Texto áureo: Éxodo 30:22-31:18
Lecturas para adultos en la semana
Día 1: Éxodo 30:22-31:18
Día 2: Nehemías 13:15-31
Día 3: Jeremías 33-36
Día 4: Mateo 12:1-21
Día 5: Hebreos 7
Día 6: Apocalipsis 8
I- El incienso.
Dios enseñó a Moisés a preparar el aceite de santidad de la unción, que era indispensable para la consagración de alguien que serviría a Dios. Esto apuntaba a que este, —el más elevado servicio de un ser humano requería una capacitación especial por parte de Dios hacia él. No es solamente sentir el deseo de hacerlo, sino ser capacitado (símbolo del aceite) y confirmado (símbolo del oficiante) por el Señor de la viña.
Cuentan los escritores antiguos que los pueblos vecinos pagaban tan caro por tener de aquel perfume que daban su peso en oro. El Señor quería distinguir el olor de su casa de todos los demás templos de ídolos que pudieran existir. Esto habla también de un servicio a Dios no solo santo, sino capaz de impactar a los demás. No hay nada que haga más esto, que la santidad y el amor de los hijos de Dios. Este es el verdadero olor fragante que debe acompañar hoy el servicio cristiano a la humanidad.
II- El llamado de Dios.
A través del llamado de Bezaleel y de Aholiab, Dios enseña que Él no llama al azar, sino que lo hace porque conoce al ser humano. Dios también enseña que Él capacita con su Espíritu Santo porque para su servicio es necesario que sea así. No es que no mire o no le interese los talentos y habilidades, sino que el servicio a Él involucra más. La obra de Dios implica que sus hijos sean obedientes a cada detalle de su plan y esto no se puede hacer a partir de las habilidades y los talentos, sino de la experiencia espiritual a través de Su capacitación.
III- El reposo semanal.
A diferencia de los textos anteriores que eran referidos para los que servían en el tabernáculo, a partir de Ex 31:12 va a hablar para todo Israel. El debate sobre el día de reposo casi siempre está rodeado de los temas de superstición o legalismo que identificaba a los fariseos en el siglo I, pero es interesante en este pasaje cómo Dios dice que a través del reposo el hombre es santificado.
Pensemos por un momento en una humanidad que nunca descansó en un día específico, todo era trabajo y trabajo (que es como se puede caracterizar al mundo antiguo en este sentido). La única nación que tenía esto era Israel y eso gracias a un diseño divino revelado a ellos. ¿No cree usted que es causa suficiente para agradecerle y también guardarlo?
Además de eso, este día de reposo no era para estar acostado vacacionando en una cama, sino para dedicarlo a intimar con Dios, como parte de una familia y de una congregación. Es en esta forma en que se debe mirar el reposo para transformarlo en lo que realmente debió ser.
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que Dios enseñó cómo hacer el aceite y el incienso y no mandó simplemente a comprar uno en el mercado de cualquier pueblo cercano?
2.- Si un joven en su congregación le expresa su deseo de servir a Dios, ¿qué le aconsejaría usted que hiciese?
3.- Brinde a sus compañeros de estudio una pequeña reflexión de lo que significa para usted un día separado completamente para el Señor.
4.- ¿En qué considera usted que no se puede convertir el día de reposo?
Éxodo. 30.22-31.18
El aceite de la unción y el incienso
22 Y habló YHVH a Moisés, diciendo: 23 Y tú mismo, toma especias finas: Quinientos siclos de mirra en grano, la mitad de canela aromática, esto es, doscientos cincuenta, y de caña aromática doscientos cincuenta, 24 de casia, quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de oliva, un hin. 25 Y harás con ello el aceite para la unción santa, perfume fragante, obra de perfumista, y será el aceite de la santa unción. 26 Con él ungirás la tienda de reunión y el arca del testimonio, 27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y todos sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto y todos sus utensilios y la fuente con su base. 29 Así los santificarás y serán cosas santísimas. Quien las toque será santificado. 30 Y ungirás a Aarón y a sus hijos y los santificarás para que sean mis sacerdotes.
31 Y a los hijos de Israel les mandarás, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. 32 Sobre carne de persona no se hará unción, ni haréis otro semejante a él en su composición. Santo es, y santo será para vosotros.
33 Cualquiera que haga una mezcla semejante y que lo ponga sobre un extraño, será cortado de su pueblo. 34 Y dijo YHVH a Moisés: Tú mismo toma especias: Benjuí, uña aromática y gálbano, especias e incienso puro, en partes iguales. 35 Y harás de ello el incienso compuesto, elaboración de perfumista, salado, puro, santo. 36 Y parte de él molerás muy fino, y lo pondrás delante del testimonio en la tienda de reunión, donde seré conocido por ti. Os será cosa santísima. 37 En cuanto al incienso de su composición nada haréis similar para vosotros. Te será cosa santa, reservada para YHVH. 38 Cualquiera que haga otro como él para recrearse con su olor, será cortado de su pueblo.
►30.1 para… TM añade quemar. Se sigue LXX →§194.
►30.4 harás… TM añade para él. Se sigue LXX →§194.
►30.12 censo… →2S 24.1-25; a YHVH… TM añade al contarlos. Se sigue LXX →§194.
►30.13 medio siclo… →Ex 38.25-26; Mt 17.24.
►30.18 bronce… →Ex 38.8.
►30.36 lo pondrás… LXX: pondrás.
►30.37 al incienso… TM añade que harás. Se sigue LXX →§194.
►30.38 otro… Esto es, otro incienso →Ex 37.29; Lv 10.1-2.
Éxodo 31
Los artífices del santuario
1 Habló YHVH a Moisés diciendo: 2 He aquí Yo he llamado por nombre a Bezaleel ben Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. 3 Lo he llenado con un espíritu divino en cuanto a sabiduría, inteligencia y ciencia, para toda clase de obra artística, 4 para idear diseños, para trabajar el oro y la plata y el bronce, y el jacinto y la púrpura y el granate hilado y el lino rehilado; 5 para grabar piedras de engaste, y entallar madera, para realizar toda clase de oficio. 6 Y Yo he puesto junto a él a Eliab ben Ahisamac, de la tribu de Dan, y en el corazón de todo hábil artesano he puesto inteligencia, para que ellos hagan todo lo que te he ordenado: 7 La tienda de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella y todos los utensilios de la tienda; 8 la mesa y sus utensilios, el candelabro puro con todos sus utensilios, 9 la fuente y su base, 10 las vestiduras de servicio para Aarón, y las vestiduras de sus hijos para ejercer el sacerdocio, 11 el aceite de la unción y el incienso compuesto para el lugar santo. Lo harán conforme a todo lo que te he ordenado.
12 Y habló YHVH a Moisés, diciendo: 13 Y tú, habla a los hijos de Israel, diciendo: De cierto guardaréis mis sábados. Es señal entre Yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que Yo soy YHVH, quien os santifica. 14 Guardaréis el shabbat, porque es santo para vosotros. El que lo profane ciertamente será muerto. Todo el que haga en él obra alguna, esa persona será cortada de en medio de su pueblo. 15 Seis días se trabajará, pero el día séptimo será shabbat solemne, santo para YHVH; todo el que trabaje en el día del shabbat, será muerto. 16 Los hijos de Israel guardarán, pues, el shabbat, a fin de celebrar el shabbat en sus generaciones por pacto perpetuo. 17 Es una señal entre Yo y los hijos de Israel para siempre, porque en seis días hizo YHVH los cielos y la tierra, mas en el séptimo día cesó y reposó.
18 Y cuando acabó de hablar con él en el monte Sinai, dio a Moisés las dos tablas del testimonio, las tablas de piedra escritas por el dedo de Elohim.
►31.2 Bezaleel… Esto es, en la sombra de Dios.
►31.4 TM omite y el jacinto y la púrpura y el granate hilado y el lino rehilado. Se sigue LXX.
►31.6 Y Yo… TM añade he aquí. Se sigue LXX →§194; Eliab… Esto es, la tienda del padre; hábil artesano… Lit. sabio de corazón.
►31.8-9 con todos sus utensilios… TM añade y el altar del incienso [9] y el altar del holocausto, con todos sus utensilios. Se sigue LXX →§194.
►31.10 de servicio para Aarón… TM añade las vestiduras sagradas para el sacerdote. Se sigue LXX →§194.
►31.13 sábados… Heb. shabbatot. TM añade porque. Se sigue LXX →§194.
►31.14 será muerto… TM añade porque. Se sigue LXX →§194.
►31.15 shabbat solemne… Lit. shabbat shabbatot. Superlativo, shabbat de los shabbats, es decir, shabbat muy solemne →Ex 20.8-11; 23.12; 34.21; 35.2; Lv 23.3; Dt 5.12-14.
►31.16 a fin de celebrar… Lit. para hacer.
Nehemías. 13.15-31
15 En esos días vi en Judá a unos que pisaban lagares en shabbat y traían gavillas cargadas sobre asnos, y que traían a Jerusalén también vino y uvas e higos, y toda clase de carga en día shabbat. Y protesté a causa del día en que vendían las provisiones. 16 Vivían allí también hombres de Tiro, los cuales traían pescado y otras mercancías que vendían en shabbat a los naturales de Judá en Jerusalén. 17 Entonces reprendí a los nobles de Judá y les dije: ¿Qué significa esta mala acción que hacéis, profanando así el día del shabbat?
18 ¿No hicieron así vuestros padres, y nuestro Elohim trajo toda esta desgracia sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¡Y vosotros aumentáis la ira divina contra Israel al profanar el shabbat! 19 Y aconteció que en la víspera del shabbat, cuando iba anocheciendo a las puertas de Jerusalén, ordené que las puertas fueran cerradas hasta pasar el shabbat, y emplacé a algunos de mis servidores sobre las puertas para que no entrara carga alguna en día de shabbat. 20 Pero los mercaderes y vendedores de toda esa suerte de mercancías pasaron la noche fuera de Jerusalén una y dos veces. 21 Entonces yo les advertí y les dije: ¿Por qué pernoctáis frente al muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde ese tiempo no vinieron más en shabbat. 22 Por otra parte, ordené a los levitas que se purificaran y acudieran a guardar las puertas para santificar el día del shabbat.
¡Acuérdate de mí también por esto, oh Elohim mío, y considérame conforme a la
inmensidad de tu misericordia!
23 En aquellos días pude ver también que algunos judíos cohabitaban con mujeres asdoditas, amonitas y moabitas, 24 y sus hijos hablaban a medias el lenguaje asdodita y no podían hablar bien el idioma de los judíos, sino conforme a la lengua de aquellos pueblos. 25 Y contendí con ellos y los maldije, y castigué a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y les hice jurar por Elohim, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis de sus hijas para vuestros hijos ni para vosotros. 26 ¿No fue acaso por eso mismo que pecó Salomón rey de Israel? Y aunque entre muchas naciones no hubo rey como él, y fue amado por su Elohim, y Elohim lo hizo rey sobre todo Israel, sin embargo, aun a él, lo hicieron pecar mujeres extranjeras. 27 ¿Haremos entonces como vosotros este gran mal prevaricando contra nuestro Elohim, al cohabitar con mujeres extranjeras? 28 Y ahuyenté de mi lado a uno de los hijos de Joiada, hijo del sumo sacerdote Eliasib, porque era yerno de Sanbalat horonita.
29 ¡Acuérdate de ellos, oh Elohim mío, porque profanaron la investidura sacerdotal y el pacto del sacerdocio y de los levitas!
30 Así los purifiqué de todo lo extranjero, y establecí las funciones para los sacerdotes y los levitas, cada uno en su obra, 31 así como para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados, y para las primicias.
¡Oh Elohim mío, acuérdate de mí para bien!
Jeremías. 33-36
Perdón y paz para Sión
1 Vino palabra de YHVH a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la guardia, diciendo:
2 Así dice YHVH, que hizo la tierra, YHVH, que la moldeó para repararla. YHVH es su nombre: 3 Clama a mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
4 Porque así dice YHVH, Elohim de Israel, a las casas de esta ciudad, y a las casas de los reyes de Judá, las cuales fueron derribadas para construir defensas contra las torres de asalto y contra la espada: 5 Ahora vienen a pelear contra ella los caldeos, llenándolas de cadáveres humanos, porque Yo la herí con mi furor y mi ira, y por cuya maldad oculté mi rostro de esta ciudad: 6 Yo mismo traeré sanidad y medicina; y los sanaré, y les revelaré la abundancia de paz y de fidelidad.
7 Haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio. 8 Y los limpiaré de toda su iniquidad, con la cual pecaron contra mí, y perdonaré todos sus pecados con los cuales pecaron contra mí, y con los cuales transgredieron mis mandamientos. 9 Y esta ciudad me será un nombre de regocijo, de alabanza y de gloria delante de todas las naciones de la tierra, las cuales oirán de todo el bien que Yo le haré, y temerán y temblarán a causa de todo el bien y de toda la prosperidad que le voy a conceder.
10 Así dice YHVH: Todavía ha de oírse en este lugar, que decís que está desolado, sin hombres ni bestias, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas, sin hombres, sin habitantes y sin bestias, 11 sí, ha de oírse aún voz de regocijo y de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: ¡Alabad a YHVH Sebaot, porque YHVH es bueno, porque para siempre es su misericordia! Y voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la Casa de YHVH. Porque volveré a traer los cautivos de la tierra como al principio, dice YHVH.
12 Así dice YHVH Sebaot: Todavía ha de haber en este lugar, que está desierto, sin hombres ni bestias, y en todas sus ciudades, aún ha de haber majadas de pastores que hagan recostar sus rebaños. 13 En las ciudades de la Serranía, en las ciudades de la Sefelá, en las ciudades del Néguev, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, otra vez pasarán rebaños bajo la mano de quien los cuente, dice YHVH. [[14-26]]
►33.9 Se inserta esta ciudad para suplir elipsis del original.
►33.14-26 TM añade vv. Se sigue LXX →§194; §229.
Jeremías 34
Contra Sedequías
1 Oráculo de YHVH que recibió Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reyes de la tierra bajo su dominio y todos sus ejércitos peleaban contra Jerusalén y contra sus ciudades:
2 Así dice YHVH: Ve y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dice YHVH: Yo he entregado esta ciudad al rey de Babilonia para que le prenda fuego. 3 Tú no escaparás de su mano, sino que serás apresado, y caerás en su mano. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y te hablará cara a cara, y en Babilonia entrarás. 4 Con todo eso, oh Sedequías, rey de Judá, oye el oráculo de YHVH. Así dice YHVH respecto a ti: No morirás a espada. 5 En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán y dirán: ¡Ay, señor! Lo he dicho Yo, dice YHVH.
6 El profeta Jeremías dijo esto a Sedequías, rey de Judá, en Jerusalén, 7 cuando el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra el resto de las ciudades de Judá: Laquis y Azeca, las dos ciudades fortificadas de Judá que aún subsistían.
8 Oráculo de YHVH que recibió Jeremías, después que Sedequías pactó con el pueblo en Jerusalén para promulgar una remisión, 9 dejando ir libre cada uno a su siervo hebreo y a su sierva hebrea, para que ninguno usara más a los judíos, sus hermanos, como siervos.
10 Cuando los príncipes y los del pueblo oyeron que en el pacto se había convenido dejar libre cada uno a su siervo y a su sierva, y que ninguno los usara más como siervos, obedecieron y los dejaron ir. 11 Pero después se arrepintieron, e hicieron regresar a los siervos y siervas que habían dejado libres, y otra vez los redujeron a servidumbre como siervos y siervas.
12 La palabra de YHVH vino a Jeremías, diciendo: 13 Así dice YHVH: El día que los saqué de Egipto, de casa de servidumbre, hice un pacto con vuestros padres diciendo: 14 Al cabo de siete años cada uno de vosotros dejará ir a su hermano hebreo que le haya sido vendido: seis años lo servirá, y lo dejará ir libre. Pero vuestros padres no me oyeron ni inclinaron su oído. 15 Y hoy vosotros os habíais convertido y hecho lo recto ante mis ojos, cada uno anunciando libertad a su prójimo, y concertasteis un pacto en mi presencia, en la Casa en la cual es invocado mi Nombre. 16 Pero os habéis vuelto y profanado mi Nombre, haciendo regresar cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, a quienes habíais dejado ir libres a su voluntad, y los habéis reducido a servidumbre para que otra vez os sean siervos y siervas.
17 Por tanto, así dice YHVH: Vosotros no me obedecisteis promulgando cada uno la libertad para su prójimo y su paisano; pues mirad: Yo promulgo la libertad a la espada, a la pestilencia y al hambre; y os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra, dice YHVH. 18 Y entregaré a los hombres que traspasaron mi pacto, que no cumplieron con las palabras del pacto que celebraron en mi presencia, cuando cortaron en dos el becerro y pasaron por en medio de las partes: 19 a los príncipes de Judá y a los príncipes de Jerusalén, y a los eunucos y a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra, los cuales pasaron entre las partes del becerro. 20 Sí, a estos los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida. Sus cuerpos muertos serán comida de las aves de los cielos y de las bestias de la tierra. 21 Y a Sedequías rey de Judá y a sus príncipes los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que acaba de retirarse. 22 Yo lo he ordenado, dice YHVH, y los haré volver a esta ciudad, para que peleen contra ella y la conquisten, y le prendan fuego. Y haré que las ciudades de Judá queden desoladas y sin habitantes
Jeremías 35
Los recabitas
1 Palabra de YHVH que recibió Jeremías en días de Joacim ben Josías, rey de Judá, diciendo: 2 Ve a casa de los recabitas y habla con ellos, tráelos a la Casa de YHVH, a uno de los aposentos, y dales a beber vino.
3 Tomé entonces a Jaazanías ben Jeremías, hijo de Habasinías, con sus hermanos y sus hijos y toda la familia de los recabitas, 4 y los llevé a la Casa de YHVH, al aposento de los hijos de Hanán ben Igdalías, varón de Elohim, el cual estaba junto al aposento de los príncipes, sobre el aposento de Maasías ben Salum, guarda de la puerta. 5 Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas unos tazones y unas copas llenas de vino, y les dije: ¡Bebed vino! 6 Pero ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab ben Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis vino jamás, ni vosotros ni vuestros hijos. 7 Tampoco edificaréis casas, ni sembraréis sementeras, ni plantaréis viñas, ni las retendréis, sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis. 8 Y nosotros hemos obedecido la voz de nuestro padre Jonadab ben Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas; 9 y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener viñas, ni heredades, ni sementeras. 10 Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre.
11 Pero cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, ocultémonos en Jerusalén del ejército de los caldeos y del ejército de los de Siria. Y nos quedamos en Jerusalén.
12 Entonces vino palabra de YHVH a Jeremías, diciendo: 13 Así dice YHVH: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? 14 La palabra de Jonadab ben Recab con que ordenó a sus hijos no beber vino ha sido cumplida, y no lo beben hasta hoy por obedecer el mandamiento de su padre. Sin embargo, Yo os he hablado a vosotros madrugando y sin cesar, y no me habéis escuchado. 15 Os he enviado a mis siervos los profetas, madrugando y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis en pos de dioses ajenos para servirles, y habitaréis en la tierra que os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis inclinado vuestros oídos, ni me habéis obedecido.
16 Por cuanto los hijos de Jonadab ben Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre, en tanto que este pueblo no me obedece a mí, 17 así dice YHVH: He aquí Yo traigo sobre Judá y sobre los moradores de Jerusalén todo el mal que he pronunciado contra ellos, por cuanto les hablé y no oyeron, los llamé, y no respondieron.
18 Así dice YHVH: Por cuanto los hijos de Jonadab ben Recab oyeron el mandamiento de su padre para hacer todo lo que su padre les ordenó, 19 no le faltará a Jonadab ben Recab un varón que esté ante mi presencia mientras permanezca la tierra.
►35.13 palabras… TM añade dice YHVH. Se sigue LXX →§194.
►35.18 TM añade a inicio del v. Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel. Se sigue LXX →§194.
►35.19 TM antepone a este v. así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel. Se sigue LXX →§194; §229.
Jeremías 36
Quema del rollo
1 En el cuarto año de Joacim ben Josías, rey de Judá, Jeremías recibió esta palabra de YHVH, diciendo: 2 Toma el rollo y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy. 3 Quizá la casa de Judá escuche todo el mal que me propongo causarles, y cada cual pueda arrepentirse de su mal camino, y Yo pueda perdonarles sus iniquidades y sus pecados.
4 Entonces Jeremías llamó a Baruc ben Nerías, y Baruc escribió en el rollo, de boca de Jeremías, todas las palabras que YHVH le había hablado.
5 Después Jeremías mandó a Baruc, diciendo: A mí se me ha prohibido entrar en la Casa de YHVH. 6 Entra, pues, tú, y en día de ayuno lee en el rollo que escribiste de mi boca las palabras de YHVH a oídos del pueblo, en la Casa de YHVH. También las leerás a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.
7 Quizá su oración llegue ante la presencia de YHVH, y cada cual se vuelva de su mal camino, porque grande es la ira y la indignación que YHVH siente contra este pueblo. 8 Y Baruc ben Nerías hizo conforme a todo lo que le mandó el profeta Jeremías, leyendo en el rollo las palabras de YHVH en la Casa de YHVH.
9 Y en el año quinto de Joacim ben Josías, rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que se proclamó un ayuno en la presencia de YHVH para todo el pueblo de Jerusalén y para todos los del pueblo que llegaban de las ciudades de Judá a Jerusalén. 10 Y Baruc leyó a oídos del pueblo las palabras del rollo de Jeremías en la Casa de YHVH, en el aposento de Gemarías ben Safán, el escriba, en el atrio superior, a la entrada de la puerta nueva de la Casa de YHVH.
11 Y cuando Micaías ben Gemarías, hijo de Safán, oyó todas las palabras de YHVH, leídas del rollo, 12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y he aquí todos los príncipes estaban allí sentados, esto es: Elisama secretario, Delaía ben Semaías, Elnatán ben Acbor, Gemarías ben Safán, Sedequías ben Ananías, y todos los príncipes. 13 Y Micaías les contó todas las palabras que había oído cuando Barucleyó en el rollo a oídos del pueblo.
14 Entonces los príncipes enviaron a Jehudí ben Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijera a Baruc: Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven. Y Baruc ben Nerías tomó el rollo en su mano y fue a ellos. 15 Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo en nuestros oídos. Y Baruc se lo leyó.
16 Y sucedió que cuando hubieron oído todas aquellas palabras, se miraron unos a otros azorados, y dijeron a Baruc: De seguro le referiremos al rey todas estas palabras. 17 Y le preguntaron a Baruc: Dinos ahora: ¿Cómo escribiste de su boca todas estas palabras? 18 Y Baruc les dijo: Él me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el rollo.
19 Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis. 20 Luego ellos entraron al patio, adonde estaba el rey, y habiendo depositado el rollo en el aposento de Elisama el secretario, refirieron todo el asunto a oídos del rey.
21 Entonces el rey envió a Jehudí a traer el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elisama el secretario, y Jehudí lo leyó a oídos del rey y de todos los príncipes que estaban junto al rey. 22 Y el rey estaba sentado en las habitaciones de invierno (era el mes noveno), y había un brasero ardiendo delante de él.
23 Y sucedió que cuando Jehudí hubo leído tres o cuatro columnas, el rey lo rasgó con una navaja de escriba, y lo echó al fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero.
24 Así no tuvieron temor, y ni el rey ni ninguno de sus siervos que habían oído aquellas palabras rasgaron sus vestidos. 25 Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemara aquel rollo, no los quiso oír. 26 Y el rey envió a Jerameel (hijo del rey) y a Seraías ben Asriel para que apresaran a Baruc y a Jeremías, pero fueron escondidos.
El segundo rollo. Contra Joacim
27 Después que el rey hubo quemado el rollo con las palabras que Baruc había escrito de boca de Jeremías, vino palabra de YHVH a Jeremías diciendo:
28 Toma otro rollo y escribe en él todas las palabras anteriores que estaban en el primer rollo que quemó Joacim rey de Judá.
29 En cuanto a Joacim rey de Judá, dirás: Así dice YHVH: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella hombres y bestias?
30 Por tanto, así dice YHVH acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cadáver será echado al calor del día y a la escarcha de la noche. 31 Visitaré su iniquidad sobre él y sobre su familia, y sobre sus siervos; y traeré sobre ellos y sobre los moradores de Jerusalén y sobre la tierra de Judá, todo el mal que les he anunciado y que ellos rehusaron escuchar.
32 Entonces Baruc tomó otro rollo y escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del rollo que Joacim rey de Judá había quemado en el fuego.
Y aun fueron añadidas otras muchas palabras semejantes.
►36.26-27 Se sigue LXX →§229.
Mateo. 12.1-21
El Señor del sábado
Mr 2.23-28; Lc 6.1-5
1 En aquel tiempo, cruzaba JESÚS por los sembrados un sábado y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y comer.
2 Al verlo los fariseos, le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no es permitido hacer en sábado.
3 Y Él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David y los que estaban con él cuando tuvo hambre, 4 cómo entró en la Casa de DIOS y comieron los panes de la proposición, que no le era lícito comer a él ni a los que estaban con él, sino solo a los sacerdotes? 5 ¿O no leísteis en la ley, que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado, y son sin culpa?
6 Pues os digo que algo mayor que el templo está aquí. 7 Y si hubierais comprendido qué significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio, no habríais condenado a los inocentes,
8 Porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado.
El hombre de la mano seca
Mr 3.1-6; Lc 6.6-11
9 Y pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos. 10 Y he ahí un hombre que tiene seca una mano, y para poderlo acusar, le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? 11 Y Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una oveja, si esta cae en un hoyo en los sábados, no le echará mano y la sacará? 12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! De manera que es lícito hacer bien en los sábados. 13 Y dijo al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió y fue restaurada sana como la otra. 14 Cuando salieron los fariseos, tramaron un plan contra Él para que lo destruyeran.
El Siervo de Dios
15 Pero cuando JESÚS lo supo, se apartó de allí, pero muchos lo siguieron, y los sanó a todos. 16 Y les advirtió estrictamente que no lo descubrieran, 17 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dice:
18 He aquí mi Siervo, a quien escogí,
Mi Amado, en quien se complació mi alma.
Pondré mi Espíritu sobre Él,
Y anunciará justicia a los gentiles.
19 No contenderá ni voceará,
Ni oirá nadie su voz en las plazas;
20 No quebrará la caña cascada,
Ni apagará la mecha que humea,
Hasta que saque a victoria el juicio,
21 Y en su Nombre esperarán los gentiles.
Hebreos. 7
El sacerdocio eterno
1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del DIOS Altísimo, (el cual salió al encuentro de Abraham cuando regresaba de la derrota de los reyes, y lo bendijo, 2 al cual Abraham dio el diezmo de todas las cosas), significando en primer lugar rey de justicia, y luego, rey de Salem, es decir, rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía, que no tiene principio de días ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de DIOS, permanece sacerdote para siempre.
4 Considerad, pues, cuán grande era este, a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín. 5 Y en verdad los de los hijos de Leví que han recibido el sacerdocio, tienen mandamiento de exigir diezmos al pueblo, según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque ellos también sean descendientes de Abraham. 6 Pero el que no desciende de ellos, ha cobrado diezmos a Abraham, y ha bendecido al que tenía las promesas. 7 Y fuera de toda controversia, el menor es bendecido por el mayor. 8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales, pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9 Y por decirlo así, incluso Leví, el que recibe diezmos, ha pagado diezmos por medio de Abraham, 10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec salió a su encuentro.
11 Si entonces la perfección hubiera sido por medio del oficio sacerdotal levítico (pues en esa base el pueblo recibió la ley), ¿qué necesidad había de levantar otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuera llamado según el orden de Aarón? 12 Porque cambiado el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de ley. 13 Porque aquel acerca del cual se dicen estas cosas, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 14 Porque es evidente que nuestro Señor ha surgido de Judá, una tribu sobre la cual nada habló Moisés referente a sacerdotes. 15 Y es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote, 16 el cual ha sido constituido, no según la ley de un mandamiento carnal, sino según el poder de una vida inmortal. 17 Pues se da testimonio:
Tú eres Sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
18 Hay por una parte, la abrogación del mandamiento anterior, a causa de su debilidad e ineficacia, 19 porque la ley nada perfeccionó, sino que fue introducción a una mejor esperanza, por medio de la cual nos acercamos a DIOS.
20 Y por cuanto no fue sin juramento, 21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes, pero Él, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre.
22 De igual manera JESÚS ha sido constituido fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que la muerte les impedía continuar. 24 Pero Él, a causa de que permanece para siempre, tiene un sacerdocio intransmisible. 25 Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por medio de Él se acercan a DIOS, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía: Santo, inocente, incontaminado, separado de los pecadores, y exaltado por encima de los cielos; 27 que no tiene necesidad cada día, como los sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados y después por los del pueblo, porque hizo esto de una vez por todas ofreciéndose a sí mismo. 28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que es después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.
►7.2 diezmo… →Gn 14.17-20.
►7.5 diezmos… →Nm 18.21.
►7.11 esa base… Esto es, la ley del sacerdocio levítico.
►7.14 surgido… Lit. amanecer →Lc 1.78.
►7.17 Melquisedec… →Sal 110.4.
►7.21 para siempre… M↓ añaden según el orden de Melquisedec.
►7.27 pueblo… →Lv 9.7.
►7.28 Se inserta constituye para suplir elipsis del original.
Apocalipsis. 8
Las siete trompetas
1 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 2 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie delante de DIOS, y les fueron dadas siete trompetas. 3 Y llegó otro ángel, y se paró junto al altar teniendo un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos, en el altar de oro delante del trono. 4 Y el humo del incienso ascendió de mano del ángel, con las oraciones de los santos, a la presencia de DIOS. 5 Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, y voces, y relámpagos y un terremoto.
6 Y los siete ángeles que tienen las siete trompetas, se dispusieron a tocarlas:
7 El primero tocó la trompeta y se produjo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron lanzados a la tierra, y la tercera parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda hierba verde fue quemada.
8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en llamas fue precipitada al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9 Y murió la tercera parte de las criaturas que había en el mar, cuantas tenían vida, y la tercera parte de las naves fueron destruidas.
10 El tercer ángel tocó la trompeta, y una gran estrella, ardiendo como una antorcha, cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas. 11 El nombre de la estrella es llamada: el Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos de los hombres murieron a causa de las aguas, porque se volvieron amargas.
12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la tercera parte de ellos, y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche. 13 Y vi, y oí un águila volando en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los que moran en la tierra, por causa de las otras voces de la trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocar!
►8.3 altar… Esto es, el altar del incienso →Ex 30.1; añadiera… Lit. para que dará.
►8.5 fuego… →Ez 10.2; altar… →Lv 16.12; terremoto… →Ap 11.19; 16.18.
►8.7 granizo… →Job 38.22-23.
►8.8 en llamas… Lit. con fuego.
►8.9 tenían vida… Lit. almas.
►8.10 estrella… →Is 14.12.
►8.12 tercera parte de ellos… →Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.10.
►8.13 águila… TR: ángel; en medio… Es decir, en el cenit (en lo más visible y audible para todo el orbe) →14.6; 19.7.