Porción 9

Texto áureoGénesis 12-14
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Génesis 12

Día 2 Génesis 13

Día 3 Génesis 14

Día 4 Salmo 13

Día 5 2ªCo 6:1-13

Día 6 1ªPedro 1:1-12

I- Liberación de las cadenas negativas.

Aunque Abram es descendiente de Noé, viene de una familia y un país en el cual Dios no era importante [1]. Ellos habían perdido esa conexión con el Creador, heredando esa forma que a través de la justificación de su pecado va desarrollando su propia cosmovisión y religión. Cosa que venía desde Caín y que Lamec fue definiendo hasta que a través de la mujer de Noé y su hijo Can se introdujo en el nuevo mundo. De esta forma todas esas comunidades de la región nunca siguieron los mandamientos que Dios había dado a su abuelo Noé.

Cuando leemos Gn 12:1 nos podemos preguntar: ¿Cuál es el punto de esto? ¿Es tan impresionante que Abram haya abandonado su hogar? Cada año, miles de personas se mudan de sus hogares. Más aún, si Dios te hablara y te dijera que dejes tu país para ir a otro, ¿no dejarías todo e irías? Entonces, ¿por qué tanto ruido? El asunto es que Dios le está presentando el desafío más difícil: dejar detrás el impacto espiritual que esos lugares tienen sobre él. Es por eso la orden que Dios usa, que va desde una esfera de influencia menor (su país) hasta la esfera más intensa (su hogar).

II- Sometimiento a los valores de Dios.

La creencia y la vida de un cristiano no deben estar basadas en la influencia de la sociedad sobre él, ni siquiera de su familia. Todo esto ha sido bueno, pero su creencia y vida deben nacer en una relación directa con Dios. De hecho, esta ha sido la causa de todo lo que Dios ha permitido en su vida hasta aquí. El poder entender que la vida fructífera es aquella que se basa en el diario vivir e interacción con Dios es la clave de la vida: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» (Ro 12:1–2).

Él sería uno de los escogidos para que aquella simiente de la mujer naciera a través de la fe, y el hombre recibiera la bendición de la victoria sobre el pecado [2]: «Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.» (Ga 3:6–7). No simplemente para salvar a una nación específica, sino para todo el que viniera a Él, y de esa descendencia espiritual nacería una nación mucho más grande: «Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.» (Hb 11:8–12); «Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos…» (Mt 8:11).

III- Primero la voluntad de Dios.

Debemos aprender que primero hay que hacer la voluntad de Dios, aun cuando no entendamos exactamente cómo lo vamos a hacer, y después de ese primer paso nuestro es que Dios encaminará nuestros siguientes pasos [3]: «El corazón del hombre piensa su camino; mas YHVH endereza sus pasos.» (Pr 16:9).

Los capítulos 13 y 14 muestran que siempre va a haber pruebas para aquel que sigue a Dios. Y que hay situación de las que se va a salir mejor que de otras, pero solo aquel que ame a Dios y esté dispuesto a servirle desde su corazón podrá aprender de ellas lo que Dios le quiere enseñar y, por tanto, saldrá adelante: «En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.» (1P 1:6–9).

Por otra parte, se debe verificar que los pasos que se dan en la vida vayan acercándonos a Dios y no alejándonos. Muchas veces las personas se rodean de amistades nocivas cuya influencia es negativa y no positiva, esto traerá consecuencias en el futuro. Si Lot hubiera escogido mejor con quién convivir, de seguro que no hubiera sido secuestrado [4]. A esto Pablo le llama “yugo desigual”: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. Por lo cual: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”, y: “seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.» (2Co 6:14–7:1).

Preguntas:

1.- Si Dios manda a honrar a los padres, ¿por qué cree que dice que debe alejarse de ellos?

2.- ¿A qué cree usted se refiera la frase entre muchos cristianos: «Dios no tiene nietos, sino hijos»?

3.- Al hablar de alguna prueba grande que ha venido a su vida, ¿cuál cree que sería la causa por la que Dios permitió que viviera eso?

4.- ¿Qué cree usted que sea más difícil: morir por una causa o vivir por ella? ¿Por qué? ¿Cómo debe ser la relación con los incrédulos?

[1] Gn 11:27-32.

[2] Gn 12:3.

[3] Gn 12:4.

[4] Gn 14:13

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