Porción 4

Texto áureoGénesis 3-4
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Génesis 3

Día 2 Génesis 4

Día 3 Salmo 51

Día 4 Romanos 5

Día 5 Romanos 6:1-14

Día 6 1ªCorintios 15:1-11

I- Un mundo espiritual divido.

El ser humano de forma natural le es muy difícil entender que el mundo espiritual está dividido y que una de esas partes no es de confiar en ningún sentido, por eso Dios separó las tinieblas de la luz. La Biblia nos cuenta a través de la caracterización que Dios hace de algunos personajes que fueron criticados y sentenciados por Él, que todo comenzó con un ser en aquel mundo espiritual creado en el principio entre los llamados Cielos. Es decir que a través de personajes como aquella falsa deidad llamada heilel (הֵילֵ֣ל) [1] o Itobaal III rey de Tiro, que Dios habla de un ser espiritual al que ellos estaban imitando con su conducta y accionar:

«¡Cómo caíste del cielo, oh Heilel, hijo de Sahar! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a los gentiles. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Todos los reyes de los gentiles, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada; pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado. No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos. Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo.» (Is 14:12–21).

«Vino a mí palabra de YHVH, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho YHVH el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.» (Ez 28:11–19).

Este ser, llamado entre otros nombres Satanás, va a manipular a otros, a crear situaciones, accidentes y cuanto tenga a la mano para hacer tropezar a los hijos de Dios. La serpiente del jardín Edén fue su primer instrumento contra los padres de la humanidad: Adán y Eva.

Entonces, como se ha dicho, es debido a esa división en el mundo espiritual que no se puede confiar en cualquier experiencia espiritual como si todo lo que viniera de ese mundo fuera genuino y bueno, por el solo hecho de venir de ese mundo. Por eso el apóstol Juan dice: «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios…» (1 Jn 4:1). Para eso Dios nos regaló el TaNaK, los Escritos apostólicos para poder tener una manera seguro de filtrar toda experiencia con seres espirituales.

II- La estrategia del engaño.

El enemigo también viene a nosotros haciéndose pasar por amigo, por eso se ha de tener mucho cuidado de quienes están cerca de nosotros, siempre se ha de valorar a la luz de la Escritura si son enviados o usados por Satán o por Dios directamente[2]. Por otra parte, la tentación siempre vendrá haciéndonos creer que lo malo en realidad es bueno[3].

Para entender su estrategia, también debe saber qué es el pecado. Todo lo que separa a una criatura de Dios y de aquellos semejantes que viven bajo la sombra de Dios, eso es el Pecado. Fíjese que a consecuencia del pecado Adán y Eva comienzan a tener distanciamiento entre ellos y además intentarán esconderse del propio Ser que les ha hecho y les ha dado todo lo que son hasta ese momento[4]. Características como: distanciamiento, esconderse y enmascarar la sinceridad son muy comunes en aquellos que el pecado les atrapa. Siempre buscarán culpar a otros con murmuraciones y asumirán actitudes de alejamiento para no enfrentar la realidad de sus actos. Se debe tener claro que la consecuencia del pecado es la muerte espiritual, la separación eterna de Dios y el desastre para la vida humana: «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.» (Ro 6:23).

III- Proceso de la caída y promesa de restauración.

Cuando miramos cada cosa que pasó nos damos cuenta de que siempre habrá un proceso, y cada mala respuesta a una situación traerá una consecuencia hasta llevar al ser humano a hacer lo que nunca hubiera imaginado. Es como una caída cuesta abajo que se vuelve indetenible hasta llegar al final.

Eva come del fruto, le da a su esposo y ambos se esconden. Dios les pregunta si acaso comieron del árbol prohibido, y Adán responde: «La mujer que me distes por compañera me dio del árbol, y yo comí», esto último vaojel (וָאֹכֵל) literalmente significa ‘y comeré’. Así que no es una simple respuesta de Adán, es algo más impactante que demuestra ya una desvergüenza y terquedad total; él le dice al propio Dios que no solo comió, sino que seguirá comiendo.

A pesar de esto la misericordia de Dios es tan incomprensiblemente grande para el ser humano que aun después de esto les va a prometer, proféticamente, una solución que vendría en el futuro a través de la descendencia de la mujer. Y fíjese que no dice del hombre, sino sólo de la mujer. O sea, alguien que nacería de una mujer, pero no de un hombre. Así que vendría por un milagro incomprensible totalmente para todo el género humano. Este enviado, en medio de una batalla, sería el encargado de acabar con el plan macabro contra la creación de Dios de aquellos que sirven a Satán[5].

El pecado fue creciendo entre los seres humanos a tal punto que Dios tuvo que destruir toda aquella generación a través de un diluvio. El ser humano debe entender que Dios no aceptará nunca la maldad humana y que como mismo está dispuesto a perdonarla y cambiar su realidad desde la misma esencia humana a través del milagro de la regeneración, también está dispuesto a condenarla y extirparla cuando el peso de ella lo merite[6].

IV- Dos generaciones paralelas una corrupta y otra que invoca a Dios.

En el texto se puede encontrar a Lamec que es un ejemplo de esta cultura corrupta que no solo hereda el pecado, sino que también lo va a cultivar después de Caín. Él fue el primero en tener dos esposas y sus hijos comienzan a ser los primeros «famosos» sin que esto tenga nada que ver con la relación con Dios o con el deseo de cumplir con Sus propósitos. Y finalmente el cántico de Lamec deja claro esa naturaleza pecaminosa, revelando que había matado a alguien muy especial y que su fama por esto superaría al crimen cometido por su tatarabuelo[7]. ¿A quién mató? y ¿qué crimen le daría más fama que el de Caín?: La respuesta se halla únicamente en el propio Caín.

Al parecer Adán enseñó a Set, su tercer hijo, acerca de Dios y posiblemente ambos a Enos. Fue en este momento tan especial para la humanidad que los hombres comenzaron a invocar, en una especie de culto personal o colectivo, al único que merece toda la gloria y honor. Entonces como mismo fue creciendo un culto al mismísimo pecado (al propio hombre), también se levantó cun culto al unico Dios verdadero.

Preguntas:

1.- Si el mundo espiritual está dividido, ¿en qué manera Satanás se manifiesta en el mundo?

2.- ¿Qué diferencia usted puede encontrar entre un amigo verdadero y un conocido?

3.- ¿Por qué cree que Adán dice que seguirá comiendo? ¿No le bastaba con lo sucedido hasta ese momento?

4.- ¿Alguna vez ha sido tentado por el mal? ¿Cómo?

5.- ¿Qué consecuencias del pecado percibe en el mundo hoy?

6.- ¿A qué cree usted que se deba que el nombre de la mujer al principio fue Varona y luego se cambió a Eva?

 

 

[1] Debido a la traducción al latín conocida como Vulgata se conoció su nombre como Lucifer. Los estudios de escrituras antiguas han mostrado que en los tiempos antiguos para los pueblos mesopotámicos la frase «los hijos de El» se refería a ‘los dueños de ganados’, que eran personas adoradoras del dios-toro (El); mientras la frase «las hijas de Adán» se refería a ‘las mujeres de Adamah (la tierra)’, pero adamah para ellos no era solo tierra sino también la diosa de la agricultura. Estas ‘hijas de Adama’ eran notorias por sus orgías (prostitución a modo de ritual). En aquel tiempo era común encontrar sacerdotisas sexuales que sirviesen en los templos, es posible que de aquí venga la historia de ‘El’ seduciendo a dos mujeres mortales, y estas dándole hijos semi- divinos, llamados en acadio Shalem (‘perfecto’), y Shahar (‘amanecer’), que poseía alas (como describe el salmo 139:9). Su hijo fue este ser dañino llamado Heilel (Is 14:12). Is 14.12b-15; Ez. 28.12-19.

[2] Gn 3:1.

[3] Gn 3:2-6.

[4]Gn 3:7-13.

[5] Gn 3:15.

[6] Gn 6:3-7, 11-12

[7] La palabra haragtí (הָרַגְתִּי) traducida como pasado ‘mataré’ en realidad es un verbo Qal perfecto, por lo que debe ser leída como algo pasado: ‘maté’.

 

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