Texto Ôureo: Exodo 13.17-14.31
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1 Exodo 13:17-14:31
DĆa 2 2ĀŖCronicas 17
DĆa 3 Mateo 16:21-28
DĆa 4 Filipenses 3
DĆa 5 2ĀŖCorintios 4
DĆa 6 Colosences 4:1-6
I- Cuatro actitudes ante situaciones aparentemente insuperables.
En esta porción podemos ver las cuatro actitudes mÔs comunes que se suelen asumir ante situaciones que parecen sin salida: (1) Los que desean terminar su vida, (2) Los que prefieren volver a la situación, (3) Los que desean prepararse para batallar con sus fuerzas, (4) Los que creen que es hora de clamar a Dios.
La respuesta de MoisĆ©s es clara (Ex 14:13): Ā«Estad firmesĀ», que se refiere a resistir; Ā«nunca mĆ”s para siempre los verĆ©isĀ», que apunta a no regresar atrĆ”s; Ā«Dios pelearĆ” por vosotrosĀ», asĆ que el protagonismo es de Ćl; y Ā«vosotros estarĆ©is en silencioĀ», que aclara que no es momento tampoco para clamar sino para esperar.
Entonces, ĀæquĆ© quedaba por hacer? Dios se lo dirĆ” al pueblo a travĆ©s de MoisĆ©s tambiĆ©n: Ā«Di a los hijos de Israel que marchenĀ». O sea, hay momentos en que lo Ćŗnico que hay que hacer es avanzar y tener claro que todo estarĆ” bien cuando avancemos, porque el asunto estĆ” en manos de Dios. El camino ya estĆ” alumbrado, y la mayorĆa de las veces con la propia Escritura. Es solo cuestión de seguir adelante y tener la certeza y la convicción de que Dios estĆ” en control de todo.
II- Tensión entre la rebelión y la fe.
DespuĆ©s de las diez plagas, Egipto debió haber estado en una crisis extrema, ademĆ”s de sufrir el luto por los muertos, el hedor y el desastre de la putrefacción de tantos animales muertos, un ejĆ©rcito en crisis tambiĆ©n porque muchos de los soldados y oficiales habrĆan muerto al ser primogĆ©nitos, asĆ que debió haber un caos social generalizado. Sin embargo, Faraón estaba tan endurecido y rebelde contra Dios que a pesar de eso persistió en un ataque final contra Israel. QuĆ© triste cuando algunos, aĆŗn viviendo graves problemas y cosechando los resultados de crisis extremas como consecuencia de su actitud, siguen adelante en su testarudez contra Dios o contra algunos de sus hijos.
A diferencia de Egipto que sin fuerzas seguĆa atacando, Israel que ahora era libre, y que habĆa visto cómo milagrosamente ninguna de las plagas a ellos no les tocó, al enfrentarse al mar delante de ellos pensó que morirĆa allĆ. Como hijos de Dios debemos entender que la libertad dada por Ćl es para que sea usada y disfrutada. No se puede ser Su pueblo y vivir como si no lo fuĆ©ramos, no se puede ser libre y vivir con miedo a la vida, no se puede ser hijos de piedad y negar la eficacia de ella con nuestros actos[1].
III- Enfocados en lo Eterno.
También hubo murmuración de muchos contra Moisés. Se debe entender que el origen de las murmuraciones comienza cuando todo se mira a partir de lo material y no de lo espiritual. Es decir, que cuando la visión humana de los hechos llega a ser mÔs importante que aquello que Dios estÔ haciendo, eso va a traer ingratitud a Dios[2] y, por tanto, se perderÔ el foco real de todo lo que estÔ sucediendo. Con respecto a esto vamos a encontrar enseñanzas de Jesús (Mt 16:25-27) y de Pablo (2Co 4:17-18).
Los hijos de Dios debemos tener claro que lo temporal se puede perder, pero lo eterno no, y esto último es lo importante realmente. Vivimos en un mundo en que la competencia hace al hombre mirar y concentrarse mÔs en lo temporal, por lo que es muy importante desprenderse de esta pandemia social conocida como materialismo y entender que los verdaderos valores y metas se encuentran en el Eterno.
Nuestro cerebro se ha desarrollado en medio de un mundo donde el capricho es bueno y aceptado, por lo que hay una adicción a travĆ©s del bienestar mental que se siente casi que a diario, provocando una adicción a esto casi sin saberlo. Cosa que afecta aĆŗn mĆ”s de lo que imaginamos, porque se puede llegar a pretender que servir u obedecer a Dios desde una expectativa completamente material es lo correcto, cuando al final lo que traerĆ” realmente serĆ” murmuración contra Ćl.
IV-Ā Para Dios no hay imposible.
En esta porción también se puede aprender algo que ilustraremos:
«¿QuĆ© aprendiste hoy en la escuela dominical?Ā» āpreguntó un padre al hijo. Este le respondió: Ā«Que Israel se habĆa escapado de Egipto y al llegar a la orilla del Mar Rojo el ejĆ©rcito de Faraón estaba detrĆ”s. Y MoisĆ©s dijo que no se preocuparan, sacó su Walkie Talkie y dio unas órdenes, entonces aparecieron helicópteros y aviones que bombardearon al enemigo, bajaron las piezas de un puente flotante, e Israel pudo cruzar el mar y salvarse.Ā» El padre, asombrado, dijo: «¿Esto es lo que realmente te enseƱaron? Ā”No lo puedo creer!Ā». El niƱo con cara asustadiza replicó: Ā«Mira, papĆ”, si te digo lo que realmente me contaron, seguro que no me lo vas a creerā¦Ā».
CuĆ”ntos han tratado de cambiar esta historia bĆblica o adaptarla a algo creĆble tan solo porque no creen en la acción divina[3]. Debemos dejar claro a todos que los milagros descritos en la Biblia, aunque hoy puede que no veamos muchos como aquellos, precisamente estĆ”n escritos porque son milagros. E inclusive, si analizamos bien, la Biblia estĆ” llena de ellos, pero en un periodo bastante largo de la historia, es decir, que no todos los dĆas habĆa milagros de ese tipo y varias generaciones ni siquiera estuvieron presentes en cada uno de ellos[4]. Muchos hoy necesitan partir en dos su escepticismo y creer que para Dios nunca habrĆ” imposibles[5].
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que Dios exige tan solo avanzar en situaciones como esta?
2.- ĀæEn quĆ© sentido cree usted que Pablo recomienda a Timoteo Ā«persistirĀ» (2Tim 3)? ĀæCómo podrĆa relacionarse la situación de Timoteo con la de Israel frente al Mar Rojo?
3.- ĀæCuĆ”ndo dice que el pueblo creyó querrĆ” decir que antes no creĆan en Dios?
4.- ¿Cómo cree que deben ser tratados los milagros en la iglesia hoy?
[2] (×ּ֓צְעֲק×Ö¼) Yitzaqu, significa un grito grotesco (Ex 14:10).
[3] Esta perspectiva teológica es conocida como Naturalismo.
[4] Por ejemplo, tenemos mƔs de cuatro siglos de esclavitud en Egipto donde pasaron varias generaciones.
Exodo 13.17-22.
17 Cuando Faraón dejó partir al pueblo, Elohim no los condujo por el camino de laĀ tierra de los filisteos, aunque estaba próximo, porque dijo Elohim: No sea que elĀ pueblo se arrepienta cuando vea guerra y se vuelva a Egipto. 18 Y desvió Elohim alĀ pueblo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Y los hijos de Israel subieronĀ quintados de la tierra de Egipto. 19 Y MoisĆ©s tomó consigo los huesos de JosĆ©, puesĀ este habĆa hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel, diciendo: De cierto ElohimĀ os visitarĆ” y llevarĆ©is mis huesos de aquĆ con vosotros.
20 Luego partieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto. 21 Y YHVHĀ los guiaba de dĆa en columna de nube para mostrarles el camino, y de noche enĀ columna de fuego. 22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube deĀ dĆa, ni la columna de fuego, de noche.
āŗ13.17 Cuando… TM aƱade y sucedió que. Se sigue LXX.
āŗ13.18 quintados… En escuadrones de cincuenta. TM: Heb. jamushim = armados.
āŗ13.19 … vosotros āGn 50.25; Jos 24.32.
āŗ13.21 de fuego… TM aƱade para alumbrarlos, a fin de que caminaran de dĆa y de noche. Se sigue LXX.
Ćxodo 14.
1 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel que se vuelvan y acampen entre Migdol y el mar, delante de Baal-Zefón. Frente a Ć©l acamparĆ©is junto al mar. 3 Y Faraón dirĆ” de los hijos de Israel: Ellos estĆ”n extraviados por el paĆs, el desierto los encerró. 4 Yo endurecerĆ© el corazón de Faraón y los perseguirĆ”. Entonces serĆ© glorificado por medio de Faraón y de todo su ejĆ©rcito, y sabrĆ”n losĀ egipcios que Yo soy YHVH. Y ellos hicieron asĆ.
5 Y fue anunciado al rey de Egipto que el pueblo habĆa huido. Y el corazón de FaraónĀ y el de sus siervos contra el pueblo fue trastocado, y dijeron: ĀæQuĆ© es esto queĀ hemos hecho? ĀæPor quĆ© hemos dejado ir a Israel de nuestra servidumbre? 6Ā Entonces aparejó su carro, y tomando consigo a su pueblo, 7 tomó seiscientos carrosĀ escogidos, y todos los carros de Egipto con capitanes sobre todos ellos. 8 YĀ endureció YHVH el corazón de Faraón rey de Egipto, quien persiguió a losĀ hijos de Israel, pero los hijos de Israel habĆan salido con mano exaltada.
9 Los egipcios los persiguieron con todos los caballos y carros de Faraón, con sus jinetes y su ejĆ©rcito, y los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, frente a Baal-Zefón. 10 Estaba ya cerca Faraón cuando los hijos de Israel alzaron sus ojos, Ā”y he aquĆ los egipcios venĆan en su persecución! Y los hijos de Israel clamaron a YHVH atemorizados en gran manera, 11 y dijeron a MoisĆ©s: ĀæPor no haber sepulcros en Egipto nos tomaste para morir en el desierto? ĀæQuĆ© es esto que nos has hecho al sacarnos de Egipto? 12 ĀæNo es esta la advertencia que te hicimos en Egipto, diciendo: Renuncia a nosotros para que sirvamos a los egipcios? Pues mejor es para nosotros servir a los egipcios, que morir en el desierto. 13 Pero MoisĆ©s respondió al pueblo: Ā”No temĆ”is! Ā”Estad firmes y ved la salvación de YHVH que Ćl hace hoy por vosotros, porque los egipcios que visteis hoy, no los volverĆ©is a ver nunca mĆ”s! 14 YHVH lucharĆ” por vosotros, y vosotros quedaos quietos.
15 Entonces YHVH dijo a MoisĆ©s: ĀæPor quĆ© clamas a MĆ? Ā”Di a los hijos de Israel queĀ se pongan en marcha! 16 Y tĆŗ, Ā”alza tu vara, extiende la mano sobre el mar yĀ divĆdelo, y entren los hijos de Israel en medio del mar por lo seco! 17 Y Yo, por miĀ parte, endurecerĆ© el corazón de los egipcios para que entren tras ellos, y seré glorificado en Faraón y en todo su ejĆ©rcito, en su carro, y en sus jinetes. 18 Y cuandoĀ sea glorificado en Faraón, y en sus carros y en sus jinetes, los egipcios sabrĆ”n queĀ Yo soy YHVH.
19 Entonces el Ćngel de Elohim, que marchaba delante del campamento de los hijos de Israel, se puso detrĆ”s de ellos, y la columna de nube se movió de delante de ellos y se colocó en su retaguardia, 20 e iba entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel. Y era nube y oscuridad, pero iluminaba la noche; y no se acercó uno al otro en toda la noche. 21 Y MoisĆ©s (con Alef-Tav) extendió su mano hacia el mar, y YHVH Alef-Tav hizo que el mar se retirara por medio de un recio viento oriental toda la noche y Alef-Tav secó el mar y el agua fue dividida. 22 Y los hijos de Israel entraron por el medio del mar, sobre lo seco, y las aguas les fueron como muro a su derecha y a su izquierda.
23 Los egipcios reanudaron la persecución, y toda la caballerĆa de Faraón, sus carrosĀ y sus jinetes entraron tras ellos en medio del mar. 24 Pero en la vigilia del alba,Ā aconteció que YHVH miró desde la columna de fuego y desde la nube alĀ campamento de los egipcios, y perturbó el campamento de los egipcios.
25 Y Alef-Tav torció el eje de las ruedas de sus carros, de modo que los conducĆanĀ con dificultad, por lo que los egipcios dijeron: Ā”Huyamos de delante de Israel, porqueĀ YHVH pelea por ellos contra los egipcios! 26 Entonces YHVH dijo a MoisĆ©s:Ā Ā”Extiende tu mano sobre el mar, y vuĆ©lvanse las aguas sobre los egipcios, sobre susĀ carros y sobre sus jinetes!Ā 27 Y MoisĆ©s extendió su mano sobre el mar, y al amanecer el mar se volvió a suĀ impetuosidad, y los egipcios, al huir, chocaban contra Ć©l. AsĆ trastornó YHVH a losĀ egipcios en medio del mar. 28 Y el agua fue devuelta y cubrió los carros y los jinetesĀ y todo el ejĆ©rcito de Faraón que habĆa entrado tras ellos en el mar. No quedó ni unoĀ de ellos. 29 Pero los hijos de Israel fueron encaminados por lo seco en medio delĀ mar, y las aguas les eran por muro a su mano derecha y por muro a su izquierda.
30 AsĆ salvó YHVH aquel dĆa a Israel de mano de los egipcios, e Israel vio a losĀ egipcios muertos a la orilla del mar. 31 Y vio Israel el gran poder que YHVH habĆaĀ ejercido contra los egipcios. Y temió el pueblo a YHVH Alef-Tav, y creyeron a ElohimĀ y a MoisĆ©s su esclavo.
āŗ14.2 y acampen… TM aƱade Pi-Hahirot. Se sigue LXX.
āŗ14.9 junto al mar… TM aƱade Pi-Hahirot. Se sigue LXX.
āŗ14.17 su carro… Esto es, el carro de Faraón.
āŗ14.19 de los hijos… TM omite.
āŗ14.22 mar… āHe 11.29.
āŗ14.29 fueron encaminados… Nótese lo pasivo.
āŗ14.31 Elohim… āTM: YHVH. Se sigue LXX.
2 Cronicas 17
1 Y reinó en su lugar su hijo Josafat, y se fortaleció contra Israel. 2 Y emplazó ejĆ©rcitos en todas las ciudades fortificadas de JudĆ”, y puso guarniciones en la tierra de JudĆ”, y en las ciudades de EfraĆn que su padre Asa habĆa conquistado. 3 Y YHVH estuvo con Josafat, porque anduvo (halajĆ”) en los primeros caminos de su padre David, y no buscó a los baales, 4 sino que buscó al Elohim de su padre, y anduvo (halajĆ”) en sus mandamientos (mitzvot), y no segĆŗn las obras de Israel. 5 Y YHVH consolidó el reino en su mano, y todo JudĆ” ofreció presentes a Josafat, y tuvo riqueza y honores en abundancia. 6 Y su corazón se animó en los caminos de YHVH, hasta tal punto que quitó de JudĆ” los lugares altos y las Asherim.
7 En el tercer aƱo de su reinado, envió a sus prĆncipes Ben-Hail, AbdĆas, ZacarĆas, Natanael y MicaĆas, para que enseƱaran en las ciudades de JudĆ”. 8 Y con ellos a los levitas SemaĆas, NetanĆas, ZebadĆas, Asael, Semiramot, JonatĆ”n, AdonĆas, TobĆas, y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram. 9 Y ellos enseƱaron en JudĆ” llevando consigo el rollo de la ley (sefer torĆ”) de YHVH, y recorrieron todas las ciudades de JudĆ”, y enseƱaron al pueblo. 10 Y el terror de YHVH cayó sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de JudĆ”, de modo que no hicieron guerra contra Josafat. 11 Y algunos gentiles trajeron a Josafat presentes y plata como tributo, y los Ć”rabes le llevaron siete mil setecientos carneros. 12 Y Josafat se engrandeció hasta lo sumo, y edificó en JudĆ” fortalezas y ciudades de abastecimiento.
13 Tuvo ademĆ”s muchas posesiones en las ciudades de JudĆ”, y en JerusalĆ©n hombres de guerra muy valerosos. 14 El nĆŗmero segĆŗn sus casas paternas era este: de los capitanes de millares de JudĆ”, el jefe Adnas, con trescientos mil valientes; 15 le seguĆa el jefe JohanĆ”n, con doscientos ochenta mil; 16 luego AmasĆas ben Zicri, quien se habĆa consagrado a YHVH, con doscientos mil valientes; 17 y de BenjamĆn: Eliada, un poderoso y valiente, y con Ć©l doscientos mil que portaban arco y escudo; 18 y a continuación, Jozabad, con ciento ochenta mil equipados para la guerra. 19 Estos eran los que servĆan al rey, aparte de los que el rey habĆa emplazado en las ciudades fortificadas por todo JudĆ”.
āŗ17.6 lugares altos… ā11.15 nota; Asherim…
āŗ17.8 TobĆas, y… TM aƱade TobadonĆas. Se sigue LXX.
āŗ17.11 Se sigue LXX.
āŗ17.13 muy valerosos… Lit. valientes guerreros.
āŗ17.16 consagrado… Esto es, alguien que voluntariamente se ofrece al servicio de Dios.
Mateo 16:21-28.
21 Desde entonces JESĆS comenzó a declarar a sus discĆpulos que Ćl debĆa ir a JerusalĆ©n y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y ser resucitado al tercer dĆa.
22 Pero Pedro, tomĆ”ndolo aparte, comenzó a reconvenirlo, diciendo: SeƱor, Ā”DIOS no lo quiera! Ā”De ningĆŗn modo te sucederĆ” esto! 23 Entonces Ćl, volviĆ©ndose, dijo a Pedro: Ā”Fuera de mi vista, SatanĆ”s! Me eres tropiezo, pues no piensas lo de DIOS sino lo de los hombres.
24 Entonces JESĆS dijo a sus discĆpulos: Si alguno quiere venir en pos de MĆ, niĆ©guese a sĆ mismo, tome su cruz y sĆgame. 25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderĆ”, pero el que pierda su vida por causa de MĆ, la hallarĆ”. 26 Pues, ĀæquĆ© provecho obtendrĆ” el hombre si ganara todo el mundo, pero perdiera su alma? O, ĀæquĆ© darĆ” el hombre a cambio de su alma (nefesh/psyjen)? 27 Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus Ć”ngeles, y entonces recompensarĆ” a cada uno segĆŗn su conducta.
28 De cierto os digo que hay algunos de los que estĆ”n aquĆ, que de ningĆŗn modo gustarĆ”n la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
āŗ16.23 Fuera… ā4.10 nota.
āŗ16.24 sĆgame… ā10.38; Lc 14.27.
āŗ16.25 pierda su vida… ā10.39; Lc 17.33; Jn 12.25.
āŗ16.26 su alma… O su vida.
āŗ16.27 ha de venir… El verbo gr. mĆ©llo seguido del infinitivo Ć©rjomai a menudo implica que algo es inevitable; recompensarĆ”… ā25.31; Sal 62.12.
Filipenses 3.
1 Por lo demĆ”s, hermanos mĆos, regocijaos en el SeƱor. A la verdad, no me es molesto escribiros las mismas cosas, y para vostros es seguro. 2āGuardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de la mutilación. 3āPorque nosotros somos la circuncisión, los que adoramos por el EspĆritu de DIOS, y nos gloriamos en CRISTO JESĆS, no teniendo confianza en la carne.
4āAunque tambiĆ©n yo puedo confiar en la carne. Si algĆŗn otro cree poder confiar en la carne, yo mĆ”s: 5ā Circuncidado al octavo dĆa; del linaje de Israel, de la tribu de BenjamĆn, hebreo de hebreos. En cuanto a la ley, fariseo, 6āen cuanto al celo, perseguidor de la iglesia, en cuanto a la justicia que hay en la ley, irreprensible. 7āPero todo lo que eran para mĆ ganancias, lo he estimado como pĆ©rdida a causa de CRISTO.
8āY ciertamente aun estimo todas las cosas como pĆ©rdida por la superioridad del conocimiento de CRISTO JESĆS, mi SeƱor, por el cual perdĆ todas las cosas, y las tengo por estiĆ©rcol, para ganar a CRISTO, 9āy ser hallado en Ćl, no teniendo mi propia justicia, la que procede de la ley, sino la que es mediante la fidelidad de CRISTO, la justicia que procede de DIOS basada en la fidelidad, 10āpara conocerlo a Ćl y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Ćl en su muerte, 11āsi en alguna manera llegara a la resurrección de entre los muertos.
12āNo que lo haya obtenido ya, ni que ya estĆ© perfeccionado; sino que sigo corriendo, por si logro alcanzar aquello para lo cual fui tambiĆ©n alcanzado por CRISTO. 13ā Hermanos, no considero que yo mismo lo haya alcanzado, pero una cosa hago, olvidando las cosas que quedan atrĆ”s, y extendiĆ©ndome a las que estĆ”n delante, 14ā sigo corriendo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de DIOS en CRISTO JESĆS. 15āAsĆ que, todos los que somos perfectos, sintamos esto. Y si algo sentĆs de diferente manera, tambiĆ©n esto os lo revelarĆ” (apocalipsis) DIOS. 16āPero en aquello a que hemos llegado, sigamos lo mismo.
17āHermanos, sed imitadores de mĆ, y observad a los que asĆ se conducen segĆŗn el ejemplo que tenĆ©is en nosotros. 18āPorque andan muchos, de los cuales frecuentemente os decĆa, y ahora hasta lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de CRISTO, 19ācuyo fin es la perdición, cuyo dios es su vientre, y su gloria estĆ” en la vergüenza, los cuales piensan solo en lo terrenal. 20āPorque nuestra ciudadanĆa estĆ” en los cielos, de donde aguardamos ardientemente al Salvador, al SeƱor JESUCRISTO, 21āel cual transfigurarĆ” el cuerpo de la humillación nuestra para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, segĆŗn la energĆa del poder con el cual Ćl tambiĆ©n puede someter a sĆ mismo todas las cosas.
āŗ3.1 mĆos… Mā omiten.
āŗ3.2 Guardaos de… Lit. mirad; la trilogĆa de perros… malos obreros… mutilación… se refiere a los judaizantes (Mā aƱaden del cuerpo).
āŗ3.3 la circuncisión… Es decir, la verdadera, la del corazón āRo 2.29; Col 2.11.
āŗ3.5 BenjamĆn… āRo 11.1.
āŗ3.5 fariseo… āHch 23.6; 26.5.
āŗ3.6 perseguidor… āHch 8.3; 22.4; 26.9-11.
āŗ3.7 eran… Lit. era.
āŗ3.8 superioridad… Lit. sobrepujante; estiĆ©rcol… Otra traducción posible: basuras.
āŗ3.11 resurrección… ā1Ts 4.14-17; 1Co 15.51-52; 2Co 5.1-4.
āŗ3.12 CRISTO… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ3.13 Se inserta hago para suplir elipsis del original.
āŗ3.15 perfectos… AquĆ, maduros espiritualmente; diferente… En el sentido de adoptar una actitud ā2.5.
āŗ3.16 sigamos lo mismo… TR registra y aƱade sigamos una misma regla, sintamos unaĀ misma cosa.
āŗ3.17 imitadores… ā1Co 4.16; 11.1.
āŗ3.19 piensan… āv. 15.
āŗ3.21 sea semejante… Esto es, de idĆ©ntica forma.
2 Corintios 4
1 Por lo cual, teniendo nosotros este servicio segĆŗn la misericordia que nos fue concedida, no desmayamos; 2āantes bien, renunciamos a subterfugios deshonestos, no andando con astucia ni falseando la Palabra de DIOS, sino que, en la presencia de DIOS, nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana para la manifestación de la Verdad.
3āY si nuestro evangelio estĆ” aĆŗn encubierto, entre los que se pierden estĆ” encubierto; 4āen los cuales el dios de este siglo cegó las mentes (bina/nous) de los incrĆ©dulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de CRISTO, quien es imagen de DIOS.
5āPorque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a JESUCRISTO como SeƱor, y a nosotros mismos como esclavos vuestros por causa de JESĆS. 6āPorque el DIOS que dijo: Ā”Resplandezca luz de la tiniebla!, es el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento (daat/gnosis) de la gloria de DIOS en la faz de CRISTO.
7āPero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de DIOS y no de nosotros, 8āque estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; 9āperseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. 10āLlevando por todas partes siempre en el cuerpo la agonĆa mortal de JESĆS, para que tambiĆ©n la vida de JESĆS sea manifestada en nuestro cuerpo.
11āPorque nosotros, los que vivimos, somos entregados a muerte por causa de JESĆS, para que tambiĆ©n la vida de JESĆS sea manifestada en nuestra carne mortal. 12āDe manera que en nosotros se energiza la muerte, pero en vosotros la vida (jayĆ”/zoe). 13āPero teniendo el mismo espĆritu (ruaj/pneuma) de la fidelidad, conforme a lo que estĆ” escrito: CreĆ, por lo cual tambiĆ©n hablĆ©; tambiĆ©n nosotros creemos, por lo cual tambiĆ©n hablamos; 14āsabiendo que el que resucitó al SeƱor JESĆS, tambiĆ©n nos resucitarĆ” con JESĆS, y nos presentarĆ” juntamente con vosotros.Ā 15āPorque todas las cosas son para vuestro bien, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para la gloria de DIOS.
16āPor tanto, no desmayamos; mĆ”s bien, aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior, no obstante, estĆ” siendo renovado de dĆa en dĆa. 17āPorque esta leve tribulación momentĆ”nea, produce en nosotros un cada vez mĆ”s excelente y eterno peso de gloria; 18āno poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
āŗ4.2 subterfugios deshonestos… Lit. lo oculto de la vergüenza; falseando… Esto es, torciendo.
āŗ4.4 el dios… Esto es, el diablo āJn 12.31; 14.30; 16.11; Lc 4.6; Ef 2.2; siglo… Otra traducción posible: universo.
āŗ4.6 el DIOS que dijo… āGn 1.3.
āŗ4.7 vasos de barro… Es decir, cuerpos frĆ”giles, mortales āGn 2.7; Jer 18.4, 6.
āŗ4.9 no desamparados… Mismo verbo de Mt 27.46 y Mr 15.34.
āŗ4.10 agonĆa mortal… Gr. nĆ©krosis, no thĆ”natos ā4.11-12; Mt 16.24-25; 1Co 15.31.
āŗ4.12 energiza… Gr. energĆ©o = energizar.
āŗ4.13 hablĆ©… āSal 116.10.
āŗ4.17 mĆ”s excelente… Lit. con exceso hasta el exceso.
Colosences 4.1-6.
1 SeƱores: Dad a los esclavos lo justo y lo equitativo, sabiendo que tambiĆ©n vosotros tenĆ©is un SeƱor en el Cielo. 2āPerseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias, 3āorando al mismo tiempo tambiĆ©n por nosotros, para que DIOS nos abra una puerta de la Palabra, para hablar el misterio de CRISTO, por el cual tambiĆ©n he sido encadenado, 4āpara que lo dĆ© a conocer como me conviene hablar.Ā
5āAndad sabiamente (jokmĆ”) para con los de afuera, no malgastando el tiempo. 6āVuestra Ā palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para saber cómo os conviene responder a cada uno.
āŗ4.1 un SeƱor… āEf 6.9.
āŗ4.3 DIOS… Mā SeƱor.
āŗ4.5 el tiempo… āEfĀ 5.16. Ā Ā Ā Ā

