provenir de la congregación, ya que podrĆan ser falsas. Sin embargo, tambiĆ©n debemos ser precavidos y no desechar a los mensajeros de Dios. En muchas ocasiones, las personas no quieren escuchar lo que Dios tiene que decir debido a un pecado en sus vidas que no siempre es evidente (Ez 28:18).
Estas son algunas de las situaciones que requieren decisiones y actitudes equilibradas por parte de los lĆderes. No se trata de aplicar fórmulas predefinidas, ni de considerar que lo que funcionó para otros tambiĆ©n funcionarĆ” para ellos. Cada situación demanda un anĆ”lisis de sus peculiaridades para actuar correctamente.
II- El nombre revelado.
MoisĆ©s pregunta por el nombre de aquel Dios que le envĆa al pueblo. Esto nos muestra, una vez mĆ”s, la importancia de los nombres en la Biblia, ya que ellos llevan consigo un significado especial. Sin embargo, esto tambiĆ©n nos muestra una realidad: todo aquel que tiene un nombre es porque alguien se lo ha dado. Parece que Dios se encuentra en una “encrucijada”, ya que a Ćl nadie lo precede. ĀæCuĆ”l podrĆa ser su nombre? La respuesta es preciosa y significativa a la vez: Ā«Yo Soy el que SoyĀ». Esto significa que nadie lo precede, Ćl lo abarca todo, todos necesitan de Ćl, Ćl es la existencia misma, todo existe porque Ćl es y todo lo sostiene. Dios revela a MoisĆ©s el nombre con el cual se darĆ” a conocer a su pueblo.[1]. Ā
III- Libres para liberar.
Dios le otorga a Moisés tres señales para convencer al pueblo: (1) La vara que se convierte en serpiente, (2) Su mano que, al ser puesta en el pecho, se llena de una enfermedad similar a la lepra, y (3) El agua del Nilo que, al ser derramada en tierra, se convierte en sangre. A través de estas señales, Dios muestra a Moisés cómo utilizar estas herramientas y, al mismo tiempo, le ayuda a liberarse de su propia incredulidad. Porque nadie puede liderar la liberación de un pueblo si primero no se ha liberado a sà mismo, incluso de sus propias limitaciones.
Preguntas:
1.- ¿Qué diferencias pudiera usted señalar para diferenciar a un mensajero de Dios de otro falso?
2.- Busque información acerca de algún mensajero de Dios en la historia reciente del cristianismo y comparta con el resto del grupo.
3.- ĀæCómo le explicarĆa a un niƱo acerca del nombre Yo Soy?
4.- ¿Por qué cree usted que el pecado pone sordos a muchos seres humanos con respecto al mensaje de Dios?
[1] Para ampliar acera este nombre, ver el libro Mirando lo invisible, del mismo autor (ISBN: 978-1693271656).
Ćxodo 4.
1 Y respondiendo Moisés, dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?
2 Entonces YHVH le dijo: ĀæQuĆ© es eso que tienes en tu mano? Y Ć©l respondió: Una vara. 3 Ćl le dijo: Arrójala al suelo. Y Ć©l la arrojó a la tierra, y se convirtió en una serpiente, y al verla MoisĆ©s retrocedĆa. 4 Pero YHVH dijo a MoisĆ©s: Extiende tu mano y atrĆ”pala por su cola. Ćl alargando su mano, la sujetó, y se tornó vara en su palma. 5 Esto es para que crean que YHVH, el Elohim de tus padres, Elohim de Abraham, Elohim de Isaac y Elohim de Jacob se te ha aparecido. 6 Le dijo aĆŗn YHVH: Mete tu mano en tu pecho. Y Ć©l metió su mano en su pecho, y cuando la sacó, he aquĆ su mano hecha como la nieve. 7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu pecho. Y Ć©l volvió su mano a su pecho, y cuando la sacó de su pecho, he aquĆ, estaba restaurada como su carne. 8 Si no te creen ni obedecen la advertencia de la primera seƱal, creerĆ”n la advertencia de la Ćŗltima seƱal. 9 Y si no creen a estas dos seƱales, ni obedecen tu advertencia, tomarĆ”s entonces de las aguas del Nilo y las derramarĆ”s sobre lo seco, y las aguas que saques del Nilo se convertirĆ”n en sangre sobre el suelo seco.
10 Dijo entonces Moisés a YHVH: ”Te ruego, oh Adonai! No soy hombre elocuente, desde ayer ni anteayer, ni desde que hablaste a tu esclavo. Soy torpe de boca y torpe de lengua. 11 Pero YHVH le respondió: ¿Y quién dio boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo y al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH? 12 Y ahora ve, y Yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que hablarÔs.
13 Pero dijo: Ā”Oh Adonai, envĆa por otro, envĆa! 14 Pero fue encendida la ira de YHVH contra MoisĆ©s, y dijo: ĀæNo es Aarón, el levita, tu hermano? Yo sĆ© que ciertamente Ć©l hablarĆ”, y tambiĆ©n he aquĆ, Ć©l sale a tu encuentro. Cuando Ć©l te vea, serĆ” alegrado en su corazón, 15 y hablarĆ”s con Ć©l, y pondrĆ”s las palabras en su boca, y Yo estarĆ© con tu boca y con su boca, y os enseƱarĆ© lo que debĆ”is hacer. 16 Ćl hablarĆ” por ti al pueblo, y te servirĆ” de vocero, y tĆŗ le serĆ”s por Elohim. 17 Y llevarĆ”s en tu mano esta vara que fue transformada en serpiente, con la cual harĆ”s las seƱales.
18 Y encaminado Moisés, volvió a su suegro Jetro, y dijo: Iré y volveré a mis hermanos que estÔn en Egipto, y veré si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz.
19 Dijo YHVH a MoisĆ©s en MadiĆ”n: VĆ©, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que buscaban tu vida. 20 Tomó, pues, MoisĆ©s a su mujer y a sus hijos, los hizo montar sobre el asno, y regresó a la tierra de Egipto. Y tomó MoisĆ©s la vara de Elohim en su mano, 21 pues YHVH habĆa dicho a MoisĆ©s: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harĆ”s en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endurecerĆ© su corazón, y no dejarĆ” ir al pueblo. 22 Y dirĆ”s a Faraón: AsĆ ha dicho YHVH: Israel es mi hijo, mi primogĆ©nito, 23 y te digo: Deja ir a mi hijo para que me sirva; pero tĆŗ rehusarĆ”s dejarlo ir. He aquĆ Yo voy a matar a tu hijo, tu primogĆ©nito.
24 Y ocurrió por el camino, en una posada, que el Mensajero (angelos) de YHVH le salió al encuentro y procuró hacerlo morir. 25 Pero SĆ©fora, tomando un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo, y tirĆ”ndolo a los pies de Ć©l, dijo: Ā”Me eres esposo de sangre! 26 Entonces se apartó de Ć©l, mientras ella decĆa: Esposo de sangre eres, por la circuncisión.
27 Y YHVH habĆa dicho a Aarón: VĆ© al desierto al encuentro de MoisĆ©s. Y Ć©l fue y lo encontró en el monte de Elohim, y lo besó. 28 Y MoisĆ©s declaró a Aarón todas las palabras con que YHVH lo habĆa enviado, y todas las seƱales que le habĆa ordenado.
29 Y MoisĆ©s fue encaminado con Aarón y reunieron a los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló Aarón todas las palabras que YHVH habĆa hablado a MoisĆ©s, e hizo las seƱales ante los ojos del pueblo. 31 Y creyó el pueblo y fue alegrado, porque YHVH habĆa visitado a los hijos de Israel y visto su aflicción. Y el pueblo hizo reverencia y se postró.
āŗ4.6 YHVH: Mete… como la nieve… TM aƱade te ruego y leprosa. Se sigue LXX.
āŗ4.8 Si no te creen… TM aƱade y sucederĆ” que. Se sigue LXX.
āŗ4.9 Y si no creen… TM aƱade tampoco. Se sigue LXX.
āŗ4.10 Adonai… Se sigue LXX; desde ayer… Soy torpe… TM aƱade ni y pues. Se sigue LXX.
āŗ4.13 Adonai… Se sigue LXX; envĆa… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
āŗ4.17 esta vara… TM omite que se transformó en serpiente. Se sigue LXX.
āŗ4.18 y dijo: IrĆ©… TM aƱade le y ahora. Se sigue LXX.
āŗ4.19 todos… TM aƱade los hombres. Se sigue LXX.
āŗ4.23 primogĆ©nito… Estas palabras se dirigen tanto a Faraón como a MoisĆ©s āEx 12.29.
āŗ4.24 Ćngel de YHVH… TM: YHVH. Se sigue LXX.
āŗ4.25 Me eres… TM aƱade ciertamente. Se sigue LXX; sangre… TM: sangres (tb. en Gn 4.11).
āŗ4.26 se apartó… Esto es, el Ćngel de YHVH.
āŗ4.29 los ancianos… TM aƱade todos. Se sigue LXX.
Ćxodo 5.
1 DespuĆ©s MoisĆ©s y Aarón llegaron ante Faraón, y le dijeron: AsĆ dice YHVH, Elohim de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me haga celebración en el desierto. 2 Pero Faraón respondió: ĀæQuiĆ©n es este cuya voz deba yo obedecer para dejar ir a los hijos de Israel? Ā”No conozco a YHVH, y tampoco suelto a Israel! 3 Y ellos dijeron: El Elohim de los hebreos nos ha convocado. Iremos, pues, en una jornada de tres dĆas al desierto, para ofrecer sacrificios a YHVH nuestro Elohim, no sea que nos ataque con pestilencia o espada. 4 El rey de Egipto les dijo: MoisĆ©s y Aarón Āæpor quĆ© distraĆ©is al pueblo de sus faenas? Ā”Volved a vuestras tareas! 5 Dijo tambiĆ©n Faraón: Mirad, el pueblo ahora es numeroso, y vosotros los estĆ”is haciendo cesar de sus tareas. 6 Y ordenó Faraón a los supervisores del pueblo y a sus caporales, diciendo: 7 No se seguirĆ” dando paja al pueblo para fabricar como en dĆas atrĆ”s. Ā”Que ellos vayan y recojan la paja por sĆ mismos! 8 Y les exigirĆ©is la misma cantidad de adobes que hacĆan en dĆas atrĆ”s, y no la rebajarĆ©is, porque son perezosos, por eso claman diciendo: Vayamos y sacrifiquemos para nuestro Elohim. 9 Ā”AgrĆ”vese la labor a esa gente y que se afanen en ella y no se interesen enĀ palabras vanas!
10 Saliendo entonces los supervisores y los caporales, hablaron y dijeron al pueblo: AsĆ ha dicho Faraón: Ā”Ya no os doy mĆ”s paja! 11 Id vosotros, recoged vosotros mismos paja donde la encontrĆ©is, aunque nada es disminuido de vuestro trabajo. 12 Y el pueblo fue esparcido por todo Egipto para recoger rastrojo que sirviera de paja. 13 Entre tanto los supervisores los apremiaban, diciendo: Acabad vuestras faenas, loĀ de cada dĆa en su dĆa, como cuando se os daba paja. 14 Y los caporales de los hijosĀ de Israel, que los supervisores de Faraón habĆan puesto sobre ellos, eran azotados,Ā diciĆ©ndoseles: ĀæPor quĆ© no habĆ©is cumplido ni ayer ni hoy vuestra cuota de adobeĀ como antes?
15 Entonces los caporales de los hijos de Israel llegaron y se quejaronĀ ante Faraón, diciendo: ĀæPor quĆ© tratas asĆ a tus siervos? 16 No se da paja a tusĀ siervos, pero nos dicen: Ā”Haced adobes! He aquĆ tus siervos son azotados, como si tuĀ pueblo fuera el culpable. 17 Pero Ć©l respondió: Sois perezosos, muy perezosos, y porĀ eso vosotros decĆs: Vamos a ofrecer sacrificio a YHVH. 18 Id ahora y trabajad. No seĀ os darĆ” paja, y habĆ©is de entregar la cuota de adobes.
19 Y los caporales de los hijos de Israel se vieron en apuros al decĆrseles: Ā”Nada de vuestros adobes se reducirĆ”: La tarea de cada jornada en su dĆa! 20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con MoisĆ©s y Aarón, que los aguardaban, 21 y les dijeron: Que Elohim os mire y juzgue, pues habĆ©is hecho heder nuestro aliento a ojos de Faraón y de sus servidores, poniĆ©ndoles en su mano una espada para que se nos mate.
āŗ5.2 los hijos de… TM omite. Se sigue LXX.
āŗ5.5 el pueblo… TM aƱade de esta tierra. Se sigue LXX.
āŗ5.6 ordenó… TM aƱade aquel mismo dĆa. Se sigue LXX; supervisores… (egipcios); pueblo… Esto es, Israel; caporales… (israelitas).
āŗ5.7 para fabricar… TM aƱade adobes. Se sigue LXX.
āŗ5.9Ā que se afanen… TM: que lo hagan. Se sigue Q y LXX.
āŗ5.10 caporales… TM aƱade del pueblo. Se sigue LXX.
āŗ5.12 Egipto… TM aƱade tierra de. Se sigue LXX.
āŗ5.13 se os daba… TM: habĆa. Se sigue Q y LXX.
āŗ5.16 pueblo… Esto es,Ā Israel; culpable… Otra traducción posible: pero tu pueblo es el culpable.
āŗ5.21Ā servidores… La incongruencia entre heder y ojos enfatiza el aborrecimiento.
Ćxodo 5:22-6:30.
22 Y Moisés se volvió a YHVH, y dijo: Oh YHVH ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23 Porque desde que fui a Faraón para hablar en tu Nombre, él ha afligido a este pueblo, y ciertamente Tú no has librado a tu pueblo en modo alguno.
1 Dijo YHVH a MoisĆ©s: Ahora verĆ”s lo que Yo harĆ© a Faraón, porque constreƱido por una mano fuerte los dejarĆ” ir, y en virtud de una mano fuerte los expulsarĆ” de su tierra. 2 Y habló Elohim a MoisĆ©s, y le dijo: Yo soy YHVH. 3 Yo me aparecĆ a Abraham, Isaac y Jacob como El-Shadday, pero con mi Nombre YHVH no me di a conocer a ellos. 4 TambiĆ©n establecĆ mi pacto con ellos para darles la tierra de CanaĆ”n, tierra de sus peregrinaciones en la cual vivieron. 5 Y ahora Yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios hacen servir, y me fue recordado mi pacto. 6 Por tanto, dĆ a los hijos de Israel: Yo soy YHVH, y os sacarĆ© de debajo de las cargas de los egipcios, y os librarĆ© de su esclavitud, y os redimirĆ© con brazo extendido y con grandes juicios. 7 Os tomarĆ© para MĆ por pueblo y serĆ© vuestro Elohim; y sabrĆ©is que Yo soy YHVH vuestro Elohim, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios, 8 y os llevarĆ© a la tierra por la cual alcĆ© mi mano que la darĆa a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la darĆ© en posesión. Yo, YHVH.
9 AsĆ habló MoisĆ©s a los hijos de Israel, pero a causa de la impaciencia de espĆritu y la dura esclavitud, no escucharon a MoisĆ©s. 10 Entonces YHVH habló a MoisĆ©s, diciendo: 11 Entra, habla a Faraón rey de Egipto que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 12 Y habló MoisĆ©s delante de YHVH, diciendo: He ahĆ, los hijos de Israel no me escuchan Āæcómo me escucharĆ” Faraón siendo yo incircunciso de labios? 13 Y habló YHVH a MoisĆ©s y a Aarón, y los instruyó respecto a Faraón rey de Egipto, a fin de sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
14 Estos son las cabezas de las casas paternas:
Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc y Falú, Hezrón y Carmi. Estas son las familias de Rubén.
15 Los hijos de Simeón: Jemuel, JamĆn, Ohad, JaquĆn, Zoar y SaĆŗl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón.
16 Estos son los nombres de los hijos de LevĆ por sus linajes: Gersón, Coat y Merari, y los aƱos de la vida de LevĆ fueron ciento treinta y siete aƱos. 17 Los hijos de Gersón: LibnĆ y SimeĆ, por sus familias. 18 Y los hijos de Coat: Amram e Izar, Hebrón y Uziel. Y los aƱos de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres aƱos. 19 Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de LevĆ segĆŗn sus generaciones. 20 Y Amram tomó por mujer a su tĆa Jocabed, la cual le dio a luz a Aarón y a MoisĆ©s. Y los aƱos de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete aƱos. 21 Y los hijos de Izar: CorĆ©, Nefeg y Zicri. 22 Y los hijos de Uziel: Misael, ElzafĆ”n y Sitri. 23 Y Aarón tomó por mujer a Elizabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, la cual le dio a luz a Nadab, a AbiĆŗ, a Eleazar y a Itamar. 24 Y los hijos de CorĆ©: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreĆtas. 25 Y Eleazar ben Aarón, tomó una mujer de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees. Y estos son las cabezas paternas de los levitas segĆŗn sus familias. 26 Estos son Aarón y MoisĆ©s a quienes YHVH dijo que sacaran a los hijos de Israel de la tierra de Egipto con sus posesiones. 27 Este Aarón y este MoisĆ©s son los que hablaron a Faraón rey de Egipto para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
28 Ahora bien, el dĆa en que habló YHVH a MoisĆ©s en la tierra de Egipto, 29 sucedió que YHVH se dirigió a MoisĆ©s, diciendo: Yo soy YHVH. Habla a Faraón rey de Egipto todo lo que te hablo. 30 Pero MoisĆ©s respondió ante YHVH: He aquĆ, yo soy incircunciso de labios Āæcómo, pues, me escucharĆ” Faraón?
āŗ6.5 me fue recordado… Se sigue LXX āGn 15.13-14.
āŗ6.13 los instruyó… TM aƱade respecto a los hijos de Israel. Se sigue LXX.
āŗ6.19 … generaciones ā1Cr 6.16-19.
āŗ6.22 LXX omite Misael.
āŗ6.25 tomó… TM aƱade para sĆ. Se sigue LXX.
āŗ6.26 … Egipto. Se sigue LXX.
āŗ6.27 de la tierra… Se sigue PS, Sir. y LXX.
Ćxodo 4.
1 Y respondiendo Moisés, dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?
2 Entonces YHVH le dijo: ĀæQuĆ© es eso que tienes en tu mano? Y Ć©l respondió: Una vara. 3 Ćl le dijo: Arrójala al suelo. Y Ć©l la arrojó a la tierra, y se convirtió en una serpiente, y al verla MoisĆ©s retrocedĆa. 4 Pero YHVH dijo a MoisĆ©s: Extiende tu mano y atrĆ”pala por su cola. Ćl alargando su mano, la sujetó, y se tornó vara en su palma. 5 Esto es para que crean que YHVH, el Elohim de tus padres, Elohim de Abraham, Elohim de Isaac y Elohim de Jacob se te ha aparecido. 6 Le dijo aĆŗn YHVH: Mete tu mano en tu pecho. Y Ć©l metió su mano en su pecho, y cuando la sacó, he aquĆ su mano hecha como la nieve. 7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu pecho. Y Ć©l volvió su mano a su pecho, y cuando la sacó de su pecho, he aquĆ, estaba restaurada como su carne. 8 Si no te creen ni obedecen la advertencia de la primera seƱal, creerĆ”n la advertencia de la Ćŗltima seƱal. 9 Y si no creen a estas dos seƱales, ni obedecen tu advertencia, tomarĆ”s entonces de las aguas del Nilo y las derramarĆ”s sobre lo seco, y las aguas que saques del Nilo se convertirĆ”n en sangre sobre el suelo seco.
10 Dijo entonces Moisés a YHVH: ”Te ruego, oh Adonai! No soy hombre elocuente, desde ayer ni anteayer, ni desde que hablaste a tu esclavo. Soy torpe de boca y torpe de lengua. 11 Pero YHVH le respondió: ¿Y quién dio boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo y al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH? 12 Y ahora ve, y Yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que hablarÔs.
13 Pero dijo: Ā”Oh Adonai, envĆa por otro, envĆa! 14 Pero fue encendida la ira de YHVH contra MoisĆ©s, y dijo: ĀæNo es Aarón, el levita, tu hermano? Yo sĆ© que ciertamente Ć©l hablarĆ”, y tambiĆ©n he aquĆ, Ć©l sale a tu encuentro. Cuando Ć©l te vea, serĆ” alegrado en su corazón, 15 y hablarĆ”s con Ć©l, y pondrĆ”s las palabras en su boca, y Yo estarĆ© con tu boca y con su boca, y os enseƱarĆ© lo que debĆ”is hacer. 16 Ćl hablarĆ” por ti al pueblo, y te servirĆ” de vocero, y tĆŗ le serĆ”s por Elohim. 17 Y llevarĆ”s en tu mano esta vara que fue transformada en serpiente, con la cual harĆ”s las seƱales.
18 Y encaminado Moisés, volvió a su suegro Jetro, y dijo: Iré y volveré a mis hermanos que estÔn en Egipto, y veré si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz.
19 Dijo YHVH a MoisĆ©s en MadiĆ”n: VĆ©, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que buscaban tu vida. 20 Tomó, pues, MoisĆ©s a su mujer y a sus hijos, los hizo montar sobre el asno, y regresó a la tierra de Egipto. Y tomó MoisĆ©s la vara de Elohim en su mano, 21 pues YHVH habĆa dicho a MoisĆ©s: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harĆ”s en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endurecerĆ© su corazón, y no dejarĆ” ir al pueblo. 22 Y dirĆ”s a Faraón: AsĆ ha dicho YHVH: Israel es mi hijo, mi primogĆ©nito, 23 y te digo: Deja ir a mi hijo para que me sirva; pero tĆŗ rehusarĆ”s dejarlo ir. He aquĆ Yo voy a matar a tu hijo, tu primogĆ©nito.
24 Y ocurrió por el camino, en una posada, que el Mensajero (angelos) de YHVH le salió al encuentro y procuró hacerlo morir. 25 Pero SĆ©fora, tomando un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo, y tirĆ”ndolo a los pies de Ć©l, dijo: Ā”Me eres esposo de sangre! 26 Entonces se apartó de Ć©l, mientras ella decĆa: Esposo de sangre eres, por la circuncisión.
27 Y YHVH habĆa dicho a Aarón: VĆ© al desierto al encuentro de MoisĆ©s. Y Ć©l fue y lo encontró en el monte de Elohim, y lo besó. 28 Y MoisĆ©s declaró a Aarón todas las palabras con que YHVH lo habĆa enviado, y todas las seƱales que le habĆa ordenado.
29 Y MoisĆ©s fue encaminado con Aarón y reunieron a los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló Aarón todas las palabras que YHVH habĆa hablado a MoisĆ©s, e hizo las seƱales ante los ojos del pueblo. 31 Y creyó el pueblo y fue alegrado, porque YHVH habĆa visitado a los hijos de Israel y visto su aflicción. Y el pueblo hizo reverencia y se postró.
āŗ4.6 YHVH: Mete… como la nieve… TM aƱade te ruego y leprosa. Se sigue LXX.
āŗ4.8 Si no te creen… TM aƱade y sucederĆ” que. Se sigue LXX.
āŗ4.9 Y si no creen… TM aƱade tampoco. Se sigue LXX.
āŗ4.10 Adonai… Se sigue LXX; desde ayer… Soy torpe… TM aƱade ni y pues. Se sigue LXX.
āŗ4.13 Adonai… Se sigue LXX; envĆa… TM aƱade te ruego. Se sigue LXX.
āŗ4.17 esta vara… TM omite que se transformó en serpiente. Se sigue LXX.
āŗ4.18 y dijo: IrĆ©… TM aƱade le y ahora. Se sigue LXX.
āŗ4.19 todos… TM aƱade los hombres. Se sigue LXX.
āŗ4.23 primogĆ©nito… Estas palabras se dirigen tanto a Faraón como a MoisĆ©s āEx 12.29.
āŗ4.24 Ćngel de YHVH… TM: YHVH. Se sigue LXX.
āŗ4.25 Me eres… TM aƱade ciertamente. Se sigue LXX; sangre… TM: sangres (tb. en Gn 4.11).
āŗ4.26 se apartó… Esto es, el Ćngel de YHVH.
āŗ4.29 los ancianos… TM aƱade todos. Se sigue LXX.
Ćxodo 5.
1 DespuĆ©s MoisĆ©s y Aarón llegaron ante Faraón, y le dijeron: AsĆ dice YHVH, Elohim de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me haga celebración en el desierto. 2 Pero Faraón respondió: ĀæQuiĆ©n es este cuya voz deba yo obedecer para dejar ir a los hijos de Israel? Ā”No conozco a YHVH, y tampoco suelto a Israel! 3 Y ellos dijeron: El Elohim de los hebreos nos ha convocado. Iremos, pues, en una jornada de tres dĆas al desierto, para ofrecer sacrificios a YHVH nuestro Elohim, no sea que nos ataque con pestilencia o espada. 4 El rey de Egipto les dijo: MoisĆ©s y Aarón Āæpor quĆ© distraĆ©is al pueblo de sus faenas? Ā”Volved a vuestras tareas! 5 Dijo tambiĆ©n Faraón: Mirad, el pueblo ahora es numeroso, y vosotros los estĆ”is haciendo cesar de sus tareas. 6 Y ordenó Faraón a los supervisores del pueblo y a sus caporales, diciendo: 7 No se seguirĆ” dando paja al pueblo para fabricar como en dĆas atrĆ”s. Ā”Que ellos vayan y recojan la paja por sĆ mismos! 8 Y les exigirĆ©is la misma cantidad de adobes que hacĆan en dĆas atrĆ”s, y no la rebajarĆ©is, porque son perezosos, por eso claman diciendo: Vayamos y sacrifiquemos para nuestro Elohim. 9 Ā”AgrĆ”vese la labor a esa gente y que se afanen en ella y no se interesen enĀ palabras vanas!
10 Saliendo entonces los supervisores y los caporales, hablaron y dijeron al pueblo: AsĆ ha dicho Faraón: Ā”Ya no os doy mĆ”s paja! 11 Id vosotros, recoged vosotros mismos paja donde la encontrĆ©is, aunque nada es disminuido de vuestro trabajo. 12 Y el pueblo fue esparcido por todo Egipto para recoger rastrojo que sirviera de paja. 13 Entre tanto los supervisores los apremiaban, diciendo: Acabad vuestras faenas, loĀ de cada dĆa en su dĆa, como cuando se os daba paja. 14 Y los caporales de los hijosĀ de Israel, que los supervisores de Faraón habĆan puesto sobre ellos, eran azotados,Ā diciĆ©ndoseles: ĀæPor quĆ© no habĆ©is cumplido ni ayer ni hoy vuestra cuota de adobeĀ como antes?
15 Entonces los caporales de los hijos de Israel llegaron y se quejaronĀ ante Faraón, diciendo: ĀæPor quĆ© tratas asĆ a tus siervos? 16 No se da paja a tusĀ siervos, pero nos dicen: Ā”Haced adobes! He aquĆ tus siervos son azotados, como si tuĀ pueblo fuera el culpable. 17 Pero Ć©l respondió: Sois perezosos, muy perezosos, y porĀ eso vosotros decĆs: Vamos a ofrecer sacrificio a YHVH. 18 Id ahora y trabajad. No seĀ os darĆ” paja, y habĆ©is de entregar la cuota de adobes.
19 Y los caporales de los hijos de Israel se vieron en apuros al decĆrseles: Ā”Nada de vuestros adobes se reducirĆ”: La tarea de cada jornada en su dĆa! 20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con MoisĆ©s y Aarón, que los aguardaban, 21 y les dijeron: Que Elohim os mire y juzgue, pues habĆ©is hecho heder nuestro aliento a ojos de Faraón y de sus servidores, poniĆ©ndoles en su mano una espada para que se nos mate.
āŗ5.2 los hijos de… TM omite. Se sigue LXX.
āŗ5.5 el pueblo… TM aƱade de esta tierra. Se sigue LXX.
āŗ5.6 ordenó… TM aƱade aquel mismo dĆa. Se sigue LXX; supervisores… (egipcios); pueblo… Esto es, Israel; caporales… (israelitas).
āŗ5.7 para fabricar… TM aƱade adobes. Se sigue LXX.
āŗ5.9Ā que se afanen… TM: que lo hagan. Se sigue Q y LXX.
āŗ5.10 caporales… TM aƱade del pueblo. Se sigue LXX.
āŗ5.12 Egipto… TM aƱade tierra de. Se sigue LXX.
āŗ5.13 se os daba… TM: habĆa. Se sigue Q y LXX.
āŗ5.16 pueblo… Esto es,Ā Israel; culpable… Otra traducción posible: pero tu pueblo es el culpable.
āŗ5.21Ā servidores… La incongruencia entre heder y ojos enfatiza el aborrecimiento.
Ćxodo 5:22-6:30.
22 Y Moisés se volvió a YHVH, y dijo: Oh YHVH ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23 Porque desde que fui a Faraón para hablar en tu Nombre, él ha afligido a este pueblo, y ciertamente Tú no has librado a tu pueblo en modo alguno.
1 Dijo YHVH a MoisĆ©s: Ahora verĆ”s lo que Yo harĆ© a Faraón, porque constreƱido por una mano fuerte los dejarĆ” ir, y en virtud de una mano fuerte los expulsarĆ” de su tierra. 2 Y habló Elohim a MoisĆ©s, y le dijo: Yo soy YHVH. 3 Yo me aparecĆ a Abraham, Isaac y Jacob como El-Shadday, pero con mi Nombre YHVH no me di a conocer a ellos. 4 TambiĆ©n establecĆ mi pacto con ellos para darles la tierra de CanaĆ”n, tierra de sus peregrinaciones en la cual vivieron. 5 Y ahora Yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios hacen servir, y me fue recordado mi pacto. 6 Por tanto, dĆ a los hijos de Israel: Yo soy YHVH, y os sacarĆ© de debajo de las cargas de los egipcios, y os librarĆ© de su esclavitud, y os redimirĆ© con brazo extendido y con grandes juicios. 7 Os tomarĆ© para MĆ por pueblo y serĆ© vuestro Elohim; y sabrĆ©is que Yo soy YHVH vuestro Elohim, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios, 8 y os llevarĆ© a la tierra por la cual alcĆ© mi mano que la darĆa a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la darĆ© en posesión. Yo, YHVH.
9 AsĆ habló MoisĆ©s a los hijos de Israel, pero a causa de la impaciencia de espĆritu y la dura esclavitud, no escucharon a MoisĆ©s. 10 Entonces YHVH habló a MoisĆ©s, diciendo: 11 Entra, habla a Faraón rey de Egipto que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 12 Y habló MoisĆ©s delante de YHVH, diciendo: He ahĆ, los hijos de Israel no me escuchan Āæcómo me escucharĆ” Faraón siendo yo incircunciso de labios? 13 Y habló YHVH a MoisĆ©s y a Aarón, y los instruyó respecto a Faraón rey de Egipto, a fin de sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
14 Estos son las cabezas de las casas paternas:
Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc y Falú, Hezrón y Carmi. Estas son las familias de Rubén.
15 Los hijos de Simeón: Jemuel, JamĆn, Ohad, JaquĆn, Zoar y SaĆŗl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón.
16 Estos son los nombres de los hijos de LevĆ por sus linajes: Gersón, Coat y Merari, y los aƱos de la vida de LevĆ fueron ciento treinta y siete aƱos. 17 Los hijos de Gersón: LibnĆ y SimeĆ, por sus familias. 18 Y los hijos de Coat: Amram e Izar, Hebrón y Uziel. Y los aƱos de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres aƱos. 19 Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de LevĆ segĆŗn sus generaciones. 20 Y Amram tomó por mujer a su tĆa Jocabed, la cual le dio a luz a Aarón y a MoisĆ©s. Y los aƱos de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete aƱos. 21 Y los hijos de Izar: CorĆ©, Nefeg y Zicri. 22 Y los hijos de Uziel: Misael, ElzafĆ”n y Sitri. 23 Y Aarón tomó por mujer a Elizabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, la cual le dio a luz a Nadab, a AbiĆŗ, a Eleazar y a Itamar. 24 Y los hijos de CorĆ©: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreĆtas. 25 Y Eleazar ben Aarón, tomó una mujer de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees. Y estos son las cabezas paternas de los levitas segĆŗn sus familias. 26 Estos son Aarón y MoisĆ©s a quienes YHVH dijo que sacaran a los hijos de Israel de la tierra de Egipto con sus posesiones. 27 Este Aarón y este MoisĆ©s son los que hablaron a Faraón rey de Egipto para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
28 Ahora bien, el dĆa en que habló YHVH a MoisĆ©s en la tierra de Egipto, 29 sucedió que YHVH se dirigió a MoisĆ©s, diciendo: Yo soy YHVH. Habla a Faraón rey de Egipto todo lo que te hablo. 30 Pero MoisĆ©s respondió ante YHVH: He aquĆ, yo soy incircunciso de labios Āæcómo, pues, me escucharĆ” Faraón?
āŗ6.5 me fue recordado… Se sigue LXX āGn 15.13-14.
āŗ6.13 los instruyó… TM aƱade respecto a los hijos de Israel. Se sigue LXX.
āŗ6.19 … generaciones ā1Cr 6.16-19.
āŗ6.22 LXX omite Misael.
āŗ6.25 tomó… TM aƱade para sĆ. Se sigue LXX.
āŗ6.26 … Egipto. Se sigue LXX.
āŗ6.27 de la tierra… Se sigue PS, Sir. y LXX.
Salmo 119:89-96.
89 Oh YHVH, tu Palabra permanece en los cielos para siempre.
90 De generación en generación es tu fidelidad; afirmaste la tierra, y permanece.
91 Todo subsiste hasta hoy por tu mandato, porque todas las cosas te sirven.
92 Si tu ley (torĆ”) no hubiera sido mi deleite, ya habrĆa perecido en mi aflicción.
93 JamƔs me olvidarƩ de tus preceptos (piqud), porque con ellos me has vivificado (jai).
94 Tuyo soy, ”sÔlvame (yeshúa)! Por cuanto he escudriñado tus preceptos (piqud),
95 Los malos me acechan para destruirme, pero yo considerarƩ tus testimonios (edot).
96 En toda perfección he visto lĆmite, Pero tu mandamiento (mitzvot) es amplio en gran manera.Ā
āŗ119.91 te sirven… Lit. todas las cosas son tus siervas.
āŗ119.96 lĆmite… Lit. final. Todas las cosas de este mundo tienen un final; solo los mandamientos de Dios son ilimitados.
Proverbios 29.
1 El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, serƔ quebrantado de repente, y no habrƔ para Ʃl medicina.
2 Cuando abundan los justos, el pueblo se regocija, cuando gobierna el impĆo, el pueblo gime.
3 El que ama la sabidurĆa, alegra a su padre, pero el que se junta con rameras, disipa su fortuna.
4 Un rey justo hace estable el paĆs, pero el que lo carga de tributos lo destruye.
5 El hombre que adula a su prójimo, le tiende una red a sus pasos.
6 La transgresión del malvado es su propia trampa, mientras que el justo canta y se regocija.
7 Preocupa al justo (tzadiq) la causa del pobre, yĀ el malvado no lo entiende.
8 Los escarnecedores agitan la ciudad, pero los sabios aplacan la ira.
9 Si un sabio contiende con un necio, se enoje este o se rĆa, no habrĆ” sosiego.
10 Los sanguinarios aborrecen al varón Ćntegro, los rectos se preocupan por Ć©l.
11 Desfoga el necio todas sus pasiones, pero el sabio dentro de sĆ las aquieta.
12 El gobernante que hace caso de embustes, tendrĆ” criminales por servidores.
13 El oprimido y el opresor coinciden en esto: A los ojos de ambos dio vista YHVH.
14 El rey que juzga lealmente a los desvalidos, afianzarĆ” su trono para siempre.
15 Vara y reprensión meten en razón, pero el muchacho consentido avergonzarÔ a su madre.
16 Cuando los malvados mandan, los crĆmenes aumentan, pero los justos presenciarĆ”n su caĆda.
17 Corrige a tu hijo y te darĆ” descanso, y darĆ” satisfacciones a tu alma (nefesh).
18 Donde no hay visión profética, el pueblo se desenfrena, pero, ”cuÔn bienaventurado es el que guarda la ley (torÔ)!
19 Solo con palabras no escarmienta el siervo, porque entiende, pero no hace caso.
20 ¿Has observado a un hombre precipitado al hablar?, pues mÔs se puede esperar de un necio.
21 El consentido desde la niƱez es un esclavo, al final lo lamentarƔ.
22 El hombre irascible levanta contiendas, yĀ el furioso abunda en transgresiones.
23 La soberbia del hombre (adĆ”m) lo humillarĆ”, pero el de espĆritu (ruaj) humilde recibirĆ” honra.
24 El que se asocia a un ladrón aborrece su propia alma (nefesh), oye la maldición, pero no lo denuncia.
25 El que teme a los hombres (adĆ”m) caerĆ” en el lazo, pero el que confĆa en YHVH es inaccesible.
26 Muchos buscan el favor del que manda, pero la sentencia (mishpatim) para el hombre (adƔm) procede de YHVH.
27 El varón inicuo es aborrecido por los justos (tzadiq), y el de camino recto es aborrecido por los inicuos.
Ezequiel 26.
1 En el aƱo undĆ©cimo, en el dĆa primero del mes, aconteció que vino a mĆ palabra deĀ YHVH, diciendo:
2 Hijo de hombre (adĆ”m), por cuanto Tiro ha dicho de JerusalĆ©n: Ā”Bravo! Ā”Rota estĆ” la puerta de los pueblos! Ā”Ha caĆdo en mi poder! Ā”En ella me cebarĆ©! 3 AsĆ dice Adonai YHVH: Ā”Heme aquĆ contra ti, oh Tiro! Como el mar levanta sus olas, asĆ Yo levanto contra ti a pueblos numerosos. 4 DestruirĆ”n las murallas de Tiro, derribarĆ”n sus baluartes, barrerĆ© de ella hasta su polvo, y la dejarĆ© como una peƱa lisa. 5 SerĆ” tendedero de redes en medio del mar, porque Yo he hablado, dice Adonai YHVH. SerĆ” botĆn de los gentiles, 6 sus poblados del campo, pasados a cuchillo, y sabrĆ”n que Yo soy YHVH. 7 Porque, dice Adonai YHVH: He aquĆ traigo del norte contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes, y un ejĆ©rcito de numerosas tropas. 8 MatarĆ” a espada a tus hijas en el campo, armarĆ” contra ti torres de asedio, levantarĆ” contra ti baluartes, y afirmarĆ” su escudo contra ti. 9 BatirĆ” tus murallas con arietes, y con hachas destruirĆ” tus torres. 10 Te envolverĆ” la polvareda de sus escuadrones de caballerĆa, y tus muros temblarĆ”n por el estruendo de su caballerĆa y el rodar de los carros, cuando entre por tus puertas como se entra en ciudad desportillada. 11 Con los cascos de sus caballos hollarĆ” todas tus calles, y a tu pueblo matarĆ” a filo de cuchillo, y tus fuertes columnas caerĆ”n a tierra. 12 RobarĆ”n tu riqueza y saquearĆ”n tu mercaderĆa, arruinarĆ”n tus muros, destruirĆ”n tus casas mĆ”s preciosas, y pondrĆ”n tus piedras, tu madera y hasta tu polvo en medio de las aguas. 13 HarĆ© cesar el estrĆ©pito de tus canciones, y no se oirĆ” mĆ”s el son de tus cĆtaras. 14 Te pondrĆ© como una peƱa lisa y serĆ”s tendedero de redes, y nunca mĆ”s serĆ”s edificada, porque Yo YHVH he hablado, dice Adonai YHVH.
15 AsĆ dice Adonai YHVH a Tiro: ĀæNo se estremecerĆ”n las islas ante el estruendo de tu caĆda, con el lamento de tus alanceados y el degüello de tus vĆctimas dentro de ti? 16 BajarĆ”n de sus tronos todos los prĆncipes marinos, se despojarĆ”n sus mantos, y se quitarĆ”n sus ropas bordadas; se vestirĆ”n de espanto y, sentados en el suelo, se estremecerĆ”n consternados, horrorizados a causa de ti. 17 LevantarĆ”n endechas sobre ti, y dirĆ”n acerca de ti: Ā”Cómo quedó la ciudad renombrada, poblada por gente de los mares, que imponĆan su terror a cuantos la rodeaban! 18 Ahora, las islas tiemblan ante el dĆa de tu caĆda. 19 Porque asĆ dice Adonai YHVH: Yo te convertirĆ© en ciudad asolada. Como las ciudades que ya no se habitan, harĆ© que el abismo acuoso suba sobre ti, y las muchas aguas te cubrirĆ”n. 20 Y te hundirĆ© con los que bajan a la fosa, a gentes de tiempos remotos, y te pondrĆ© en las profundidades de la tierra, entre las ruinas de la antigüedad, con los que bajan a la fosa, para que nunca mĆ”s seas poblada, pero Yo pondrĆ© gloria en la tierra de los vivientes. 21 Te convertirĆ© en espanto, y nunca mĆ”s serĆ”s hallada, dice Adonai YHVH.
āŗ26.17-18 Se sigue LXX ā§194.
Ezequiel 27.
1 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 2 TĆŗ, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro. 3 Di: Ā”Oh Tiro!, princesa de los puertos, mercado de muchos pueblos costeros: AsĆ dice Adonai YHVH: Tiro, tĆŗ te has dicho: Yo soy perfecta en hermosura. 4 Tus predios eran el corazón del mar; tus armadores completaron tu belleza, 5 con cipreses de Senir armaron tu maderaje, escogieron un cedro del LĆbano y alzaron el mĆ”stil en ti; 6 con robles de BasĆ”n hicieron tus remos, tu cubierta, con madera de boj de las costas de Quitim, incrustadas con marfil; 7 tu velamen, de lino recamado de Egipto, para que te sirviera de estandarte; de azul y pĆŗrpura de las costas de Elisa era tu pabellón. 8 Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus expertos, oh Tiro, estaban en ti, y eran tus timoneles. 9 Los ancianos de Gebal y sus mĆ”s hĆ”biles obreros calafateaban tus junturas. Todos los navĆos del mar y sus marinos traficaban contigo. 10 Persas, los de Lud y los de Fut servĆan en tu ejĆ©rcito como guerreros tuyos, escudos y yelmos en ti se suspendĆan y te engalanaban con ellos. 11 Los hombres de Arvad y Jelec guarnecĆan tus muros en derredor, y los de Gamadim estaban en tus baluartes, y colgaban sus escudos alrededor de tus muros perfeccionando tu hermosura. 12 Por la opulencia de todas tus riquezas, traficaba Tarsis contigo, traficaba en tus mercados plata, hierro, estaƱo y plomo. 13 JavĆ”n, Tubal y Mesec traficaban contigo; con esclavos y objetos de bronce traficaban en tus mercados. 14 Los de la casa de TogarmĆ” cambiaban tus mercaderĆas por caballos de tiro, de silla, y mulos. 15 Los hijos de DedĆ”n traficaban contigo, y muchas islas se hallaban bajo la dependencia de tu comercio, y te traĆan como tributo colmillos de marfil y maderas de Ć©bano. 16 Por la abundancia de tus productos, Edom venĆa a tus mercados y traficaba contigo con perlas y con pĆŗrpura, con vestidos bordados y linos finos, con corales y rubĆes. 17 TambiĆ©n JudĆ” y la tierra de Israel traficaban contigo, dĆ”ndote por tus mercaderĆas el trigo de Minit y de Panag, y la miel, el aceite y la resina. 18 Damasco traficaba contigo por la opulencia de toda riqueza, negociaba con el vino de Helbón y la mĆ”s blanca lana. 19 Dan y el errante JavĆ”n venĆan a tus ferias, para traficar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y caƱa aromĆ”tica. 20 DedĆ”n comerciaba contigo en paƱos preciosos para las carrozas. 21 Aun Arabia y todos los prĆncipes de Cedar se hallaban bajo la dependencia de tu comercio, traficando con corderos, carneros y machos cabrĆos. 22 Los mercaderes de SabĆ” y de Raama traficaban contigo; venĆan a tus mercados con el mĆ”s apreciado bĆ”lsamo, y toda clase de piedras preciosas y oro daban por tus mercaderĆas. 23 HarĆ”n, Cane, EdĆ©n, y los mercaderes de SabĆ”, de Asiria y de Quilmad, contrataban contigo. 24 Traficaban contigo con tejidos finos, con mantos de azul y bordados, y con cajas de ropas preciosas, liados con cuerdas y bien asegurados; con todo esto traficaban contigo. 25 Las naves de Tarsis eran en tu ercado como largas caravanas, y asĆ extremaste tus riquezas y opulencia en medio de los mares. 26 Tus remeros te conducĆan entre las vastas aguas, hasta que, en medio de los mares, te desmanteló el solano, 27 con tus riquezas, bienes y mercaderĆas, con tus remeros, timoneles y calafates, con todos los mercaderes de tu trĆ”fico. Y todos los hombres de guerra, y toda aquella gente en medio de ti, cayó en medio de los mares en el dĆa de tu destrucción. 28 Al grito estrepitoso de tus marineros las olas temblaron, 29 y todos los que empuƱan el remo, y marineros, y timoneles del mar todos saltaron de sus naves para quedarse en tierra. 30 Se escucharĆ”n sus voces, llorando amargamente por ti, polvo se echarĆ”n en sus cabezas, y se revolcarĆ”n en ceniza [[31]]; 32 en su lamento entonarĆ”n cantos fĆŗnebres por ti, y se lamentarĆ”n por ti. 33 Cuando desembarcaban tus mercaderĆas, saciabas a pueblos numerosos, y con tus muchas riquezas y mercaderĆas, enriquecĆas a los reyes de la tierra. 34 Ahora, quebrantada por el mar, en la profundidad de las aguas, con tus productos y toda tu tripulación caĆdos en medio de ti, 35 todos los moradores de las costas estĆ”n atónitos a causa de ti, sus reyes tiemblan de espanto, sus rostros estĆ”n abatidos, 36 y entre los pueblos, los mercaderes silban de asombro. Espanto serĆ”s, y para siempre dejarĆ”s de ser.
āŗ27.18 Se sigue.
āŗ27.28 olas… Otra traducción posible: costas.
āŗ27.31 TM aƱade v. Se sigue LXX.
āŗ27.32 Se sigue LXX.
āŗ27.36 Se inserta asombro para suplir elipsis del original.
Ā Ezequiel 28.
1 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo: 2 Hijo de hombre, di al prĆncipe de Tiro:
AsĆ dice Adonai YHVH: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy DIOS, y en el trono de Elohim estoy sentado en medio de los mares. Pero tĆŗ eres hombre y no DIOS, aunque has puesto tu corazón como el corazón de Elohim. 3 Ā”He aquĆ eres mĆ”s entendido que Danāel, y ningĆŗn misterio te es oculto! 4 Por tu sabidurĆa e inteligencia adquiriste riquezas, oro y plata acumulaste en tus tesorerĆas. 5 Por tu conocimiento superior multiplicaste tus riquezas a travĆ©s de tus contrataciones, y a causa de tus riquezas se enalteció tu corazón. 6 Por tanto, asĆ dice Adonai YHVH: Por cuanto pusiste tu corazón como el corazón de Elohim, 7 he aquĆ, Yo traigo contra ti extranjeros, los terribles de los gentiles, que desenvainarĆ”n sus espadas contra la hermosura de tu inteligencia, y mancharĆ”n tu esplendor. 8 Al sepulcro te harĆ”n descender, y morirĆ”s con la muerte de los traspasados en medio de los mares. 9 ĀæPorfiarĆ”s en decir:Yo soy Elohim, en presencia de quien te mata? Porque en presencia del que te traspasa, tĆŗ eres hombre y no DIOS. 10 MorirĆ”s de muerte de incircuncisos por mano de extranjeros, porque Yo he hablado, dice Adonai YHVH.
11 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo:
12 Hijo de hombre, entona endechas sobre el rey de Tiro, y dile: AsĆ dice Adonai YHVH: Ā”TĆŗ eras el sello de la perfección, lleno de sabidurĆa y acabado de hermosura! 13 En EdĆ©n, en el huerto de Elohim estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: De cornerina, topacio, jaspe y crisólito, de berilo y ónice; zafiro y carbunclo, de esmeralda y de oro. Los primores de tus panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el dĆa de tu creación. 14 TĆŗ, QuerubĆn ungido, protector, Yo te constituĆ para esto. En el santo monte de Elohim estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el dĆa que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la amplitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te degrado del monte de Elohim, y te destruyo, oh QuerubĆn protector, de en medio de las piedras del fuego. 17 A causa de tu hermosura se enalteció tu corazón; a causa de tu esplendor corrompiste tu sabidurĆa. Yo te arrojo por tierra, y delante de los reyes te pondrĆ© por espectĆ”culo. 18 Con la amplitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tus santuarios. He aquĆ Yo hago brotar en medio de ti un fuego para que te consuma, y te reduzco a ceniza sobre la tierra a ojos de todos los que te observan. 19 Todos los que te conocieron entre los pueblos se asombrarĆ”n de ti: Espanto serĆ”s, y para siempre dejarĆ”s de ser.
20 Vino a mĆ palabra de YHVH, diciendo:
21 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, 22 y dirĆ”s: AsĆ dice Adonai YHVH: Oh Sidón, he aquĆ Yo estoy contra ti, y en medio de ti serĆ© glorificado, y sabrĆ”n que Yo soy YHVH, cuando en ella ejecute juicios, y en ella me santifique. 23 Ā”Plaga y sangre por sus calles! Ā”VĆctimas que caen en medio de ella por la espada hostil que la rodea! Y sabrĆ”n que Yo soy YHVH. 24 Y la casa de Israel nunca mĆ”s tendrĆ” zarzal lacerante ni espino que atormente, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian, y sabrĆ”n que Yo soy YHVH. 25 AsĆ dice Adonai YHVH: Cuando Yo haya recogido a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales estĆ” esparcida, y me haya santificado en ellos a vista de las naciones, entonces habitarĆ”n en su tierra, que di a mi siervo Jacob. 26 Y habitarĆ”n confiadamente en ella, y edificarĆ”n casas, y plantarĆ”n viƱas. SĆ, habitarĆ”n confiadamente cuando Yo haya ejecutado los juicios contra todos aquellos que los despojan en sus alrededores, y sabrĆ”n que Yo, YHVH, soy su Elohim.
āŗ28.3 Danāel… No debe confundirse con Daniel. TM: Dios es juez (Ketib). Pero los Soferim indican la lectura Daniel (Qere).
āŗ28.10 muerte de incircuncisos… Es decir, de los ajenos al pueblo de Dios.
āŗ28.23 Se sigue LXX.
Hechos 5:12-42.
12 Y por mano de los apóstoles se hacĆan muchas seƱales milagrosas y prodigiosĀ entre el pueblo, y estaban todos unĆ”nimes en el pórtico de Salomón. 13 Pero ningunoĀ de los demĆ”s osaba juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los alababaĀ grandemente. 14 Y mĆ”s y mĆ”s creyentes en el SeƱor, multitudes de hombres yĀ mujeres, eran aƱadidos constantemente. 15 Tanto que aun sacaban a los enfermos aĀ las calles poniĆ©ndolos en catres y camillas, para que al pasar Pedro, al menos suĀ sombra cubriera a alguno de ellos. 16 TambiĆ©n de ciudades circunvecinas deĀ JerusalĆ©n concurrĆa la multitud llevando enfermos y atormentados por espĆritusĀ inmundos, todos los cuales eran sanados.
17 Pero levantĆ”ndose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con Ć©l (de la secta de los saduceos), fueron movidos a envidia, 18 y echando mano a los apóstoles, los metieron en la cĆ”rcel pĆŗblica. 19 Pero un Ć”ngel del SeƱor abrió las puertas de la cĆ”rcel de noche, y despuĆ©s de sacarlos, dijo: 20 Id, y puestos de pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta Vida. 21 Y al oĆrlo, entraron al amanecer en el templo, y enseƱaban. Entonces se presentó el sumo sacerdote y los que estaban con Ć©l, y convocaron al SanedrĆn, esto es, el Consejo Supremo de los hijos de Israel, y enviaron a la prisión para que fueran traĆdos. 22 Pero cuando los alguaciles se presentaron, no los hallaron en la cĆ”rcel; y al regresar, informaron, 23 diciendo: Hallamos la prisión cerrada con toda seguridad, y a los centinelas de pie ante las puertas, pero al abrir, a nadie hallamos dentro. 24 Cuando oyeron estasĀ palabras, tanto el jefe de la guardia del templo como los principales sacerdotes, seĀ preguntaban quĆ© llegarĆa a ser esto. 25 Y llegando uno, les informó: Mirad, losĀ varones que pusisteis en la cĆ”rcel estĆ”n en el templo enseƱando al pueblo. 26Ā Entonces el jefe de la guardia fue con los alguaciles y los condujo sin violencia,Ā porque temĆan que fueran apedreados por el pueblo.
27 Luego de conducirlos, los presentaron ante el SanedrĆn, y el sumo sacerdote losĀ interrogó, 28 diciendo: ĀæNo os mandamos estrictamente que no enseƱarais en esteĀ nombre? He aquĆ, habĆ©is llenado a JerusalĆ©n de vuestra enseƱanza, y querĆ©is traerĀ sobre nosotros la sangre de este hombre. 29 Respondiendo Pedro y los apóstoles,Ā dijeron: Es necesario obedecer a DIOS antes que a los hombres. 30 El DIOS deĀ nuestros padres resucitó a JESĆS, a quien vosotros matasteis colgĆ”ndolo en unĀ madero. 31 A este exaltó DIOS con su diestra como PrĆncipe y Salvador, para dar aĀ Israel arrepentimiento y liberación de pecados. 32 Y nosotros somos testigos deĀ estas cosas, y tambiĆ©n el EspĆritu Santo, el cual dio DIOS a los que le obedecen.
33 Al oĆr esto, ellos se enfurecieron, y tenĆan el propósito de matarlos, 34 cuando unĀ cierto fariseo de nombre Gamaliel, maestro de la ley, respetado por todo el pueblo, seĀ levantó en el SanedrĆn, mandó sacar fuera a los hombres por un momento, 35 y lesĀ dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros mismos, quĆ© vais a hacer a estosĀ hombres. 36 Porque antes de estos dĆas surgió Teudas, diciendo Ć©l mismo serĀ alguien, a quien fue unido un nĆŗmero como de cuatrocientos hombres, pero fueĀ muerto, y todos los que le obedecĆan fueron dispersados y se redujeron a nada. 37Ā DespuĆ©s de este, en los dĆas del censo, surgió Judas el galileo, e incitó al pueblo trasĀ sĆ. TambiĆ©n Ć©l pereció y todos los que le obedecĆan fueron dispersados. 38 Y ahoraĀ os digo: Apartaos de estos hombres y dejadlos, porque si este plan o esta obra es deĀ los hombres, se desvanecerĆ”, 39 pero si es de DIOS, no podrĆ©is destruirlos, no seaĀ que hasta seĆ”is hallados luchando contra DIOS. Y fueron persuadidos por Ć©l. 40 AunĀ asĆ, hicieron entrar a los apóstoles y los azotaron, y les ordenaron que no hablaran enĀ el nombre de JESĆS, y los soltaron.
41 Ellos, pues, salieron de la presencia del SanedrĆn, regocijĆ”ndose porque habĆan sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. 42 Y cada dĆa, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseƱar y anunciar la Buena Noticia de CRISTO JESĆS.Ā
āŗ5.5 sobrevino… Lit. se hizo.
āŗ5.15 su sombra… Lit. la sombra āJn 14.12.
āŗ5.21Ā fueran traĆdos… Lit. ser traĆdos.
āŗ5.28 sangre… āMt 27.25; este hombre… MāĀ aƱaden la partĆcula oĆŗ (que convierte este pasaje en pregunta).
āŗ5.32 testigos… Mā aƱaden suyos.
āŗ5.34 losĀ hombres… Mā registran los apóstoles.
āŗ5.36 alguien… Es decir, un gran personaje.
āŗ5.37 pueblo… Mā aƱaden mucho.
āŗ5.38 es… Lit. fuera.
āŗ5.42 enseƱar yĀ anunciar… Lit. enseƱando y anunciando; CRISTO… ā3.20.

