Porción 52

Texto áureo: Éxodo 20:17
Lecturas para adultos en la semana

Día 1: Salmo 35-36

Día 2: Mateo 6:19-34

Día 3: Lucas 12:13-31

Día 4: 1ªTimoteo 6:1-10

Día 5: Hebreos 13:1-19

Día 6: Santiago 4:1-10

I- La codicia.

La codicia es un mal que viene de la corrupción interior y puede llegar a contaminar desde el círculo más íntimo hasta los más alejados (esto incluye a la persona, su familia, su país y hasta toda la tierra).

La codicia tiene la característica de cegar a la persona en el deseo de alcanzar aquello que le está llamando la atención.

La codicia no es desear lo que no se posee, sino cuando ese deseo pasa a ser el que controla a la persona robándole la quietud del alma[1]. Esta quietud tiene su base cuando la persona está contenta con lo que tiene porque entiende que viene de Dios y Él nunca le dará lo que no le conviene.

La codicia no solo apunta al deseo de cosas pecaminosas, sino también de aquellas que son en sí misma buenas[2], pero por alcanzarlas se pierde el dominio propio.

El afán y el empeño a toda costa de ser rico (no de serlo realmente) corrompen; esta es otra forma de manifestarse la codicia[3].

Con esta palabra Dios desea que el ser humano encuentre en Él el control de sus deseos en los parámetros correctos de la sobriedad y el contentamiento en Sus provisiones.

Preguntas:

1.- Ponga algún ejemplo de cosas buenas en sí mismas que pueden quitar el contentamiento.

2.- Comparte con tu grupo cómo logras apartarte de la codicia.

 

[1] 1Tim 6:6-10.

[2] Pr 21:5, 20.

[3] Pr 23:4-5.

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