Texto Ć”ureo: LevĆtico 16-17
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: LevĆtico 16-17
DĆa 2: 2ĀŖCrónicas 11
DĆa 3: Salmo 50
DĆa 4: Romanos 15:1-6
DĆa 5: Lucas 23-24
DĆa 6: Juan 1:19-34
I- Dios ama aun cuando sentencia.
En el primer versĆculo Dios le habló a MoisĆ©s, pero no dice quĆ© le dijo. Luego, en el segundo va a describir lo que Ć©ste debĆa decirle a Aarón. En el primero, sabemos por el mismo versĆculo que esta conversación inicial tiene que ver con la tragedia de la muerte de los hijos de Aarón, mientras en el segundo va a hablar de cómo y cuĆ”ndo debĆa Aarón de entrar al lugar santĆsimo. ĀæPor quĆ© dice en el v.1 que Dios habló a MoisĆ©s de la tragedia y luego MoisĆ©s solo cuenta de las nuevas ordenanzas a Arón?
Recuerde que en la Escritura no hay exceso y nada estÔ por gusto. Es muy probable que el tema en este primer encuentro en cuanto a la muerte de los hijos de Aarón se refiera a las razones de por qué murieron. Sin embargo, Dios no permitió que esto fuera dicho a Aarón porque nadie mejor que el Creador conoce el corazón del hombre.
Cuando una persona estĆ” de luto no se le debe estar dando explicaciones teológicas de las causas de esa muerte, para tratar de justificar a Dios o algo por el estilo. En primer lugar, porque Dios es justo, eterno y santo, nadie tiene ni el crĆ©dito ni el poder para llevarle a cĆ”rcel o condenarle y, por tanto, no necesita de ese tipo de defensa. Por otra parte, Ćl en su potestad y eternidad anunció siempre que nunca harĆa nada que perjudique al ser humano. Todas sus decisiones para el hombre serĆ”n siempre en armonĆa con su justicia que es la verdadera justicia.
Cuando una persona estĆ” de luto reciente lo mejor es estar ahĆ para apoyarle, para aliviarle de sus cargas que se estĆ”n aƱadiendo al luto y no tanto para darle una clase de teologĆa. En resumen, MoisĆ©s dirĆ” a su hermano Aarón de parte de ese Dios que le ama cómo hacer para que no se repita mĆ”s algo asĆ.
II- La reconciliación con Dios.
En la Fiesta de la expiación se presentan dos sacrificios que ya fueron detallados en la Porción 66: el olÔ (ofrenda quemada totalmente) y el jatat (ofrenda quemada parcialmente por el pecado), porque la reconciliación con Dios es un paquete que abarca esas dos Ôreas.
El primer sacrificio habla de la reconciliación total; mientras el segundo, muestra cómo debe ser esa reconciliación totalmente. El primero apunta al trabajo que sólo Dios hace en el interior del hombre, que es total y completamente efectivo. El segundo, apunta a cómo se expresa esa obra divina en el interior que brota como un rĆo de agua viva hacĆa el exterior, al prójimo y a toda la creación.
III- ¿Mandamientos ilógicos?
Como vimos en otras porciones (43-57, 59, 60), habĆa diferentes disposiciones dadas por Dios. En esta se trata de los jukim y los mishpatim. Algunos parecerĆan no tener mucha lógica y otros eran necesarios para el buen vivir. Por ejemplo, los jukim, que son aquellos que tienen que ver con los rituales del templo, y que van a encontrar cumplimiento en Cristo. Otro ejemplo son los mishpatim, que tienen que ver con la prohibición de la sangre.
En cuanto a este Ćŗltimo se puede agregar que no son algo supersticiosos ni productos del antojo divino alguno de los mencionados aquĆ. Por una parte, nos distingue de los animales, pues ellos se comen unos a otros incluyendo la sangre, simplemente porque tienen hambre. Ellos no valoran ni lo correcto ni lo que es bueno. Por otro lado, habla del respeto a lo esencial o a la vida que debemos tener los hijos de Dios a una vida que trasciende lo animal y lo material. Aparte de estos dos, tambiĆ©n tiene una implicación biológica. La ciencia ha descubierto hoy que el PH de la sangre animal es muy diferente al que hay en el interior del estómago humano, lo que produce un cambio drĆ”stico de acidez trayendo asĆ varias consecuencias que pueden ser funestas[1].
Preguntas:
1.- Al leer acerca del vestuario de los sacerdotes, ¿qué ve particularmente que sea un reflejo del ministerio o la vida de Jesús?
2.- ĀæQuĆ© otro jukim seƱalado en este pasaje cree que sea una sombra de algo en especĆfico de la vida del MesĆas?
3.- Describa quĆ© sucedĆa con los dos corderos, los dos cabritos y el becerro.
4.- ĀæQuĆ© le recomendarĆa usted a un hermano que le cuenta que ha decidido dejar de comer sangre?
[1] El organismo humano debe ingerir alimentos con un pH (concentración de iones hidronios presentes) entre 7.35 y 7.45, mientras la sangre no humana varĆa entre 5.4 y 6.3. Esto sin contar que por su misma composición tiende a coagular cuando estĆ” en un ambiente de PH mĆ”s bajo y los jugos gĆ”stricos humanos tienen su rango en el 1.0. Debido a esto Ćŗltimo, su digestión es muy lenta, trayendo como consecuencias trastornos tales como deficiencia cardiovascular, cĆ”ncer, diabetes y otros.
LevĆtico 16-17
El dĆa de la expiación
1 DespuĆ©s de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de YHVH y murieron, YHVH habló a MoisĆ©s. 2 Y dijo YHVH a MoisĆ©s: DĆ a tu hermano Aarón que no entre en cualquier momento en el santuario detrĆ”s del velo, delante del propiciatorio que estĆ” sobre el arca, no sea que muera, porque Yo serĆ© visto en la nube sobre el propiciatorio. 3 Con esto entrarĆ” Aarón en el santuario: con un becerro para la ofrenda por el pecado y un carnero por holocausto. 4 VestirĆ” una tĆŗnica sagrada de lino y cubrirĆ” su cuerpo con zaragüelles de lino. EstarĆ” ceƱido con un cinto de lino y usarĆ” un turbante de lino (estas son vestiduras santas), baƱarĆ” su cuerpo en agua y despuĆ©s se vestirĆ” con ellas. 5 TomarĆ” dos machos cabrĆos de la congregación de los hijos de Israel para la ofrenda por el pecado y un carnero para el holocausto. 6 Y haciendo acercar el novillo como ofrenda por el pecado, Aarón harĆ” expiación por sĆ mismo y por su casa. 7 DespuĆ©s tomarĆ” los dos machos cabrĆos y harĆ” que estĆ©n delante de YHVH, a la entrada de la tienda de reunión. 8 Y Aarón echarĆ” sobre los dos machos cabrĆos una suerte por YHVH y la otra suerte por Azazel. 9 Luego Aarón acercarĆ” el macho cabrĆo sobre el cual haya caĆdo la suerte por YHVH y lo ofrecerĆ” en ofrenda por el pecado. 10 Pero el macho cabrĆo sobre el cual haya caĆdo la suerte por Azazel, se harĆ” presentar vivo ante YHVH para hacer expiación sobre Ć©l, a fin de enviarlo al desierto como Azazel. 11 Y Aarón conducirĆ” el novillo para la expiación, y degollando el novillo como ofrenda por el pecado, harĆ” expiación por sĆ mismo y por su casa.
12 DespuĆ©s tomarĆ” el incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar delante de YHVH, y llenando sus puƱos de incienso aromĆ”tico molido lo meterĆ” detrĆ”s del velo. 13 PondrĆ” el incienso sobre el fuego en presencia de YHVH para que el humo del incienso cubra el propiciatorio que estĆ” sobre el testimonio, para que no muera. 14 Enseguida tomarĆ” de la sangre del novillo y harĆ” aspersión con su dedo sobre el propiciatorio, hacia el oriente, y con aquella sangre harĆ” aspersión siete veces con su dedo delante del propiciatorio. 15 DespuĆ©s degollarĆ” el macho cabrĆo de la ofrenda por el pecado que corresponde al pueblo, y meterĆ” su sangre detrĆ”s del velo, y harĆ” con su sangre como hizo con la sangre del novillo, haciendo aspersión sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.
16 Asà harÔ expiación por el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel y de sus transgresiones, por todos sus pecados. Y asà harÔ también por la tienda de reunión, que habita con ellos en medio de su impureza. 17 Nadie podrÔ permanecer en la tienda de reunión desde que él entre en el santuario para hacer expiación hasta que salga y haya hecho expiación por sà mismo, por su casa, y por toda la congregación de Israel.
18 Luego saldrĆ” hacia el altar que estĆ” ante YHVH y harĆ” expiación por Ć©l. TomarĆ” parte de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrĆo y la aplicarĆ” sobre los cuernos del altar, todo alrededor. 19 Luego rociarĆ” sobre este siete veces de la sangre con su dedo, y asĆ lo purificarĆ” y lo santificarĆ” de las impurezas de los hijos de Israel.
20 Cuando haya acabado de hacer expiación por el santuario, la tienda de reunión y el altar, harĆ” aproximar el macho cabrĆo vivo. 21 Aarón apoyarĆ” sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrĆo vivo y confesarĆ” sobre Ć©l todas las iniquidades de los hijos de Israel, asĆ como todas sus transgresiones y todos sus pecados; los cargarĆ” sobre la cabeza del macho cabrĆo y lo enviarĆ” al desierto por mano de un hombre destinado para ello. 22 El macho cabrĆo cargarĆ” sobre sĆ todas las iniquidades de ellos hacia una tierra solitaria, y se le dejarĆ” ir en el desierto.
23 DespuĆ©s entrarĆ” Aarón en la tienda de reunión y se quitarĆ” las vestiduras de lino que se habĆa puesto para entrar en el santuario, y las dejarĆ” allĆ. 24 BaƱarĆ” su cuerpo en agua en un lugar santo y se vestirĆ” sus vestidos. SaldrĆ” y ofrecerĆ” su holocausto y el holocausto del pueblo, haciendo expiación por sĆ mismo y por el pueblo, 25 y dejarĆ” consumir sobre el altar la grasa de la ofrenda por el pecado.
26 Respecto a quien condujo el macho cabrĆo como Azazel, lavarĆ” sus vestidos y baƱarĆ” su cuerpo en el agua, tras lo cual podrĆ” entrar en el campamento.
27 Y el novillo de la ofrenda por el pecado y el macho cabrĆo de la ofrenda por el pecado, cuya sangre se haya introducido para hacer expiación en el santuario, serĆ”n sacados fuera del campamento y quemados al fuego: su cuero, su carne y su estiĆ©rcol. 28 Quien los queme lavarĆ” sus vestidos y baƱarĆ” su cuerpo en el agua, tras lo cual podrĆ” entrar en el campamento.
29 Esto os serĆ” por estatuto perpetuo: En el mes sĆ©ptimo, en el dĆ©cimo dĆa del mes, humillarĆ©is vuestras almas y no harĆ©is ninguna obra, asĆ el nativo como el extranjero que peregrina entre vosotros. 30 Porque ese dĆa se harĆ” expiación por vosotros para limpiaros, y serĆ©is limpiados de todos vuestros pecados delante de YHVH. 31 SerĆ” para vosotros shabbat solemne y humillarĆ©is vuestras almas. Es estatuto perpetuo. 32 El sacerdote que haya sido ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre, harĆ” la expiación. Se vestirĆ” las vestiduras de lino blanco, las vestiduras mĆ”s santas. 33 HarĆ” expiación por el santuario, harĆ” expiación por la tienda de reunión y por el altar, y harĆ” expiación por los sacerdotes y por toda la congregación.
34 Esto tendréis por estatuto perpetuo: Que se haga expiación por los hijos de Israel a causa de todos sus pecados. Una vez al año serÔ hecho, conforme YHVH ordenó a Moisés.
āŗ16.2 velo… āHe 9.12.
āŗ16.3 holocausto… āHe 9.7.
āŗ16.8 echarĆ”… TM aƱade suertes. Se sigue LXX ā§194; Azazel… La mayorĆa de las versiones dejan sin traducir la palabra hebrea āazazel, porque no hay unanimidad de criterios en cuanto al significado de esta palabra. Casi todos estĆ”n de acuerdo en que el significado de la raĆz es el que quita, mĆ”s especĆficamente el que quita algo por una serie de actos. Otros sugieren que la palabra es una combinación de āez = cabra, y āazal = irse, partir ā§33; §88.
āŗ16.15 velo… āHe 9.12.
āŗ16.18 expiación por Ć©l… Es decir, por el altar.
āŗ16.21 Se inserta para ello para suplir elipsis original.
āŗ16.23 vestiduras… āEz 44.19.
āŗ16.27 campamento… āHe 13.11.
āŗ16.29-34 dĆ©cimo dĆa… āLv 23.26-32; Nm 29.7-11.
āŗ16.33 toda… TM aƱade el pueblo. Se sigue LXX ā§194.
LevĆtico 17
Acerca de la sangre
1 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los hijos de Israel, y les dirĆ”s: Esta es la palabra que YHVH ha ordenado diciendo: 3 Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle en sacrificio un novillo, cordero o chivo dentro del campamento, o que lo inmole fuera del campamento, 4 y que no lo lleve a la entrada de la tienda de reunión para que la vĆctima sea presentada ante YHVH delante de la tienda de YHVH, al tal hombre le serĆ” imputada la sangre. Ha derramado sangre, y el tal hombre serĆ” cortado de en medio de su pueblo.
5 Los hijos de Israel, pues, llevarĆ”n las vĆctimas que solĆan sacrificar en el campo y las presentarĆ”n ante YHVH en la entrada de la tienda de reunión, al sacerdote, y allĆ las sacrificarĆ”n como sacrificios de las ofrendas de paz a YHVH. 6 El sacerdote rociarĆ” la sangre sobre el altar de YHVH, a la entrada de la tienda de reunión, y dejarĆ” consumir la grasa en olor que apacigua a YHVH. 7 Y nunca mĆ”s sacrificarĆ”n sus sacrificios a los demonios, tras los cuales se prostituyen. SerĆ” estatuto perpetuo por sus generaciones.
8 Y les dirĆ”s: Cualquier hombre de la casa de Israel, o del extranjero que peregrina en medio de ellos, que haga subir holocausto o sacrificio, 9 y no lo haga llevar a la entrada de la tienda de reunión para ofrecerlo a YHVH, ese hombre serĆ” cortado de en medio de su pueblo. 10 Yo me enfrentarĆ© contra aquella persona que coma cualquier clase de sangre, sea de la casa de Israel, o del extranjero que peregrina entre ellos. A la persona que coma sangre, la cortarĆ© de en medio de su pueblo. 11 Porque la vida de la carne estĆ” en la sangre, y Yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas, pues la sangre expĆa por la vida. 12 Por eso digo a los hijos de Israel: Ninguno entre vosotros comerĆ” sangre, ni ningĆŗn extranjero que peregrina entre vosotros comerĆ” sangre.
13 Cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cace animal o ave que pueda comerse, derramarƔ su sangre y la cubrirƔ con tierra, 14 porque la vida de toda carne estƔ en su sangre. Por eso digo a los hijos de Israel: No comerƩis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre. Todo el que la coma serƔ cortado. 15 Y cualquier persona, sea nativo o extranjero, que coma animal mortecino o despedazado por fiera, lavarƔ sus vestidos y se baƱarƔ en agua, y serƔ impura hasta la tarde: entonces quedarƔ limpia. 16 Pero si no lava sus vestidos ni baƱa su cuerpo, cargarƔ con su iniquidad.
āŗ17.3 Se inserta en sacrificio para suplir elipsis del original.
āŗ17.7 demonios… Heb. seāirim. Algunos lo traducen por sĆ”tiros, figura relacionada con la lascivia de la mitologĆa grecorromana; serĆ”… TM aƱade esto. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.10 sangre… āGn 9.4; Lv 7.26-27; 19.26; Dt 12.16, 23; 15.23; Hch 15.29.
āŗ17.11 sangre… āHe 9.22. TM aƱade Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ17.14 carne… TM aƱade su vida. Se sigue LXX ā§194.
2 Crónicas 11
Reinado de Roboam
1 Cuando Roboam llegó a JerusalĆ©n, hizo congregar de la casa de JudĆ” y de BenjamĆn a ciento ochenta mil guerreros escogidos, para luchar contra Israel y restituir el reino a Roboam.
2 Pero llegó la palabra de YHVH a SemaĆas, varón de Ha-Elohim, diciendo: 3 Habla a Roboam ben Salomón, rey de JudĆ”, y a todo Israel en JudĆ” y BenjamĆn, diciendo: 4 AsĆ dice YHVH: No subirĆ©is ni lucharĆ©is contra vuestros hermanos. Cada uno vuelva a su casa, porque esto proviene de MĆ. Y ellos escucharon las palabras de YHVH, y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam. 5 Y Roboam habitó en JerusalĆ©n, y edificó ciudades fortificadas en JudĆ”: 6 Edificó Bet-LĆ©jem, Etam y Tecoa, 7 Bet-Sur, Soco y Adulam, 8 Gat, Maresa y Zif, 9 Adoraim, Laquis y Azeca, 10 Zora, Ajalón y Hebrón, ciudades fortificadas que estĆ”n en JudĆ” y en BenjamĆn.
11 Reforzó ademĆ”s las fortalezas, y puso en ellas comandantes, almacenes de provisiones, aceite y vino. 12 Y en cada ciudad puso paveses y lanzas, y las reforzó en gran manera. AsĆ retuvo a JudĆ” y BenjamĆn. 13 Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel se adhirieron a Ć©l desde todos los confines, 14 por cuanto los levitas habĆan abandonado sus ejidos y posesiones y marchado a JudĆ” y a JerusalĆ©n, porque Jeroboam y sus hijos los habĆan destituido del sacerdocio de YHVH. 15 Pues Ć©l nombró sus propios sacerdotes para los lugares altos, para los sĆ”tiros, y para los becerros que habĆa hecho.
16 Sin embargo, aquellos de entre todas las tribus de Israel que habĆan puesto su corazón para buscar a YHVH, Elohim de Israel, los siguieron a JerusalĆ©n para ofrecer sacrificios a YHVH, el Elohim de sus padres. 17 AsĆ reforzaron el reino de JudĆ”, y consolidaron a Roboam ben Salomón durante tres aƱos, pues durante tres aƱos anduvieron en el camino de David y de Salomón. 18 Y tomó Roboam por mujer a Mahalat, hija de Jerimot ben David, y a Abihail, hija de Eliab ben IsaĆ. 19 Y ella le dio a luz estos hijos: JeĆŗs, SemarĆas y Zaham.
20 DespuĆ©s de ella tomó a Maaca, hija de Absalón, que le dio a luz a AbĆas, a Atai, a Ziza y a Selomit. 21 Y Roboam amó a Maaca, hija de Absalón, mĆ”s que a todas sus mujeres y concubinas. Tomó dieciocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.
22 Y Roboam designó a AbĆas, hijo de Maaca, como cabeza y prĆncipe entre sus hermanos, porque querĆa hacer que reinara. 23 Y actuando con astucia, distribuyó a todos sus hijos por todo el territorio de JudĆ” y BenjamĆn, y por todas las ciudades fortificadas, y les proporcionó alimento en abundancia, y buscó para ellos muchas mujeres.
āŗ11.1 guerreros… Lit. hacedores de guerra.
āŗ11.4 y no fueron… Lit. y volvieron de ir.
āŗ11.6 edificó… Prob. se refiera a fortificar.
āŗ11.13 se adhirieron a Ć©l… Lit. se colocaron junto a Ć©l.
āŗ11.14 del sacerdocio… Lit. de ser sacerdotes.
āŗ11.15 Ć©l… Esto es, Jeroboam; lugares altos… Esto es, colinas o montes donde se rendĆa culto a las divinidades cananeas. TambiĆ©n refiere montĆculos artificiales o plataformas erigidas en algunas ciudades o debajo de ciertos Ć”rboles considerados sagrados (aseras), asĆ como ermitas (santuarios para albergar Ćdolos); sĆ”tiros… Tipo de divinidad campestre lasciva, con figura de hombre barbado, patas y orejas cabrunas y cola de chivo. Este nombre se utiliza como forma despectiva a cualquier Ćdolo o demonio; los becerros… ā1R 12.26-29.
āŗ11.16 los siguieron… Esto es, a los levitas.
Salmo 50
1 Salmo de Asaf.
Elohim, Elohim, YHVH: Ha hablado y convocado a la tierra desde el levante hasta el
poniente.
2 Desde Sión, perfección de hermosura,
Elohim resplandeció.
3 Nuestro Elohim viene, y no en silencio;
Un fuego devorador lo precede,
Y en derredor suyo ruge una gran tempestad.
4 Desde arriba convoca a los cielos y a la tierra,
Para juzgar a su pueblo:
5 ”Juntadme a mis santos!
Que sellaron pacto conmigo por medio del sacrificio.
6 Los cielos proclamarƔn su justicia, porque Elohim es el Juez.
Selah
7 Oye, pueblo mĆo, y hablarĆ©,
TestificarƩ contra ti, Israel.
Yo soy Elohim, el Elohim tuyo.
8 No te reprendo por tus sacrificios,
Ni por tus holocaustos, que estĆ”n siempre delante de MĆ.
9 No aceptarƩ becerros de tu casa,
Ni machos cabrĆos de tus apriscos.
10 Porque mĆa es toda bestia del bosque,
Y los ganados sobre mil colinas.
11 Conozco toda ave de los montes,
Y todo lo que se mueve en el campo me pertenece.
12 Si tuviera hambre, no te lo dirĆa a ti,
Porque mĆa es la tierra y su plenitud.
13 ĀæComo Yo acaso carne de bueyes, o bebo sangre de machos cabrĆos?
14 ”Sacrifica a Elohim ofrenda de alabanza!
”Cumple a Elyon tus votos!
15 Invócame entonces en el dĆa de angustia,
Yo te libraré, y tú me honrarÔs.
16 Pero al malo dijo Elohim:
¿Quién eres tú para recitar mis preceptos,
Y tomar mi pacto en tu boca?
17 Tú, que aborreces la corrección, y das la espalda a mis palabras.
18 Que si ves a un ladrón, corres en su compaƱĆa,
Y con los adĆŗlteros es tu parte.
19 Entregaste tu boca al mal,
Y tu lengua trama el engaƱo.
20 Te sientas, y hablas contra tu hermano,
Y difamas al hijo de tu propia madre.
21 Estas cosas has hecho,
¿Y guardaré silencio?
ĀæPensaste que Yo soy igual a ti?
Te reprenderƩ y expondrƩ tus pecados ante tus propios ojos.
22 Entended bien esto, los que olvidƔis a Eloah,
No sea que os destroce y no haya quien os salve.
23 El que sacrifica acciones de gracias, ese me honrarĆ”,
Y al que ordena rectamente su camino,
Le mostraré la salvación de Elohim.
āŗ50.1 Elohim, Elohim… Lit. Ā“El, Elohim ā§1.
āŗ50.20 te sientas… Postura que simboliza deliberación calculada ā1.1.
āŗ50.22 Eloah… Singular absoluto de Elohim ā§1.
Romanos 15.1-6
El cuidado hacia los débiles (continuación)
1 Asà que, nosotros los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2 Cada uno de nosotros trate de agradar al prójimo en lo bueno, para edificación. 3 Porque ni aun CRISTO se agradó a sà mismo; al contrario, como estÔ escrito:
Los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre MĆ.
4 Porque lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseƱanza fue escrito; para que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, sostengamos la esperanza. 5 Y el DIOS de la paciencia y de la consolación os conceda sentir lo mismo unos para con otros, segĆŗn CRISTO JESĆS, 6 para que unĆ”nimes, a una voz, glorifiquĆ©is al DIOS y Padre de nuestro SeƱor JESUCRISTO.
āŗ15.3 sobre MĆ… āSal 69.9.
Lucas 23-24
Ante Pilato
Jn 18.28-38; Mt 27.1-2, 11-14; Mr 15.1-5
1 Y levantĆ”ndose toda su asamblea, lo llevaron a Pilato. 2 Y comenzaron a acusarlo, diciendo: Hallamos que este descarrĆa nuestra nación, y no solo prohĆbe dar tributo a CĆ©sar, sino que Ć©l mismo dice ser CRISTO, un rey. 3 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ĀæEres tĆŗ el rey de los JudĆos? Ćl respondiendo, dijo: TĆŗ lo dices. 4 Pilato dijo entonces a los principales sacerdotes y a las multitudes: NingĆŗn delito hallo en este hombre. 5 Pero ellos insistĆan, diciendo: Alborota al pueblo, enseƱando por toda Judea, y comenzando desde Galilea llega hasta aquĆ.
Ante Herodes
6 Al oĆr Pilato, preguntó si el hombre era galileo. 7 Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes, que estaba en JerusalĆ©n en aquellos dĆas.
8 Al ver a JESĆS, Herodes se alegró grandemente, porque por haber oĆdo acerca de Ćl, desde hacĆa bastante tiempo deseaba verlo, y esperaba ver algĆŗn milagro hecho por Ćl. 9 Y le preguntaba con muchas palabras, pero Ćl nada le respondió. 10 Mientras tanto, los principales sacerdotes y los escribas lo estĆ”n acusando con vehemencia.
11 Entonces Herodes, con sus soldados, despuĆ©s de menospreciarlo y ridiculizarlo, le uso una ropa esplĆ©ndida y lo devolvió a Pilato. 12 Y Herodes y Pilato se hicieron amigos en aquel dĆa, pues habĆa una enemistad existente entre ellos.
Juicio y sentencia
Jn 18.38-19.16; Mt 27.15-26; Mr 15.6-15
13 Pilato entonces, convocando a los principales sacerdotes y a los gobernantes, y al pueblo, 14 les dijo: Me presentasteis a este hombre como uno que amotina al pueblo, pero he aquà yo, habiéndolo interrogado delante de vosotros, ningún delito de los que lo acusÔis hallé en este hombre; 15 y tampoco Herodes, porque nos lo remitió, y mirad, nada digno de muerte hay que haya sido hecho por él. 16 Después de azotarlo, pues, lo soltaré. [[17]]
18 Pero todos gritaron a una, diciendo: Ā”Quita a este, y suĆ©ltanos a BarrabĆ”s! 19 El cual habĆa sido echado en la cĆ”rcel por una insurrección ocurrida en la ciudad, y por un homicidio. 20 Y Pilato, deseando soltar a JESĆS, los llamó otra vez. 21 Pero ellos
gritaban, diciendo: Ā”CrucifĆcalo! Ā”CrucifĆcalo! 22 Ćl entonces, les dijo por tercera vez: ĀæPues quĆ© mal hizo este? NingĆŗn delito de muerte hallĆ© en Ć©l. DespuĆ©s de azotarlo, pues, lo soltarĆ©. 23 Pero ellos insistĆan a grandes voces, demandando que fuera crucificado. Y sus voces prevalecieron.
24 Y Pilato sentenció que se ejecutara la demanda de ellos. 25 Soltó entonces al que pedĆan (que habĆa sido echado en la cĆ”rcel por insurrección y homicidio), y entregó a JESĆS a la voluntad de ellos.
La crucifixión
Jn 19.16-22; Mt 27.31-37; Mr 15.21-26
26 Y cuando lo llevaban, echaron mano a cierto Simón cireneo, que venĆa del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrĆ”s de JESĆS.
27 Y lo seguĆa mucha gente del pueblo, y de mujeres que se dolĆan y lamentaban por Ćl. 28 Pero JESĆS, volviĆ©ndose a ellas, dijo: Hijas de JerusalĆ©n, no llorĆ©is por MĆ, llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos; 29 porque he aquĆ vienen dĆas en los cuales dirĆ”n: Bienaventuradas las estĆ©riles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no amamantaron. 30 Entonces comenzarĆ”n a decir a los montes: Ā”Caed sobre nosotros! y a los collados: Ā”Cubridnos! 31 Porque si en el Ć”rbol verde hacen estas cosas, ĀæquĆ© se harĆ” en el seco?
32 Y tambiĆ©n eran conducidos otros dos, que eran malhechores, para ser ejecutados con Ćl. 33 Y cuando llegaron al lugar llamado Calavera, lo crucificaron allĆ, y a los malhechores, el uno a derecha, el otro a izquierda. 34 Y echaron suertes para repartirse sus vestidos. 35 Y el pueblo estaba observando; y tambiĆ©n los magistrados se burlaban, diciendo: Salvó a otros; sĆ”lvese a sĆ mismo, si este es el CRISTO de DIOS, el Escogido. 36 Y tambiĆ©n se burlaban de Ćl los soldados, acercĆ”ndose, ofreciĆ©ndole vinagre 37 y diciendo: Si tĆŗ eres el rey de los judĆos, sĆ”lvate a ti mismo.
38 Y habĆa tambiĆ©n una inscripción encima de Ćl: ESTE ES EL REY DE LOS JUDĆOS.
Los dos malhechores
Mt 27.38-44; Mr 15.27-32
39 Y uno de los malhechores que habĆa sido colgado lo injuriaba, diciendo: ĀæNo eres tĆŗ el CRISTO? Ā”SĆ”lvate a ti mismo y a nosotros! 40 Pero interviniendo el otro, reprendiĆ©ndolo, dijo: ĀæNi aun temes a DIOS, tĆŗ que estĆ”s en el mismo castigo? 41 Porque nosotros, en verdad, justamente padecemos, porque de las cosas que hicimos estamos recibiendo, pero Este, nada impropio hizo. 42 Y decĆa: Ā”JESĆS, acuĆ©rdate de mĆ cuando vayas a tu reino! 43 Le dijo: De cierto te digo: Hoy estarĆ”s conmigo en el paraĆso.
Su muerte
Jn 19.28-30; Mt 27.45-56; Mr 15.33-41
44 Era ya como la hora sexta, y hubo tiniebla sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45 El sol se eclipsó, y el velo del santuario se rasgó por el medio. 46 Entonces JESĆS, clamando a gran voz, dijo: Ā”Padre, en tus manos encomiendo mi espĆritu! Y habiendo dicho esto, expiró. 47 Cuando el centurión vio lo que habĆa acontecido, glorificó a DIOS, diciendo: Ā”Realmente este hombre era justo! 48 Y todas las multitudes reunidas por este espectĆ”culo, viendo lo acontecido, volvĆan golpeĆ”ndose el pecho, 49 pero todos sus conocidos y las mujeres que lo habĆan seguido desde Galilea, permanecĆan de lejos viendo estas cosas.
Su sepultura
Jn 19.38-42; Mt 27.57-61; Mr 15.42-47
50 Y he aquĆ un hombre llamado JosĆ©, miembro del SanedrĆn, varón bueno y justo, 51 (este no habĆa consentido a la decisión ni a la actuación de ellos), natural de Arimatea, ciudad de los judĆos, que estaba esperando el reino de Dios, 52 se acercó a Pilato, y pidió el cuerpo de JESĆS. 53 Y despuĆ©s de bajarlo, lo envolvió en una sĆ”bana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde aĆŗn nadie habĆa sido puesto. 54 (Era dĆa de preparación, y comenzaba el reposo). 55 Y siguiendo de cerca, las mujeres que habĆan llegado con Ćl desde Galilea, observaron el sepulcro y cómo habĆa sido puesto su cuerpo. 56 Y cuando regresaron, prepararon especias aromĆ”ticas y ungüentos, pero reposaron el sĆ”bado conforme al mandamiento.
āŗ23.1 llevaron… Mā aƱaden a JesĆŗs.
āŗ23.3 TĆŗ lo dices… Esto es, asĆ es, como tĆŗ lo dices.
āŗ23.5 Se inserta llega para suplir elipsis del original.
āŗ23.8 Se inserta hacĆa para suplir elipsis del original; hecho… Lit. siendo hecho.
āŗ23.15 Herodes… Mā registran esta clĆ”usula de forma confusa, banal, y sin ningĆŗn sentido. La subordinación gramatical adoptada estĆ” respaldada por P , āµ y B; y es tambiĆ©n la mĆ”s apropiada al contexto.
āŗ23.16 azotarlo… ā§275.
āŗ23.17 NTG omite este versĆculo. Mā aƱaden y tenĆa necesidad de soltarles uno en cada fiesta.
āŗ23.18 quita… Es decir, Ā”MĆ”talo! āHch 21.36.
āŗ23.20 llamó… Lit. dio voces dirigiĆ©ndose a ellos.
āŗ23.23 crucificado… Lit. ser Ćl crucificado; voces… Mā aƱaden y de los principales sacerdotes.
āŗ23.26 llevaban… Lit. llevaron.
āŗ23.32 otros… Gr. Ć©teros. Esto es, dos diferentes.
āŗ23.34 suertes… āSal 22.18. Mā aƱaden al principio del versĆculo y JesĆŗs decĆa: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
āŗ23.38 encima… Heb. me`al = a causa del acto traidor āJn 19.19; Mt 27.37; §168 (me`al); §296; §170 (n.° 13); JUDĆOS… Mā aƱaden con letras griegas, latinas y hebraicas, glosa tomada prob. de Jn 19.20.
āŗ23.40 reprendiĆ©ndolo… Lit. increpĆ”ndolo; castigo… Lit. sentencia (en juicio).
āŗ23.42 a… Mā registran en.
āŗ23.43 dijo… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ23.44 hora sexta… Esto es, las doce del dĆa; hora novena… Esto es, las tres de la tarde ā§170 (n.° 9).
āŗ23.45 eclipsó… Gr. ekleĆpo = eclipsó. Mā registran el sol se oscureció; velo… āEx 26.31-33.
āŗ23.46 espĆritu… āSal 31.5.
āŗ23.48 el pecho… Lit. los pechos.
āŗ23.49 mujeres… āLc 8.2-3.
āŗ23.50 del SanedrĆn… Esto es, miembro del SanedrĆn.
āŗ23.54 comenzaba el reposo… Gr. sĆ”bbaton epĆ©fosken. AquĆ se refiere al primer dĆa de los Ć”zimos ā§300.
āŗ23.56 Pero… Nótese que la preparación de aromas y ungüentos ocurrió despuĆ©s de guardar el reposo sabĆ”tico ā§300; mandamiento… āEx 20.10; Dt 5.14.
Lucas 24
La resurrección
Jn 20.1-10; Mt 28.1-10; Mr 16.1-8
1 Pero al primer albor del dĆa uno de la semana, fueron al sepulcro llevando las especias aromĆ”ticas preparadas. 2 Y hallaron rodada la piedra del sepulcro, 3 y al entrar, no hallaron el cuerpo del SeƱor JESĆS. 4 Y quedaron muy desconcertadas por esto; pero he aquĆ, dos varones con vestiduras resplandecientes se pararon junto a ellas, 5 que estaban atemorizadas y cabizbajas, y les dijeron: ĀæPor quĆ© buscĆ”is entre los muertos al que vive? 6 No estĆ” aquĆ, sino que fue resucitado. Recordad cómo os habló estando aĆŗn en Galilea, 7 diciendo: El Hijo del Hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores y ser crucificado, y resucitar al tercer dĆa. 8 Y se acordaron de sus palabras, 9 y cuando regresaron del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demĆ”s. 10 Y eran MarĆa Magdalena y Juana, y MarĆa, la de Jacobo, y las demĆ”s que estaban con ellas, las que dijeron estas cosas a los apóstoles. 11 Y estas palabras les parecieron como un delirio, y no las creĆan. 12 Pero Pedro, levantĆ”ndose, corrió al sepulcro, y agachĆ”ndose, vio los lienzos vacĆos, y se fue a casa maravillĆ”ndose de lo sucedido.
Camino a EmaĆŗs
13 El mismo dĆa, he aquĆ dos de ellos iban caminando hacia una aldea cuyo nombre es EmaĆŗs, que dista sesenta estadios de JerusalĆ©n. 14 Y conversaban entre sĆ de todas estas cosas acontecidas. 15 Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutĆan, JESĆS mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16 Pero sus ojos estaban velados para que no lo reconocieran. 17 Les dijo: ĀæQuĆ© palabras son estas que conversĆ”is entre vosotros mientras caminĆ”is? Se detuvieron con rostros sombrĆos, 18 y uno de ellos, llamado CleofĆ”s, respondió y le dijo: ĀæEres tĆŗ el Ćŗnico forastero en JerusalĆ©n que no has sabido las cosas sucedidas en ella en estos dĆas? 19 Les dijo: ĀæCuĆ”les? Ellos le dijeron: Las cosas acerca de JESĆS el nazareno, quien fue un varón profeta, poderoso en obra y palabra delante de DIOS y de todo el pueblo; 20 y cómo tambiĆ©n los principales sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para que fuera condenado a sentencia de muerte, y lo crucificaron. 21 Y nosotros esperĆ”bamos que Ćl fuera el que iba a libertar a Israel, pero, ademĆ”s de todo esto, ya es el tercer dĆa desde que sucedió esto. 22 Aunque algunas mujeres de entre nosotros, despuĆ©s de ir muy temprano al sepulcro, nos asombraron, 23 pues al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que tambiĆ©n habĆan visto una visión de Ć”ngeles, los cuales dijeron que Ćl vive. 24 Y algunos de los nuestros fueron al sepulcro, y hallaron tal como tambiĆ©n dijeron las mujeres, pero a Ćl no lo vieron.
25 Entonces Ćl les dijo: Ā”Oh insensatos y tardos de corazón para creer en todo lo que dijeron los profetas! 26 ĀæNo le era necesario al CRISTO padecer estas cosas y entrar en su gloria?
27 Y comenzando desde MoisĆ©s, y siguiendo por todos los profetas, les explicó en todas las Escrituras las cosas referentes a Ćl mismo. 28 Y acercĆ”ndose a la aldea a donde iban, Ćl dio la impresión de ir mĆ”s adelante. 29 Pero ellos lo constriƱeron, diciendo: QuĆ©date con nosotros; atardece y ya ha declinado el dĆa. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30 Y sucedió que al reclinarse con ellos, habiendo tomado el pan lo bendijo, y despuĆ©s de partirlo, les daba. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron, pero Ćl se les hizo invisible. 32 Y se dijeron el uno al otro: ĀæNo estaba ardiente nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino, cuando nos abrĆa las Escrituras?
33 Y levantĆ”ndose en aquella misma hora, regresaron a JerusalĆ©n, y hallaron a los once reunidos y a los que estaban con ellos, 34 que decĆan: Ā”Realmente el SeƱor fue resucitado y fue visto por Simón! 35 Ellos entonces contaron lo sucedido en el camino, y cómo fue reconocido por ellos al partir el pan.
Su aparición a los discĆpulos
Jn 20.19-23; Mt 28.16-20
36 Mientras ellos decĆan estas cosas, Ćl mismo se puso en medio de ellos, y les dice: Paz a vosotros. 37 Ellos entonces se turbaron y se llenaron de temor, al pensar que veĆan un espĆritu. 38 Pero Ćl les dijo: ĀæPor quĆ© estĆ”is turbados, y por quĆ© surgen dudas en vuestro corazón? 39 Ved mis manos y mis pies, que Yo mismo soy; palpadme y ved, pues un espĆritu no tiene carne y huesos, como veis que tengo Yo. 40 Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y los pies.
41 Pero como ellos, a causa del gozo y del asombro, aĆŗn no creĆan, les dijo: ĀæTenĆ©is aquĆ algo de comer? 42 Ellos entonces le dieron parte de un pescado asado. 43 Y tomĆ”ndolo, comió delante de ellos, 44 y les dijo: Estas son mis palabras, que os hablĆ© estando aĆŗn con vosotros: que tenĆan que ser cumplidas todas las cosas escritas acerca de MĆ en la ley de MoisĆ©s, y en los profetas, y en los salmos.
45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras, 46 y les dijo: AsĆ estĆ” escrito, que el CRISTO padecerĆa, y resucitarĆa de entre los muertos al tercer dĆa, 47 y que en su Nombre se proclamara el arrepentimiento para liberación de pecados a todas las naciones, comenzando desde JerusalĆ©n. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquĆ Yo envĆo la promesa de mi Padre sobre vosotros, asĆ que vosotros permaneced en la ciudad hasta que seĆ”is investidos de poder desde lo alto.
La ascensión
50 Y los condujo hasta cerca de Betania, y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y sucedió que mientras los bendecĆa, se separó de ellos y era llevado arriba al Cielo.
52 Y ellos, habiƩndolo adorado, regresaron a JerusalƩn con gran gozo, 53 y estaban continuamente en el templo bendiciendo a DIOS.
āŗ24.1 de la semana… Lit. de los sĆ”bados. TR aƱade y algunas otras mujeres con ellas.
āŗ24.6 resucitado… ā§170 (n.° 8).
āŗ24.7 resucitar… ā9.22; 18.31-33; Mt 16.21; 17.22-23; 20.18-19; Mr 8.31; 9.31; 10.33-34.
āŗ24.10 Se inserta las que para suplir elipsis del original.
āŗ24.12 vacĆos… Lit. solos.
āŗ24.13 cuyo nombre… Lit. la cual tenĆa por nombre.
āŗ24.19 nazareno… ā18.37.
āŗ24.25 Oh… Expresión de afecto o cariƱo.
āŗ24.32 abrĆa… Es decir, abrĆa completamente. Otra traducción posible: explicaba.
āŗ24.36 Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ24.41 creĆan… Lit. creyendo.
āŗ24.42 pescado asado… Mā aƱaden y un panal de miel.
āŗ24.46 escrito… Mā aƱaden y asĆ fue necesario; padecerĆa… āIs 53.1-12; tercer dĆa… āOs 6.2.
āŗ24.47 para… La preposición eis tiene función acusativa. Mā registran y; liberación… ā§262.
āŗ24.49 promesa… āHch 1.4; permaneced… Ellos no obedecieron āJn 21.1 ss.; ciudad… Mā aƱaden JerusalĆ©n.
āŗ24.51 Cielo… āHch 1.9-11. Mā omiten era llevado arriba al cielo.
āŗ24.53 bendiciendo… Mā registran alabando y bendiciendo; DIOS… Mā aƱaden amĆ©n.
Juan 1.19-34
Testimonio del Bautista
Mt 3.11-12; Mr 1.7-8; Lc 3.15-17
19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judĆos le enviaron desde JerusalĆ©n unos sacerdotes y levitas para que le preguntaran: ĀætĆŗ quiĆ©n eres?, 20 y confesó (no negó, sino confesó): Yo no soy el CRISTO. 21 Y le preguntaron: ĀæQuĆ©, pues? ĀæEres tĆŗ ElĆas? Y dice: No soy. ĀæEres tĆŗ el Profeta? Y respondió: No. 22 Entonces le dijeron: ĀæQuiĆ©n eres para que demos respuesta a los que nos enviaron? ĀæQuĆ© dices acerca de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy una voz que grita en el desierto: Ā”Allanad el camino del SeƱor!, como dijo el profeta IsaĆas 24 (y los enviados eran de los fariseos). 25 Le preguntaron diciendo: ĀæPor quĆ©, pues, bautizas, si tĆŗ no eres el CRISTO, ni ElĆas, ni el Profeta? 26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo en agua, pero en medio de vosotros estĆ” de pie uno que no conocĆ©is, 27 el que viene despuĆ©s de mĆ, de quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia.
28 Estas cosas sucedieron en Betania, al otro lado del JordƔn, donde Juan estaba bautizando.
El Cordero de Dios
29 Al dĆa siguiente, ve a JESĆS que viene hacia Ć©l, y dice: Ā”He aquĆ el Cordero de DIOS, que carga el pecado del mundo! 30 Este es de quien yo dije: DetrĆ”s de mĆ viene un varón que ha estado delante de mĆ, porque era primero que yo. 31 Y yo no lo conocĆa, mas para que fuera manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua. 32 Y Juan dio testimonio, diciendo: He contemplado al EspĆritu que descendĆa del cielo como paloma, y permaneció sobre Ćl. 33 Y yo no lo conocĆa, pero el que me envió a bautizar en agua, Ćl me dijo: Sobre quien vieras que desciende el EspĆritu y permanece sobre Ćl, ese es el que bautiza en EspĆritu Santo. 34 Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de DIOS.
āŗ1.21 ĀæEres tĆŗ el Profeta… āDt 18.15-18; Hch 3.22; 7.37.
āŗ1.23 IsaĆas… āIs 40.3.
āŗ1.26 estĆ” de pie uno… āSal 89.19.
āŗ1.27 despuĆ©s de mĆ… TR aƱade el que es antes de mĆ.
āŗ1.28 Betania… Registro mĆ”s antiguo y mejor respaldado āP , P , P , āµ, A y B.
āŗ1.29 que carga… El verbo griego aĆro, cuyo significado primario es 1) levantar, 2) cargar (sobre uno mismo), y 3) alejar, junto al correspondiente hebreo nĆ¢sĆ¢ (Sal 32.5b; Is 53.4, 6, 12b), define la doctrina de la Redención por asunción de pecados ajenos por vĆa de la sustitución vicaria. Esta propuesta alcanza su pleno sentido doctrinal cuando es aplicada a JesĆŗs. (Otra aplicación de aĆro āJn 15.2 nota)

