Texto Ć”ureo: Ćxodo 20:14
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: JeremĆas 13
DĆa 2: Oseas 4
DĆa 3: Mateo 5:21-32
DĆa 4: 1ĀŖCorintios 6:1-11
DĆa 5: Efesios 5:21-33
DĆa 6: Apocalipsis 17
I- El matrimonio.
Este mandamiento trae a colación la intención y deseo de Dios de que los matrimonios sean exitosos. Por eso, una caracterĆstica distintiva de la enseƱanza bĆblica es la estabilidad del matrimonio. Quien comete adulterio viola esta perspectiva sagrada.
Una persona desleal en su matrimonio casi de seguro que serĆ” desleal a Dios, aparte de que ya lo ha sido con el propio acto. Dios, cuando creó al hombre y a la mujer, quiso que ellos trajeran armonĆa al mundo, entonces el adulterio atenta directamente contra ese plan divino.
El matrimonio también va mÔs allÔ de una relación de pareja, conlleva en sà mismo un mensaje eterno. A través del matrimonio se puede entender mejor la relación de Dios con su iglesia[1].
II- La lujuria.
Tristemente, vivimos en una sociedad altamente dominada por la promoción de la lujuria y la sensualidad. La concupiscencia y la bĆŗsqueda ilimitada de placer, a pesar del dolor de hogares destruidos, han tomado el control absoluto de nuestra sociedad. No nos dejemos confundir, esto no es progreso ni modernidad, es mĆ”s bien una imitación de la vida animal[2]. Es un ataque directo al espĆritu y a los valores del ser humano.
III- El adulterio.
De forma general, el adulterio es un grave pecado en contra del prójimo, ya que implica tratar a otra persona (el cónyuge) de una forma en que a nadie le gustarĆa ser tratado.
Jesús enseñó que, si tan solo se consiente con la mente a una sugerencia de adulterio, ya la ha sido, aunque no se llegue a la acción. Eso no quiere decir que con nada mÔs llegar un pensamiento pecaminoso a la mente ya eso es pecado, pues existe una diferencia entre pecado y tentación. Ahora, es necesario que, si algún pensamiento de este tipo llega a la mente, inmediatamente la persona lo combata[3]. Aunque se reciban estas sugerencias, hay que rechazarlas, asà como hizo Cristo[4].
Preguntas:
1.- ¿CuÔndo cree usted que una persona es culpable de adulterio?
2.- A la luz de Mr 7:20-23, ¿qué debe hacer un cristiano que ha adulterado: arrepentirse de esto solamente o examinar su conversión? ¿Por qué?
3.- ĀæQuĆ© cree usted se debe hacer para no permitir que las tentaciones de los pensamientos se conviertan en razonamientos ādulcesā?
[1] Ef 5:21-33.
[2] Pr 6:32.
[3] 1Co 10:13; Stg 1:12.
[4] Hb 4:15.
Ćxodo 20:14
14 No adulterarƔs.
āŗ20.14 No adulterarĆ”s…āLv 20.10; Mt 5.27; 19.18; Mr 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9;Ā Jac 2.11.
JeremĆas 13.
1 AsĆ me dijo YHVH: Ve y cómprate un cinto de lino y cĆƱelo a tus lomos, pero que no lo toque el agua. 2 ComprĆ©, pues, el cinto, conforme a la palabra de YHVH, y lo ceñà a mis lomos. 3 Y vino a mĆ la palabra de YHVH por segunda vez, diciendo: 4 Toma el cinto que has comprado, que estĆ” en tus lomos, y levĆ”ntate, ve al Ćufrates y escóndelo allĆ” en una hendidura de la peƱa. 5 Fui, pues, y lo escondĆ junto al Ćufrates, como YHVH me habĆa mandado. 6 Y al cabo de muchos dĆas me dijo YHVH: LevĆ”ntate, ve al Ćufrates y toma el cinto que te mandĆ© esconder allĆ. 7 Fui pues, al Ćufrates, y cavĆ© y tomĆ© el cinturón del lugar donde lo habĆa escondido, y he aquĆ el cinturón se habĆa podrido y ya no servĆa para nada. 8 Entonces tuve revelación de YHVH, que decĆa: 9 AsĆ dice YHVH: AsĆ reducirĆ© a podredumbre la soberbia de JudĆ” y la gran soberbia de JerusalĆ©n. 10 Este maligno, que despectivamente rehĆŗsa oĆr mis palabras, yendo tras otros elohim para servirles y postrarse ante ellos, vendrĆ” a ser como este cinto, que ya no sirve para nada. 11 Porque como el cinto se junta a los lomos de un varón, asĆ hice juntarse conmigo a toda la casa de Israel y a toda la casa de JudĆ”, para que fueran mi pueblo, mi renombre, mi alabanza y mi gloria, pero no quisieron escuchar.
12 Y diles: Todo odre serĆ” llenado de vino. Y ellos te dirĆ”n: ĀæAcaso no sabemos muy bien que todo odre serĆ” llenado de vino? 13 Entonces les dirĆ”s: AsĆ dice YHVH: He aquĆ Yo lleno de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes de la casa que se sientan sobre el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de JerusalĆ©n. 14 Y harĆ© que choquen unos contra otros, padres e hijos juntamente, dice YHVH. No perdonarĆ© ni tendrĆ© misericordia, ni me compadecerĆ© para no destruirlos. 15 Ā”OĆd y prestad atención!Ā No seĆ”is altivos, porque YHVH ha hablado.Ā 16 Dad gloria a YHVH vuestro Elohim, antes que haga venir tiniebla, antes que vuestros pies tropiecen por los montes tenebrosos, y la luz que esperĆ”is la convierta en lóbrega tiniebla,Ā 17 pero si por vuestra soberbia no escuchĆ”is, mi alma (nefesh) llorarĆ” en secreto y mis ojos derramarĆ”n lĆ”grimas, porque el rebaƱo de YHVH habrĆ” sido hecho cautivo.
18 Di al rey y a la soberana:Ā Ā”Sentaos humillados! Porque la corona de vuestra gloria ha caĆdo de vuestras cabezas.Ā 19 Las ciudades del MediodĆa han sido cerradas, y no hay quien las abra; todo JudĆ” marcha al destierro, sin faltar uno son llevados en cautiverio.Ā 20 Ā”Alza tus ojos y mira quiĆ©n viene del norte!Ā ĀæDónde estĆ” la grey que te fue dada, el rebaƱo de tu gloria?Ā 21 ĀæQuĆ© dirĆ”s cuando ponga como jefes sobre ti a antiguos compaƱeros que tĆŗ misma enseƱaste?Ā ĀæNo sentirĆ”s dolores como de parturienta?Ā 22 Y cuando digas en tu corazón:Ā ĀæPor quĆ© me suceden estas cosas?Ā Por la magnitud de tu iniquidad han sido descubiertas tus faldas y violentados tus calcaƱares.Ā 23 ĀæCambiarĆ” el etĆope su piel, o sus manchas el leopardo?Ā AsĆ tambiĆ©n vosotros, ĀæpodrĆ©is hacer lo bueno, estando habituados a hacer lo malo?Ā 24 Por tanto, Yo los esparcirĆ© como la hojarasca que pasa con el viento del desierto.Ā 25 Esta es tu suerte, la porción seƱalada por mĆ mismo, dice YHVH, porque te has olvidado de mĆ y has confiado en la mentira.Ā 26 Por tanto Yo tambiĆ©n descubrirĆ© tus faldas, y las alzarĆ© sobre tu rostro, para que sean vistas tus vergüenzas,Ā 27 tus adulterios, tus lujuriantes relinchos, y la maldad de tu fornicación; sobre los collados y en el campo he visto tus cosas detestables.
”Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuÔndo serÔ?
āŗ13.10 mis palabras… TM aƱade pueblo… que anda tras la dureza de su corazón. Se sigue LXX.
āŗ13.12 diles… TM aƱade esta palabra… asĆ dice YHVH, Dios de Israel. Se sigue LXX.
āŗ13.17 secreto… TM aƱade llorando amargamente. Se sigue LXX.
āŗ13.20 Alza tus ojos… Esto es, JerusalĆ©n.
āŗ13.21 que tĆŗ misma enseƱaste… Ref. al rey EzequĆas ā2R 20.12-19.
āŗ13.27 tus cosas… Es decir, tus Ćdolos.
Oseas 4.
1 Ā”OĆd el orĆ”culo de YHVH, oh hijos de Israel!
Porque YHVH tiene una contienda con los habitantes del paĆs, por cuanto no hay fidelidad ni misericordia, ni conocimiento de Elohim en la tierra.Ā 2 Se propagan el perjurio y la mentira, el asesinato y el robo, el adulterio y el libertinaje, y un charco de sangre toca al otro.Ā 3 Por eso tendrĆ” luto la tierra y todos los que la habitan desfallecerĆ”n, juntamente con las bestias del campo y las aves de los cielos, y hasta los peces del mar perecerĆ”n.Ā 4 Pero, nadie acuse ni reprenda a otro, porque Ā”oh sacerdote! es contigo mi querella.Ā 5 Por tanto, tropezarĆ”s en pleno dĆa, y junto con el profeta tropezarĆ”s en la noche.Ā 6 Tu madre patria perecerĆ”,Ā porque mi pueblo perece por falta de conocimiento (daat). Por cuanto desechaste el conocimiento (daat), Yo te desecharĆ© de mi sacerdocio.Ā Por cuanto olvidaste la ley (torĆ”) de tu Elohim, tambiĆ©n Yo me olvidarĆ© de tus hijos,Ā 7 que mientras mĆ”s aumentan, mĆ”s pecan contra mĆ; cambiaron mi gloria en vergüenza:Ā 8 Se ceban con la ofrenda del pecado de mi pueblo, y a la iniquidad de este elevan su anhelo.Ā 9 Pero la suerte del sacerdote serĆ” como la del pueblo, visitarĆ© sobre Ć©l sus caminos, y le darĆ© el pago de sus malos hechos.Ā 10 ComerĆ”n y no se saciarĆ”n, fornicarĆ”n y no se multiplicarĆ”n, porque abandonaron a YHVH,Ā 11 para entregarse a la fornicación, al vino y al mosto, que dominan el corazón.Ā 12 Consultan con signos, y con sus cayados le informan.Ā Fueron descarriados por un espĆritu de prostitución y se entregaron a la lujuria apartĆ”ndose de su Elohim.Ā 13 Sobre la cumbre de los montes ofrecen sacrificios, y sobre las colinas queman incienso, debajo de las encinas, de los Ć”lamos y de los robles, porque su sombra es buena.Ā Por eso vuestras hijas fornicarĆ”n, y vuestras nueras adulterarĆ”n,Ā 14 y Yo no visitarĆ© a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren, porque ellos mismos van con las rameras, y con las prostitutas del templo ofrecen sacrificios, yĀ el pueblo, incauto, va a la ruina.
15 ”Oh Israel, madre prostituta! ”Que no lo pague JudÔ! No entréis en Gilgal ni subÔis a Bet-Avén, ni juréis diciendo: ”Vive YHVH! 16 Si Israel embiste como novilla cerrera, ¿Lo pastorearÔ YHVH como a cordero campestre?
17 EfraĆn estĆ” apegado a los Ćdolos.Ā Ā”DĆ©jalo!Ā 18 Su embriaguez se ha tornado en rebelión, se siguen entregando a la prostitución, y sus prĆncipes apasionadamente aman lo que avergüenza,Ā 19 el viento los envolvió en sus alas, yĀ serĆ”n avergonzados a causa de sus altares.
āŗ4.2 Se propagan… Lit. se abren brechas. TambiĆ©n indica un crecimiento explosivo. La idea es que los hechos han roto sus propios lĆmites. LXX aƱade sobre la tierra; sangre… Lit. la sangre toca a la sangre. Manera figurada que expresa el incremento de la violencia. En ocasiones, la sangre simboliza actos homicidas, y la expresión indica la reiteración de tales actos.
āŗ4.3 campo… LXX aƱade los reptiles de la tierra.
āŗ4.6 madre patria… Lit. madre; desecharĆ©… Lit. desecharĆ© de ser sacerdote para mĆ.
āŗ4.7 pecan contra mĆ… Lit. conforme a su multiplicarse, asĆ pecan contra mĆ; mi gloria… 11.ĀŖ enmienda de los Soferim.
āŗ4.8 Se inserta la ofrenda para suplir elipsis del original. Ver nota siguiente; su anhelo… Lit. su alma. SegĆŗn la ley de los sacrificios āLv 7.1-8, los sacerdotes sĆ podĆan comer de las ofrendas por el pecado. La denuncia es porque ellos incitaban a pecar a fin de obtener mayor cantidad de ofrendas.
āŗ4.9 visitarĆ©… Es decir, lo castigarĆ©.
āŗ4.10 fornicarĆ”n… La prostitución religiosa era prĆ”ctica comĆŗn en la religión cananea, que procuraba la fertilidad de la tierra, de los animales y de las personas. ConsistĆa en las relaciones sexuales con prostitutas (o sodomitas) sagradas en los templos de Baal. Estas (y otras ā3.1 nota) prĆ”cticas fueron prontamente asimiladas por la nación israelita; abandonaron… Otra traducción posible: dejaron de atender. Ver nota siguiente.
āŗ4.11 La traducción propuesta considera la distribución del texto en versos y la dificultad que entraƱa la oración final del v. 10; corazón… Es decir, que quitan el juicio.
āŗ4.12 Se sigue LXX. signos… Prob. del Zodiaco; informan… Esto es, el sacerdote al pueblo.
āŗ4.14 no visitarĆ©… Es decir, no castigarĆ©; ellos mismos… Esto es, los hijos; prostitutas del templo… Designación de mujeres (y hombres) que, segĆŗn sus costumbres paganas, realizaban ritos sexuales con el fin de garantizar la fertilidad de la tierra, de los animales y de las personas ā2R 23.7.
āŗ4.15 LXX: Israel, no seas ignorante, y JudĆ”, no vayĆ”is a Gilgal; Bet-AvĆ©n… = casa de iniquidad. Esto es Bet-El, lugar donde Jeroboam se atrevió a colocar uno de los dos becerros de oro para evitar que los israelitas fueran a JerusalĆ©n a adorar.
āŗ4.18 rebelión… Lit. su bebida se ha vuelto rebelde; sus prĆncipes… Lit. sus escudos. Figura de los gobernantes de Israel.
āŗ4.19 altares… TM sacrificios. Se sigue LXX, Sir. y VUL.
Mateo 5:21-32.
21 OĆsteis que fue dicho a los antiguos: No asesinarĆ”s; y cualquiera que asesine, quedarĆ” expuesto al juicio. 22 Pero Yo os digo que cualquiera que se enfurezca contra su hermano quedarĆ” expuesto al juicio, y cualquiera que diga a su hermano: Ā”Raca!, quedarĆ” expuesto ante el SanedrĆn, y cualquiera que diga: Ā”MorĆ©!, quedarĆ” expuesto a la gehena de fuego. 23 Por lo tanto, si estĆ”s presentando tu ofrenda en el altar, y allĆ recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allĆ tu ofrenda ante el altar, y anda, reconcĆliate primero con tu hermano, y luego regresa y presenta tu ofrenda.Ā 25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, mientras estĆ”s con Ć©l en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cĆ”rcel. 26 De cierto te digo que de ninguna manera saldrĆ”s de allĆ hasta que pagues el Ćŗltimo cuadrante.
27 OĆsteis que fue dicho: No adulterarĆ”s; 28 pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sĆ”calo y Ć©chalo de ti; porque mĆ”s te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado a la gehena. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y Ć©chala de ti; pues mĆ”s te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo se vaya a la Gehena.
31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32 Pero Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de inmoralidad sexual, la hace ser adúltera, y cualquiera que se case con una repudiada, adultera.
āŗ5.21 expuesto al juicio… que puede resultar condenatorio āEx 20.13; Dt 5.17.
āŗ5.22 Raca… imbĆ©cil; SanedrĆn… Ā Tribunal Supremo de los judĆos; MorĆ©… Por contexto: renegado, maldecido; gehena… infierno.
āŗ5.26 cuadrante… Moneda romana de poco valor.
āŗ5.27 adulterarĆ”s… āEx 20.14; Dt 5.18.
āŗ5.29 gehena… ā18.9; Mr 9.47.
āŗ5.30 gehena… ā18.8; Mr 9.43.
āŗ5.31 divorcio… āDt 24.1-4; Mt 19.7; Mr 10.4.
āŗ5.32 adultera… ā19.9; Mr 10.11; Lc 16.18; 1Co 7.10-11.
1ĀŖCorintios 6:1-11.
1 ĀæSe atreve alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio ante los injustos y no ante los santos? 2āĀæO no sabĆ©is que los santos juzgarĆ”n al mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, Āæsois incapaces de los casos mĆ”s triviales? 3āĀæO no sabĆ©is que juzgaremos a los Ć”ngeles? ĀæCuĆ”nto mĆ”s las cosas de esta vida? 4āSi, pues, tenĆ©is juicios sobre cosas de esta vida, ĀæponĆ©is como jueces a los que nada representan en la iglesia?Ā 5āPara vergüenza vuestra lo digo. AsĆ, Āæno hay entre vosotros ningĆŗn sabio que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 sino que un hermano litiga con otro hermano, y esto ante incrĆ©dulos? 7āYa, por cierto, es un fracaso que tengĆ”is pleitos entre vosotros mismos. ĀæPor quĆ© no sufrĆs mĆ”s bien el agravio? ĀæPor quĆ© no sufrĆs mĆ”s bien ser defraudados? 8āPero vosotros cometĆ©is el agravio, y defraudĆ”is, y esto a los hermanos. 9āĀæO no sabĆ©is que los injustos no heredarĆ”n el reino de DIOS?
No os dejĆ©is engaƱar; ni fornicarios, ni idólatras, ni adĆŗlteros, ni afeminados, ni homosexuales, 10āni ladrones, ni codiciosos, ni borrachos, ni difamadores, ni estafadores, heredarĆ”n el reino de DIOS. 11āY esto erais algunos, pero os lavasteis, pero fuisteis apartados para DIOS, pero fuisteis declarados justos en el nombre del SeƱor JESUCRISTO por el EspĆritu de nuestro DIOS.
āŗ6.1 ante los injustos… Es decir, ante los jueces del mundo.
āŗ6.5 pueda… Lit. podrĆ”; sus hermanos… Lit. de los hermanos suyos.
āŗ6.11 JESUCRISTO… TR registra JesĆŗs.
Efesios 5:21-33
21āSiendo dóciles unos a otros en el temor de CRISTO: 22ālas esposas, a sus propios esposos, como al SeƱor, 23āporque el varón es cabeza de la mujer, como tambiĆ©n CRISTO, el mismo Salvador del cuerpo, es cabeza de la iglesia.Ā 24āPor tanto, como la iglesia es dócil a CRISTO, asĆ tambiĆ©n las esposas a sus esposos en todo. 25āLos esposos, amad a las esposas asĆ como CRISTO amó a la iglesia y se entregó a sĆ mismo por ella 26āpara santificarla, habiĆ©ndola purificado en el lavamiento del agua con la Palabra, 27āa fin de presentar a la iglesia para sĆ mismo gloriosa, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin mancha.
28āAsĆ tambiĆ©n los esposos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su esposa, a sĆ mismo se ama, 29āporque ninguno odió jamĆ”s su propia carne, sino que la nutre y abriga, como tambiĆ©n CRISTO a la iglesia, 30āporque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31āPor esto: DejarĆ” el hombre a su padre y a su madre y se unirĆ” a su esposa, y los dos serĆ”n una sola carne.
32āEste misterio es grande, pero yo lo digo respecto a CRISTO y a la iglesia. 33āPorĀ eso tambiĆ©n vosotros, por ambas partes, que cada uno ame a su propia esposaĀ como a sĆ mismo y que la esposa tema al esposo.
āŗ5.21 temor de CRISTO… Mā temor de Dios.
āŗ5.22 las esposas… Mā aƱaden estĆ©n sometidas āCol 3.18; 1P 3.1.
āŗ5.25 esposos… Lit. varones āCol 3.19; 1P 3.7; esposas… Lit. mujeres.
āŗ5.27 presentar… Esto es, el dĆa de las bodas āAp 19.7.
āŗ5.30 de su carne y de sus huesos… Esta lectura estĆ” respaldada por antiguos documentos con amplia difusión geogrĆ”fica. Desde el punto de vista de la evidencia externa es mejor que la lectura mĆ”s corta. En cuanto a la evidencia interna, siguiendo los principios aceptados de la crĆtica textual, la lectura larga es preferible dado que constituye la variante mĆ”s difĆcil. La expresión de su carne y de sus huesos no significa que los creyentes participan de una manera fĆsica o material del cuerpo de Cristo, sino que seƱala el intenso grado de intimidad que entraƱa la relación que ellos tienen con Ćl.
āŗ5.31 unirĆ”… Otras traducciones posibles: unirĆ” firmemente, apegarĆ”, serĆ” fiel āGn 2.24.
Apocalipsis 17.
1 Y vino uno de los siete Ć”ngeles que tienen las siete copas y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostrarĆ© la sentencia contra la gran ramera que estĆ” sentada sobre muchas aguas, 2ācon la cual fornicaron los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra fueron embriagados con el vino de su fornicación. 3āY en espĆritu me llevó a un desierto:
y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres de blasfemia, que tiene siete cabezas y diez cuernos. 4āY la mujer estaba vestida de pĆŗrpura y escarlata y ataviada con oro y piedras preciosas y perlas, sosteniendo en su mano una copa (kidush) de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación, 5āy en su frente estaba escrito un nombre: Misterio, Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.Ā 6āY vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mĆ”rtires de JESĆS; y al verla, me asombrĆ© con gran asombro.
7āY el Ć”ngel me dijo: ĀæPor quĆ© te asombraste? Yo te dirĆ© el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, la que tiene las siete cabezas y los diez cuernos: 8āLa bestia que viste, era y no es, y estĆ” a punto de subir del abismo, y va a perdición. Y los que moran en la tierra, cuyo nombre no ha sido escrito desde la fundación del mundo en el rollo de la vida, se sombrarĆ”n al ver a la bestia que era y no es, y estarĆ” presente.Ā 9āAquĆ estĆ” la mente que tiene sabidurĆa: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales se sienta la mujer; 10āy tambiĆ©n son siete reyes: cinco cayeron en desgracia, el uno es, el otro aĆŗn no ha venido, y cuando venga, debe durar poco. 11āY la bestia que era y no es, ella es tambiĆ©n el octavo, y es de los siete, y va a perdición. 12āY los diez cuernos que viste son diez reyes, los cuales aĆŗn no han recibido reino, pero reciben autoridad como reyes juntamente con la bestia, por una hora. 13āEstos tienen un mismo propósito, y entregan su poder y autoridad a la bestia. 14āEllos pelearĆ”n contra el Corderito, pero el Corderito los vencerĆ”, pues es SeƱor de seƱores y Rey de reyes, y los que estĆ”n con Ćl son llamados, y elegidos, y fieles. 15āMe dijo: Las aguas que viste, donde se sienta la ramera, son pueblos y multitudes y naciones y lenguas. 16āY los diez cuernos que viste, y la bestia, estos aborrecerĆ”n a la ramera, y la dejarĆ”n desolada y desnuda, y devorarĆ”n sus carnes, y a ella la quemarĆ”n con fuego, 17āporque DIOS puso en sus corazones hacer lo que Ćl se ha propuesto y hacer que se pongan de acuerdo y den su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de DIOS. 18āY la mujer que viste es aquella gran ciudad, la cual tiene dominio sobre los reyes de la tierra.
āŗ17.1 contra… Lit. de; muchas aguas… āJer 51.13.
āŗ17.2 fornicaron los reyes… Es decir, se prostituyeron āJer 51.7.
āŗ17.3 una bestia… āAp 13.1.
āŗ17.4 ataviada… Lit. dorada. Metafóricamente adornada o engalanada; copa de oro… āJer 51.7; fornicación… Es decir, infidelidad espiritual, apostasĆa de Dios, idolatrĆa.
āŗ17.8 era y no es… Es decir, estaba y no estĆ”; subir del abismo… āDn 7.3; Ap 11.7; rollo de la vida… āSal 69.28; estarĆ” presente… Es decir, a pesar de todo, aĆŗn vendrĆ”.
āŗ17.10 cinco… Se sobreentiende primeros; durar poco… Es decir, breve tiempo.
āŗ17.12 diez reyes… āDn 7.24.
āŗ17.17 cumplan… Lit. serĆ”n cumplidas.

