Texto Ć”ureo:Ā Ćxodo 20 : 1 -2
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: JosuĆ© 22
DĆa 2: 1Reyes 2
DĆa 3:Ā Sal 119:1-8
DĆa 4: Nehemias 9
DĆa 5: Romanos 7
DĆa 6: 1Timoteo 1:1-11
I- Los Debarim.
Aunque se le conoce comĆŗnmente como los āDiez mandamientosā, se debe aclarar que en ningĆŗn lugar de su contexto es llamado asĆ, aunque los traductores de algunas versiones lo hayan intentado. Siempre se le llamó ālas palabrasā (devarim)[1] y de una forma mĆ”s exacta ājuramentos o promesasā, aunque tambiĆ©n de forma general es llamado como āla leyā (torĆ”).
Por otra parte, la palabra hebrea aseret, que se traduce como ādiezā, tiene su significado mĆ”s relacionado con ādecenaā, en referencia al conjunto total de diez nĆŗmeros que se encuentran entre el diez y el diecinueve. O sea, que estas no son diez exactamente. De ahĆ, que cuando algunos estudiosos cuentan cada una de las sentencias encontremos diferencias con respecto a las cuentas[2]. Este concepto ādecenaā apunta mĆ”s a una unidad de los acĆ”pites que a un nĆŗmero especĆfico, y so obliga a que no se pueda decir que se cumple con siete de ellos y no con el resto, porque estas āpalabrasā son una unidad para ser cumplidas[3].
II- Los Mitzvot.
En la mentalidad hebrea, las Diez Palabras representan muchos detalles que posteriormente Dios tambiĆ©n entregarĆ” al pueblo, en los llamados āmandamientosā (Mitzvot). Todos estos acĆ”pites se pueden subdividir en tres grandes grupos o categorĆas: (1) las edot, que representan un 20%, son aquellos que crean una identidad como pueblo de Dios[4], (2) los jukim, otro 20%, son aquellos acĆ”pites ilógicos que Dios demanda y una vez revelados sus simbolismos dejan de ser ilógicos para convertirles en misterios develados[5], y (3) los mishpatim, el 60% restante, son aquellos que rigen y defienden el derecho de los individuos en la sociedad[6].Ā
AdemÔs de esta subdivisión general, todos los detalles que se desprenden de la TorÔ entregada en el monte Sinaà también se pueden subdividir en dos grandes grupos que ayudan desde otra perspectiva a su entendimiento y obediencia: (1) Los mandamientos para no hacer (mitzvot lo taasé), (2) Los mandamientos para hacer (mitzvot asé).
Paralelo a esto, y con mayor marcaje para la perspectiva del idioma griego y de forma muy general en el hebreo[7], el tĆ©rmino āpalabrasā (debarim) se asocia mĆ”s con lo que no se puede hacer[8], mientras que los āmandamientosā (mitzvot), con el cómo hacer lo que sĆ se puede hacer[9].
III- Conócete a ti mismo.
Pablo va a explicar algo que solo se puede entender bajo el milagro de la salvación, y es el cómo funciona la relación ley-mandamiento en el plan divino[10]. Las leyes son dadas para el desobediente[11], para que pueda saber que por necesitarlas es porque algo malo en Ć©l lo mueve a eso. Sin embargo, para Pablo que nació bajo una educación en donde lo malo estĆ” anunciado que no se haga a travĆ©s de la ley (torĆ”), y que por tanto Ć©l no hacĆa[12], eso le hacĆa creer que Ć©l estaba bien. O sea, le creaba una fachada por no hacer lo malo que le hacĆa parecer que era bueno. Pero al llegar el momento de querer hacer lo bueno, es decir los mandamientos (mitzvĆ” asĆ©), y no poderlos cumplir correctamente entonces eso le hizo evidente que su naturaleza pecaminosa estaba oculta.
Por eso es se puede encontrar a personas que como Ʃl creen que no son pecadoras por el simple hecho de no hacer cosas incorrectas, pero cuando Ʃste va a cumplir los mandamientos correctamente, eso le va a revelar su real naturaleza.
De ahĆ la importancia de ocuparse del espĆritu a travĆ©s de lo que Dios enseƱa para hacer, porque es asĆ como se conoce su propia naturaleza, si pecaminosa o si regenerada del ser humano[13]. De manera que, aun cuando parezca que se cumple con los Diez juramentos es a travĆ©s de los mandamientos se podrĆ” descubrir su verdadera naturaleza. Ahora, al confesar con la boca y creer en el corazón en la obra salvĆfica de Cristo[14], la persona se puede escudar en esa acción expiatoria que justifica sus errores y la condenación anunciada en toda la TorĆ” no tiene efecto, cosa aprovechada por Dios para ya sin culpa regenerar el alma pecaminosa del hombre[15].Ā Ā
IV- Un Jukim cumplido.
La Fiesta de pentecostĆ©s (Shavuot) celebra este dĆa de la entrega de la TorĆ” (los Debarim y los Mitzvot) en el monte SinaĆ, y como ella en sĆ misma es un mandamiento de aquellos que debĆan ser revelados (jukim) su perfección se encuentra cuando Dios a travĆ©s del EspĆritu Santo grava esa ley en el corazón del hombre[16].
V- Una introducción para aclarar dudas.
Dios hace una presentación con la que avala que esto no es un invento de MoisĆ©s, ni es producto del devenir histórico de la nación de Israel, sino que es Ćl su propio autor. Esto implica dos cosas: (a) Una obediencia de aquellos que le aman, (b) Y un respeto a no crear leyes o tradiciones que pudieran competir con la suya. Lo Ćŗltimo implica que el hombre podĆa crear sus propias tradiciones y leyes, pero nunca que estas pudieran competir o ser puestas a la altura de las Suyas.
Algunos como los rabinos talmĆŗdicos y Juan Calvino creyeron tambiĆ©n que, aunque esta introducción no se menciona como una ley categóricamente, tiene una implicación como si lo fuera al demandar fidelidad en la interacción con Ćl.
Preguntas:
1.- Explique la diferencia entre ley y mandamientos.
2.- Basado en Ro 7:7-12 explique el proceso que Pablo detalla.
3.- Investigue en quĆ© consistĆa y cómo se celebraba la Fiesta de pentecostĆ©s. Luego explique, quĆ© pudieran significar sus detalles a la luz de la acción del EspĆritu Santo.
4.- ĀæCómo ve usted que se aplica esta porción a la crĆtica que hizo JesĆŗs a los escribas y fariseos? (Mt 23).
[1] Aseret Hadevarim (עֲשֶ×רֶת ×Ö·×Ö°Ö¼×ָר֓××) esto significa de forma sencilla las ādiez palabrasā, o de forma significativa los ādiez juramentosā.
[2] Un ejemplo es la contradicción en las opiniones entre AgustĆn, Lutero y Calvino en cuanto a la primera sentencia. Este Ćŗltimo ve el Ā«Yo Soy YHVH tu DiosĀ» como el primero siguiendo el Talmud, mientras para los dos primeros esto es sólo una introducción.
[3] Stg 2:10.
[4] Dt 22:12; Mt 23:5.
[5] Lev 11; Sal 2:7.
[6] Sal 19:9-10.
[7] Pr 3:1.
[8] 1Tim 1:8-11.
[9] 1Co 7:10.
[10] Ro 7-8.
[11] En este libro asociamos āleyā con mitzvĆ” lo taasĆ© (mandamientos para no hacer), para facilitar el entendimiento del estudiante, no porque sea lo mĆ”s exacto.
[12] Ro 7:8b.
[13] Pr 23:7.
[14] Ro 10:9.
[15] La prƔctica y el disfrute de lo mal hecho es la que marca la diferencia entre pecado y el error natural del ser humano (1Jn 3:8).
[16] En otra porción se profundizarÔ en el tema de esta fiesta.
Ćxodo 20 : 1 -2.
1 Y Elohim Alef-Tav habló enfÔticamente todas las Palabras (debarim), diciendo: 2 Yo soy YHVH tu Elohim, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos.
āŗ20.1 habló enfĆ”ticamente… La estructura del verbo hebreo (piel) es intensiva.
JosuƩ 22.
1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés, 2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés, esclavo de YHVH, os ordenó, y habéis obedecido mi voz en todo lo que os he mandado. 3 No habéis abandonado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta hoy, sino que habéis respetado el mandamiento (mitzvot) de YHVH vuestro DIOS. 4 Y ahora que YHVH vuestro DIOS ha dado reposo a vuestros hermanos, tal como les habló, tornad vuestras tiendas, y volved a la tierra de vuestra propiedad, que Moisés os entregó allende el JordÔn.
5 Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento (mitzvot) y la ley (torĆ”) que MoisĆ©s, esclavo de YHVH, os intimó: amar a YHVH vuestro DIOS y andar (halajĆ”) en todos sus caminos, guardar sus mandamientos (mitzvot) y apegarse a Ćl, y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma (nefesh).
6 Y los bendijo JosuĆ© y los despidió, y fueron encaminados a sus tiendas. 7 Y MoisĆ©s habĆa dado a la media tribu de ManasĆ©s posesión en BasĆ”n, pero a la otra media tribu, JosuĆ© le dio heredad entre sus hermanos hacia el occidente, allende el JordĆ”n. TambiĆ©n a estos bendijo JosuĆ© cuando los envió a sus tiendas.
8 Y volvieron a sus tiendas con riquezas abundantes, con mucho ganado, con plata, con oro, con bronce, con hierro, y con muchos vestidos, y repartieron con sus hermanos el botĆn de sus enemigos. 9 Y los hijos de RubĆ©n, los hijos de Gad y la media tribu de ManasĆ©s partieron de entre los hijos de Israel, de Silo, en tierra de CanaĆ”n, y fueron encaminados a la tierra de Galaad, a la tierra de su propiedad, la cual habĆan adquirido, conforme al mandato de YHVH por medio de MoisĆ©s.
10 Y cuando los hijos de RubĆ©n, los hijos de Gad y la media tribu de ManasĆ©s llegaron a las cercanĆas del JordĆ”n, que estĆ” en la tierra de CanaĆ”n, edificaron un altar junto al JordĆ”n, un altar de apariencia grandiosa. 11 Y los hijos de Israel oyeron decir: He aquĆ los hijos de RubĆ©n, los hijos de Gad y la media tribu de ManasĆ©s han edificado el altar que estĆ” enfrente de la tierra de CanaĆ”n, en las cercanĆas delĀ JordĆ”n, en el lado de los hijos de Israel.
12 Y todos los hijos de Israel fueron congregados en Silo para subir en batalla contra ellos. 13 Y los hijos de Israel enviaron a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de RubƩn, a los hijos de Gad y a la media tribu de ManasƩs, a la tierra de Galaad, 14 y con Ʃl a diez jefes, un jefe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de su casa paterna de los miles de Israel.
15 Llegaron, pues, a los hijos de RubĆ©n, a los hijos de Gad y a la media tribu de ManasĆ©s, en tierra de Galaad, y les hablaron, diciendo: 16 Toda la reunión (adat/synagoge) de YHVH dice asĆ: ĀæQuĆ© traición es esta con que habĆ©is prevaricado contra el Elohim de Israel, al apartaros hoy de seguir a YHVH, y construiros un altar para rebelaros contra YHVH? 17 ĀæAcaso fue poca la iniquidad de Peor, de la que aĆŗn no hemos sido limpiados hasta este dĆa, aunque hubo una mortandad en la asamblea (adat/synagoge) de YHVH? 18 Ā”Y hoy vosotros serĆ©is apartados de YHVH! Y sucederĆ” que por haberos rebelado hoy contra YHVH, maƱana Ćl estarĆ” airado contra todo Israel. 19 Y ciertamente, si la tierra de vuestra propiedad es impura, pasad a la tierra de la posesión de YHVH, en la cual estĆ” el tabernĆ”culo de YHVH, y tomad posesión entre nosotros, pero no os rebelĆ©is contra YHVH ni os rebelĆ©is edificando un altar aparte del altar de YHVH nuestro DIOS. 20 ĀæNo cometió AcĆ”n ben Zera una prevaricación con el anatema, y vino la ira sobre toda la asamblea (adat/synagoge) de Israel? Y aquel hombre no fue el Ćŗnico que falleció por su iniquidad.
21 Respondiendo los hijos de RubĆ©n, los hijos de Gad y la media tribu de ManasĆ©s, hablaron a las cabezas de los millares de Israel: 22 YHVH, el DIOS de elohim, YHVH el DIOS de elohim, Ćl lo sabe, y que lo sepa Israel: Si ha sido rebelión o prevaricación contra YHVH, no nos salves este dĆa. 23 ĀæAcaso edificamos un altar para apartarnos de en pos de YHVH para sacrificar sobre Ć©l holocausto u ofrenda, o para hacer sobre Ć©l sacrificios de paz? Ā”YHVH pida cuenta! 24 ĀæO lo hicimos por temor, pensando: MaƱana vuestros hijos dirĆ”n a nuestros hijos: ĀæQuĆ© tenĆ©is vosotros con YHVH, el Elohim de Israel? 25 Pues YHVH ha puesto el JordĆ”n por frontera entre nosotros y vosotros, y no tenĆ©is parte con YHVH. Y asĆ vuestros hijos harĆan que nuestros hijos dejaran de temer a YHVH.
26 Y dijimos: Apresurémonos a edificarnos un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27 sino como un testimonio (edot) entre nosotros y vosotros, y entre nuestras generaciones después de nosotros, para servir en la obra de YHVH, en su presencia, con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestras ofrendas de paz; asà vuestros hijos no dirÔn mañana a nuestros hijos: Vosotros no tenéis parte con YHVH.
28 Nosotros, pues, dijimos: Entonces, si maƱana nos dicen esto a nosotros o a nuestros descendientes, responderemos: Mirad la rƩplica del altar de YHVH, el cual hicieron nuestros ancestros, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuera testimonio (edot) entre nosotros y vosotros. 29 Nunca tal contezca que nos rebelemos contra YHVH, o que nos apartemos hoy de seguir a YHVH al edificar un altar para holocaustos, para ofrenda o para sacrificio, aparte del altar de YHVH que estƔ delante de su tabernƔculo.
30 Entonces el sacerdote Finees y los jefes de la asamblea (adat/synagoge) de Israel que estaban con él, escucharon las palabras que hablaron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés, y les pareció bien ante sus ojos. 31 Y el sacerdote Finees dijo a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que YHVH estÔ entre nosotros, pues no habéis cometido contra YHVH la prevaricación. Asà habéis librado a los hijos de Israel de la mano de YHVH.
32 Y el sacerdote Finees y los jefes volvieron de estar con los hijos de Rubén y con los hijos de Gad en la tierra de Galaad, a la tierra de CanaÔn, a los hijos de Israel, y les dieron la respuesta. 33 Y pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Elohim, y no hablaron mÔs de subir contra ellos en guerra para devastar la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
34 Y denominó Josué el altar de los hijos de Rubén y de Gad y la mitad de la tribu de Manasés, y proclamó: ”Sea testimonio (edot) entre ellos de que YHVH es su DIOS!
āŗ22.2 āNm 32.20-32; Jos 1.12-15.
āŗ22.4 MoisĆ©s… TM aƱade siervo de YHVH. Se sigue LXX.
āŗ22.5 enseƱanza… Heb. torah = enseƱanza, instrucción.
āŗ22.7 Se insertan posesión, tribu, y heredad para suplir elipsis del original.
āŗ22.9 por medio… Lit. por mano.
āŗ22.16 āDt 12.4-6.
āŗ22.17 āNm 25.1-9.
āŗ22.20 AcĆ”n… āJos. 7.1-26.
āŗ22.25 vosotros… TM aƱade hijos de RubĆ©n e hijos de Gad. Se sigue LXX.
āŗ22.34 Se sigue LXX.
1Reyes 2.
1 Cuando se acercaban los dĆas de la muerte de David, mandó a su hijo Salomón diciendo: 2 Yo sigo el camino de todos en la tierra. TĆŗ, Ā”sĆ© fuerte y sĆ© hombre! 3 GuardarĆ”s la obediencia a YHVH tu Elohim, para andar (halajĆ”) en sus caminos, y guardar sus estatutos (jukim), y sus mandamientos (mitzvot), y sus decretos (mishpatim) y sus testimonios (edot), como estĆ” escrito en la ley (torĆ”) de MoisĆ©s, a fin de que procedas sabiamente en todo lo que hagas y a todo lo que te inclines; 4 a fin de que YHVH cumpla su palabra que habló acerca de mĆ, diciendo: Si tus hijos guardan sus caminos andando (halajĆ”) delante de mĆ con verdad, con todo su corazón y con toda su alma (nefesh), jamĆ”s te faltarĆ” varón sobre el trono de Israel.
5 Ahora, tĆŗ sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia; lo que hizo a dos generales de los ejĆ©rcitos de Israel: a Abner ben Ner y a Amasa ben Jeter, a quienes mató derramando sangre de guerra en paz, y poniendo sangre de guerra en el cinturón que llevaba sobre sus lomos, y en el calzado que tenĆa en sus pies. 6 Haz conforme a tu sabidurĆa (hokma), pero no permitas que sus canas desciendan en paz al Seol.
7 Pero mostrarĆ”s benevolencia a los hijos de Barzilai galaadita, y permite que estĆ©n entre los que comen a tu mesa, porque se pusieron a mi lado cuando iba huyendo de la presencia de Absalón tu hermano. 8 He aquĆ, tienes contigo a Simei ben Gera, benjamita, hijo de Bahurim, quien me maldijo con una cruel maldición el dĆa que yo iba a Mahanaim. Pero Ć©l bajó a recibirme al JordĆ”n, por lo que le jurĆ© por YHVH diciendo: No te harĆ© morir con la espada. 9 Pero ahora, no lo absolverĆ”s, pues eresĀ hombre sabio, y sabes cómo debes hablar con Ć©l, y harĆ”s descender sus canas con sangre al Seol.
10 Y David durmió con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David. 11 Los dĆas que David reinó sobre Israel fueron cuarenta aƱos: en Hebrón reinó siete aƱos y en JerusalĆ©n treinta y tres aƱos. 12 Y Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.
13 Pero AdonĆas, el hijo de Haguit, fue a BetsabĆ©, madre de Salomón, y ella le preguntó: ĀæEs pacĆfica tu visita? Y Ć©l respondió: Es pacĆfica. 14 Y agregó: Tengo algo que decirte. Ella respondió: Habla. 15 Y Ć©l dijo: TĆŗ sabes que el reino era mĆo y que todo Israel habĆa puesto la mirada en mĆ para que yo reinara; pero el reino cambió de manos y pasó a ser de mi hermano, porque por determinación de YHVH era suyo. 16 Y ahora te hago una petición. Te ruego no me la niegues. Ella le dijo: Habla. 17Ā Entonces Ć©l dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues Ć©l no te lo negarĆ”, para que me dĆ© por mujer a Abisag sunamita. 18 Y BetsabĆ© respondió: Bien, yo hablarĆ© al rey por ti.
19 Y BetsabĆ© fue al rey Salomón para hablarle por AdonĆas. El rey se levantó para recibirla y le hizo reverencia; luego se sentó en su trono e hizo poner una silla para la madre del rey, quien se sentó a su diestra. 20 Entonces ella dijo: Te harĆ© una pequeƱa petición; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mĆa, porque no te la negarĆ©. 21 Ella dijo: Que Abisag la sunamita sea dada por mujer a tu hermano AdonĆas. 22 Pero el rey Salomón respondió y dijo a su madre: ĀæPor quĆ© pides a Abisag la sunamita para AdonĆas? Ā”Pide tambiĆ©n el reino para Ć©l, porque es mi hermano mayor, y con Ć©l estĆ”n el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia! 23 Y el rey Salomón juró por YHVH diciendo: Ā”AsĆ me haga Elohim y aun me aƱada, si AdonĆas no habló este asunto contra su propia vida! 24 Y, Ā”vive YHVH, que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de David mi padre, y me ha hecho casa como habĆa prometido, que AdonĆas serĆ” muerto en este dĆa! 25 Y el rey Salomón envió por mano de BenaĆas ben Joiada, quien arremetió contra Ć©l y lo mató. 26 Pero al sacerdote Abiatar dijo el rey: Aunque eres digno de muerte, retĆrate a tus campos en Anatot, no te matarĆ© hoy, porque has cargado el arca de Adonai YHVH delante de mi padre David, y has participado en todo aquello que mi padre sufrió. 27 AsĆ Salomón excluyó a Abiatar del sacerdocio de YHVH, para que la palabra de YHVH fuera cumplida, la cual Ćl dijo acerca de la casa de ElĆ en Silo.
28 Esta noticia llegó hasta Joab, y como Joab tambiĆ©n se habĆa adherido a AdonĆas, aunque no habĆa seguido a Absalón, Joab huyó al tabernĆ”culo de YHVH y se asió de los cuernos del altar. 29 Y se dio aviso al rey Salomón: Joab huyó al tabernĆ”culo de YHVH y he aquĆ estĆ” junto al altar. Entonces Salomón envió a BenaĆas ben Joiada, diciendo: Ā”Anda, arremete contra Ć©l! 30 Y BenaĆas entró en el tabernĆ”culo de YHVH, y le dijo: AsĆ dice el rey: Ā”Sal! Ćl respondió: Ā”No, sino que aquĆ morirĆ©! BenaĆas llevó la respuesta al rey diciendo: AsĆ habló Joab, y asĆ me respondió. 31 Y el rey le dijo: Haz como Ć©l ha dicho: Ā”Arremete contra Ć©l y sepĆŗltalo! AsĆ quitarĆ”s de mĆ y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. 32 Y YHVH harĆ” recaer su sangre sobre su propia cabeza, porque sin que lo supiera mi padre David, arremetió y mató a espada a dos hombres mĆ”s justos (tzadiq) y mejores que Ć©l: a Abner ben Ner, general del ejĆ©rcito de Israel, y a Amasa ben Jeter, general del ejĆ©rcito de JudĆ”. 33 De tal modo, la sangre de ellos se volverĆ” contra la cabeza de Joab y contra la cabeza de su simiente para siempre, pero para David y para su simiente, y para su casa, y para su trono, habrĆ” paz de parte de YHVH por siempre.
34 Y BenaĆas ben Joiada subió y arremetió contra Ć©l y lo mató, y fue sepultado en su propia casa, en el desierto. 35 Y en lugar suyo, el rey puso al mando del ejĆ©rcito a BenaĆas ben Joiada, y el sacerdote Sadoc fue designado por el rey en reemplazo de Abiatar.
36 Luego el rey hizo llamar a Simei, y le dijo: EdifĆcate una casa en JerusalĆ©n y habita allĆ, y no salgas de allĆ a ninguna parte, 37 porque el dĆa que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, ten por sabido que morirĆ”s irremisiblemente, y tu sangre serĆ” sobre tu propia cabeza. 38 Y Simei respondió al rey: Buena es la palabra. Como mi seƱor el rey ha dicho, asĆ harĆ” tu esclavo. Y Simei habitó en JerusalĆ©n muchos dĆas.
39 Pero al cabo de tres aƱos, aconteció que dos siervos de Simei escaparon a Gat, al rey AquĆs, hijo de Maca; e informaron a Simei, diciendo: He aquĆ, tus siervos estĆ”n en Gat. 40 Y Simei se levantó, enalbardó su asno y fue a Gat, ante AquĆs, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei e hizo traer a sus siervos de Gat. 41 Y se le informó a Salomón que Simei habĆa ido de JerusalĆ©n a Gat y que habĆa regresado. 42 El rey envió a llamar a Simei, y le dijo: ĀæAcaso no te hice jurar por YHVH, y testifiquĆ© contra ti, diciendo: El dĆa que salgas y vayas a cualquier parte, ten por sabido que morirĆ”s irremisiblemente; y tĆŗ me respondiste: La palabra que he oĆdo es buena? 43 ĀæPor quĆ© entonces no guardaste el juramento de YHVH, y el mandato (mitzvot) que te di? 44 El rey dijo ademĆ”s a Simei: TĆŗ sabes toda la maldad que cometiste contra mi padre David, y tu mismo corazón lo reconoce. YHVH, pues, ha vuelto tu maldad sobre tu cabeza, 45 pero el rey Salomón serĆ” bendecido, y el trono de David serĆ” firme delante de YHVH para siempre. 46 Y el rey ordenó a BenaĆas ben Joiada, quien salió y arremetió contra Simei y lo mató.
Asà fue consolidado el reino en manos de Salomón.
āŗ2.4 faltarĆ”… Lit. no te serĆ” cortado.
āŗ2.11 siete aƱos… ā2S 2.11.
āŗ2.16 niegues… Lit. no rechaces mi rostro.
āŗ2.20 niegues… Lit. no rechaces mi rostro; negarĆ©… Lit. no volverĆ© tu rostro.
āŗ2.26 digno de muerte… Lit. eres hombre de muerte.
āŗ2.27 casa de ElĆ… ā1S 2.30-36
Sal 119:1-8.
 1 ”CuÔn bienaventurados son los perfectos de camino, los que andan (halajÔ) en la ley (torÔ) de YHVH!
2 ”CuÔn bienaventurados son los que guardan sus testimonios (edot), y con todo el corazón lo buscan!
3 En verdad no hacen iniquidad, porque andan (halajĆ”) en sus caminos.
4 TĆŗ nos has encomendado tus preceptos (pikud) para que sean muy guardados.
5 ”Cómo anhelo que sean ordenados mis caminos, para poder guardar tus estatutos (jukim)!
6 Entonces no me avergonzarĆa al contemplar todos tus mandamientos (jukim).
7 Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprenda tu justicia legal, 8 guardaré tus estatutos (jukim), ”No me abandones del todo!
āŗ119 Este salmo, el mĆ”s extenso del Salterio (176 vv.), estĆ” distribuido en 22 grupos de 8 cada uno; tantos como las letras del alef-bet (alfabeto hebreo). Por ello es llamadoĀ salmo acróstico āSal 111.1 nota, en el que cada uno de los 8 vv. de cada grupo comienzaĀ con la misma letra, desde alef (×) a tav (×Ŗ), como se indica en el propio texto.
āŗ119.1 camino… Lit. Camino intachable; ley… Heb. torĆ”h. La primera y mĆ”s importante de lasĀ ocho palabras claves (en cierto modo, sinónimos) de este salmo. Es importante entenderĀ que el vocablo torÔ conlleva el significado primario de instrucción. Es obvio que paraĀ ordenar, Dios tiene primeramente que instruir.
āŗ119.2 testimonios… Heb. edot. SegundaĀ palabra clave: reglas de conducta que atestiguan la voluntad de Dios.
āŗ119.4Ā encomendado… āRo 3.2; preceptos…Heb. piqudim. Tercera palabra clave que significa:Ā normas personales que el ser humano tiene que obedecer.
āŗ119.5 estatutos… Heb.Ā jukim. Cuarta palabra clave: normas de conducta que rigen al individuo ante laĀ sociedad.
āŗ119.6 mandamientos… Heb. mitsvot. Quinta palabra clave: leyes divinas en laĀ esfera de una vida santa propuesta por Dios.
āŗ119.7 juicios… Heb. mishpatim. SextaĀ palabra clave: normas deĀ ectitud para respetar los derechos del prójimo.
Nehemias 9.
1 El dĆa veinticuatro del mismo mes, los hijos de Israel se reunieron ayunos, con saco y ceniza sobre ellos. 2 Y los del linaje de Israel se separaron de todos los extranjeros y confesaron sus pecados y las iniquidades de sus padres. 3 Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el rollo de la ley (torĆ”) de YHVH su Elohim la cuarta parte del dĆa, y durante otra cuarta parte hicieron confesión y se postraron ante YHVH su Elohim.
4 Luego subieron al estrado de los levitas, JesĆŗa, Bani, Cadmiel, SebanĆas, Buni, SerebĆas, Bani y Quenani, y clamaron a gran voz a YHVH su Elohim. 5 Y los levitas JesĆŗa, Cadmiel, Bani, HasabnĆas, SerebĆas, HodĆas, SebanĆas y PetaĆas dijeron: Ā”Levantaos y bendecid a YHVH vuestro Elohim desde la eternidad hasta la eternidad! Ā”Bendigan tu Nombre glorioso, y sea exaltado mĆ”s que toda bendición y salmo! 6 Ā”TĆŗ solo eres YHVH! TĆŗ hiciste los cielos, los Cielos de los cielos y toda su hueste, la tierra y cuanto hay en ella, los mares y todo lo que contienen. TĆŗ das vida a todo ello, y las huestes de los cielos se postran ante Ti.
7 ”Oh YHVH!, Tú eres Elohim que escogiste a Abram, a quien sacaste de Ur de los caldeos y le pusiste por nombre Abraham, 8 y hallaste que su corazón te era fiel, e hiciste un pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, y del ferezeo, y del jebuseo y del gergeseo, para darla a su simiente cumpliendo tu palabra, porque Tú eres justo (tzadiq).
9 Luego viste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y escuchaste su clamor junto al mar de los Juncos, 10 e hiciste seƱales y maravillas delante de Faraón y de todos sus siervos y en todo el pueblo de su tierra, porque sabĆas que habĆan obrado con soberbia contra ellos, y te hiciste renombre, como en este dĆa. 11 Y partiste el mar delante de ellos, y pasaron en seco por el medio del mar, mientras que a sus perseguidores los lanzaste en las profundidades, como una piedra, a las aguas violentas.
12 De dĆa los guiaste con columna de nube, y de noche con columna de fuego, para alumbrarles el camino por donde habĆan de ir. 13 DespuĆ©s descendiste sobre el monte Sinai y hablaste con ellos desde los cielos, y les diste preceptos (mishpatim) justos y leyes (torĆ”) verdaderas, estatutos (jukim) y mandamientos (mitzvot) buenos. 14 Y les diste a conocer tu santo shabat, y les prescribiste mandamientos (mitzvot), estatutos (jukim), y una ley (torĆ”), por la mano de MoisĆ©s tu siervo.
15 En su hambre les diste pan del cielo, y en su sed les sacaste aguas de la peƱa, y les dijiste que entraran a poseer la tierra por la cual alzaste tu mano para dƔrsela. 16 Pero ellos y nuestros padres obraron con soberbia y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos (mitzvot).
17 Rehusaron escuchar, y no tuvieron presente las maravillas que hacĆas entre ellos, sino que endurecieron su cerviz, y en su rebelión designaron a un caudillo que los volviera a su esclavitud. Pero TĆŗ eres DIOS, presto al perdón, clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en misericordia, y no los abandonaste, 18 ni aun cuando se hicieron un becerro fundido y dijeron: Ā”Estos son tus elohim que te hicieron subir de Egipto! cometiendo grandes abominaciones. 19 Pero TĆŗ, por tus muchas misericordias, no los abandonaste en el desierto: la columna de nube no se apartó de ellos para guiarlos por el camino de dĆa, ni la columna de fuego para alumbrarles el camino por el cual debĆan andar durante la noche.
20 Y diste tu buen EspĆritu para instruirlos, y no retuviste tu manĆ” de su boca, y les diste agua para su sed. 21 SĆ, los sustentaste cuarenta aƱos en el desierto: no tuvieron necesidad, sus vestidos no se desgastaron ni se hincharon sus pies.
22 Les diste reinos y pueblos, y los distribuiste por regiones, y se adueƱaron de la tierra de Sehón, es decir, la tierra del rey de Hesbón, y de la tierra de Og rey de BasĆ”n. 23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra que dijiste a sus padres que llegarĆan a poseer. 24 Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y ante ellos humillaste a los moradores de aquella tierra, los cananeos, a los cuales entregaste en su mano, con sus reyes y los pueblos de la tierra, para que hicieran con ellos como quisieran. 25 AsĆ capturaron ciudades fortificadas y una tierra fĆ©rtil, y poseyeron casas llenas de todo bien, cisternas excavadas, viƱas y olivares y frutales en abundancia, de modo que comieron y se hartaron y engordaron y se deleitaron en tu gran bondad.
26 Aun asĆ, desobedecieron y se rebelaron contra Ti, y echaron tu ley (torĆ”) tras sus espaldas, y asesinaron a tus profetas que testificaban contra ellos para acercarlos a Ti, e hicieron grandes abominaciones. 27 Por eso TĆŗ los entregaste en mano de sus enemigos, quienes los afligieron; pero en el tiempo de su aflicción clamaron a Ti, y TĆŗ los escuchaste desde los cielos, y segĆŗn tus muchas misericordias, les diste libertadores que los libraran de mano de sus enemigos. 28 Pero cuando tenĆan reposo (menujĆ”), volvĆan a hacer lo malo delante de Ti, y TĆŗ los entregabas en mano de sus enemigos, los cuales se nseƱoreaban de ellos. DespuĆ©s se arrepentĆan y clamaban a Ti, y TĆŗ los escuchabas desde los cielos, y asĆ los librabas muchas veces segĆŗn tus misericordias.
29 Testificaste contra ellos para que se volvieran a tu ley (torĆ”), pero fueron arrogantes y no escucharon tus mandamientos (mitzvot), sino que pecaron contra tus decretos (mispatim), por los cuales vive el hombre que los cumple, y volvieron obstinadamente la espalda, y endurecieron su cerviz, y no quisieron escuchar. 30 Pero TĆŗ continuaste a favor de ellos muchos aƱos, y testificaste contra ellos mediante tu EspĆritu por mano de tus profetas, pero no dieron oĆdo; por eso los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. 31 Pero por tus muchas misericordias no los exterminaste ni los abandonaste, porque eres un DIOS clemente y misericordioso.
32 Ahora pues, Ā”oh Elohim nuestro! Ā”Oh GrandĆsimo!, poderoso y terrible, que guardas el pacto y la misericordia: No tengas en poco toda la calamidad que nos ha sobrevenido a nosotros, a nuestros reyes, a nuestros prĆncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a nuestro pueblo entero, desde los dĆas de los reyes de Asiria hasta este dĆa. 33 TĆŗ has sido justo (tzadiq) en todo lo que nos ha sobrevenido, porque has actuado fielmente, pero nosotros hemos actuado perversamente. 34 Porque nuestros reyes, nuestros gobernantes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no ejecutaron tu ley (torĆ”) ni atendieron tus mandamientos (mitzvot) ni tus testimonios (edot), con los cuales testificaste contra ellos. 35 Porque no te sirvieron en su reino, y en tu inmenso bien que les concediste en la tierra espaciosa y fĆ©rtil que pusiste ante ellos, ni se arrepintieron de sus malas obras.
36 Por eso, Ā”henos aquĆ esclavos en la misma tierra que diste a nuestros padres para comer su fruto y su bien! He aquĆ, esclavos somos en ella, 37 pues a causa de nuestros pecados, su cosecha se multiplica para los reyes que impusiste sobre nosotros, quienes se enseƱorean sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras bestias conforme a su voluntad, y estamos en gran aflicción. 38 A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros prĆncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.
āŗ9.1 ayunos… Esto es, sin haber comido; saco y ceniza… Definición escueta de arrepentimiento.
āŗ9.2 extranjeros… Lit. hijos del extranjero.
āŗ9.9 mar de los Juncos… Esto es, el mar Rojo.
āŗ9.10 tierra… TambiĆ©n paĆs.
āŗ9.15 alzaste tu mano… Es decir, para jurar que se la darĆas.
āŗ9.17 Algunos mss. Gr.: se obstinaron en volverse a su servidumbre en Egipto; se obstinaron en volver a Egipto y a su servidumbre.
āŗ9.22 reinos… Lit. de los reinos.
āŗ9.25 frutales… Lit. Ć”rbol de comer.
āŗ9.26 desobedecieron… Otra traducción posible: provocaron a ira.
āŗ9.29 endurecieron su cerviz… Otra traducción posible: Se volvieron testarudos e iban a la suya.
āŗ9.30 a favor de ellos… Otras traducciones posibles: tuviste paciencia con ellos durante muchos aƱos; fuiste magnĆ”nimo con ellos muchos aƱos.
āŗ9.32 Gadol… Esto es, el Gran Dios; terrible… ā1.5 nota.
āŗ9.38 En el TM 10.1.
Romanos 7.
1 ĀæIgnorĆ”is, hermanos (pues hablo a los que conocen una ley), que la ley ejerce dominio del hombre mientras vive? 2āPorque la mujer casada estĆ” ligada por una ley al marido que vive, pero si el marido muere, queda desligada de la ley del marido. 3āAsĆ que, mientras vive el marido, serĆ” llamada adĆŗltera si se une a otro varón, pero si muriera el marido, es libre de la ley, para no ser adĆŗltera al unirse a otro varón.
4āAsĆ tambiĆ©n vosotros, hermanos mĆos, se os hizo morir a la ley mediante el cuerpo del CRISTO, para que llegarais a ser de otro, del que fue levantado de entre los muertos, para que diĆ©ramos fruto para DIOS. 5āPorque mientras estĆ”bamos en la carne, las pasiones de los pecados que eran a travĆ©s de la ley obraban en nuestros miembros en el fruto de la muerte. 6āY en este momento fuimos liberados de la ley de muerte en que nos controló, asĆ que sirvamos en la novedad del espĆritu, y no a la antigua gramĆ”tica.
7āĀæQuĆ©, pues, diremos? ĀæLa ley es pecado? Ā”De ninguna manera! MĆ”s bien, no conocĆ el pecado sino por medio de una ley, porque ciertamente no habrĆa conocido la codicia, si la ley no dijera: No codiciarĆ”s. 8āY el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, produjo en mĆ toda clase de codicia; pero sin ley el pecado estĆ” inactivo. 9āAsĆ que, en un tiempo, yo vivĆa sin ley; pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió, 10āy yo morĆ; y me encontrĆ© con que el mandamiento que era para vida, me resultó para muerte; 11āporque el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, me engañó por completo, y por medio de Ć©l, me mató. 12āDe manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento, santo, justo y bueno. 13āĀæEntonces, lo bueno llegó a ser muerte para mĆ? Ā”De ninguna manera! Antes, para que el pecado se mostrara como pecado, me produjo la muerte por medio de lo bueno, a fin de que, a causa del mandamiento, el pecado llegara a ser sobremanera pecaminoso.
14āPorque sabemos que la ley es espiritual, pero yo, habiendo sido vendido a la esclavitud del pecado, soy carnal. 15āPorque no comprendo lo que hago, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16āY si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17āAsĆ que ya no soy yo el que hago eso, sino el pecado que mora en mĆ. 18āPorque sĆ© que en mĆ (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer estĆ” a mi alcance, pero no el hacer lo bueno; 19āpues no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, este hago. 20āY si lo que no quiero, eso hago, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mĆ. 21āAsĆ que, queriendo yo hacer lo bueno, hallo la ley de que lo malo estĆ” presente en mĆ. 22āPorque segĆŗn el hombre interior, me deleito en la ley de DIOS, 23āpero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que estĆ” en mis miembros. 24āĀ”Miserable de mĆ! ĀæQuiĆ©n me rescatarĆ” de este cuerpo de muerte?
25āĀ”Gracias a DIOS por JESUCRISTO, el SeƱor nuestro! De manera que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de DIOS, y por otro, con la carne, a la ley del pecado.
āŗ7.5 eran activadas…. Gr. energĆ©o = energizar.
āŗ7.6 servir… Gr. douleĆŗo = servir como o hacer oficio de esclavo; obsolescencia… Es decir, obsoleto, anticuado, caduco.
āŗ7.7 dijera… Lit. decĆa; No codiciarĆ”s… āEx 20.17; Dt 5.21.
āŗ7.8 la ocasión… Lit. punto de inicio o base de operaciones.
āŗ7.15 hago… āGa 5.17.
āŗ7.16 es buena… Es decir, de buena calidad.
āŗ7.25 Gracias a DIOS… TR registra gracias doy a Dios; sirvo… Gr. douleĆŗo = servir como o hacer oficio de esclavo.
1Timoteo 1:1-11.
1 Pablo, un apóstol de CRISTO JESĆS, segĆŗn mandato de DIOS nuestro Salvador y de CRISTO JESĆS nuestra esperanza, 2āa Timoteo, genuino hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de DIOS Padre y de CRISTO JESĆS, SeƱor nuestro.
3āComo te roguĆ© que te quedases en Ćfeso, cuando iba a Macedonia, para que mandaras a algunos que no traigan enseƱanza diferente, 4āni prestaran atención a cuentos y genealogĆas interminables, que traen disputas mĆ”s que edificación de DIOS la que es en fidelidad. 5āPero el propósito del mandato es amor de un corazón puro, de buena conciencia y de una fidelidad no fingida, 6āde las cuales cosas algunos, habiendo perdido el camino, se desviaron tras vanas palabrerĆas, 7ādeseando ser maestros de la ley, sin entender lo que dicen ni lo que afirman tan categóricamente.
8āNosotros no obstante sabemos que la ley es buena, si uno la usa legalmente, 9 sabiendo esto: Que una ley no se establece para un justo, sino para aquellos que estĆ”n sin leyes, desobedientes, irreverentes y pecadores, transgresores y profanos, para parricidas y matricidas, homicidas, 10āfornicarios, homosexuales, traficantes humanos, mentirosos, falsos testigos, y cualquier otra cosa que se opone a la sana enseƱanza, 11 conforme al evangelio de la gloria del bendito DIOS, el cual me fue encomendado.
āŗ1.1 un apóstol… āRo 1.1; de… TR aƱade SeƱor.
āŗ1.2 Timoteo… āHch 16.1; DIOS… TR aƱade nuestro.
āŗ1.5 mandato… Esto es, atenerse a la sana doctrina.

