Texto Ć”ureo:Ā LevĆtico 25
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1: LevĆtico 25
DĆa 2: Salmo 97-98
DĆa 3: Ezequiel 45-46
DĆa 4: Miquesas 1-2
DĆa 5: Lucas 4:16-44
DĆa 6: RomanosĀ 16
I- Yobel, aƱo del jubileo.
El aƱo de jubileo (en hebreo yobel) implicaba varias cosas, por un lado, se dejaba reposar la tierra mĆ”s de lo normal, porque cada 6 aƱos se dejaba reposar 1 aƱo (en hebreo shemitĆ”[1]) y asĆ se contaban 7 shemitĆ” hasta llegar al aƱo 49. Entonces habĆa un aƱo de reposo de la tierra (shemitĆ”), seguido de un aƱo (el 50) de reposo de la tierra y de perdón al deudor, liberación de esclavos y rescate de propiedades (yobel). A esto se le debe aƱadir que en el aƱo 1 despuĆ©s del 50 podĆan comer de lo que diera la tierra, pero debĆan comenzar a sembrarla para en el aƱo 2 cosechar de lo que sembraron en el 1. Por eso para cumplir con este aƱo de shemitĆ” seguido del yobel (49 y 50) habĆa que tener fe, ya que eran dos aƱos seguidos sin trabajar la tierra y se precisaba esperar en la provisión de Dios hasta un aƱo mĆ”s (3 aƱos). En el caso del aƱo shemitĆ”, en donde no se podĆa recoger nada de la tierra, Dios mandaba que no se preocuparĆ”n, porque Ćl darĆa cada 6 aƱos abundancia para esperar el sĆ©ptimo (v.20-21). Sin embargo, el aƱo yobel serĆa de alegrĆa porque entonces Ćl darĆa mĆ”s abundantemente en el aƱo 48. El aƱo del Jubileo comenzaba a contarse a partir de la fiesta de Yom Kipur y era anunciado con un toque de shofar, que era el segundo de los dos momentos en que Dios exigĆa este toque, el primero era en la fiesta de TerĆŗah[2].
II- Mandamientos de vida o muerte.
Es bueno llegar a este capĆtulo aclarando algo muy importante en cuanto a los mandamientos. Siempre que estos se asocian con la expectativa de: Ā«para que te vaya bienĀ» o Ā«para que tengas vidaĀ», implica cumplirlos, siempre y cuando no involucre la muerte. O sea, si en algĆŗn momento alguien es puesto en la situación de elegir entre la muerte o cumplir alguno de estos especĆficamente, debe prevalecer el vivir. Esto es porque los mandamientos son precisamente para āvivirā. Sin embargo, aquellos que aƱaden: Ā«o morirĆ”sĀ», es necesario cumplirlos aun cuando la vida sea puesta en riesgo, como por ejemplo la idolatrĆa o blasfemar contra Dios.
III- Tierras para y por el bien de todos.
Dios en su justeza dispone el uso de la tierra. Es necesario entender que la tierra es de Ćl (v.23-24) y fue repartida de tal manera que toda familia debĆa tener una parcela para trabajarla por seis aƱos y al sĆ©ptimo se debĆa poner a descansar. La tierra tambiĆ©n se podĆa vender, pero en cada shemitĆ” (shabĆ”tico) se podĆa comprar de vuelta. Si esto no era posible, al llegar el aƱo yobel (jubileo) debĆa regresar a la familia original. Como dijimos la razón es sencilla: La tierra en su plenitud es de Ćl, no de los hombres que la posean en ese momento. Y si hay un pueblo que debe entender eso sobre la tierra y asĆ vivirlo para que sirva de testimonio a las demĆ”s naciones ese es Su pueblo.
Algo curioso pasaba con el préstamo en particular. Era considerado muy bueno e importante, pero únicamente cuando no cobrara un interés.
IV- Leyes sobre la esclavitud.
La Biblia no estĆ” a favor de la esclavitud. Paralelo a eso da la libertad a una persona, por decisión propia, de si estĆ” en una crisis venderse como āesclavoā por siete aƱos. Aunque se le llama esclavitud por los traductores, debemos entender que en aquel entonces tenĆa un significado muy diferente a lo que entendemos hoy por esto. La palabra abed (×¢Ö¶×Ö¶×) significa mĆ”s literalmente un āempleado a tiempo completoā. Al final de ese tiempo estaba libre para hacer lo que Ć©l quisiera, renovar su contrato o salir libre. El israelita debĆa evitar venderse como esclavo a un extranjero. Esto no tiene nada que ver con racismo, āy es lógico, el extranjero podrĆa no estar bajo la ley de MoisĆ©s, corriendo el riesgo de nunca recibir la libertad.
Cuando una persona tomaba la decisión de venderse como esclavo la familia debĆa tratar por todos los medios que no lo hiciera, sin imponĆ©rselo, sino mĆ”s bien ayudĆ”ndole económicamente o de alguna otra manera. TambiĆ©n, cuando alguien contrataba a este tipo de esclavo debĆa previamente acordar el pago y cumplirlo al pie de la letra. La persona que trabajaba como esclavo no podĆa ser denigrada, por ejemplo, haciendo una labor en cosas que no tuvieran sentido por el simple hecho de que era esclavo y tenĆa que hacer algo, o haciĆ©ndole un contrato de trabajo primero por un oficio especĆfico y despuĆ©s chantajear a la persona con que le repudiarĆa si no hacĆa otro trabajo que nunca estuvo en el acuerdo.
Interesantemente, si una persona habĆa robado se podĆa vender asĆ mismo como esclavo y con ese dinero pagar lo que se habĆa robado, pero no podĆa venderse a cualquier familia, sino a una que viviera en santidad. Con esto Dios estaba seƱalando la importancia de adquirir hĆ”bitos y una educación basados en valores dignos y asĆ serĆa mĆ”s posible que no robara mĆ”s.
V- Precios bƔsicos, pero no canasta bƔsica.
Dios dispone tambiƩn mishpatim para fijar el precio de algunos productos bƔsicos para la vida.
Preguntas:
1.- ¿Por qué cree usted que Jesús hizo referencia al jubileo en Lc. 4.19?
2.- ¿CuÔl de todos estos mispatim le ha llamado mÔs la atención? ¿Por qué?
3.- Si un grupo de cristianos quisiera vivir hoy en comunidad, ĀæcuĆ”l serĆa tu recomendación y por quĆ©?
[1] Se recomienda el libro: El misterio del ShemitÔ, Jonathan Cahn, Casa Creación (ISBN: 978-1-629983004).
[2] En el caso del judaĆsmo hoy los rabinos, como consecuencia de la actualización de sus prĆ”cticas por la ausencia del templo y la dispersión, decidieron tocar el shofar al final del Yom Kipur; pero en tiempos bĆblicos solo se tocaba shofar este dĆa si era Jubileo.
LevĆticoĀ 25
Reposo de la tierra y el jubileo
El dĆa del perdón
1 Y habló YHVH a Moisés en el monte Sinai diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando entréis en la tierra que Yo os doy, la tierra guardarÔ reposo para YHVH.
3 Seis aƱos cultivarĆ”s tu campo, y seis aƱos podarĆ”s tu viƱa y recogerĆ”s su cosecha, 4 pero el sĆ©ptimo aƱo serĆ” shabbat de solemne reposo para la tierra, un shabbat para YHVH. No cultivarĆ”s tu campo, ni podarĆ”s tu viƱa. 5 No segarĆ”s lo que nazca espontĆ”neamente despuĆ©s de tu cosecha ni recogerĆ”s las uvas de tus sarmientos. AƱo de reposo solemne serĆ” para la tierra. 6 Y los brotes del reposo de la tierra serĆ”n alimento para ti, para tu siervo, tu sierva, tu jornalero y el extranjero que habite contigo, 7 para tus animales y las bestias que estĆ©n en tu tierra, todo su fruto serĆ” para comer. 8 Y te contarĆ”s siete aƱos sabĆ”ticos: siete aƱos siete veces, y habrĆ” para ti siete semanas de aƱos, cuarenta y nueve aƱos. 9 Y en el dĆ©cimo dĆa del mes sĆ©ptimo harĆ”s resonar el shofar. En el dĆa de la expiación harĆ©is resonar el shofar por toda vuestra tierra.
10 Y santificaréis el año quincuagésimo durante un año, y proclamaréis libertad en toda la tierra para los que la habitan. SerÔ un año de jubileo para vosotros y cada uno volverÔ a su propiedad, y cada uno de vosotros volverÔ a su casa paterna. 11 El año quincuagésimo serÔ para vosotros señal de perdón durante un año. No sembraréis ni segaréis lo que por sà mismo brota de la tierra ni vendimiaréis lo que de ella ha sido santificado, 12 porque es señal de perdón, cosa santa serÔ para vosotros. Del campo comeréis su fruto.
13 En el año de la libertad, con su jubileo, cada uno de vosotros se regresarÔ a su propiedad. 14 Si vendéis algo a vuestro prójimo o comprÔis algo de mano de vuestro prójimo, no os engañéis mutuamente. 15 Conforme al número de años después del jubileo, comprarÔs de tu prójimo y él te venderÔ conforme al número de cosechas. 16 Según aumenten los años, multiplicarÔs su precio, y según disminuyan los años, disminuirÔs su precio, porque él te estÔ vendiendo según el número de cosechas. 17 Ninguno oprima a su prójimo. TemerÔs a YHVH tu Elohim. Yo soy YHVH vuestro Elohim.
18 CumplirĆ©is todos mis estatutos y observarĆ©is todos mis decretos y los harĆ©is, para que habitĆ©is seguros en la tierra. 19 Y la tierra darĆ” su fruto, y comerĆ©is hasta la saciedad, y habitarĆ©is en ella con confianza. 20 Y si decĆs: ĀæQuĆ© comeremos el sĆ©ptimo aƱo, si no sembramos ni recogemos nuestro producto? 21 Sabed que en el sexto aƱo ordenarĆ© mi bendición sobre vosotros, y la cosecha producirĆ” para tres aƱos. 22 Y sembrarĆ©is en el octavo aƱo, pero seguirĆ©is comiendo de la cosecha antigua hasta el aƱo noveno, hasta que llegue la cosecha del octavo seguirĆ©is comiendo de lo antiguo.
23 La tierra, pues, no podrĆ” ser vendida a perpetuidad, porque mĆa es la tierra, y vosotros sois extranjeros y peregrinos para conmigo. 24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión concederĆ©is redención a la tierra. 25 Si tu hermano empobrece, y vende una parte de su propiedad, vendrĆ” su redentor, su pariente mĆ”s cercano, y rescatarĆ” lo que haya vendido su hermano. 26 Y si un hombre no tiene quien lo rescate, pero es prosperado, y su mano alcanza para su rescate, 27 calcularĆ” los aƱos desde su venta, y pagarĆ” lo que falta a la persona a quien vendió, y volverĆ” a su propiedad. 28 Pero si su mano no fue prosperada para recuperarlo, lo vendido quedarĆ” en mano del comprador hasta el aƱo del perdón, y en el jubileo quedarĆ” libre y volverĆ” a su propiedad.
29 Si un hombre vende una casa de habitación en una ciudad amurallada, su derecho de rescate durarÔ hasta que el año sea cumplido, y podrÔ redimirla en el término de un año. 30 Pero si no es rescatada antes de cumplirse un año entero, la casa que esté en la ciudad amurallada quedarÔ a perpetuidad para el comprador y sus generaciones. No quedarÔ libre en el jubileo.
31 Pero las casas de las aldeas que no tienen muralla alrededor, serÔn consideradas como una parcela de tierra. TendrÔn derecho a rescate y quedarÔn libres en el jubileo. 32 En cuanto a las ciudades de los levitas, las casas en las ciudades de su propiedad tendrÔn derecho permanente de redención para los levitas.
33 Asà que, quien compre de los levitas, liberarÔ en el jubileo la casa vendida en la ciudad que pertenece a los levitas, porque las casas de las ciudades de los levitas son propiedad entre los hijos de Israel. 34 Pero los pastizales, separados de sus ciudades, no serÔn vendidos, porque es propiedad de ellos para siempre.
35 Si tu hermano empobrece y se halla en penuria a tu lado, tú lo sostendrÔs, aunque sea extranjero y forastero, para que pueda restablecerse junto a ti.
36 No tomarƔs de Ʃl usura ni ganancia, teniendo temor de tu Elohim, para que tu hermano pueda restablecerse junto a ti. 37 No le darƔs tu dinero con usura, ni con ganancia le darƔs tu alimento. 38 Yo soy YHVH vuestro Elohim, que os saquƩ de la tierra de Egipto para daros la tierra de CanaƔn y para ser vuestro Elohim.
39 Si un hermano tuyo llega a ser tan pobre junto a ti que se vende a ti, no lo someterĆ”s a trabajo de esclavo. 40 Como jornalero, como residente estarĆ” contigo, y hasta el aƱo del jubileo te servirĆ”, 41 pero saldrĆ”, con sus hijos, y volverĆ” a su familia y a la propiedad de sus padres. 42 Porque ellos son siervos mĆos, a quienes Yo saquĆ© de la tierra de Egipto. No serĆ”n vendidos a manera de esclavos, 43 ni te enseƱorearĆ”s de ellos con aspereza. TendrĆ”s temor de tu Elohim.
44 Cuantos siervos y siervas tengas, provendrÔn de las naciones paganas que os rodean. De ellas podréis adquirir esclavos y esclavas. 45 Y también de los hijos de los transeúntes que moran con vosotros, de estos podréis adquirirlos, y de sus familias que hay entre vosotros en vuestra tierra. De los tales serÔ vuestra posesión, 46 y los dejaréis en herencia a vuestros hijos después de vosotros como posesión para siempre. Pero en cuanto a vuestros hermanos, los hijos de Israel, no os enseñorearéis uno sobre otro con aspereza.
47 Y cuando la mano del extranjero o del transeĆŗnte que mora en medio de ti alcance riqueza, y tu hermano empobrezca, y sea vendido al extranjero o al transeĆŗnte que mora contigo, o a los descendientes de la familia de un extranjero, 48 despuĆ©s de vendido le quedarĆ” el derecho de redención: uno de sus hermanos deberĆ” redimirlo, 49 o su tĆo o un hijo de su tĆo debe rescatarlo, o algĆŗn pariente cercano de su familia debe rescatarlo, o cuando sea prosperado, Ć©l mismo podrĆ” redimirse. 50 Y calcularĆ” con su comprador, desde el aƱo en que se vendió hasta el aƱo del jubileo, y su precio de venta segĆŗn estuvo con Ć©l como jornalero.
51 Si le quedan muchos años, conforme a ellos devolverÔ del dinero de su compra para su rescate, 52 pero cuando le sean dejados pocos años hasta el año del perdón, asà los calcularÔ con él, y devolverÔ su rescate conforme a esos años. 53 Como quien estÔ a jornal de año en año, asà estarÔ con él. No permitirÔs que este se enseñoree de él con aspereza delante de tus ojos.
54 Y si no llegara a ser rescatado de alguna de esas maneras, saldrĆ” libre en el aƱo del jubileo, Ć©l, y sus hijos con Ć©l, 55 porque los hijos de Israel son siervos para mĆ, siervos mĆos son, a los cuales saquĆ© de la tierra de Egipto. Yo, YHVH vuestro Elohim.
āŗ25.6 Se inserta brotes para suplir elipsis del original; serĆ”n… TM aƱade para vosotros. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.7 comer… āEx 23.10-11.
āŗ25.8 contarĆ”s… TM aƱade los dĆas. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.9 shofar… Cuerno de carnero. Corneta-instrumento musical de viento. Debe diferenciarse de las dos trompetas de plata martilladas āLv 23.24; Nm 10.2; dĆa de la expiación… ā§183.
āŗ25.10 jubileo… Heb. yobel = emancipación de los esclavos en el aƱo sabĆ”tico.
āŗ25.17 tu Elohim… TM aƱade porque. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.22 Se inserta octavo para suplir elipsis del original.
āŗ25.24 redención… Heb. gueāulah.
āŗ25.29 el aƱo… TM aƱade de su venta. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.33 propiedad… TM aƱade suya. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.34 Se sigue LXX.
āŗ25.35 junto a ti… āDt 15.7-8.
āŗ25.37 usura… āEx 22.25; Dt 23.19-20.
āŗ25.39-46 āEx 21.2-6; Dt 15.12-18.
āŗ25.41 con… TM aƱade contigo… Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.45 vosotros… TM aƱade que hayan nacido. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.46 posesión para siempre… TM aƱade hereditaria… de ellos harĆ©is siervos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.47 tu hermano… TM aƱade que estĆ” con Ć©l. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.50 su precio… TM aƱade en nĆŗmero de aƱos como de dĆas. Se sigue LXX ā§194.
āŗ25.51 Si… TM aƱade aĆŗn. Se sigue LXX ā§194.
SalmoĀ 97-98
1 ”YHVH reina! ”Que la tierra se regocije!
”Que se alegren las muchas islas!
2 Las nubes y densa oscuridad lo rodean,
La equidad y la justicia son el fundamento de su trono.
3 Un fuego avanza delante de Ćl,
Que abrasa a sus adversarios en derredor.
4 Sus relƔmpagos iluminan el orbe,
La tierra mira y se estremece.
5 Ante la presencia de YHVH las montaƱas se derriten como cera,
Delante del SeƱor de toda la tierra.
6 Los cielos dan a conocer su justicia,
Y todos los pueblos ven su gloria.
7 ”Sean avergonzados todos los que sirven a imÔgenes talladas,
Y cuantos se glorĆan en los Ćdolos!
Ā”Póstrense ante Ćl todos los dioses!
8 Lo oyó Sión y se alegró,
Y las hijas de JudĆ” se regocijaron, oh YHVH,
A causa de tus juicios,
9 Porque TĆŗ, oh YHVH, eres Elyon sobre toda la tierra,
Infinitamente enaltecido sobre todos los dioses.
10 Los que amƔis a YHVH, aborreced el mal,
Ćl guarda las almas de sus santos,
Las libra de la mano de los malvados.
11 Luz estĆ” sembrada para el justo,
Y alegrĆa para los rectos de corazón.
12 ”Alegraos justos en YHVH,
Y dad gracias a la memoria de su santidad!
āŗ97.6 cielos… justicia… gloria… āSal 19.1 nota; §164.
Salmo 98
1 Salmo.
Cantad a YHVH un cƔntico nuevo,
Porque Ćl ha hecho maravillas,
Su santo brazo, su misma diestra lo ha salvado,
2 YHVH ha hecho notoria su salvación,
Ha manifestado su justicia a vista de las naciones;
3 Ha recordado su misericordia y su fidelidad a la casa de Israel,
”Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Elohim!
4 ”Aclamad a YHVH toda la tierra!
”Prorrumpid en alabanzas, cantad, y tañed salmos!
5 TaƱed salmos a YHVH con arpa,
Con arpa y al son del salterio,
6 Con trompetas y al sonido del shofar.
”Mostrad vuestro alborozo en presencia del Rey YHVH!
7 ”Conmuévase el mar, y cuanto hay en él,
El mundo, y los que en Ʃl habitan!
8 Ā”Batan palmas los rĆos,
Y a una canten con jĆŗbilo los montes delante de YHVH!
9 Porque Ćl viene a juzgar la tierra.
JuzgarĆ” al mundo con justicia,
Y a los pueblos con equidad.
āŗ98.1 lo ha salvado… Es decir, le dio la victoria āIs 63.4-6.
EzequielĀ 45-46
Distribución de la tierra
1 Cuando repartĆ”is por suertes la tierra en heredad, presentarĆ©is como ofrendaĀ alzada a YHVH una porción santa de la tierra, de una longitud de veinticinco mil porĀ veinte mil de ancho: serĆ” sagrado en todo su territorio en derredor. 2 De ella serÔ para el santuario un cuadro de quinientos por quinientos, y cincuenta codos enĀ derredor para sus ejidos. 3 Y de esta medida medirĆ”s en longitud veinticinco mil, y enĀ ancho diez mil, en lo cual estarĆ” el santuario y el lugar santĆsimo. 4 Lo consagrado deĀ esta tierra serĆ” para los sacerdotes, servidores del santuario, que se acercan paraĀ oficiar a YHVH, y servirĆ” de lugar para sus casas, y como recinto sagrado para elĀ santuario.
5 Asimismo, habrĆ” veinticinco mil de longitud y diez mil de anchura para los levitasĀ servidores de la Casa, como posesión para sĆ, con veinte aposentos. 6 ParaĀ propiedad de la ciudad seƱalarĆ©is cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud, delante de lo que se apartó para el santuario, y serĆ” para toda la casa de Israel. 7 LaĀ parte del prĆncipe estarĆ” a uno y otro lado de lo que se apartó para el santuario y deĀ la posesión de la ciudad, a lo largo de lo que se apartó para el santuario, y frente a laĀ posesión de la ciudad. Su longitud corresponderĆ” a una de las porciones, desde suĀ extremo occidental hasta el extremo oriental, y desde el lĆmite occidental hasta elĀ lĆmite oriental.
8 Esta tierra tendrĆ” por posesión en Israel, y nunca mĆ”s mis prĆncipes oprimirĆ”n a miĀ pueblo. Y darĆ”n la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus. 9 AsĆ dice AdonaiĀ YHVH: Ā”Basta ya, oh prĆncipes de Israel! Ā”Dejad la violencia y la rapiƱa; haced juicio yĀ justicia, y quitad vuestras imposiciones de encima de mi pueblo!, dice Adonai YHVH.
10 Tendréis balanzas justas, efa justo y bato justo. 11 El efa y el bato serÔn de una misma medida, para que el bato contenga la décima parte del homer, y la décima parte del homer el efa. La medida de ambos serÔ según el homer. 12 Y el siclo serÔ de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos, y quince siclos, os serÔn una mina.
13 Esta serĆ” la ofrenda que ofrecerĆ©is: la sexta parte de un efa por cada homer delĀ trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de la cebada. 14 La ordenanza paraĀ el aceite serĆ” que ofrecerĆ©is un bato de aceite, que es la dĆ©cima parte de un coro,Ā pues diez batos son un homer. 15 Y del rebaƱo entre las doscientas, de lasĀ engordadas de Israel, una cordera para el sacrificio, y para el holocausto, y para lasĀ ofrendas de paz, para expiación por ellos, dice Adonai YHVH. 16 Todo el pueblo de laĀ tierra estarĆ” obligado a dar esta ofrenda para el prĆncipe de Israel. 17 Pero al prĆncipeĀ corresponderĆ” proveer el holocausto y el sacrificio y la libación en las solemnidades,Ā en las lunas nuevas, en los sĆ”bados y en todas las solemnidades de la casa deĀ Israel. Ćl dispondrĆ” la expiación, la ofrenda, el holocausto, y las ofrendas de paz,Ā para hacer expiación por la casa de Israel.
18 AsĆ dice Adonai YHVH: El mes primero, el dĆa primero del mes, tomarĆ”s de laĀ vacada un becerro sin defecto, y purificarĆ”s el santuario. 19 El sacerdote tomarĆ” deĀ la sangre de la vĆctima expiatoria, y untarĆ” los postes de la puerta de la Casa, y losĀ cuatro Ć”ngulos del descanso del altar, y los postes de las puertas del atrio interior. 20Ā AsĆ harĆ”s el sĆ©ptimo dĆa del mes para los que pecaron por error y por engaƱo, yĀ harĆ”s expiación por la Casa.
21 El mes primero, a los catorce dĆas del mes, tendrĆ©is la pascua, solemnidad deĀ siete dĆas: se comerĆ” pan sin levadura. 22 Aquel dĆa el prĆncipe sacrificarĆ” por sĆĀ mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el pecado. 23 Y durante losĀ siete dĆas de la solemnidad ofrecerĆ” el holocausto ante YHVH: siete becerros y sieteĀ carneros sin defecto, cada dĆa de los siete dĆas, y por el pecado un macho cabrĆoĀ cada dĆa. 24 Y con cada becerro ofrecerĆ” ofrenda de un efa, y con cada carnero unĀ efa, y por cada efa un hin de aceite.
25 En el mes sĆ©ptimo, a los quince dĆas del mes, en la solemnidad, harĆ” como enĀ estos siete dĆas en cuanto a la expiación, y en cuanto al holocausto, y en cuanto alĀ presente y en cuanto al aceite.
āŗ45.12 una mina… Igual a sesenta siclos.
āŗ45.14 Se sigue LXX ā§194.
EzequielĀ 46
Del shabbat y otras ordenanzas
1 AsĆ dice Adonai YHVH: La puerta del atrio interior que mira al oriente estarĆ” cerrada los seis dĆas de trabajo, pero serĆ” abierta en el dĆa del shabbat y tambiĆ©n el dĆa de la luna nueva. 2 Y el prĆncipe entrarĆ” por el camino del portal de la puerta exterior, y estarĆ” de pie junto al umbral de la puerta mientras los sacerdotes ofrezcan su holocausto y sus ofrendas de paz, y se postrarĆ” junto a la entrada de la puerta; despuĆ©s saldrĆ”, pero la puerta no se cerrarĆ” hasta el atardecer.
3 Asimismo, el pueblo de la tierra se postrarĆ” a la entrada de la puerta delante de YHVH en los sĆ”bados y en las lunas nuevas. 4 El holocausto que el prĆncipe ofrecerĆ” a YHVH en el shabbat serĆ” de seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha. 5 La ofrenda vegetal serĆ” de un efa de flor de harina para el carnero, y con cada cordero una ofrenda conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite con el efa. 6 Pero el dĆa del novilunio serĆ” un becerro, seis corderos y un carnero. DeberĆ”n ser sin defecto.
7 ProveerĆ” como ofrenda vegetal un efa de flor de harina por becerro, y un efa por carnero, pero para los corderos, ofrendarĆ” conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite por efa. 8 Y cuando el prĆncipe entre, entrarĆ” por el camino del portal de la puerta, y por el mismo camino saldrĆ”. 9 Pero cuando el pueblo de la tierra entre ante la presencia de YHVH en las solemnidades, el que entre por la puerta del norte saldrĆ” por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur saldrĆ” por la puerta del norte. No volverĆ” por la puerta por donde entró, sino que saldrĆ” por la de enfrente de ella. 10 Y, cuando ellos entren, el prĆncipe entrarĆ” en medio de ellos, y cuando ellos salgan, Ć©l saldrĆ”. 11 Y en las solemnidades y en las asambleas prescritas la ofrenda serĆ” de un efa por becerro, y un efa por carnero, y por los corderos como pueda dar, y un hin de aceite por efa. 12 Y cuando el prĆncipe haga libremente holocausto u ofrendas de paz a YHVH, le abrirĆ” la puerta que mira al oriente, y harĆ” su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el shabbat. Luego saldrĆ”, y se cerrarĆ” la puerta despuĆ©s que haya salido. 13 Y ofrecerĆ”s en sacrificio a YHVH cada dĆa en holocausto un cordero aƱal sin defecto. Cada maƱana lo sacrificarĆ”s. 14 Y con Ć©l, cada maƱana como ofrenda vegetal, ofrecerĆ”s la sexta parte de un efa de flor de harina, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina. Es ofrenda vegetal para YHVH continuamente, por estatuto perpetuo. 15 AsĆ presentarĆ”n el cordero y la ofrenda vegetal y el aceite cada maƱana en holocausto continuo.
16 AsĆ dice Adonai YHVH: Si el prĆncipe diera parte de su heredad a cualquiera de sus hijos, es su herencia; a sus hijos pertenecerĆ”, pues es su posesión por herencia.
17 Pero si de su heredad da parte a alguno de sus siervos, serĆ” de este hasta el aƱo del jubileo, y luego retornarĆ” al prĆncipe, porque la herencia pertenece a los hijos. 18 El prĆncipe no podrĆ” tomar nada de la herencia del pueblo, para no defraudarlos de su posesión. De sus propias posesiones darĆ” herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea privado de su posesión.
19 Me condujo despuĆ©s por la entrada que estaba hacia la puerta, a los aposentos santos de los sacerdotes, que miraban al norte, y he aquĆ un recinto detrĆ”s de ellos hacia el occidente. 20 Y me dijo: Este es el recinto donde los sacerdotes cocerĆ”n la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la expiación, y donde tostarĆ”n la ofrenda vegetal, para que no la saquen al atrio exterior, y santifiquen asĆ al pueblo. 21 Luego me condujo al atrio exterior, y me hizo pasar por las cuatro esquinas del atrio, y he aquĆ en cada esquina habĆa un atrio pequeƱo. 22 Y en las cuatro esquinas del atrio habĆa pequeƱos atrios, de cuarenta codos de largo por treinta de ancho. Los cuatro eran de la misma medida. 23 Y habĆa una pared alrededor de ellos (alrededor de los cuatro), con fogones por debajo de las paredes en derredor. 24 Entonces me dijo: Estos son los fogones donde los servidores de la Casa cocerĆ”n los sacrificios delĀ pueblo.
āŗ46.2 Y el prĆncipe… ā34.24 nota.
āŗ46.3 lunas nuevas… ā§276.
āŗ46.6 Se sigue LXX ā§194.
āŗ46.12 le abrirĆ”… ĀæYHVH?
MiqueasĀ 1-2
La visión
1 Revelación de YHVH que tuvo Miqueas morastita, en dĆas de Jotam, de Acaz y de
EzequĆas, reyes de JudĆ”, cuya visión concernĆa a Samaria y a JerusalĆ©n.
Contra la casa de Israel
2 ”Escuchad, pueblos todos!
Atiende, oh tierra, y cuanto hay en ti,
Adonai YHVH sea testigo contra vosotros,
SĆ, Adonai desde su santo templo.
3 ”Mirad! ”YHVH sale de su lugar!
”Desciende para hollar las alturas de la tierra!
4 Debajo de Ćl, las montaƱas se derriten como cera junto al fuego,
Los valles se resquebrajan como agua precipitada por la torrentera.
5 Todo por la transgresión de Jacob, todo por los pecados de Israel.
¿CuÔl es la rebelión de Jacob?
No puede ser sino Samaria.
¿Y cuÔles son los altos de JudÔ?
No puede ser sino JerusalƩn.
6 Yo, pues, harƩ de Samaria una ruina, un campo para plantar viƱas;
HarƩ rodar sus piedras por el valle y dejarƩ al descubierto sus cimientos.
7 Todos sus Ćdolos serĆ”n desmenuzados, y sus ofrendas quemadas.
ArrasarƩ todas sus imƔgenes:
Como precio de prostitución las obtuvo,
Y en precio de prostitución se convertirÔn.
8 Por esto me lamentarƩ y gemirƩ, y andarƩ descalzo y desnudo,
DarƩ gritos lastimeros como los chacales y quejidos como el avestruz,
9 Pues su llaga es incurable, y esta alcanzarƔ tambiƩn a JudƔ,
Se propagarĆ” hasta la puerta de mi pueblo,
En medio de JerusalƩn.
10 No lo anunciƩis en Gat, no llorƩis ni os lamentƩis.
”Revuélcate en el polvo en Bet-AfrÔ!
11 ”Sal, oh moradora de Safir, en vergüenza y desnudez!
Los moradores de SaanƔn no se atreven a salir.
Bet-Esel estÔ de duelo, y te quitó su apoyo.
12 ¿Cómo espera ansiosamente el bien la que habita en Marot,
Si de parte de YHVH ha bajado el mal hasta la puerta de JerusalƩn?
13 ”Uncid los carros a raudos corceles, oh moradores de Laquis!
Allà comenzó el pecado de Sión,
AllĆ se hallaron las rebeliones de Israel.
14 Restituid por tanto la dote a Moreset-Gat,
Pues Bet-Aczib ha defraudado a los reyes de Israel.
15 Oh moradora de Maresa,
Yo traerƩ un heredero,
Y la nobleza de Israel se refugiarĆ” en Adulam.
16 ”RÔpate y haz calvez en tu cabeza por tus hijos muy amados!
Ensancha tu calvez como la del buitre,
Porque su destino es el destierro dejƔndote a ti detrƔs.
āŗ1.1 morastita… Habitante de Moreset-Gat. Aldea al SO de JerusalĆ©n; reyes de JudĆ”… El espacio de los tres reinados va desde el 740 al 698 a.C.
āŗ1.9 llaga… Esto es, la llaga de la lepra (sĆmbolo del pecado de Samaria) āOs 7.9.
āŗ1.11 Sal… Esto es, al cautiverio.
āŗ1.15 Adulam… ā1S 22.1.
Miqueas 2
Riquezas y opresión
1 ”Ay de quienes planean maldades y en sus camas traman iniquidad!
Que al clarear la maƱana las ejecutan con el poder que tienen en su mano.
2 Que codician campos, y los arrebatan,
Que codician casas, y se apropian de ellas.
Que oprimen al varón y a su familia,
Al hombre, y a lo que es suyo por derecho ancestral.
3 Por tanto, asĆ dice YHVH:
Ahora me toca a mĆ planear contra esta estirpe un mal,
Del cual no podrƩis apartar el cuello,
Ni podrƩis seguir caminando erguidos,
Tal tiempo de calamidad serĆ”.
4 Aquel dĆa entonarĆ”n refrĆ”n sobre vosotros,
Amargos lamentos que dirƔn:
”Cómo fuimos despojados!
”Cómo me la ha quitado!
Ćl ha trocado la porción de mi pueblo:
Ha repartido nuestros campos al infiel.
5 AsĆ, ya no tendrĆ”s quien eche la cuerda por suerte de posesión en la congregaciónĀ de YHVH.
6 ”No profeticéis!, dicen;
No profeticĆ©is asĆ, que la afrenta no nos alcanzarĆ”.
7 ĀæEstĆ” maldita la casa de Jacob?
ĀæSe ha acortado la paciencia de YHVH?
ĀæSon estas sus obras?
Sin embargo, Āæno hacen bien mis palabras al que anda rectamente?
8 AntaƱo, mi pueblo se alzaba contra el enemigo,
Hoy arrancƔis el manto y el vestido al que transita confiado,
Al que no viene en son de guerra.
9 EchƔis a las mujeres de mi pueblo fuera del calor de sus hogares,
Y quitƔis para siempre a sus hijitos la gloria del legado que les di.
10 ”En pie, marchaos!
Este no es sitio de reposo para vosotros,
Porque estĆ” contaminado,
Y con dolorosa destrucción tiene que ser destruido.
11 Si viniera un tal profeta,
Soltando vanidades y engaƱos, diciendo:
Os anuncio que tendrƩis vino y licores.
Ā”Ćse tal sĆ serĆa profeta para este pueblo!
12 ”Yo te reuniré sin falta, oh Jacob, todo entero!
”Ciertamente congregaré al resto de Israel!
Los reunirƩ como ovejas en el aprisco,
Como rebaƱo en medio del pastizal,
Y harƔn el estruendo de una multitud.
13 El que abre brecha ha subido delante de ellos:
AbrirƔn la puerta con violencia, y pasarƔn, y saldrƔn por ella.
”Su rey marcha al frente de ellos, con YHVH a su cabeza!
āŗ2.5 posesión… Es decir, quien reparta heredades āSal 16.6.
āŗ2.9 Se inserta legado para suplir elipsis del original. Texto oscuro. LXX registra montes.
LucasĀ 4.16-44
En Nazaret
Mt 13.53-58; Mr 6.1-6
16 Y fue a Nazaret, donde habĆa sido criado, y conforme a su costumbre entró en la sinagoga en el dĆa del sĆ”bado, y se levantó a leer. 17 Y le fue entregado el rollo del profeta IsaĆas; y habiendo desenrollado el volumen, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El EspĆritu del SeƱor estĆ” sobre mĆ,
Por lo cual me ungió para dar buenas noticias a los pobres:
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos,
Y recuperación de la vista a los ciegos,
Para enviar a los oprimidos en libertad,
19 A proclamar el aƱo favorable del SeƱor.
20 Y habiendo envuelto el rollo, lo devolvió al asistente, y se sentó. Y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Ćl. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oĆdos. 22 Y todos daban testimonio de Ćl, y se maravillaban de las palabras de gracia que salĆan de su boca, pero decĆan: ĀæNo es este el hijo de JosĆ©?
23 Entonces les dijo: Sin duda me dirĆ©is este proverbio: MĆ©dico, cĆŗrate a ti mismo. Cuantas cosas oĆmos que se han hecho en CafarnaĆŗm, hazlas tambiĆ©n aquĆ en tu tierra. 24 Y aƱadió: En verdad os digo que ningĆŗn profeta es grato en su tierra; 25 y en verdad os digo que muchas viudas habĆa en Israel en los dĆas de ElĆas, cuando el cielo fue cerrado por tres aƱos y seis meses, mientras hubo una gran hambre en toda la tierra; 26 pero a ninguna de ellas fue enviado ElĆas, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos habĆa en Israel en tiempo del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue limpiado, sino NaamĆ”n el sirio.
28 Oyendo estas cosas, todos se llenaron de ira en la sinagoga; 29 y levantĆ”ndose, lo sacaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual habĆa sido edificada la ciudad de ellos, para despeƱarlo; 30 pero Ćl, pasando por en medio de ellos, prosiguió.
En la sinagoga de CafarnaĆŗm
Mr 1.21-28
31 Y descendió a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y les enseñaba en los sÔbados. 32 Y estaban asombrados de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.
33 Y en la sinagoga estaba un hombre que tenĆa un espĆritu demonĆaco inmundo, y vociferó a gran voz: 34 Ā”Ah! ĀæQuĆ© tenemos en comĆŗn contigo, JESĆS nazareno? ĀæViniste a destruirnos? Ā”SĆ© quiĆ©n eres: el Santo de DIOS! 35 Y JESĆS le ordenó, diciendo: Ā”CĆ”llate y sal de Ć©l! Y arrojĆ”ndolo en medio, el demonio salió de Ć©l sin estropearlo. 36 Y sobrevino un gran asombro sobre todos, y conversaban entre ellos, diciendo: ĀæQuĆ© palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espĆritus inmundos, y salen? 37 Y su fama se difundĆa por todo lugar de la región circunvecina.
La suegra de Pedro
Mt 8.14-15; Mr 1.29-31
38 Y levantĆ”ndose de la sinagoga, entró en la casa de Simón, y la suegra de Simón estaba enferma con una fiebre muy alta y le rogaron por ella. 39 E inclinĆ”ndose hacia ella, reprendió a la fiebre, y la dejó; e inmediatamente, habiĆ©ndose levantado, los servĆa.
Sanados al ponerse el sol
Mt 8.16-17; Mr 1.32-39
40 Y cuando el sol se estaba poniendo, todos cuantos tenĆan enfermos de diversas dolencias los llevaron a Ćl, e imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 41 TambiĆ©n salĆan demonios de muchos, vociferando y diciendo: Ā”TĆŗ eres el Hijo de DIOS! Pero reprendiĆ©ndolos, no les permitĆa hablar estas cosas, porque sabĆan que Ćl era el CRISTO.
42 Al hacerse de dĆa, salió y se fue a un lugar solitario, pero las multitudes lo buscaban, y fueron a Ćl y lo detenĆan para que no se alejara de ellos. 43 Pero Ćl les dijo: Es necesario que anuncie la buena noticia del reino de DIOS tambiĆ©n a las otras ciudades, pues para esto fui enviado. 44 Y seguĆa proclamando en las sinagogas de Judea.
āŗ4.16 del sĆ”bado… Lit. de los sĆ”bados.
āŗ4.17 desenrollado… HĆ”pax.
āŗ4.18 libertad… Gr. Ć”fesis ā§262; me ha enviado… Mā aƱaden a sanar a los quebrantados de corazón.
āŗ4.19 el aƱo favorable… La sĆŗbita interrupción de esta profecĆa āIs 61.1-2, muestra la doble manifestación del MesĆas.
āŗ4.20 fijos en Ćl… Lit. mirĆ”ndolo fijamente.
āŗ4.22 testimonio… Mā aƱaden buen.
āŗ4.23 este proverbio… Talmud (Bereh. rab. sect. 23, y en Tanchuna, fol. 4, 2).
āŗ4.24 āJn 4.44.
āŗ4.25 ā1R 17.1.
āŗ4.26 ā1R 17.8-16.
āŗ4.27 ā2R 5.1-14.
āŗ4.31 descendió… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ4.32 autoridad… āMt 7.28-29.
āŗ4.34 QuĆ© tenemos… Lit. ĀæQuĆ© a nosotros y a ti?
āŗ4.38 levantĆ”ndose… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ4.39 servĆa… Gr. diakonĆ©o ā§314.
āŗ4.41 era… Lit. ser.
āŗ4.44 de Judea… Armonizando con los par. āMt 4.23 y Mr 1.39. Mā registran de Galilea.
RomanosĀ 16
Saludos de despedida
1 Ahora, os recomiendo a Febe, nuestra hermana, que es servidora de la iglesia que estÔ en Cencrea; 2 para que la recibÔis en el Señor, de una manera digna de los santos, y que le proveÔis cualquier cosa que necesite de vosotros; porque también ella fue ayudadora de muchos, y de mà mismo.
3 Saludad a Prisca y a Aquila, mis colaboradores en CRISTO JESĆS, 4 quienes arriesgaron su propio cuello por mi vida, a los cuales no solo yo doy gracias, sino tambiĆ©n todas las iglesias de los gentiles, 5 y a la iglesia que estĆ” en su casa. Saludad a EpĆ©neto, amado mĆo, quien es primicia de Asia en CRISTO. 6 Saludad a MarĆa, la cual trabajó mucho entre vosotros. 7 Saludad a Andrónico y a Junia, mis parientes y mis compaƱeros de prisión, destacados entre los apóstoles y quienes tambiĆ©n han sido antes que yo en CRISTO. 8 Saludad a Ampliato, amado mĆo en el SeƱor. 9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en CRISTO, y a Estaquis, amado mĆo. 10 Saludad a Apeles, el aprobado en CRISTO. Saludad a los que son de Aristóbulo. 11 Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los que son de Narciso, los cuales estĆ”n en el SeƱor. 12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el SeƱor. Saludad a la amada PĆ©rsida, quien trabajó mucho en el SeƱor. 13 Saludad a Rufo, el escogido en el SeƱor, y a su madre, y mĆa. 14 Saludad a AsĆncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los santos que estĆ”n con ellos. 15 Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que estĆ”n con ellos. 16 Saludaos unos a otros con ósculo santo. Todas las iglesias de CRISTO os saludan.
Ćltimas instrucciones
17 Os ruego, hermanos, que pongĆ”is atención a los que causan disensiones y tropiezos contra la doctrina que vosotros aprendisteis, y apartaos de ellos. 18 Porque los tales no sirven a CRISTO nuestro SeƱor, sino a su propio vientre, y con palabras suaves y lisonjas seducen por completo los corazones de los ingenuos. 19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, asĆ que me gozo a causa de vosotros; pero quiero que seĆ”is sabios para lo bueno, e ingenuos para lo malo. 20 Y el DIOS de paz aplastarĆ” en breve a SatanĆ”s debajo de vuestros pies. La gracia de nuestro SeƱor JESĆS sea con vosotros.
Posdata
21 Os saludan Timoteo, mi colaborador, y Lucio, y Jasón, y SosĆpater, mis compatriotas. 22 Yo Tercio, que escribĆ la epĆstola, os saludo en el SeƱor. 23 Os saluda Gayo, anfitrión mĆo y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. [[24]]
DoxologĆa
25 Y al que puede fortaleceros según mi Evangelio y la proclamación de JESUCRISTO, según la revelación del misterio que fue guardado en silencio desde tiempos eternos, 26 pero que ahora ha sido manifestado, y por medio de las Escrituras proféticas, según el mandamiento del DIOS eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27 a DIOS, el único sabio, sea la gloria por medio de JESUCRISTO para siempre, amén.
āŗ16.1 servidora… Gr. diĆ”konos ā§314.
āŗ16.3 Prisca… TR registra el diminutivo Priscila; Aquila… āHch 18.2.
āŗ16.7 antes que yo… Esto es, convertidos antes de mĆ.
āŗ16.13 Rufo… āMr 15.21.
āŗ16.16 unos a otros… ā§109.
āŗ16.18 sirven… Gr. douleĆŗo = servir como o hacer oficio de esclavo ā§273.
āŗ16.19 quiero que seĆ”is sabios… Lit. os quiero ser sabios; ingenuos… Lit. no mezclados.
āŗ16.20 SeƱor JESĆS… TR registra SeƱor Jesucristo.
āŗ16.21 Timoteo… āHch 16.1.
āŗ16.23 Gayo.. āHch 19.29; 1Co 1.14; Erasto… 2Ti 4.20.
āŗ16.24 NTG omite versĆculo ā§110.

