Texto áureo: Lv. 9-10
Lecturas para adultos en la semana:
Lv. 9-10; 1 Sam. 25; 1 Sam. 26-27; Sal. 43-44; Lc. 1.1-56; Ro. 8.28-39
Descripción del tema:
1. Hagamos un análisis crítico de algunos detalles importantes que ayudarán a sacarle una enseñanza muy rica a este pasaje, que de forma preliminar encierra una historia triste.
a) Este es el día de la inauguración del tabernáculo y en él mueren dos hijos de Aarón, el eje principal de toda la ceremonia y servicio en el templo. Para su familia y toda la nación ocurriría un hecho traumático, simplemente una tragedia. Los hijos mayores de Aarón morirían quemados por cometer un error, al parecer su primero y único.
b) En Éxodo dice que no pondrían incienso extraño (Ex. 30.9), sino que tenía que ser aquel que Dios les había descrito cómo hacerlo. Ellos manipularon un incienso que no era el que se usaba para eso específicamente (Lv. 10.1).
c) Por otra parte, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Aarón que no podía entrar cada vez que él quisiera al lugar santísimo, sino cuando le correspondiera en el día de la fiesta de HaKipurim (Ex. 30.10). Entonces, los hijos de Aarón mucho menos podían haber entrado.
d) Lo que ocurrió aquí mostraría una de las historias de fidelidad a Dios más grande en toda la Biblia: La actitud de Aarón y sus otros hijos para completar el servicio a Dios. Pese a lo ocurrido, ellos terminaron aquel primer servicio de inauguración del tabernáculo. Por eso Dios dice: «En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado.»[1], a lo que Aarón respondió con una actitud estática y en silencio. Aarón a través de esto mostró una obediencia a Dios, un nivel alto de santidad y amor al servicio que tenía por delante. Le tocaba al pueblo valorar cuán grande era Dios al merecer que Aarón hiciera todo el servicio excelentemente.
e) Algo muy difícil de entender, si nos ponemos en el lugar de Aarón, es que Dios le ordena a través de Moisés (que también ha visto morir trágicamente a sus sobrinos) que no haga duelo. Dios no le pide que no tenga sentimientos o algo por el estilo, sino que se comporte varonilmente y que se esfuerce. Por eso después le permitirá a él y a sus hijos no comer de lo sacrificado aquel día, pues no era un acto de rebeldía, sino otra forma de terminar excelentemente el servicio. Debemos suponer que Aarón en su obediencia y respeto a Dios sugiere no comer porque Él había dicho anteriormente que debía hacerse con alegría y, claro está, él estaba entusiasmado con la gloria de Dios en aquel lugar, pero a la vez triste, muy triste, con lo pasado a sus hijos. Por eso Moisés vio la negativa a comer como algo también extremadamente bueno.
2. Otra enseñanza que se puede sacar de esta historia es que hay muchas cosas en la vida espiritual que necesitan preparación. Ellos de seguro tendrían que hacer ese trabajo en el futuro, pero todavía ese momento no había llegado. No se puede quemar las etapas para facilitar las cosas o porque se vean bonitas, pues se puede “quemar” uno mismo. Muchas veces en la iglesia apreciamos a los nuevos predicadores con mucho entusiasmo, sobre todo aquellos que son niños o jóvenes, pero se debe entender que quemando etapas les podemos estar destruyendo.
3. La pregunta no sería por qué sucedió un hecho como este pues, a menos que tuviéramos una respuesta directa de Dios, todo quedaría en la especulación. Sin embargo, sí se puede saber cuan bueno o malo es un hecho para alguien. Solo es necesario mirar si este nos aleja de Dios o nos acerca a Él. Debemos recordar que el verdadero bien y el verdadero mal para alguien se encuentra en cuan cerca o lejos esté de Dios. En medio de esta tragedia vemos a un padre, a una familia y a toda una nación acercándose a Dios. Este es un ejemplo de que las cosas que no nos gustan, las más incómodas e inclusive de más dolor, no siempre van a hacer que la persona se aleje de Dios. En realidad, el que se aleja de Dios por una situación, cualquiera que sea, es porque siempre estuvo lejos y debe aprender que el Padre celestial lo está llamando a través de ella a acercarse.
Preguntas:
a) ¿Conoce usted algún testimonio de un suceso aparentemente negativo que al final haya acercado a las personas a Dios? Compártalo con el resto del grupo.
b) ¿Qué entiende usted por la palabra «descendió» en Lv. 9.22?
c) Si a Dios nadie le ha visto jamás, ¿a qué considera usted se refiere «salió fuego de delante de Dios»[2]?
[1] Lv. 10.3
[2] La palabra traducida como ‘delante’ es la palabra hebrea penei (פְנֵי), que significa literalmente ‘cara’ o ‘rostro’; que es la misma con que termina el verso haciendo referencia a la cara de los individuos del pueblo.