Texto Ć”ureo: ĆxodoĀ 29-30:10
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: ĆxodoĀ 29-30:10
DĆa 2: NehemĆas 3-4
DĆa 3: Ezequiel 40-41
DĆa 4: Hechos 25
DĆa 5: Hebreos 8
DĆa 6: Apocalipsis 5
I- Apartados para el ministerio.
Tres Ć”reas necesitaban consagración para el ministerio: el tabernĆ”culo, los sacerdotes y el pueblo. Muchas veces se cree que el ministerio en Dios es para una Ć©lite especĆfica, sin entender que todo aquello que pertenece al SeƱor y que ha sido entresacado del mundo necesita una consagración especial. Esto no depende de un ritual, sino de una actitud del corazón que en primer lugar sea obediente al ritual que Dios ha dispuesto.
Por ejemplo, hay personas que se niegan a bautizarse porque dicen que basta con su fe para entrar al cielo, y tienen razón, pero nada justifica la desobediencia. Si Dios ha dispuesto el bautizo como sĆmbolo externo (jukim) de lo que ocurre en el corazón, una persona obediente que tiene la oportunidad de bautizarse nunca se cuestionarĆ” el por quĆ© debe hacerlo con el deseo de evitarlo, sino que preguntarĆ”: ĀæCuĆ”ndo debo hacerlo y quĆ© significa?, con el deseo de agradar a quien le salvó.
II- Santidad solo en la presencia divina.
Interesantemente, nunca se describen los zapatos de los sacerdotes. Por otra parte, Dios le habĆa dicho a MoisĆ©s que al acercarse a Ćl se quitara su calzado Ā«porque el lugar en que tĆŗ estĆ”s, tierra santa esĀ»[1]. Esto muestra la santidad no solo como algo de lo que se debe tener conciencia, sino que se debe experimentar exteriormente. TambiĆ©n no es algo alcanzable por una acción determinada, sino por cumplir las demandas divinas y hacerlo en su presencia.
Por ejemplo, MoisĆ©s no experimentarĆa la santidad por quitarse los zapatos en el palacio de Faraón, sino en el preciso lugar fĆsico que seƱalaba el acercamiento al Creador. ĀæQuĆ© hubiera pasado si no se quita los zapatos como Dios le habĆa dicho? No hubiera salido con vida del lugar.
Esta es la razón por la que los sacerdotes entendieron esto y nunca usaron calzado en el templo. Alguno dirĆ”: Ā«Tal vez Dios no hizo hincapiĆ© para que tuvieran libertad de usar cualquier tipoĀ». Y sĆ, tiene razón, queda esa opción, pero la presencia de Dios descendió allĆ como en el SinaĆ, por lo que trae un paralelismo e implica que la interpretación basada en el precedente de MoisĆ©s se acerca mĆ”s a la correcta interpretación al respecto.
Es bueno saber que la Biblia no tiene que decirlo todo, hay cosas que deben ser deducidas de ella, no de la ficción sino de elementos que brotan claros de la Escritura. A travĆ©s de su descalzado el sacerdote podĆa identificarse y tener una conciencia mĆ”s clara de la santidad de Dios y de todo lo que Ć©l harĆa en el santuario.
III- La santidad viene de Dios.
Todos estos requerimientos para el servicio a Dios en el tabernĆ”culo dejaban una cosa clara: āHay mucho entre los hombres que es natural para ellos y hasta ābuenoā que a Dios no le agradaā. Un mundo corrompido por el pecado necesita una definición del propio Dios acerca de lo que es santo o no. La opinión de los humanos acerca de si una cosa o mĆ©todo es bueno o aceptable para servir a Dios, simplemente es nula, porque la caĆda en el pecado hace a su corazón engaƱoso y, por tanto, incapaz de saber discernir a plenitud entre lo que es bueno o malo. Solo conociendo la voluntad de Dios es que se puede discernir entre lo bueno y lo malo.
Por otra parte, cualquier ser humano que pretenda hablar del tema, asumiendo un don determinado dado por Dios, lo primero que debe saber es que siempre deberĆ” armonizar con lo que Dios ha establecido a travĆ©s de su Palabra escrita y encarnada en su Hijo, conozca o no sus detalles. Por eso la voluntad de Dios con respecto al servicio cĆŗltico venĆa descrita en las disposiciones (jukim) que hacĆan referencia al sacerdocio.
Preguntas:
1.- Haga un anÔlisis detallado de lo concerniente a esta porción en referencia al sacerdote y escoja aquello que mÔs le impactó para mostrar a su grupo.
2.- A la luz de ser todos los creyentes hoy el real sacerdocio, Āæcómo aplicarĆa esto a la porción?
3.- ĀæInvestigue acerca de lo que eran los cuernos del altar?
[1] Ex 3:5.
ĆxodoĀ 29-30:10
 Consagración de Aarón y sus hijos
1 Esto les harƔs para consagrarlos, para que me sean sacerdotes: Toma un becerro de la vacada y dos carneros sin defecto, 2 panes Ɣzimos, amasados con aceite, y hojaldres Ɣzimos untados con aceite. Los harƔs de flor de harina de trigo, 3 y los pondrƔs en un canastillo, y en el canastillo los ofrecerƔs juntamente con el becerro y los dos carneros.
4 HarĆ”s que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la tienda de reunión, y los lavarĆ”s con agua. 5 TomarĆ”s las vestiduras y vestirĆ”s a Aarón con la tĆŗnica y el manto, el efod y el pectoral, y lo ceƱirĆ”s con el cinto del efod. 6 PondrĆ”s el turbante sobre su cabeza y sobre el turbante pondrĆ”s la diadema sagrada. 7 Luego tomarĆ”s el aceite de la unción y lo derramarĆ”s sobre su cabeza, y lo ungirĆ”s. 8 DespuĆ©s harĆ”s que sus hijos se acerquen y les vestirĆ”s las tĆŗnicas, 9 y les ceƱirĆ”s el cinto y les atarĆ”s las tiaras. Y tendrĆ”n el sacerdocio por estatuto perpetuo. AsĆ llenarĆ”s la mano de Aarón y la mano de sus hijos. 10 DespuĆ©s harĆ”s acercar el becerro delante de la tienda de reunión, y Aarón y sus hijos apoyarĆ”n sus manos sobre la cabeza del becerro. 11 Luego degollarĆ”s el becerro en presencia de YHVH a la entrada de la tienda de reunión, 12 y tomarĆ”s de la sangre del becerro, y la aplicarĆ”s sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarĆ”s todo el resto de la sangre al pie del altar. 13 TomarĆ”s tambiĆ©n toda la grasa que cubre las entraƱas, el redaƱo del hĆgado y los dos riƱones con la grasa que los envuelve y los dejarĆ”s consumir en el altar. 14 Pero la carne del becerro con su pellejo y su estiĆ©rcol consumirĆ”s a fuego fuera del campamento. Es ofrenda por el pecado.
15 Asimismo tomarĆ”s el primer carnero, y Aarón y sus hijos apoyarĆ”n sus manos sobre la cabeza del carnero, 16 y degollarĆ”s el carnero, y tomarĆ”s su sangre, y rociarĆ”s en torno al altar. 17 DespuĆ©s descuartizarĆ”s el carnero en trozos, lavarĆ”s sus intestinos y sus patas, y los pondrĆ”s sobre sus trozos y sobre su cabeza, 18 y quemarĆ”s todo el carnero sobre el altar. Es holocausto a YHVH, olor que apacigua, ofrenda Ćgnea para YHVH. 19 TomarĆ”s luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos apoyarĆ”n sus manos sobre la cabeza del carnero. 20 Luego degollarĆ”s el carnero, tomarĆ”s de su sangre y la pondrĆ”s en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, y en el lóbulo de las orejas de sus hijos, en el pulgar de sus manos derechas y en el dedo gordo de sus pies derechos, y esparcirĆ”s la sangre alrededor del altar. 21 TomarĆ”s de la sangre que hay sobre el altar y del aceite de la unción, y lo esparcirĆ”s sobre Aarón y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos y sobre las vestimentas de estos. Y Ć©l serĆ” consagrado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con Ć©l. 22 Y tomarĆ”s la grosura del carnero (la grosura que cubre sus intestinos y el redaƱo) y los dos riƱones y la grosura que hay sobre ellos, y la pierna derecha (pues es de consagraciones), 23 con una hogaza de pan con aceite, y hojaldre, del canastillo de los Ć”zimos que estĆ” en la presencia de YHVH.
24 Y lo pondrĆ”s todo en manos de Aarón y en manos de sus hijos, y lo mecerĆ”s como una ofrenda mecida delante de YHVH. 25 Seguidamente lo tomarĆ”s de sus manos y lo quemarĆ”s en el altar sobre el holocausto, en olor que apacigua, delante de YHVH. Es ofrenda Ćgnea a YHVH. 26 TomarĆ”s el pecho del carnero de la investidura de Aarón y lo mecerĆ”s. Es ofrenda mecida delante de YHVH, y serĆ” tu porción. 27 Y consagrarĆ”s el pecho de la ofrenda mecida y la espaldilla de la ofrenda, lo que fue mecido y lo que fue alzado del carnero de la investidura, de lo que es para Aarón y de lo que es para sus hijos, 28 y serĆ” para Aarón y para sus hijos por estatuto perpetuo de parte de los hijos de Israel, pues es ofrenda, y serĆ” una ofrenda de parte de los hijos de Israel, de sus sacrificios de paz, su ofrenda a YHVH.
29 Las vestiduras sagradas que son de Aarón, serĆ”n para sus hijos despuĆ©s de Ć©l, para ser ungidos con ellas y para llenar su mano. 30 Por siete dĆas las vestirĆ” el sacerdote que sea su sucesor de entre sus hijos, cuando entre en la tienda de reunión para oficiar en el santuario. 31 Y tomarĆ”s el carnero de la investidura y cocerĆ”s su carne en un lugar santo.
32 Y Aarón y sus hijos comerĆ”n la carne del carnero y el pan que estĆ” en el canastillo en la entrada de la tienda de reunión. 33 Ellos comerĆ”n las cosas por las que fueron santificados al consagrar sus manos, al santificarlos, pero el extraƱo no comerĆ”, porque son sagradas. 34 Y si sobra de la carne o del pan de la investidura hasta la maƱana, quemarĆ”s en el fuego lo que sobre. No se comerĆ”, porque estĆ” consagrado. 35 AsĆ pues harĆ”s a Aarón y a sus hijos, conforme a todas las cosas que Yo te he ordenado. Durante siete dĆas llenarĆ”s su mano. 36 Y sacrificarĆ”s diariamente el becerro de la expiación por el pecado, y purificarĆ”s el altar al hacer expiación sobre Ć©l, y lo ungirĆ”s para consagrarlo.
37 HarĆ”s expiación por el altar durante siete dĆas y lo santificarĆ”s, y serĆ” un altar santĆsimo. Todo lo que toque al altar serĆ” santificado. 38 Esto es lo que ofrecerĆ”s sobre el altar: Dos corderos aƱales, cada dĆa continuamente. 39 OfrecerĆ”s un cordero por la maƱana, y el otro cordero lo ofrecerĆ”s antes el crepĆŗsculo. 40 Con el primer cordero ofrecerĆ”s una dĆ©cima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite machacado, y para libación la cuarta parte de un
hin de vino. 41 El segundo cordero lo ofrecerĆ”s antes del crepĆŗsculo. Lo harĆ”s conforme a la ofrenda de la maƱana y conforme a su libación, ofrenda Ćgnea a YHVH en olor que apacigua. 42 Este serĆ” el holocausto perpetuo durante vuestras generaciones, el cual serĆ” ofrecido a la entrada de la tienda de reunión, en presencia de YHVH, donde serĆ© conocido por ti, para hablar contigo. 43 Y allĆ me reunirĆ© con los hijos de Israel, y el lugar serĆ” santificado con mi gloria.
44 Por lo cual santificaré el tabernÔculo de reunión y el altar, también a Aarón y a sus hijos santificaré, para que me sean sacerdotes. 45 Y seré invocado en medio de los hijos de Israel, y seré su Elohim. 46 Y ellos conocerÔn que Yo soy YHVH, su Elohim, que los saqué de la tierra de Egipto para ser invocado por ellos y ser su Elohim.
āŗ29.1 Esto… TM aƱade cosa. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.2 Ć”zimos… TM aƱade tortas sin levadura. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.4 … lavarĆ”s con agua. Ablución o baƱo ritual.
āŗ29.5 el manto… TM aƱade del efod. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.9 cinto… TM aƱade a Aarón y a sus hijos. Se sigue LXX ā§194; llenarĆ”s… Es decir, consagrarĆ”s. La consagración solĆa hacerse poniendo en la mano del sacerdote la muestra de su servicio. AquĆ se usan ciertas porciones de las ofrendas para este propósito āv. 24.
āŗ29.18 Es… TM aƱade el. Se sigue LXX ā§194; apacigua ā§182, §298; ofrenda Ćgnea para YHVH. āEf 5.2; Fil 4.18.
āŗ29.20 pies derechos… SimbologĆa: se coloca en la oreja para escuchar, en la mano, para actuar, y en el pie para andar conforme a la palabra de Dios.
āŗ29.22 redaƱo… consagraciones… TM aƱade del hĆgado… un cordero. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.23 pan… hojaldre… TM aƱade una torta de pan… un hojaldre. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.24 ofrenda mecida… Heb. tenufah. Balanceo horizontal simbolizando (prob.) que todo lo contenido en los cuatro puntos cardinales pertenece a Dios.
āŗ29.27 alzado… Heb. terumah, parte del sacerdote, que como ofrenda se elevaba, simbolizando (prob.) que la tierra y el cielo tambiĆ©n le pertenecen.
āŗ29.29 llenar… TM aƱade con ellas. Se sigue LXX ā§194; su mano… ā29.9.
āŗ29.33. Se sigue LXX.
āŗ29.40 machacado… Es decir, aceitunas machacadas.
āŗ29.42 serĆ© conocido… Se sigue LXX; contigo… TM aƱade allĆ. Se sigue LXX ā§194.
āŗ29.46 y ser… TM aƱade Yo, YHVH. Se sigue LXX ā§194.
Ćxodo 30
El altar del incienso
1 HarÔs asimismo un altar para incienso. Lo harÔs de madera de acacia. 2 Su longitud serÔ de un codo, su anchura de un codo y su altura de dos codos. SerÔ cuadrado y sus cuernos formarÔn parte de él. 3 Lo recubrirÔs de oro puro, asà su superficie como sus costados en derredor y sus cuernos, y le harÔs alrededor una moldura de oro. 4 Y harÔs dos argollas de oro debajo de su moldura en sus dos extremos, en ambos costados suyos, para meter las varas con que serÔ llevado. 5 HarÔs las varas de madera de acacia y las recubrirÔs de oro. 6 Y lo pondrÔs delante del velo que estÔ junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que estÔ sobre el testimonio, donde seré conocido por ti.
7 Aarón quemarĆ” incienso compuesto sobre Ć©l cada maƱana. Lo quemarĆ” cuando prepare las lĆ”mparas. 8 Y al encender Aarón las lĆ”mparas a la caĆda de la tarde, lo quemarĆ”: Es incienso perpetuo delante de YHVH por vuestras generaciones. 9 No ofrecerĆ©is sobre Ć©l incienso extraƱo, ni holocausto, ni ofrenda vegetal, ni tampoco derramarĆ©is libación sobre Ć©l, 10 pues sobre sus cuernos harĆ” Aarón expiación una vez al aƱo con la sangre de la ofrenda de la expiación por el pecado. Una vez al aƱo harĆ” expiación sobre Ć©l por vuestras generaciones. SerĆ” santĆsimo para YHVH.
āŗ30.1 para… TM aƱade quemar. Se sigue LXX ā§194.
āŗ30.4 harĆ”s… TM aƱade para Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
NehemĆas 3-4
 Reconstrucción del muro
1 Entonces el sumo sacerdote Eliasib se levantó con sus hermanos los sacerdotes, y reedificaron la puerta de las Ovejas. Ellos mismos consagraron y levantaron las puertas, desde la torre Hamea hasta la torre Hanan-El. 2 Y junto a ella reedificaron los varones de Jericó, y a su lado tambiĆ©n reedificó Zacur ben Imri. 3 Y los hijos de Senaa reedificaron la puerta de los Peces, y ellos mismos la enmaderaron y colocaron sus puertas, sus cerraduras y sus barras. 4 Junto a ellos reparó Meremot ben UrĆas, hijo de Cos, y junto a ellos restauró Mesulam ben BerequĆas, hijo de Mesezabeel, y a su lado reparó Sadoc ben Baana. 5 Junto a ellos repararon los tecoĆtas, pero sus nobles no doblegaron su cerviz ante la obra de su SeƱor.
6 La puerta Antigua fue reparada por Joiada ben Pasea, y Mesulam ben BesodĆas. Ellos mismos la enmaderaron y asentaron sus puertas, y colocaron sus cerraduras y sus barras. 7 Junto a ellos repararon MelatĆas gabaonita y Jadón meronotita, hombres de Gabaón y de Mizpa, segĆŗn la autoridad del gobernador de Allende el RĆo. 8 Al lado de ellos reparó Uziel ben Harhaya, uno de los orfebres, y junto a Ć©l hizo reparaciones HananĆas, hijo de los perfumistas. AsĆ restauraron JerusalĆ©n hasta el muro ancho.
9 Junto a ellos hizo reparar RefaĆas ben Hur, intendente de la mitad del distrito de JerusalĆ©n. 10 Y junto a ellos reparó JedaĆas ben Harumaf, hasta el frente de su casa, y a su lado reparó HatĆŗs ben HasabnĆas. 11 MalquĆas ben Harim y Hasub ben PajatMoab, repararon el otro tramo y la torre de los Hornos. 12 Junto a ellos reparó Salum ben Halohes, intendente de la otra mitad del distrito de JerusalĆ©n, Ć©l y sus hijas. 13 La puerta del Valle la reparó HanĆŗn con los habitantes de Zanoa; ellos la construyeron y colocaron sus puertas, sus cerraduras y sus barras, y ademĆ”s mil codos del muro hasta la puerta del Muladar.
14 MalquĆas ben Recab, jefe del distrito de Bet-Haquerem reparó la puerta del Muladar; Ć©l y sus hijos la reedificaron y colocaron sus puertas, sus cerraduras y sus barras. 15 Y Salum ben Colhoze, jefe de la región de Mizpa, reparó la puerta de la Fuente; Ć©l la reedificó, la enmaderó y colocó sus hojas, sus cerraduras y sus barras; edificó tambiĆ©n el muro junto al estanque de SiloĆ©, hacia el jardĆn del rey, hasta las gradas que descienden de la Ciudad de David.
16 DespuĆ©s de Ć©l, NehemĆas ben Azbuc, jefe de la mitad del distrito de Bet-Sur, reparó hasta frente a los sepulcros de David, y hasta el estanque artificial, y hasta la casa de los Valientes. 17 Tras Ć©l repararon los levitas: Rehum ben Bani, junto al cual reparó HasabĆas, jefe de la mitad del distrito de Keila, por cuenta de su distrito. 18 DetrĆ”s de Ć©l repararon sus hermanos, y Bavay ben Henadad, jefe de la otra mitad de Keila. 19 Y junto a Ć©l, Ezer ben JesuĆ”, jefe de Mizpa, reparó el otro tramo, frente a la subida de la ArmerĆa, junto al Ć”ngulo entrante del muro. 20 Tras Ć©l, Baruc ben Zabay se apresuró a reparar el tramo que va desde este Ć”ngulo hasta la puerta de la casa de Eliasib, el sumo sacerdote.
21 Tras Ć©l, Meremot ben UrĆas, hijo de Cos, reparó otro tramo desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el extremo de la casa de Eliasib. 22 DetrĆ”s de Ć©l repararon los sacerdotes procedentes de la llanura.
23 A continuación de ellos repararon BenjamĆn y Hasub, frente a su casa, y tras estos reparó AzarĆas ben MaasĆas, hijo de AnanĆas, junto a su propia casa. 24 A continuación, BinĆŗi ben Henadad, reparó otro tramo desde la casa de AzarĆas hasta el Ć”ngulo entrante del muro, y hasta la esquina. 25 Palal ben Uzay reparó frente al Ć”ngulo y la torre elevada que sobresale de la casa del rey, que estĆ” en el patio de la cĆ”rcel; y tras Ć©l, PedaĆas ben Faros. 26 TambiĆ©n los netineos, establecidos en Ćfel, repararon hasta enfrente de la puerta de las Aguas, al oriente de la torre que sale hacia fuera. 27 DetrĆ”s de ellos los tecoĆtas repararon otro tramo, desde frente a la torre grande que sobresale, hasta el muro de Ćfel.
28 MĆ”s arriba de la puerta de los Caballos repararon los sacerdotes, cada uno frente a su casa. 29 DetrĆ”s de ellos reparó Sadoc ben Imer, frente a su casa; y tras Ć©l reparó SemaĆas ben SecanĆas, guarda de la puerta Oriental. 30 Y tras Ć©l, HananĆas ben SelemĆas reparó otro tramo junto con HanĆŗn, sexto hijo de Salaf, y tras este reparó Mesulam ben BerequĆas, frente a su casa. 31 DetrĆ”s de Ć©l reparó alquĆas, hijo del platero, hasta las casas de los netineos y de los mercaderes, enfrente de la puerta del Mifcad, y hasta la subida de la esquina; 32 y entre la subida de la esquina y la puerta de las Ovejas repararon los plateros y los mercaderes.
āŗ3.2 junto a ella… Esto es, junto a la torre. Otra traducción posible: junto a Ć©l (Eliasib).
āŗ3.3 puerta de los Peces… TambiĆ©n conocida como puerta del Pescado.
āŗ3.5 cerviz… Es decir, se negaron a participar en la obra.
āŗ3.8 perfumistas… Indica la persona que pertenece a ese determinado oficio.
āŗ3.14 y sus hijos… TM omite. Se sigue LXX.
āŗ3.26 Se inserta repararon para suplir elipsis del original.
āŗ3.31 platero… Esto es, perteneciente al gremio de los orfebres; Mifcad… Lugar donde se pasa revista de formación e inspección.
āŗ3.32 El TM continĆŗa hasta el v. 38 (corresponde a 4.1-6).
NehemĆas 4
Oposición de los samaritanos
1 Pero sucedió que cuando Sanbalat se enteró de que estĆ”bamos reconstruyendo el muro, se indignó en gran manera, y burlĆ”ndose de los judĆos, 2 habló ante sus hermanos y el ejĆ©rcito de Samaria diciendo: ĀæQuĆ© pretenden estos miserables judĆos? ĀæLa han de restaurar para sĆ? ĀæSacrificarĆ”n? ĀæAcabarĆ”n en un dĆa? ĀæHarĆ”n revivir las piedras de los montones de escombros, viendo que estĆ”n onsumidas? 3 Y TobĆas amonita, que estaba junto a Ć©l, dijo: Ā”Hasta una zorra, si sube allĆ, podrĆa derribar el muro de piedra que estĆ”n construyendo!
4 ”Oye, oh Elohim nuestro, cómo somos menospreciados! ”Haz recaer sus ofensas sobre su propia cabeza, y entrégalos al despojo en tierra de cautiverio! 5 ”No cubras su iniquidad, ni sea borrado su pecado delante de tu presencia, porque te han provocado a ira delante de los que edifican!
6 Reedificamos, pues, el muro, y toda la muralla quedó rehecha hasta media altura, y el pueblo tuvo Ć”nimo para trabajar. 7 Pero cuando Sanbalat y TobĆas y los Ć”rabes y los amonitas y los de Asdod oyeron que la reparación de los muros de JerusalĆ©n avanzaba, y las brechas comenzaban a cerrarse, se encolerizaron en gran manera, 8 y todos a una se confabularon para venir a atacar JerusalĆ©n y causarle daƱo.
9 Pero nosotros oramos a nuestro Elohim, y nos pusimos en guardia contra ellos dĆa y noche. 10 Y los de JudĆ” dijeron: Desfallecen ya las fuerzas de los cargadores, y los escombros son muchos, por lo que no seremos capaces de reedificar el muro. 11 Y nuestros enemigos se decĆan: Ellos no lo sabrĆ”n ni lo verĆ”n, hasta que caigamos entre ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.
12 Pero cuando llegaron los judĆos que habitaban cerca de ellos, nos decĆan hasta diez veces: De todos los lugares a los que os volvĆ”is, caerĆ”n sobre nosotros. 13 Por lo cual apostĆ© en los lugares bajos, detrĆ”s del muro y en los claros a la gente, por familias, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. 14 Y mirĆ©, y me levantĆ© y dije a los principales y a los prefectos y al resto del pueblo: Ā”No temĆ”is ante ellos! Ā”Acordaos de Adonai, grande y prodigioso, y luchad por vuestros hermanos, por vuestros hijos y vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas!
15 Y sucedió que cuando nuestros enemigos se enteraron de que habĆamos sido advertidos, Ha-Elohim desbarató sus planes, y todos nosotros pudimos regresar al muro, cada uno a su obra. 16 Y desde aquel dĆa, aconteció que la mitad de mis servidores trabajaba en la obra y la otra mitad sostenĆa las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas; y los jefes estaban detrĆ”s de toda la estirpe de JudĆ”.
17 Los que trabajaban en el muro y los que acarreaban las cargas, con una mano trabajaban en la obra y con la otra empuƱaban la jabalina. 18 En cuanto a los constructores, cada uno llevaba su espada ceƱida a sus lomos, y asĆ edificaban; y el que hacĆa sonar el shofar estaba junto a mĆ. 19 Pues yo habĆa dicho a los principales, a los prefectos y al resto del pueblo: La obra es mucha y extensa, y nosotros estamos esparcidos por el muro, lejos los unos de los otros. 20 Dondequiera que oigĆ”is el sonido del shofar, reunĆos desde allĆ junto a nosotros. Ā”Nuestro Elohim pelearĆ” por nosotros!
21 AsĆ trabajĆ”bamos en la obra: la mitad de ellos empuƱaban las lanzas, desde el despuntar del alba hasta que salĆan las estrellas.
22 TambiĆ©n en ese tiempo hablĆ© al pueblo: Cada uno pernocte con su servidor dentro de JerusalĆ©n, para que nos sirvan de guardia de noche, y de dĆa en la obra. 23 Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis servidores, ni los hombres de la guardia que me seguĆa, nos despojamos de nuestros vestidos.
āŗ4.1 En el TM 3.33.
āŗ4.7 En el TM 4.1.
āŗ4.14 prodigioso… ā1.5.
āŗ4.19 los unos de los otros… Lit. un hombre de su hermano.
āŗ4.23 En el TM 4.17; nos despojamos de nuestros vestidos… TM aƱade cada uno tenĆa el arma a su diestra. Se sigue LXX. VUL: se desnudaba solo para lavarse. Otras traducciones posibles: cada uno tenĆa su recipiente de agua; cada uno llevaba su espada al ir a beber (o a buscar agua); ninguno se despojaba de sus vestidos sino cerca del agua
Ezequiel 40-41
Ā La nueva Casa
1 En el aƱo vigĆ©simo quinto de nuestro cautiverio, al principio del aƱo, a los diez dĆas del mes; catorce aƱos despuĆ©s que la ciudad habĆa sido conquistada, en aquel mismo dĆa, vino sobre mĆ la mano de YHVH, y me llevó allĆ”. 2 Ćl me llevó en visiones divinas a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual habĆa como el armazón de una ciudad, hacia la parte del sur. 3 Me llevó allĆ, y he aquĆ un varón cuyo aspecto era el del bronce, con un cordel de lino y una caƱa de medir en la mano, estaba de pie junto a la puerta.
4 Y aquel varón me habló diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oĆdos, y pon tu corazón sobre todo lo que te mostrarĆ©, pues has sido traĆdo aquĆ para que yo te lo muestre y para que declares a la casa de Israel todo lo que ves. 5 Ā”Y he aquĆ!, un muro alrededor por fuera de la Casa, y en la mano del varón habĆa una caƱa de medir de seis codos, de codo y palmo, y midió el espesor del muro: una caƱa, y su altura: una caƱa. 6 DespuĆ©s fue a la puerta que mira al oriente, y subió por sus gradas y midió el umbral de la puerta: una caƱa de ancho. 7 Cada aposento tenĆa una caƱa de largo por una caƱa de ancho, y el espacio entre los aposentos era de cinco codos. 8 Midió tambiĆ©n el pórtico de la puerta que daba a la Casa, y medĆa una caƱa. 9 Luego midió la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos. Y la puerta del portal estaba por el lado de adentro. 10 Los aposentos de la puerta oriental eran tres por cada lado, los tres de una misma medida, y los portales a cada lado eran tambiĆ©n de una medida.
11 Luego midió el ancho de la entrada de la puerta, y medĆa diez codos, y la longitud del portal: trece codos. 12 Y el espacio ante los aposentos se estrechaba hasta un codo de un lado y un codo del otro. Cada aposento tenĆa seis codos por un lado y seis codos por el otro. 13 Y midió la puerta desde el techo de un aposento hasta el techo del otro, y allĆ habĆa un ancho de veinticinco codos; y la entrada de un aposento estaba frente al otro. 14 Midió los pilares llegando hasta alrededor del portal: sesentaĀ codos. 15 Y desde la fachada de la puerta de la entrada hasta la fachada del pórtico de la puerta interior, habĆa cincuenta codos. 16 HabĆa ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, que daban hacia los aposentos en el interior y alrededor de la puerta. Igualmente, su vestĆbulo tenĆa ventanas alrededor y hacia el interior, y en cada pilar habĆa palmas esculpidas.
17 Luego me condujo al atrio exterior, y he aquĆ habĆa aposentos, y un atrio enlosado todo en derredor. Treinta aposentos daban a aquel atrio. 18 El enlosado a los lados de las puertas, en proporción a la longitud de los portales, era el enlosado mĆ”s bajo. 19 Luego midió el ancho desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior, por fuera, resultando cien codos hacia el oriente y hacia el norte. 20 Y de la puerta del atrio exterior que miraba hacia el norte, midió su longitud y su anchura. 21 Sus aposentos eran tres de un lado, y tres del otro, y sus pilares y sus arcadas medĆan en proporción a la primera puerta: cincuenta codos de largo y veinticinco codos de ancho. 22 Sus ventanas, las arcadas y sus palmas medĆan conforme a la medida de la puerta que miraba al oriente. Se subĆa a ella por siete gradas, delante de las cuales estaba la columnata. 23 El atrio interior tenĆa una puerta frente a la puerta del norte asĆ como tambiĆ©n a la del oriente. Y midió de puerta a puerta: cien codos.
24 DespuĆ©s me condujo hacia el sur, y he aquĆ una puerta hacia el sur, y midió sus portales y sus arcadas conforme a estas medidas: 25 La puerta y sus arcadas tenĆan ventanas alrededor, como las otras ventanas. El largo era de cincuenta codos y el ancho de veinticinco codos. 26 Sus gradas eran de siete peldaƱos, con sus arcadas delante de ellas, y tenĆa palmas esculpidas sobre sus pilares a uno y otro lado. 27 HabĆa tambiĆ©n una puerta que daba al atrio interior hacia el sur, y midió de puerta a puerta hacia el sur: cien codos. 28 Luego me condujo al atrio interior por la puerta del sur, y midió la puerta del sur conforme a estas medidas: 29 Sus aposentos y sus pilares y sus arcadas eran conforme a esas medidas: Cincuenta codos de largo, y veinticinco codos de ancho; y habĆa ventanas y arcadas todo en derredor. [[30]] 31 Sus arcadas estaban orientadas hacia el atrio exterior, las palmas esculpidas estaban sobre sus pilares, con ocho peldaƱos.
32 Me condujo al atrio interior que daba al oriente, y midió la puerta conforme a estas medidas: 33 Sus cĆ”maras, sus pilares y sus arcadas eran conforme a estas medidas: Cincuenta codos de largo, y veinticinco codos de ancho, y tenĆa sus ventanas y sus arcadas en derredor. 34 Sus arcadas estaban orientadas hacia el atrio exterior, las palmas esculpidas estaban sobre sus pilares a uno y otro lado, y sus gradas eran de ocho peldaƱos.
35 Me condujo luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas: 36 Sus aposentos, los pilares, sus arcadas y ventanas alrededor: Cincuenta codos de largo, y veinticinco codos de ancho.
37 Sus pilares daban al atrio exterior, y las palmas esculpidas estaba sobre los pilares a uno y otro lado, y sus gradas eran de ocho peldaƱos. 38 Y junto a los pilares y a las puertas, una recĆ”mara para drenar. AllĆ lavarĆ”n el holocausto 39 degollado en el pórtico de la entrada, esto es, la vĆctima por el pecado y la vĆctima por la culpa. 40 Por el lado de afuera, segĆŗn se sube a la entrada de la puerta del norte, se hallaban dos mesas, y del otro lado del pórtico de la puerta, habĆa otras dos mesas. 41 HabĆa cuatro mesas de este lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta: ocho mesas, sobre las cuales se habrĆan de degollar las vĆctimas. 42 Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de un codo y medio de largo y un codo y medio de ancho y un codo de altura. Sobre estas se habrĆan de poner los utensilios con que se degollarĆa el holocausto y el sacrificio. 43 Y los ganchos dobles, de unĀ palmo menor, estaban fijos por dentro en derredor, y sobre las mesas se colocaba la carne de las vĆctimas. 44 Y por fuera de la puerta interior habĆa aposentos para los cantores, que estaban al lado de la puerta del norte, los cuales miraban al sur; pero habĆa uno que estaba al lado de la puerta del oriente, con frente al norte. 45 Y me dijo: Este aposento que mira hacia el sur es para los sacerdotes que hacen la guardia de la Casa, 46 pero el aposento que mira hacia el norte es para los sacerdotes que deben custodiar el altar. Estos son los hijos de Sadoc, los cuales han sido llamados de entre los hijos de LevĆ para oficiar ante YHVH. 47 Y midió el atrio: cien codos de largo, y cien codos de ancho, cuadrado; y el altar estaba delante de la Casa.
48 Luego me condujo al pórtico de la Casa, y midió cada pilar del pórtico: cinco codos de un lado y cinco codos de otro, y el ancho de la puerta era de tres codos de un lado, y tres codos de otro. 49 La longitud del pórtico era de veinte codos, y el ancho de once codos, al cual se subĆa por gradas. Y junto a los pilares habĆa dos columnas, una de un lado y otra de otro.
āŗ40.5 de codo y palmo… Esto es, codo mayor = 0.50 m. Por tanto, la caƱa aquĆ mide 3 m.
āŗ40.6-7 TMāLXX ā§194.
āŗ40.12 Se sigue LXX.
āŗ40.14 TMāLXX ā§194.
āŗ40.30 TM aƱade v. Se sigue LXX ā§194.
āŗ40.31, 38-39, 44 Se sigue LXX ā§194.
āŗ40.49 Se inserta dos para suplir elipsis del original.
Ezequiel 41
 La nueva Casa (continuación)
1 Me introdujo luego en el santuario, y midió los pilares: seis codos de un lado y seis codos de otro. 2 El ancho de la entrada: diez codos, y los costados de la entrada: cinco codos por un lado, y cinco codos por el otro. Y midió su longitud: cuarenta codos, y el ancho: veinte codos. 3 Luego pasó al interior, y midió cada pilar de la entrada: dos codos, y la entrada: seis codos, y el ancho de la entrada: siete codos. 4 Midió tambiĆ©n su longitud: veinte codos, y el ancho: veinte codos, delante del santuario. Entonces me dijo: Este es el lugar santĆsimo.
5 Después midió el muro de la Casa: seis codos, y lo ancho de cada aposento lateral: cuatro codos, en torno de la Casa.
6 Los aposentos laterales estaban uno sobre otro: treinta en cada uno de los tres pisos, y en el muro de la Casa en derredor habĆa cornisas donde se apoyaban las vigas de los aposentos sin penetrar el muro. 7 Cuanto mĆ”s subĆan, los aposentos laterales eran mĆ”s anchos, porque la escalera de caracol de la Casa subĆa mĆ”s y mĆ”s arriba por dentro de la Casa; por tanto, el ancho de la Casa aumentaba hacia arriba. Desde el piso inferior se podĆa subir hasta el mĆ”s alto, pasando por el del medio.
8 TambiĆ©n observĆ© que la Casa tenĆa un basamento elevado alrededor. Los cimientos de los aposentos laterales (hasta la juntura de los pisos) eran de una caƱa entera de seis codos antiguos.
9 El espesor del muro exterior de los aposentos laterales era de cinco codos, y entre los aposentos laterales de la Casa, habĆa un espacio de igual medida.
10 Entre los aposentos habĆa un ancho de veinte codos por todos lados alrededor de la Casa. 11 Los aposentos tenĆan dos entradas al espacio libre, situadas una al norte y otra al sur. El ancho del espacio que quedaba era de cinco codos en derredor.
12 El edificio que estaba enfrente del atrio, al lado del poniente, tenĆa setenta codos de ancho, y el muro del edificio, todo alrededor, tenĆa un espesor de cinco codos, y su longitud era de noventa codos. 13 Luego midió la Casa: cien codos de largo, y el espacio abierto y el edificio con sus muros: cien codos de largo. 14 TambiĆ©n midió el ancho del frente de la Casa y del espacio abierto que daba al oriente: cien codos. 15 DespuĆ©s midió la longitud del edificio del lado del atrio que habĆa detrĆ”s, con sus galerĆas a uno y otro lado: cien codos, con la nave interior y los pórticos del atrio. 16 Y los umbrales, las ventanas estrechas y los aposentos en derredor, en sus tres niveles, estaban revestidos de madera desde el suelo hasta las ventanas, que estaban cubiertas 17 hasta el interior y exterior de la Casa. El muro, todo en derredor, por dentro y por fuera, 18 estaba labrado con querubines y palmas. HabĆa una palma entre querubĆn y querubĆn, y cada querubĆn tenĆa dos caras: 19 Rostro de hombre hacia la palma de un lado, y cara de león hacia la palma del otro lado. AsĆ estaba hecho por toda la Casa en derredor. 20 Desde el suelo hasta encima de la puerta, habĆa querubines y palmas representados en el muro.
21 En cuanto al santuario, tenĆa un jambaje cuadrangular, y delante del lugar santĆsimo se veĆa 22 el altar de madera, de tres codos de altura por dos de longitud. TambiĆ©n sus Ć”ngulos, su base y sus paredes eran de madera. Y me dijo: Esta es la mesa que estĆ” delante de YHVH. 23 El santuario tenĆa una puerta de dos batientes, y el lugar santĆsimo 24 poseĆa igualmente una puerta de batientes dobles, y las puertas tenĆan dos batientes giratorias: dos batientes para una puerta y dos batientes para la otra. 25 Y habĆa en ellos querubines y palmas, esculpidos como los del muro; y habĆa gruesas vigas de madera sobre el frente del pórtico exterior. 26 Y habĆa ventanas estrechas, y palmas de uno y otro lado a los costados del pórtico, tanto en los aposentos laterales de la Casa como en los umbrales.
āŗ41.1 Se sigue LXX ā§194.
āŗ41.3 seis codos… Esto es, de alto.
āŗ41.5 Se sigue LXX ā§194.
āŗ41.10 habĆa un ancho… Esto es, un pasillo de veinte codos de ancho.
āŗ41.16-17, 20 Se sigue LXX ā§194.
Hechos 25
 Apelación ante el César
1 AsĆ, pues, cuando Festo llegó a la provincia, tres dĆas despuĆ©s subió de Cesarea a JerusalĆ©n. 2 Y los principales sacerdotes y los mĆ”s importantes de los judĆos, le presentaron demanda contra Pablo, y le rogaban, 3 pidiendo un favor contra Ć©l: que lo hiciera trasladar a JerusalĆ©n (mientras preparaban una emboscada para matarlo en el camino). 4 Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde Ć©l mismo iba a partir en breve. 5 Entonces les dijo: Los que entre vosotros tengan autoridad, bajen conmigo y acusadlo, si hay algo impropio en el hombre.
6 Y despuĆ©s de permanecer entre ellos no mĆ”s de ocho o diez dĆas, bajó a Cesarea, y al dĆa siguiente se sentó en el tribunal y mandó que fuera traĆdo Pablo. 7 Cuando Ć©l llegó, lo rodearon los judĆos que habĆan bajado de JerusalĆ©n, presentando muchas y graves acusaciones, las cuales no podĆan probar. 8 Pablo, en tanto, decĆa en su defensa: Ni contra la ley de los judĆos, ni contra el templo, ni contra CĆ©sar he pecado. 9 Pero Festo, queriendo congraciarse con los judĆos, respondió a Pablo: ĀæQuieres subir a JerusalĆ©n y ser juzgado allĆ de estas cosas delante de mĆ? 10 Pablo entonces contestó: Estoy ante el tribunal del CĆ©sar, donde debo ser juzgado. NingĆŗn agravio he hecho a los judĆos, como tĆŗ sabes muy bien. 11 Por tanto, si soy culpable y he hecho algo digno de muerte, no rehĆŗso morir; pero si nada hay de las cosas de que estos me acusan, nadie puede entregarme a ellos: Apelo a CĆ©sar. 12 Entonces Festo, despuĆ©s de consultar con su consejo, respondió: A CĆ©sar has apelado, a CĆ©sar te irĆ”s.
Pablo ante el rey Agripa
13 Pasados algunos dĆas, el rey Agripa y Berenice bajaron a Cesarea saludando a Festo. 14 Y como estuvieron allĆ muchos dĆas, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciendo: Hay un hombre a quien FĆ©lix ha dejado preso, 15 acerca del cual, estando yo en JerusalĆ©n, me presentaron acusaciones los principales sacerdotes y ancianos de los judĆos, pidiendo sentencia condenatoria contra Ć©l. 16 A ellos respondĆ que no es costumbre de los romanos entregar a ningĆŗn hombre sin que antes el acusado tenga a los acusadores cara a cara y se le dĆ© la oportunidad de defenderse de la acusación. 17 AsĆ que, despuĆ©s que se reunieron aquĆ, sin mĆ”s demora al dĆa siguiente, me sentĆ© en el tribunal y ordenĆ© que trajeran al hombre, 18 acerca del cual, cuando se levantaron los acusadores, ningĆŗn cargo traĆan de las cosas perversas que yo sospechaba; 19 sino que tenĆan contra Ć©l algunas cuestiones acerca de su propia religión, y acerca de un tal JesĆŗs, ya difunto, el cual Pablo afirmaba que estĆ” vivo. 20 Y estando yo perplejo sobre esta controversia, le preguntĆ© si querĆa ir a JerusalĆ©n y ser juzgado allĆ” por estas cosas. 21 Pero como Pablo apeló que se lo reservara para la decisión imperial, ordenĆ© custodiarlo hasta que lo envĆe a CĆ©sar. 22 Y Agripa dijo a Festo: Yo tambiĆ©n querrĆa oĆr a ese hombre. Le espondió:
MaƱana lo oirƔs.
23 Al dĆa siguiente pues, llegaron Agripa y Berenice con mucha pompa, y despuĆ©s de entrar al salón de audiencia con los tribunos y los hombres prominentes de la ciudad, Festo ordenó que fuera traĆdo Pablo. 24 Y dice Festo: Rey Agripa, y todos los varones presentes con nosotros: Ved a este, acerca del cual todo el pueblo de los judĆos acudió a mĆ, tanto en JerusalĆ©n como aquĆ, pidiendo a gritos que no se le permita vivir mĆ”s. 25 Pero yo he descubierto que nada digno de muerte ha hecho, y como Ć©l mismo apeló al Emperador, decidĆ enviĆ”rselo. 26 Respecto a Ć©l, no tengo nada concreto que escribir al soberano; por tanto, lo he traĆdo ante vosotros, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que, una vez celebrada la audiencia preliminar, tenga yo algo que escribir, 27 porque me parece absurdo enviar a un preso y no indicar los cargos que hay contra Ć©l.
Ā āŗ25.3 preparaban… Lit. preparando.
āŗ25.4 Ć©l mismo… Es decir, Festo.
āŗ25.6 fuera traĆdo… Lit. ser llevado.
āŗ25.7 habĆan bajado… Lit. han bajado.
āŗ25.8 he pecado… Lit. pequĆ© algo.
āŗ25.13 saludando… Mā saludar.
āŗ25.15 acusaciones… Otra traducción posible: demanda.
āŗ25.18 perversas… Mā omiten.
āŗ25.19 estĆ” vivo… Lit. vivir.
āŗ25.21 decisión imperial… Es decir, a la decisión de CĆ©sar.
āŗ25.22 Se inserta dijo para suplir elipsis del original; querrĆa… Lit. deseaba.
āŗ25.23 prominentes… Lit. por excelencia.
āŗ25.25 enviĆ”rselo… Mā aƱaden a Ć©l.
āŗ25.26 que escribir… Lit. quĆ© escriba
Hebreos 8
Ā El Mediador
1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los Cielos, 2āservidor de las cosas santas y del verdadero tabernĆ”culo que erigió el SeƱor y no el hombre. 3āPorque todo sumo sacerdote es constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual, es necesario que tambiĆ©n Este haya tenido algo que ofrecer. 4āEs que si estuviera en la tierra, no serĆa sacerdote en manera alguna, habiendo aĆŗn quienes siguen presentando ofrendas segĆŗn la ley, 5ālos cuales sirven a una copia y sombra de las cosas celestiales, tal como MoisĆ©s fue advertido cuando iba a erigir el tabernĆ”culo, pues dice: Mira, harĆ”s todas las cosas segĆŗn el modelo que te fue mostrado en el monte.
6āPero ahora ha obtenido un servicio sacerdotal aun superior, por cuanto tambiĆ©n es mediador de un mejor pacto, el cual estĆ” basado sobre mejores promesas.
7āPorque si aquel primero hubiera sido sin defecto, no se hubiera procurado lugar para un segundo. 8āPorque reprochĆ”ndolos, dice:
He aquĆ vienen dĆas, dice el SeƱor,
En que establecerƩ para la casa de Israel
Y para la casa de JudĆ” un nuevo pacto,
9 No como el pacto que hice con sus padres
El dĆa que los tomĆ© de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto.
Porque ellos no permanecieron fieles en mi pacto,
Y Yo me desentendà de ellos, dice el Señor.
10 Por lo cual, este es el pacto que concertarĆ© con la casa de Israel despuĆ©s de aquellos dĆas, dice el SeƱor:
DarƩ mis leyes en su mente,
Y las inscribirƩ sobre sus corazones,
Y les serƩ por DIOS y ellos me serƔn por pueblo,
11 Y ninguno enseƱarƔ cada cual a su conciudadano,
Ni cada uno a su hermano,
Diciendo: Conoce al SeƱor,
Porque todos me conocerƔn,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
12 Porque serƩ propicio a sus iniquidades,
Y nunca jamƔs me acordarƩ de sus pecados.
13āAl decir: nuevo, ha declarado anticuado al primero, y lo que se vuelve caduco y envejece, estĆ” cerca de la desaparición.
Ā āŗ8.1 diestra… āSal 110.1.
āŗ8.2 servidor… Gr. leitourgós.
āŗ8.4 estuviera… serĆa… Lit. estaba… era.
āŗ8.5 sirven… Gr. latreĆŗo; fue advertido… Lit. ha sido advertido; tabernĆ”culo… āEx 25.40.
āŗ8.6 ha obtenido… Esto es, JesĆŗs; servicio sacerdotal… Gr. leitourgĆa.
āŗ8.7 no se hubiera procurado… Lit. no se buscaba. Algunas versiones anteponen ciertamente.
āŗ8.10 concertarĆ©… Otra traducción posible: pactarĆ©; DarĆ©… Lit. dando.
āŗ8.11 conciudadano… TR: prójimo.
āŗ8.12 jamĆ”s me acordarĆ©… āJer 31.31-34; pecados… Mā aƱaden y de sus iniquidades.
āŗ8.13 nuevo… TR aƱade pacto.
Apocalipsis 5
 El León y el Corderito
1 Y vi en la diestra del que estaba sentado en el trono un rollo escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2āY vi a un Ć”ngel fuerte que proclamaba a gran voz: ĀæQuiĆ©n es digno de abrir el rollo y desatar sus sellos?
3āY nadie, ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, podĆa abrir el rollo ni mirarlo. 4āY lloraba yo mucho, pues nadie fue hallado digno de abrir el rollo, ni de mirarlo.
5āPero uno de los ancianos me dice: Ā”No llores! Ā”He aquĆ el León, el de la tribu de JudĆ”, la raĆz de David, ha vencido para abrir el rollo y sus siete sellos! 6āY en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, vi que se habĆa hecho estar en pie a un corderito, como degollado, que tenĆa siete cuernos y siete ojos, que son los siete espĆritus de DIOS enviados a toda la tierra. 7āY fue, y lo tomó de la diestra del que estaba sentado en el trono. 8āY cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Corderito, teniendo cada uno una cĆtara, y tazones de oro llenos de incienso, que son las oraciones de los santos.
9āY cantan un cĆ”ntico nuevo, diciendo:
”Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos,
Porque fuiste degollado,
Y con tu sangre redimiste para DIOS,
De toda tribu y lengua y pueblo y nación;
10 Y los has hecho para nuestro DIOS, un reino de sacerdotes,
Y reinarƔn sobre la tierra!
11āY mirando yo, oĆ la voz de muchos Ć”ngeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos: el nĆŗmero de ellos era mirĆadas de mirĆadas y millares de millares, 12āque decĆan a gran voz:
”Digno es el Corderito degollado,
De tomar el poder y la riqueza
Y la sabidurĆa y la fortaleza y el honor
Y la gloria y la alabanza!
13āY a toda cosa creada en el cielo y en la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar y a todas las cosas que estĆ”n en ellos, oĆ que decĆan:
”Alabanza y honra y gloria y dominio al que estÔ sentado en el trono
Y al Corderito, por los siglos de los siglos!
14āY los cuatro seres vivientes decĆan: Ā”AmĆ©n! Y los ancianos se postraron y adoraron.
āŗ5.1 un rollo… āEz 2.9-10.
āŗ5.2 desatar… Es decir, romper.
āŗ5.3 mirarlo… Gr. blĆ©pein autó. Es decir, ver su contenido.
āŗ5.4 Se inserta yo para suplir elipsis del original; mirarlo… Mā aƱaden ni de leerlo.
āŗ5.5 León… āGn 49.9-10; raĆz… āIs 11.1.
āŗ5.6 corderito… Gr. arnĆon, originalmente un diminutivo de arĆ©n = cordero ā§265; degollado… Esta primera mención es descriptiva: Vivo, pero con las seƱales del sacrificio āIs 53.7; siete ojos… āZac 4.10.
āŗ5.7 lo tomó… Mā aƱaden rollo.
āŗ5.8 tazones… MĆ”s bien pĆ”teras (tazas anchas y de boca muy abierta); incienso… āSal 141.2.
āŗ5.9 redimiste… Otra traducción posible: compraste. TR registra nos redimiste.
āŗ5.10 los has hecho… TR registra nos has hecho; sacerdotes… āEx 19.6; Ap 1.6; reinarĆ”n… TR registra reinaremos.
āŗ5.11 millares… āDn 7.10.
āŗ5.12 decĆan… Nótese que los Ć”ngeles no cantan; Corderito… Gr. arnĆon = corderito. Siempre llamado asĆ en Apocalipsis.
āŗ5.9-10, 12b, 13b PoesĆa para ser recitada o cantada āEf 5.19; Col 3.16.
āŗ5.14 adoraron… Mā aƱaden al que vive por los siglos de los siglos.

