Porción 45

Texto Ć”ureo: ÉxodoĀ 20.7
Lecturas para adultos en la semana

DĆ­a 1: 1 Samuel 19-21

DĆ­a 2:Ā Salmo 99

DĆ­a 3: Isaias 29-30

DĆ­a 4: Mateo 26

DĆ­a 5:Ā 1 Corintios 1.18-31

DĆ­a 6:Filipenses 1.1-11

I- Un nombre misterioso.

El idioma hebreo tiene como cualquier idioma sus peculiaridades. Una de ellas es que hasta el siglo VIII siempre se escribió sin vocales y la tradición oral se encargó de guiar en su pronunciación. Con la creación de vocales por los masoretas (msoraim) o puntuaciones (naqdaim) fue que quedó plasmada la tradición de ellos (como escribas y fariseos de la antigüedad) en la pronunciación de cada palabra[1]. Es por esto, que cualquier discusión en cuanto a pronunciación de una palabra queda sujeta a un largo anÔlisis del que solo se puede probar a cabalidad su antigüedad hasta el siglo VIII[2].

Cuando buscamos acerca del nombre divino YHVH (יהוה), no encontramos en ninguna de las comunidades judĆ­as que han llegado hasta hoy rastro alguno de la pronunciación exacta de la palabra que componen esas cuatro letras. El propio MesĆ­as cuando debió pronunciar el nombre de Dios no lo hizo y lo sustituyó por Adonay (SeƱor), como mismo se hace hasta hoy entre los judĆ­os[3]. Entonces este juramento no tiene que ver con una pronunciación especĆ­fica, sino con algo mĆ”s profundo, pues quienes usan el nombre estĆ”n afirmando tener aceptación e intimidad con Ɖl.

II- No es un nombre para usar a la ligera.

En Lv 19.12, Dios se encarga de aclarar una de las especificaciones a que se refiere Ā«tomar el nombre de Dios en vanoĀ». Esto es jurar falsamente por el nombre de Dios. Ello implicaba no solo mentir con el juramento, sino tambiĆ©n cuando se juraba por algo que no ameritaba hacerlo porque la evidencia era tan fuerte que no se hacĆ­a necesario el juramento. Algunos alegan que este juramento queda abolido con la llegada del MesĆ­as y citan pasajes como Mt 5:33-37 o Stg 5:12, pero un anĆ”lisis mĆ”s detallado del mismo ayudarĆ­a a entender que esto no es real[4]. JesĆŗs solo hizo una aƱadidura aclaratoria[5] y es que no se jure en ninguna manera por nada fuera de Dios, como si esas cosas tuvieran mĆ”s valor que Ɖl. Pues las personas para tomarse la licencia de no quebrar el mandamiento entonces juraban por otras cosas, y asĆ­, si era mentira no quedaban bajo el juicio. FĆ­jese que Dios no es mencionado en los pasajes, no dice que no se jure por Dios o cómo debe ser este juramento en Dios, y eso es porque ya estĆ” especificado en la ley. Entonces claro, si el nombre de Dios no se podĆ­a usar para un juramento falso, entonces el sĆ­ o el no de alguien serĆ­a suficiente.

Por otra parte, el nombre de Dios se toma en vano cuando se habla en su nombre a la ligera, demostrando poco respeto al Creador. El asunto no es que sea malo pronunciar el nombre divino, sino la irrespetuosidad para con Ɖl cuando se hace.

III- Hay sentencia para quien use su nombre en vano.

Dios afirma categóricamente que no tomarÔ por inocente a la persona que incurre en violar esta palabra. Con eso muestra dos cosas: (1) No implica una sentencia inmediata, aunque sí serÔ acumulada contra el pecador; (2) El hecho que no sea sentenciado inmediatamente da la oportunidad al pecador de arrepentimiento.

Preguntas:

1.- ¿CuÔndo cree usted que sea necesario jurar bajo el nombre de Dios?

2.- ¿Cómo cree usted que una persona que acostumbra a jurar en vano por muchas cosas puede evitar hacerlo?

3.- ¿Cómo cree que se relaciona la mentira con este juramento?

4.- ¿Qué le recomendaría hacer a un padre que desea educar a su hijo en cuanto a esta palabra?

5.- ¿Cree usted que el chisme se puede relacionar con esta enseñanza de Jesús?

 

[1] Por ejemplo, todos los grupos de judíos tienen su peculiaridad en la pronunciación; sin embargo, la pronunciación sefardí es la mÔs apegada a la masora.

[2] Por ejemplo, cuando se descubren los manuscritos del desierto, aunque no estÔn las vocales en esta escritura, se leen a partir de la pronunciación masoreta.  

[3] Para facilitar la liturgia en la tradición judía idearon poner las vocales de tres palabras: Señor (Adonay), Deidad (Elohim) y el Nombre (en arameo Hashem), no para leerlo con esas vocales, sino para saber en cuÔl ocasión decir Adonay, Elohim o Hashem. Para profundizar se puede leer Mirando a lo invisible, del propio autor (ISBN-13: 978-1693271656) en la tienda de amazon.com.

[4] Algunos ejemplos de juramento auténtico son: Dios jura (Is 45:22-23; Hb 6:13), Jesús habló en su juicio bajo juramento (Mt 26.63-64), Pablo (2Co 1:23; Ga 1:20; Fil 1:8) y hasta un Ôngel (Ap 10:6).

[5] Al leer en español aparece la conjunción «pero»; sin embargo, la palabra griega de (Γέ) es mÔs un indicador de añadidura y muy pocas veces de contraste.

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