Texto Ć”ureo: LevĆtico 21
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā LevĆtico 21
DĆa 2: Salmo 132
DĆa 3: IsaĆas 35
DĆa 4: 2ĀŖCrónicas 22-23
DĆa 5: Marcos 14:27-52
DĆa 6: Apocalipsis 20:1-10
I- Un MesĆas Ćŗnico.
Las porciones anteriores van a detallar cómo hacer las cosas, pero en esta y la siguiente se va a recalcar sobre la efectividad y la idoneidad para hacerlo.
De forma general se debe entender que todas estas caracterĆsticas que iban a identificar a los sacerdotes representan algo que harĆa o que identificarĆa al MesĆas y a su iglesia. Esto ayudarĆa a esperar a alguien especial que cumpliera con todo, porque nadie podrĆa manipular tantos detalles. Siendo realistas podemos concluir que ningĆŗn ser humano puede cumplir con tantos detalles y cualidades, solo Dios podĆa encargarse de esto.
Es verdad que en la historia se han levantado muchos falsos mesĆas, pero debemos entender que ninguno de ellos lo ha sido por mera selección de afinidad. No es que los cristianos nos identificamos emocionalmente con JesĆŗs y hemos cerrado los ojos a cualquier otro, pues eso serĆa fanatismo. Lo que realmente ha ocurrido es que el Ćŗnico que cumple con todas las seƱales dadas por el Creador para identificarle como MesĆas se llama: YeshĆŗa Ben David MiNatzaret (JesĆŗs hijo de David de Nazaret), quien se hizo hombre en tiempos del rey Herodes y murió y resucitó en tiempos del gobernador Poncio Pilato. Y mĆ”s que eso, es con el Ćŗnico que se puede tener una relación e interacción basados en una obra regenerativa incuestionable.
II- El sumo sacerdote nunca debĆa romper sus vestiduras.
Es interesante que Dios manda al sumo sacerdote a no romper sus vestidos (Lv 21:10). En contraste, y a la vez muy aclaratorio para entender a quĆ© se enfrentaban JesĆŗs y los apóstoles, vemos a aquel que ejercĆa tal puesto en los tiempos de JesĆŗs mostrando un desconocimiento o actuando muy desfachatadamente, que le descalificarĆa como tal, cuando ādramatizabaā con esta acción su contrariedad hacia el MesĆas, como quien trata de manipular a todo el concilio con una aparente indignación.
III- Santificar el nombre de Dios es prioridad.
Muchas veces se piensa que el pecado o la falta de santidad es lo Ćŗnico que afecta al individuo, pero los textos para la semana muestran tambiĆ©n como muy importante, y con una repercusión personal y colectiva, el tomar a la ligera (profanando) el nombre o el testimonio de Dios. Por el contrario, se debe pretender constantemente santificar el nombre de Dios, que todo el mundo sepa a travĆ©s de nosotros que Ćl es santo.
IV- Sirviendo con excelencia.
El SeƱor manda a los sacerdotes a que todo lo que fueran a hacer en el servicio del templo tenĆa que hacerse con excelencia. Esto implica dos Ć”reas indispensables: el corazón y las acciones correctas. De nada vale tener mucho deseo de hacer para el SeƱor y a la vez hacerlo todo como quiera, o hacer minuciosamente todo correctamente sin una intención genuina de corazón. Como dice JesĆŗs: Ā«Una cosa era necesaria hacer sin dejar de hacer la otraĀ»[1], o como dijo el apóstol: Ā«La una sin la otra es muertaĀ»[2].
Preguntas:
1.- Mencione dos caracterĆsticas de los sacerdotes que vio cumplirse en JesĆŗs.
2.- Si Dios llama a su iglesia un real sacerdocio, ĀæquĆ© entiende usted de este pasaje que Ćl le quiere enseƱar?
3.- Interprete a la luz de esta porción 1 Co. 6:12-20.
[1] Mt 23:23.
[2] Stg 2:26.
LevĆtico 21
Santidad de los sacerdotes
1 Dijo YHVH a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles: Ninguno entre vosotros serÔ contaminado con el cadÔver de uno de sus parientes, 2 excepto por pariente cercano a él: su madre, su padre, su hijo, su hermano, 3 o su hermana virgen, cercana a él, que no haya tenido marido, por la cual podrÔ hacerse impuro.
4 No quedarƔ contaminado profanƔndose, pues es dirigente en medio de su pueblo.
5 No harĆ” tonsura en su cabeza, ni serĆ” rasurado el borde de su barba, ni se harĆ”n sajaduras en su cuerpo. 6 Santos serĆ”n para su Elohim, y no profanarĆ”n el nombre de su Elohim, porque ellos son los que presentan las ofrendas Ćgneas a YHVH, el pan de su Elohim. Por esto han de ser santos.
7 No tomarĆ”n mujer ramera o deshonrada, o mujer repudiada por su marido. Santo es a su Elohim. 8 Y lo santificarĆ”s. Ćl presenta el pan de tu Elohim. SerĆ” santo porque Yo soy santo. YHVH, vuestro santificador.
9 Si la hija de un varón sacerdote se deshonra prostituyéndose, ella ha deshonrado a su padre: serÔ quemada con fuego. 10 El que entre sus hermanos sea sumo sacerdote, sobre cuya cabeza haya sido derramado el aceite de la unción, y haya consagrado su mano para ponerse las vestiduras, no desgreñarÔ su cabeza, ni rasgarÔ sus vestidos.
11 No entrarÔ donde haya cadÔver alguno, no se contaminarÔ ni por su padre ni por su madre. 12 No saldrÔ del santuario ni profanarÔ el santuario de su Elohim, porque la diadema del aceite de la unción de su Elohim estÔ sobre él. Yo, YHVH.
13 TomarĆ” mujer en la virginidad de ella. 14 No tomarĆ” viuda, ni divorciada, ni deshonrada, ni ramera, sino que tomarĆ” por mujer a una virgen de su pueblo, 15 para no profanar su descendencia entre su pueblo. Yo, YHVH, soy el que lo santifica.
16 Habló ademÔs YHVH a Moisés, diciendo: 17 Habla a Aarón: Ninguno de tus descendientes en sus sucesivas generaciones, que tenga en sà algún defecto se ha de acercar para ofrecer el pan de su Elohim.
18 NingĆŗn varón que tenga en sĆ algĆŗn defecto se acercarĆ”, sea ciego, o cojo, o mutilado, o deformado, 19 o que tenga quebradura de pie, o de mano, 20 o jorobado, o enano, o con ojos defectuosos, o sarnoso, o tiƱoso, o con testĆculo daƱado.
21 Ninguno de la descendencia del sacerdote Aarón, que tenga defecto en sĆ, podrĆ” acercarse para ofrecer las ofrendas Ćgneas de YHVH. Hay defecto en Ć©l; no se acercarĆ” para ofrecer el pan de su Elohim. 22 PodrĆ” comer el pan de su Elohim procedente de las cosas santĆsimas y de las santas, 23 pero no podrĆ” traspasar el velo ni acercarse al altar, pues tiene defecto en sĆ. No profanarĆ” mis santuarios porque Yo soy YHVH, que los santifico.
24 Asà habló Moisés a Aarón, a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.
āŗ21.5 tonsura… āLv 19.27-28; Dt 14.1.
āŗ21.7 o mujer… TM aƱade no tomarĆ”n porque. Se sigue LXX ā§194; es… Esto es, el sacerdote. Nótese el singular, aunque se refiere a los sacerdotes en general. En este pasaje se alternan las formas singular y plural para referirse al mismo colectivo.
āŗ21.8 santificarĆ”s… serĆ”… TM aƱade porque… para ti. Se sigue LXX ā §194.
āŗ21.10 vestidos… Esto es, en seƱal de duelo.
āŗ21.15 pueblo… TM aƱade porque. Se sigue LXX ā§194.
āŗ21.17 Aarón…TM aƱade diciendo. Se sigue LXX ā§194; defecto… Es decir, defecto fĆsico, lesión, mutilación.
āŗ21.18 ningĆŗn…TM aƱade porque. Se sigue LXX ā§194.
āŗ21.21 ninguno… TM aƱade varón. Se sigue LXX ā§194.
āŗ21.22 santas… Prob.: ofrendas por el pecado y ofrendas de paz respectivamente.
Salmo 132
1 CƔntico gradual.
Oh YHVH, tenle en cuenta a David todas sus aflicciones,
2 De cómo juró a YHVH,
Y prometió al Fuerte de Jacob:
3 Ciertamente no entrarƩ al abrigo de mi casa,
Ni subirƩ al lecho de mi reposo,
4 Ciertamente no concederƩ sueƱo a mis ojos,
Ni a mis pƔrpados adormecimiento,
5 Hasta que halle lugar para YHVH,
TabernƔculo para el Fuerte de Jacob.
6 He aquĆ en Efrata oĆmos de ella,
La hallamos en los campos de Jaar.
7 Entremos en su TabernƔculo,
PostrƩmonos ante el estrado de sus pies.
8 ”Oh YHVH, levÔntate al lugar de tu reposo,
AsĆ TĆŗ como el arca de tu poder!
9 Ā”VĆstanse tus sacerdotes de justicia,
Y griten de jĆŗbilo tus santos!
10 Por amor de David tu esclavo,
No hagas volver el rostro de tu ungido.
11 En verdad juró YHVH a David, y no se retractarÔ:
Un fruto de tus entraƱas pondrƩ en tu trono;
12 Si tus hijos guardan mi pacto,
Y mi testimonio que Yo les enseƱarƩ,
Sus hijos tambiƩn se sentarƔn sobre tu trono para siempre.
13 Porque YHVH ha escogido a Sión,
La ha deseado para habitación suya:
14 Este es para siempre el lugar de mi reposo,
Aquà habitaré, porque la he deseado.
15 Bendeciré abundantemente su provisión,
Y saciarƩ de pan a sus menesterosos.
16 Vestiré con salvación a sus sacerdotes,
Y sus santos darÔn voces de júbilo.
17 Allà haré retoñar para David un VÔstago,
DispondrƩ una lƔmpara para mi Ungido.
18 A sus enemigos vestiré de vergüenza,
Pero sobre Ćl resplandecerĆ” su corona.
āŗ132.6 de ella… Esto es, el arca del pacto; los campos de Jaar… Esto es, los campos de madera de Kiriat-Jearim = ciudad de maderas, donde el arca permaneció por veinte aƱos ā1S 7.1 ss.
IsaĆas 35
La gloria del reino
1 ”Alégrese el desierto sediento!
Ā”RegocĆjese el ArabĆ” y florezca como el lirio!
2 ”Florezca exuberante y desborde de júbilo!
AlƩgrese y cante alabanzas,
Porque le fue dada la gloria del LĆbano,
La hermosura del Carmelo y de Sarón,
SĆ, ellos verĆ”n la gloria de YHVH,
La majestad de nuestro Elohim.
3 Fortaleced las manos que han sido debilitadas,
Y las rodillas que han sido descoyuntadas,
4 Decid a los de corazón apocado:
”Esforzaos, no temÔis!
He aquà vuestro Elohim viene con retribución:
La venganza es de Elohim;
Ćl mismo vendrĆ” y os salvarĆ”.
5 Entonces los ojos de los ciegos serƔn abiertos,
Y los oĆdos de los sordos destapados.
6 Entonces saltarĆ” el cojo como un ciervo,
Y cantarĆ” la lengua del mudo,
Porque habrƔn brotado aguas en el desierto,
Y fluirƔn torrentes en el ArabƔ.
7 La tierra Ɣrida se convertirƔ en lagunas,
Y el sequedal en manantiales de aguas,
Pastizales, juncos y caƱaverales en el lugar donde se tumbaban chacales.
8 Y habrĆ” allĆ un camino puro,
Y serĆ” llamado camino de santidad.
No pasarƔ inmundo por Ʃl.
El que ande por este camino,
Por torpe que sea, no se extraviarĆ”,
Porque Ćl mismo estarĆ” con ellos.
9 No habrÔ allà león, ni fiera subirÔ por él, ni serÔ allà hallada,
Para que caminen los redimidos.
10 Y, congregados por YHVH, serĆ”n devueltos y entrarĆ”n en Sión con alegrĆa,
Una alegrĆa perpetua reposarĆ” sobre sus cabezas,
Sobre sus cabezas habrĆ” alabanza y regocijo,
La alegrĆa los abrazarĆ”,
Y la tristeza, el dolor y el lamento habrƔn huido.
āŗ35.1 Se sigue LXX sediento… TM: el sequedal.
āŗ35.2 LĆbano… Sierra situada al N, rodeando Palestina, famosa por su riqueza forestal ā2 Cr 2.8; Carmelo… Sarón… ā33.9 notas; Cnt 2.1; 7.5.
āŗ35.6 fluirĆ”n… TM omite. Se sigue Q.
āŗ35.8 camino puro… TM: calzada y camino. Se sigue LXX; Ćl mismo… āJn 14.6.
āŗ35.10 Se sigue LXX
ā
ā2 Crónicas 22-23
Reinado y muerte de OcozĆas
AtalĆa
1 Y los habitantes de JerusalĆ©n hicieron que en su lugar reinara OcozĆas, el menor de sus hijos, porque unas bandas que habĆan venido con los Ć”rabes al campamento habĆan matado a todos los hijos mayores. AsĆ pues, reinó OcozĆas ben Joram, rey de JudĆ”.
2 De veinte aƱos era OcozĆas cuando comenzó a reinar, y reinó un aƱo en JerusalĆ©n. El nombre de su madre era AtalĆa, hija de Omri. 3 TambiĆ©n Ć©l anduvo en los caminos de la casa de Acab, y su propia madre fue su consejera para que obrara impĆamente.
4 E hizo lo malo ante los ojos de YHVH, como la casa de Acab, porque despuĆ©s de la muerte de su padre, le aconsejaban para perdición suya. 5 Y andando en el consejo de ellos, fue con Joram ben Acab a la guerra contra Hazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram, 6 quien volvió a Jezreel para ser curado de las heridas que le habĆan hecho en RamĆ” cuando combatĆa contra Hazael rey de Siria. Y AzarĆas ben Joram, rey de JudĆ”, bajó a ver a Joram ben Acab en Jezreel, pues estaba enfermo.
7 Pero la derrota de OcozĆas era designio de Elohim, por haber ido a ver a Joram. Al llegar allĆ, salió con Joram contra JehĆŗ hijo de Nimsi, a quien YHVH habĆa ungido para exterminar la casa de Acab. 8 Y cuando JehĆŗ hacĆa justicia con la casa de Acab, encontró a los prĆncipes de JudĆ” y a los hijos de los hermanos de OcozĆas, que estaban al servicio de OcozĆas, y los mató. 9 TambiĆ©n buscó a OcozĆas, al cual prendieron cuando estaba escondido en Samaria, y lo trajeron ante JehĆŗ, y lo mataron. Pero lo sepultaron, porque dijeron: Es el hijo de Josafat, que buscó a YHVH con todo su corazón. Y no quedó ninguno de la casa de OcozĆas capaz de retener el reino.
10 Cuando AtalĆa, madre de OcozĆas, vio que su hijo habĆa muerto, se levantó para exterminar a toda la estirpe real de la casa de JudĆ”. 11 Pero Josabet, hija del rey, tomó a JoĆ”s ben OcozĆas, y lo sacó furtivamente de entre los hijos del rey cuando estaban siendo asesinados y lo escondió juntamente con su nodriza en uno de los aposentos. AsĆ Josabet, hija del rey Joram, hermana de OcozĆas, mujer del sacerdote Joiada, lo escondió de AtalĆa, y ella no pudo darle muerte. 12 Y estuvo con ellos escondido en la Casa de Ha-Elohim seis aƱos, mientras AtalĆa reinaba sobre el paĆs.
āŗ22.1 unas bandas… Esto es, grupos armados que incursionaban en los territorios de JudĆ” y de Israel; mayores… Lit. primeros.
āŗ22.2 veinte… TM cuarenta y dos es inconsistente con 21.20. Se sigue LXX; hija de Omri… Al igual que hijo, el tĆ©rmino hija no se refiere necesariamente a la descendiente inmediata de una persona, sino que puede aludir a una nieta (como en este caso) o a un descendiente mĆ”s lejano. AtalĆa es llamada hija de Omri porque este habĆa sido el fundador de su dinastĆa.
āŗ22.5 Acab… TM aƱade rey de Israel. Se sigue LXX ā§194.
āŗ22.6 AzarĆas… Esto es, OcozĆas.
āŗ22.11 Joram… TM aƱade porque ella era. Se sigue LXX ā§194
2 Crónicas 23
Joiada – JoĆ”s
Muerte de AtalĆa
1 Pero en el aƱo sĆ©ptimo Joiada se fortaleció e hizo un pacto con los capitanes de centenas: con AzarĆas ben Jeroham, e Ismael ben JohanĆ”n, y AzarĆas ben Obed, y MaasĆas ben AdaĆa, y Elisafat ben Zicri. 2 Y recorrieron JudĆ” para convocar a los levitas de todas las ciudades de JudĆ” y a los cabezas de las familias de Israel, y fueron a JerusalĆ©n.
3 Entonces toda la asamblea hizo una alianza en la Casa de Ha-Elohim con respecto al rey, y Ć©l les dijo: He aquĆ, el hijo del rey reinarĆ”, tal como YHVH habló acerca de los hijos de David. 4 Esto es lo que harĆ©is: un tercio de vosotros, los sacerdotes y los levitas que empiezan el shabbat, estarĆ”n de porteros en las puertas. 5 Otro tercio estarĆ” en la casa real, y otro tercio, en la puerta del Fundamento; y todo el pueblo estarĆ” en los atrios de la Casa de YHVH. 6 Pero nadie entrarĆ” en la Casa de YHVH, excepto los sacerdotes y los levitas que sirven; solo estos podrĆ”n entrar, porque estĆ”n consagrados, pero todo el pueblo deberĆ” guardar el mandato de YHVH. 7 Los levitas rodearĆ”n al rey por todas partes, arma en mano, y cualquiera que entre en la Casa serĆ” muerto; y estarĆ©is con el rey cuando entre y cuando salga.
8 Y los levitas y todo JudĆ” hicieron conforme a todo lo que habĆa ordenado el sacerdote Joiada. Tomaron cada uno a sus hombres, a los que habĆan de empezar el shabbat y a los que habĆan de terminar el shabbat, pues el sacerdote Joiada no dio licencia a ninguna de las clases. 9 DespuĆ©s entregó a las centenas las lanzas, los escudos y los paveses del rey David, en la Casa de Ha-Elohim. 10 Y situó a todo el pueblo, cada uno con sus armas, desde el Ć”ngulo derecho de la Casa hasta el Ć”ngulo izquierdo de la Casa, delante del altar y de la Casa, alrededor del rey. 11 Luego sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le entregaron el Testimonio y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron diciendo: Ā”Viva el rey! 12 Cuando AtalĆa oyó el ruido de la gente que corrĆa aclamando al rey, se acercó al pueblo en la Casa de YHVH. 13 Y miró, y he aquĆ el rey de pie en su estrado a la entrada, y los capitanes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo de la tierra estaba alborozado y hacĆa sonar las trompetas, y los cantores con los instrumentos musicales dirigĆan las aclamaciones. Entonces AtalĆa rasgó sus vestiduras y exclamó:
Ā”Conspiración! Ā”Conspiración! 14 Pero el sacerdote Joiada hizo salir a los capitanes de centenas que mandaban la tropa, y les dijo: Ā”Dejadla pasar entre las filas, y cualquiera que la siga, que sea muerto a espada! Pues el sacerdote habĆa advertido:
No la matéis en la Casa de YHVH. 15 Y le abrieron paso, y cuando llegaba a la entrada de la puerta de los caballos en la casa real, allà le dieron muerte.
16 Entonces Joiada pactó con todo el pueblo y el rey, conforme serĆan el pueblo de YHVH. 17 DespuĆ©s todo el pueblo fue al templo de Baal y lo destruyó, y rompió sus altares y sus imĆ”genes a pedazos, y dio muerte a MatĆ”n, sacerdote de Baal, delante de los altares. 18 Y Joiada encargó los oficios de la Casa de YHVH a los sacerdotes y los levitas, a quienes David habĆa distribuido en la Casa de YHVH para ofrecer los holocaustos a YHVH, conforme a lo escrito en la ley de MoisĆ©s, con regocijo y cĆ”nticos, conforme a las disposiciones de David.
19 También estableció porteros en las puertas de la Casa de YHVH, para que nadie impuro entrara por ningún motivo. 20 Luego tomó a los capitanes de centenas, y a los nobles, a los magistrados y a todo el pueblo de la tierra, e hizo bajar al rey desde la Casa de YHVH, y pasaron por la puerta superior a la casa real, e hicieron que el rey se sentara sobre el trono del reino.
21 Y todo el pueblo de la tierra estaba jubiloso, y la ciudad cobró sosiego despuĆ©s que AtalĆa fue muerta a espada.
āŗ23.3 con respecto… Lit. con el rey; y Ć©l… Esto es, Joiada.
āŗ23.8 las clases… Es decir, los grupos ā1Cr 23ā26.
āŗ23.9 entregó… TM aƱade el sacerdote Joiada a los jefes de… que estaban. Se sigue LXX ā§194.
āŗ23.10 Ć”ngulo izquierdo… En la usanza bĆblica, el E estĆ” al frente o adelante, por lo que la izquierda y la derecha seƱalan al N y al S respectivamente. Se sigue LXX.
āŗ23.11 el testimonio… Esto es, el rollo de la ley āDt 17.18-19.
āŗ23.18 encargó los oficios… a los sacerdotes… Otra traducción posible: estableció las guardias… mediante los sacerdotes ā2R 11.18; los sacerdotes y los levitas… TM: los sacerdotes levitas
Marcos 14.27-52
Anuncio de la negación de PedroĀ
Jn 13.36-38; Mt 26.30-35; Lc 22.31-34
27 Les dice JESĆS: Todos os escandalizarĆ©is, porque estĆ” escrito: HerirĆ© al pastor, y las ovejas serĆ”n dispersadas. 28 Pero, despuĆ©s de ser resucitado, irĆ© delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Le dice JESĆS: De cierto te digo que hoy, en esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarĆ”s tres veces. 31 Pero Ć©l repetĆa con insistencia: Aunque tenga que morir contigo, de ningĆŗn modo te negarĆ©. Y asĆ tambiĆ©n decĆan todos.
GetsemanĆ
Mt 26.36-46; Lc 22.39-46
32 Llegan a un sitio cuyo nombre es GetsemanĆ, y dice a sus discĆpulos: Sentaos aquĆ, hasta que ore. 33 Y toma consigo a Pedro, Jacobo y Juan. Y comenzó a quedarse estupefacto y a angustiarse. 34 Y les dice: Una tristeza mortal sobrecoge mi alma. Ā”Esperad aquĆ y velad!
35 Y yendo un poco mĆ”s adelante, se postraba en tierra y oraba que si era posible, pasara de Ćl la hora. 36 Y decĆa: Ā”Abba! Padre, todas las cosas son posibles para Ti.
Aparta de MĆ esta copa; pero no lo que Yo quiero, sino lo que TĆŗ.
37 Vuelve y los encuentra durmiendo, y dice a Pedro: Simón, Āæduermes? ĀæNo pudiste velar una hora? 38 Velad y orad, para que no entrĆ©is en tentación. El espĆritu a la verdad estĆ” dispuesto, pero la carne es dĆ©bil.
39 Y yendo otra vez, oró diciendo las mismas palabras. 40 Cuando volvió, los halló otra vez durmiendo, porque sus ojos habĆan sido cargados, y no sabĆan quĆ© responderle.
41 Y vuelve la tercera vez y les dice: Dormid lo que resta y descansad. ”Basta! Llegó la hora. He aquà que el Hijo del Hombre es entregado en las manos de los pecadores. 42 ”Levantaos! ”Vamos! ”He aquà estÔ cerca el que me entrega!
El arresto
Jn 18.2-11; Mt 26.47-56; Lc 22.47-53
43 Y al momento, estando aĆŗn hablando, se presenta Judas (uno de los doce), y con Ć©l una turba con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. 44 Y el que lo entregaba les habĆa dado una contraseƱa, diciĆ©ndoles: Al que yo bese, Ć©l es. Apresadlo y llevadlo custodiado. 45 Y al llegar, acercĆ”ndose a Ćl, le dice: RabbĆ, y lo besó aparatosamente.
46 Entonces ellos le echaron mano y lo apresaron. 47 Pero uno de los presentes, sacando la espada, hirió al esclavo del sumo sacerdote y le quitó la oreja. 48 Y tomando la palabra, JESĆS les dijo: ĀæComo contra un bandido salisteis con espadas y garrotes a apresarme? 49 Cada dĆa estaba con vosotros enseƱando en el templo, y no me apresasteis. Esto sucedió para que las Escrituras fueran cumplidas.
50 Y abandonĆ”ndolo, huyeron todos. 51 Y cierto joven lo seguĆa cubierto con una sĆ”bana sobre el cuerpo desnudo, tambiĆ©n le echan mano, 52 pero Ć©l, dejando la sĆ”bana, huyó desnudo.
āŗ14.27 os escandalizarĆ©is… TR aƱade la glosa: de MĆ esta noche; pastor… ovejas… āZac 13.7.
āŗ14.28 āMt 28.16.
āŗ14.29 yo no… Lit. pero yo no.
āŗ14.30 dos veces… La precisión del recuento de Marcos muestra que se lo habĆa oĆdo al mismo Pedro.
āŗ14.31 repetĆa… Lit. hablaba.
āŗ14.32 GetsemanĆ… Esto es, prensa del olivar.
āŗ14.33 estupefacto… ā§57; angustiarse… ā§58.
āŗ14.35 era… Lit. es.
āŗ14.36 Abba… Aram. Apelativo cariƱoso dentro de la familia, papi, papito.
āŗ14.40 habĆan sido cargados… Es decir, de sueƱo. Nótese la pasiva como acción invisible de un Tercero. En este caso, el Padre mismo, quien querĆa que su amado Hijo estuviera totalmente solo. Otras versiones (voz media): estaban cargados.
āŗ14.42 cerca… Lit. al alcance de la mano ā1.15.
āŗ14.43 uno de los doce… Mā aƱaden que era.
āŗ14.45 RabbĆ… āMt 26.25; aparatosamente… O repetidamente, efusivamente.
āŗ14.47 uno… Solo Juan ā18.10 registra que fue Pedro.
āŗ14.49 enseƱando… āLc 19.47; 21.37.
āŗ14.50 todos… Mā aƱaden los discĆpulos.
āŗ14.51 cierto joven… Prob. el mismo Marcos.
āŗ14.52 huyó desnudo… āAm 2.16.
Apocalipsis 20.1-10
El milenio
1 Vi a un Ć”ngel que descendĆa del cielo teniendo la llave del abismo y una gran cadena en su mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y SatanĆ”s, y lo ató por mil aƱos 3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso un sello encima de Ć©l para que no engaƱara mĆ”s a las naciones hasta que fueran cumplidos los mil aƱos. DespuĆ©s de estas cosas, es necesario que Ć©l sea desatado por un poco de tiempo.
4 Y vi tronos, y se sentaron en ellos y les fue concedido juzgar. Vi tambiĆ©n las almas de los decapitados por causa del testimonio de JESĆS y por causa de la palabra de DIOS, los cuales no habĆan adorado a la bestia ni a su imagen ni habĆan recibido la marca en la frente y en su mano, y vivieron y reinaron con CRISTO mil aƱos: 5 Esta es la primera resurrección, pero los demĆ”s muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil aƱos. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección: la Muerte Segunda no tiene potestad sobre estos, sino que serĆ”n sacerdotes de DIOS y de CRISTO, y reinarĆ”n con Ćl mil aƱos.
7 Cuando los mil años se cumplan, SatanÔs serÔ suelto de su prisión, 8 y saldrÔ a engañar a las naciones que estÔn en los cuatro Ôngulos de la tierra, a Gog y Magog, a fin de reunirlos para la batalla, cuyo número es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, Pero descendió fuego del cielo y los devoró.
10 Y el Diablo que los engaƱaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde tambiĆ©n estĆ”n la bestia y el falso profeta, y serĆ”n atormentados dĆa y noche por los siglos de los siglos.
āŗ20.2 serpiente antigua… āGn 3.1.
āŗ20.4 vi tronos… āDn 7.9, 22; concedido… Es decir, les fue otorgada autoridad ā6.9-11; 13.7, 15.
āŗ20.5 se cumplieron… Lit. fueran cumplidos.
āŗ20.8 Gog y Magog… āEz 38.1-16; reunirlos… Nótese: reunirlos (masc.) se contrapone a naciones (fem.).
āŗ20.9 Pero descendió… Mā pero de Dios descendió.

