Porción 47

Texto Ɣureo: Ex 20:12
Lecturas para adultos en la semana

DĆ­a 1: Salmo 27

DĆ­a 2: Proverbios 22-23

DĆ­a 3: Malaquias 1

DĆ­a 4: Mateo 15

DĆ­a 5: Juan 8-9

DĆ­a 6: Efesios 6:1-9

I- Honrar a los padres asegura calidad de vida.

Interesantemente, Dios pone el respeto a los padres a la altura de reconocerle a Ɖl como Dios. Una de las razones para esto se encuentra en el propio texto: Ā«para que tus dĆ­as sean alargadosĀ», lo que no se refiere a longanimidad, sino a calidad de vida. En el crecimiento de una persona mucho se debe a un roce con los padres, inclusive de manera inconsciente. Si no hay una buena administración de estĆ”s emociones, la vida del ser humano serĆ” muy desequilibrada. Para poder tener un buen bregar de esas emociones se debe comenzar en este punto de honrarles.

II- Los padres no necesitan merecer, honrarles es un juramento.

Honrar es mucho mÔs que agradecer por las provisiones o por los beneficios que los padres han hecho por sus hijos. Fíjese que esta palabra vino para una generación que hizo muy poco por sus hijos en el sentido de provisión. Dios fue quien proveyó el alimento, la ropa y cuanto hizo falta en el desierto. Este juramento de honrar a los padres no depende de lo que los padres hacen por los hijos o si fueron buenos padres; mÔs bien han de ser respetados porque el regalo de la vida viene a través de ellos.

III- Un equilibrio entre honrar y reparar.

Esta palabra o juramento encuentra un paralelo en Lv 19:3, donde aparece la palabra «temer»[1]. De aquí que abarca dos Ôreas: hacer acciones positivas (honrar) y no hacer acciones negativas (respetar). A continuación, se muestran dos listas de algunas sugerencias para meditar y profundizar en cuanto a cómo honrar y respetar a los padres[2]:

Honrar:

  • Busca oportunidades de servir y ayudar a tus padres (por ejemplo: deja que se sienten mientras tĆŗ les traes comida o les atiendes).
  • PreocĆŗpate de levantarte y saludar a tus padres cuando entren a una habitación donde ya tĆŗ te encuentras.
  • Escolta a tus padres cuando se vayan (di ā€œhasta luegoā€).
  • Donde haya sólo una silla, ofrĆ©cela a ellos en vez de tomarla para ti.

Respetar:

    • No te sientes en la silla de tus padres.
    • No llames a tus padres por su primer nombre, sino utiliza un tĆ­tulo como ā€œMamiā€ o ā€œPapiā€.
    • Utilizar siempre un tono de voz agradable cuando le hables a tus padres.
    • Evita interrumpir a tus padres cuando estĆ©n hablando.
    • No contradigas de forma directa a tus padres.
    • No corrijas o avergüences a tus padres delante de otros.
    • No discutas agresivamente con tus padres.
    • No desobedezcas a tus padres.
    • No empieces a comer antes de que tus padres lo hagan.
    • No te retires de una habitación o conversación sin el consentimiento de tus padres.
    • No despiertes a tus padres a menos que ellos te lo pidan.

IV- Los padres tambiƩn son hijos.

Este juramento muchas veces es enfocado solamente en los hijos, pero recuerde que los padres también son hijos. Así que aquí se exige no solo el acto de hacer, sino también el de enseñar a los hijos a honrar a los padres. Esto implica la enseñanza en sí, la corrección y el ejemplo palpable de la vida de unos padres que honran a sus padres. A veces los padres exigen a sus hijos honra sin haberles enseñado con su propio ejemplo.

V- Padres problemƔticos.

Por otra parte, es sabido que los padres no son perfectos y algunos son ā€œproblemĆ”ticosā€. Sin embargo, no importa cuĆ”n difĆ­cil sea el carĆ”cter de un padre, un hijo todavĆ­a estĆ” obligado a mostrar honor y respeto. Esto se aplica incluso si un padre biológico ha abandonado a su hijo o incluso si ha sido grosero, desagradable y lo avergüenza. Al mismo tiempo, mientras esto es un juramento tambiĆ©n se debe ser guardiĆ”n de nuestro propio bienestar. Por tanto, uno no estĆ” obligado a poner en peligro su salud fĆ­sica o emocional por un padre. Por lo tanto, si un hijo no puede enfrentar la conducta de sus padres, puede guardar la distancia sin la necesidad de deshonrarlo. Por supuesto, todo esto no justifica en modo alguno a un padre abusivo. Alguien decĆ­a en una ocasión: Ā«los padres abusivos necesitan perdón y sus hijos tambiĆ©n necesitan perdonarĀ», y todo esto a travĆ©s de la honra.

VI- Los abuelos tambiƩn son padres.

De actitudes como la de Jacob con Abraham y MoisƩs con Jetro se puede concluir que en esta lista de honra tambiƩn se encuentran los abuelos y los suegros. Sin embargo, en un caso de conflicto de intereses, el honor a un padre tiene prioridad.

El honor no debe acompañar a los padres tan solo en vida, sino que póstumamente deben ser honrados antes las generaciones que siguen. Y principalmente con una vida santa y en sabiduría, obligando a todos a que reconozcan cuÔn buenos han sido nuestros padres al ver las acciones nuestras.

Preguntas:

1.- Si alguien le pregunta cuÔnto han invertido tus padres en ti para que les honres, ¿cuÔl sería su repuesta?

2.- Vivimos en una sociedad que trata de romper este vínculo de honra, ¿cómo pudiera usted tomar acciones para este fin?

3.- ¿Qué ejemplo pudiera poner usted de situaciones sociales que mal educan con respecto a esta palabra?

4.- Saque unos minutos para honrar con sus palabras a sus padres ante su grupo de clase.

 

[1] TiraĆŗ (תּ֓ירָאוּ) dos textos nos pueden favorecer a entender el dualismo entre temor y respetar u honrar de esta palabra: Gn 3:10; 22:12.

[2] Estas no son como una la ley para cumplir, sino sugerencias sacadas del Talmud, Arba Turim y el Shuljan Aruj, que ilustran detalles que pueden enriquecer la reflexión acerca de este punto.

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